De Tudmir a Oriola 34.
Madina Mursya, enero de 1238, nueve meses antes de la caída de Valencia.
Llegó la noticia de la muerte de Aben Hud en Almería, y los murcianos prestaron juramento a su hijo, tutelado por su tío mientras el territorio murciano se descomponía en continuas revueltas.
Cuando la insurrección llegó a la capital, buscaron un nuevo líder: Azziz Ben Jattab, el último miembro conocido de la poderosa familia asentada en Tudmir desde la conquista musulmana, descendientes de un noble sirio y de la hija de Teodomiro.
A mediados de agosto, mientras Jaime I asediaba Valencia, encarcelaron al hijo de Aben Hud; y Azzid Ben Jattab se convirtió en dueño y señor del territorio murciano.
En menos de ocho meses, las esperanzas depositadas en aquel hombre sabio se difuminaron y llamaron a Zayyan Ben Mardanis.
En Uryula, permanecía el gobernador nombrado por Aben Hud; y tras sus murallas se refugiaron destacados juristas, literatos y científicos, gente con experiencia política durante la revolución anti-almohade.
Imagen: Alcázar Mayor de Murcia. Óleo sobre lienzo de José Hurtado Mena.
