De Tudmir a Oriola 42.

De Tudmir a Oriola 42.

A comienzos de 1264, todo lo que quedaba del viejo y poderoso Al Ándalus estaba sometido a Alfonso X, rey de Castilla y León que vivía en Sevilla.

En Murcia, Muhamad Aben Hud, el monarca con el que pactó siendo infante, había fallecido en torno a 1260. Su hijo y sucesor Abu Yafar, tres años después.

El trono lo ocupaba un nieto, de nombre Muhamad, un títere en manos de Castilla. El Emir de Granada era también su vasallo, actuando como buenos vecinos.

Hasta el último momento, el astuto granadino supo mantener la farsa fingiendo lealtad a Alfonso. Pero mientras movía los hilos de una intriga que daría paso a la rebelión general contra el Sabio.

La revuelta sorprendió por su organización y coordinación. Tejida en el más absoluto de los secretos, los agentes granadinos consiguieron el alzamiento simultáneo en las plazas de Murcia y Andalucía.

Mientras, el ejército nazarí, reforzado con efectivos de Marruecos, penetraba en territorio castellano.

La parte más complicada de aquel plan quedó en manos de los musulmanes sevillanos. Su objetivo era capturar a la familia real asaltando el alcázar. Allí colocarían el rojo estandarte del Emir de Granada.

En noviembre de 1265 Jaime I de Aragón llegó a Biar encabezando un ejército dispuesto a penetrar en territorio murciano para socorrer a su yerno, el rey de Castilla.

Programa.