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Crónica de Orihuela 1923. Marzo. 

Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.

Crónica de Orihuela 1923. Marzo.

Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo, cronista oficial de Orihuela.

Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.
Marzo de 1923.

Los primeros días, y aún los primeros de la segunda quincena de este mes, fueron acentuando la sequía atmosférica, con bochornos propios de los días estivales.

Las cosechas de los campos amarilleaban presagiando su agostamiento total. La tierra seca y resquebrajada esperaba ansiosa el agua para chuparla sedienta, ansiosa, con la avidez avara del sediento.

Algunas veces, unos nimbos blanquecinos, como nubes de primavera, aparecían en el espacio difundiendo la esperanza, pero pronto, los huracanes del Oeste o del Noroeste, hacían galopar desgreñada y en jirones sobre el monótono cielo azul intenso, la vedija blanquecina o plomiza, pasando rápida hacia el Este, dejando otra vez la desesperación de la abrasadora sequía en hombres y casas; y aquellos bramadores vientos que alejaban y disipaban las nubes que llevaban en sus entrañas el agua necesaria para salvar las cosechas y la situación económica de la ciudad.

Barraca de la huerta de Orihuela. Ministerio de Cultura.

Aquellos vientos bravíos e insistentes, no solo producían aquel daño, aún causaban otro que hacía perder el sueño a los cosecheros y especuladores de naranjas, que en su insomnio, oyendo bramar el vendaval furioso y desencadenado, veían como la tierra de sus huertos se convertía en una alfombra de doradas bolas.

Las ricas naranjas arrancadas de los siempre verdes naranjos, y arrojadas al suelo perdiéndose todo su valor; machacadas, agrietadas, rozadas por los golpes entre si, por el choque con el suelo en la caída violenta del árbol, rezumando el agridulce contenido para ir a parar a los estercoleros, a pudrirse, perdiéndose la riqueza de la Vega en unos cuantos minutos de furia del Aquilón.

Nunca se conoció viento más furioso ni más persistente. Tuvo en varias ocasiones carácter de Ciclón.

El canónigo José Alcaraz. Colección Javier Sánchez Portas.

En los primeros días de este mes, el Prelado dispuso del cargo de Secretario de Cámara y Gobierno que, desde su llegada a esta Diócesis, desempeñaba el actual Canónigo Lectoral, D. Elías Abad.

Como estos cargos los desempeñaban sus poseedores interina(mente), desde que llegó el Obispo a Orihuela, según éste les manifestó al ofrecérselos sus tenedores al día siguiente de la posesión del Prelado, no pudo extrañar que solicitara la declinación del Sr. Abad para conceder dicho cargo al Canónigo Penitenciario D. José Alcaraz: y sólo a esto puede atribuirse la citada separación.

Si otra fuera la razón de hecho, según la maledicencia, no seré yo quien traiga a estas crónicas, rumores que afectan a la vida privada de los hombres, siempre sagrada para mí.

El día que presentó la dimisión de sus cargos de Provisor del Obispado y Vicario General del mismo, el canónigo Deán de esta Catedral, elocuentísimo y profundo orador sagrado, D. Agustín Cavero Casañas, fuéronle aceptadas por el Prelado, y para sustituirlo en ambos cargos, nombró Provisor al Canónigo Doctoral, D. Gaspar Archen, y Vicario General al Canónigo de la Colegiata de Alicante, nuestro paisano, el joven virtuoso y elocuente orador, D. Manuel Lorenzo Penalva.

Francisco Javier Irastorza. Colección Javier Sánchez Portas.

Con motivo de estos sucesos, se susurró que el Ilmo. Sr. Obispo Doctor D. Francisco Javier Irastorza y Loinaz, se proponía corregir ciertas corruptelas que no tenían importancia, pero que no decía bien del clero secular, deseando que todos cumplieran escrupulosamente con los deberes de su ministerio, siendo el primero en cumplir con los suyos y, al parecer siguió removiendo a algunos sacerdotes de sus cargos y llamando la atención a los que, por descuido, nunca por mala fe, realizaban actos que pudieran desdecir de su carácter Sacerdotal.

Esto, como es natural, ocasionó los comentarios de un pueblo como el nuestro, en el que hay pocas cosas de que ocuparse, y en el que por ser muy numerosa a la par que respetable la clase eclesiástica, hace que en ella se fije la atención, más frecuentemente que en las demás.

Muchos años hace que se había desterrado de nuestra Ciudad la afición a las riñas de gallos ingleses, pero el verano último se volvió a despertar, peleándose en casas particulares unos gallitos pequeños llamados americanos.

De ahí surgió entre los aficionados a estos deportes sanguinarios y atávicos, la idea de resucitar en Orihuela, la al parecer muerta afición a aquellas pretéritas riñas de gallos ingleses.

Café Gallístico en San Pascual. Colección Javier Sánchez Portas.

Se constituyeron sociedades y se reconstruyó un reñidero que había en una casa de Evaristo Cánovas, en la calle de San Agustín, y el día once del mes actual, se inauguró la temporada concurriendo como presidentes del espectáculo, que fueron nombrados por la afición local para el corriente año, D. Ramón Pastor Vilar y Antonio Iborra Martínez.

Y ya los demás domingos y días festivos, siguieron celebrándose esas peleas con gran concurrencia de público, que nunca falta a corridas de toros, riñas de gallos y hasta peleas de hombres.

Adelantando el tiempo hacia la Semana Santa, el entusiasta Capitán de los Armados D. Ramón Montero, anunció las innovaciones que iba a introducir en su brillante organismo.

Consistía ésta en la construcción de un carro romano de triunfo, parecido a los que usaron algunos emperadores romanos, singularmente los Constantinos.

El que se preparaba el Sr. Montero para poder seguir mandando a sus legionarios a pesar de su avanzada edad, figura una enorme y áurea pechina, sostenida por tres águilas imperiales romanas gigantescas sobre una artística plataforma rodeada de Cariátides.

Pero no adelantemos acontecimientos, como diría el autor del antiguo régimen libertario.

D. Ramón Montero Mesples.

El día nueve se descubrió la realización de un crimen repugnante, puesto que indudablemente, su móvil fue el robo. Se trata del joven desaparecido el último día del Carnaval; o sea, el 15 de Febrero último.

Aquel muchacho, Francisco Rodríguez, había vendido la cosecha de naranjas de un huerto, por las que recibió, según parece, unas tres mil pesetas.

Con el producto de la venta estuvo en el Café de Sevilla, enseñándolo a los concurrentes; entre ellos, algunos maleantes despertaron su codicia.

Y a las once de la noche, cuando el desgraciado se retiraba a su casa de Molíns, para llegar a la cual tenía que recorrer unos tres kilómetros de huerta casi despoblada, a aquella hora solitaria y temerosa, seguramente fue seguido y acechado por los ladrones que lo asesinaron alevosamente, después de lo cual, le robaron y lo arrojaron al Río Segura.

Colección Javier Sánchez Portas.

Estuvo perdido, creyéndose desaparecido desde aquella fecha hasta el día 9 en que como digo, su cadáver fue hallado en el citado río, en término de Benijófar, ya comenzado a descomponer, y comida o destrozada parte de la cabeza y de una mano.

Se le identificó, y el Juzgado de Orihuela, que es a la jurisdicción que corresponde aquel lugar, levantó el cadáver, se le practicó la autopsia y comenzaron las diligencias sumariales en averiguación de quienes fueron los autores de tan terrible asesinato.

Como todos los años, en el corriente se celebró en la Iglesia de Santa Justa y Rufina, el novenario en honor de San José, que fue solemne y concurrido. También se celebraron en la Parroquia de Santiago y en la Iglesia de San Gregorio, el novenario de la Virgen de los Dolores con igual solemnidad que en años anteriores.

Iglesia de Santiago. Colección Jesús R. Tejuelo.

Por fin el cielo, apiadado de nuestros males, ha dejado caer sobre nuestra Ciudad y sus campos el inestimable beneficio de la lluvia. Ya las cosechas están salvadas.

Algunas, las que se sembraron con la sazón de las primeras lluvias del Otoño, se habían perdido totalmente, pero esas eran pocas, las importantes recibieron aún a tiempo la refrigerante lluvia. Los labriegos están locos de contento.

En los teatros pocas novedades. En el Circo una compañía ecuestre muy mediana y al final de mes, otra de aficionados de Alicante, que da una sola representación de la Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo. Y en el Novedades, las eternas película, muy sensacionales, pero siempre películas.

Una nota de novedad y de alegría ha dado La Casa de la Democracia, con la organización de una Falla al estilo valenciano, que se quemó en la noche del día de San José en la Plaza de la Constitución. En la mañana víspera, apareció instalada en dicho sitio.

Plaza de la Constitución. Colección Javier Sánchez Portas.

Era un plano formado por bastidores de lienzo pintado con poesías alegóricas y alusivas, en el cual estaba encerrada toda la materia combustible. Sobre el plano, unos huertanos con trajes a la antigua, tocando uno la dulzaina, y otro el tamboril, y un señor decentemente vestido, que simulaba ser «Juan Pueblo», con un título que rezaba: «¡Al son que me tocan bailo!».

La víspera en la noche hubo música en la plaza, y la noche del día del santo, después de un concierto por la banda de música La Orcelitana, y del disparo de una traca y unas bombas luminosas, se quemó la Falla ante un público numerosísimo, que aplaudió la nueva fiesta, que debe aclimatarse puesto que es costumbre quemar en calles y plazas, la víspera de S. José, hogueras, aunque sin arte; encaminando a la afición por esos derroteros, podrían lograrse fallas tan bellas como las que se queman en Valencia.

Archivo Miguel Ángel Aniorte González.

La víspera del Domingo de Ramos, que este año ha tocado el día de la Encarnación, llovió otra vez, pero caprichosamente, haciendo temer que al siguiente día no pudieran celebrarse la Procesión de las Palmas y la Misión de la Virgen de los Dolores en la Parroquia de Santiago.

Aunque el Domingo estuvo el día nuboso y lloviznó a ratos, se celebraron la Procesión de la Palmas y los Oficios Divinos en la Catedral, donde ofició el Prelado, y por la tarde tuvo lugar la Procesión Misión, aunque se suprimió el paso de la misma por el barrio de San Agustín a causa del mal estado de algunas calles de éste, pero ello ocasionó la protesta de los vecinos de dicho barrio que no quieren perder ese derecho.

Calle de San Pascual llena de lodo. Colección Javier Sánchez Portas.

Las personas conocidas que en este mes nos dejaron para no volver fueron el Comandante retirado del Arma de infantería D. Salvador Meca Gandía, y la señora viuda de Grifol. Con motivo de la muerte de ésta última, vino a Orihuela el subdirector del Tesoro, D. Daniel Grifol Aliaga, hijo de la finada.

La Semana Santa se presentó lluviosa y desapacible. El lunes llovió y también el martes, aunque quedó una tarde regular y una noche mediana.

A la caída de la tarde del martes, hizo su salida la banda de Cornetas y tambores de la Centuria Romana, tocando llamada; y a las ocho de la noche, toda la Centuria al mando de la cual iba el Capitán D. Ramón Montero.

Centuria Romana por el Puente de Poniente. Fotografía Belda publicada en El Pueblo de abril de 1926. Colección Javier Sánchez Portas.

Esta brillante «legión romana», que despierta siempre el entusiasmo del pueblo, tuvo en el año presente el aliciente de la presentación del «carro de guerra romano», del que se valió para poder seguir mandándola el Sr. Montero, que por su edad avanzada y sus achaques no podría marchar a pie durante los largos recorridos de las procesiones y menos en formación a paso militar.

D. Ramón Montero Mesples, capitán de la Compañía de Armados. Grupo de fotografías realizadas en 1923 por el fotógrafo Belda. Archivo Pablo Cuadrado.

Su carro es, como ya se ha dicho, una plataforma artística, sobre la cual sostenida por tres águilas imperiales, va una pechina dorada acolchada de raso rojo y un cojín también de rojo terciopelo, bordado en oro y colores, para apoyar los pies el Centurión que en su diestra ostentaba un tridente.

El carro iba tirado por un caballo engualdrapado, y servidos bruto y vehículo por seis esclavos romanos. Fue ovacionado el Centurión, así como la vistosísima centuria y el Teniente abanderado Ramón Luna Montero, y los Tenientes Baldomero Galindo y (espacio en blanco) Bonet.

Ramón Luna Montero. Archivo Enrique Luna. Fotos Antiguas de Orihuela.

Luego se celebró la procesión magnífica, con la convocatoria, tres músicas, los nazarenos alumbrantes, y las andas artísticamente revestidas de flores y luces, realzando la hermosura trágica de una de las tres caídas del Redentor en su dolorosa ascensión al Calvario, dando escarlata a toda la Centuria Romana, marcial y coruscante.

La Centuria Romana, calle del Molino. Archivo Enrique Luna Agulló. Fotos Antiguas de Orihuela.

El Miércoles Santo, no pudieron celebrarse las bellísimas procesiones de la venerable Orden Tercera y de La Cruz, porque durante todo el día llovió copiosamente.

Las efigies de ambas cofradías, fueron llevadas a la iglesia de Monserrate el Jueves en la mañana, quedando expuestas a la admiración de los fieles durante todo el día, como se hace desde tiempo inmemorial.

Procesión por la calle del Hospital. Al fondo, a la izquierda el palacio de Rubalcava recién construido. Archivo Manuel Soler Sevilla.
Descendimiento en Monserrate. Archivo Manuel Soler Sevilla.

El día del Jueves, ofició en la Catedral el Prelado Doctor Irastorza, bendiciendo los Santos Óleos y por la tarde celebrando la ceremonia del Lavatorio. Una multitud enorme acudió a estos actos a los que asistió el ayuntamiento bajo mazas.

El paso de El Lavatorio. Foto de Belda en el número extraordinario de El Pueblo de abril de 1926. Colección Javier Sánchez Portas.

El Jueves a medio día ocurrió un incidente desgraciado. Cuestionaban en la puerta del establecimiento de D. Rafael Martínez Arenas, el criado de éste y un tal Pedro Cremades.

El primero, que presenciaba el hecho, quiso impedir que ocurriera una desgracia con su intervención pacifista, pero se disparó el revólver, con tan mala fortuna, que el proyectil hirió en una pierna al Sr. García Sánchez, anciano sexagenario, que fue trasladado al domicilio de su hijo político D. Ramón Pastor Vilar, quedando detenidos los reñidores.

Plaza Nueva. Procesión General Viernes Santo. Colección Javier Sánchez Portas.

En la madrugada del Viernes Santo se celebró la Procesión General, que en honor a la verdad hay que declarar estuvo desordenada por demás; y es lástima, porque las bellezas artísticas de toda índole que se acumulan para dicha procesión, si se realizara esta con orden y compostura, la harían de las más, si no la más famosa de su clase en España.

Plaza Nueva. Procesión General Viernes Santo. Colección Javier Sánchez Portas.

Después de la Procesión, muchas personas visitaron hasta las diez los Sagrarios, pues el día anterior no se pudieron visitar muy bien, a consecuencia del estado lamentable de algunas calles por la lluvia; no obstante, la gente elegante lució sus tocados e indumentarias propias del día.

Cruz de los Labradores. Fotografía Alfonso Bernad. Colección Javier Sánchez Portas.

Por la noche se celebró la Procesión del Santo Entierro de Cristo, organizada y costeada por el Excmo. Ayuntamiento. Ésta fue un verdadero acontecimiento religioso.

Solemne, bella en su sobriedad, de un conjunto austero y artístico, con una asistencia incalculable de alumbrantes, órdenes religiosas, seminaristas, josefinos, cleros parroquiales, tres bandas de música, los severos pasos de San Juan, La Cruz de los Labradores, El Sepulcro, artística urna funeraria con una iluminación artística y eléctrica; y la sencillísima Soledad, figurando como Caballero Porta-Estandarte D. Andrés Pescetto, concurriendo el Obispo y la Excma. Corporación Municipal bajo mazas, y la brillante Centuria Romana.  Fue una procesión admirable.

San Juan, obra de Baglietto. Fotografía Alfonso Bernad. Colección Javier Sánchez Portas.
Santo Sepulcro. Fotografía Alfonso Bernad. Colección Javier Sánchez Portas.
La Soledad. Fotografía Alfonso Bernad. Colección Javier Sánchez Portas.

Terminada ésta, el público presenció y aplaudió calurosamente el desfile de la Centuria Romana; y después de ingresada en su «cuartel», estacionada la multitud ante la casa del Sr. Montero, le obligaron a salir al balcón, donde pronunció un discurso de elevados tonos patrióticos, semejante al que por la mañana tuvo que improvisar en idéntico caso que aquella noche.

Ramón Montero. Archivo Luis Boné.

Al siguiente día, Sábado de Resurrección, al toque de Gloria, sonaron como todos los años, los disparos, las campanas alegres y las músicas ruidosas.

Fotografía de José Senén Valera. Colección Celia Senén.

Se repartió en los últimos días del mes una hoja, conteniendo el informe de la Administración de Hacienda de la Provincia y el fallo de la autoridad competente; declarando que no es su competencia para resolver sobre el recurso interpuesto por José Lidón Cerezo y otros, contra el pago de los gastos ocasionados por la confección del registro Fiscal y declarando además que, aunque fuera competente, habiendo pasado el plazo para hacer reclamaciones, los propietarios de fincas urbanas, no tenían más remedio que pagar las cuotas con las que estuvieran clasificadas.

Como se anunció la próxima disolución de las Cortes, la política local volvió a una fase de recrudecimiento comentarista y chismorraico (sic).

Se volvieron a citar nombres de candidatos, se agitaron los grupos políticos que deseaban intervenir en la contienda electoral, y se dijeron verdades que parecían absurdos, y mentiras que parecían mentiras; aunque también se dijeron mentiras que parecían verdades y verdades que lo eran.

Todos se aprestaron a la lucha, y todos pidieron sus influencias para lograr lo que el pueblo soberano debe lograr solamente.

Se descartaron muchos nombres que habían sonado y se dijo por primera vez, con caracteres de veracidad, que el Sr. Martínez Arenas sería encasillado por el Gobierno. Anunciándose también que lucharía el Sr. Chapaprieta por su cuenta y el Sr. Lázaro Galdeano, con la protección del Conde de Romanones.

Colección Javier Sánchez Portas.

Quedó reorganizada en este mes la Junta Local de Reformas Sociales, y comenzose a dar cumplimiento exacto a la Ley de Descanso Dominical.

La raza canina ha comenzado a sufrir los efectos de la aparición de la Primavera. Una porción de perros han padecido el terrible mal de la rabia y lo peor es que han mordido a una porción también de ciudadanos de ambos sexos y diversas edades, a los que ha habido necesidad de inyectar el suero antirrábico.

Uno de los mordidos ha sido el alguacil del Juzgado de Instrucción. Los señores que tenían pleitos, tienen un nuevo peligro en el Juzgado, por si el alguacil padeciera un día algún ataque de hidrofobia.

A los perros se les dio una batida administrándoles la «morcilla municipal» después de comunicar al vecindario por medio de bando que se iba a tomar esa medida obligada de la autoridad municipal por las excepcionales circunstancias, y parece que se ha acabado con los perros vagabundos e hidrófobos.

En los días primeros de la Primavera llegan a esta Ciudad los caballos sementales que todos los años envía el Estado para constituir la parada de esta comarca agrícola.

Orihuela vista General. Colección Javier Sánchez Portas.

Con asistencia de los Cabildos Catedral y Municipal se celebró en nuestro primer templo la novena y función votiva en honor de San Emigdio, abogado contra los terremotos, por haber defendido con su intercesión a la Ciudad, de ese azote en 1829, de cuya fecha data el voto que hizo el pueblo, el Clero Catedral y el Prelado.

Estas son las notas de Marzo «ventoso» que también ha resultado «lluvioso», descendiendo la temperatura en sus días últimos de una manera muy sensible, ocasionando un nuevo recrudecimiento de la epidemia gripal que continuó benigna.

Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo Cronista de Orihuela (1922-1923). (Archivo Municipal de Orihuela).

Transcrito por Antonio José Mazón Albarracín. (AJOMALBA)

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Crónica de Orihuela 1923. Febrero. 

Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.

Crónica de Orihuela 1923. Febrero

Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo, cronista oficial de Orihuela.

Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.
Febrero de 1923.

Este de 1923 no es realmente un año bueno para nuestra Ciudad, puramente agrícola. A los fríos secos del pasado Enero suceden unos días de sol espléndido, de un sol como el que tanto buscan los ricos del Mundo en la costa Azul; de un sol que caldea la atmósfera y produce una temperatura primaveral que hace florecer prematuramente los almendros; que hace entonar a los pájaros la canción amorosa con la que invitan a la hembra a formar los nidos para reproducirse; y con esa temperatura aumenta la sequía que ya va agostando las cosechas campesinas que eran la esperanza de los labriegos después de un año en el que por falta de lluvias oportunas, no tuvieron cosecha de ningún género.

Pero por si no era bastante, unos vientos huracanados, rabiosamente huracanados, barren las nubes que algunos días encelajaban el horizonte y a la vez, se llevan los signos esperados de una posible vivificante lluvia, a arrasar los naranjales, sembrando de doradas bolas los suelos de los frondosos huertos, perennemente verdes.

Ministerio de Cultura.

Si la cosecha de naranja, una de las más ricas e importantes de nuestra vega, ha sido arrebatada de los árboles por los furiosos vendavales de este mes, los cosecheros han visto mermadas en una mitad sus ingresos.

Y aún hay que poner otra nota de desconsuelos en estas cosas meteorológicas, y es que mientras esos aires limpian de nubes el espacio y llenan de naranjas que se pierden la tierra, se tiene siempre el temor de que el río Segura, sufra una de esas crecidas que desbordan sus cenagosas corrientes y arrastran las cosechas de la huerta y la arruinan totalmente, y encharcan y enlodan las calles de la Ciudad, porque cuando persisten esos vientos de N. O., es señal inequívoca de que llueve a torrentes por la cuenca alta del río, y éste aumenta su caudal considerablemente, como en efecto sucedió, por los días del 20 al 24 de mes.

Calle San Pascual cubierta de barro. Colección Javier Sánchez Portas.

Recibió el Alcalde Sr. Balaguer, telegramas alarmantísimos del ingeniero jefe de la División Hidrográfica del Segura, y como era su deber las comunicó al pueblo y los transmitió a los parajes de la huerta que por estar hondos, están amenazados de fáciles inundaciones; y en la huerta sonaron aquellas noches las «caracolas» avisando el peligro con su sonido ronco de alerta, de alarma, y en la Ciudad se tomaron las medidas de previsión que la experiencia aconseja.

Afortunadamente no se desbordó el río Segura, pasó el agua sucia, turbulenta, maloliente, alcanzando una altura temerosa; pero gracias a Dios, no se sufrieron los daños inmensos de una inundación. Pero ha pasado Febrero y no ha llovido; y los campos están para que se pierdan las cosechas.

Vista desde el Puente de Levante. Colección Javier Sánchez Portas.

Los primeros días de este mes, dan todos los años una nota sensible; la de la incorporación a filas de los reclutas.

Repítense las mismas escenas en la Estación de Ferrocarril, las madres que lloran y abrazan a los hijos; éstos que devuelven la caricia a las madres; las novias que despiden a los novios pensando en hacer cola por la noche al chico de la panadería, porque el que se va tardará tres años en volver y la verdad, tres años son muchos años para una espera con tan sólo cartas.

Y así sucedió este mes de este año que vamos anotando, y así seguirá sucediendo en años sucesivos, mientras no sean los ejércitos mercenarios.

La Glorieta. Colección Javier Sánchez Portas.

El carnaval nada nuevo ni digno de mención dejó para ser anotado. Unos días de unos vientos terribles que lo deslucieron.

Las tardes en la Glorieta, nada de particular; y las noches, sólo la del martes último hubo música en la intersección de las calles de Loazes y Alfonso XIII; y en el Casino un baile poco animado.

Máscaras, pocas y sin gusto para disfrazarse. Mamarrachos, eso sí, muchos y de pésimo gusto.

El Casino antes de reformar las ventanas. Colección Javier Sánchez Portas.

En estos días tuvo Orihuela la visita de un personaje; del Ministro del Trabajo, Exmo. Sr. D. Joaquín Chapaprieta. Había venido el Sr. Chapaprieta a su pueblo natal, Torrevieja, aprovechando las vacaciones de Carnaval, para darse el gusto de ver a su familia y amigos, que todos lo saludaron siendo el Ministro de la Corona, y unos amigos y compañeros suyos, de estos compañeros de estudio en el Seminario, le invitaron a comer con ellos en el centro docente donde tantas veces comieran mientras eran escolares; y agradecido aceptó el Ministro, y rememorando tiempos felices de la adolescencia en una comida íntima, tuvieron un rato de expansión los señores Chapaprieta, Cavero, Olmos y algunos más.

Seminario de San Miguel. Colección Javier Sánchez Portas.

A los postres subió al Seminario el Alcalde de esta Ciudad D. Antonio Balaguer, a cumplimentar al Ministro. Terminada aquella comida de «colegiales», el Sr. Chapaprieta marchó en automóvil a su finca «El Barranco», próxima a Bigastro, y de allí a Torrevieja y otra vez a Madrid.

Existe un organismo local que todo el mundo ha supuesto que no sirve para nada, si no es para dar personalidad a unos señores que, separados de dicha entidad, carecerían en absoluto de ella; pero se ha presentado una ocasión en la cual ha demostrado brillantemente que sirve para bastante más que para lo que hasta ese momento se le había supuesto. Me refiero a la Cámara de Comercio.

El impuesto de Utilidades ha producido en toda España la protesta consiguiente. En Alicante se convocó una asamblea de cámaras de comercio de Orihuela y otros organismos similares, para formular una seria y razonada protesta.

A dicha Asamblea, concurrió representada por el vicepresidente D. Manuel Martínez Simón y el secretario D. José Escudero Bernicola, la Cámara de Comercio de Orihuela; y allí, el Señor Escudero, letrado elocuente, expuso las aspiraciones del comercio oriolano representado por la cámara local.

José Escudero Bernicola.

Y después de apoyarlas con elocuencia, leyó unas conclusiones que tuvo la satisfacción de ver que eran aplaudidas y adoptadas por unanimidad por todos los asambleístas que llenaban el amplio teatro donde se celebraba la asamblea, y que fueron adoptadas en vez de las que llevó formuladas la Cámara de Comercio de Alicante; y después fueron llevadas al Gobierno Civil y transmitidas como conclusiones de la asamblea por el Gobernador al Presidente del Consejo de Ministros.

Es digno de ser catalogado este triunfo de la Cámara de Comercio de Orihuela y de su secretario, el joven y elocuente abogado D. José Escudero Bernicola.

En este mes comienza a desarrollarse un suceso, cuyo desenlace fatal se verá en el próximo mes de marzo, si el «curioso» lector tiene el mal gusto y la paciencia de seguir leyendo esta crónica, que en esta parte van a parecer los capítulos de una novela por entregas.

El vecino del partido rural de Molíns, Francisco Rodríguez, rindió el fruto del huerto de naranjas el día 13 último, martes de carnaval. Se dice que le dieron, como producto de aquella venta, tres mil pesetas que estuvo enseñando en el café de Novedades, donde pasó la tarde y la noche hasta bien entrada.

Salón Novedades. Colección Javier Sánchez Portas.

A las once aproximadamente de la noche marchó a su casa, según dijo, pero todavía no ha llegado a ella. Su madre, su mujer, sus deudos, lo han buscado inútilmente y han dado cuenta de su desaparición. Unos dicen creer que ha sido una huida del hogar conyugal, y otros que se trata de un crimen.

¿Quiénes acertarán?

Las novedades teatrales, han sido en el Circo, dos funciones por la compañía de Enrique Borrás, representando «El Cardenal» y «El Rebaño», y después seis funciones de la compañía cómica de Pedro Zorrilla, y en el Salón Novedades, la continuada exhibición de películas muy interesantes y del agrado del público.

Ambos teatros han tenido éxito: aquel con las compañías indicadas, y éste con el cinematógrafo.

Teatro Circo. Colección Javier Sánchez Portas.

Como todos los años, al comenzar la Cuaresma, tuvo lugar en la iglesia parroquial de Santas Justa y Rufina un solemne novenario en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a cuyo efecto fue trasladado procesionalmente la imagen del Patrono de Orihuela desde su Santuario del convento de Santa Ana, a la mencionada Parroquia en la tarde del día 16 de Febrero, dando comienzo el novenario a la siguiente, con los muy elocuentes y doctrinales sermones del Padre Francisco Calabuig, Vicario del convento de Jumilla de la orden de Franciscanos; pero como este fraile pusiérase enfermo mientras duraba el novenario citado, le sustituyó unos días el fraile Padre Manuel Fernández, Guardián del convento de la misma orden de la vecina capital de Murcia.

Estampa de Nuestro Padre Jesús.

Siempre Orihuela demostró en esta novena su amor al Padre Común de la Humanidad, pero en este año, la demostración fue inmensamente superior a la de los anteriores, exteriorizándose en el último día que dio la Comunión el Obispo, acto que duró desde las siete de la mañana hasta las once de la misma; y por la tarde, en la procesión en que la imagen venerada fue devuelta desde la Parroquia a su Santuario, fue una manifestación imponente de fervor religioso.

En estos días, los conventos, tanto de monjas como de frailes, los colegios como el seminario y los Josefinos, dieron veladas literarias en honor del Prelado, a todas las cuales asistió y las presidió éste.

Colegio de San José o de «los josefinos». En la Trinidad.

En la Casa de la Democracia siguieron las conferencias dominicales, siendo los oradores de este mes, D. José Franco Rufete y D. José Escudero Bernicola, celebrándose también una velada conmemorativa del advenimiento de la Primera República Española, velada que tuvo lugar el día 11 de Febrero, aniversario de aquella memorable e histórica fecha.

También, como en todos los años y cumpliendo el precepto legal, se celebró el tercer domingo de Febrero, el sorteo de los Mozos del Reemplazo del año venidero; cosa que nada de particular tendría, ni fuera digna de ser mencionada en estas Crónicas, si no ofreciera la singularidad de ser la quinta sorteada, la más grande conocida y realizada en esta Ciudad desde que se promulgó la ley del Reclutamiento. Se alistaron y fueron sorteados en año, 526 mozos.

Plaza Nueva. Misa de Campaña.

En este mes, dejo de ejercer las funciones de Juez de este partido D. Trinidad Serrano García, que ascendió a Magistrado y fue destinado a Badajoz, viniendo a sustituirle D. Juan Pastor Mengual, que desempeñaba el cargo de Juez en Segorbe, viniendo a esta Ciudad ascendido, puesto que el Juzgado donde actuaba es de ascenso, y el de Orihuela, de término.

Y continuando el capítulo de cosas judiciales, haré constar que, el Juzgado de Aguas, que estaba instalado en el edificio propiedad de Ayuntamiento, denominado «La Caridad», se trasladó también a una casa que compraron los regantes de la Vega, que son los que sostienen el citado Juzgado de Aguas.

La casa en que se instaló, está situada en la calle de Ruiz Capdepón, junto al edificio que, en la misma calle, posee la Sociedad Unión Agrícola Caja de Ahorros y Socorros de Orihuela.

Caja de Ahorros y Socorros de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

Por cierto; al ocuparse de este traslado en una sesión del Ayuntamiento, el concejal D. José Escudero Bernicola, denunció el hecho de que los muebles, que eran propiedad del Ayuntamiento, y que estaban ornamentando el Juzgado de Aguas mientras estaba en un local de la Corporación Municipal, al trasladarse de domicilio se los habían llevado, lo cual constituía un delito.

En la sesión última que celebró la Excma. Corporación Municipal, ésta quedó constituida en Tribunal de Apelación, cumpliendo un precepto de las Ordenanzas de Aguas, recurrida por los perjudicados José Ortigosa y otros, a los que patrocinaba en concepto de letrado defensor el Sr. Escudero Bernicola. Éste, después de un informe luminoso, metódico y razonado, pidió la revocación de la sentencia en todas sus partes.

El ponente de la Corporación Municipal, que lo era el Concejal ciervista, Jefe de esta minoría, D. Manuel Carrió Pastor, propuso a la Corporación, acceder a la petición del Sr. Escudero Bernicola, aceptándose por unanimidad la ponencia del Sr. Carrió, por virtud de la cual, quedó revocada la sentencia del Tribunal inferior, Juzgado de Aguas, aunque sin expresa condenación de costas.

Casa de la familia Carrió.

Parece que, durante la estancia breve del Ministro de Trabajo en esta Ciudad, una comisión de obreros, de los del Circulo Instructivo, le ofreció sus respetos y le interesó para que se cumpla en todas sus partes la Ley del Descanso Dominical, así como la Jornada Mercantil; y para que influyera a fin de lograr la construcción de un barrio de casas baratas para obreros.

El día último del mes, vino a esta Ciudad, un Delegado Especial del Ministerio de Trabajo para ponerse de acuerdo con el Alcalde a fin de que se cumplieran las prescripciones del Descanso Dominical y de la Jornada Mercantil, acordándose reconstituir la Junta Local de Reformas Sociales; y este organismo, competente en todas esas materias, que dictara las disposiciones pertinentes al caso, compatibles con la idiosincrasia de País y las necesidades del mismo, amparadas en las dos mencionadas leyes.

La nota necrológica del mes es el fallecimiento del cajero de la sucursal en ésta del Banco de Cartagena, D. Manuel Cañizares, que a la vez era el Administrador de Loterías de la Ciudad.

Banco de Cartagena. Calle del Ángel. Colección Javier Sánchez Portas.

El día 21 devolvió el Obispo la visita a la Corporación Municipal. Fue una sesión solemne. El Prelado dio las gracias a los representantes del pueblo por el recibimiento y acogida que éste le dispensó, y se ofreció a colaborar en toda obra de utilidad, de Caridad y aún de orden social; ofreciéndose para los días en que las luchas apasionadas y candentes de la política dividan la unión existente en el consistorio, interponer sus oficios de mediador para lograr que la discordia no se apodere del pueblo y la paz reine siempre en Orihuela.

Irastorza y Balaguer.

El Alcalde D. Antonio Balaguer dio las gracias y se ofreció nuevamente al Prelado, expresando su deseo de que siempre le sea grata su estancia en la Ciudad del Thader, y beneficiosa para los intereses de la Iglesia y la Religión.

En nombre de la mayoría liberal del Ayuntamiento, el Sr. D. José Martínez Arenas pronunció un elocuente discurso agradeciendo al ilustre Prelado sus palabras, las primeras que había escuchado de tan alta dignidad eclesiástica que confortaban su ánimo para proseguir la labor de progreso, cultura y bienestar del pueblo; el Concejal ciervista D. Manuel Carrió también pronunció unas palabras elocuentes en nombre de su minoría, en honor del Sr. Obispo que, muy complacido abandonó la Casa Consistorial.

Ayuntamiento en Plaza Nueva. Colección Javier Sánchez Portas.

Este mes, la política se calmó un poco por no verse aún próxima la fecha de la convocatoria para las elecciones generales; no obstante se hicieron algunos comentarios con motivo del viaje del Ministro del Trabajo y con la brevísima visita a esta Ciudad, del Secretario Particular del Conde de Romanones, Sr. Brocás, que vino acompañado por D. Francisco Ballesteros Meseguer, quien ostenta la representación política del conde en este distrito, atribuyéndose dicha visita, al deseo del Sr. Romanones de que por esta ciudad sea Diputado un amigo suyo.

También se hizo algo de política a fin de evitar el pago de los gastos ocasionados por la confección del Registro Fiscal.

Ministerio de Cultura.

Efecto sin duda, de la sequedad del ambiente, se ha desarrollado durante este mes, una epidemia de carácter gripal; benigna, sí, pero epidemia al fin. No causa muchas víctimas, pero ocasiona muchos enfermos.

Nuestro ilustre paisano, el Deán de la Catedral de Murcia, D. Julio López Maymón, ha dado a la publicidad y ha puesto a la venta, un libro interesantísimo para los oriolanos.

Se trata en él de la Biografía más completa y minuciosamente detallada que se conoce hasta el día, del Cardenal oriolano D. Fernando de Loaces, fundador del antiguo y artístico convento de Dominicos Predicadores, extinguida Universidad Literaria de Orihuela, actualmente residencia de los P.P. Jesuitas, en la que tienen un colegio de Segunda Enseñanza.

Convento de Dominicos Predicadores. Colección Javier Sánchez Portas.

Esta biografía ha merecido los unánimes elogios de personalidades doctas en materias de rebusca y buceo en archivos y bibliotecas, e igualmente a la Prensa, que ha recibido el libro del Sr. López Maymón, como una obra muy estimable en ese género literario. Aquí se ha puesto a la venta en el establecimiento de Emilio Salar Ruiz.

Establecimiento de Emilio Salar Ruiz.

Muchos años habían transcurrido sin que el suicidio hiciera su aparición por nuestra tierra, pero en el corriente, se registran dos casos de este mal en pocos días. Uno, él ya anotado en el pasado mes de Enero, el otro, el del vecino del partido rural de la Murada, que puso fin a su existencia arrojándose al interior de un aljibe donde pereció ahogado.

Este infeliz se llamaba José Avila Berná; y parece que tomo la fatal resolución a causa de un padecimiento que perturbaba un poco sus facultades mentales. Esta es la versión del triste suceso.

Los últimos días de este mes, empieza a despertar el movimiento anual en favor de las Procesiones de Semana Santa; la Venerable Orden Tercera de San Francisco y la Cofradía de la Cruz acuerdan celebrar sus procesiones.

D. Ramón Montero Mesples. Archivo Rafael Almira.

Igualmente se sabe que se celebrará la que costea D. Ramón Montero Mesples, quien también organiza la salida de la Centuria Romana, uno de los más grandes atractivos de las Procesiones de Semana Santa en esta Ciudad, y también se dice que se celebrará la procesión del domingo de Ramos que se celebrará en la iglesia de Santiago.

Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.

Y el mes termina como empezó; acentuándose la sequía y predominando los huracanes que despueblan los naranjos de su rico fruto, observándose los crepúsculos encendidos, semejantes a auroras boreales, precursores de los grandes y persistentes vientos de N.O. en esta población, que son siempre secos.

Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo Cronista de Orihuela (1922-1923). (Archivo Municipal de Orihuela).

Transcrito por Antonio José Mazón Albarracín. (AJOMALBA).

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Crónica de Orihuela 1923. Enero. 

Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.

Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo, cronista oficial de Orihuela.

Prólogo.

Este curioso manuscrito es la crónica de nueve meses en la historia de nuestra ciudad. Localizado en un legajo del Archivo Municipal de Orihuela, detalla el día a día en la Orihuela de hace un siglo. Lo he transcrito tal cual; respetando su particular forma de aplicar las mayúsculas; tan sólo he corregido algunas faltas de ortografía.

Pero antes de comenzar mi trabajo de transcriptor, os quiero presentar al autor del manuscrito. Para ello voy a utilizar una pequeña biografía facilitada gentilmente por su colega Antonio Luis Galiano Pérez, actual cronista de Orihuela.

Forma parte del trabajo sobre sus antecesores en el puesto «Los Cronistas de la Ciudad de Orihuela», presentado en el XXXVIII Congreso de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales.

A los dos años del fallecimiento de J. Rufino Gea (anterior cronista), en la sesión supletoria celebrada el 2 de agosto de 1922, el alcalde Antonio Balaguer Ruiz indicaba la conveniencia de nombrar archivero y Cronista del Ayuntamiento, cargo éste que estaba vacante.

Para ello propuso a José Manuel Teruel Rebollo con un sueldo anual de mil pesetas, que la Corporación Municipal en caso de aceptarlo, debería de acordar el capítulo de dónde debía abonárselas por no aparecer consignadas en el presupuesto.

El concejal José Escudero Bernicola se mostró conforme con la propuesta, sin embargo, deducía que con el nombramiento de Teruel se trataba de ayudar a una persona que, «por su falta de vista no puede seguir ejerciendo el periodismo al que siempre se dedicó».

Debido a ello, Escudero consideraba que los ayuntamientos estaban obligados a cubrir estas necesidades y estimaba insuficiente y «hasta humillante» el sueldo que se le pretendía dar, proponiendo que se elevara a mil quinientas pesetas y que se le abonara del capítulo previsto para gratificaciones de empleados.

A esta propuesta, el alcalde entendía que, aunque eran justas las razones que se esgrimía, debido a los escasos recursos municipales no se le podía asignar más de mil doscientas pesetas. El nombramiento y el sueldo de José Manuel Teruel Rebollo fueron aceptados por unanimidad por los asistentes, los cuales además del alcalde Balaguer y de José Escudero fueron, Manuel Martínez Simó, Francisco Sánchez Ballesta, Jesús Brotóns Roca, Emilio Salar Ruiz, José Verdú Soto, Manuel Vidal Mira y Juan Villaescusa.

Curiosamente en esa misma sesión se acordó contribuir para los festejos que la Comisión de Festividades organizaba para la feria con mil pesetas y, se aprobó rotular la Calle Mayor con el nombre de Ramón y Cajal, en atención a una propuesta que había efectuado anteriormente Pedro Herrero Rubio.

José Manuel Teruel Rebollo, nació en 1876, era procurador y estaba ciego desde su juventud.  Su padre Abelardo Teruel García era natural de Cartagena y se trasladó a vivir a Orihuela en 1869, en la que contrajo matrimonio con la oriolana Mercedes Rebollo Martínez, y fue alcalde accidental y titular.

El negocio familiar era una armería en la Plaza Nueva y su hermano fue funcionario de Hacienda en Alicante y un prolífico autor. José Manuel estudió en el Colegio de Santo Domingo regentado por los jesuitas, dedicó la mayor parte de su vida a la prensa local dirigiendo algunos periódicos, entre ellos el independiente El Oriol, del que fue cofundador con José de Madaria.

Entre sus trabajos periodísticos cabe reseñar la biografía sobre Trinitario Ruiz Capdepón, publicada en la «Corona Fúnebre» que le dedicó El Diario. Colaboró, así mismo, en los periódicos El Diario Orcelitano, La Comarca, El Imparcial, La Semana, El Eco, Unión Republicana, El Noticiero, El Independiente y El Labrador.

Es autor de Retratos a pluma, editado en 1906, consistente en unas breves biografías o «semblanzas muy benevolentes» de escritores oriolanos coetáneos suyos (1850-1905).

El 18 de noviembre de 1923, el alcalde accidental Vicente Cebrián Celestino, daba cuenta de haber suspendido de empleo y sueldo, al Cronista José Manuel Teruel Rebollo, con fecha 12 de dicho mes, debido a que no podía atender el cargo, así como, porque lo estimaba innecesario.

Lo transcrito a partir de aquí es su crónica (en negro); a la que he añadido imágenes, comentarios (en azul) y noticias (en gris). Se inicia en enero de 1923; y se interrumpe bruscamente en septiembre de ese mismo año, poco después de sublevarse Miguel Primo de Rivera.

Crónica de Orihuela 1923.

Enero:
Manuscrito original. Archivo Municipal de Orihuela.
Introducción:

Séame permitido antes de pasar a catalogar los hechos salientes acaecidos en nuestra Ciudad de Orihuela, durante el corriente año 1923, formular brevemente dos sentimientos puramente subjetivos; el uno, de admiración por mi predecesor en este cargo de Cronista del Excmo. Ayuntamiento, de admiración digo, para el inolvidable D. J. Rufino Gea Martínez, a quien no podré reemplazar por carecer yo de todas sus completas facultades de historiador, literato y estilista; y el otro de imperecedera gratitud, para los que tuvieron la voluntad de concederme el cargo con que me honraron y me ayudan a cubrir las necesidades de la vida, y expresados estos dos sentimientos, comencemos nuestra labor.

Arrabal de San Agustín. Colección Javier Sánchez Portas.

Casi nada de mención en la Crónica de una Ciudad de la importancia de Orihuela, sucedía durante este mes primero del año, si no es que registráramos la temperatura.

Era un mes crudo, glacial, de un frío tan intenso que era impropio de nuestra Región; y más que por su gran intensidad, por su desacostumbrada duración.

Todos los años, el mes de enero es indudablemente el más frío del año en esta Ciudad, pero suele tener unos días, muy pocos de esa temperatura extrema; cuatro, cinco, seis a lo sumo de esta temperatura extrema.

Pero este año han sido todos los días, cada uno más frío que el anterior, sintiéndose ese descenso de la temperatura, ya desde los últimos días del mes de Diciembre del año anterior; esa sucesión de fríos inmensos, acobardaron a nuestros conciudadanos que, a pesar del buen sol que lucía en nuestro Cielo siempre espléndidamente azul, no salían de sus moradas si no era para asuntos de urgencia inaplazable, o si no era la gente mayor, que a nada teme ni aún a las inclemencias de los más crudos inviernos.

Y así se deslizaba monótono y silente ese mes de enero hasta que el día 17, festividad de San Antonio Abad, día en que se celebra en los alrededores del eremitorio del mismo nombre, la fiesta o romería en honor del Santo, cuando el público se retiraba de aquella popular y populosa romería, de presenciar la rifa del enorme cerdo, de comprar las clásicas bolas y el no menos clásico turrón de panizo, al toque del Ángelus, un repique alegre y general de campanas, de las de la torre de la Catedral, las de las otras dos parroquias de Santas Justa y Rufina y de San Tiago y las de las demás iglesias de la Población, anunciaron a los habitantes de Orihuela, que algo extraordinario y grato se avecinaba, y todos procuraron inquirir la causa del regocijado sonar de los bronces de las torres y las iglesias que comunicaban su regocijo a los ciudadanos y que arrecian; que ponía una nota de calor en aquella temperatura de hielo de un mes tan largamente frío.

Romería de San Antón.

El Liberal. Murcia. 19 de enero 1923: ORIHUELA. Toma de posesión del Obispo. Su entrada.  Fiestas. Francisco Javier Irastorza, el vicario capitular y deán de esta Catedral doctor don Agustín Cavero Casañas; y en efecto, esta mañana a las diez, después de los oficios en la Catedral y con el ritual de costumbre, se ha celebrado el acto de la posesión, cantándose a continuación un solemne Te Deum.

Al solemne acto han acudido representaciones de todas las órdenes religiosas, de centros, corporaciones y sociedades; el Ayuntamiento bajo mazas y una multitud enorme. Además del Cabildo Catedral, como es de rigor en estas ceremonias, el señor Cavero desde la puerta de la Catedral y desde el balcón principal del Palacio Episcopal, ha arrojado abundantes puñados de monedas de plata y cobre al público que invadía las plazas. La multitud aclamó al nuevo obispo y al señor Clavero.

El Prelado hará su entrada solemne en esta ciudad, capital de la Diócesis, el domingo próximo día 21 de los corrientes a las cuatro de la tardey su recepción está sujeta al ceremonial de rúbrica. Hará su entrada por la puerta de la ciudad denominada La Olma, habiendo recibido antes en San Antón a las autoridades y comisiones al efecto.

Montado en la mula simbólica entrará por la calle del Colegio al paseo de Sagasta donde en un templete preparado «ad hoc» tendrá lugar la ceremonia de revestirse, y ya desde allí procesionalmente irá hasta la Catedral, por las calles del Príncipe de Vergara, Alfonso XIII, Soledad y Mayor.

En dicho templo se cantará un Te Deum y después de bendecir a los fieles, se trasladará al Palacio desde cuyo balcón principal dará su bendición al pueblo soberano. En el Palacio habrá un lunch, para las personas invitadas, y aquella noche el Prelado será obsequiado con una serenata por la banda de música La Orcelitana.

Además de estas fiestas el Ayuntamiento dará comidas extraordinarias a los pobres de los establecimientos de beneficencia y penitenciario; habrá un gran castillo de fuegos de artificio en la Plaza de la Constitución, serenatas, iluminaciones, dianas, tracas y otros regocijos populares además recepciones y banquetes.

Se esperaba la llegada del Obispo para mitad del próximo mes de febrero, pero la fecha se ha adelantado al parecer porque viniendo el rey a inaugurar las obras de riegos del Segura a Guardamar, Elche y Crevillente el domingo día 28 de este mes, el doctor Irastorza ha querido estar en su diócesis para recibirle…

Y se supo enseguida en toda la Ciudad, que aquel toque alegre era el aviso a los habitantes de la Diócesis de Orihuela, que su nuevo Pastor, el Prior de las Órdenes Militares u Obispo de Ciudad Real, haría su pública entrada en Orihuela, capital indiscutible de su Diócesis, el domingo inmediato día 24; y que al siguiente día, jueves 18, el Deán de esta Catedral, Provisor de la Diócesis y Vicario Capitular de la misma, muy Ilustre Señor Doctor D. Agustín Cavero y Casañes.

Terminados los Oficios Divinos de la mañana en la Catedral, tomaría posesión de la Sede, por poderes en nombre del Prelado Ilmo. Sr. Doctor D. Francisco Javier Irastorza y Loínaz. El júbilo creció, corrió la nueva de boca en boca, y comenzaron los preparativos para recibir dignamente al nuevo Obispo.

El Ayuntamiento acordó costear todos los festejos del recibimiento; el Alcalde D. Antonio Balaguer Ruiz, púsose de acuerdo con el Deán D. Agustín Cavero y concertaron los detalles de la entrada y ceremonias de dicho acto del nuevo Prelado.

Francisco Javier Irastorza y Loínaz y Antonio Balaguer Ruiz.

El día siguiente, después de las diez de la mañana, el sabio Deán de esta Catedral Sr. Cavero, tomo posesión en nombre del nuevo Obispo ante una multitud inmensa, que aclamó al Sr. Cavero y al Doctor Irastorza.

Se cumplieron todas las ceremonias de rúbrica y desde el balcón central del Palacio Episcopal, el Sr. Cavero arrojó varios y abundantes puñados de monedas de cobre y plata a la multitud congregada en la Plaza del Salvador, que clamorosamente seguía vitoreando al Obispo y al Deán.

En los siguientes días, viernes y sábado, continuaron los preparativos para el recibimiento de su ilustrísima, el Obispo, y el domingo, día señalado para efectuarlo, la población ha amanecido engalanada, luciendo los edificios públicos, los centros y sociedades así como las casas de los particulares, colgaduras de colores vistosos e iluminaciones extraordinarias, singularmente en el Ayuntamiento, Casino Orcelitano, Caja de Socorros y Ahorros de Nuestra Señora de Monserrate, Caja Agrícola, Círculo Católico de Obreros, las torres de las iglesias y el Seminario Conciliar.

Caja de Ahorros y Socorros de Nuestra Señora de Monserrate. Colección Javier Sánchez Portas.

La Hoja Parroquial, profusamente repartida aquella mañana en las puertas de los Templos de la Diócesis, publicaba el retrato y datos biográficos del nuevo Prelado; y, como no había prensa local, los periódicos de la Región; El Liberal y la Verdad de Murcia publicaron fotograbados con el retrato del Sr. Irastorza, extensas biografías y artículos encomiásticos. Preparando sus corresponsales al pueblo para el más espléndido recibimiento de su más elevado Jefe religioso.

Colección Javier Sánchez Portas.

Se trasladaron aquella mañana al cercano pueblo de Cox, una comisión del Cabildo de la Catedral, compuesta por el Deán Sr. Cavero y el Doctoral Sr. ¿Archen? Y otra del Cabildo Municipal formada por los señores Balaguer Ruiz y Martínez Arenas, al objeto de recibir en aquel pueblo al nuevo obispo con el que comieron. Después vinieron a Orihuela y comenzaron los preparativos para recibir al Prelado.

El Globo. Madrid. 24 de enero 1923: Provincias. ALICANTE. Ayer domingo hizo su entrada en la ciudad de Orihuela, donde tiene su residencia, el obispo de esta diócesis, doctor Javier Irastorza. Desde el pueblo de Cox fue el nuevo obispo montado en una mula, siguiendo la tradición. Se le tributó un cordial recibimiento.

El Sol. Madrid. 24 de enero 1923: El obispo de la diócesis. ALICANTE 22. Con el ceremonial de costumbre hizo su entrada en Orihuela el nuevo obispo de la diócesis. Para solemnizar el acto se han celebrado numerosos festejos.

El pueblo entero se trasladaba a los alrededores de San Antón; eran a las dos de la tarde un mar de cabezas humanas, las calles del Colegio (hoy de Adolfo Clavarana), la de Ruiz Capdepón, el Paseo de Sagasta y la del Príncipe de Vergara.

En automóviles, vistiendo trajes de etiqueta y las insignias del cargo, salieron de las Casas Consistoriales el Alcalde, D. Antonio Balaguer Ruiz y los concejales señores: D. José Martínez Arenas, D. Manuel Martínez Simón, D. Manuel Canales Ortuño, D. Francisco Sánchez Ballesta, D. Jesús Brotons Roca, D. Jesualdo Esquer Navarro, D. Francisco Tafalla Santos, D. Emilio Salar Ruiz, D. Manuel Vidal Mira, D. José Verdú, D. Manuel, D. Juan y D. José Joaquín Carrió, D. Manuel López Gálvez, D. Juan Villaescusa, D. Pascual Hostalet, D. Joaquín Cartagena Clavarana; el Secretario de la Corporación, D. Pedro María García Murphy y el inspector de policía, Pedro Reymundo Martínez.

Ayuntamiento y Plaza Nueva. Colección Javier Sánchez Portas.

Cerca de las cuatro de la tarde, apareció en la carretera del Alto de las Atalayas, el automóvil que conducía al Obispo, siendo señalada su presencia a la vista de la Ciudad, con el disparo de su mortero que atronó el espacio.

En la casa abacial del eremitorio de San Antonio Abad, se organizó la comitiva, rompiendo la marcha, una sección de la guardia municipal; después, los maceros del Exmo. Ayuntamiento, a caballo vistiendo dalmáticas rojas; después, montado en la mula, como es tradición, el Prelado al que daban guardia de honor el Alcalde y todo el Concejo Municipal, también a caballo, cerrando la marcha una banda de música, así como igualmente, otra la abría además de la sección ya dicha de guardias municipales.

La Unión ilustrada. Febrero de 1923

La Unión ilustrada. Febrero de 1923: Se ha verificado en Orihuela la entrada solemne del nuevo Obispo de la diócesis. El Dr. Irastorza llegó a la estación de Novelda a las ocho de la mañana. Fue recibido por una comisión capitular, integrada por el Deán, Arcipreste, Lectoral y Doctoral.

En automóvil se trasladó a Cox, donde fue obsequiado con un banquete en el Ayuntamiento. A las tres de la tarde salió la comitiva en automóviles para la ermita próxima a Orihuela, donde fue recibido el Prelado por una comisión del Cabildo, el Ayuntamiento bajo mazas y numeroso público.

Seguido por una caravana, integrada por más de ochenta automóviles e inmenso gentío, continuó el Dr. Irastorza hasta la población, que estaba vistosamente engalanada y que le recibió con delirantes aclamaciones. Revestido de pontifical, se dirigió bajo palio a la Catedral, donde cantó un solemne «Te Deum».

La Unión ilustrada. Febrero de 1923

No hay que decir que rodeaban todo aquel cortejo y al Prelado, miles y miles de personas de todas las clases sociales, que lo aclamaban y que recibían sus bendiciones y así se llegó hasta el centro del Paseo de Sagasta, en el que se había levantado todo un templete, donde esperaban al Obispo, el Clero Catedral, el parroquial y el regular, así como comisiones, de todos los centros y sociedades, y autoridades de todo género.

Entrada de Francisco Javier Irastorza. Colección Javier Sánchez Portas.

Celebrado el ritual y revestido con las ropas pontificales, en cuya operación le ayudaron el Deán Sr. Cavero y el Canónigo Sr. (aquí dejó un espacio en blanco).

Se organizó una procesión que recorrió las calles de Sagasta, Príncipe de Vergara, Alfonso XIII, Soledad y Mayor (hoy de Ramón y Cajal), yendo el Prelado bajo palio repartiendo sus bendiciones hasta el templo de la Catedral en el que penetró cantándose un solemnísimo «Te-Deum» y el Doctor Irastorza subió al púlpito, pronunciando un elocuente panegírico, que vino a ser como un programa de la política de su episcopado que, según sus palabras, debería basarse en la Caridad Cristiana.

Templete en el Paseo para recibir al obispo. Colección Javier Sánchez Portas.

Marchó después al Palacio y, como las aclamaciones insistentes se sucedieron sin interrupción, tuvo que salir al balcón principal del edificio para dar las gracias al pueblo que, congregado en la Plaza del Salvador le aplaudía y aclamaba y nuevamente concederle su bendición.

Plazuela de la Soledad. Ministerio de Cultura.

Mientras, las campanas de todas las iglesias repicaban sin cesar alegremente; el espacio atronado por repetidas estampidas de bombas, y los músicos tocaban marchas alegres.

Se sirvió en el amplio comedor del Palacio Episcopal un espléndido «lunch» a los invitados, y por la noche, fue obsequiado el Obispo con serenatas que tocaron las músicas del Oratorio Festivo de San Miguel y «la Orcelitana», dedicándose la multitud a admirar las iluminaciones.

Colección Javier Sánchez Portas.

Al siguiente día 22, bien de mañana, el Prelado con numeroso y distinguido séquito, visitó el Santuario de Nuestra Patrona la Virgen de Monserrate; oró, ante la milagrosa imagen y dijo allí una misa que oyeron todos los que le acompañaban y una inmensa multitud; después visitó el Hospital y la Beneficencia, el Asilo y las Cárceles, y en todas partes dejó grato recuerdo de su estancia, dando abundantes limosnas.

La Misericordia o Beneficencia. Colección Javier Sánchez Portas.

En la noche del (aquí dejó otro espacio en blanco que nunca rellenó) se disparó en la Plaza de la Constitución, ante el Palacio Municipal, un castillo de fuegos artificiales confeccionado por Ramón Lidón, cuya cremación presenció el Obispo desde uno de los balcones de la Casa Consistorial, siendo obsequiado después con un banquete que en nombre del pueblo le ofreció el Alcalde D. Antonio Balaguer.

Estas fueron las fiestas y el recibimiento que el pueblo de Orihuela tributó a su Prelado actual, el Doctor D. Francisco Javier Irastorza y Loinaz en su toma de posesión de la Mitra, que quedó vacante por fallecimiento del malogrado anterior Obispo D. Ramón Plaza Blanco (q.e.p.d.).

Unos días después, el Prelado marchó a Alicante para recibir a S.M. el Rey, que vino a inaugurar los llamados Riegos de Levante, y de ese viaje a la capital, regresó a Orihuela bien entrado el mes de febrero.

El Debate. Madrid. 31 de enero 1923: El Rey en Alicante. Inauguración del Canal de riegos. A las once menos cuarto salió anoche su majestad el Rey con dirección a Alicante, donde, como se ha anunciado, inaugurará las obras del canal construido por la Compañía de Riegos de Levante. El tren real está integrado por la máquina, que dirige un ingeniero de la compañía, dos furgones, coche real de dormitorios, restorán, dos coches-camas y otros dos de butacas…

ALICANTE, 31. … Al apearse el Monarca, las bandas militar y municipal dejan oír los acordes de la Marcha Real y el público aclama, entusiasmado al Rey. Adelántase el alcalde don Antonio Bono, quien da la bienvenida al Soberano en nombre de la ciudad.

Después conversa don Alfonso con el Obispo de Orihuela y con el general gobernador pasa revista a las tropas. Más tarde, en el automóvil de don Enrique Alberola y acompañado del alcalde, marcha a Elche. Un centenar de automóviles siguen al que ocupaba su majestad.

Conducen a las personas que han sido invitadas para asistir a la inauguración de las obras de la Compañía de Riegos de Levante. Al despedir a don Alfonso se soltaron varias bandadas de palomas y el pueblo le vitoreaba incesantemente.

Inauguración de los Riegos de Levante. Colección Javier Sánchez Portas.

La Unión Hispano-Americana. Madrid. Febrero de 1923: El viaje de S. M. el Rey a Alicante. El día 31 del pasado mes de Enero Su Majestad el Rey, que presta siempre su asistencia a las obras beneficiosas que en España se ejecutan, realizó la inauguración de las que la Compañía de riegos ha comenzado para canalizar parte del rio Segura que, con sus crecidas y sus desbordamientos, tantas inundaciones, daños y desgracias ha ocasionado en distintas épocas.

En el puente Sifón, del término municipal de Elche, el Obispo de Orihuela bendijo las obras en presencia del Rey, de las Autoridades y de un gentío inmenso que aclamó a S. M. con entusiasmo.

Más tarde se verificó un banquete en la casa de la Compañía de Riegos, al cual asistieron unos doscientos comensales. En la mesa ocuparon puestos de honor a la derecha de S. M. el Ministro de la Gobernación, el Obispo de Orihuela, Gobernador militar, ex ministro Sr. Ruiz Valarino y el General Marvá.

A la izquierda del Rey se sentaron el señor Gasset, el Gobernador civil, don Juan de la Cierva y el Sr. Francos Rodríguez. Al terminar el banquete, el Sr. Ruiz Valarino habló en nombre de la Compañía de Riegos refiriéndose a las pertinaces sequías de la comarca y a las inundaciones periódicas del Segura, todos cuyos males evitará el canal inaugurado.

Don Juan de la Cierva habló en nombre de la Sociedad de los Almadenes proclamando también el beneficio de estas obras que servirán para fertilizar las tierras que antes eran improductivas por las sequías o por las inundaciones.

Recordó la tremenda inundación de 1879 haciendo resaltar la importancia de las obras de canalización que se realizan con la aportación de capitales franceses y españoles. Hizo también presente que en tres años se han gastado 40.000.000 de pesetas, sin auxilio del Gobierno y, además de los pantanos ya comenzados, se construyen otros dos en Veguillas y Fuensanta, de 400.000 metros cúbicos al año.

Puso fin a los discursos el Ministro de Fomento recomendando a todos que se trabaje con la mayor actividad y perseverancia para que los hijos puedan recoger el premio.

El Rey fue despedido con aclamaciones delirantes regresando poco después a Alicante donde fue obsequiado con un té en el Club de Regatas.

Las últimas notas sobre la entrada del Obispo en esta Ciudad son: que el concejal Martínez Simón quedó en el Paseo de Sagasta para recibir las comisiones en representación del Ayuntamiento y que no todos los concejales vinieron a caballo acompañando al Prelado, pues algunos de ellos lo hicieron en automóvil.

Los últimos días de enero fueron más benignos de temperatura con días espléndidos de hermoso sol. En este mes hay que registrar el fallecimiento de D. Federico Linares y Martínez de León, joven estimado por sus bondades y bellas cualidades.

Federico Linares Martínez de León. Esquela en «La Correspondencia de Valencia».

Fue jefe del partido maurista local, Diputado Provincial, Concejal y Primer Teniente de Alcalde, gozando dela intimidad de D. Trinitario Ruiz Valarino, que le propuso Candidato a Diputado a Cortes.

Otro entierro fue el del finado anciano Teniente Coronel retirado, D. Juan Bla??? Moreno, que falleció en este mes.

En la nota necrológica de estos treinta y un días, débese consignar el suicidio del maestro peluquero Francisco Arenas, que se disparó un tiro cuyo proyectil le causó la muerte.

Puente de Levante. Ministerio de Cultura.

Podría dar por terminada la relación de sucesos dignos de ser registrados en este mes de Enero con los ya apuntados, pero aparecen ante la consideración del Cronista, sin quedar sentados en estas líneas, aquellos de carácter político, y por que son de ese carácter, vacilo en darles cabida en esta narración; pero ¿sería un relato fiel y completo el de los acaecimientos de un pueblo mutilando una parte de esos mismos acontecimientos?

Y por otra parte ¿si no se registran con toda imparcialidad los sucesos políticos, como encontrar la lógica armonía con otros que después se encontrarán en el transcurso de la narración, íntimamente con ellos unidos en una relación de dependencia que de no manifestarlos aparecería ésta como la labor deslavazada de un orate?

Así pues, aún sin deseo, me adentraré por los caminos tortuosos e interminables de la política, coleccionando sus hechos con absoluta imparcialidad, con la independencia del narrador, sin que jamás aparezca el comentarista.

Como estaba próxima la mutación política que trajo al poder la Concentración Liberal, era actualidad en este mes de enero, hablar de candidatos, y aún expresar estos sus deseos aquí, o escritos en sendas cartas a sus deudos y amigos, viniendo noticias de la Corte de pretensiones deducidas ante los grandes de la política nacional.

Era Orihuela cortejada por infinidad de «galanes» que la asediaban con una solicitud nunca pensada en muchos de ellos. Algunos políticos sinceros, lamentaban el espectáculo por sospechar que ello significaba que este distrito iría al montón de los denominados «cuneros».

Casa de Martínez Arenas.  Al fondo, los hermanos Balaguer. Colección Javier Sánchez Portas.

Se señalaban como candidatos: D. José Martínez Arenas, joven letrado, jefe del partido liberal local, quien creía poder ostentar su aspiración legítimamente por sus labores en pro del partido, y algunas indicaciones del jefe supremo de la Corte.

Era otro aspirante D. Antonio Aguilar Ruiz, secretario judicial del Juzgado Decano de los de Madrid, hijo de esta Ciudad. Alistado en el Partido Reformista y patrocinado, al parecer, por el propio Melquiades Álvarez.

Tenía sus pretensiones y aducía el derecho de haber sido candidato y, derrotado por cierto, D. José Lázaro Galdeano, insigne publicista, afiliado al liberalismo romanonista.

El capitán de infantería D. Emiliano Díaz Moreau, hijo del Comandante del «Colón», que se perdió en el combate naval de Santiago de Cuba.

Alegaba su condición de demócrata adicto al Marqués de Alhucemas, Presidente del Consejo de Ministros, para ser el candidato oficial.

D. Florentino de Elizaicín y España, director del periódico diario de Alicante, «El Correo», con el patrocinio del Ministro de la Guerra D. Niceto Alcalá Zamora, se preparaba para ser el candidato favorecido por el Gobierno.

Sonó el nombre del ilustre orador oriundo de esta tierra, D. Álvaro de Albornoz y Limiñana, pero no fue más que sonar. Díjose que si el Ministro de Trabajo Sr. Chapaprieta se presentaba por Dolores, aquí vendría D. Vicente Ruiz Valarino, hermano del jefe supremo D. Trinitario Ruiz Valarino.

Comentose que aspiraría a la Diputación D. Balbino García de Burunda, hijo de Orihuela, rico hacendado en Hellín, justificando su pretensión, con el hecho de acaudillar allá, largos años el Partido Demócrata.

El aristócrata y abogado D. Antonio Roca de Togores quería presentar su candidatura con carácter popular, católica, apadrinada por la aristocracia y gente adinerada de la localidad, y hasta se dijo que si no iba bien encajado por Villena, D. Antonio Hernández seria encasillado por esta Ciudad.

En la puerta del Ateneo. Archivo Zerón Huget.

En estos comentarios y desfile de tantos candidatos, discutiendo sus probabilidades se pasó el crudo frío en las tertulias de Casino, cafés y reboticas, calmándose las discusiones y comentarios, para ocuparse de la llegada del nuevo Prelado; y porque el Gobierno parecía que no tenía prisa por disolver las Cortes y convocar las nuevas, puesto que si todo era una de sus grandes dificultades, dada la heterogeneidad de su Constitución.

Y así acabó el mes de enero.

Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo Cronista de Orihuela (1922-1923). (Archivo Municipal de Orihuela).

Transcrito y comentado por Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba). 

Pinchando la siguiente imagen se accede al mes de febrero.

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Jaime I en Orihuela.

Jaime I en Orihuela.

Jaime I entró en Orihuela sin disparar una ballesta en torno al 25 de noviembre de 1265.  Luego marchó a encontrarse con Alfonso X, con su hija y con el resto de su familia en Alcaraz, donde planearon la conquista de Murcia.

Regresó el 21 de diciembre encontrando a sus hombres muy animados. Durante su ausencia se habían dedicado a practicar productivas cabalgadas en la huerta. Se acercaba la Navidad y en Orihuela decidieron celebrar las fiestas.

Es difícil imaginar aquellas dos semanas con miles de personas acampadas en nuestra ciudad. La actividad febril dentro y fuera de las murallas preparando la campaña de asedio. Fabricando flechas, forjando espadas, construyendo ingenios militares….

Nunca estuvo Orihuela tan llena de gente principal. Tras sus murallas se concentró lo más selecto de la caballería cristiana. Además del monarca aragonés, figuraban los Infantes de Aragón, Pedro y Jaime; el de Castilla, Don Manuel. Los maestres o lugartenientes de las Órdenes militares de Santiago, el Hospital y los Templarios. Los obispos de Barcelona y Cartagena. La flor y nata de la nobleza Catalana y Aragonesa. Los adelantados y caballeros castellanos.

Las navidades de 1265 deberían ser recordadas como una efeméride oriolana de la que hace poco se cumplieron 750 años sin pena ni gloria.

Imaginaos esas ceremonias religiosas con ilustres oradores como el prelado catalán Arnau de Gurb o Pedro Gallego, confesor del rey Alfonso y primer obispo de la restituida diócesis de Cartagena. El colorido de las órdenes militares, los hospitalarios con sus capas negras, los templarios y santiaguistas de color blanco.

Y así llegó 1266. Al otro día del año nuevo, Jaime I el Conquistador salió de Orihuela acompañado por su hueste. Era hora de tomar Murcia.


Extracto de la serie «De Tudmir a Oriola» Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba) 2016.

De Rocas y Pizanas

Colección Javier Sánchez Portas.

De Rocas y Pizanas.

El Palacio de Tudemir, hoy convertido en hotel monumento, es un claro ejemplo de palacio nobiliario oriolano del siglo XVIII con su planta baja destinada a caballerizas y acceso de carruajes, la planta noble o principal y las falsas.

Según se cita en la concordia firmada ante el escribano J. Ramón de Rufete en el año 1747, Luís Roca de Togores y Moncada señor de Benejúzar comenzó a edificar una casa principal, en el sitio que estaban emplazadas unas casas pertenecientes a su mayorazgo.

Archivo Histórico de Orihuela.

Estas quedaban extramuros, junto a una de las antiguas puertas de la ciudad y fronterizas con las del mayorazgo de Gerónimo Pizana y Ruiz, posada incluida.

Con el propósito de hermosear el frontis y dar línea recta al edificio, Luis Roca pidió licencia al Ayuntamiento y comenzó los cimientos de la fachada.

Pero Pizana «salió en justicia poniendo denunciación de nueva obra», alegando que perjudicaba a sus casas.

Colección Javier Sánchez Portas.

Para evitar «costosos litigios, inquietudes y enemistades más dignas de reparo entre personas ilustres de tan cercano parentesco», firmaron una concordia ante el escribano Juan Ramón de Rufete.

En ella, Jerónimo aceptó retirar la demanda; permitiendo continuar la obra «sin embarazo alguno».

A cambio, Don Luis demolió una pequeña casa de su propiedad sita al costado de levante de las de Pizana, quedando el solar a beneficio de ambas partes.

Cúpulas de los dos palacios en el siglo XIX. Colección Javier Sánchez Portas.

Además, Gerónimo Pizana se comprometió de por vida a no elevar obra alguna por encima de la alzada que entonces tenía,  a fin de no impedir las vistas de la nueva y preciosa casa, conocida sucesivamente como palacio del señor de Benejúzar, de los condes de Luna, de los duques de Béjar o de la condesa de Oliva, títulos que fueron ostentando sus propietarios.

Perdida su primigenia función aristocrática, a partir del siglo XX el edificio albergó en sus accesorias diferentes establecimientos, como la imprenta Zerón o el comercio «el Globo». También el Instituto Nacional de Previsión y la Comisaría de Policía.

Colección Javier Sánchez Portas.
Comisaría de Policía.

Su último y definitivo nombre, Palacio de Teodomiro, se lo otorgó el Patronato Artístico cuando lo arrendó al acabar la Guerra Civil, adaptándolo para la instalación de un museo, la Biblioteca Pública Fernando de Loazes y el Archivo Histórico. 

Fue desalojado en 1992 y la biblioteca se trasladó al Palacio de Pinohermoso.

Biblioteca Pública y Archivo Histórico.

Tras una compleja y costosa rehabilitación, se le anexionó un edificio de nueva planta construido en el solar de otro palacio, convirtiéndose en el Hotel Palacio de Tudemir, el primero catalogado como hotel-monumento por la administración turística de la Comunidad Valenciana.

Palacio de Tudmir justo antes de la reforma. Ismael Pastor arquitectura
Hotel Palacio de Tudmir. Ismael Pastor arquitectura.
Hotel Palacio de Tudmir. Ismael Pastor arquitectura.
Hotel Palacio de Tudmir. Francisco Luis Galiano.

Como he dicho, la acera izquierda frente al palacio pertenecía al mayorazgo de los Pizana, propietarios también de la antigua y famosa posada que llevaba su nombre.

A comienzos del siglo XIX, dicho mayorazgo estaba en manos del oriolano Gerónimo Pizana y Muñoz, Coronel de los Ejércitos Nacionales fallecido en 1820.

Gerónimo Pizana y Muñoz.

Le sucedió en el vínculo Luis Manuel Pizana Ramírez, vecino de Madrid, heredando entre otras propiedades, la añeja posada y las casas números 2, 4 y 6 de la calle de los Hostales.

En diciembre de 1840, compró a un cura de Lorca dos casas anexas a las suyas. El religioso actuaba como albacea testamentario de Francisca J. Molina Muro, viuda de Gerónimo García de Espejo, antes Pizana y Avellán.

La primera casa esquinaba con el callejón y la segunda, muy descuidada estaba dentro del mismo.

Así pues, a mediados de siglo, la manzana comprendida entre la calle de los Hostales, la del Puente Nuevo y el callejón del molino pertenecían a Luis Manuel Pizana.

Colección Javier Sánchez Portas.

Fallecido este en 1875 el mayorazgo pasó a manos de su única hija, María del Carmen Pizana del Castillo, la misma que vendió la posada para construir el actual Casino Orcelitano.

© Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).