Apuntes sobre el Teatro Circo y su reconstrucción en Orihuela.

Algunos apuntes sobre el Teatro Circo en el centenario de su reconstrucción en Orihuela.

Alberto Zerón Huguet.

Introducción

En la segunda mitad del siglo XIX dos entretenimientos primaban entre la ciudadanía española por difusión y número de seguidores: el teatro y el circo. 

Toda ciudad medianamente importante debía contar al menos con un coliseo estable; este es el caso del Teatro Principal en Alicante y Cartagena, del Teatro de los Infantes -actual Romea- en Murcia o del Teatro de la Corredera en Orihuela.

En estos locales, los nuevos empresarios programaban largas temporadas contratando a las principales orquestas y compañías dramáticas.

Pronto, gracias al crecimiento económico y cultural, la gran afluencia de público permitió que en una pequeña capital de provincia como Alicante subsistiesen varios de estos locales de recreo.

Teatro Principal; Alicante, 1915.

Por otra parte, el circo se había renovado incorporando ejercicios ecuestres, animales exóticos, trapecistas, equilibristas y magos. Ante semejante despliegue, las compañías ambulantes eran recibidas con gran entusiasmo y continuamente aparecían y desaparecían provisionales carpas o barracones de madera.

Grabados Circo Price. Madrid siglo XIX.

A medio camino entre el teatro estable y la carpa estaban los llamados teatros circo que se proyectaron y construyeron siguiendo la moda que, desde París, se extendía por muchas ciudades europeas. Obras teatrales, óperas, zarzuelas, circo, conciertos; estos recintos polivalentes, permitían ofrecer todo tipo de espectáculos.

Programa Teatro Circo Apolo.

En España, proliferaron en el último tercio de la centuria, siendo el más famoso el derruido Teatro Circo Price de Madrid.

Proyecto Teatro Circo de Price
Teatro Circo de Price

Revisando la historia de los teatros circo cercanos: Cartagena (1879), Albacete (1887), Alicante (1881) y Murcia (1892), podemos comprobar que estos auténticos supervivientes, han llevado una trayectoria muy parecida y afortunadamente, gracias a la presión popular, con más o menos reformas y modificaciones, se mantienen actualmente en pie.

Teatro Circo Valencia.
Teatro Circo Mataró.
Teatro Circo Barcelona.
Teatro Circo Puente-Genil.
Teatro Circo Albacete.
Teatro Circo Albacete.

En el caso del Teatro Circo Alicantino, hay una circunstancia singular: su desmontaje y posterior reconstrucción en Orihuela entre los años 1907 y 1908.

Antecedentes Alicantinos

Vista de Alicante (Jean Laurent, ca. 1870).

Entre los años 1880 y 1881, el maestro carpintero Rafael Marco Boronat, dirigió la construcción de un barracón de madera  ubicado en la plaza del Barranquet (actual plaza de Chapí).

Teatro Principal en la Plaza del Barranquet, actualmente titulada de Ruperto Chapí. En 1839 se instaló en ella una plaza de toros y en 1848 se levantó el Teatro.

Estaba frente al Teatro Principal;  por lo que fue conocido popularmente como «el circo de la plaza del teatro». Se anunciaba como Circo Ecuestre y comenzó su actividad en el verano de 1881, exclusivamente con espectáculos de carácter circense. 

Al comienzo de la siguiente temporada estival se trabajó activamente para terminar la colocación del escenario, decorados y otros útiles necesarios que lo adaptaron para albergar con dignidad representaciones dramáticas.

Rafael Marco Boronat se ocupó de la maquinaria e iluminación; de la parte musical se encargó Pablo Gorgé Soler, patriarca de una familia de músicos alicantinos, director y fundador de la banda La Lira.

El renovado centro de recreo abrió sus puertas el 1 de julio de 1882 ya con el nombre de Teatro Circo;  y como reclamo al espectador, en la puerta  elevaban globos aerostáticos a los acordes de una banda de música.

Exhibición de globos aerostáticos.

Aprovechando que en aquellos momentos el género lírico era el preferido entre el público alicantino se especializaron en zarzuelas y conciertos sin abandonar las funciones teatro y de circo.

Esa misma temporada actuó varias veces un joven Isaac Albéniz, que llegaba de pasear su virtuosismo por diversas ciudades europeas. 

Más éxito tuvo la ópera italiana; con Rigoletto, Lucrecia Borgia o Marina consiguieron gran afluencia de público.

Concierto de Isaac Albéniz en el Teatro-Circo de Alicante, año 1882. Biblioteca de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, legado de la familia de Pablo Portes.

La cercanía del Principal debió ser un lastre para el joven Teatro Circo. En 1883 una nueva y ambiciosa sociedad abría la temporada con la compañía circense de los hermanos Rizarelli, que venía de triunfar por todo el mundo. 

A primeros de mayo la prensa anunciaba la demora en el debut «para no molestar al público del cercano Teatro Principal». La esperada apertura llegó el 18 de mayo; y fue un éxito rotundo. Durante varias semanas, los espectadores abarrotaron el local a dos funciones diarias.

El posteriormente llamado Teatro Circo Viejo se mantuvo durante una década programando todo tipo de espectáculos en la temporada veraniega. 

Pero las presiones de los propietarios del Teatro Principal y la reorganización urbanística de la zona forzaron su desaparición. Su última función fue la zarzuela «El anillo de hierro» representada en el verano de 1891.

Partitura «El Anillo de Hierro».

En octubre de ese mismo año, Rafael Marco, Pablo Gorgue y un grupo de artistas formaron una empresa y decidieron levantar un nuevo y bello edificio. 

Rafael tenía bastante experiencia; no en vano había participado activamente en la construcción de la Plaza de Toros de San Juan, en la de la casa flotante del Club de Regatas y en la reforma del Teatro Principal.

El Teatro Circo Alicantino o Circo Nuevo, como fue conocido popularmente, se erigió en la Plaza de Balmes, en terreno de propiedad municipal. 

Rafael Marco presentó una instancia en el ayuntamiento solicitando una concesión por 15 años para emplazar un edificio de carácter provisional que fabricaría en madera y ladrillo. 

Su inauguración coincidió con un hito en la historia de Alicante: la instalación del alumbrado eléctrico.

Teatro Circo de Alicante. 1892. Biblioteca Gabriel Miró.

El 22 de mayo de 1892 llegaba a Alicante Isaac Peral encargado de dirigir el proyecto. Aprovechando esta circunstancia, visitó el nuevo teatro supervisando los ensayos de su alumbrado; tres días después abría sus puertas con una espectacular compañía ecuestre. 

Durante una década se mantuvo en la brecha, alternando su faceta musical y circense; pero el cambio de siglo multiplicó la oferta de ocio.

Teatro de Verano en Alicante.

En 1903 Alicante disponía ya de seis establecimientos recreativos; entre ellos el nuevo Teatro de Verano, directo competidor, como su nombre indicaba, para la temporada estival.  A partir de aquí su actividad fue en disminución limitándose a ofrecer actuaciones esporádicas de circo.

En 1907 se cumplían los 15 años de concesión y la completa cartelera alicantina ofertaba ópera en el Teatro Principal; cinematógrafo y funciones en el Salón Novedades, en el Recreo Alicantino y en el Salón Moderno; exhibiciones gimnásticas en la Plaza de Toros;  y para colmo, el Teatro de Verano preparaba su nueva temporada. 

El futuro del Teatro Circo se presentaba bastante negro; pero aún no estaba todo perdido.

A primeros de junio, «La Correspondencia de Alicante» elogiaba la decisión municipal de concederle una prórroga de nueve meses y anunciaba la inminente llegada en el correo de Madrid de Eugenio Casals, a la cabeza de una excelente compañía de zarzuela, que llegaba triunfante de Buenos Aires para comenzar el día 14 una espectacular temporada en el Teatro Circo.

Pero las cosas se torcieron, el señor Casals, tras reunirse con un grupo de empresarios, aceptó la dirección del Teatro de Verano precipitando así el fin del Teatro Circo Alicantino.

Durante el mes de agosto «La Voz de Alicante» anunciaba la subasta para su demolición y para la adquisición de los materiales, muebles y demás enseres.

Recortes de prensa alicantina de la época.

Ésta tuvo lugar a las doce de la mañana del día 10 de septiembre de 1907, en el despacho del notario Lorenzo de Irizar. Y la demolición se llevó a cabo durante el mes de octubre; mientras la prensa reclamaba la construcción de una plaza mercado.

En 1921 se inauguraba el precioso edificio del Mercado Central de Abastos que desde entonces ocupa su lugar.

Solar del «Mercado Viejo» y nuevo Mercado Central de Abastos edificado en el solar del Teatro Circo.

El Teatro Circo en Orihuela

Desde 1840, la Orihuela decimonónica contaba para su recreo con el Teatro de Orihuela o de la Corredera. Este espacioso local, derribado recientemente, fue erigido por Francisco Regidor Reig y tenía capacidad para 900 personas.

Calle de la Corredera. Orihuela. J. Laurent, ca. 1870.

Con el transcurrir de los años, el edificio ya muy deteriorado, pasó a manos de los nietos del fundador; quienes en 1887 lo pusieron en venta con mobiliario y enseres.

Desaparecida la Plaza de Toros de San Agustín, los espectáculos ecuestres y otras funciones de circo se desarrollaban en recintos portátiles instalados generalmente en la Plaza Nueva.

Plaza Nueva. Colección Javier Sánchez Portas.
Cinematógrafo en la Plaza Nueva de Orihuela.

La primera referencia a la construcción de un teatro circo en Orihuela aparece en prensa a finales de 1895. Se anunciaba la formación de una sociedad cuya cabeza visible era Vicente López Durana.

El nuevo propietario del Teatro de la Corredera pensaba construir un teatro de hierro de acuerdo a las exigencias modernas; y para tal menester, pretendía adquirir el Teatro Circo de Alicante.

Este sombrerero alicantino, se había casado en 1870 con la oriolana Antonia Vilar, propietaria del convento de San Gregorio y de gran parte del de la Merced.

El matrimonio residió varios años en Alicante, por lo que conocían de sobra el Teatro Circo de la Plaza de Balmes.

Al trasladarse a Orihuela, López Durana se dedicó plenamente al negocio de los alquileres obrando y reformando sus conventos hasta desvirtuarlos totalmente. 

Una vez comprado el enorme edificio de la Corredera en 1895, si hubiese conseguido el Teatro Circo Alicantino, posiblemente hubiese destinado el viejo teatro a viviendas de alquiler; pero esto no es más que una opinión personal. 

Lo cierto es que a pesar de anunciar a bombo y platillo su restauración, fracasada la compra, se deshizo del Teatro de la Corredera.

Fachada del Teatro Romero en 1900. Archivo Municipal de Orihuela.

En 1905 volvió a circular la noticia de una nueva sociedad que pretendía erigir un teatro circo.  

Además de Eduardo Romero Sansano (propietario del local de la Corredera), entre los accionistas estaba Ramón Pastor Vilar, sobrino de López Durana, cuyos padres habían poseído el convento y plaza de toros de San Agustín (vendido y convertido en colegio de Jesús y María) y también la parte de la Merced que aún se conserva. Quizás por ello se barajaba este edificio entre los posibles emplazamientos.

Por segunda vez, se negoció la compra del de Alicante, ya por entonces en horas bajas. Pero habría que esperar dos años más.

En septiembre de 1907 los hermanos Antonio y Ángel Roca de Togores, entre la sorpresa y admiración de sus paisanos, se hicieron con los «materiales, muebles y demás enseres» del Teatro Circo Alicantino. No tuvieron que negociar mucho; como ya hemos dicho, los adquirieron en subasta pública ante notario.

La ubicación tampoco fue un problema; lejos de complicarse como sus predecesores en la búsqueda de un solar céntrico, adquirieron un huerto propiedad de un tal Sr. Giménez.

Teatro Circo Orihuela.

Utilizando la actual calle de Rufino Gea, un triste callejón llamado del Salitre que partiendo de la calle Loazes giraba hasta morir en el río, conectaron el teatro con el Casino y con la zona comercial totalmente reformada a finales del siglo XIX.

Calle Salitre/Rufino Gea. Antonio Ballester.

Antonio Roca de Togores cedió la propiedad del Teatro Circo a la sociedad anónima Circo de Orihuela, formada con un capital social de 35.000 pesetas, dividido en setenta acciones de quinientas pesetas cada una, pagaderas en cinco plazos de veinte duros cada uno. 

Dichas acciones acabaron en manos de uno de los socios, Vicente Esquer Esquer, procurador oriolano cuyo nombre quedó para siempre asociado al edificio, pues pasó a denominarse Teatro Circo Esquer. 

Las obras comenzadas en octubre se desarrollaron con rapidez. Para el mes de enero tenían instalado el armazón para el graderío y las columnas ya se elevaban por encima de los huertos que lo rodeaban.

La inauguración tuvo lugar el 25 de abril de 1908, Sábado de Gloria. A pesar de haber escogido y anunciado para tal evento la actuación de una «notable compañía de zarzuela», fue la compañía dramática de Jaime Rivelles la encargada de estrenar el nuevo coliseo oriolano.

Colección Javier Sánchez Portas

En un teatro de la época no podía faltar el cinematógrafo y de ello, según la prensa coetánea, se encargaron los hermanos Carreño.  

En junio se construyó la cámara que albergaría la máquina con arreglo a la normas de seguridad. Ellos mismos contrataban a los artistas para amenizar las proyecciones de cine mudo.

El 10 de abril de 1909, el diario «La Época» anunciaba un proyecto para la construcción de la nueva plaza de abastos;  que sorprendentemente se ubicaba en el solar ocupado por el flamante Teatro Circo.

Calle Alfonso XIII. Anuncio del teatro. Colección Javier Sánchez Portas

Todo quedó en un proyecto; pero resulta bastante sospechoso que entre aquellos concejales figurase  Romero Sansano, que como ya hemos dicho, era propietario del teatro vecino.

Al contrario de lo que ocurrió en Alicante, fue el viejo coliseo recientemente restaurado el que se sintió amenazado. 

Con un aforo de casi 2.000 espectadores, el teatro circo doblaba al Teatro Romero y eso le permitía ofrecer unos precios más populares.

Funciono sin sobresaltos hasta 1929. En esa fecha, se realizó una primera reforma para dotarlo de mayor seguridad e higiene, instalándose además un completo equipo de proyección cinematográfica.  

Teatro Circo de Orihuela años 30. Colección Javier Sánchez Portas.
Teatro Circo de Orihuela años 30. Colección Javier Sánchez Portas.

Bajo la dirección de un nuevo arrendatario, Pedro Muñoz Mendes, la reapertura tuvo lugar el 19 de octubre con la proyección de la película Cagliostro el Aventurero. 

Hasta la década de 1920 la plaza del teatro había continuado en manos de la familia Esquer y no era más que un trozo de huerto apisonado. 

Durante la II República, ya en poder del Ayuntamiento, se emprendieron ciertas mejoras en el llamado ensanche del Teatro Circo.

Calle Alfonso XIII, Fermín Galán durante la II República. Anuncio del teatro. Colección Javier Sánchez Portas
Archivo Histórico Provincial de Alicante.

Entre los años 1933 y 1934 se expropiaron y fueron derribadas dos casas de la calle Escorrata y se aprobó el proyecto de apertura y ensanche de la calle del Salitre, redactado por el arquitecto municipal Severiano Sánchez Ballesta. 

Para ello demolieron parte de la posada de Valeriano Barber Carrió, siendo el maestro de obras municipal Román Sánchez, el encargado de la pavimentación.

La plaza del Teatro se retituló como plaza del Poeta Sansano, en honor al literato y periodista Juan Sansano Benisa; y la calle del Salitre como de Rufino Gea, recordando al famoso cronista de la ciudad.

Juan Sansano Benisa y su diario alicantino. (Orihuela 1887 – Alicante 1955).

El Teatro Circo de Orihuela o Teatro Circo Esquer fue el referente cultural de la comarca durante gran parte del siglo XX ofertando cine, teatro, zarzuela, óperas, danza, circo y hasta combates de boxeo.

Antonio Ballester Vidal.

A lo largo de su existencia han desfilado por su escenario las más diversas manifestaciones culturales y festivas: compañías teatrales, figuras de la canción, cupletistas, orquestas y todo tipo de artistas. 

Por otro lado, a nivel local ha albergado festivales benéficos, juegos florales, bailes, conferencias, etc.

Dejando cada vez más de lado su faceta teatral y asumiendo la de cinematógrafo, aguantó el paso de los años con cierta dignidad; pero hablando de centenarios, no podemos olvidar un último servicio a la cultura local.

Teatro Circo Esquer.

El 13 de febrero de 1977 albergó el estreno mundial de la ópera prima teatral de Miguel Hernández «Quien te ha visto y quien te ve, sombra de lo que eras«, a cargo del grupo teatral La Cazuela, de Alcoy.

En 1978 como otros muchos teatros de la época se vio abocado al cierre. A partir de entonces, comenzó un periodo con todo tipo de especulaciones sobre el futuro del edificio.

Teatro Circo Esquer. Vista aérea.

Los técnicos aconsejaban su demolición y reconstrucción en otro emplazamiento; los propietarios aceptaban la construcción de un nuevo teatro integrado en un edificio de viviendas; los vecinos pedían una plaza pública o un parque; y por último, un colectivo cultural encabezado en aquellos años por Javier Sánchez Portas, exigía la puesta en valor de un símbolo de la cultura oriolana del siglo XX.

Teatro Circo Esquer en ruinas.

Mientras tanto, el añejo edificio soportaba inundaciones, actos vandálicos y conatos de incendio. 

Al igual que en otras localidades, tuvo que ser la lucha decidida de un grupo de ciudadanos la que removió las conciencias para recuperar este referente histórico absolutamente excepcional.

En 1986, el Ayuntamiento de Orihuela compró el Teatro Circo para emprender su recuperación con la inestimable ayuda de la Diputación Provincial y la Consellería de Obras Públicas y Urbanismo.

Se había perdido un tiempo precioso y su estado era de ruina. El viejo coliseo necesitaba algo más que una restauración. Con carácter de urgencia se eliminaron los residuos acumulados y se acometió un cerramiento de carácter provisional.

Colección Javier Sánchez Portas.

El proyecto de recuperación debía respetar en la medida de lo posible la tipología de sus elementos que imprimían el carácter de época al edificio; pero a la vez se buscaba crear un recinto polivalente que permitiera un uso diverso, con gran capacidad de aforo y con las modernas condiciones de confortabilidad. Para ello se redistribuyeron las localidades y se modificaron los espacios resultantes de los derribos.

Colección Javier Sánchez Portas. Ajomalba
Colección Javier Sánchez Portas. Ajomalba.

Totalmente rehabilitado, dotado de nuevo mobiliario y convertido para siempre en edificio estable, fue inaugurado el 6 de Noviembre de 1995 por la Reina Doña Sofía con un concierto a beneficio de la Obra Social Diocesana de San José Obrero de Orihuela.

Joaquín Marín.
Víctor Sarabia Grau.
Víctor Sarabia Grau.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba)

El presente trabajo publicado en Alicante, es fruto de un encargo de la revista cultural «El Salt», a través de mi buena amiga Consol Payá. Apareció en el número 14, durante la primavera del año 2008, en el centenario de su reconstrucción en Orihuela.

José Antonio Ruiz Peñalver.
Alberto Zerón Huguet.

Fuentes Documentales y Bibliografía.

SÁNCHEZ PORTAS, Javier, SAN NICOLAS ROMERA, César, VALVERDE ESPEJO, Luís. El Teatro Circo de Orihuela (1908-1995), 1995. REUS BOYD-SWAN, Francisco. El Teatro en Alicante: 1901-1910, 1994. GALIANO PÉREZ, Antonio Luís. Orígenes del Teatro Circo de Orihuela. En La Lucerna nº 38, Septiembre de 1995. LLORET I ESQUERDO, Jaume. Personatges de l’Escena Alicantina, 2002.

El Eco de la Provincia. Alicante, 1881-1882. Las Circunstancias. Alicante, 1881. La Unión Democrática. Alicante, 1883-1887. El Alicantino. Alicante, 1892. El Amic del Poble. Alicante, 1899. La Correspondencia Alicantina. Alicante, 1903-1907. La Voz de Alicante. Alicante, 1904-1907.

El Independiente. Orihuela, 1892. El Pueblo. Orihuela, 1892-1929. El Thader. Orihuela, 1895- 1896. La Huerta. Orihuela, 1907-1908. La Nueva Era, Orihuela, 1907. La Época. Orihuela, 1907-1908. El Eco de Orihuela. Orihuela, 1912. Renacer. Orihuela, 1929. Actualidad. Orihuela, 1929. El Diario. Orihuela, 1905-1907.

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