
Autorretrato 1867
Joaquín Agrasot y Juan. III
1875. Tras la muerte de Mariano Fortuny a finales de 1874, el matrimonio Agrasot-Zaragoza regresa a Alicante, donde nacerá su hijo Ricardo.

Laurent, J. ca. 1870
Año 1875:
La primera noticia que nos informa de su regreso definitivo de Roma está fechada el 10 de marzo en diario alicantino «El Constitucional»: “Nuestro querido amigo y comprovinciano, el distinguido pintor D. Joaquín Agrasot, ha regresado a esta capital, después de haber permanecido algún tiempo en Roma, ganando honra y provecho, pues como hemos dicho en distintas ocasiones, sus cuadros de género, han alcanzado tanta fama en el mundo artístico que son muy buscados por los inteligentes y pagados a alto precio. Según tenemos entendido, viene a establecer su estudio en España, aunque no sabemos dónde fijará su residencia; pero sí que permanecerá algún tiempo en Alicante donde piensa pintar algunos cuadros. De un día a otro debe recibir los trabajos que ha hecho en Roma, y que aún conserva en su poder: la mayor parte de esos trabajos son los apuntes y bocetos que le han servido para pintar los lienzos que han adquirido muchos particulares franceses, ingleses y españoles y algunos comerciantes en pinturas. Cuando tengamos el gusto de ver esos trabajos, nos ocuparemos de ellos con el detenimiento que merecen las obras de arte, debidas a los artistas que en nuestra provincia han sabido conquistar una merecida reputación, honrando a su país.”
Como habían prometido, el 21 de marzo dan cuenta de una visita a su estudio en Alicante: “Como anunciamos oportunamente, nuestro distinguido amigo y comprovinciano el ya célebre pintor D. Joaquín Agrasot, se halla en esta capital, de regreso de su viaje a Roma, en donde estuvo el año último pintando muchos cuadros de reconocido mérito, y ha abierto su estudio, pues piensa permanecer algún tiempo entre nosotros. Ayer tuvimos el gusto de visitar su galería, y a fe que nos felicitamos de ello, pues pudimos admirar algunos lienzos bellísimos, los unos ya concluidos y los otros sin terminar, pero todos ellos primorosos. Los cuadros de género del señor Agrasot gozan ya una reputación muy merecida, pues no puede darse más armonía en el conjunto, más verdad en los detalles y más belleza en el colorido. Sus paisajes respiran tal frescura, y tienen tanto ambiente, que el que los ve se cree trasportado a un verdadero jardín o a una floresta, y cuando pinta edificios les da ese tono vigoroso y positivo que solo la escuela realista sabe imprimir a las reproducciones del pincel. En cuanto a las figuras, ya hemos dicho que el Sr. Agrasot nos recuerda siempre a Goya, si bien acaba más los detalles accesorios y es más perfecto en los contornos. Sentimos que el poco tiempo que pudimos consagrar a nuestra visita, no nos permitiese estudiar con detenimiento todos los cuadros de nuestro amigo; pero ofrecemos ocuparnos más extensamente de este particular, pues tratándose de un artista comprovinciano nuestro y que tanto honra a su país natal, nos creemos en el deber de fijar la atención en sus obras para dar noticia de ellas a nuestros habituales lectores.”
El 11 de abril, anuncian que ha regalado un precioso cuadro para una buena causa. Esta generosidad la demostrará el resto de su vida colaborando en múltiples causas: «Objeto de arte. — Sabemos con gusto que el distinguido pintor, nuestro querido amigo y comprovinciano don Joaquín Agrasot, ha regalado a las señoras encargadas de la rifa para los pobres, un precioso cuadro que representa la vista del palacio del Dux de Venecia. Esta obra que tiene un valor intrínseco por ser debida a los pinceles de un artista que goza una merecida reputación en España y fuera de ella, estamos seguros de que la adquirirían con gusto algunos aficionados a la pintura, y en tal concepto creemos sería más conveniente para los pobres, que en vez de rifarse como los demás objetos reunidos al efecto, se vendiese a pública subasta uno de los días en que la feria se halla en su apogeo, por cuyo medio se conseguiría que el cuadro produjese una suma razonable. Si nuestra insinuación fuese favorablemente acogida, sería conveniente anunciarlo con tiempo, para llamar la atención de los aficionados de Alicante y de la provincia, lo cual, como hemos dicho ya, produciría indudablemente un ventajoso resultado.»

Laurent, J. ca. 1870
Nace su hijo Ricardo, bautizado el 23 de junio en la Parroquia de San Nicolás de Alicante
Ricardo Gervasi Joaquín Agustín Agrasot Zaragoza Parroquia de San Nicolás de Alicante
Bautizado el 23 de junio de 1875
Inscrito en el B-66 (1874_1875) Folio 112
Padre: Joaquín natural de Orihuela, artista
Madre: María Leandra natural de Elche
Abuelos paternos: Joaquín de Játiva y Rita Juan de Orihuela
Abuelos maternos: Bartolomé y Micaela Cubero
Padrinos: Cristóbal Cubero, hacendado y Teresa Santo
El 13 de julio, el mismo diario lo sitúa en su estudio de Alicante, preparando las maletas para trasladarse a Valencia y aconsejan a la Diputación o al Casino que adquieran una de sus obras: «Por fin nuestro querido amigo y comprovinciano, el ya célebre pintor D. Joaquín Agrasot, va a trasladarse a Valencia, en cuya ciudad piensa permanecer algún tiempo. Antes de su partida, hemos tenido el gusto de visitar nuevamente su estudio y de admirar los cuadros que ha pintado durante su permanencia en esta capital. Entre ellos hay varios bocetos bellísimos; algunos paisajes preciosos, y una marina de extraordinario mérito que, representa la explanada de los Mártires, el muelle de costa y el puerto de esta capital. Nosotros conocíamos ya al señor Agrasot como uno de los pintores de género más aventajados de España. Sus cuadros de costumbres y sus vistas copiadas del natural, le han valido una justa fama de que goza en todo el mundo artístico; pero hasta ahora no había ensayado las marinas, en cuyo género se ha colocado a la altura de los primeros pintores dedicados a él. Difícil es describir el cuadro a que nos referimos, en donde no se sabe qué admirar más, si su bellísimo y brillante colorido, o su riqueza de detalles, su manera, su movimiento, y sobre todo, la transparencia de las tintas que forman un ambiente inmejorable.»
«Nosotros a fuer de alicantinos desearíamos que ese cuadro quedase en nuestra capital, y si no se nos acusase de oficiosos, recomendaríamos a la Diputación o al Casino, corporaciones que pueden disponer sin gran extorsión de la cantidad suficiente para adquirir esa obra maestra de un comprovinciano nuestro, que se quedasen con ella, si es que el Sr. Agrasot no la tiene comprometida, y piensa venderla. La marina á que nos referimos es en nuestro humilde concepto un cuadro llamado a ser célebre, y por eso quisiéramos que no saliese de entre nosotros, seguros de que honraría a la corporación que lo adquiriese.»
1876. Se instalan en Valencia. Recibe la medalla de arte de la Exposición Universal de Filadelfia.
Año 1876:
El 13 de febrero, “La Época” de Madrid, anuncia el final de la exposición en el Museo de la Trinidad (desamortizada iglesia de los Trinitarios Calzados, en la calle de Atocha), de los objetos españoles que se remiten a Filadelfia por el ramo de Instrucción Pública. Entre los cuadros que se remiten, figura “Las dos amigas”, de Joaquín Agrasot.
La Exposición Universal de 1876 en Filadelfia fue la primera celebrada fuera de Europa. Superada la Guerra Civil, los americanos celebraban su primer centenario de independencia. Diez millones de visitantes recibieron con entusiasmo el arte y los productos españoles.

1876 en Filadelfia.
Volvemos a «El Constitucional». El 22 de julio, un artículo a dos columnas titulado «Nuestra provincia en Filadelfia» : «Desde el momento en que vimos anunciada la exposición universal que debía tener lugar en la capital de la Pensilvania, comprendimos que España era una de las naciones más interesadas en acudir a este gigantesco certamen en que todos los países del mundo iban a hacer gala de sus productos naturales y de sus adelantos industriales y artísticos. (…) Teníamos la seguridad de que la provincia de Alicante iba a jugar un brillante lugar en aquel palenque. (…) Hasta ahora, solo un jurado ha terminado sus tareas; el de Bellas Artes; y en este importantísimo ramo, es precisamente en el que España en general y nuestra provincia en particular, han conseguido un triunfo inmenso en Filadelfia. (…) Entre los premios adjudicados a la pintura de género, ha obtenido uno nuestro querido amigo el Sr. Agrasot. (…) De esos seis premios que ha obtenido España, dos han caído en pintores hijos de esta provincia, es decir, en D. Antonio Gisbert, natural del Alcoy, y en D. Joaquín Agrasot, que lo es de Orihuela».
El 27 de octubre: «Nuestro comprovinciano, el conocido pintor D. Joaquín Agrasot, ha recibido una carta del Sr. Conde Donadio, Director y Jurado de Bellas Artes en la exposición de Filadelfia, participándole que ha sido premiado su bello cuadro de «las dos amigas», del cual nos hemos ocupado en otra ocasión. Nosotros enviamos nuestra enhorabuena al Sr. Agrasot por su nuevo triunfo».
Año 1877:
El 2 de febrero se cumple la petición que habían formulado: «Hemos visto con satisfacción, que el Casino de esta capital ha adquirido la preciosa marina de nuestro amigo y comprovinciano, el ya célebre pintor de género D. Joaquín Agrasot. Dicho cuadro, representa una vista de nuestro puerto, tan perfectamente ejecutada, que estamos seguros, llamará la atención de cuantos inteligentes tengan el gusto de verla ….»

Joaquín Agrasot.
Adquirido por el Casino de Alicante.
El 21 de abril, en «El Graduador», otro periódico alicantino: «Viajero. Según me han asegurado, dentro de unos días debe llegar a esta capital el reputado e inteligente pintor Sr. Agrasot, saliendo inmediatamente con dirección a París, con objeto de atender a la colocación de su magnífico cuadro en la exposición universal que debe tener efecto en esa capital». (Dicha exposición fue inaugurada en París el 1 de mayo de 1878).
Lunes 4 de junio; “El Globo”; su sección cartas: “París 31 mayo 1877. Sr. Director de EL GLOBO: Difícil es hacer una reseña concienzuda de una Exposición como la del palacio de los Campos Elíseos, visitada diariamente por más de seis mil personas, y hasta por 20.000 los días festivos, en que es gratuita la entrada. (…) Gitanos y paisanos en la feria, titula Agrasot su cuadro, de graciosa composición y correcto dibujo.”
El 22 de noviembre, «El Constitucional» de Alicante, haciéndose eco de «Las Provincias» de Valencia: «Al inaugurarse las sesiones del Ateneo (de Valencia) en el presente curso, apareció en el Salón de Presidentes, el retrato de D. Eduardo Alard, que lo fue en el curso anterior. Dicho retrato, que es una obra maestra, está pintado por el reputado artista nuestro querido amigo y comprovinciano D. Joaquín Agrasot»….
1878. El matrimonio Agrasot fijan su domicilio en Valencia en la calle del Pintor Vicente López, invariable residencia hasta el fallecimiento de ambos.
Año 1878:
El 16 de marzo, es el semanario oriolano «El Segura», el que cita a «El Constitucional» en un artículo titulado «El arte en nuestra provincia»:
«..hoy tenemos una verdadera complacencia en llamar la atención de los inteligentes sobre la última obra del Sr. Agrasot, que es una verdadera perla del arte recientemente adquirida por nuestro amigo D. Arturo Salvetti (…) El cuadro al que nos referimos representa a un halconero de la Edad Media, sentado sobre la pilastra de una escalinata de piedra que da a un jardín (…) Felicitar a nuestro querido paisano, el reputado pintor y recordarle que Orihuela, siempre amante y cariñosa, tiene siempre en su mente un recuerdo, y en su alma raudales de amor para sus nobles hijos.»
El 6 de julio en el mismo semanario oriolano, citando a «El Imparcial»: «Nuestras bellas artes, no solo alcanzan gran honra en los salones que exhiben las de todo el mundo, sino provecho, pues todos nuestros artistas obtienen señalados precios por sus cuadros, pudiendo citar, como llegados con datos verídicos a mi noticia, detalles del cuadro animadísimo y leal de Agrasot «Antes de la corrida», por el cual ya han ofrecido 12.000 francos, que el artista no acepta por haberlo tasado en 15.000.»
El 31 de diciembre, mismo semanario: «Hemos tenido el gusto de saludar hace pocos días a nuestro querido amigo y notable pintor, D. Joaquín Agrasot, de regreso de su viaje a París».
Año 1879:
El 24 de enero, sin dejar «El Segura»: «Ha sido adquirido por D. Anselmo del Valle, rico capitalista cordobés, el magnífico cuadro titulado «La feria de Orihuela», expuesto en Londres y debido al pincel de nuestro paisano Sr. Agrasot».

Publicado el 15 de agosto de 1877
Madrid, jueves 28 de junio. “Crónica de la Música”: “LOS PINTORES ESPAÑOLES EN PARÍS. El Salón de 1879, o sea la Exposición de Bellas artes de este año en París, ha sido bastante brillante, y el Jurado ha adjudicado gran número de premios. (…) Entre los pintores españoles que han permanecido retraídos de este certamen pueden citarse Pradilla, Domingo, Madrazo (Raimundo), Gisbert, Rico, Iguzquiza, Navarrete, Agrasot, Martínez Cubéis, Tapiro y Vico.”
El 2 de agosto, «El Graduador» de Alicante. Un largo artículo firmado por Joaquín del Amo, dedicado a la sección de Bellas Artes en la Exposición Provincial de Alicante, celebrada aquel año: «Como hemos dicho, el Sr. Agrasot es el artista que mayores elogios ha recibido en el certamen de este año; sus dos cuadros, que representan dos manolas (…) una de ellas, sentada sobre un banco de un patio, toca la guitarra (…) También ha presentado el Sr. Agrasot otros dos cuadros menores, una dama y un halconero, los cuales no desdicen en ninguno de sus detalles de la justa fama de su autor…»
Alicante, 25 de agosto, “El Liberal”: «Exposición de Alicante. Entre los muchos festejos preparados por esta ciudad con el objeto de atraer a los forasteros en la presente estación, ninguno seguramente más adecuado que la exposición provincial par a dar una idea de la cultura de Alicante. (…) En la sección primera sobresale Orihuela con sus sedas, linos, cáñamos y las muestras de caña de azúcar. (…) En la sección tercera, Bellas Artes, es de lamentar la falta de concurso de pintores eminentes de la provincia. Llaman la atención de los aficionados los lienzos de Agrasot y Bushell.»

El 6 de septiembre, el mismo periódico publica la relación de premios otorgados por el jurado de dicha exposición a tres columnas: Joaquín Agrasot, de Valencia, presentó «obras de mérito sobresaliente sin opción a premio».
24 de septiembre, “El Liberal” de Madrid: “Exposición Provincial de Alicante septiembre de 1879 (…) El Sr. Agrasot tiene, entre otros, dos cuadros que representan manolas, una de ellas abanicándose en actitud provocativa, y otra sentada tal vez en situación algo forzada y tocando la guitarra. La animación y gracia, unidos a la propiedad y perfección con que están representados los detalles, y particularmente los vestidos, son las cualidades que más resaltan en los indicados lienzos”.
«La Ilustración Española y Americana» 30 de octubre: «En la página 261 damos varios episodios alusivos a la inundación en Orihuela, según apuntes que debemos a la atención del Sr. Agrasot, artista ventajosamente conocido del público, y que hallándose en aquélla, su ciudad natal, se ha servido favorecernos con los interesantes datos que en la citada página ofrecemos a nuestros lectores. No necesitamos dar sobre ellos explicación alguna, pues por sí solos describen elocuentemente la tristeza de las escenas que representan.»

La Ilustración Española y Americana, núm XL. 30 octubre 1879.
La calle de los Hostales, Plaza de las Salesas, distribución de víveres al vecindario, escenas de desolación en la huerta en la mañana del 16, Puerta de las Cadenas en la Catedral, casas arruinadas en las afueras de la Mancebería.
El 12 de noviembre, «El Comercio» de Valencia: «Para la rifa que los artistas de esta capital van a celebrar en favor de las víctimas de la inundación de las provincias del Sur (…) tenemos noticias que está pintando D. Joaquín Agrasot , un busto de una joven veneciana»…
Año 1880:
El 12 de marzo, «El Constitucional» nos informa de que está en Valencia. Acaba de terminar un cuadro cuyo asunto es: «Un taller destinado a la construcción de armas y otros utensilios propios de la guerra. En primer término se destaca un grupo de soldados flamencos que se hayan conversando tranquilamente; y un poco más retirado, se distingue otro grupo de soldados que discuten con el jefe de taller, acerca de la forma que ha de tener una empuñadura de cazoleta que se haya trazada con lápiz en un encerado que cuelga de un pilar. Allá en el fondo, bajo la techumbre, se ve una fragua encendida, y junto a ella un banco rodeado de operarios y soldados. En las paredes hay arrimadas varias armaduras, petos, espadas, lanzas y otros adminículos propios de los soldados y del taller»….
El 11 de abril, en «El Católico» de Valencia, figura el programa de la exposición de Bellas Artes que va a celebrar la Sociedad recreativa «El Iris», del 20 al 31 de mayo de 1880, para todos los artistas valencianos. Joaquín Agrasot figura en la comisión organizadora y es elegido como jurado.

El 23 de mayo, «La Unión Católica», de Valencia, certifica la apertura de la exposición artística dispuesta por la Sociedad «El Iris». Encabeza el listado de obras expuestas el Sr. Agrasot. La mayoría de los cuadros eran de pequeño formato; no así el retrato de señora, de cuerpo entero presentado por Agrasot junto al de un «Clown», pintura ya conocida por el público valenciano. Casi al final del listado, figura también Joaquín Sorolla.
Gracias a la publicación sobre la Sociedad Recreativa Iris, de Vicente Mª Roig Condomina, tenemos la crítica publicada en «El Mercantil Valenciano»; que se ocupó en primer lugar de Joaquín Agrasot. Afirmando que su fama pública le concedía cierta supremacía entre los demás artistas residentes en Valencia, por lo que si se mostraba severo con él, se debía al hecho de pertenecer a la escuela de los que creían «que nobleza obliga», y que cuando se había llegado «a cierta altura, descender un solo paso era hundirse». Sobre el retrato de señora de cuerpo entero: «Lienzo que reúne condiciones muy apreciables aun cuando por casualidad se ha podido vencer hasta cierto punto en él la entonación y la verdadera armonía en el conjunto. El contraste, sin embargo, tanto del tono de luz como del color, si no es duro porque en realidad no lo es, tampoco tiene la debida suavidad, aquella morena cabeza sobre fondo amarillo claro, no acabó de satisfacernos. Fue un atrevimiento del genio aquella verdadera lucha de contrastes, pero el arte no gana gran cosa con estas audacias, a veces pretenciosas, de los artistas. Por lo demás el rostro de la retratada tiene una expresión muy tierna; lástima que las manos padezcan de alguna deformidad»; del Clown apreciaba el carácter y la precisión en el dibujo -excepto en algunos perros-, así como «la verdad y belleza del colorido como las cualidades más sobresalientes.»
Concluía el crítico con «el cuadrito» del joven Joaquín Sorolla, muy bien concebido y casi bien expresado, revelando el germen de un artista que todavía necesitaba el estudio para su desarrollo.
El 31 de octubre, «El Constitucional» transcribe una larga carta del corresponsal en Alicante al director de «Las Provincias», de Valencia. En ella describe detalladamente un notable edificio que acaba de visitar en Alicante. Es la morada del acaudalado banquero Sr. Salvetti; quien gastando a manos llenas el oro de sus arcas, está rehabilitando un viejo caserón para convertirlo en un pequeño palacio con todas las comodidades que puede exigir el gusto más refinado. El techo del salón está dividido en tres medallones debidos al pincel del distinguido pintor alicantino Sr. Agrasot: «Representa el centro una porción de niños con alas de mariposa, entretenidos en perseguir y cazar unas preciosas avecillas de mil colores, que vuelan en el ancho espacio de un cielo sereno y azul; y los de los extremos son dos bellísimas alegorías de la Música y de la Poesía».
No es su única intervención decorando palacetes; el pintor aragonés, Máximo Juderías Caballero, afirma que cuando estudiaba en Madrid, trabajó con Agrasot en las pinturas de una mansión en la Castellana, propiedad de un alto funcionario llamado Rafael Ruiz Martínez.

Año 1881:
El 26 de enero, «La Unión Católica», Valencia: La Junta directiva de lo Rat-Penat nombra a D. Joaquín Agrasot como uno de los «Mantenedores» para que formen el «Consistorio» de los Juegos Florales de 1881.
Entre el 25 y el 26 de abril, «El Demócrata», «La Iberia» y «Crónica de Cataluña», presentan la lista de jurados para la Exposición Nacional de Bellas Artes. Aparece Joaquín Agrasot.
El 1 de junio, “La Ilustración popular económica de Valencia”: “Los artistas valencianos y la exposición de «Bellas Artes» de Madrid. Valencia está de enhorabuenas, sus hijos están alcanzando un puesto muy distinguido en la exposición que actualmente se celebra en Madrid”. En un largo artículo repasa las intervenciones valencianas en Filadelfia o París.
23 de julio, «El Comercio», Valencia: Bajo el título «La exposición industrial y artística del Ateneo Obrero» habla de su apertura, celebrada en el salón del teatro del Ateneo Casino Obrero; y describe su contenido sala por sala. Al llegar a la parte artística, «sin ser muy notable, ofrece algunas obras interesantes de maestros ya consumados y de jóvenes artistas que ofrecen lisonjeras esperanzas. Figuran entre las primeras dos cuadros de Don Joaquín Agrasot: una cabeza de labradora o gitana, y el retrato del Sr. Labaila, para la galería de presidentes de «Lo Rat-Penat».
16 de diciembre. “La Época”, Madrid: “Del martes al miércoles próximo se inaugurará la brillante exposición de acuarelas y dibujos que prepara el conocido negociante de cuadros, Sr. Hernández en su establecimiento de la calle del Desengaño núm. 24. Los aficionados esperan con ansia este certamen artístico, que honrarán, además de S. A. la infanta doña Paz, cuyos trabajos sorprenderán agradablemente al público, acuarelistas y pintores tan notables como…” Entre la larga lista figuran Fortuny, Madrazo, Rosales, Agrasot…
24 de diciembre. «El Imparcial» de Madrid: «Exposición de acuarelas y dibujos. Una leonesa, del Sr. Agrasot, es acuarela de las más dignas de encomio que se hallan en el salón».
Año 1882:
El 12 de enero, «El Constitucional» de Alicante transcribe dos curiosos certificados expedidos por los afamados pintores Joaquín Agrasot y Raimundo Domingo tras examinar un álbum confeccionado por un invidente.
Francisco Just i Valentí era un cajista que perdió la visión muy joven; dedicando su vida a los invidentes; como profesor y como precursor de lo que hoy conocemos como la once. Además fue el artífice de increíbles mapas y publicaciones para ciegos. Entre ellas, un álbum de dibujo que fue largamente elogiado por ambos artistas. Transcribo un poco de Agrasot que comenzaba así:
«D. Joaquín Agrasot y Juan, pintor premiado en varias exposiciones nacionales y extranjeras, miembro del jurado en las Bellas Artes de Madrid en 1871 y 1881, etc., etc. Certifico: Que he quedado sorprendido al examinar el álbum con dibujos de adornos en relieve que el ciego Don Francisco Just ha ejecutado solo con el auxilio de un punzón y una pauta, cuya obra tiene por objeto el facilitar a los ciegos el estudio del dibujo por medio del tacto».
Tras hablar de la importancia del la obra; de su paciencia y talento; de la conveniencia de que ese «monumento a la paciencia» fuese adquirido por el Estado, por el bien de la Patria, se atrevió a asegurar que bien podría tasarse por la cantidad de ocho a diez mil pesetas; y para que sirviera de satisfacción al autor, expedía y firmaba la presente en Alicante a 3 de octubre. El otro «examinador» lo tasó directamente en 10.000 pesetas.
El 24 de enero, el diario valenciano, «El Universo», felicita a Agrasot por una obra expuesta en los escaparates de la tienda del señor Pampló. Un cuadro de grandes dimensiones destinado a figurar en la Exposición Internacional de Viena, a celebrar en breve (mayo de 1873). «Representa a una hermosa florista de nuestra huerta, sosteniendo el clásico canastillo lleno de flores.»

El 4 de febrero, “La Época”, periódico madrileño: «El distinguido pintor D. Joaquín Agrasot, hijo de Orihuela, y hace años establecido en Valencia, envía a la Exposición de Viena un hermoso lienzo, que llamará la atención en las orillas del Danubio. Representa a una florista valenciana, con el pintoresco traje de nuestras antiguas campesinas, y está pintado de una manera deliciosa».
El 8 de febrero, «El Graduador» de Alicante, se hace eco de la misma noticia citando a «El Universo» y uniéndose a la felicitación.
El 16 de marzo, «El Constitucional» da su cordial enhorabuena y deseaba el merecido premio al Sr. Agrasot por una nueva joya del acreditado pintor. Su destino es la próxima exposición que se ha de celebrar en París. Representa la salida de una procesión de la Catedral de León; y está temporalmente expuesta en el que califica de «centro de exposición permanente», el escaparate del establecimiento del Sr. Nicolás.
El 21 de marzo desde Alicante, es «El Graduador» quien le felicita por el mismo cuadro, expuesto en la calle Zaragoza, de Valencia; con destino a la exposición permanente del Salón de París. Y lo describe: En las puertas de la Catedral de León una pareja de guardias civiles a caballo aguarda para abrir paso al séquito religioso; una banda de música; clérigos con cirios y estandartes; gente de la ciudad y del campo agrupada para ver la procesión…
Dos días después, el mismo periódico menciona el mismo cuadro haciéndose eco de «El Universo» por el inmenso gentío que transita por la calle de Zaragoza, en el escaparate del Sr. Nicolás. Curiosos y aficionados se acercan a ver con sus propios ojos la procesión del Corpus en la Catedral de León.
14 de abril, “El Liberal” de Madrid: “El salón destinado a las obras de los artistas españoles en la Exposición de Bellas Artes que se celebra actualmente en la capital de Austria mide 15 metros de largo y siete de ancho, y es el primero del edificio, entrando por el vestíbulo de honor.» En él figuran 40 pinturas, entre ellas una de Agrasot.
Madrid, 7 de mayo.“La Ilustración Católica”: «En esta corte se ha celebrado en el mes de abril una exposición de pinturas, organizada por el Círculo de Bellas Artes. Figuraban entre ellas un retrato de la señora V. Q., de D. Federico Madrazo, digno de su fama; un paisaje de Martín Rico, una Julieta de Casado del Alisal, una marina de Monleón, dos paisajes de los alrededores de Granada, de Gomar. Puede decirse que la Exposición no es de las que forman época; mucho cuadro de género, muchos paisajes, y en general se advierte que el tiempo ha faltado a los autores que exponen. En el mes de mayo se celebrarán tres exposiciones: la de la Sociedad de acuarelistas; otra organizada por D. Pedro Bosch, en la que habrá cuadros de Rosales, Fortuny, Villegas, Jiménez Aranda, Agrasot y otros; y en fin, la tercera, de que es promovedor el comerciante de pinturas Sr. Hernández. Esta última se realizará en el palacio del conde de Arenzana, y figurarán en ella obras de las infantas Doña Paz y Doña Eulalia, de Fortuny, Rosales, Pradilla, Casado, Villegas Haes, Plasencia, Domínguez y otros celebrados pintores.”
De nuevo «El Graduador», el 16 de julio informa de la reproducción de «Salida de una procesión» en el último número de «La Ilustración Española y Americana». De la tienda de la calle Zaragoza, ha pasado a la exposición Bosch de Madrid.

Publicado el 8 de julio de 1882.
El mismo periódico alicantino cita el 22 de agosto una feliz casualidad que les ha permitido examinar otra obra del aventajado pintor Sr. Agrasot; al que dan la enhorabuena. Se trata de un cuadro de costumbres valencianas en el que una familia de labradores se encuentra alrededor de una mesa en el patio, después de la comida.
“El Liberal”, sábado 2 de septiembre: “Anteayer se ha verificado en los salones de la Exposición artística de don Pedro Bosch, la adjudicación de premios otorgados a los pintores que presentaron obras en el último concurso, del cual dimos cuenta a su debido tiempo; habiendo pertenecido al jurado calificador los distinguidos artistas señores Domínguez, Ferrant, Franco, Francés, Madrazo y Martínez Cabells.(…) El señor Agrasot obtuvo un busto de bronce, regalo de doña Isabel II.” (Esta noticia se repite en todos los periódicos de la capital).
«La Ilustración Artística», 1 de octubre: «EN LA PLAZA, acuarela por J. Agrasot. Ya ha sonado la hora de dar principio al sangriento espectáculo; la autoridad competente ha ocupado su asiento en el palco de la presidencia, y agitado el blático cendal, a cuya señal ha salido la cuadrilla en correcta formación para hacer el saludo de rúbrica; ya están los picadores en sus puestos, dando saliva al agudo rejón, y ya los peones, indiferentes al peligro, esperan tranquilos que llegue el momento de ejercitar sus piernas, su destreza y sangre fría, conversando con sosiego, asegurando los mal prendidos lazos del traje o paseando la mirada por los tendidos para dirigir una sonrisa a sus entusiastas admiradores. Este es el momento elegido por el estudioso pintor valenciano don J. Agrasot para representarlo en la acuarela de que es una reproducción nuestro grabado.»

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).
Mi agradecimiento a José Manuel Dayas.