Crónica de Orihuela 1923. Febrero
Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo, cronista oficial de Orihuela.
Febrero de 1923.
Este de 1923 no es realmente un año bueno para nuestra Ciudad, puramente agrícola. A los fríos secos del pasado Enero suceden unos días de sol espléndido, de un sol como el que tanto buscan los ricos del Mundo en la costa Azul; de un sol que caldea la atmósfera y produce una temperatura primaveral que hace florecer prematuramente los almendros; que hace entonar a los pájaros la canción amorosa con la que invitan a la hembra a formar los nidos para reproducirse; y con esa temperatura aumenta la sequía que ya va agostando las cosechas campesinas que eran la esperanza de los labriegos después de un año en el que por falta de lluvias oportunas, no tuvieron cosecha de ningún género.
Pero por si no era bastante, unos vientos huracanados, rabiosamente huracanados, barren las nubes que algunos días encelajaban el horizonte y a la vez, se llevan los signos esperados de una posible vivificante lluvia, a arrasar los naranjales, sembrando de doradas bolas los suelos de los frondosos huertos, perennemente verdes.
Si la cosecha de naranja, una de las más ricas e importantes de nuestra vega, ha sido arrebatada de los árboles por los furiosos vendavales de este mes, los cosecheros han visto mermadas en una mitad sus ingresos.
Y aún hay que poner otra nota de desconsuelos en estas cosas meteorológicas, y es que mientras esos aires limpian de nubes el espacio y llenan de naranjas que se pierden la tierra, se tiene siempre el temor de que el río Segura, sufra una de esas crecidas que desbordan sus cenagosas corrientes y arrastran las cosechas de la huerta y la arruinan totalmente, y encharcan y enlodan las calles de la Ciudad, porque cuando persisten esos vientos de N. O., es señal inequívoca de que llueve a torrentes por la cuenca alta del río, y éste aumenta su caudal considerablemente, como en efecto sucedió, por los días del 20 al 24 de mes.
Recibió el Alcalde Sr. Balaguer, telegramas alarmantísimos del ingeniero jefe de la División Hidrográfica del Segura, y como era su deber las comunicó al pueblo y los transmitió a los parajes de la huerta que por estar hondos, están amenazados de fáciles inundaciones; y en la huerta sonaron aquellas noches las «caracolas» avisando el peligro con su sonido ronco de alerta, de alarma, y en la Ciudad se tomaron las medidas de previsión que la experiencia aconseja.
Afortunadamente no se desbordó el río Segura, pasó el agua sucia, turbulenta, maloliente, alcanzando una altura temerosa; pero gracias a Dios, no se sufrieron los daños inmensos de una inundación. Pero ha pasado Febrero y no ha llovido; y los campos están para que se pierdan las cosechas.
Los primeros días de este mes, dan todos los años una nota sensible; la de la incorporación a filas de los reclutas.
Repítense las mismas escenas en la Estación de Ferrocarril, las madres que lloran y abrazan a los hijos; éstos que devuelven la caricia a las madres; las novias que despiden a los novios pensando en hacer cola por la noche al chico de la panadería, porque el que se va tardará tres años en volver y la verdad, tres años son muchos años para una espera con tan sólo cartas.
Y así sucedió este mes de este año que vamos anotando, y así seguirá sucediendo en años sucesivos, mientras no sean los ejércitos mercenarios.
El carnaval nada nuevo ni digno de mención dejó para ser anotado. Unos días de unos vientos terribles que lo deslucieron.
Las tardes en la Glorieta, nada de particular; y las noches, sólo la del martes último hubo música en la intersección de las calles de Loazes y Alfonso XIII; y en el Casino un baile poco animado.
Máscaras, pocas y sin gusto para disfrazarse. Mamarrachos, eso sí, muchos y de pésimo gusto.
En estos días tuvo Orihuela la visita de un personaje; del Ministro del Trabajo, Exmo. Sr. D. Joaquín Chapaprieta. Había venido el Sr. Chapaprieta a su pueblo natal, Torrevieja, aprovechando las vacaciones de Carnaval, para darse el gusto de ver a su familia y amigos, que todos lo saludaron siendo el Ministro de la Corona, y unos amigos y compañeros suyos, de estos compañeros de estudio en el Seminario, le invitaron a comer con ellos en el centro docente donde tantas veces comieran mientras eran escolares; y agradecido aceptó el Ministro, y rememorando tiempos felices de la adolescencia en una comida íntima, tuvieron un rato de expansión los señores Chapaprieta, Cavero, Olmos y algunos más.
A los postres subió al Seminario el Alcalde de esta Ciudad D. Antonio Balaguer, a cumplimentar al Ministro. Terminada aquella comida de «colegiales», el Sr. Chapaprieta marchó en automóvil a su finca «El Barranco», próxima a Bigastro, y de allí a Torrevieja y otra vez a Madrid.
Existe un organismo local que todo el mundo ha supuesto que no sirve para nada, si no es para dar personalidad a unos señores que, separados de dicha entidad, carecerían en absoluto de ella; pero se ha presentado una ocasión en la cual ha demostrado brillantemente que sirve para bastante más que para lo que hasta ese momento se le había supuesto. Me refiero a la Cámara de Comercio.
El impuesto de Utilidades ha producido en toda España la protesta consiguiente. En Alicante se convocó una asamblea de cámaras de comercio de Orihuela y otros organismos similares, para formular una seria y razonada protesta.
A dicha Asamblea, concurrió representada por el vicepresidente D. Manuel Martínez Simón y el secretario D. José Escudero Bernicola, la Cámara de Comercio de Orihuela; y allí, el Señor Escudero, letrado elocuente, expuso las aspiraciones del comercio oriolano representado por la cámara local.
Y después de apoyarlas con elocuencia, leyó unas conclusiones que tuvo la satisfacción de ver que eran aplaudidas y adoptadas por unanimidad por todos los asambleístas que llenaban el amplio teatro donde se celebraba la asamblea, y que fueron adoptadas en vez de las que llevó formuladas la Cámara de Comercio de Alicante; y después fueron llevadas al Gobierno Civil y transmitidas como conclusiones de la asamblea por el Gobernador al Presidente del Consejo de Ministros.
Es digno de ser catalogado este triunfo de la Cámara de Comercio de Orihuela y de su secretario, el joven y elocuente abogado D. José Escudero Bernicola.
En este mes comienza a desarrollarse un suceso, cuyo desenlace fatal se verá en el próximo mes de marzo, si el «curioso» lector tiene el mal gusto y la paciencia de seguir leyendo esta crónica, que en esta parte van a parecer los capítulos de una novela por entregas.
El vecino del partido rural de Molíns, Francisco Rodríguez, rindió el fruto del huerto de naranjas el día 13 último, martes de carnaval. Se dice que le dieron, como producto de aquella venta, tres mil pesetas que estuvo enseñando en el café de Novedades, donde pasó la tarde y la noche hasta bien entrada.
A las once aproximadamente de la noche marchó a su casa, según dijo, pero todavía no ha llegado a ella. Su madre, su mujer, sus deudos, lo han buscado inútilmente y han dado cuenta de su desaparición. Unos dicen creer que ha sido una huida del hogar conyugal, y otros que se trata de un crimen.
¿Quiénes acertarán?
Las novedades teatrales, han sido en el Circo, dos funciones por la compañía de Enrique Borrás, representando «El Cardenal» y «El Rebaño», y después seis funciones de la compañía cómica de Pedro Zorrilla, y en el Salón Novedades, la continuada exhibición de películas muy interesantes y del agrado del público.
Ambos teatros han tenido éxito: aquel con las compañías indicadas, y éste con el cinematógrafo.
Como todos los años, al comenzar la Cuaresma, tuvo lugar en la iglesia parroquial de Santas Justa y Rufina un solemne novenario en honor de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a cuyo efecto fue trasladado procesionalmente la imagen del Patrono de Orihuela desde su Santuario del convento de Santa Ana, a la mencionada Parroquia en la tarde del día 16 de Febrero, dando comienzo el novenario a la siguiente, con los muy elocuentes y doctrinales sermones del Padre Francisco Calabuig, Vicario del convento de Jumilla de la orden de Franciscanos; pero como este fraile pusiérase enfermo mientras duraba el novenario citado, le sustituyó unos días el fraile Padre Manuel Fernández, Guardián del convento de la misma orden de la vecina capital de Murcia.
Siempre Orihuela demostró en esta novena su amor al Padre Común de la Humanidad, pero en este año, la demostración fue inmensamente superior a la de los anteriores, exteriorizándose en el último día que dio la Comunión el Obispo, acto que duró desde las siete de la mañana hasta las once de la misma; y por la tarde, en la procesión en que la imagen venerada fue devuelta desde la Parroquia a su Santuario, fue una manifestación imponente de fervor religioso.
En estos días, los conventos, tanto de monjas como de frailes, los colegios como el seminario y los Josefinos, dieron veladas literarias en honor del Prelado, a todas las cuales asistió y las presidió éste.
En la Casa de la Democracia siguieron las conferencias dominicales, siendo los oradores de este mes, D. José Franco Rufete y D. José Escudero Bernicola, celebrándose también una velada conmemorativa del advenimiento de la Primera República Española, velada que tuvo lugar el día 11 de Febrero, aniversario de aquella memorable e histórica fecha.
También, como en todos los años y cumpliendo el precepto legal, se celebró el tercer domingo de Febrero, el sorteo de los Mozos del Reemplazo del año venidero; cosa que nada de particular tendría, ni fuera digna de ser mencionada en estas Crónicas, si no ofreciera la singularidad de ser la quinta sorteada, la más grande conocida y realizada en esta Ciudad desde que se promulgó la ley del Reclutamiento. Se alistaron y fueron sorteados en año, 526 mozos.
En este mes, dejo de ejercer las funciones de Juez de este partido D. Trinidad Serrano García, que ascendió a Magistrado y fue destinado a Badajoz, viniendo a sustituirle D. Juan Pastor Mengual, que desempeñaba el cargo de Juez en Segorbe, viniendo a esta Ciudad ascendido, puesto que el Juzgado donde actuaba es de ascenso, y el de Orihuela, de término.
Y continuando el capítulo de cosas judiciales, haré constar que, el Juzgado de Aguas, que estaba instalado en el edificio propiedad de Ayuntamiento, denominado «La Caridad», se trasladó también a una casa que compraron los regantes de la Vega, que son los que sostienen el citado Juzgado de Aguas.
La casa en que se instaló, está situada en la calle de Ruiz Capdepón, junto al edificio que, en la misma calle, posee la Sociedad Unión Agrícola Caja de Ahorros y Socorros de Orihuela.
Por cierto; al ocuparse de este traslado en una sesión del Ayuntamiento, el concejal D. José Escudero Bernicola, denunció el hecho de que los muebles, que eran propiedad del Ayuntamiento, y que estaban ornamentando el Juzgado de Aguas mientras estaba en un local de la Corporación Municipal, al trasladarse de domicilio se los habían llevado, lo cual constituía un delito.
En la sesión última que celebró la Excma. Corporación Municipal, ésta quedó constituida en Tribunal de Apelación, cumpliendo un precepto de las Ordenanzas de Aguas, recurrida por los perjudicados José Ortigosa y otros, a los que patrocinaba en concepto de letrado defensor el Sr. Escudero Bernicola. Éste, después de un informe luminoso, metódico y razonado, pidió la revocación de la sentencia en todas sus partes.
El ponente de la Corporación Municipal, que lo era el Concejal ciervista, Jefe de esta minoría, D. Manuel Carrió Pastor, propuso a la Corporación, acceder a la petición del Sr. Escudero Bernicola, aceptándose por unanimidad la ponencia del Sr. Carrió, por virtud de la cual, quedó revocada la sentencia del Tribunal inferior, Juzgado de Aguas, aunque sin expresa condenación de costas.
Parece que, durante la estancia breve del Ministro de Trabajo en esta Ciudad, una comisión de obreros, de los del Circulo Instructivo, le ofreció sus respetos y le interesó para que se cumpla en todas sus partes la Ley del Descanso Dominical, así como la Jornada Mercantil; y para que influyera a fin de lograr la construcción de un barrio de casas baratas para obreros.
El día último del mes, vino a esta Ciudad, un Delegado Especial del Ministerio de Trabajo para ponerse de acuerdo con el Alcalde a fin de que se cumplieran las prescripciones del Descanso Dominical y de la Jornada Mercantil, acordándose reconstituir la Junta Local de Reformas Sociales; y este organismo, competente en todas esas materias, que dictara las disposiciones pertinentes al caso, compatibles con la idiosincrasia de País y las necesidades del mismo, amparadas en las dos mencionadas leyes.
La nota necrológica del mes es el fallecimiento del cajero de la sucursal en ésta del Banco de Cartagena, D. Manuel Cañizares, que a la vez era el Administrador de Loterías de la Ciudad.
El día 21 devolvió el Obispo la visita a la Corporación Municipal. Fue una sesión solemne. El Prelado dio las gracias a los representantes del pueblo por el recibimiento y acogida que éste le dispensó, y se ofreció a colaborar en toda obra de utilidad, de Caridad y aún de orden social; ofreciéndose para los días en que las luchas apasionadas y candentes de la política dividan la unión existente en el consistorio, interponer sus oficios de mediador para lograr que la discordia no se apodere del pueblo y la paz reine siempre en Orihuela.
El Alcalde D. Antonio Balaguer dio las gracias y se ofreció nuevamente al Prelado, expresando su deseo de que siempre le sea grata su estancia en la Ciudad del Thader, y beneficiosa para los intereses de la Iglesia y la Religión.
En nombre de la mayoría liberal del Ayuntamiento, el Sr. D. José Martínez Arenas pronunció un elocuente discurso agradeciendo al ilustre Prelado sus palabras, las primeras que había escuchado de tan alta dignidad eclesiástica que confortaban su ánimo para proseguir la labor de progreso, cultura y bienestar del pueblo; el Concejal ciervista D. Manuel Carrió también pronunció unas palabras elocuentes en nombre de su minoría, en honor del Sr. Obispo que, muy complacido abandonó la Casa Consistorial.
Este mes, la política se calmó un poco por no verse aún próxima la fecha de la convocatoria para las elecciones generales; no obstante se hicieron algunos comentarios con motivo del viaje del Ministro del Trabajo y con la brevísima visita a esta Ciudad, del Secretario Particular del Conde de Romanones, Sr. Brocás, que vino acompañado por D. Francisco Ballesteros Meseguer, quien ostenta la representación política del conde en este distrito, atribuyéndose dicha visita, al deseo del Sr. Romanones de que por esta ciudad sea Diputado un amigo suyo.
También se hizo algo de política a fin de evitar el pago de los gastos ocasionados por la confección del Registro Fiscal.
Efecto sin duda, de la sequedad del ambiente, se ha desarrollado durante este mes, una epidemia de carácter gripal; benigna, sí, pero epidemia al fin. No causa muchas víctimas, pero ocasiona muchos enfermos.
Nuestro ilustre paisano, el Deán de la Catedral de Murcia, D. Julio López Maymón, ha dado a la publicidad y ha puesto a la venta, un libro interesantísimo para los oriolanos.
Se trata en él de la Biografía más completa y minuciosamente detallada que se conoce hasta el día, del Cardenal oriolano D. Fernando de Loaces, fundador del antiguo y artístico convento de Dominicos Predicadores, extinguida Universidad Literaria de Orihuela, actualmente residencia de los P.P. Jesuitas, en la que tienen un colegio de Segunda Enseñanza.
Esta biografía ha merecido los unánimes elogios de personalidades doctas en materias de rebusca y buceo en archivos y bibliotecas, e igualmente a la Prensa, que ha recibido el libro del Sr. López Maymón, como una obra muy estimable en ese género literario. Aquí se ha puesto a la venta en el establecimiento de Emilio Salar Ruiz.
Muchos años habían transcurrido sin que el suicidio hiciera su aparición por nuestra tierra, pero en el corriente, se registran dos casos de este mal en pocos días. Uno, él ya anotado en el pasado mes de Enero, el otro, el del vecino del partido rural de la Murada, que puso fin a su existencia arrojándose al interior de un aljibe donde pereció ahogado.
Este infeliz se llamaba José Avila Berná; y parece que tomo la fatal resolución a causa de un padecimiento que perturbaba un poco sus facultades mentales. Esta es la versión del triste suceso.
Los últimos días de este mes, empieza a despertar el movimiento anual en favor de las Procesiones de Semana Santa; la Venerable Orden Tercera de San Francisco y la Cofradía de la Cruz acuerdan celebrar sus procesiones.
Igualmente se sabe que se celebrará la que costea D. Ramón Montero Mesples, quien también organiza la salida de la Centuria Romana, uno de los más grandes atractivos de las Procesiones de Semana Santa en esta Ciudad, y también se dice que se celebrará la procesión del domingo de Ramos que se celebrará en la iglesia de Santiago.
Y el mes termina como empezó; acentuándose la sequía y predominando los huracanes que despueblan los naranjos de su rico fruto, observándose los crepúsculos encendidos, semejantes a auroras boreales, precursores de los grandes y persistentes vientos de N.O. en esta población, que son siempre secos.
Manuscrito de José Manuel Teruel Rebollo Cronista de Orihuela (1922-1923). (Archivo Municipal de Orihuela).
Transcrito por Antonio José Mazón Albarracín. (AJOMALBA).