Los refugios antiaéreos en Orihuela.
Las primeras disposiciones relativas a la defensa pasiva se legislaron en agosto de 1935 por el Ministerio de la Guerra en manos de Gil Robles por aquellas fechas.
Iniciada la contienda, y con ella los bombardeos a núcleos urbanos, se hizo necesario ofrecer a la población civil algún medio de protección organizada.
El decreto del 23 de septiembre de 1936 encomendó a la Subsecretaría del Aire la ejecución de las defensas contra aeronaves en todo el territorio leal a la República, y la construcción de refugios fue bastante común en las poblaciones situadas en la retaguardia.
En Orihuela, los primeros acuerdos municipales llegaron en noviembre de ese mismo año, poniendo a disposición de la Junta de Defensa el saldo existente en los fondos de la Décima.
Desde 1931 el llamado recargo de la décima, como su propio nombre indica, gravaba una décima en el impuesto de la contribución territorial e industrial. Y se empleaba el dinero en mitigar el desempleo local. Con esos fondos, el consistorio gestionaba una bolsa de trabajo escogida a dedo para realizar obras en beneficio de la población.
En diciembre se dio cuenta de un oficio que concedía dos días de plazo para remitir al tesorero, Luis Riquelme, la cantidad que habían decidido aportar para poner en marcha la construcción de los refugios.
10 de diciembre de 1936: Se da cuenta de un oficio de la Junta de Defensa, encareciendo que antes del día 12, se remita al tesorero Luis Riquelme, la cantidad inicial que piense aportar el ayuntamiento para la construcción de refugios para los ataques aéreos, cuya resolución se aplaza para la próxima sesión para poder aclarar si se trata de petición distinta al acuerdo tomado en la pasada sesión de poner a disposición de la Junta de Defensa el Saldo existente en los fondos de la décima.
En los pagos efectuados en enero de 1937, aparecen los primeros apuntes que certifican el inicio de las obras dirigidas por el Maestro Román Sánchez en los refugios antiaéreos del túnel de San Francisco, de la Plaza de Ramón Sijé, de la Plaza del Carmen y de las Eras de San Sebastián; os dejo algunos:
7 de enero de 1937. A continuación se aprueban las siguientes cuentas: Al maestro de obras Román Sánchez, para pago de jornales en el refugio antiaéreo del túnel de San Francisco, 104,75 ptas.
Por el pago de jornales en el refugio antiaéreo de la Plaza de Ramón Sijé 2.182,75 ptas. Para pago de jornales en el refugio antiaéreo de la Plaza del Carmen, 533,50 ptas.
14 de enero de 1937: Al maestro de obras Román Sánchez para pago de jornales en el refugio antiaéreo del túnel de San Francisco, 714 ptas.
Para pago de jornales en el refugio antiaéreo de la Plaza de la Pía, 2.331,24 ptas.
Para pago de jornales en el refugio del Carmen, 5,45 ptas.
4 de febrero de 1937: A Manuel Mengual por dos cargas de agua para el refugio de San Sebastián, 4,50 ptas.
En marzo de 1937 se paralizaron los trabajos y el citado tesorero, Luis Riquelme, preguntó al Consistorio si pensaban dejar el asunto a medias.
9 de marzo de 1937: El compañero Riquelme pregunta si se van a continuar las obras de los refugios de la población contra posibles ataques aéreos, contestándole la presidencia que ya es misión de la comisión correspondiente hasta tanto no tenga solución.
La Presidencia lo dejó en manos de una comisión municipal. Lo cierto es que, durante el mes de abril, el Comité de Transportes destinó varios camiones para retirar los materiales generados en las excavaciones.
El transporte de la tierra y los escombros extraídos de las excavaciones se mantuvo hasta que el socialista José Torres anunció al consistorio que los vehículos empleados no podían continuar haciendo el trabajo gratuitamente.
El compañero Torres dice que, los camiones que tenía destinados el Comité de Transportes para retirar la ruina de los refugios, no podrán continuar haciéndolo gratuitamente más que hasta fin de semana, acordándose a indicación de la Presidencia agradecer esta desinteresada colaboración.
Efectivamente no quedaron registrados los gastos de combustible para los camiones; pero sí el pago de los jornales.
29 de abril de 1937. A continuación se aprueban las siguientes cuentas: Al maestro de obras Román Sánchez para pago de jornales de llevar ruinas de los refugios de bombardeo, para llenar el grupo escolar de mediodía. 421,65 ptas.
Parte de esas ruinas se utilizaron para rellenar el flamante Grupo Escolar del Sector de Mediodía construido en un huerto; el que luego sería «Colegio Andrés Manjón».
Si queréis saber más sobre su construcción pinchad sobre su fotografía.
El 8 de Julio se daba cuenta de un nuevo decreto del Ministerio, declarando obligatoria la organización de la defensa pasiva contra aeronaves mediante la creación de comités provinciales y locales.
Además de los jornaleros de la Décima y de algunos voluntarios, en las excavaciones participaron obreros forzosos seleccionados de entre los presos y otros elementos sospechosos de desafección.
GOBIERNO CIVIL de la Provincia de Alicante. En contestación a su oficio, fecha 4 del actual, número 952, con esta fecha, se ordena al Jefe de la cárcel de esa ciudad, ponga a disposición de esa Presidencia para ser dedicados a trabajos de construcción de refugios los siguientes detenidos: Federico Izquierdo Sánchez, Manuel Lidón Cecilia, Carlos Riquelme Ortega, Juan Manuel Seijas y Severo Yturburo Guinea. Alicante, 5 de Julio de 1938. EL GOBERNADOR.
Desechado el de la Plaza del Carmen por su proximidad al río, en abril de 1938, el Comité de Defensa Pasiva, acordó construir un nuevo refugio horadando la sierra que tendría entrada por una casa de la calle de Santa Justa propiedad del Consejo, en la que estaba instalada la Inspección de Policía.
El refugio era una cueva horadada en el subsuelo del Barrio de Triana, con un acceso cercano a la antigua cárcel, frente a la portada norte de Santa Justa.
Gracias a una denuncia efectuada en 1939, sabemos que, finalizando la contienda, compartió dicha utilidad con la de almacén de abastos, teniendo que adoptar medidas de seguridad para hacer compatibles ambos usos sin poner en peligro los géneros allí depositados.
23 de febrero de 1939: El Señor Soriano Jiménez, manifiesta que ha observado por las mañanas abierta la puerta del refugio de Santa Justa, creyéndolo peligroso por los géneros de abasto allí almacenados.
28 de febrero de 1939: El Señor Hernández pregunta a la presidencia el resultado de las gestiones sobre la denuncia hecha en la sesión anterior por el Sr. Soriano Jiménez, sobre la inseguridad en el almacén de abastos.
El Señor Presidente contesta que inmediatamente tomó las medidas oportunas para asegurar los víveres almacenados.
El Señor Soriano Jiménez confirma las medidas de la presidencia y dice que la escasa cantidad de géneros cuya falta se ha advertido, puede atribuirse a mermas normales, sin que haya motivos bastantes para sospechar alguna sustracción.
El Señor Andreu manifiesta que como presidente de abastos ha inspeccionado el almacén de Santa Justa y ha acordado las medidas para hacer compatibles el uso del refugio allí establecido y la seguridad de los géneros almacenados.
El de la Plaza de Ramón Sijé, nombrado a veces como de la Plaza de la Pía, también se conserva. Sus dos entradas siguen visibles, emplazadas frente a la Biblioteca Fernando de Loazes.
En Orihuela estas instalaciones defensivas no llegaron a ser necesarias, pero las bombas cayeron muy cerca.
El 25 de agosto de 1938, la vecina Torrevieja, sufrió un terrible bombardeo a cargo de la aviación italiana. El Consejo oriolano, envió un telegrama de condolencia «por el criminal bombardeo realizado por la aviación extranjera contra aquella población civil».
Nuestra Lucha. Portavoz de la Unidad Obrera. 26 de agosto 1938: A las once horas, cinco trimotores extranjeros bombardearon la población civil de Torrevieja (Alicante), lanzando en el centro explosivos de gran potencia, los cuales destruyeron dieciocho edificios. Hasta el momento han sido recogidos catorce muertos y cincuenta heridos.
En febrero de 1940, terminada la contienda, los vecinos de la Plaza de la Pía solicitaron la demolición del refugio instalado en dicha plaza, por haberse convertido en un obstáculo para el tránsito.
17 de febrero de 1940: Escrito del director de la Caja de Monserrate y los vecinos de la Plaza de la Pía, solicitando la demolición del refugio. Se pasa a la Junta Local de Defensa Pasiva de acuerdo con lo solicitado por entender que no reúne las debidas condiciones y constituye un obstáculo para el tránsito.
En abril llegó la autorización de la Junta Provincial de Defensa Pasiva para retirar la cubierta que sobresalía de la superficie de la calle y se acordó su eliminación definitiva.
6 de abril de 1940: Enterada la comisión de la autorización otorgada por la Junta Provincial de Defensa Pasiva contra aeronaves, para retirar la cubierta que sobresale de la superficie de la calle en el refugio de la plaza de la Pía, se acuerda proceder a su ejecución, autorizando a la Alcaldía para que gestione la forma en que los vecinos interesados deban contribuir a la obra
El último apunte que encontré sobre el tema es de mayo de ese mismo año, cuando las monjas de San Sebastián y de Jesús María pidieron la inmediata demolición de los refugios que quedaban entre sus dos conventos.
4 de mayo de 1940: Con respecto a un escrito de las Monjas de San Sebastián, remitido a informe por el Gobernador Civil; y otro de las Monjas de Jesús María, solicitando ambas la demolición de refugios antiaéreos, se acuerda pasarlos a la Junta Local de Defensa Pasiva.
Antonio J. Mazón Albarracín. (Ajomalba)
Extracto de mi libro titulado: «La II República y la Guerra Civil en Orihuela, Vistas desde el Puente de Rusia».