De Tudmir a Oriola 29.
En la primavera de 1225, Jaime I reunió cortes en Tortosa y preparó una expedición contra la fortaleza de Peñíscola y la empresa fue boicoteada por la nobleza.
De sus frustradas campañas en territorio valenciano solo había obtenido una tregua con Abu Said, que al menos le permitía cobrar parias.
Pero defender esa tregua matando a uno de sus más destacados nobles le había costado una guerra civil que terminó con la concordia de Alcalá, solicitada por ambos bandos y auspiciada por el papa en 1227.
Necesitaba urgentemente una campaña militar contra los sarracenos, una cruzada.
La oportunidad llegó en las navidades de 1228, durante un banquete ofrecido en Tarragona por el mercader barcelonés Pere Martell. Un grupo de acaudalados burgueses catalanes le pidieron que acabase con los piratas de Mallorca.
En septiembre de 1229 las costas catalanas se cubrieron de velas blancas. Más de ciento cincuenta naves de diverso calado zarparon de los puertos de Tarragona, Salou y Cambrils.
Esta improvisada flota transportaba 1.500 caballeros y 15.000 infantes con destino a Mallorca…..