La calle del Río.
Partiendo de la desaparecida «Sala del Consell» continuamos nuestro paseo literario usando el acceso que, a través del arco de la entrada a la ciudad, permitía desviar el tránsito hacia la calle del Río.
Poco tiempo vamos a perder en el tema de rotulación; su nombre ha permanecido invariable a través de los siglos: de «Carrer del riu» a «Calle del río». Ni en la II República lo cambiaron.
El olfato es el sentido más capaz de transportarnos en el recuerdo y muchos oriolanos añorarán los penetrantes aromas de verduras, pescados y salazones que desprendían la plaza y el mercadillo que se instalaba en esta zona hasta hace pocos años.
Desde que, como medida higiénica, Jaime II autorizase la instalación de ocho carnicerías junto al puente en 1321, en los callejones que unían esta calle con la plaza de la fruta se ubicaron carnicerías y pescaderías.
Siguiendo más o menos el trazado de esta calle (la anchura del río se ha reducido considerablemente) discurría la muralla de origen almohade con reformas posteriores. En el museo se pueden contemplar cuatro torreones y unos ochenta metros lineales de muro de tapial.
Y sin más que contar sobre ella, quiero dedicar el resto del capítulo a una histórica casa ya desaparecida cuyo solar soporta actualmente el aulario «Casa del Paso», dependiente de la Universidad «Miguel Hernández».
El nombre con el que se ha titulado este edificio tiene su origen en la mansión de los Señores de Jacarilla, la familia Togores.
Para conocer un poco de su historia utilizaremos algunas notas de Mosén Bellot y otras de José Ojeda Nieto, quien tuvo la gentileza de enviármelas personalmente «para que dedujese y sacase mis propias conclusiones».
También el monumental estudio «Los Togores Señores de Jacarilla, siglos XV-XIX», escrito por Manuel Gálvez, con quien también tuve el gusto de conversar personalmente.
La obra, interesantísima, esta alojada en el repositorio de la Universidad de Alicante. Para descargar un ejemplar solo tenéis que pinchar en la siguiente imagen.
Con todos estos datos voy a intentar resumir la historia de la «Casa del Paso» y sus antecedentes en los terrenos cercanos a la plaza de las carnicerías, en la calle del Río.
La casa de los Togores y el alcázar del Infante.
Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela» sembró un montón de dudas asociando la casa de los Togores al alcázar del Infante Fernando y al posible hospedaje de los Reyes Católicos.
Otros Edificios. Alcázar del infante D. Fernando, señor de Orihuela a mediados del siglo XIV, en donde el mismo moró, constituyó su consejo de guerra y estableció la Chancillería de la que fue presidente el obispo de Cartagena D. Alfonso Vargas.
En 1488 sirvió de hospedaje a los Reyes Católicos y de palacio de las Cortes que estos celebraron en nuestra ciudad.
Difícil es marcar su situación porque unos la fijan en el grupo de casas que hay entre la Merced y la Plazuela del Salvador, otros en la casa llamada del Paso en la calle del Río, que perteneció a los Togores y hoy a los Sandovales, y otros a la calle de Meca o, mejor dicho, en la plaza de Togores y fincas de esta familia y de los Ruices.
Vamos a empezar con la visita de los Reyes Católicos.
Leyendo a Mosén Bellot queda claro que no durmieron en la calle del Río. Este cronista, que conocía bien el antiguo emplazamiento del alcázar, afirma que, tras llegar a la ciudad por la Puerta Nueva y recorrer las calles más importantes, los reyes entraron en la Colegial (la futura catedral).
1488 … Y hecha allí la oración, se vinieron a las casas del Obispo de Tarazona, que se juntaron con las de Juan Soler, alcaide, con el paso que hoy se ve encima del callejón que está enmedio.
Montesinos dice lo mismo (seguramente siguiendo a Bellot) y sitúa las casas del famoso obispo en la Plazuela de la Soledad, junto a la calle de los Soleres.
Se fueron a las magníficas casas del Ilustrísimo Sr. D. Andrés Martínez y Ferris, Obispo de Tarazona, que para mayor comodidad se juntaron con las de D. Juan Soler, Alcayde del Castillo Oriolano, sobre cuyas puertas principales se leyó por muchos años esta inscripción: Aquí estuvieron hospedados los serenísimos y cathólicos Sres. Reyes Don Fernando II y Doña Isabel, que vinieron a esta Ciudad a celebrar las Cortes en el año de la humana reparación 1488.
Esta localización coincide con el «grupo de casas que hay entre la Merced y la Plazuela del Salvador» mencionado por Gisbert.
Descartado como morada de los Reyes Católicos en su estancia en Orihuela, vamos con la localización del alcázar.
Volvemos a la crónica de Mosén Bellot, en 1356, cuando Oriola esperaba a su Señor, el infante Fernando; hijo del rey de Aragón, Alfonso IV «el Benigno» y de la princesa Leonor de Castilla. Acababa de empezar la famosa Guerra de los dos Pedros.
1356. Escribió el Infante como ya estaba en camino para venirse a Orihuela. Data en Córdoba 29 de julio, Y el procurador y el consejo determinaron que se hiciese pregón para que todo el mundo estuviese apercibido con sus armas, lanceros, ballesteros y los de caballo sin armas, para poder salir a recibirlo con humilde reverencia, alegremente y con buena orden ...
En septiembre visitaba por primera vez su señorío de Orihuela con el propósito de reclutar gente y conseguir pertrechos para la contienda.
Entraron los Infantes a 27 de septiembre de 1356, con regocijo general, por la puerta que en nuestros días han desecho que dicen del Burdel; y hecho el paseo por las calles principales se fue a su posada que era el alcázar, donde a la fecha hoy (primer cuarto del siglo XVII) están las casas de don Luis Togores y Francés Ruiz.
Mosén Bellot se refería a Luis Togores Ladrón, el VIII señor de Jacarilla, nacido en 1563 y fallecido en 1621; por lo tanto coetáneo suyo.
Un protocolo notarial localizado por José Ojeda Nieto aclara que el edificio antecedente a la Casa del Paso lindaba con el solar donde estuvo el famoso alcázar del Infante Fernando.
Es el testamento conjunto de Don Joseph Rosell y Desprats cavaller y Doña Ysabel Rocamora, conjuges Señors de Benejuçer.
José Gaspar Rosell y Ruiz era el II señor de Benejúzar y estaba casado con Isabel Rocamora y Molins, hija del marqués de Rafal. (Isabel había estado casada en primeras nupcias con Nicolau Molins). El documento, fechado el 18 de octubre de 1662, cita entre los bienes dejados para el mayorazgo, el solar del alcázar.
«Solar de casses hon vivia lo qº françes Ruis de Soler géneros, germa de mon avui maternal de mi dit testador» (el abuelo materno de don José Rossell), que era «lo Alcazar del Señor Infant Don fernando Segons»…
Y precisa que el citado solar, antiguo alcázar, lindaba con casas del Señor de Jacarilla, con la Calle del Río y «carrer de Pau Ruis que hix a la plaça major de Stes. Justa y Rufina».
El mayorazgo debió pasar, según testamento, al hijo mayor, don Alfonso Rossell y Rocamora, el que fue III señor de Benejúzar. (Según nota al margen, don José Rossell falleció el 30 de octubre de 1666 entre las dos y las tres de la madrugada y la mujer el 24 de abril de 1667, entre las seis y las siete).
El museo de la Muralla nos brinda una excelente oportunidad de asomarnos a la ventana del tiempo; de contemplar con nuestros propios ojos los restos de un palacio gótico anexo a la «Casa del Paso» y a la cara interna de la muralla. Este edificio es la ubicación más creíble del famoso alcázar.
Pinchando la siguiente imagen podéis acceder al museo virtualmente.
Antecedentes de la «Casa del Paso».
Mosén Bellot vuelve a mencionar la casa de los Togores en otra Guerra, la de las Germanías. Afirma que los comuneros la saquearon y le pegaron fuego. En aquellos momentos, la casa pertenecía a Jaime Togores e Ibáñez de Ruidoms IV Señor de Jacarilla.
Pero los agermanados se vengaban de Luis Togores Roca, su segundo hijo, destinado a la milicia.
1520… Con esto se acabó del todo el gobierno de esta ciudad, y todos los buenos que pudieron se ausentaron de ella, y la plebe se desvergonzó tanto viendo su Germanía tan favorecida hasta de los oficiales del Rey y tan preminentes como el baile general, que con furor diabólico arremetieron a las casas de Luis Togores y Andrés Soler, y las derribaron…
Luis era cuñado del Patriarca don Fernando de Loazes. Y como lugarteniente del gobernador Pedro Maza, en el verano de 1521 participó en la célebre batalla de Bonanza junto al marqués de los Vélez. Allí derrotaron a los comuneros o agermanados; y se ocupó personalmente de ahorcar y castigar a los rebeldes.
Su hermano pequeño de nombre Jaime, el más querido por su madre doña Brianda Roca y Rocafull, recibió su herencia con la condición de tomar el nombre y las armas de los Roca, formando el nuevo apellido «Roca de Togores». Todos los que han ostentado y ostentan este compuesto son sus descendientes.
El 19 de noviembre de 1560 otro Jaime Togores, el VI Señor de Jacarilla, concertó el matrimonio de su hijo, Juan Togores Rocamora con Juana Ladrón. El novio recibió la donación del lugar de Jacarilla y de unas casas en las que habitaba, situadas en la ciudad de Orihuela.
Parroquia de la Señora Santa Justa, que lindaba de dos partes con dos calles públicas, de otra con casas y hostal del magnífico mosén Antonio Gasch, y de otra con casas del magnífico Gaspar Ruiz y calle pública, estimando su valor en 2.000 libras de moneda de Valencia.
Pocos años después, concretamente en 1572, Jacarilla y las casas de Santa Justa quedaron vinculadas, continuamente inseparables e indivisas en poder de Luis Togores Ladrón, VIII Señor, el mismo que cita Bellot como coetáneo suyo.
Por su inventario de bienes (con un completo listado de enseres domésticos) sabemos que nació en el edificio antecedente de la «Casa del Paso»; y que allí mismo murió en 1621.
Unas casas grandes con un palacio que está en la plaza de las carnicerías de la presente ciudad, situadas en la dicha presente ciudad de Orihuela, en la parroquia de Santa Justa, que lindan de una parte con la dicha plaza, y de otra con la calle llamada del Río y de otra parte con casas de Francisco Ruiz de Cascante, caballero.
Medio siglo después, la casa aparecía en las capitulaciones matrimoniales de Luis Togores Rosell, XII Señor de Jacarilla. Estaba valorada en mil libras, diez mil reales; y la heredó su primogénito, Luis Togores Valenzuela, el señor número XIII.
Otra nota de 1663, localizada por también por Pepe Ojeda, nos confirma su ubicación.
En lo carrer del Riu; poseía tres portales, y lindaba de Levante con la plaza de las carnicerías y donde se vendían los peces, a donde tenía dos portales. De poniente con las casas de Francisco Ruiz de Cascant y carrer de Pau Rois, appellat de la pilota donde tenía otro portal.
Esta cita nos permite ubicar también un trinquete para el «joc de la pilota». De esta práctica plenamente valenciana hablaremos más adelante, cuando lleguemos al otro trinquete situado en las traseras del convento de Santa Lucía.
La «Casa del Paso».
En 1690 Luis Togores Valenzuela, miembro del Consell por el estamento militar, decidió reedificar su casa y pidió licencia para «tallar» en el campo de San Ginés unos rollizos de pino destinados a cubrirla.
En el primer libro de su «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela» Josef Montesinos redactó una pequeña biografía de este personaje.
El Ilustre Sr. D. Luis Togores de Valenzuela, natural de Orihuela, Nobilísimo Caballero, Dueño y Señor de Jacarilla, Alcaide del castillo de la Villa de Guardamar, Capitán de las Costas Marítimas de San Ginés, Gobernador Militar y Político de esta oriolana ciudad desde el primero de Enero de 1696 hasta el 9 de Diciembre de 1699…
Terminada su construcción a principios del siglo XVIII, esta es la casa que llegó al siglo XX.
Firme partidario de la causa borbónica, su flamante vivienda fue saqueada cuando Orihuela cambió de bando en la Guerra de Sucesión.
Terminada la contienda y una vez casados sus tres hijos, vivió en la «Casa del Paso» junto a su fiel ama de llaves y un par de esclavos que tenía para su servicio.
Como dato curioso añadir que, a pesar de que el vaso funerario de los Togores estaba en la capilla de San Lorenzo de Santa Justa, Luis Togores Valenzuela rompió la tradición familiar y quiso enterrarse en la iglesia de los Jesuitas, sus vecinos y amigos, vestido con el hábito de San Ignacio.
Sigue Montesinos… Que por sus accidentes se vio obligado a renunciar el gobierno; y falleció en el año de 1726. Yace en la iglesia que fue de los Regulares Jesuitas, en su propio sepulcro, con esta corta inscripción. «Aquí yace D. Luis Togores y Valensuela, Señor de Xacarilla: año de 1726».
Gracias a su inventario de bienes, confeccionado en el año de su muerte, tenemos descripción de la casa original.
La planta principal estaba compuesta por una antesala, en donde entre otros muebles había un retrato de Felipe IV y otro de la reina. Tenía un cuarto que sacaba ventana al balcón de la calle, donde colgaba un retrato de Luis Togores Robles de cuerpo entero.
Otro cuarto con ventana al balcón; un cuarto con ventana al jardín; un comedor y una cocina. Y el entresuelo estaba dividido en dos partes: una para criados y esclavos, y otra destinada a almacén.
Gracias a las fotografías conservadas podemos añadir que su fachada era muy sobria, con la planta baja de sillería y la noble de mampostería enfoscada. Ambas decoradas con rejas de hierro forjado.
Por el portalón que daba a la Calle del Río se accedía a un pasaje en cuyo interior estaba la puerta de la casa. A su vez permitía conectar con un callejón llamado de Togores que terminaba en la plaza de la fruta. Esta es la razón por la que se la denominaba «del paso».
En el ecuador del siglo XVIII, vivía en ella Luis Togores Robles, el XIV señor de Jacarilla. Luis creía tener derecho preferente a los mayorazgos de Rafal, fundados por los García de Laza.
Como descendiente de Leonor García de Laza, la esposa Luis Togores Ladrón, inició un pleito que duró más de un cuarto de siglo.
La obsesión por ser y llamarse «Señor de Rafal» fue tal que modificó continuamente su firma hasta anteponer el apellido García de Laza, firmando como Luis García de Laza, antes Togores.
En un principio, la justicia parecía decantarse a su favor; pero la sentencia definitiva favoreció al entonces marqués de Rafal, en 1763. Esto me sugiere una hipótesis:
¿Podría ser que el escudo que lucía en la esquina de la casa esperase esa sentencia favorable para ser desbastado con García de Laza entre los apellidos y así se quedase al no conseguirlo?
El siguiente señor de Jacarilla fue su hijo, Ignacio Togores Escorcia, que falleció sin descendencia. Ya cincuentón y todavía soltero, casó en Murcia con una niña de catorce años. Tuvieron un hijo pero murió con menos de un año.
Heredó el título y la casa su hermano Francisco Togores Escorcia, quien falleció de fiebre amarilla en 1811. Su muerte, también sin descendencia, significó el fin del linaje de los Togores cuyo apellido había permanecido inalterable desde el siglo XV.
A la muerte de Francisco heredó el mayorazgo y la casa Francisco de Paula Sandoval Togores, pasando a llamarse «Casa de los Sandovales». De este pasó a su hijo Francisco de Paula Sandoval Melgarejo, quien alquiló la casa o parte de ella al Ayuntamiento, para la instalación del cuartel de la Guardia Civil en 1854.
Ayuntamiento de Orihuela. Sesión ordinaria. 29 de Septiembre de 2009: Según consta en la documentación anexa, cabe destacar que el 16 de Septiembre 1854 se creó el primer Cuartel de la Guardia Civil de Orihuela bajo el mando del Segundo Capitán de Infantería Don Benito Guindulain y con sede en C/ del Río, nº 10, en la desaparecida CASA DEL PASO.
En el último cuarto del siglo XIX se menciona frecuentemente la «casa del paso» como casa cuartel en la que se emplazaban también las oficinas militares y la caja de reclutas. En mayo de 1887, el coronel al mando de las oficinas militares, se quejó al ayuntamiento del mal estado en que se hallaba.
El edificio pertenecía por aquellas fechas a José Joaquín Sandoval Melgarejo, terrateniente afincado en la Mancha fallecido en noviembre de 1899. Pero seguramente trataban con su hijo, el abogado y político domiciliado en Madrid, Alfonso Sandoval, barón de Petrés.
Alfonso, nacido en Murcia, había estudiado en el Colegio de Santo Domingo y conservaba algunos amigos de la infancia en Orihuela.
El cuartel de la Guardia Civil y las oficinas militares fueron trasladadas, pero sólo temporalmente. La historia de estos traslados está contada en un artículo monográfico al que podéis acceder pinchando en el siguiente enlace.
Tenemos constancia de que en ausencia del acuartelamiento, a la casa se le aplicó un lavado de imagen.
El Diario de avisos. 8 de octubre de 1891: No se habla de otra cosa que de las reparaciones hechas en la fachada de la «casa del Paso» que da al callejón de Togores sin haberse ordenado la instalación de los correspondientes tubos de desagüe ni haberse sujetado a plano alguno, toda vez que los trabajos se han proseguido hasta rebajar aquella dejándola en una nevada que también se ha tejado.
Siempre pendiente de una profunda restauración, aguantó como Cuartel de la Guardia Civil hasta que en 1960 se trasladaron al edificio de San Francisco.
Derribo y construcción del campus.
En el año 1969 la «Casa del Paso» fue parcialmente demolida y así permaneció mucho tiempo. Era el anticipo de la amplia destrucción patrimonial que se avecinaba a nivel general en toda Orihuela. Irónicamente, ese mismo año, la ciudad fue declarada «Conjunto histórico artístico».
Para la construcción del «Campus de las Salesas» de la Universidad Miguel Hernández, se acabó de derribar el edificio muchos años después.
Como nota positiva, dicha obra permitió emprender, entre las Navidades de 1997 y el mes de marzo de 1999, las más importantes excavaciones arqueológicas realizadas en Orihuela, dos mil metros cuadrados de solar.
Y en una acertada decisión, se decidió preservar en el sótano visitable, un singular tesoro patrimonial que nos brinda una excelente oportunidad de asomarnos a la ventana del tiempo.
Si os apetece conocerlo virtualmente a través de un vídeo, pinchad la siguiente imagen.
En el Museo de la Muralla han quedado al descubierto las murallas almohades, los baños y casas islámicas, el palacio gótico atribuido al infante y otras viviendas bajomedievales cristianas…
Su imprescindible visita nos brinda una oportunidad única de contemplar con nuestros propios ojos un trozo de esta vieja calle; una zona estratégica de nuestra ciudad en distintas épocas.
Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).
Mi agradecimiento a José Ojeda Nieto, Manuel Gálvez Fernández y Jorge Belmonte Bas.