Biografías apuntadas: José Mª Sarget Lillo

José María Sarget Lillo

José María Sarget Lillo. Mi agradecimiento a su biznieto, Augusto Germán.

Año 1849. Nacimiento y antecedentes Familiares.

Jose María Sarget Lillo nació en Orihuela el 30 de junio de 1849 a las dos y media de la mañana. Ese mismo día fue bautizado en la catedral apadrinado por su hermano y por su abuela materna.

Era hijo de Francisco Sarget Calbis, abogado, natural de Tortosa, y de la oriolana María Dorotea Lillo Bo. Este matrimonio tenía un hijo trece años mayor, bautizado en la catedral en 1836 con el nombre de de Francisco de Asís; del que también hablaremos un poco. 

Fueron sus abuelos paternos Francisco Sarget, natural de Córdoba y Magdalena Calbis, de Menarguéns (Lérida) / Menàrgues (Lleida). Y los maternos José Lillo y María Bo, de Orihuela.

El año en que nació José María he localizado a su padre domiciliado en Madrid. Aparece en las guías de forasteros en la capital de 1849 y 1851: «Orihuela. Promotor Fiscal. D. Francisco Sarget».

Fotografía Ajomalba.

1861-1869. Bachillerato, oposición y matrimonio.

En el archivo del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza Alfonso X El Sabio de Murcia permanece el expediente académico del bachillerato de José María Sarget Lillo, natural de Orihuela, entre los años 1861 y 1864.

Cuatro años después de terminar el bachillerato, siendo todavía un adolescente, ganó unas oposiciones al Cuerpo de Aduanas. Su nombramiento como administrador de la aduana de la Bordeta quedó consignado en dos periódicos de la capital.

El Pensamiento español/La época. Madrid. 10 de julio 1868: NOMBRAMIENTOS. En el ramo de aduanas se han hecho últimamente los siguientes nombramientos: Administrador de la Bordeta, D. José María Sarget.

Catedral de Orihuela. José M. Pérez Basanta.

Conseguido el empleo, el 2 de julio de 1869, con veinte años recién cumplidos, se casó con María de los Dolores Hernández Herrero en la Catedral de Orihuela. Ella tenía la misma edad y era hija de Juan Hernández y de María Herrero; ambos vecinos de Almoradí.

1870-1880. Estudios superiores e hijas.

En 1870 tuvo su primera hija a la que llamaron María Dolores, como su madre. En la partida de bautismo consta como profesión del padre la de oficial de Aduanas; pero tenía decidido dar un giro radical a su vida.

Ese mismo año se matriculó en la Facultad de Farmacia de la Universidad Central de Madrid; y en 1871 solicitó la excedencia como funcionario.

El Imparcial. Madrid. 27 de agosto 1871: Han quedado excedentes, a petición suya y con derecho a volver al servicio, los empleados periciales de aduanas … D. José María Sarget…

Calle del Doctor Sarget. José María Pérez Basanta.

En 1873 se doctoró en Farmacia con la tesis: «Las sustancias grasas». Inmediatamente fue admitido como corresponsal en Orihuela del «Semanario Farmacéutico» de Madrid.

«El Genio médico-quirúrgico», publicado en Madrid en febrero de 1876, en el apartado «Farmacia Española» menciona un artículo suscrito por el señor «M. Sarget», desde Valencia (donde estudiaba Medicina), proponiendo una nueva fórmula para un jarabe balsámico.

En el anuario oficial de las aguas minerales de España, editado en Madrid en 1877 se expone un análisis practicado por el «profesor de farmacia D. José María Sarget».   

Pero la carrera de Farmacia tampoco culminó sus altas aspiraciones. Matriculado en la Facultad de Medicina de Valencia, se licenció como cirujano en el año 1879.

En ese periodo de vuelta a los estudios le habían nacido dos hijas más: María de Monserrate en 1872 y María del Carmen en 1873; pero ambas fallecieron. Tenemos constancia en prensa de una de las muertes, en 1878.

El Segura. 16 de abril 1878: Nuestro particular y querido amigo D. José María Sarget ha tenido la inmensa desgracia de perder hace unos días a una de sus hijas, víctima de una penosa enfermedad. Enviamos a la apreciable familia del señor Sarget el más sentido pésame, y le deseamos toda la resignación cristiana que es necesaria para soportar tan rudo golpe.

Su última hija, María Josefa, nacería dos años después, en 1880. Dolores y Josefa Sarget Hernández fueron su única descendencia conocida.

Calle del Doctor Sarget desde al campanario de la Catedral. Colección Javier Sánchez Portas.

José María fue articulista de prensa local y poeta aficionado durante toda su vida. Descartando las publicaciones científicas ya mencionadas en su época de estudiante, las primeras colaboraciones en prensa local que he encontrado son de enero de 1878.

Desde su primer número figuraba en la portada del semanario orcelitano «El Segura» como uno de sus colaboradores habituales. Ese año publicó al menos dos poemas, titulados «A la mujer» y «A Pepa»; y una «Miscelánea» en prosa sobre la primavera y el carnaval.

El Segura. 2 de febrero 1878: A LA MUJER. Por ti bendigo a fe mía / el momento en que nací, / por ti, querida, por ti. / nada más, no es bobería. / Era niño y ya te amaba / y si me dabas un beso /ante tan dulce embeleso / se me caía la baba.

Cuanto más y más crecía / más crecía en mi corazón / esa mágica ilusión / que exalta la fantasía. / Ese rico sentimiento / que haciendo mecer el alma / roba súbito la calma / y fascina el pensamiento.

Te amé con idolatría, / admiré tus gracias miles / y envidié tus quince abriles / empapados de ambrosía. / Vertí por ti, lo confieso, / lágrimas como avellanas, / tuve intenciones villanas / y llegué a perder el seso. / Soñé de noche y de día / con tus hechizos sin cuento / y todo mi pensamiento / en ti solo residía.

Pasa el tiempo y no se amengua / el fuego de mi pasión, / aún arde mi corazón / y hierve amor en mi lengua. / Aún siento muchas cosillas / por más que lucho y batallo, / y al verte; me dan cosquillas / y otras cosas… que me callo.  José M. Sarget.

En enero de 1879 cambiaron el formato del semanario buscando un tono más cultural; y Sarget publicó en primera página un extenso artículo lleno de tecnicismos del que sólo he transcrito unos párrafos. El experimento fracasó y «El Segura» cerró en marzo.

El Segura. 10 de enero 1879: CUATRO PALABRAS. La vida se extingue como la luz de una lámpara. Los años se suceden con una rapidez vertiginosa. Nos creemos durante la vida tallarnos enfrente de un cosmorama que vamos perdiendo de vista a medida que perdemos la existencia. La humanidad vive la vida de las fermentaciones.

Mientras vive se quema lentamente; esto es, se halla en plena eremacáusia o de otro modo, fermenta. Muere y sigue quemándose, continúa fermentando. Vivimos en perpetua oxidación. El oxígeno es el alma del mundo. Aguardan los pulmones su bienhechora influencia, como las flores el carbono que palpita entre los pliegues del aire…

En esas fechas, el Sarget realmente famoso era su hermano Francisco. Permitidme una pausa para esbozar una mini biografía.

Francisco Sarget Lillo (1836-1902).

El mayor de los Sarget nació, como ya he dicho, en 1836. La primera noticias que he localizado sobre él es su entrada en el Ayuntamiento de Orihuela en 1872.

Formaba parte del grupo radical que, a juicio de la prensa constitucional alicantina, sólo eran «hechuras del caudillo Rebagliato», «jefe del partido reaccionario que tantas lágrimas hizo verter a los que siempre han sido liberales».

El Constitucional. Alicante. 31 de octubre 1872: ¡Albricias, pues, liberales de toda España, los radicales han conseguido ya sentar la planta en las orillas del Segura! Orihuela ha caído bajo su dominio; la prueba de ello es que el ayuntamiento nombrado por la Comisión «federo radical de real orden», se compone en su gran mayoría de los que en nuestra provincia forman ese híbrido engendro que se llama radicalismo, y que no es otra cosa que una agregación de tránsfugas de todos los partidos.

Miembro del partido Liberal Conservador creado por Antonio Cánovas del Castillo, fue elegido diputado provincial en 1878.

El Constitucional. 29 de octubre 1878: Próximo el día en que ha de reunirse la Diputación, creemos conveniente dar a conocer a nuestros lectores los nombres de los diputados últimamente elegidos, y que han de tomar posesión de su cargo, inmediatamente después de examinadas las respectivas actas de su elección: Partido de Orihuela, distrito primero, D. Francisco Sarget Lillo.

Durante esa legislatura formó parte de la comisión de carreteras (1879); de las de Instrucción Pública y Beneficencia (1881) y de las de Instrucción Pública y Carreteras (1882).

En diciembre de 1882 fue suspendido en el ejercicio de su cargo tras un enfrentamiento de varios diputados con el gobernador civil de Alicante.

Aunque el comité conservador lo volvió a proponer como candidato para la Diputación provincial en 1885, su actividad política quedó relegada a segunda línea.

El Oriolano. 28 de marzo 1885: Del Corresponsal. Alicante 27 de Marzo de 1885. Sr. Director de El Oriolano. Muy Sr. mío: Ayer marcharon los Sres. Moreno Leante, Sarget y Mesples, que llegaron a Alicante en el tren de las dos y media de la tarde del día 25 del actual.

Según las noticias que he podido adquirir, dichos Sres. han visitado al Sr. Gobernador civil de la provincia, conferenciando con él acerca de la constitución definitiva del comité conservador de esa localidad, de las dificultades que han surgido entre sus individuos, a las que el señor Mesples no dio importancia, y del estado económico del municipio. Se hizo la presentación del candidato, Sr. Sarget, para diputado provincial por ese distrito en las próximas elecciones….

Formó parte del grupo de liberales conservadores que no aceptó la cesión de Cánovas a Sagasta en ese mismo año de 1885. Y poco a poco fue desapareciendo de la política activa al tiempo que su hermano tomaba protagonismo en el bando contrario.

En 1886 pasó a dirigir el periódico «El Día» con Ramón Mesples. Ambos eran presidente y vicepresidente del comité reformista. En 1889 fundó su propio semanario, «el Orcelitano», que apenas duró año y medio. En 1892 se hizo cargo del diario «El Independiente».

Todos estos periódicos actuaron como órganos de propaganda del partido liberal conservador oriolano, del que siguió formando parte. Y aunque se dedicaban a fustigar a los liberales fusionistas de Capdepón, mientras vivió Francisco, mostraron siempre bastante respeto por su hermano José María.

En julio de 1895 se lo quitaron de encima nombrándolo archivero municipal con un sueldo anual de 6.000 reales. Fallecido en febrero de 1902, el Ayuntamiento suprimió la plaza.

El Graduador. Alicante. 16 de febrero 1902: Fallecimiento. Sorpresa y grande nos ha causado la muerte de un amigo nuestro de Orihuela D. Francisco Sarget y Lillo, hermano del afamado médico D. José, presidente que fue de la Diputación provincial. El Sr. Sarget fue diputado provincial, cargo que desempeñó honradamente.

El Labrador. 17 de febrero 1902. El pasado miércoles y víctima de cruel enfermedad dejó de existir el que en vida fue querido amigo nuestro, D. Francisco Sarget Lillo, a cuya familia acompañamos en el justo dolor que hoy experimenta por pérdida tan irreparable.

En la última sesión celebrada por nuestra Excma. Corporación municipal y por razón de economía, se acordó suprimir la plaza de archivero que había quedado vacante por fallecimiento de don Francisco Sarget, que hasta aquí había venido desempeñándola.

Y nosotros volvemos a la biografía del doctor Sarget.

Calle del Doctor Sarget. José María Pérez Basanta.

1880-1881. Partido Democrático Progresista.

Desaparecido el semanario local «El Segura» en 1879, durante un lustro tenemos un tremendo vacío en la hemeroteca en cuanto a prensa oriolana se refiere. Sabemos que su despacho de farmacia y clínica médica estaban domiciliadas al inicio de la calle de San Juan de Orihuela.

Del año 1881 he localizado algunas noticias sueltas en prensa de Alicante; como su renuncia a la subdelegación de farmacia, el organismo encargado de controlar las buenas prácticas de los farmacéuticos y de erradicar a los intrusos en la «ciencia de curar».

El eco de la provincia (Alicante). 30 de marzo 1881: El Boletín oficial de ayer contiene una circular del Gobierno de la provincia señalando el plazo de ocho días para la presentación de solicitudes, a los que aspiren al cargo de subdelegado de farmacia del partido de Orihuela, vacante por renuncia de D. José María Sarget y Lillo.

Y de su adscripción, con el cargo de secretario, al Partido Democrático Progresista, creado en 1880.

La unión democrática (Alicante). 5 de septiembre 1880: La Junta organizadora ha recibido la siguiente adhesión de los demócratas más importantes de la vecina ciudad de Orihuela, y que publicamos con gran satisfacción, porque revela que los trabajos de reorganización de nuestro partido no son perdidos en esta provincia.

Nos felicitamos de adhesiones tan entusiastas como esta: «Los que suscriben, demócratas de la ciudad de Orihuela, se adhieren al manifiesto de primero de abril último, con cuyo contenido están en un todo conformes. Orihuela 26 de Agosto de 1880. … José María Sarget. Doctor en farmacia, médico-cirujano y propietario…

Y de su dimisión junto a buena parte de sus miembros; que acabarían uniéndose al Partido Liberal Fusionista fundado por Sagasta y liderado en el distrito por Trinitario Ruiz Capdepón.

La unión democrática. 2 de diciembre 1881: En la ciudad de Orihuela, a los quince días del mes de noviembre de mil ochocientos ochenta y uno, reunidos todos los individuos del partido democrático-progresista con la asistencia de la mayor parte de los representantes de los pueblos rurales, se dio cuenta de las dimisiones del Presidente D. Luis Muñoz; de las de los vice-presidentes D. Luis Bru y D. Daniel Aliaga.

De la del vocal D. Justo García; y de la de los secretarios don José María Sarget y D. Carlos Escudero, de este Comité, por estar conformes con la política de los Sres. Martos y Montero Ríos, y se acordó por unanimidad admitir estas dimisiones, si bien consignando el sentimiento que causaba al partido la separación de tan buenos amigos.

La prensa alicantina dejó constancia también de un confuso suceso ocurrido en su farmacia de la calle de San Juan. No he conseguido saber si fue un acto de delincuencia común o con motivaciones políticas.

Inicio de la Calle de San Juan.

El Graduador (Alicante). 13 de diciembre 1881: Ha ocurrido un lance muy desagradable en la farmacia de Orihuela de la calle de San Juan, habiendo sido sorprendido y maltratado el dueño de la misma, Sr. Sarget. La autoridad judicial entiende ya en este hecho.

El eco de la provincia. 14 de diciembre 1881: En «La Voz de Orihuela», reproducido después por «El Graduador» leemos que en la calle de San Juan de aquella ciudad ha ocurrido un lance muy desagradable habiendo sido sorprendido y maltratado en su propia casa el Sr. Sarget, dueño de la botica que existe en la calle que dejamos indicada. Según ambos colegas, la autoridad judicial entiende ya en este hecho. ¿Será esto un amago de la antigua partida de la Porra que ya en otros tiempos imperó en aquella pacífica ciudad? Todo podría suceder.

Las «partidas de la porra» mencionadas eran grupos de matones contratados para apalear a opositores y atacar redacciones de periódicos.

1882-1884. Junta de Sanidad.

Del periodo transcurrido entre los años 1882 y 1884 solo sé que, dedicado a ejercer su profesión, formó parte de la Junta de Sanidad en calidad de cirujano.

El Diario de Murcia. 12 de junio 1883: Dice «La Voz» de Orihuela: «Ayer salió precipitadamente para Torrevieja, nuestro muy querido amigo el Doctor Sarget, llamado con urgencia por el administrador de las Salinas, Sr. Zapata, a quien había sorprendido grave dolencia; quiera Dios que el estudioso doctor cuente otra página brillante en su carrera.

Por desgracia, en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional no se conservan ejemplares de «La Voz», un periódico oriolano que circuló por aquellas fechas; ni tampoco de los primeros ejemplares de «El Martes».

El Serpis (Alcoy). 12 de diciembre 1883: En Orihuela parece que se dejan sentir las plagas una después de otra. La viruela ha venido haciendo estragos en aquel vecindario y ahora que las autoridades han tomado alguna medida para contener el mal viene ya la prensa de aquella ciudad alarmada por otra terrible epidemia. La angina diftérica está causando gran número de víctimas entre los niños, alcanzando también a las personas hasta la edad de 30 años, en quienes se hace fulminante.

1885. El «Cólera morbo».

En 1885 sí disponemos de prensa local y tenemos constancia de que José María colaboraba con los semanarios «El Martes» y «El Oriolano». He recortado un poco la transcripción del siguiente artículo.

Cabecera de «El Martes». Año 1885.

El martes. 30 de abril 1885: LA CARA. Me encuentro en un gravísimo apuro. No sé cómo empezar. La cara, es vecina al cerebro, y como tal, refleja a veces las palpitaciones de la idea. Existen caras que esculpen de un modo maravilloso todos los signos del sentimiento más exquisito. Estas caras son numerosas por fortuna. Pintan la verdad y sienten la mentira…

… Existen caras arrogantes, sinceras, expresivas. En su superficie, se destacan, como en tranquilo lago, los más leves estremecimientos del pensamiento. Hablan sin lengua, sienten sin lágrimas, padecen de un modo enérgico y a través de su epidermis quebrantan las penas las barreras de la prudencia y en ondas de fuego invaden los arreboles del pesar sus limitados dominios.

Estos ejemplares son raros. Hay caras, carísimas. Son verdaderos gabinetes donde la nariz, los labios, los ojos, los dientes y las cejas, a manera de muebles que la moda versátil cambia de decorado, experimentan serias o festivas transformaciones…

… Iba a olvidarme de las caras que huelen. La última palabra de la perfumería parisiense, calladamente vibra en esas caras. Son laboratorios bellísimos, que animados por el soplo de la vida, tienen los perfumistas, en vez de catálogos que pregonen sus riquísimas esencias…

… A estas caras les daré un consejo higiénico. El agua es el mejor aroma y la mejor ambrosía. Y ¿Qué diré de las caras risueñas? Siempre rebosando alegría, sus almas flotando al parecer en los espacios vagarosos de la dicha, son caras felices, si la cara puede tener felicidad. Para ellas todo es gracejo, todo es chiste, pero no es oro todo lo que reluce…

… ¡Benditos sean los ojos cuando dicen lo que sienten! Cuando hablan algunos sujetos, el preludio de la palabra, en chispas de luz asoma antes por los ojos. La nariz es casi un paréntesis de la cara, aunque no completo. ¡Lo que hacen sufrir algunas narices! Pueden ustedes figurarse. Y basta por hoy de caras; que de más caras hablaré. J. M. Sarget.

Durante la terrible epidemia de cólera publicó los artículos «Sobre el Cólera» y «Acerca de la enfermedad sospechosa». He transcrito el segundo.

El martes. 3 de junio 1885: IMPRESIONES. Acerca de la enfermedad sospechosa. La costumbre es el gran remedio para adormecer la alarma de los pueblos. Al sonar el pasado año las primeras vibraciones sobre la aparición de una enfermedad sospechosa en España, fue inmensa la exaltación que embargó los espíritus, aprestándose la gente acomodada a no afrontar los rigores del enemigo y a evacuar las poblaciones de su residencia.

Pocos pueblos fueron, por fortuna, los que sufrieron los estragos de la enfermedad innominada, revuelto caos de apreciaciones médicas enturbió los horizontes de la opinión; los focos de infección no ensancharon sus perniciosos dominios y últimamente puede decirse, que la nación entera valoraba hasta con desdeñosa indiferencia los partes sanitarios que el Gobierno de S. M. ordenaba insertar en los periódicos oficiales.

Pasados los primeros empujes del combate morboso, la enfermedad, recatada con empeño después, se instaló en alguna que otra población y nadie se ocupaba de semejante adversario más que para deslizar alguna frase cáustica que envolvía epigramática censura a las medidas supra higiénicas adoptadas por el Ministro de la Gobernación.

Al año 1884 sucedió el que corre y casi en el dintel de la primavera, fulguraron los primeros chispazos de la reproducción del enigma patológico, en una importante ciudad de la provincia de Valencia. Progresivamente ha ido recorriendo pueblos enclavados en la misma región hidrográfica. La prensa oficial ha enmudecido, la opinión se muestra indiferente y el criterio médico anda un tanto discordante. La enfermedad sospechosa es cólera morbo, dice la generalidad.

Es una manifestación de malaria, puesto que su desenvolvimiento lo tiene en verdaderos pantanos, proclaman los antagonistas. Sea una cosa u otra, que yo me inclino a la primera, lo cierto es que con firme seguridad no lo sabemos nosotros; circunstancia que no ha ocurrido en ninguna epidemia de las que nos han visitado, porque al unisón ha resonado en todos los ámbitos idéntica estimación nosológica.

No es del caso en este periódico hacer un estudio concienzudo y técnico de la enfermedad sospechosa, ni de su locomoción en los puntos que ha recorrido, ni de todo lo que conviene a su significación sintomática, pero me admira su rara propagación; por más que la higiene enfrene con sus reguladores profilácticos las válvulas olvidadas de la policía urbana.

Pues bien; en medio de este revuelto mar de ideas, un hombre eminente, un sacerdote del trabajo y de la ciencia, el Dr. Ferrán, ha llevado a la práctica un procedimiento preservativo del cólera que, si la experiencia lo sanciona, bien puede esta nación hidalga enorgullecerse de haber elaborado en su seno un cerebro donde germinara uno de los descubrimientos más grandiosos del siglo XIX.

Había la idea de quedar aniquilada y vencida por la enfermedad, pero de todos modos nos cabe la gloria de que el Dr. Ferrán, botánico y zoólogo de los mundos del infinito, de la flora y la fauna del microscopio, haya determinado el primero, con un rigorismo envidiable, el ciclo morfológico del micrófito, que al parecer es el «primum novens» del cólera.

Pendientes nos encontramos de sus experiencias, reglamentadas por el Gobierno a la sazón. Indescriptible fruición sentiríamos si la victoria acariciara los desvelos de este sabio modesto, honra y prez de los médicos y de todos los españoles. José M. Sarget.

Sarget alcanzó gran protagonismo durante esa epidemia. Propuso crear juntas sanitarias en cada uno de los barrios oriolanos. Y junto a media docena de médicos, atendieron gratuitamente a los pobres afectados por el cólera.

En marzo, su correligionario Rufino Gea, fundó un semanario al que llamó «El Oriolano». Aunque se declaró «incoloro», desde el primer número se dedicó a fustigar al Partido Conservador, adversario del Partido Liberal Fusionista al que ambos pertenecían.

Cabecera de «El Oriolano», año 1885.

El Oriolano. 13 de junio 1885: Anoche a las nueve y media se reunieron los señores de la junta local de sanidad bajo la presidencia del señor Mesples. Se discutió la conveniencia de adoptar cuantas medidas se juzguen oportunas para alejar de Orihuela el mal que nos amenaza…

… Se acordó, a propuesta del Sr. Sarget, crear juntas parciales de sanidad en cada uno de los distritos o barrios para la inspección sanitaria de los mismos: aislar completamente cualquiera edificio en donde se presente algún caso sospechoso; establecer los tres lazaretos que indicamos en otro lugar, y adoptar el método de las fumigaciones para las personas o mercancías de procedencia sospechosa.

El martes. 18 de junio 1885: La nueva junta de sanidad que empezará a ejercer el 1º de Julio próximo la componen los señores siguientes: VOCALES. Médico. — D. Escolástico García Lidón. Cirujano. — D. José María Sarget Lillo. Farmacéutico. — D. José Franco Rebagliato. Veterinario. — D. Narciso Carramata…

El martes. 20 de junio 1885: Para el caso de que se presente la epidemia colérica en esta ciudad, se han encargado gratuitamente de la asistencia médica, por carecer de recursos el municipio, los señores siguientes: ARRABAL DE S. JUAN. Médicos: Oswaldo Codina y José Mª Sarget.

Se decía que Sarget no sólo no cobraba la consulta; a veces entregaba dinero al paciente pobre para que pagase las medicinas. Y se le atribuyó la frase «la miseria y el hambre causan más víctimas que el cólera».

El Oriolano. 4 de julio 1885: Mucho contribuye la asistencia de los médicos que sin darse un momento de reposo acuden a prestar a los desgraciados enfermos los auxilios de la ciencia, socorriéndoles al mismo tiempo con dinero, pues como oímos decir a nuestro amigo el señor Sarget, la miseria y el hambre han causado más víctimas que el cólera morbo asiático.

No dudó en convertirse en portavoz de los médicos oriolanos cuando fue necesario, publicando cartas abiertas en prensa.

El martes. 16 de julio 1885: Tenemos un especial gusto en complacer a nuestro distinguido amigo el Dr. don José María Sarget, insertando a continuación la carta protesta que nos ha remitido. Dice así:

He leído con singular extrañeza un artículo publicado por «El Constitucional Dinástico» de Alicante, en que después de fulminar rudos ataques a la ciudad de Orihuela y lanzar sus débitos a la Diputación, como valeroso escudo para eludir las penas que sobre ella gravitan, (circunstancias que yo no debo aquilatar) se diagnostica la enfermedad que nos preside con la denominación de casi cólera.

Como representante del cuerpo médico de esta población, tengo que protestar en nombre de mis compañeros de calificación tan epigramática, tan poco decorosa y noble, atentatoria a la pericia de los profesores que gratuitamente están cumpliendo con su deber; advirtiendo a ese periódico que los médicos de Orihuela conocen el cólera indiano, que es el que aquí existe, como el resto de sus respetables colegas de la Península. EL SUBDELEGADO DE MEDICINA. José M. Sarget.

En este artículo, publicado en «El Oriolano», daba consejos al consistorio conservador de cómo debían desinfectarse las viviendas.

El Oriolano. 1 de agosto 1885: 1. Que se cante el «Te Deum», ese himno de júbilo, emanación de la tradición, diez días después de la última invasión. 2. Transcurridos ocho días de este acto solemne, empezar a permitir el acceso de las familias en la ciudad, estableciendo el criterio de una cada dos días, durante los quince primeros y una por día en lo sucesivo.

3. En el espacio que medie desde la invasión postrera hasta la función del «Te Deum», desplegar la mayor actividad en la desinfección de casas, letrinas, albañales; suministrando la autoridad en las casas pobres los útiles necesarios y en las restantes los moradores de las mismas, a fin de sanear en lo posible todas las guaridas donde pueden existir agentes perniciosos. 4. Este servicio debe ser dirigido por personas peritas y llevarlo a cabo con la escrupulosidad que reclama la entidad del germen colerígeno.

 5. Imponer una fuerte multa a la familia, que contraviniendo los sanos consejos que por su bien se le imponen se precipite a tomar por asalto su morada. Tales son, en mi humilde concepto, las precauciones que deben tomarse en las presentes circunstancias, omitiendo algunas más que no menciono por la premura en la redacción de estas líneas y el temor de ser molesto para los lectores de El Oriolano. José M. Sarget.

Veremos como, al entrar en el Ayuntamiento, sus criterios de desinfección frente a la difteria fueron muy diferentes. Lo cierto es que, con tanta actividad, el doctor Sarget enfermó también.

El martes: 6 de agosto 1885: A consecuencia del excesivo trabajo que en estos días tiene nuestro amigo el Dr. Sarget ha contraído una enfermedad que, aunque no grave, le tiene postrado en el lecho. Mucho nos alegraremos sea pasajera esta indisposición y bueno será tener presente los que han trabajado para la hora de la recompensa.

Ese mismo día apareció un artículo en «El martes» titulado «Los pueblos y los médicos». En él narraba los problemas comunes de la profesión en aquellos tiempos. He extraído algunos párrafos.

El martes: 6 de agosto 1885: No existe en el ciclo científico profesión más erizada de escollos que la medicina. Raro es el cliente, por desgracia, que se ciñe estrictamente a los consejos de su médico. Se confía con más seguridad en una receta de un caballero cualquiera, de un curandero experimentado. No puedo escuchar con ánimo tranquilo que se diga con el tono más glacial, «el médico lo mató».

¿Qué ventajas, qué blasones, qué trofeos conquista el pobre médico con que perezcan las personas encomendadas a sus servicios? ¡Guerra a los médicos! La voz del pueblo ¡Los médicos tienen interés en que haya cólera porque el gobierno les paga bien!

Como todos los compañeros tengan la asignación de los de Orihuela, de seguro se ceñían la corona de la caridad. Tomar al médico por un enemigo acérrimo, cuando es el mejor amigo y el que tiene más interés en arrebatar vidas a la muerte… Allá en el siglo XX ya será otra cosa. ¡Dichosos los médicos del porvenir! ¡Bienaventurados los de hoy! José M. Sarget.

Veraneó en la Mata, como era su costumbre y regresó en septiembre para ser examinado por un grupo de sus colegas.

El martes. 17 de septiembre 1885: Nuestro particular y querido amigó el doctor en Medicina y Cirugía D. José María Sarget, que marchó a La Mata con el fin de restablecer su quebrantada salud, ha vuelto sin conseguir la mejoría que buscaba, por no haber podido desterrar la calentura lenta y tenaz que hace algún tiempo padece.

El lunes pasado celebraron los médicos junta en la que, según se nos dice, no pudieron ponerse de acuerdo sobre la enfermedad que aqueja a nuestro distinguido y apreciado, amigo.

En octubre volvió a la Mata para seguir recuperándose de una enfermedad que le aquejó el resto de su vida; pero de la que nunca mencionaron el nombre.

En noviembre, ya recuperado, asistió al banquete en honor del poeta Zorrilla celebrado en Orihuela, pronunciando un poético brindis titulado «Al eminente poeta señor Zorrilla» que fue muy aplaudido.

Publicaciones especiales de «El Oriolano». La de 1886 está dedicada a la visita de Zorrilla.

El 25 de noviembre de 1885 fallecía el rey Alfonso XII. Y tras la famosa entrevista entre Cánovas y Sagasta en el palacio del Pardo, Ballesteros Villanueva recuperó la alcaldía de Orihuela para los fusionistas de Ruiz Capdepón.

El Oriolano. 22 de diciembre 1885: La política local se encuentra bastante animada y ha sido muy bien recibida la unión entre las diferentes agrupaciones liberales. Según nuestros informes el señor Ballesteros ha celebrado algunas conferencias con los señores D. Luis Muñoz, D. José María Sarget y D. Atanasio García Cubero, las que han dado por resultado una completa inteligencia entre dichos señores. También se habla de algunas modificaciones parciales en el ayuntamiento, y de la dimisión de varios concejales, con el propósito de facilitar al señor Ballesteros la constitución definitiva del ayuntamiento.

Fue en ese histórico momento cuando José María dio el paso definitivo a la política de primera línea.

1886.

Otra cabecera de «El Oriolano».

En febrero de 1886 lo nombraron cirujano titular junto a Ramón Bofill, cesando a los nombrados por el anterior ayuntamiento. Dichos ceses fueron muy criticados por el periódico de su hermano, pero reconociendo los méritos de José María en la epidemia de cólera.

La respuesta del periódico liberal dirigido por su amigo y correligionario, José Rufino Gea, fue contundente.

El Oriolano. 2 de marzo de 1886: Al ocupar los conservadores el gobierno de la nación era médico titular de Orihuela nuestro distinguido amigo D. Ramon Bofill, quien inmediatamente puso la dimisión de su cargo para que no lo despidiesen, que es lo que debió hacer la persona a quien ha reemplazado, para que el ayuntamiento no obrase como ha obrado…

Lo cierto es que Sarget duró muy poco en el cargo. A primeros de abril, alegando motivos de salud, presentó su dimisión en una carta leída en el ayuntamiento. En mayo presentó también la dimisión del cargo de subdelegado de Medicina por el distrito de Orihuela ante el Gobernador Civil.

Francisco Ballesteros Villanueva.

En agosto de 1886 participó activamente en una importante reunión en la Casa Consistorial. Auspiciada por Ruiz Capdepón y presidida por Ballesteros Villanueva escenificaba la unificación en un solo partido de las facciones liberal y demócrata allí representadas. José María, representante del Partido Democrático Progresista, pronunció uno de los discursos.

Ballesteros tenía pensado dejar la política local. Ya en abril había presentado la dimisión como alcalde de Orihuela alegando motivos de salud.

Rechazada desde Madrid, el 28 de octubre abandonó forzosamente el Ayuntamiento al ser elegido diputado provincial por el distrito de Orihuela-Dolores. Le sustituyó de forma interina Francisco López García.  

El Casino Orcelitano en 1886. Esperando al obispo. Colección A. Luis Galiano Pérez.

En diciembre Sarget fue nombrado presidente de la sección científica del ateneo del casino, participando en la sección inaugural con uno de sus trabajos. La Sociedad Casino Orcelitano estaba domiciliada entonces en la casa de Pizana.

El diario de Orihuela. 28 de diciembre 1886: La fiesta solemne por excelencia que ha tenido lugar en los tres pasados días fue indiscutiblemente la celebrada en la noche del domingo en el elegante salón del Casino Orcelitano con motivo de la inauguración de la Academia científica literaria…

… Leyó el Sr. Sarget un notable trabajo en prosa titulado «El siglo XIX» el cual renunciamos a elogiar como se merece, pues siempre resultaría pálido el color que empleáramos…

…Todo el que conoce científica y literariamente a nuestro querido amigo, tiene siempre en el oído, como eco inextinguible, la voz simpática del Sr. Sarget, la vibrante sonoridad de su fraseo, y el acento limpio y terso de su palabra que más bien parece producto de artístico mecanismo que efecto de la articulación de la voz humana.

1887 Sarget en el Ayuntamiento.

Casa Consistorial en la Plaza Nueva de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

En abril de 1887 los liberales fusionistas se volvieron a reunir para nombrar una comisión que emprendiese la «ardua tarea de designar los individuos del partido que hayan de formar las candidaturas para las próximas elecciones de concejales». Y desde el primer momento la prensa dio a José María como candidato seguro.

El 14 de mayo se publicó el bando que certificaba su proclamación como concejal en la renovación bienal de la mitad del Ayuntamiento. Su llegada al consistorio coincidió con la publicación del folleto «Los oradores de la academia», de José Rufino Gea. Además de ser uno de los oradores «retratados», José María escribió las letras finales.

Su hermano Francisco buscaba siempre la forma de criticar a los medios liberales sin ofender a su hermano. Por él sabemos que en junio estuvo de nuevo enfermo «de algún cuidado».

El día. 16 de junio 1887: Nos ha extrañado que los periódicos locales tan aficionados a dar noticias, y sobre todo el independiente, no hayan dicho que D. José María Sarget se encuentra hace días enfermo de algún cuidado. Vamos, en parte no es de extrañar; porque como el Sr. Sarget (D. José) es persona de poquísima importancia en nuestra población, nada tiene de particular, y a nadie habrá llamado la atención que los indicados periódicos no dieran la noticia para conocimiento del público.

En julio los concejales electos tomaron posesión. Francisco López García, del partido liberal fusionista, fue designado alcalde oficialmente; aunque como ya he dicho, venía ya desempeñando el cargo de forma interina desde que a Ballesteros lo eligieron diputado. A Sarget lo nombraron primer teniente de alcalde para el distrito centro.

Coincidiendo con el nombramiento, dimitió, como siempre «por motivos de salud», de su cargo de médico cirujano de los batallones de reserva. En el reparto de comisiones municipales pasó a formar parte de la de Ornato y la del «pimiento molido».

En ese mismo verano se estrenó como alcalde accidental. Muy activo en el ayuntamiento presentó interesantes propuestas para externalizar el suministro de agua potable, reorganizar el servicio de recogida de basuras y dotar de nuevos uniformes a la policía municipal.

Tampoco abandonó la academia científico literaria del Casino Orcelitano, donde impartió en octubre la conferencia titulada «Notas cosmológicas».

En noviembre de 1887 organizó una reunión en su domicilio «con el objeto de formar una sociedad para la traída de aguas a la población». También accedió al tribunal de aguas como electo por la acequia de Los Huertos.

Durante todo el mes de noviembre, el semanario opositor «El Día», dirigido por su hermano Francisco, se dedicó a preguntar por los muertos ocasionados por la difteria y por las medidas que se habían tomado desde el ayuntamiento para combatirla.

El día 20 publicaron una extensa carta firmada por el joven y prestigioso médico Oswaldo Codina, de la que he transcrito algunos párrafos.

El día. 20 de noviembre 1887: LA DIFTERIA. En la última semana hemos visto espirar a dos niños que eran la alegría de sus padres, el encanto de su familia y la admiración de cuantos apreciábamos su precocidad; su muerte no era producida por una de esas enfermedades de larga duración en que encendida desde el primer momento devastadora fiebre, abate el organismo, desfigura el rostro, excita el cerebro, produce acerbos, pero pasajeros dolores, en que la imaginación sin freno recorre el pentagrama todo del delirio y en que la gravedad, el peligro de un fin desgraciado aumenta de día en día, no.

Al iniciarse la enfermedad puede decirse que comenzó la agonía, la sospecha de los padres de que el niño había tosido con inusitada frecuencia, de que la tos tenía extraño timbre, reunió algunos médicos a su alrededor, se pronunció la palabra «crup» que por desgracia comprenden hoy todos su significación y que es el terror de las familias, se dispusieron remedios y drogas y se declaró la impotencia de la medicina para dominar la enfermedad…

… ¿Creen acaso nuestras autoridades que no merece el asunto que fijen en ello la atención? ¡Cómo se conoce que las madres no tienen intervención en asuntos públicos! (…) Año tras año pedimos lo mismo, higiene, medidas para terminar con la difteria, no se toma ninguna y el mal crece, aumenta y causa cada vez más víctimas…

… En el presente y hasta el día quince de noviembre ha habido ciento diez defunciones; los dos meses que faltan para terminar el año son los que más casos presentan y es muy posible que la cifra total sobrepuje a la del año anterior…

…Para terminar, la difteria va en aumento, urge el que se adopten medidas que detengan su progreso, la incuria, el abandono de nuestra autoridad local y de la junta de Sanidad está bien de manifiesto; nada hacen y hay que hacer mucho y pronto, permanecer como hasta aquí en la inacción es confesar su crasísima ignorancia en este asunto, no pueden ya pretextar que es enfermedad que todos los años se ha padecido porque bien claro se ve el incremento que toma, y de seguir así no es preciso ser profeta para predecir que dentro de algunos años la difteria causará tantas víctimas como produjo la viruela antes de que Jenner descubriese la vacunación. Dr. Oswaldo Codina.

Permitidme hacer una nueva pausa para hablar de este otro médico famoso que residió temporalmente en Orihuela.

Oswaldo Codina.

Oswaldo Codina Zapico. Cuba, 1897.

Oswaldo Codina Zapico había nacido en Mondoñedo, provincia de Lugo, el 1 de diciembre de 1861. Era hijo de Rafael Codina, natural de Xátiva, teniente coronel del Regimiento Orihuela número 53.

Licenciado en Medicina por la Universidad de Valencia el 14 de junio de 1881, se doctoró dos años después.

En 1885 viajó a París comisionado por la Diputación Provincial de Alicante para «adquirir los últimos adelantos de las ciencias médicas». Asistió a conferencias en la Academia de Medicina y estudió los procedimientos empleados por los médicos franceses para combatir el cólera morbo asiático.

El Oriolano. 23 de mayo 1885: Parece que el Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad, a imitación de lo hecho por la Comisión provincial de Alicante, ha comisionado también a nuestro querido amigo el doctor D. Oswaldo Codina para que estudie en París y Marsella los procedimientos empleados para combatir el cólera. Aplaudimos tan acertada medida.

Pronto tuvo oportunidad de utilizar los conocimientos adquiridos en la capital francesa. En la epidemia del cólera de 1885 trabajó duramente en Orihuela y Benferri. Asistió a los enfermos del Arrabal de San Juan junto al propio Sarget, llegando como él, a caer enfermo.

En agosto de 1885 marchó a Navarra donde siguió luchando contra el cólera como delegado del Gobierno. Regresó a Orihuela en diciembre. Por todos esto méritos, en 1887 fue condecorado con la «Cruz de Epidemias». A partir de ese momento centró sus estudios en el tratamiento de la lepra.

La Correspondencia de España. 2 de junio 1887: Por la dirección de Beneficencia y Sanidad se ha concedido autorización al ilustrado medico D. Oswaldo Codina, para hacer estudios sobre la lepra en los pueblos afectados de esta epidemia en la provincia de Alicante. Los estudios de tan distinguido médico resultarán de una utilidad muy apreciable para las atenciones de la salud pública.

Miembro del «Círculo Oriolano» y redactor de «El Día», Oswaldo simpatizaba claramente con la oposición conservadora; por lo que José María Sarget, erigido en defensor del consistorio, publicó una respuesta en el periódico rival, el órgano político de los liberales. Fue todavía más larga, por lo que también me he visto obligado a recortarla.

El diario de Orihuela. 22 de noviembre 1887: Consideraciones sobre la difteria. Parecerá, sin duda, punible abandono higiénico por parte de las autoridades y Junta local de sanidad, al prestar formal asentimiento a un artículo suscrito por un doctor en medicina, en el periódico hebdomadario de esta ciudad…

… La difteria, mal sirio, mal egipciaco, angina maligna, angina pestilencial, mal de garganta gangrenoso, askara (Talmud), difteritis, (Bretonnieau) es una enfermedad específica, contagiosa, endémica, epidémica o aislada. En los primeros albores de la medicina ya se conocía el peligro que entrañaba la aparición de membranas en la garganta…

…Me he permitido ese llamamiento a la historia de la literatura médica, para hacer ostensible que en todas épocas han existido epidemias de difteria y que no es novísimo lo que en España ocurre.

Pudiera haber escrito diez hojas del tamaño de El Diario, solo para hacernos cargo de las epidemias de difteria y de los trabajos que los hombres de ciencia han puesto a contribución a fin de estudiar concienzudamente tan mortífera enfermedad. Las causas de la difteria se desconocen todavía…  

…Si la causa es miasmática, dubitable y discutible es; lo que no ha lugar a duda es el contagio. La posición social en bien poca cosa influye por lo que respecta a la modalidad epidémica. En su fase endémica, invade con preferencia a los individuos que habitan en sitios mal ventilados y húmedos y están sometidos a una alimentación deficiente.

La edad es la causa predisponente. Las edades predilectas son de 1 a 5 años y de 5 a 10. De menos de un año, la predisposición es menor, pero no hay inmunidad. De 10 a 46 años la predisposición está en razón inversa de la edad, sin que por esto se halle libre ninguna edad en absoluto…

…Este agente goza de gran poder contagioso. Su potencia nociva permanece en actividad a los cuatro y a los seis meses. Muchos casos se citan de haber padecido difteria (angina) un sujeto y contagiar a otro a los cinco meses de curado. Necesitábamos apuntar estas pinceladas para demostrar que las autoridades conocen perfectamente sus deberes y se ajustan a ellos en todos sus actos especialmente con los que se relacionan con el saneamiento de la población.

¿Se ha atenido como hoy nunca esta población a los cánones de la higiene? El aseo, la limpieza de las calles, el arrecifado de otras, ¿es esto incuria por ventura? ¿Dónde están aquellas charcas naranjas, que con sus fétidos efluvios envenenaban muchas calles de esta ciudad? Más le valiera no haber hablado al doctor Codina, porque la verdad se impone donde quiera, y el error por más que quiera alardear ha de quedar hecho cenizas en la luz clara de los hechos.

Precisamente porque conocemos como el doctor las barreras que pueden oponerse a la difteria que son ningunas, (me refiero a la forma epidémica que hoy nos amenaza) por eso atendemos preferentemente al único sendero higiénico positivo, a la desecación de las calles por medios de su construcción apropiada y firme, y no a prácticas ridículas de desinfección, desterradas por la ciencia, ya que no le es posible al ayuntamiento, ni el número de enfermitos lo exige, esto es; la creación de un hospital de diftéricos.

A pesar de nuestra crasísima ignorancia, como dice el Doctor, puede pulsar a la opinión y ella le dirá que, aunque pretenda deprimir a esta situación, sus esfuerzos la elevan a mayor altura. Dr. José María Sarget

La contra respuesta de Codina fue todavía más extensa y documentada; enumerando las medidas que, a su juicio, se debían adoptar.

El día. 20 de noviembre 1887: LA DIFTERIA. Mucha sensación debe haber causado en la pública opinión nuestro artículo inserto en el número anterior cuando las autoridades locales han tenido necesidad de que lo contestara y las defendiera el médico más ilustrado de esta ciudad y de mejor cortada pluma de cuantos nos dedicamos a escribir para el público, nuestro querido particular amigo y compañero el Doctor Sarget.

Lástima es y grande, no sea mejor la causa que defiende, porque ni aun valiendo tanto como vale y teniendo el interés que tiene en defender una situación de que es primer teniente alcalde, es posible obtener un éxito al abogar por las autoridades locales en la cuestión sanitaria.

Terminamos nuestro anterior artículo diciendo estaba de manifiesto el abandono e incuria de la autoridad local y que permanecer en la inacción como hasta aquí, era confesar una crasísima ignorancia. Nos ratificamos en lo dicho, por no saber, hasta ignora que forma parte de la corporación municipal el Dr. Sarget, que podría indicar los derroteros que debía seguir en la cuestión sanitaria, y si lo sabe debe ser objeto de las más amargas censuras por su punible abandono al no dejar en sus manos la dirección de las medidas sanitarias que en Orihuela deben adoptarse.

El Dr. Sarget conoce hasta la última palabra de cuanto sobre la difteria se ha escrito, en su brillante artículo contestación al nuestro bien lo demuestra, no ignora ni aun las recientes investigaciones…

… En lo que no podemos estar, ni estaremos nunca de acuerdo es en que no puedan oponerse más barreras a la propagación de una epidemia sea la que quiera, que el aseo, limpieza y arrecifado de unas cuantas calles de la población.

¿Tan pobre idea tiene el Doctor Sarget de la epidemiología? No y mil veces no, le hacemos más justicia, antes que dudar de sus conocimientos e ilustración preferimos creer la verdad, y es que la necesidad de defender al fusionismo local, le obliga a pasar plaza de que desconoce hasta los rudimentos de la higiene pública; tarea vana, nosotros y con nosotros Orihuela entera sabe cuánto vale y que conoce los medios con que cuenta la ciencia para detener los progresos de una epidemia…

…Traduciendo en reglas prácticas cuanto llevamos dicho, creemos: 1º Que siendo la difteria una enfermedad contagiosa y encontrándose el agente productor en ropas, muebles, esputos, deyecciones, etc., debe en cuantos casos se presenten aislarse el enfermo y los asistentes, desinfectar deyecciones, esputos y objetos empleados en la curación con una disolución de sublimado corrosivo.

2º Al terminarse la enfermedad deben blanquearse las paredes poniendo también la disolución del sublimado y pintar sillas, cama y cuanto haya estado en la habitación del enfermo. 3º Las personas que asistan diftéricos no se pondrán en contacto con otros niños en algunos días, sus ropas deben desinfectarse, en la estufa seca y en su defecto con vapores de ácido sulfuroso o mejor de ácido hiponítrico.

4.° No debe permitirse el lavado de ropas de diftéricos en lavaderos públicos y nunca antes de la desinfección siendo lo mejor destruirlos por el fuego. Y 5º Deben cerrarse las escuelas y demás establecimientos a que concurran muchos niños mientras dure la epidemia. Somos tan amantes de la verdad y la justicia como nuestro querido colega y no nos guía otro móvil en esta cuestión que el bien del pueblo en que vivimos…

… No queremos decir más por hoy; la opinión está con nosotros y como nosotros, conoce la incuria, el incalificable abandono de las autoridades locales en la cuestión sanitaria…

… al pensar en las víctimas que la difteria causa, en la desolación en que la muerte de un hijo deja a una madre y en su gestión sanitaria, tienen un juez más severo e implacable que nosotros, su conciencia. Dr. Oswaldo Codina.

El doctor Sarget decidió dejar las cartas y llevar el asunto al terreno que mejor dominaba: la oratoria. Para ello lo retó públicamente a una especie de duelo intelectual; despertando gran expectación.

El diario de Orihuela. 28 de noviembre 1887: Sr. Director de El Diario de Orihuela. Muy señor mío y amigo: Estimaría de su reconocida amabilidad, se sirviera V. ordenar la inserción de la adjunta carta en el periódico que tan dignamente dirige. Por dicha merced. le anticipa la más fina expresión de su agradecimiento su afmo. amigo y colega Q. S. M. B. José María Sarget.

Sr. D. Oswaldo Codina. Mi queridísimo adversario: No siento, a fe mía, que haya V. traumatizado las telas de mi entendimiento con los finísimos dardos escapados de su pluma «romerista». Puede V. creer firmemente que mi mayor dolor ha nacido al cariñoso oleaje de tanta lisonja inmerecida que agradezco; pero declino en honor a los fueros de la justicia.

Sabe V. que tendría, en contestarle, precisión especialísima. Soy amante de la polémica, «malgré» de habérmelas con un doctor peritísimo en el manejo de las ideas y hábil estratégico. Esta cuestión debe resolverse en su aspecto científico, según el derrotero que V. ha trazado y no existe periódico en esta ciudad que sirva de escenario «ad hoc» para la representación del drama.

Por otra parte, la autoridad es un factor que huelga a la sazón; podrá ser un corolario a distancia, pero nada más. Si V., querido amigo, quiere depurarla y desea apreciar quién lleva la mejor parte, en la Academia le aguardo el día que V. me emplace. No dejaré de asistir al duelo. Excuso anunciarle que llevaré padrinos. De V. suyo afectísimo y compañero. José María Sarget.

Calle de Loazes y Nuevo Casino Orcelitano.

Oswaldo cayó en el error de aceptar el reto; y el asunto terminó como quería Sarget: en un «duelo científico» a dos «asaltos» celebrado en la Academia del Casino repleta de espectadores. Ahí, rodeado de su público, José María era imbatible.

En la primera sesión el Dr. Codina hizo una impecable reseña de los trabajos microbiológicos realizados por los más eminentes doctores y de las medidas que según él, debían adoptarse, todo en tono muy científico.

Pero el Dr. Sarget, a pesar de que no tenía la razón, utilizó la «galanura de su lenguaje» para desvirtuar todas las afirmaciones de su colega, demostrar lo inútil de la desinfección en ese momento, y probar que las autoridades municipales (es decir sus compañeros de partido) habían cumplido con su deber en la prevención de la difteria. Su discurso, brillante y efectista, fue constantemente interrumpido por los aplausos.

El diario de Orihuela. 5 de diciembre 1887: Sobre el duelo científico planteado para la sesión de anoche en la Academia, podemos decir que se llevó a efecto con arreglo a lo anunciado y no dejaremos de consignar que salimos como nunca favorablemente impresionados, pues sin haber sangre en el lance de honor, se elevó por los ilustrados doctores Sarget y Codina muy alto, el buen nombre de la clase médica local.

Si no carecen de ciencia nuestros médicos, no están tampoco exhaustos de recursos oratorios y galas retóricas. Ambos duelistas obtuvieron numerosos y repetidos aplausos y recibieron al terminar sus respectivas disertaciones los plácemes y felicitaciones de todos los circunstantes. El duelo continúa en suspenso hasta el domingo próximo. Esperamos aún mejor puntería de los segundos disparos de las rectificaciones.

En la segunda sesión, celebrada el siguiente domingo, tomaron parte otros médicos: Zerón y Lafuente en apoyo de Sarget, y Rogel en contra.

Al final, cada periódico dio la razón a su correligionario. Pero lo cierto es que, en este caso, el Sarget político se impuso sobre el médico.  En cuanto a Oswaldo Codina, voy a completar una pequeña reseña biográfica:

Se casó con la oriolana Carmen Bonafós Mas, la hija del teniente coronel Antonio Bonafós. Y juntos viajaron a Filipinas al ser nombrado oficial del Gobierno Civil.

El diario de Orihuela. 25 de agosto 1888: Ha sido nombrado oficial del gobierno civil de la provincia de Ilocos Sur, (Filipinas) nuestro querido amigo D. Oswaldo Codina Zapico.

Carmen murió en Filipinas, de sobreparto, en agosto de 1889. La noticia llegó en octubre. Los restos de la finada en febrero de 1890, cuando Oswaldo los trajo de regreso a Orihuela.

El Diario de Orihuela. 16 de noviembre 1889.

El diario de Orihuela. 5 de febrero 1890: Según nuestras noticias mañana o pasado llegará a esta ciudad, nuestro particular y querido amigo el doctor D. Oswaldo Codina, procedente de Filipinas, trayendo la triste misión de acompañar los restos de su distinguida esposa Dª Carmen Bonafós y Mas.

Harto de bregar con la burocracia y la política, Oswaldo se alistó en el Ejército como médico segundo en enero de 1891. Destinado en Navarra y Sevilla, ascendió por antigüedad a médico primero en 1895.

En el verano de ese mismo año embarcó para tomar parte en la Guerra de Independencia de Cuba, donde pasó a la historia como un auténtico héroe.

El Thader. 24 de septiembre 1895: Nuestro muy querido amigo D. Oswaldo Codina, reputado médico militar, marchará muy en breve al Ejército de Cuba. En la prensa Cartagenera leemos sus propósitos loables de operar, antes de marcharse, a todos aquellos pobres que padecen cataratas.

El ateneo de Orihuela. 8 de noviembre 1896: Médico heroico. De tal califica la prensa de la Habana y de la Península a D. Oswaldo Codina Zapico, que ha merecido que el mismo general de la brigada al que sirve, le haya propuesto para la cruz laureada de San Fernando, por la abnegación y el heroísmo que ha demostrado en el campo de batalla, dedicándose a curar los heridos en la misma línea de fuego. Nos causa esta noticia verdadera satisfacción, porque al Sr. Codina le tenemos por paisano nuestro, y es un amigo querido.

Desembarcó en el puerto de Santander en enero de 1899, recibiendo el aplauso unánime de la prensa nacional por su heroico comportamiento.

Destinado al Regimiento de Infantería de Guadalajara, en 1900 casó en segundas nupcias con una prima llamada Josefa Zapico. La ceremonia fue celebrada por el obispo de Mondoñedo en el Palacio Episcopal.

Oswaldo falleció el 1 de junio de 1901. En el expediente militar figura un tumor cerebral (neoplasia cerebral) como causa de la muerte. En otras reseñas biográficas hablan de una enteritis o inflamación del intestino. Lo cierto es que no llegó a cumplir los cuarenta años.

Las Provincias. 3 de junio 1901: Crónica mortuoria. Ayer tarde se verificó el entierro del cadáver de D. Oswaldo Codina, distinguido médico militar de cuyo fallecimiento ya dimos noticia. Figuraban en el cortejo una sección de niños de la Beneficencia con cirios encendidos, y el clero castrense con cruz alzada, y el féretro llevado a hombros de soldados de Sanidad.

Presidian el duelo el director espiritual, un individuo de la familia, el teniente coronel señor Vasallo en representación del capitán general, el general de Estado Mayor Sr. Moncada y el director del Hospital militar Sr. Valle. Al triste acto asistieron gran número de amigos y comisiones de todos los cuerpos de la guarnición, cerrando la fúnebre comitiva una lujosa carroza del New Funeral y el coche de la primera autoridad militar.

D. Oswaldo Codina Zapico obtuvo dos cruces de María Cristina de primera clase; tres al Mérito Militar rojas (una de ellas pensionada), la medalla de Cuba, la cruz de epidemias que ya poseía antes de ingresar en el Ejército; y el más preciado galardón para un militar español: la Cruz de San Fernando de primera clase.

1888-1891. Sarget teniente de alcalde.

Fachada del flamante Casino Orcelitano.

En enero de 1888, en plena construcción de la nueva sede en el solar de la Posada de Pizana, obra propiciada por Ballesteros, Sarget obtuvo el cargo de vocal en la junta del «Casino Orcelitano».

Como vicepresidente de la Academia Científico-literaria, pronunció una brillante conferencia sobre la «Composición y elementos del aire» en el Círculo Católico de obreros. Su florido verbo fue constantemente interrumpido por entusiastas aplausos.

El diario de Orihuela: 26/27 de enero 1888: Esta noche a las siete dará una conferencia sobre «El Aire» en el Círculo Católico de Obreros el distinguido médico Sr. Sarget. / Muy aplaudido fue nuestro querido amigo el Sr. Sarget, en el discurso que pronunció anoche en el «Círculo Católico», donde era imposible abrirse paso para penetrar desde mucho antes de las siete. Allí vimos, alternando con el humilde obrero, a las personas más notables de nuestra buena sociedad.

He encontrado esta noticia del mes de mayo, de la que no se hizo eco ningún otro periódico. Supongo que se la concedieron por su actuación durante la epidemia de cólera.

El diario de Orihuela. 16 de mayo 1888: Se ha concedido la encomienda de la real y distinguida orden de Isabel la Católica a nuestro querido amigo el Sr. D. José María Sarget.

Durante el año 1888 Sarget desplegó gran actividad en el Ayuntamiento. Presidente de la Comisión de Ornato, en junio formó parte de la comisión municipal que pasó a felicitar a la madre de Ruiz Capdepón por el nombramiento de su hijo como ministro.

Se implicó personalmente en el arreglo de los caminos vecinales, solicitando insistentemente la convocatoria de los pedáneos para tal menester. Propuso la instalación de urinarios públicos y la vigilancia e inspección de las escuelas. También formó parte de la comisión que eligió a Federico Rogel como músico mayor de la reorganizada banda municipal.

Alcanzada la presidencia de la Diputación provincial por Francisco Ballesteros, en noviembre propuso Sarget consignar en acta la satisfacción que experimentaba el consistorio por la acertada elección. Así quedó acordado por unanimidad junto al envío de un telegrama de felicitación al que había sido el anterior alcalde de Orihuela.

En el año 1888 los mentores políticos de José María Sarget habían alcanzado la cima del poder: Ruiz Capdepón ministro de Ultramar y Ballesteros Villanueva presidente de la Diputación Provincial.

Trinitario Ruiz Capdepón. Juan Antonio Benlliure. Colección Banco de España.

En enero de 1889 aprovechó la tenencia provisional de la Alcaldía para hacerse notar en su campaña por el arreglo de los caminos vecinales.

El diario de Orihuela. 29 enero 1889: Uno de los actos dignos de aplauso llevado a cabo por el Sr. Sarget en los días en que ha estado encargado de la Alcaldía, ha sido el de conminar con inertes multas a aquellos labradores que viniéndose obligados al arreglo de los caminos vecinales se niegan a prestar este servicio. Así, así, es como quedarán alguna vez transitables los caminos vecinales.

En mayo pidió una licencia temporal en el Ayuntamiento para desplazarse al balneario de Archena, donde lo habían contratado como médico.

El diario de Orihuela. 27 de abril 1889: Ha quedado sin efecto el nombramiento de D. José García Villalba para la plaza de médico interino de los baños de Archena, nombrándose para ocupar dicha plaza a D. José María Sarget y Lillo.

Regresó de Archena en julio, al finalizar la primera temporada. Aquejado de una dolencia, volvió a actuar como alcalde en funciones mientras el titular veraneaba. A finales de agosto solicitó tres meses más de licencia para ausentarse de la ciudad; y así lo acordó el Ayuntamiento. Volvió a Archena.

La Paz. Murcia. 31 de agosto 1889: Con motivo de la apertura de la segunda temporada de los baños de Archena ha salido para dicho punto el médico director interino de aquel balneario D. José María Sarget.

Su prolongada ausencia, asociada a su «pertinaz dolencia» desató los rumores.

El orcelitano. 15 de septiembre 1889: El jueves en la noche circuló con insistencia la noticia que el director interino de los baños de Archena señor Sarget, se hallaba enfermo de bastante cuidado, y desgraciadamente fue confirmado el rumor al siguiente día. Pero, afortunadamente ayer, tuvimos el gusto de leer, un telegrama que recibió un amigo nuestro, en que se le decía, que se había mejorado notablemente. Le deseamos un pronto y eficaz restablecimiento.

A mediados de noviembre ocurrió algo curioso. El «Diario de Orihuela» anunció que había viajado a Madrid (seguramente a entrevistarse con Ruiz Capdepón). «El Orcelitano», en tono jocoso, aseguró que estaba cazando en Mazarrón.

El diario de Orihuela. 15 de noviembre 1889:  Hoy, según nuestras noticias, ha salido para Madrid el Sr. D. José María Sarget, primer teniente-alcalde del Ayuntamiento de esta ciudad.

El Orcelitano. 17 de noviembre 1889:  Dice «El Diario» del viernes, que el Sr. Sarget (D. José) ha salido para Madrid. No está en lo cierto el colega. Como el Sr. Sarget es aficionado a la caza salió para Mazarrón invitado por unos amigos a celebrar una cacería en donde permanecerá tres o cuatro días, o algunos más si el tiempo no lo impide. Es decir, que va de broma. O de veras. Ya nos dirán los «pájaros» que ha cazado…

El diario de Orihuela. 18 de noviembre 1889: Insistimos en asegurar que el teniente alcalde Sr. Sarget salió para Madrid y no para Mazarrón. Como asegura el semanario local, y no nos explicamos el interés que el colega pueda tener en ocultar un viaje que después de todo nada tiene de particular.

El Orcelitano. 24 de noviembre 1889: Nuestro colega «El Diario» en un suelto que publica en su número del lunes último, insiste que el Sr. Sarget salió para Madrid, y no para Mazarrón como asegurábamos. ¿Qué nos cuenta V.? ¿Con que sí ¡eh! salió para Madrid? Pues no sabíamos una palabra. ¡Pero cuando el colega insiste que el Sr. Sarget dio en Madrid con su cuerpo, verdad será! Vaya, pues muchas gracias amigo por habernos sacado de la duda. Y estimando, y V. dispense.

Las elecciones municipales que tocaba celebrar en mayo de 1889 había quedado aplazadas; y la consulta electoral para cubrir las vacantes de concejales tuvo lugar en diciembre. El propio domingo 8, como ordenaba la ley, se reunió el Ayuntamiento para proceder al escrutinio general y proclamar a los nuevos concejales.  

En el reparto de cargos, siguió como primer teniente de alcalde, quedando al mando de la pareja de municipales que daba servicio a la Plaza de abastos y a las calles Meca y del Río.

El diario de Orihuela. 2 de enero 1890: Ayer tomaron posesión de sus cargos, los nuevos concejales electos en el día 8 del último diciembre. Se procedió a la elevación de alcaldes y consultaron por unanimidad. Alcalde presidente, D. Francisco López García; primer teniente, D. José María Sarget; segundo, D. Francisco Román; tercero, D. José Ferrer; cuarto, D. César Giménez; y quinto, D. José Balaguer. Que tomaron también posesión inmediatamente de sus respectivos cargos.

En enero de 1890 su hija mayor, Dolores, cayó gravemente enferma. Durante meses la prensa no dejó de publicar la evolución de la paciente con varias recaídas; llegando a temer por su vida.

El diario de Orihuela. 23 de abril 1890: Ayer mañana tuvimos el gusto de ver en la calle a la Srta. Dolores Sarget Hernández, restablecida después de la larga y grave enfermedad que ha padecido. Reciba nuestra más sincera enhorabuena.

En ese mismo mes de abril cesó en el puesto de médico interino del Balneario de Archena. Y en mayo fue su hija menor la que cayó también gravemente enferma.

Calle del Doctor José María Sarget.

Tras intensos debates en el Congreso de los Diputados, el 26 de junio de 1890 la reforma electoral promovida por Sagasta estableció el sufragio universal masculino ampliando más que notablemente el número de votantes.

En pocos días caían los liberales fusionistas y Cánovas formó gobierno. El nuevo censo electoral representaba a la cuarta parte de los españoles, dando paso a candidaturas republicanas. El decreto para la confección del nuevo censo pilló a Sarget de alcalde accidental.

EDICTO. D. José María Sarget y Lillo, alcalde presidente del Ayuntamiento, de esta ciudad. HAGO SABER: Que en cumplimiento de la disposición 2ª transitoria de la ley Electoral para Diputados a Cortes, fecha 26 de Junio de 1890, desde las ocho de la mañana de este día queda fijada al publico en el sitio destinado para los edictos y bandos municipales y en las Casas Consistoriales, una lista por orden alfabético y con numeración correlativa, de todos los vecinos mayores de 25 años que constan en el empadronamiento último de este término; cuya lista permanecerá en el expresado sitio a disposición de cuantas personas deseen examinarla hasta el día 15 de Agosto en que la Junta municipal del censo se reunirá en sesión pública (…) Dado en Orihuela a 31 de Julio de 1890. El alcalde, José María Sarget.

En ese mismo mes de julio actuó como padrino de su amigo Rufino Gea. Fue un «lance de honor» que conté más ampliamente en su biografía, de la que os dejo un enlace. Bonafós era el cuñado del anteriormente mencionado, doctor Oswaldo Codina.

Enlace a la biografía de Rufino Gea.

El Diario de Orihuela. 18 de julio de 1890: A continuación insertamos con mucha satisfacción el acta redactada por virtud del lance de honor suscitado entre los Sres. Bonafós y Gea. En la ciudad de Orihuela a 17 de Julio de 1890, reunidos los señores D. José Lizón Peñafiel y D. Pedro Llorente Iturriaga en representación de D. Antonio Bonafós de Más, y los señores D. Ramón Agrasot y D. José María Sarget a nombre de D. J. Rufino Gea … 

El cuatro de septiembre asistió al acontecimiento político del año: un banquete homenaje a Ruiz Capdepón; y como no podía ser de otra forma, sacó a relucir su oratoria:   

La Prensa. 7 de septiembre 1890: … El Sr. Sarget hizo una brillante y correctísima improvisación que mereció muy justos nutridos y prolongados aplausos. Comparó la conducta del Sr. Capdepón para con Orihuela, con los ríos que descendiendo de encrespadas rocas fecundan los valles y prados haciendo brotar frondosos vegetales.

En las elecciones generales de primero de febrero de 1891, tal y como estaba pactado, los conservadores de Cánovas vencieron apabullantemente. A pesar de todo, Trinitario Ruiz Capdepón consiguió su acta de diputado a Cortes por Orihuela.

El día cuatro se celebró un banquete en su honor al que acudieron multitud de personalidades oriolanas de todos los partidos. Una mesa de 26 metros en ángulo recto (en cuyo vértice se sentó el electo) instalada en los claustros del Colegio de Santo Domingo a causa del mal tiempo.

Colegio de Santo Domingo en 1863. Colección Javier Sánchez Portas.

El sábado 2 de mayo de 1891 y por encargo de Trinitario Ruiz Capdepón, Ballesteros reunió en los salones del ayuntamiento a un centenar de personalidades oriolanas de todos los partidos para formar las candidaturas para las elecciones municipales.

Estas elecciones eran diferentes. Todos los varones mayores de 25 años capacitados legalmente y con dos años de residencia en un municipio podían votar. Ballesteros comenzó la reunión leyendo la siguiente carta:

Madrid 18 Abril 1891. Excmo. Sr. D. Francisco Ballesteros. Mi querido amigo: Se acerca el día en que debe renovarse en su mitad ese Ayuntamiento. Oriolano yo antes que político, diputado por ese querido distrito con el recuerdo gratísimo del cariño que vienen demostrándome mis paisanos, ruego a V. que convoque en mi nombre a una reunión, a cuantos me honraron asistiendo al almuerzo de 4 de febrero y les diga que todos ellos y lo mismo los demás que no pudieron asistir aquel día, y a quienes deseo que también invite V., son los que han de designar las personas que hayan de entrar en la corporación municipal para administrar y regir los intereses de nuestra querida Orihuela… Trinitario Ruiz Capdepón.

Querían nombrar una «comisión nominadora fecunda, inteligente y honrada». José María Sarget propuso un voto de confianza para Ballesteros; pero don Francisco manifestó no poder aceptar esa honra por más que la agradeciese en lo que valía.

En el debate intervinieron también personalidades del bando conservador, como Adolfo Clavarana, Pedro Ramón Mesples o Antonio Bonafós. Todos los jefes de partido se mostraron de acuerdo: los oriolanos, les gustase más o menos Ruiz Capdepón no podían desaprovechar la ocasión de tener un paisano en Madrid, en lo más alto.

Trinitario Ruiz Capdepón.

En la sesión del 26 de junio el alcalde se despidió de la corporación saliente y al acabar se repartieron dulces, licores y habanos. El uno de julio de 1891 tomó posesión un nuevo ayuntamiento sin el doctor Sarget como concejal.

Por esas fechas nuestro biografiado era ya un personaje muy famoso. Hasta el punto que su consulta podía servir de referencia a la hora de anunciar un nuevo comercio:

El diario de Orihuela. Campaña 1890-1891: Gran Barato de Calzado de Antonio Pérez. En los Hostales. Junto a la sala de consulta de D. José María Sarget, San Juan, 2. En este nuevo establecimiento encontrará el público orcelitano toda clase de calzado confeccionado con elegancia y a la última novedad, siendo sus precios sumamente baratos. No equivocarse, junto a la sala de consulta de D. José María Sarget.

18921893 Tiempo de transición.

Tras cinco años de gobierno de Sagasta llegó el turno de los conservadores y fuera del ayuntamiento apenas tengo noticias de Sarget.

En el terreno personal veraneó en la Mata en 1892; y en septiembre de ese mismo año recayó en su «afección crónica».

En la primavera de 1893 los fusionistas llevaban ya muchos meses alejados del poder, y en el partido oriolano surgieron «celos y rozamientos».

En las elecciones generales del 5 de marzo de ese mismo año triunfaron ampliamente los liberales, como estaba previsto; y Ruiz Capdepón repitió escaño por el distrito de Orihuela. El cambio en la política local y la vuelta de los fusionistas al ayuntamiento era sólo cuestión de tiempo.

Finalizado el recuento electoral, Sarget se ofreció para llevar el acta a Madrid y entregársela en mano a Capdepón aprovechando su viaje a la capital por motivos de salud.

El secretario del Ayuntamiento sugirió ceñirse escrupulosamente a la ley y enviarla por correo. Y en caso de que se decidiese entregársela en mano, alegó tener el mismo derecho a hacerlo él mismo o cualquier otro miembro del partido. Sarget, aparentemente ofendido, declinó el encargo.

El independiente. 15 de marzo 1893: Causó verdadera algarabía política una carta recibida por el Sr. Torres (D. Julián), del Sr. Ballesteros, en la que le manifestaba haber recibido una afectuosa epístola del Sr. Sarget (D. José María) participándole su viaje a Madrid con objeto de poder saludarle en la estación de Albacete, y en la que le reiteraba su amistad y adhesión; cosa que nosotros no encontramos digna de llamar la atención de nadie puesto que sabida es por todos la buena armonía política y amistad particular, que entre dichos señores ha reinado siempre, como miembros que son ambos de un mismo partido político, del partido fusionista local cuyo jefe indiscutible es nuestro paisano ilustre D. Trinitario Ruiz Capdepón …

… el proceder político del Sr. Sarget ha sido y es correctísimo con sus amigos y correligionarios; que es un sumiso soldado de fila, atento siempre a lo que al interés del partido y su ilustre jefe Sr. Capdepón de él reclamen.

Sarget se salió con la suya. Cumpliendo supuestos deseos de don Trinitario viajó a Madrid y le entregó personalmente el acta de diputado. Y no regresó hasta el 5 de abril, «muy mejorado de la dolencia causa de su viaje». En julio de ese mismo año el diputado Ruiz Capdepón juraba el cargo de ministro de Gracia y Justicia.

Sarget aprovechó el compás de espera para escribir un libro que, para seguir haciendo méritos, se lo dedicó a la madre del jefe.

El Diario de Murcia. 18 de julio 1893: Hemos recibido el libro que con el título de «Siluetas de ideas» acaba de publicar en Orihuela D. José María Sarget, el cual tendría bastante con esta obra para acreditarse de pensador profundo y de escritor correcto, si ya no lo estuviera por otros escritos anteriores. El libro está dedicado a la Excelentísima Sra. Dª. Concepción Valarino de Ruiz Capdepón. Damos las gracias al autor por el recuerdo que ha tenido, obsequiándonos con un ejemplar.

Siluetas de ideas. José María Sarget. 1893.

El independiente 20 de julio 1893: SILUETAS DE IDEAS. Cien pensamientos del Sr. D. José María Sarget. Esta colección, el nombre de cuyo autor basta para recomendarla a todas las personas amantes de las letras y de la filosofía, constituye un volumen de 220 páginas en octavo, de elegante y esmerada impresión y se vende al precio de UNA PESETA ejemplar en la redacción de El Independiente, Hostales 10, Farmacia.

Y cuando la señora Capdepón cayó enferma, el doctor Sarget no se separó ni un momento de su lado. Pero todo fue inútil.

La casa de Trinitario Ruiz Capdepón. Colección Javier Sánchez Portas.

El independiente. 14 de octubre 1893: A la hora en que cerramos esta edición, sigue en el mismo estado de gravedad que ayer la Sra. Doña Josefa Capdepón viuda de Ruiz. Los accesos nerviosos, sin embargo, que tan en cuidado ponían al doctor Sarget, que no se ha separado un momento de la cabecera de la enferma, han cesado. Quiera Dios concederle una pronta mejoría.

Fallecida doña Josefa, figuró en la cabeza del entierro y luego se trasladó a los baños de Alhama; supongo que a recuperarse de su dolencia.

El Correo. 23 de octubre 1893: Ayer a las tres de la tarde salió de la casa mortuoria encerrado en preciosa caja negra y ésta sobre lujoso coche fúnebre el cadáver de la inolvidable señora doña Josefa Capdepón viuda de Ruiz. La presidencia estaba ocupada por el Gobernador de la provincia Sr. Escrig, el diputado por Dolores señor Ruiz Valarino, nieto de la finada, el Sr. Capdepón, magistrado de la audiencia de Alicante, el Sr. Sarget, médico de la familia, el secretario del Gobierno civil Sr. Mora y Florín y el alcalde presidente Sr. Pescetto.

Esquelas en «El Correo» Orihuela y en «El Diario de Murcia».

Tras descansar en el balneario de Alhama volvió a Madrid para reunirse con Ruiz Capdepón y Francisco Ballesteros.

El independiente. 15 noviembre 1893: Ayer debió llegar a Madrid nuestro querido amigo D. José María Sarget. También en el mismo día debió llegar el Sr. Gobernador civil de Albacete y paisano nuestro D. Francisco Ballesteros.

Mientras, en Orihuela, el martes 15 de noviembre, se celebró una multitudinaria reunión en el salón de sesiones del ayuntamiento. Cerca de un centenar personalidades políticas entre las que se encontraba su hermano Francisco, acordaron las comisiones de distrito para preparar las elecciones municipales que se celebraban el domingo.

José María regresó de la capital al día siguiente y lo esperaron en la estación un buen número de amigos. Traía la candidatura liberal para las elecciones municipales acordada en Madrid por el triunvirato. Y se la facilitó a la prensa.

El domingo 19 de noviembre se verificaron las elecciones y el Ayuntamiento oriolano quedó compuesto por catorce liberales y once opositores entre los que figuraban conservadores, integristas, carlistas y republicanos.

El doctor Sarget no figuraba entre los concejales; estaba fuera del Ayuntamiento. El jefe local del partido aspiraba a metas mayores.

El independiente. 20 noviembre 1893: Nuestro querido amigo D. José María Sarget logró en veinticuatro horas ponerlos a todos de acuerdo, cosa anteriormente intentada con efectos contraproducentes por otras personalidades.

El resultado favorable obtenido en la pavorosa cuestión del arreglo de los pueblos del distrito dice mucho en pro del tacto político del Sr. Sarget cuya política de atracción produce ya sus naturales efectos.

1894. Sarget Diputado.

Calle de Loazes y Nuevo Casino Orcelitano.

1894 fue un año de nombramientos para Sarget. Empezó asumiendo el cargo de presidente del Casino Orcelitano.

El Independiente. 2 de enero 1894: Ayer tomó posesión de sus cargos la nueva Junta del «Casino Orcelitano» siendo obsequiadas la saliente y entrante con dulces, licores y cigarros por su digno presidente D. José Mª Sarget.

Para la Semana Santa lo nombraron «Caballero Cubierto».

El Orden. 18 de marzo de 1894: En la sesión celebrada por el Ayuntamiento el día 15, fue nombrado Caballero-porta estandarte para la procesión del Santo Entierro al Sr. D. José María Sarget.

En la primera semana de abril de 1894 nuestro biografiado viajó de nuevo a Madrid; permaneciendo en la corte varios días. Supuestamente se reunió con Capdepón y Ballesteros. El semanario conservador oriolano se hizo eco. Y como siempre, criticó al partido fusionista respetando a Sarget.

El orden. 8 de abril 1894: El jefe del fusionismo local, Sr. Sarget, salió para Madrid el viernes por la mañana. Y según nuestras noticias, el Gobernador de Albacete, Sr. Ballesteros, también se halla en la Corte …

Hay que reconocer en el Sr. Sarget buen deseo, pero este no es suficiente cuando tropieza con procedimientos tan peregrinos como los que aquí se usan desde hace algunos años para hacer política, por los que, cuanto son y valen se lo deben a ella. De todas maneras, deseamos que la estancia de los citados señores en la Corte sea muy útil y beneficiosa para Orihuela. Porque es lo que más nos interesa.

Atanasio García Cubero, alcalde de Orihuela, fue también llamado a Madrid; y a finales de abril presentaba su dimisión fruto de una nueva estrategia. El semanario conservador publicó la siguiente poesía.

«Derrocó D. Trino a Paco / se olvidó de D. Andrés / renunció a García Cubero / y renunciará a Sarget».

Sarget visitó en julio un nuevo balneario; esta vez el de Orito. Durante todo ese verano se encontró bastante molesto por la afección que le aquejaba; y toda la prensa local se hizo eco de la enfermedad del doctor.

Cabecera de «El Oriolano» en su segunda etapa, en el año 1894.

El día 14 de julio de 1894 «El Oriolano» volvía a la calle después de ocho años de silencio. El supuesto órgano de propaganda del Partido Liberal estaba dirigido por Rufino Gea, al que acababan de cesar de su cargo en el Ayuntamiento, y tenía la administración en su propia casa.

Pero en esta segunda y breve etapa, Rufino no actuaba como portavoz oficial del partido. La jefatura había dividido a los fusionistas oriolanos y las diferencias entre los dos sectores se hicieron visibles. Rufino Gea y un grupo de disidentes habían costeado dicho periódico para, abiertamente, enfrentarse a la jefatura local.

«El Oriolano» pronosticó los posibles candidatos a la Diputación provincial sin mencionar a José María Sarget.

El Oriolano. 28 de julio 1894: Nos dicen de Alicante que el número de candidatos para las próximas elecciones de diputados provinciales en el distrito de Orihuela-Dolores asciende ya a quince. Entre ellos figuran en primera línea el ilustrado secretario de este Ayuntamiento D. José María López, el ex diputado provincial D. Sixto Balaguer, el ex alcalde de esta ciudad D. Francisco López García, y D. Manuel Ballester, que desempeñó igual cargo en Torrevieja. Con gusto veríamos el triunfo de tan queridísimos amigos y correligionarios.

Pero al día siguiente la prensa alicantina publicó la candidatura a la Diputación Provincial por el distrito de Orihuela-Dolores y estaba encabezada por el doctor Sarget.

El alicantino. 29 de julio de 1894: Según nuestras noticias, en las próximas elecciones de diputados provinciales, se presentan candidatos por Orihuela y Dolores, los señores Sarget, Cartagena, Guillén y Ballester…

Para disgusto de Gea, algunos medios de la capital mencionaron la posibilidad de que alcanzase la presidencia de la Diputación gracias a la amistad que le unía con el ministro Capdepón.

«El Oriolano», lejos de morderse la lengua, criticó abiertamente la jefatura de Sarget en el partido y le invitó a renunciar a ella. He transcrito buena parte del editorial que le dedicaron.

El Oriolano. 4 de agosto 1894: NUESTRO PARECER. El señor Sarget debe estar satisfecho de su obra. Le hablamos conocido y celebrado como médico peritísimo en el arte de curar; su laboriosidad en este ramo tan difícil le ha conquistado, con su infatigable perseverancia, un puesto envidiable entre todos sus compañeros. Su indiscutible talento se ha desparramado en libros, conferencias y memorias que elevaron su reputación científica sobre el nivel de tantas otras no cimentadas sobre tan sólidas bases.

Obrero infatigable del trabajo, a él se consagró con el entusiasmo de la juventud, conquistándose un puesto envidiable entre sus conciudadanos que alabaron siempre su ciencia, su caballerosidad y su bondad de carácter. Y sin embargo, todas estas cualidades que hicieron de nuestro amigo el más querido de los oriolanos, apenas si han contribuido a elevarle sobre el nivel del más mediocre de los jefes de partido…

… Basta para ello dirigir una mirada retrospectiva que abarque la influencia de nuestro distinguido correligionario en el partido liberal de nueve meses a la fecha. ¡Qué de errores, qué de ligerezas, qué desconocimiento tan absoluto de los resortes de la política para dirigir un organismo como el nuestro, modelo de sumisión y mansedumbre! …

… Influencia, poder, favores, correligionarios sumisos, todo se le dio en abundancia, lastimando en obsequio suyo la delicadeza del jefe queridísimo que antes marchaba a la cabeza del partido sin otro afán que engrandecerle y conquistarle el aplauso y el respeto de los adversarios y de los indiferentes…

… ¿Consiste acaso toda su habilidad en rodearse de esa camarilla que todo lo perturba, que todo lo apetece, atenta más bien, como los hechos lo han demostrado, a satisfacer sus aspiraciones egoístas, atropellando por toda clase de conveniencias y contribuyendo con su sospechosa conducta a menoscabar el aprecio y oscurecer el prestigio de que ha gozado siempre en el país nuestro dignísimo representante en Cortes?

¿Se le otorgó acaso la más alta representación de nuestra comunión política para fomentar aspiraciones indebidas, desatender la opinión más sana de la mayoría de sus correligionarios y crear alrededor de su persona y de lo que representa ese vacío y ese aislamiento, precursor indudable de la ruina de todos?…

…Los hechos le habrán demostrado la conveniencia de apartar al partido liberal oriolano, que tan ciegamente le obedece, de los perniciosos derroteros por los que se le lleva; y si el Sr. Sarget, a quien pesa demasiado la indecisa jefatura que echaron sobre sus débiles hombros, apetece como no lo dudamos, demostrar que por encima de pasajeras satisfacciones personales, que en tantas ocasiones ha desdeñado, están para él los altos intereses del partido y los necesarios sacrificios que todos debemos hacer en obsequio del prestigio y de la representación que legítimamente ostenta el señor Ruiz Capdepón.

Propicio es el momento de hacerlo evidente renunciando una jefatura que no posee con el beneplácito y la satisfacción de todos, y que nunca debió separarse del amigo queridísimo que la ejercía. Este es nuestro parecer.

El 25 de agosto Ruiz Capdepón visitó Orihuela. El ministro de Gracia y Justicia acompañado de multitud de personalidades celebraron en el refectorio del Colegio de Santo Domingo un banquete con doce platos, postres, vinos, licores y helados, en honor al flamante prelado de Tortosa, el Obispo Rocamora.

Refectorio del Colegio de Santo Domingo. Colección Javier Sánchez Portas.

Para recibir a su jefe y homenajear al obispo, Sarget regresó de los Baños de Fortuna, donde seguía intentando recuperase de su afección; y durante el banquete improvisó unos versos para el prelado.

Siempre en la brecha luchando, redimiendo al pecador. Religión, calma y amor, predicaste por doquier; y jamás en tu tarea, de conquistar corazones, mermaron las ilusiones, y energías de tu ser. Tortosa inquieta te aguarda, y sin verte ni tratarte, ya comienza a venerarte, llamarte con efusión. Porque deduce y presiente, que su Prelado anhelado, no es solamente un Prelado, sino un grande corazón.

Terminando el mes de agosto, en plena campaña electoral, se celebró una polémica reunión de la fracción disidente del partido liberal en la redacción de «El Oriolano»; es decir, en casa de Rufino Gea. La candidatura oficial, acordada a última hora, había descartado a varios candidatos y desataba los rumores de ruptura en el partido liberal.

Como jefe local del partido, Sarget convocó a todas las representaciones de las secciones del distrito electoral de Orihuela-Dolores en el salón de sesiones de las Casas Consistoriales. El objeto de la reunión era transmitir la candidatura «recomendada» por «el jefe supremo del fusionismo local».

El Sr. Torres, decano del partido, hizo constar la conveniencia de que el partido acudiese unido a los comicios; y seguidamente, el propio Sarget dio lectura a la siguiente carta, escrita de puño y letra por Trinitario Ruiz Capdepón.

Sr. D. Julián de Torres y D. José María Sarget. Mis queridos amigos: El deseo que yo tenía de reunir en ésta al partido para conocer su opinión respecto a las personas que conviene que representen al distrito de Orihuela-Dolores en la Diputación provincial, no he podido realizarlo por absoluta falta de tiempo, y lo siento muchísimo.

Pero por las noticias que aquí he podido adquirir y por el conocimiento que tengo del estado y aspiraciones del distrito, paréceme que dicha candidatura la deben formar Vds. dos como indicados por Orihuela, y los Sres. D. Rafael Sala y D. Vicente Sorribes por Dolores.

Sin embargo, como yo no trato de imponer mi opinión a los amigos, y además conozco sobradamente la extrema delicadeza de Vds., creo lo mejor que inmediatamente convoquen Vds. en mi nombre una reunión de los más importantes amigos de Orihuela-Dolores y sus pueblos, que en ella den lectura de esta carta de presentación de candidatura que yo me permito hacer, y pidan al partido su aprobación a mi proyecto, y caso de obtenerla, como espero, rueguen encarecidamente a todos su decidido y enérgico apoyo a la indicada candidatura.

De lamentar es que solo puedan ser cuatro los nombres que hay que elegir, porque esto impide la presentación de otros que valen mucho y también serían en mi concepto muy bien recibidos por el partido.

Esto, no obstante, no es posible; y como yo tengo poderosos motivos para estimar inmejorable la anunciada candidatura, si merece la aprobación de la reunión, habrán de esforzarse todos los que quieran seguir honrándonos con su amistad política, apoyando con todos sus votos la repetida candidatura. Así se lo pide a todos y ruega a cuantos amigos tiene en este distrito su afectísimo amigo y paisano. Trinitario Ruiz Capdepón. 8 Agosto 94.  

Ni que decir tiene que, a pesar de las disidencias, el partido cerró filas en torno a su «pastor» y Sarget fue candidato y mantuvo la jefatura. «El Oriolano», periódico de Rufino Gea que en su último número había compuesto un bosquejo biográfico a la gloria de Ruiz Capdepón, no volvió a ver la luz.

José Rufino Gea Martínez.

Sarget resultó elegido diputado provincial en las elecciones celebradas el 9 de septiembre. Y las críticas por la candidatura, los recuentos y las acusaciones de debilidad en la jefatura, volvieron, como era lógico, a las páginas de «El Orden», el órgano de prensa de la oposición.  

El orden, semanario liberal conservador. 16 de septiembre 1894: La pasada elección está llena de monstruosidades, de atropellos y de infamias que no tienen precedentes. Acaso en toda España no se hayan verificado unas elecciones tan amañadas, tan llenas de crímenes políticos y de asquerosa porquería.

El Sr. Sarget habrá tenido muy buenos propósitos, pero sobre la voluntad del débil jefe consorte del fusionismo local, ha debido influir algún espíritu infernal que ha conseguido al fin darle patente de inepto, y arrojarlo al  fondo de un profundo precipicio lleno de malezas y de espinos del cual habrá de salir, si sale, con grandes deterioros en su vestidura política.

En octubre de 1894 pasó otra temporada de recuperación; esta vez en los baños de «La Higuera» en Albacete. Regresó sin encontrar alivio y se trasladó a descansar a La Mata, en Torrevieja. Hasta primeros de noviembre, cuando volvió a viajar a Madrid.

En Alicante perdió la disputa por la presidencia y vicepresidencia de la Diputación. En el reparto de comisiones tuvo que conformarse con la vicepresidencia de la comisión provincial.

Pero sus dolencias persistían. La prensa alicantina habló de una enfermedad relacionada con la vista.

El alicantino. 7 de diciembre de 1894: Se encuentra muy mejorado de la enfermedad que viene padeciendo en la vista, D. José María Sarget, vicepresidente de la comisión provincial.

La campaña de los conservadores denunciando los turbios manejos de Capdepón y su partido quedaron personalizadas en el candidato Juan de Rojas y Pascual de Bonanza, quien puso en duda la legalidad de varias actas liberales, entre ellas la de nuestro biografiado. Y Sarget lo llevó a los tribunales.

El independiente (Alicante). 7 de diciembre 1894: Querella. Según dice «El Liberal» el juzgado de esta Ciudad empezó el lunes la instrucción de sumario a virtud de querella criminal interpuesta por el procurador D. Luis Ibáñez, en nombre de D. José María Sarget, por injurias y calumnia vertidas de palabra contra su representado por D. Juan de Rojas y Pascual de Bonanza. No sabíamos una palabra.

El independiente. 12 de diciembre 1894: Buen viaje. Ayer tarde marchó en el tren de Alicante nuestro particular amigo D. Juan de Rojas y Pascual de Bonanza después de celebrado el juicio de conciliación en la querella presentada contra dicho señor por nuestro estimado, amigo D. José M. Sarget, por conceptos calumniosos vertidos de palabra. No hubo avenencia.

1895.

Alicante, 1870. Jean Laurent.

Después de varios días sin poder salir de casa por causa de su enfermedad, a primeros de año Sarget viajó a Alicante para desempeñar su cargo de diputado provincial.

La noticia diaria (Alicante). 3 de enero 1895: Ayer salió para Alicante el vice presidente de aquella diputación Don José María Sarget, siendo, despedido en la estación por varios de sus correligionarios.

Superadas las revueltas del año anterior, su partido en Orihuela parecía mantenerse en calma a ojos de la prensa amiga. En enero de 1895 salía a la calle un nuevo diario favorable a Sarget.

La región. Número 1. Orihuela, 2 de enero 1895.

La región. 3 de enero 1895 …Y viniendo al campo de la dinastía reinante, nos encontramos con los partidos conservador y liberal. Del segundo poco hemos de decir si hemos de ser fieles en la descripción de su topografía…

…El partido liberal local ha entrado bajo la simpática jefatura del señor Sarget, en un nuevo periodo de paz que indudablemente le conquistará, con el concurso valiosísimo de todos los liberales, nuevas glorias que agregar a las alcanzadas ya en su larga y victoriosa marcha por el camino de la libertad y del progreso.

La prensa de la oposición veía las cosas de forma diferente. «La Región» (que cerró antes de cumplir tres meses) alababa la jefatura liberal en Orihuela; y «El Orden» (que aguantó hasta octubre) se dedicó a denigrarla.

El Orden. 6 de enero 1895: Esa es la misión del nuevo periódico; adular al Sr. Sarget; verlo todo del revés, no verse a sí mismo y confundir de un modo lamentable todas las cosas. Donde todo el mundo ve desorganización y anarquía, ve el nuevo colega orden y calma…

… El partido fusionista ocupa el mismo terreno de siempre, (en esto se parece a la estatua de D. José María Muñoz) y pasado el conocido accidente (fue algo más que descarrilamiento) del cambio de jefatura local, podemos afirmar que el partido liberal, (querrá decir el colega, el grupillo nuestro) ha entrado (sí, pero al partido liberal no le entran ni el señor Sarget ni sus consejeros) bajo la simpática jefatura (El Sr. Sarget, que puede ser muy simpático como médico puede ser muy inhábil y hasta muy poco simpático como jefe de los trásfugas)…

En mayo, los miembros del partido fusionista fueron convocados en los salones de la Casa Consistorial. En una demostración de fuerza, consiguieron reunir a cerca de doscientas personas.

Bajo la presidencia del decano del partido, Julián Torres y con permiso de José Mª Sarget, tomó la palabra Francisco Ballesteros para resaltar la fuerza y la cohesión del partido liberal, desmintiendo a los que anunciaban la división de los fusionistas. Dicho esto, pasaron a designar a los candidatos del partido para la próxima renovación del Ayuntamiento; y la propuesta fue aceptada por unanimidad

Casa Consistorial en la Plaza Nueva de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

En 1895 nuestro biografiado intensificó su actividad literaria escribiendo varios trabajos que publicó «El Thader» entre agosto y noviembre.

En verso he localizado un soneto a Adolfo Lizón por la muerte de su hijo y otro sobre las creencias religiosas titulado «La Duda». También dos sonetos dedicados a la Virgen; uno imitando a Bécquer con el título «A nuestra Excelsa Patrona, María Santísima de Monserrate», y otro que he transcrito, titulado «A nuestra madre amantísima, María de Monserrate».

A nuestra madre amantísima, María de Monserrate: Como las aguas van a los ríos / como los ríos buscan el mar / así van, madre, los versos míos, en tus riberas a desaguar. / Yo te los mando pobres de aliño, / sin pretensiones, sin expresión; /son las esencias de mi cariño /donde va envuelto mi corazón.

Pude ofenderte y acaso un día / menguar mi ruda solicitud, / pero en mi pecho, Señora Mía. / jamás alienta la ingratitud. / Yo sé que es mucho mí atrevimiento / al revelarte lo que sentí, / mas ¡ay! es tuyo mi pensamiento /y tú sabías que delinquí.

Isla de amores, mar en bonanza, / donde las almas sueñan volar, / guárdame el cable de la esperanza / para que mi alma pueda llegar. Orihuela 15 septiembre 1895. José María Sarget.

También publicó dos trabajos en prosa: una «Balada» dedicada a Pío López Pozas; y un artículo sobre los hijos titulado «Leyes Humanas».

El Thader. 7 de septiembre 1895: BALADA. Vive todavía y se llama Pío López. Joven, casi niño, militar de raza. Pidió alistarse en el ejército de Filipinas. Allí fue a pelear por la integridad de la patria. En breve recibió el bautismo de sangre. Más y más se fortaleció su alma guerrera, viéndosele en los puestos de mayor peligro.

Un día fue acometida la sección de que formaba parte por apiñados grupos de moros rebeldes. Las fuerzas españolas se disgregaron al generalizarse la acción, como se disgregan los granos de una granada, y cada soldado luchaba cuerpo a cuerpo con cuádruple número de adversarios. Nuestro héroe y compatriota se sintió gravemente herido. Le rodeaban varios salvajes.

La situación era desesperada. Hirió, acuchilló, hizo prodigios de valor, dejando fuera de combate a tres individuos, pero, ¡ay! siempre veía un brazo musculoso que blandía sobre su pecho el acero musulmán…

Trémulo, jadeante, desfallecido, vertiendo sangre oriolana de las abiertas heridas, pero jamás vencido ni humillado, de pronto lanzó una mirada a los cielos y encomendó su alma a Nuestra Santísima Madre María de Monserrate. El consuelo siempre viene de Las Alturas. En el acto apareció un cabo de la compañía de Pío y entre ambos valientes dieron cuenta de los contrarios. J. M. Sarget.

La familia Sarget Hernandez. Entre el doctor Sarget (con sombrero) y su esposa Dolores, la hija mayor, Lola; a la derecha, también sentada. la menor, Pepita. Mi agradecimiento a Augusto Germán.

1896-1897.

Del año 1896 apenas tengo noticias. Su vida de diputado transcurría entre Alicante y Orihuela.

En febrero de 1896 fue multado por el Gobernador Civil con 25 pesetas por no asistir deliberadamente, junto a una docena de diputados, a una sesión extraordinaria.

La primera autoridad de la provincia les amenazó con una acusación de desobediencia grave en caso de que decidiesen reincidir.

El Thader. 22 de febrero 1896: Ayer publicó un número extraordinario el «Boletín Oficial» de esta provincia para dar cuenta de la multa impuesta por la primera autoridad de la provincia a los señores diputados provinciales que no asistieron a la sesión extraordinaria celebrada el día 20 del corriente, entre los que vemos comprendido a nuestro querido amigo el señor D. José M. Sarget. Lo sentimos de veras, pero la ley es inflexible cuando conviene que no se tuerza.

En febrero de 1897 publicó en «La Semana» una poesía dedicada a Orihuela, imitando a Zorrilla.

A Orihuela. Imitación de Zorrilla: Por tus venas azules, rica sultana, corre, sin que la veas, sangre agarena, y aunque ostentas blasones de gran cristiana es tu cintura airosa de sarracena. Tus huertas perfumadas, y naranjales que esmaltan tu hechicera topografía, se alimentan, a expensas de mil canales que la ciencia morisca trazó a porfía.

Tus costumbres profanas, tus diversiones, tus históricas fiestas, tus rotos muros, tus rejas legendarias, tus torreones, los ecos perdurables de tus conjuros; la rara indumentaria de tus labriegos hace bien pocos años, modificada: el sistema admirable dado a tus riegos en tu espléndida vega tan codiciada, todo pregona a voces tu procedencia, todo te aclama rica y bella sultana que ha tiempo malquistada con su conciencia olvida sus amores por ser cristiana. J. M. Sarget.

En junio de 1897 publicó en «El Liberal» de Alicante un artículo sobre la crisis ministerial provocada por la Guerra de Cuba. Se titulaba «Pensamientos». He transcrito varios párrafos.

El Liberal. Alicante. 22 de junio 1897: … Nosotros hemos creído siempre que la palabra crisis significaba un conflicto grave desarrollado en el seno de cualquier organismo morboso, llamárase Gobierno, llamárase sujeto, víctima de cualquier dolencia.

Y creíamos que aquel fenómeno se resolvería modificando en todo o en parte los elementos constitutivos del «conseusus» patológico. Pues bien, crisis «a la dernière» no es nada de eso. Es un eclipse de varios astros de segunda magnitud por la interposición del satélite Cuba, que nos va a dejar sin luz el día menos pensado…

… Las crisis se hacen como se hacen suertes de prestidigitación, como se hacen juegos malabares. La última crisis es la gran mueca de Júpiter Tonante a todos los dioses de la mitología política. José Mª Sarget.

En 1897 se casó su hija mayor y la ceremonia, oficiada por el obispo de Orihuela, fue todo un acontecimiento anunciado por la prensa de Orihuela, Alicante y Murcia.

Obispo Juan Maura Gelabert.

El Liberal. 11 de julio 1897: Dentro de breves días contraerá matrimonio en Orihuela nuestro muy querido amigo el juez de instrucción de Ayora D. Enrique Garriga Mercader, con la bella y distinguida señorita doña Dolores Sarget Hernández, hija del diputado provincial, querido correligionario nuestro y reputado facultativo D. José.

Apadrinará a los novios el ilustre exministro señor Ruiz Capdepón. Dados los lazos de amistad que con los señores Sarget y Garriga nos unen, excusamos decir las felicidades y venturas que deseamos a los novios.

María Dolores Sarget Hernández se casó el 15 de julio de 1897 en la capilla del Palacio Episcopal con Enrique Garriga Mercader. El matrimonio fue celebrado por el obispo D. Juan Maura Gelabert.

Acto seguido oyeron misa y recibieron las demás bendiciones nupciales. El novio era juez de primera instancia de la villa valenciana de Ayora. Tenía 29 años (dos más que Dolores) y era hijo de José María Garriga y de María de los Ángeles Mercader.

Expediente académico de Enrique Garriga. Archivo General de Murcia.

A pesar de lo dicho por la prensa, no tengo constancia de la asistencia de Capdepón. Fueron testigos Francisco Ballesteros Villanueva, ex alcalde de Orihuela, ex presidente de la Diputación de Alicante, ex gobernador civil de Albacete, etc.; Valentín Escribano Roca, juez de primera instancia de Orihuela; Ascensio García Hostench, capitán del Regimiento Reserva de Orihuela; y varios presbíteros.

1898-1899. Presidente de la Diputación.

El año 1898 comenzó con un espléndido banquete celebrado en el seminario en honor al gobernador civil de Valencia, Francisco Ballesteros Villanueva.

El Graduador. 5 de enero 1898: Banquete. El partido liberal de Orihuela ha obsequiado con un espléndido banquete en el suntuoso salón de grados de aquel Seminario Conciliar, a su distinguido jefe y querido amigo nuestro, D. Francisco Ballesteros, gobernador civil de Valencia.

Salón de Grados del Seminario. Colección Javier Sánchez Portas.

El banquete tuvo efecto el 31 del pasado diciembre, siendo servido por la fonda «La Catalana» un exquisito menú. En la mesa llena de ricos manjares y cubierta de artísticos objetos, engalanados de flores naturales y de frutos propios del país, ocuparon sus sitios 65 comensales.

A la una en punto empezó el banquete, que fue verdaderamente brillante, amenizando el acto con escogidas partituras, las bandas de música del Municipio y Santa Cecilia. El centro de la mesa lo ocupó el Sr. Ballesteros, teniendo a su derecha e izquierda respectivamente, al alcalde de Orihuela don José Zerón y a D. José María Sarget, diputado provincial.

Durante la comida, los asistentes todos lucieron manifestaciones del placer y satisfacción que experimentaban al hallarse reunidos con la primera autoridad civil de la ciudad del Turia, lamentando la ausencia del excelentísimo Sr. D. Trinitario Ruíz Capdepón, ministro de la Gobernación.

A mediados de enero Orihuela sufrió una de las recurrentes riadas del Segura. Sarget formó parte de la comisión que viajó a Madrid en demanda de recursos para hacer frente a la desgracia.

El Diario de Murcia. 4 de febrero 1898: ORIHUELA. «Ha regresado la comisión de la junta local de socorros, que salió para Madrid a interesar del gobierno recursos con que atender la aflictiva situación por que atraviesa nuestra ciudad, con motivo de las recientes inundaciones. La componen los Sres. Sarget, Zerón, Pescetto y Linares. Vienen satisfechos de sus gestiones y repletos de esperanzas.

Con este motivo, dícese que en breve empezarán los trabajos para la construcción de la carretera de Almoradí que, además de proporcionar trabajo a muchos jornaleros aliviando la miseria existente, ha de reportar inmensos beneficios a esa parte de nuestra hermosa vega, que tan necesitada se halla de vías de comunicación para la exportación de sus productos.

El 27 de marzo de 1898 se celebraban las elecciones generales. La semana anterior, Sarget asistió en Alicante a un lujoso banquete en honor a Trinitario Ruiz Capdepón, ministro de la Gobernación y de nuevo candidato a diputado. 

La victoria de los liberales fue aplastante. Trinitario Ruiz Capdepón y su hijo obtuvieron acta de diputados y la prensa nacional lo representó dentro de un «puchero», tejiendo la tela de araña del cacique.

Blanco y Negro. 26 de marzo 1898.

El eco del Segura. 30 de marzo 1898: ENHORABUENA. No la damos a los SS. Ruiz Capdepón y Ruiz Valarino por haber sido nuevamente elegidos Diputados a Cortes, sino por haberlo sido en medio de la más perfecta unanimidad…

…Nuestra más cordial enhorabuena a los nuevos representantes de Orihuela y de Dolores, y especialmente a los habitantes de ambos distritos, quienes han llegado a reconocer la inmensa valía de sus ilustres paisanos. Quien siembra favores para todos, sin distinción de matices, de todos recoge gratitud.

Para Semana Santa, Sarget volvió a publicar en prensa local.

Heraldo de Orihuela. 8 de abril 1898: La Semana Santa es la semana del dolor indefinido; es la síntesis suprema de la amargura. Es una larga noche de duelo, deshecha de repente al primer rayo luminoso de la espléndida aurora de la Resurrección.

Es una semana de contrastes. Encierra la más cruenta de las penalidades y la más indescriptible de las alegrías. Semana de recuerdos imperecederos, aniversario de una epopeya tan grandiosa que no cabe en el mezquino cerebro del hombre; paréntesis donde se mueve más omnipotente y augusta la efigie del Redentor.

Yo me prosterno ante las gradas que representan tus días, coronadas por el ominoso calvario, y extasiado ante los recuerdos de tus luctuosos pasajes, callo, pido perdón y me refugio entre los pliegues sombríos de tres tinieblas sacrosantas. José María Sarget. Abril de 1898.

Junio de 1898 fue mes de enfermedades. En sus inicios cayó nuestro biografiado; y a mediados lo hizo su hija Dolores. Pero fue tan grave que el doctor tuvo que desplazarse a Ayora, donde residía junto a su marido.

Heraldo de Orihuela. 16 de junio 1898:  Se encuentra en Ayora gravemente enferma la señora doña Dolores Sarget de Garriga. Esta tarde se pondrá en camino para aquel punto su padre, nuestro respetable amigo y suscriptor D. José María, distinguido facultativo orcelitano. Deseamos que encuentre a la enferma en mejor estado y llegue a devolverla con los auxilios de la ciencia, la salud perdida.

En septiembre llegó la renovación bienal de la Diputación de Alicante. José María, al haber cumplido los cuatro años en el cargo, era uno de los diputados salientes.

«El Liberal». Alicante, 10 de septiembre de 1898.

Sarget formó parte de la candidatura liberal; y no sólo fue reelegido como diputado; el 4 de noviembre tomaba posesión de la Presidencia de la Diputación de Alicante. Había alcanzado la cima de su carrera política.

La Correspondencia Alicantina. 4 de noviembre 1898: Se han aprobado las actas y proclamado a los diputados electos. Se procedió a la votación para los cargos de presidente, vicepresidente y secretarios, resultando elegido para presidente, don José María Sarget…

… El señor Sarget pronunció un corto discurso, prometiendo hacer todo cuanto pueda y sepa para el bien de la administración de la provincia, suplicando la benevolencia de los señores Diputados y su concurso para llegar al fin deseado.

A finales de 1898 se embarcó en un proyecto empresarial asociado con dos amigos. Su nombre se convirtió en la marca de una fábrica de abonos instalada en la Alameda Vieja, la actual Avenida España.

El «Guano Sarget» se anunciaba como un producto elaborado por el más prestigioso doctor de Orihuela.

La huerta de Orihuela. 15 de noviembre 1898: Fábrica de abonos. Se ha inaugurado la que dirigida por el ilustrado doctor Sarget, asociado de los Sres. Garriga y Valera, funciona desde primeros de este mes en el punto denominado «Alameda vieja». En ella se fabrican abonos especiales para hortalizas, cereales y huertos de naranjos.

La huerta de Orihuela. 4 de enero 1899.

Al caer el gobierno de Sagasta a primeros de marzo dimitieron los gobernadores liberales; entre ellos el de Valencia (Francisco Ballesteros) y el de Alicante. Y la prensa alicantina especuló con un posible sustituto para Sarget cuando éste dimitiera de la Presidencia de la Diputación.

Tres semanas después, los periódicos alicantinos y murcianos se hicieron eco de la concesión de la Gran Cruz de Isabel la Católica, libre de gastos a D. José María Sarget «reputado médico y actual presidente de la Diputación de Alicante».

A principios de abril se volvió a especular con su dimisión, publicando nombres de posibles sustitutos. Pero Sarget seguía presidiendo las reuniones de la Diputación con «condiciones administrativas de primer orden, gran rectitud y excelente criterio».

Se llegó a pensar que conservaría en el puesto durante toda la legislatura. Pero el 1 de mayo de 1899, en la sesión ordinaria de la Diputación, el señor Sarget hizo uso de la palabra para, en un breve y sentido discurso, presentar su renuncia irrevocable a la Presidencia «por motivos de salud».

La Correspondencia de Alicante. 2 de mayo 1899: Esta mañana ha marchado a Orihuela el ex presidente de esta Diputación D. Jose María Sarget. A despedirle han acudido a la estación muchos diputados y amigos, particulares y políticos.

La unión democrática. 3 de mayo 1899: Ha dejado de ser Presidente de la excelentísima Diputación Provincial D. José María Sarget, hechura de D. Trinitario Ruiz Capdepón, y persona que goza fama de ilustrado, entendido en administración y en otras cosas. ¿Por qué cae el Sr. Sarget? ¿Qué razón hay para que deje la Presidencia de la Diputación Provincial de Alicante? Lo ignoramos.

No sabemos más, sino que fue nombrado Presidente porque así convino a la política de una fracción del fusionismo, y porque así, la carrera política del Sr. Sarget, será más brillante; y que ahora, hecha la elección de senadores en que han copado los liberales dinásticos, el Sr. Sarget se retira por el foro. A los pueblos no se les consulta; a los pueblos se les deja en la ignorancia, y que los parta un rayo.

Así funcionaba la política durante la Restauración; los cambios a nivel nacional marcaban la estrategia en provincias y ayuntamientos. Sarget tuvo que conformarse con su cargo de diputado y, en septiembre, se integró en la Comisión de Hacienda.

1900.

Durante el año 1900 Sarget siguió como diputado provincial asignado en octubre a las comisiones de Actas y Beneficencia.

En Orihuela, el 17 de septiembre se celebraron por primera vez  unos Juegos Florales con el «objeto de contribuir al movimiento científico-literario de la patria»; y la captación de fondos para la Cruz Roja, organizadora del evento.

Sarget formó parte del jurado junto al obispo Maura y otras personalidades oriolanas, actuando como secretario y portavoz del mismo. De dicho certamen, entre otras, salieron premiadas, la famosa obra de Rufino Gea «El Pleito del Obispado» y una biografía de Fernando de Loazes.

Y sin más noticias relevantes, nuestro biografiado despidió el siglo con el siguiente artículo.

El oriol. 31 de diciembre 1900:  Ideas sueltas. Estoy asistiendo al período agónico del año 1900. Se halla solemnemente desahuciado por los más eximios doctores. Nació balbuceando la palabra regeneración y muere degenerado.

Es evidente que, a fuerza de repetir el concepto sin cuajarlo en el molde de la realidad, venga a resultar una especie de panacea social que curándolo todo, no cura nada. Con el año 1900 se va el siglo XIX a ocupar su modesto nicho en el cementerio de la Historia.

¡Qué contraste! De los hechos muertos se nutre la memoria de los vivos. Por eso vivimos muriendo, porque física y moralmente nos alimentamos con los despojos de la muerte. El año que expira es una unidad más en el cociente de los tiempos. Un sumando que termina y corona el siglo XIX y resta nuestra vida lánguida y miserable.

Pasó casi desapercibido, como pasa la vida resbalando siempre en el plano inclinado de la muerte. Apenas surgió a la faz de la tierra entre violentos escalofríos, envejece, pierde sus energías y muere como un simple mortal, de un enfriamiento. Al despedirnos del año que acaba, nos despedimos de un pedazo de nuestra existencia.

Tenemos a la vista el año 1901, o de otro modo, el primer año del siglo XX. Arca cerrada, misteriosa incógnita que encierra en su ignorado seno gérmenes de múltiples acontecimientos que han de servir de incentivos a nuestras pasiones, de tortura a nuestras almas, de aliciente a nuestros deseos… El siglo XIX te lega en su testamento cláusulas admirables.

Desde la epopeya de la guerra de la independencia, gloriosa jornada que inició el eclipse del cesarismo Bonapartista en Europa, hasta la total desmembración de nuestras colonias, desde el descubrimiento del vapor como fuerza motriz, hasta la radiografía; desde la telegrafía eléctrica, hasta la electridad como poderoso motor y sol de la industria en la urbe que progresa, desde la fotografía daguerrotípica, hasta el teléfono, el fonógrafo, el cinematógrafo, el kaleidoscopio, etc., etc.

Bienvenido seas, y plegue a Dios nos colme de mercedes y bienandanzas, y seas un año próspero, ilustre, formalista y práctico. José M. Sarget.

1901.

1901 fue año de elecciones generales, de cambios en el turno y vuelta de los liberales. Primero se celebraron unas provinciales en marzo; que no afectaron al distrito Orihuela-Dolores.

Sarget siguió como diputado y la prensa alicantina llegó a sugerir la posibilidad de su regreso a la Presidencia de la Diputación como «hechura de D. Trinitario Ruiz Capdepón».  

A finales de marzo, ya próximas las elecciones generales, Francisco Ballesteros y José María Sarget se entrevistaron con el gobernador civil.

La unión democrática. 31 de marzo 1901: Dice un periódico que los Sres. Sarget y Ballesteros han visitado al gobernador civil de la provincia, celebrando con él una larga y cordialísima conferencia. De seguro que esto habrá versado sobre las próximas elecciones de diputados. ¿De qué van a hablar los amigos de don Trinitario sino de elecciones y actas?

Constituida la Diputación en abril, Sarget quedó adscrito a la Comisión de Instrucción Pública.

El 3 de junio el obispo Maura casó a la hija de Ballesteros en la capilla de su palacio; y su amigo Sarget actuó como testigo por parte de la novia.

1902.

En febrero de 1902 falleció su hermano, Francisco Sarget. De este suceso ya he hablado anteriormente.

El Graduador. Alicante. 16 de febrero 1902: Fallecimiento. Sorpresa y grande nos ha causado la muerte de un amigo nuestro de Orihuela D. Francisco Sarget y Lillo, hermano del afamado médico D. José, presidente que fue de la Diputación provincial. El Sr. Sarget fue diputado provincial, cargo que desempeñó honradamente.

Poco más he localizado sobre nuestro biografiado en el año 1902. La curación del anciano padre de un sacerdote efectuada en aquel verano fue comentada en la prensa de Murcia y siguió agrandando su leyenda como médico.

El Liberal (Murcia). 11 de agosto 1902: Después de varios días de penosa enfermedad, que puso su vida al borde del sepulcro, hemos tenido el gusto y la satisfacción de saludar casi del todo restablecido de tan terrible dolencia, a nuestro querido amigo D. Eduardo Soria, padre del provisor de esta catedral del mismo nombre.

La curación de dicho enfermo sometido durante su enfermedad al tratamiento de su médico de cabecera, el sabio doctor D. José María Sarget, es un triunfo completo para tan distinguido facultativo, que con razón goza fama de verdadera eminencia en la facultad que profesa y que ejerce en esta localidad.

A la vez que damos nuestra más cumplida enhorabuena por el restablecimiento de su salud al Sr. Soria, nos complacemos de veras con enviar una vez más el testimonio de nuestra admiración al notable médico Sr. Sarget por el éxito alcanzado con uno de sus enfermos.

En diciembre de 1902 se reunió la Junta de hacendados en los salones del edificio de «La Caridad» con el objeto de elegir al juez de aguas. Por unanimidad escogieron al doctor Sarget para el cargo de Juez Privativo de Aguas de la Vega Baja del Segura; cargo que mantuvo hasta su muerte.

La voz de la comarca. 18 de diciembre 1902: Para sustituir en el cargo de juez privativo de Aguas en este partido al dignísimo presidente de la junta de hacendados D. Antonio Pescetto, que con tanto acierto lo ha venido desempeñando por espacio de seis años, ha sido nombrado el afamado médico D. José Mª. Sarget, persona también apreciadísima en esta población.

El Liberal. (Alicante). 18 de diciembre 1902: ORIHUELA. (POR CORREO) Juez de aguas. Al cesar en el cargo de juez privativo de aguas en este partido el señor presidente de la junta ejecutiva de hacendados don Antonio Pescetto, que tan dignamente ha venido ejerciendo las funciones de este juzgado en el transcurso de seis años, ha sido elegido para sucederle en dicho importante cargo, el excelente oriolano y distinguido caballero señor don José María Sarget, médico afamado y notable escritor, adicto a la política de nuestro ilustre paisano don Trinitario Ruiz Capdepón.

El nombramiento del señor Sarget ha sido muy bien recibido de todos los señores propietarios, siendo generalmente aplaudido por los regantes y colonos de la vega baja del Segura de esta jurisdicción.

El nuevo juez, de aguas, es una distinguida y dignísima persona que podemos considerar como una de las principales personalidades de esta población, entre cuyos vecinos goza de la estimación general, por su saber y celebridad adquirida como médico, amén de otras nobilísimas cualidades que posee, y que hacen de él todo un caballero. Reciba el señor Sarget, nuestro más sincero saludo de felicitación, por su nuevo cargo, en el que le deseamos toda suerte de prosperidades.

Calle del Doctor Sarget. José María Pérez Basanta.

1903. Juez de Aguas.

En febrero de 1903 fue designado de nuevo como candidato a la Diputación por el Partido Liberal.

El Liberal. Murcia. 1 de marzo 1903: ORIHUELA (por correo). Diputados Provinciales. En las próximas elecciones provinciales presentan su candidatura por esta circunscripción los señores don José María Sarget, notable médico de esta localidad, y don Francisco López, ambos adictos al partido liberal, y paisanos que gozan de generales simpatías.

En plena campaña electoral tuvo un desgraciado accidente en la Plaza Nueva y se partió una pierna. Casualmente, su jefe y mentor Trinitario Ruiz Capdepón, por las mismas fechas resultó ileso de otro accidente sufrido en Madrid, al bajar del tranvía en la calle Velázquez.

La comarca. 4 de marzo 1903: Noticias. Anoche, en la Plaza de la Constitución, ocurrió una lamentable desgracia de la que fue víctima una persona muy conocida y respetada en esta población, D. José María Sarget. Éste tuvo la desgracia de sufrir una caída con tan mala fortuna que se produjo la fractura del fémur en la unión del tercio medio con el tercio superior de la pierna derecha.

El Sr. Sarget fue socorrido por varias personas que le condujeron a su domicilio; donde fue visitado por casi todos sus compañeros, amigos e innumerables personas que se interesaban vivamente por él. Sentimos tan desgraciado percance y le deseamos al reputado doctor, muchas horas de alivio durante los días de su penosa curación.

Plaza Nueva o de la Constitución. Principios del siglo XX.

El Liberal. (Murcia). 7 de marzo 1903: ORIHUELA (por telégrafo) En las elecciones para diputados provinciales que tendrán lugar en esta localidad el próximo domingo, serán elegidos por esta circunscripción los señores don José María Sarget Lillo y don Francisco López García, adictos al partido fusionista.

Con el triste motivo del desgraciado accidente sufrido noches pasadas por el notable médico don José María Sarget, su casa se ve a todas horas invadida por infinidad de personas de todas las clases y condiciones de la sociedad que acuden ávidas y deseosas de tener noticias del estado del enfermo. Éste ha experimentado algún alivio en la dolencia que padece, y se tienen esperanzas de que se logrará su curación en plazo breve.

Las elecciones se celebraron el domingo 8 de marzo y, como estaba previsto, Sarget resultó reelegido con cerca de siete mil votos.

Al comentar los resultados, la prensa alicantina hizo una subdivisión personalista entre los 11 diputados liberales fusionistas, separando a cuatro «Capdeponianos» entre los que se encontraba, por supuesto, José María Sarget.

En el reparto de comisiones quedó entre los indeterminados. Y tardó bastante en asistir a la Diputación a consecuencia de su accidente.

Aún en julio, cuando los liberales celebraron un banquete en honor a Francisco Ballesteros (elegido para el Congreso de los Diputados en el puesto de Trinitario Ruiz Capdepón), enviaron recuerdos a Sarget, que no había asistido «por impedirle el desgraciado accidente que sufrió hace poco tiempo».

Su prestigio como médico y farmacéutico era tal, que su nombre se utilizaba en anuncios como este de los baños de San Antón.

Sus aguas son verdaderamente milagrosas en la curación del reuma, habiéndose dado el caso de comenzar a tomarlas un enfermo que le tenía baldado una «siática», y curó de su dolencia a los pocos días de tomar los baños que le prescribió el Dr. D. José M. Sarget.

Baños de San Antón.

En septiembre salió a la calle el nuevo semanario «El orcelitano»; y lo puso el primero en su lista de literatos colaboradores, por delante incluso del cronista Rufino Gea. He transcrito el artículo del primer número, pero recortando varios párrafos.  

El orcelitano. Año I Número 1. 20 de septiembre 1903: ¿Qué decir…? Por más que retuerzo mi pensamiento en las profundidades de mi abatido espíritu, no brota una idea. Tiesto resquebrajado, abandonado y maltrecho, no crece en su seno, desprovisto de labor asidua, la planta más humilde.

La vida es incompatible con el dolor, y sin embargo el dolor es el patrimonio de la vida. Peregrinación accidentada donde cada uno va dejando girones, de su existencia, amenguando sus bríos, mermando sus energías, y asistiendo a los cambios de su organización, inexcusable prometida de la muerte.

Y ¿Qué es la muerte? El paro general y absoluto de las funciones orgánicas, la suspensión perdurable de los talleres donde la vida emite radiaciones de vida, donde la materia elabora nueva materia, allá en la masa del protoplasma, en las encrucijadas de la célula, en la sustancia de la molécula sujeta a metabolismo permanente…

… ¿Qué es el hombre, acaso? Es el rey de la creación según muchos naturalistas. Medrado monarca, sin estados, que no puede en sus empeños arrogantes explicar el mecanismo íntimo del fenómeno más elemental que se exterioriza en los dominios del Cosmos…

… Adelante pues; sigamos nuestro derrotero, vivamos desvanecidos por el humo de nuestra ingénita vanidad, y émulos de flamantes Tancredos, despreciemos a la fiera de nuestra redentora ignorancia que no se atreve a derribarnos del pedestal, porque es indudablemente nuestro sitio codiciado. José M. Sarget.

Calle del Doctor Sarget. José María Pérez Basanta.

1904/1905.

En abril de 1904 apareció en Orihuela una hoja firmada por un desconocido apellidado Ayala. El panfleto elogiaba la personalidad de Antonio Pescetto Balaguer, anterior Juez de Aguas; criticando a José María Sarget, a quien llamaba «Pepe Terrones».

El diario orcelitano. 21 de abril 1904: Hoy ha comenzado a circular por esta ciudad la hoja de que hablábamos en uno de los números anteriores. Ésta va dedicada a Pepe Terrones y firmada por J. M. Ayala. El alcalde accidental Sr. Madaria, ha ordenado se recoja la mencionada hoja por no haber cumplido su autor con los requisitos que marca la ley de imprenta.

El asunto se complicó al divulgarse que la hoja era obra del propio Pescetto; cosa que éste negó por activa y por pasiva. Sarget, en su línea habitual, contestó con un satírico poema.

El diario orcelitano. 22 de abril 1904: ¿Que en Orihuela no hay juez de aguas?… ¿Lo dices tú? Basta / Pediremos una casta / de jueces de otro jaez. / Pero, Antonio, ¡vive Dios! / ¿A quién acriminas de esto? / ¿Por qué no aceptaste el puesto para dicha de los dos?

Te agradezco por demás / tus cantares y tu prosa; / es tu prosa, deliciosa / y tus versos mucho más. / Dos proyectos combatí / de desviaciones fluviales, / y acaso doscientos reales / en ese asunto invertí. / No pretendo comparar / mi gestión con tu gestión; / yo no entiendo un pimentón / de esta ciencia singular.

Tú dejaste malparado / un día, al doctor Pulido / a mí me has favorecido / porque tu carta me ha honrado. / El mérito no se aprecia / y el que es hombre de valer / ve con pena florecer, / planteles de gente necia.

Y si en el lenguaje agrario / claudica mi musa extática / dame a estudiar tu gramática / y reserva el Diccionario. / Adiós amigo querido, / se equivocan esos seres / que piensan que no me quieres / y que yo te di al olvido. J.M.S.

Las noticias de la hoja y los versos de Sarget llegaron a los periódicos de Alicante; y de allí saltaron a la prensa nacional. Os dejo también algunos párrafos de la respuesta a los versos publicada por Antonio Pescetto.

El diario orcelitano. 25 de abril 1904: Sr. D. José María Sarget. Mi distinguido amigo: En el número 61 de El Diario Orcelitano correspondiente al día 20 de Abril del presente año, veo me dedicas unas poesías en contestación a una hoja repartida y firmada por José María Ayala, concluyendo por creer que soy el autor de ella …

…Te doy las gracias por las flores, aunque indebidas, que me dedicas, y que tienes un esclarecido talento no hay que dudarlo; pero también es verdad que por tu falta de carácter no sirves para el desempeño de tu cargo…  

… No soy hombre adulador; y por consiguiente no extrañes que hable tan claro, porque así como reconozco tu ciencia médica, también reconozco lo que yo te he expresado, y dando por terminado este asunto queda tuyo afmo. amigo: Antonio Pescetto.

Los enfrentamientos públicos entre Pescetto y Sarget continuaron en el tiempo; sobre todo cuando el primero montó su propio periódico ocho meses después.

Antes de eso, en mayo, se constituyó una nueva Diputación provincial; Sarget tomó posesión del cargo de diputado y fue elegido vocal.

En ese mismo acto solicitó y le fue concedida una licencia por su delicado estado de salud. Sustituido provisionalmente en Alicante, aprovechó el tiempo para escribir algún artículo y parece ser que siguió atendiendo pacientes aunque ya no necesitase trabajar.

La comarca. 24 de mayo 1904: Desgracia. El domingo por la mañana tuvo la desgracia de caer del carro que guiaba Gabriel García Huertas, de 25 años, vecino del partido de Almoradí, fracturándose una pierna. Conducido a la posada del Sol, le practicó la primera cura el doctor Sarget.

He transcrito los primeros y últimos párrafos de un artículo sobre Cervantes que publicó en ese mismo mes.

El diario orcelitano. 16 de mayo 1904: CERVANTES. «El Quijote» sugestionó al siglo XVII. Cervantes obscureció a Boileau, a Racine y a Corneille. Sólo era comparable a Homero. El siglo de Copérnico, de Newton, de Descartes y de Leibuitz, instalaba en sus avanzadas al manco de Lepanto.

Francia e Inglaterra, en primer lugar, le contemplaban como un caso teratológico entre los grandes ingenios de la humanidad. Sopista en Salamanca, alcabalero en Granada, proveedor en Sevilla, pretendiente en Valladolid; soldado, cautivo, doméstico de cardenales en Roma, fue proclamado como el hombre más extraordinario de su tiempo…

…Para ennoblecer el idioma le llamamos idioma de Cervantes. Este grande hombre llegó a ser la síntesis de una nación. En las negruras de siniestro calabozo, allí, secuestrado del mundo exterior, caldeadas las células de su cerebro, surgió la luz del astro, y llenando los ámbitos del pensamiento.

Cuanto más tiempo vibran sus imágenes de fuego en el misterioso vaivén de los siglos, más perduran, fascinan y deleitan. Loor, pues, al rey de la novela, fundador de una dinastía emancipada de todo convencionalismo legendario. José M. Sarget.

El Diario Orcelitano Julio de 1904.

El 30 de mayo volvió a la Diputación. Y los hermanos Iborra volvieron a aprovechar su popularidad en la capital. Transcribo parte de una noticia anuncio publicada en Alicante el verano de 1904 en la que el «popular médico» recomendaba las aguas de San Antón.

El Graduador (Alicante). 2 de agosto 1904: Por carta que recibimos de Orihuela se nos comunica que este año se ve más concurrido que en los anteriores el establecimiento balneario de aguas minero-medicinales de San Antón…

… Las aguas de San Antón las han recomendado célebres facultativos de España y del extranjero, entre ellos el popular médico y brillante escritor oriolano, don José María Sarget, verdadera gloria en la medicina…

Como ya he dicho, en diciembre de 1904 Antonio Pescetto pasó a ser el director de un nuevo periódico. Titulado «La Vega del Segura», decía aborrecer la «farsa indigna» de la política y anunciaba centrar sus esfuerzos en la agricultura.

Como político y Juez de Aguas, el nombre de Sarget apareció frecuentemente en dicho periódico. Pero afortunadamente para nuestro biografiado, el diario de Pescetto duró poco más de tres meses. Os dejo parte de su despedida.

La Vega del Segura. 11 de marzo 1905: A NUESTROS LECTORES. «La Vega del Segura» vino al estadio de la prensa con el solo propósito de defender y propagar la moral, con terminante separación de todo ideal político y en tal concepto era de esperar que prestaran su concurso a empresa en nuestro concepto tan útil, todos los oriolanos, pero por desgracia no ha sido así…

…Nuestra misión ha terminado pues, y nos retiramos con la frente alta, deplorando sí, que por la falta de apoyo material, haya fracasado una empresa tan útil como necesaria para el bien de las familias y de la patria. La Redacción.

En marzo volvieron a celebrarse elecciones parciales a la Diputación provincial; una renovación bienal que no afectaba a nuestro distrito. Sarget siguió compaginando su labor como diputado adscrito a la Comisión de Indeterminados con las funciones propias del cargo de juez de aguas.

El 11 de mayo, en sesión municipal del Ayuntamiento de Orihuela se leyó una instancia de José María Sarget y otros, solicitando autorización para edificar en un terreno de la Barriada de San Antón. No sé si tenía algo que ver con los baños que tanto recomendaba.

En julio hizo público un esperado telegrama de Ballesteros que daba cuenta del triunfo de sus gestiones en Madrid en beneficio de los regantes de Orihuela y su vega.

Junto a Capdepón habían conseguido que el ministerio paralizase las tramitaciones de expedientes de desvíos del río Segura para la instalación de saltos de agua con aprovechamiento industrial.

El diario. 8 de julio 1905: La resolución de V. E. a instancia de los señores Capdepón y Ballesteros de negar todos los proyectos de desviaciones del río Segura, que tan alarmado tenían al país, ha producido entusiasta satisfacción. En nombre de los propietarios y labradores de esta vega, enviamos a V. E. testimonio de nuestro profundo agradecimiento, José M. Sarget. Escolástico García. Rufino Gea.

En septiembre de 1905 se celebraron elecciones generales y vencieron ampliamente los liberales. Reelegido Ballesteros como diputado, parecía que lo prometido en campaña electoral se había convertido en humo al no conseguir una Real Orden que paralizase los desvíos de agua.

Cuando tuvo oportunidad, Sarget hizo público su posicionamiento de apoyo a los regantes contra las grandes industrias. «Papelera Española», protegida por el Estado, había surgido a principio de siglo por la fusión de una decena de empresas y era muy poderosa a nivel nacional.

El diario: Año I Número 183 – 1905 octubre 28 El señor Juez de aguas D. José M. Sarget Lillo, se ha opuesto a la concesión del salto de agua y desviación del Segura, que en término de Moratalla solicita la sociedad anónima «Papelera española».

A principios de noviembre Ballesteros anunció a Sarget y éste a Orihuela que, tras muchos esfuerzos y viajes al ministerio, había conseguido la dichosa Real Orden por la que quedaban suspendidos oficialmente todos los proyectos de desviación de aguas en el Río Segura para usos industriales.

Cabecera de «El Diario» en 1905.

Por esas fechas, José Manuel Teruel Rebollo «Ignotus», escribió un librito en el que retrató a las personalidades más destacadas de Orihuela. «Retratos a pluma» se publicó en 1906. El «retrato» de José María fue una especie de anticipo publicado en prensa.  

El diario. 6 de noviembre 1905: RETRATOS A PLUMA. D. José María Sarget. Es uno de los hombres de más talento de nuestros intelectuales y quizá, el literato de más vuelo. Muy joven, casi un niño, ganó en reñidas oposiciones la única plaza vacante entonces, en el cuerpo de aduanas.

Enamorado de la ciencia, estudió la carrera de farmacia obteniendo el grado de doctor, licenciándose poco después en la de medicina, profesión que ejerce más por amor a la humanidad que por lucro, pues su holgada posición social, le permitiría pasar la vida dedicado al «dolce far niente» si no hallara su más grande satisfacción en disputar víctimas a la muerte.

Casi todos los periódicos que han visto la luz en Orihuela, desde hace muchos años, se han honrado con la colaboración de mi respetable amigo, y su libro «Siluetas de Ideas» lo acredita de pensador profundo, dejando en el que lo lee, un sentimiento de que sea tan breve.

Su palabra es fácil, elegante y llena de hermosas imágenes, reveladoras de un ingenio chispeante y una cultura nada común, y esta afirmación, quedará comprobada, recordando sus elocuentes disertaciones en la desaparecida Academia del Casino Orcelitano, en la que brillaba como un astro de primera magnitud.

En la política, siempre ha figurado en los partidos más avanzados, y su gestión como presidente de la diputación provincial, es una página de honradez inmaculada que debe llenar de orgullo a los oriolanos. Modesto y sencillo como todos los sabios, goza unánimes simpatías y es de lo más popular.

Todos son sus amigos; pero gusta del trato de los jóvenes, a los que nos alienta y aconseja con un afecto verdaderamente paternal. Esta es, a grandes rasgos, la fisonomía moral e intelectual de D. José María Sarget. Ignotus.

1906.

Calle del Doctor Sarget. José María Pérez Basanta.

De 1906 prácticamente sólo he encontrado noticias literarias. En primer lugar un soneto de nuestro biografiado dedicado al abogado alicantino José María Milego.

El Graduador. 12 de junio 1906: A DON JOSÉ M. MILEGO. Soneto inspirado por otro del Sr. Milego a don, Nicasio Camilo Jover. No puedes acordarte…; en el Casino una hermosa mañana de verano por vez primera yo estreché tu mano y escuché tu lenguaje peregrino.

Seguí paso a paso tu camino, y de tu ingenio ardiente y soberano, lo mismo me fascina lo profano que me crispa los nervios lo divino. Perdona, si mi pluma mal cortada se atreve a dirigirte estos renglones por amistad apenas consagrada, (1) ni títulos aduzco ni razones, son fugas de mi musa enamorada de tus bravas y enérgicas canciones. José M.ª Sarget. Orihuela Junio 1° 1906. (1) Solamente una vez he hablado con el Sr. Milego, hace muchos años.

En septiembre fue invitado por el periódico para escribir sus impresiones referentes a los festejos con los que Orihuela conmemoraba el VI centenario del hallazgo de la imagen de Ntra. Sra. de Monserrate.

El diario. 16 de septiembre 1906: DISQUISICIÓN. Pongo mi pensamiento al servicio de mi voluntad y le conmino a recorrer las profundidades de mi espíritu. Desde allí, en aquellas soledades íntimas, reflejo el mundo exterior y me parece escuchar el conflicto perdurable entre olas y más olas de moléculas que chocan, giran y se transforman para sostener el equilibrio de la vida material.

Todo son combinaciones y descomposiciones y cambios, sujetos a esa fuerza tirana y absorbente que traba y enlaza los elementos más antagonistas, y que se llama afinidad. Su dominio es muy vasto, porque también invádela esfera psicológica y atrae las almas confundiéndolas en una aspiración común. Nada contemplo que permanezca inerte.

Todo hormiguea, vibra, palpita y hiende los espacios sin merma ni quebranto, existiendo siempre la misma cantidad de materia. Nada se pierde. Es admirable este sistema económico, donde todas las operaciones se verifican siempre a la par. La materia inorgánica, esto es, la materia muerta, pasa a ser orgánica, fenece esta y vuelve otra vez a su estado anterior.

Y del Reino Mineral al Vegetal y al Animal, y de estos de nuevo al origen de toda vida que es el Reino Mineral. ¡Qué contraste! El polvo inorgánico, la materia muerta, es la generadora de la célula cerebral, de las neuronas, de las vías fosforescentes por donde discurre la idea. El mecanismo del mundo material es muy sencillo, carácter peculiar a todo, lo que es grande y extraordinario. Las agrupaciones atómicas aparecen en vertiginosa mascarada.

Es incesante su transformismo. De suerte que, si hemos venido a este mundo sub-lunar para presenciar toda suerte de juegos moleculares, pasajes químicos y físicos y mecánicos; y a la postre nuestros organismos, convertidos en gases y sales de cal y de sosa, han de precipitarse a la inmensa sima de la materia que es el Reino Inorgánico ¡triste ha sido nuestro destino!

No, no puede ser, porque yo siento allá en lo hondo de mi alma un sentimiento dulcísimo emanado de las alturas, que a modo de efluvio de amor me envía nuestra excelsa patrona la Virgen de Monserrate, revelándome «un más allá» soñador y venturoso. José M. Sarget. 7 Septiembre 1906.

El Teatro de la Corredera.

También leyó uno de sus sonetos en el teatro de la Corredera.

El diario. 18 de septiembre 1906: A nuestra excelsa Madre y Patrona. MARÍA DE MONSERRATE. SONETO. Podrá el hombre en su imbécil desvarío osado blasfemar con ansia loca, podrán vibrar en su infamante boca las frases más nefandas del impío, podrá vivir en el mayor desvío despreciando la fe que el alma invoca, podrá dudar de todo lo que toca, de Dios, de la materia, del vacío todo le cabe al hombre en su arrogancia y en su altiva y menguada gallardía, siendo polvo no más en resultancia: pero al sentir la pena que le envía el destino fatal en su inconstancia, a ti vuelven sus ojos. Madre mía. José M. Sarget. Septiembre 12, 1906.

José María Sarget era uno de los oriolanos más prestigiosos. Si se bromeaba con los médicos; en la lista de galenos figuraba siempre el primero.

El diario. 21 de septiembre 1906: … En el balcón del Nano el betunero, un traje nuevecito del gran Registrador de este distrito. Donde Sarget, Bofill, Zerón, García, Madaria, Pescador, Rogel, Lafuente, Joaquín Carrió, Botella y compañía que van mandando gente con la Homeopatía o con la Alopatía a aquel Hotel que está en la carretera caminó de Bonanza, unos huesos cruzados con una calavera y un rótulo muy grande que dijera: «Si me llamáis perded todo esperanza»…

Unas líneas suyas prestigiaban cualquier publicación.

El diario. 5 de enero 1907: El libro «El Lazo Negro» que acaba de dar a la publicidad nuestro querido amigo D. Andrés de Lacárcel, con un prólogo del Dr. Sarget, se halla de venta en el comercio de bisutería, perfumería y modas de D. Manuel Clemares (Alfonso XIII).

Manuel Clemares. Alfonso XIII, 4. Orihuela.

1907.

En enero de 1907 los conservadores volvieron al poder y los liberales estaban cada vez más divididos entre «canalejistas» y «moretistas».

En marzo tocaban elecciones en el distrito de Orihuela-Dolores. Era la renovación bienal de la Diputación; y nuestro biografiado cesaba en su cargo.

Parecía que Ballesteros seguía contando con Sarget para renovar el acta; no en vano se había anunciado en prensa dentro de la candidatura presentada en febrero. Pero acabó desplazado por su hijo, Ballesteros Meseguer.

Sarget, disciplinado, asumió que su tiempo en la Diputación provincial había terminado. Así resumieron lo sucedido los republicanos.

Unión republicana. 10 de marzo 1907: De público se dice, y nosotros lo creemos porque es muy común entre monárquicos, que los conservadores hicieron un pacto con D. Francisco Ballesteros, por el cual se elegirán dos diputados provinciales conservadores, y otros dos liberales, siendo, los segundos D. José María Sarget y D. Vicente Sorribes. Primera caída del cacique: pactar sin consentimiento ni consulta con el partido. Sigue la historia.

Dos días después del pacto, el nombre respetable de D. José María Sarget, fue sustituido por el de D. Francisco Ballesteros Meseguer, que será todo lo hijo que quieran de su padre, pero que resulta un advenedizo aún dentro del partido liberal. Segunda caída del cacique; cambiar la candidatura sin contar con nadie. De todo lo cual se deduce que, el partido liberal de Orihuela lo constituyen D. Francisco Ballesteros Villanueva y…. su capricho.

La jefatura local seguía en juego y la prensa alicantina afirmaba que Capdepón prefería el prestigio y el carisma de Sarget para unir a todos los liberales.

La Huerta. 10 de mayo 1907: Ahora, según parece, los canalejistas de esta localidad, se muestran decididos a proclamar la jefatura del Sr. D. José María Sarget, persona ilustradísima y con simpatías en todas las clases sociales.

¿Aceptará el Sr. Sarget? En ese caso. Paquito, el hijo de Ballesteros, no andaría tan aprisa como quisiera el papá. (…) Dicen que los moretistas han ofrecido también la jefatura del partido local al Sr. Sarget y que éste no ha aceptado.

A pesar de los rumores en uno y otro sentido, Sarget optó siempre por esperar, confiar en Trino y no enfrentarse a Ballesteros.

Calle del Doctor Sarget. Archivo Rafael Almira.

Al llegar el verano nuestro biografiado marchó a Torrevieja con su familia; y a la vuelta, todo seguía igual en la política oriolana. ¿Sarget o uno de los Ballesteros?

La iberia, 24 de septiembre 1907: Dualismo. Unos creen que la solución está en ponerse bajo el amparo de D. Trinitario Ruiz Capdepón y a las inmediatas órdenes de don José Mª. Sarget, que al parecer es el jefe indicado por el exministro liberal.

Otros opinan que la jefatura debe ejercerla el exdiputado a Cortes D. Francisco Ballesteros Villanueva. Aún no se ha operado el milagro de la resurrección y ya andan a la greña los demócratas por quién habrá de ser su jefe…

… Nosotros reconocemos talento político y moralidad al Sr. Ballesteros cualidades que no podemos regatear al Sr. Sarget; pero el primero es un hombre excesivamente aferrado a su criterio, sobre el cual no admite discusión, ni siquiera observaciones cariñosas; en tanto que el segundo es excesivamente débil y se deja llevar de las indicaciones del primero que le habla. (…) Puestos frente a frente estos dos políticos, harían estéril la obra de regeneración que pretende llevar a cabo el Sr. Ruiz Capdepón.

La prensa oriolana afirmaba que Ballesteros sólo pretendía «mover los muñecos detrás de la cortina» para aupar a su hijo a la jefatura del partido.  

La iberia. 27 de septiembre 1907: Con este hecho, si es cierto, se demuestra que el Sr. Ballesteros, no solamente no acatará la Jefatura del Sr. Sarget, sino que trata de ponerle enfrente a su hijo.

Nosotros que no creíamos en condiciones de desempeñar la jefatura ni al Sr. Ballesteros ni al Sr. Sarget, todavía reconocemos menos aptitudes al Sr. Ballesteros Meseguer. En política, los cargos no se heredan, se consiguen por el esfuerzo individual, por el talento…

Todo eran rumores; parecía que el enfrentamiento entre Capdepón y Ballesteros (ambos preocupados en colocar a sus hijos) era irreconciliable. Y para colmo, a primeros de octubre, Sarget volvía a caer enfermo.

Pero el sabio doctor venció al farmacéutico en la pugna local. En ese mismo mes de octubre se anunció la retirada de Ballesteros, dejando el campo libre a José María Sarget para que tratase de reunificar a los liberales demócratas bajo su jefatura.

La tarea no era fácil; pero mientras, Sarget no dejaba de agrandar su leyenda como político, médico, orador, literato…    

La Huerta. 25 de abril 1907: Gratitud. Nuestro amigo el notable músico director de esta banda municipal don Federico Rogel se halla convaleciente y fuera de peligro de la grave y larga enfermedad que ha padecido. Quiere el Sr. Rogel que hagamos público su agradecimiento al doctor Sarget, que gratuitamente le ha visitado con tanto interés y acierto, que ha conseguido arrancarlo de la muerte en tan grave dolencia.

Fue la estrella en la velada literaria celebrada a beneficio de los damnificados de la catastrófica riada de Málaga.

La época. 20 de noviembre 1907: Mañana tendrá lugar en nuestro coliseo, la velada literaria a beneficio de los damnificados de Málaga. Ha sido elegido mantenedor de tan caritativo acto el distinguido literato, doctor en medicina y cirugía, D. José Mª. Sarget.

La Iberia. 22 de noviembre 1907: Al levantarse a hablar el señor Sarget suena una estruendosa y prolongada salva de aplausos. Su discurso fue leído, y no damos de él una idea porque nos ha prometido las cuartillas, que daremos al público el mes próximo; baste decir por hoy que fue interrumpido frecuentemente por grandes ovaciones y que al final fue felicitadísimo.

Tanto gustó su discurso que fue publicado por varios periódicos. He transcrito buena parte del mismo.

«La Huerta». 30 de Noviembre de 1907.

Discurso pronunciado la noche del 21 de noviembre de 1907, por el ilustre oriolano José María Sarget en la velada que tuvo efecto en el teatro por la inundación de Málaga. Señoras y señores: Empiezo por pediros perdón al dirigiros la palabra en forma no acostumbrada en estos casos, pero no solo espero esa gracia de vosotros…

… Carezco de condiciones oratorias; se me ha requerido con inmerecida solicitud para que en un plazo de dos días aportara un trabajo alusivo al acto que informa esta expansión de la caridad orcelitana, y, sin espacio, sin meditación y sin mesura, aquí me tenéis con un lastre de revueltas y deshilvanadas ideas que, he de expresar, para no molestaros, con exagerado laconismo.

Negarme en redondo a cooperar en esta obra de amor nacional implicaría vergonzosa deserción del puesto de honor que se me confiere, desabrido desdén a la juventud que viene bizarra y denodada a formar en las avanzadas del ejército permanente que constituye la humanidad, casi un delirio de lesa patria castigado con implacable severidad en el código augusto de la raza ibera.  

Aceptar el encargo imperativo de ser yo el verbo de esta fiesta de caridad, es para mí una misión de tal magnitud, que mis alientos y mis energías ya desfallecientes se rebelan de consuno y protestan de tan menguada elección, por existir en esta tierra bendita elementos cultísimos adiestrados en los torneos de la inteligencia y en los variados matices del humano sabor.

… La región malagueña, todos sabéis que ha sido víctima de una de las más pavorosas desventuras que pueden consternar a un pueblo brioso y trabajador. Nosotros tenemos deudas contraídas con esa hermosa provincia Andaluza, desde que en mala hora vimos devastadas nuestras fértiles huertas, en aquellos luctuosos días de octubre de 1879.

Aquel pedazo de España, acudió presuroso con mano pródiga a remediar nuestros males, a endulzar nuestras amarguras. El deber nos impone la más estricta reciprocidad, y ha llegado la hora, pues, de saldar esa cuenta…

…La caridad, señores, es la más alta expresión del amor humano. Ella atesora la vida en su seno, conjura la miseria, vivifica los espíritus, es el manto de consuelo que cobija la desolación, y como ignorado efluvio emanado de las celestes, alturas, redime, fortalece y engendra los primeros albores de la esperanza.

Concebir a la humanidad despojada de ese sentimiento altruista, es concebir una humanidad sin amor, es considerarla como inmenso bloque de materia orgánica, digna de figurar en las últimas gradas de la escala zoológica.

España, la sufrida España, esta nación que en sus etapas de ventura paseó sus estandartes y su bandera roja y gualda por ambos mundos; aquella España de Pavía y San Quintín, de Arapiles y Gerona, de Zaragoza y Bailén; aquella España que, al grito de santa independencia, abatió las águilas napoleónicas y fue la redentora de la Europa continental, esa España es madre amantísima de todos los españoles.

Hijos de la misma madre, nuestra afinidad nos impele en aras de comunidad de afectos a tender una mano bienhechora a los hijos sin amparo que gimen sin casa ni hogar a merced de las almas caritativas que les envíen un socorro que sirva de lenitivo al hambre que les asedia. Pero, señores, si en los hombres, si en los oriolanos, no brotara esa incomparable manifestación del amor, que es la caridad, ¿creéis vosotros que dejaría de practicarse en estos momentos solemnes?

De ningún modo. La mujer, la mujer orcelitana, infundiría en el hombre alientos de ternura y de piedad; para ejercitar la función social más laudable y elevada.  Hay que convenir en que la mujer encierra en sus entrañas el germen del amor, conoce mejor sus resortes que el sexo fuerte y ha nacido para ejercer oficios de madre; institución de tan alta jerarquía que me río yo de las instituciones políticas creadoras de dinastías…

…La mujer es una fuerza poderosa que, aunque distanciada del centro de gravedad de la política militante, en el retiro de su hogar, conspira y trabaja para el logro de sus incentivos poniendo a contribución la dulzura de su temple mediante el cariño y la sugestión.

¡Ay de los pueblos que consideran a la mujer como una esclava y menosprecian su intervención en la educación social, fundamento incontrastable de su progreso y de su cultura! La mujer orcelitana, pues, no puede ser ingrata con la mujer malagueña. Por sus venas corre la misma sangre española, por su cerebro idénticos anhelos. Son representantes de una raza viril y fuerte propicia siempre a todo empeño de amor y de caridad…

… El hombre es un pigmeo, sólo Dios es grande. Bien haya la juventud Orcelitana, iniciadora de esta fiesta, por tantos títulos meritísima. Pedir pan para socorrer al pobre es la obra más grandiosa por ser la más humilde. La limosna, que es la expresión objetiva de la Caridad, abre las puertas de la indigencia para dar vida a la vida que se escapa. Es función de corazones sanos, y creo, sin vacilaciones, que es el más preciado blasón, el servicio más eminente para abrir las puertas del cielo. José M. Sarget. 21 Noviembre 1907.

Terminando el año, un joven colega del doctor Sarget pidió la mano de su otra hija. La política quedaba temporalmente en segundo plano.

La Huerta. 11 de diciembre de 1907: Anoche fue pedida la mano de la distinguida señorita Pepita Sarget para el joven galeno, muy apreciable amigo nuestro D. Augusto Pescador. Con este motivo se encuentran en esta ciudad los padres de este último D. Francisco Pescador y Doña Ana Plazas.

1908. Boda de su hija menor.

Empezó el año ofreciendo su despacho de la Calle de San Juan para la vacunación gratuita de pobres contra la viruela, costeada por el Ayuntamiento. Y en febrero llegó «la boda del año».

La iberia. 20 de febrero 1908: Para el día 26 de los corrientes está anunciado el enlace de la bella y distinguida señorita Pepita Sarget, con nuestro joven amigo el licenciado en Medicina D. Augusto Pescador. Por adelantado enviamos nuestro sincero parabién a la enamorada pareja.

El 26 de febrero de 1908 casó a su hija Pepita con Augusto Pescador Plazas, un médico cartagenero instalado en Orihuela que tenía la consulta en los Hostales, a la entrada de la Corredera.

Obispo Juan Maura Gelabert.

La boda, celebrada por el obispo Maura en el Palacio Episcopal, fue un acontecimiento narrado paso a paso por los diarios de Orihuela, Alicante y Murcia. La pedida, la despedida de soltero, la ceremonia…

La época. 25 de febrero 1908: Mañana contraerá los indisolubles lazos del matrimonio la bella y distinguida señorita Pepita Sarget Hernández hija de nuestro respetable amigo el insigne doctor en medicina Sr. Sarget con el médico D. Augusto Pescador.

Bendecirá la unión el Ilmo. Sr. Obispo de la Diócesis. Los muchos y valiosos regalos que han recibido los futuros esposos son prueba de las simpatías que gozan. Una interminable luna de miel les deseamos.

La voz de Alicante. 25 de febrero 1908. Mañana tendrá lugar en la capilla del palacio episcopal, el enlace de don Augusto Pescador con la bella señorita Pepita Sarget, hija de nuestro particular amigo D. José María Sarget. Bendecirá la unión nuestro amadísimo Prelado, apadrinándoles el subdirector del Banco de Cartagena y la hermana de la novia doña Dolores. Les deseamos una interminable luna de miel.

«La Iberia» empleó medio periódico sólo para publicar la lista de regalos.

La iberia. 26 de febrero 1908: Esta mañana se han unido en los indisolubles lazos del matrimonio. la bella Srta. Pepita Sarget y el joven galeno D. Augusto Pescador. La ceremonia, como ya anunciamos, tuvo lugar en el palacio episcopal. D. Augusto Pescador regaló a su prometida un vestido negro piel de seda con su velo blanco, un par pendientes de brillantes y la pulsera de pedida. La Srta. Pepita Sarget, a su prometido una botonadura de brillantes.

La iberia. 26 de febrero 1908. Lista de regalos de la boda Pescador-Sarget.

Con sus dos hijas casadas volvió a la actividad pública. En abril participó como orador en un mitin agrario celebrado en la Plaza de Toros contra las desviaciones del río Segura. El discurso del Juez de Aguas fue muy aplaudido por los miles de huertanos que asistieron al acto.

En julio participó en otro «mitin hidráulico» celebrado en el Teatro de la Corredera. Figuraba como primer convocante y, sentado en la mesa de presidencia, ofreció otro de sus aplaudidos discursos.

En diciembre fue reelegido como Juez de Aguas y como presidente del Casino. Y la jefatura de los liberales, seguía vacía…

Calle del Doctor Sarget. Archivo Mariano Pedrera.

1909. Despedida y cierre.

En febrero de 1909, cada vez más enfermo y cansado, trató de dejar la presidencia del Casino; pero no se lo permitieron.

El Orden. 17 de febrero 1909: El Presidente del Casino, nuestro respetable y distinguido amigo D. José Mª Sarget ha puesto la dimisión de su cargo con carácter irrevocable.

El Liberal (Murcia). 3 de marzo 1909: El Casino Orcelitano, de cuyo aristocrático centro es dignísimo presidente el notable literato e ilustre médico Dr. D. José María Sarget, se ha negado, con aplauso general de toda la ciudad, a admitir la dimisión que de su cargo presentó dicho señor. Muy bien por el Casino. El señor Sarget es una institución en Orihuela de la que no se puede prescindir.

En marzo de 1909 Josefa y Augusto le dieron su primer nieto, al que pusieron el nombre del abuelo. La noticia salió publicada en la prensa de Alicante y Murcia.

El primogénito del matrimonio fue bautizado en la Catedral; y fueron padrinos el padre del novio y la madre de la novia, Dª Dolores Hernández de Sarget.

En ese mismo mes de marzo presento en el ayuntamiento la dimisión con carácter irrevocable del cargo de perito químico municipal.

A mediados de abril un fuerte catarro lo metió en cama. Su delicado estado de salud no impidió que aceptase la jefatura de los fusionistas locales. Parecía que Capdepón la había mantenido despejada para él. Sabía que el anciano doctor arrastraba multitudes; y que su lealtad y disciplina en el partido estaban más que demostradas.

El Orden. 22 de abril 1909: Ya tienen jefe. Justo es aquí consignar, si las apariencias no engañan, un merecido aplauso al Sr. Ruiz Capdepón que con el largo lapso de acefalia consiguió descartar de la dirección de su política, a personas que no eran muy de su agrado.

Durante ese periodo, el caminar sin tino fue la norma de conducta de los demócratas. Cual las candorosas mariposas van de flor en flor, así ellos iban de Ballesteros a Sarget de Sarget a Ballesteros no sabiendo en cual de ambos libar el precioso néctar que les había de volver a la vida…

… Todo hoy ha terminado ¿Quién es el jefe? El ilustre doctor D. José María Sarget, hombre prestigioso que lleva tras si las multitudes, y que ha dado siempre aún en ocasiones en las que su nombre era discutido, pruebas de una lealtad y disciplina de las que son raros los ejemplares.

El Paseo de la Puerta Nueva y la Calle de Ruiz Capdepón. Colección Javier Sánchez Portas.

Su nombramiento se verificó en una reunión celebrada en el Paseo de Sagasta; auténtico territorio liberal teniendo en cuenta que en la zona vivían Capdepón, Sarget y Ballesteros; y que lo habían retitulado como Calle de Sagasta.

El Liberal de Murcia. 22 de abril 1909: ORIHUELA. Los canalejistas. La nota del día la constituye la reunión que ayer tuvieron los liberales capdeponistas para la elección y nombramiento de jefe local. Dicha reunión se verificó en medio del mayor orden y animación, asistiendo gran concurrencia al Paseo de la Puerta Nueva, en donde se celebró el acto.

Después de hacer uso de la palabra el exfiscal del Supremo y diputado por Dolores don Trinitario Ruiz Valarino, quien entre otras cosas dijo que su anciano padre nunca se olvida de su patria chica, cuyas cosas o intereses mira con especial predilección haciendo vivas protestas de su amor a Orihuela, el orador manifestó que era voluntad de don Trinitario Ruiz Capdepón, a quien en el acto representaba, fuese jefe del partido liberal en el distrito de Orihuela, D. José María Sarget.

El nombramiento del señor Sarget, hombre que goza de la estimación general por su vasta ilustración y talento fue acogido con grandes aplausos por los asistentes, reconociendo las dotes que adornan a dicho señor para la jefatura con que ha sido honrado por el hijo ilustre de Orihuela.

Práxedes Mateo Sagasta y la calle que le dedicaron.

Proclamado candidato para las municipales del 2 de mayo por el distrito «Cárceles Nacionales», pidió una licencia temporal en el Juzgado de Aguas.

En mayo se encargó del discurso que ponía fin a la división de los oriolanos en dos casinos.

La Correspondencia de España. 10 de mayo 1909: ORIHUELA. Los partidos políticos, que se hallaban divididos, han acordado unirse después de las elecciones y trabajar por el progreso del País. La opinión aplaude con entusiasmo esta patriótica actitud.

Ayer se fusionaron los aristocráticos Centros Casino Orcelitano y Círculo Oriolano. El ilustre médico D. José María Sarget, pronunció un elocuente discurso ante numerosos miembros de ambas Sociedades. El acto fue celebrado con un lunch. Ambos Centros se denominarán, en lo sucesivo. Casino Orcelitano.

Elegido concejal, fue designado para ocupar el cargo de síndico. Pero pidió tiempo para meditarlo; no se encontraba con fuerzas y acabó presentando la dimisión por causa de edad. Su salud iba de mal en peor y pronto volvió a caer en cama.

La iberia. 16 de julio 1909: Se da lectura a una comunicación del concejal Sr. Sarget, poniendo la dimisión de su cargo de síndico con carácter irrevocable, fundándola en haber cumplido más de 60 años.

Su esperada moción sobre los riegos del Segura no pudo ver la luz. Licenciado provisionalmente de sus ocupaciones municipales, durante el verano toda la prensa se hizo eco de su enfermedad.

En septiembre fue su nieto Pepito Pescador Sarget el que le dio un disgusto al estar muy cerca de la muerte por causa de la difteria. El niño, afortunadamente se recuperó.

Pero el doctor pidió ampliar dos meses más su licencia del Ayuntamiento y, a primeros de noviembre, la enfermedad se complicó gravemente.

El Eco de Orihuela. 6 de noviembre 1909: La enfermedad que hace tiempo sufre el reputado Dr. Sarget ha entrado en el periodo de suma gravedad que hace temer un funesto desenlace. De todas veras hacemos votos al Altísimo para que no se cumplan los pronósticos de la ciencia.

El 17 de noviembre de 1909, a las 8 y media de la tarde fallecía Don José María Sarget y Lillo a la edad de sesenta años, tras «prolongada y terrible enfermedad».

El Eco de Orihuela. 18 de noviembre 1909.

El Eco de Orihuela. 18 de noviembre 1909: El Doctor Sarget. Anoche, a las ocho y treinta y cuatro, falleció el Excmo. señor D. José Mª Sarget Lillo, Doctor en Farmacia, Licenciado en Medicina y oficial que fue del cuerpo de Aduanas. Una deuda de gratitud hacia el finado, me obliga a cumplir el penoso deber de dedicar un recuerdo al ilustre muerto. Ni mis pobres condiciones literarias, ni mi torpe pluma, ni la tranquilidad de ánimo me acompañan para esta tarea.

¿Quién era Sarget? Hágase esa pregunta al desheredado de la fortuna que yace en el lecho del dolor y os responderá por mí. Os dirá que cuando ve atravesar el dintel de la puerta de su alcoba, la figura noble y simpática de D. José, se calman sus dolores y parece que recobra la perdida esperanza de volver a estar sano; os dirá que cuando con palabras dulces y cariñosas inquiere el estado de su dolencia, mil consuelos extraños invaden su ser; os dirá que cuando abandona su casa y como por arte de encantamiento, aparece bajo su almohada providencial limosna que costea las medicinas.

Si hacéis esa misma pregunta al hombre de ciencia, os dirá que Sarget es una eminencia. Si la hacéis a un literato, también os contestará que las letras patrias han perdido una gloria. Y si a todas esas pérdidas añadís el inmenso vacío que deja entre su familia y amigos, tendréis que convenir en que la muerte del Sr. Sarget es una pérdida que difícilmente se repondrá. ¡Pobre Sarget! Los que en vida nos honramos con su amistad no podemos ni debemos prescindir, de elevar al cielo una oración por el eterno descanso de su alma. Así lo suplico de todos sus amigos. A. G. M.

La iberia. 18 de noviembre 1909: D. Jose M.ª Sarget. La prolongada y terrible enfermedad que padecía el oriolano ilustre cuyo nombre encabeza estas líneas, tuvo fatal desenlace a las ocho de la noche de ayer. Era D. José María Sarget un hombre popular y querido de todos sus conciudadanos. Había consagrado su vida a curar los males de la humanidad, y muchos devolvió a la vez que la salud del cuerpo, la paz del espíritu.

Pocos oriolanos serán los que hoy no recuerden un beneficio recibido del Sr. Sarget. Como su biografía es conocida íntimamente por todos los hijos de Orihuela, renunciamos a reproducirla; limitándonos a consignar el profundo dolor con que se ha recibido la noticia de su muerte en la redacción de este periódico, y entre nuestros amigos.

Orihuela está de duelo con la muerte del médico ilustre, del químico sabio, del orador elocuente, del literato culto, del político honrado y del hombre de corazón que se llamaba D. José María Sarget.

Su entierro, en loor de multitudes, fue todo un acontecimiento.

La Iberia. 19 de noviembre de 1909: D. Jose M.ª Sarget. Ayer tarde tuvo lugar la conducción a la última morada del que en vida fue nuestro ilustre y querido amigo particular D. José M.ª Sarget. Es imposible dar una idea exacta de lo que fue la grandiosa e imponente manifestación de duelo que se tributó al finado.

Miles y miles de personas de todas las clases sociales de Orihuela, del Distrito y de la provincia seguían al féretro y otros miles que presenciaban el paso del cortejo se unían a este en todas las calles del tránsito, de tal suerte que, al llegar a Capuchinos, puede decirse que Orihuela entera seguía la lujosa caja que guardaba los restos mortales del Sr. Sarget. Rompían marcha centenares de labriegos, de pobres, de asilados en la beneficencia y en el asilo, con blandones encendidos; seguía el clero parroquial del Salvador con cruz alzada; a continuación, el féretro conducido por distinguidos jóvenes…

…Daban guardia de honor los maceros del Excelentísimo Ayuntamiento, y alumbraba los camareros del Casino Orcelitano. Seguía un cortejo numerosísimo, como ya hemos dicho antes, que era cerrado por carrozas que conducían magníficas coronas de los señores médicos de Orihuela, del «Casino Orcelitano», de los empleados del Juzgado de Aguas, de D. Serapio Puerto y de los demócratas, siguiendo una interminable hilera de carruajes particulares.

Plaza de Capuchinos. Colección Esteban Sanmartín.

En la plaza de Capuchinos despidió el duelo el señor Ballesteros en nombre de la familia, dedicando breves y sentidas frases a la memoria del finado. Casi todos los acompañantes llegaron hasta el cementerio, queriendo prolongar su tributo de gratitud al finado.

El Eco de Orihuela. 19 de noviembre 1909: Precedían al lujoso féretro, largas filas de asilados en la casa de misericordia y labradores con hachas encendidas; inmediatamente detrás del clero iban alumbrando los camareros del Casino Orcelitano, de cuya sociedad era presidente el finado.

A ambos lados del féretro iban los maceros del Excmo. Ayuntamiento. Presidía el duelo una comisión del Ayuntamiento presidida por el alcalde Sr. Brotons y algunos concejales. Para dar una idea de la concurrencia, toda Orihuela sin distinción de matices políticos ni clases sociales. La Banda de música la Orcelitana también asistió en corporación.

La Época. 19 de noviembre 1909.

Epílogo

Calle del Doctor Sarget. José María Pérez Basanta.

Aunque parezca extraño, tardaron casi cuatro años en pedir para él una calle de Orihuela. Y se tardó casi una década en concedérsela.

El Eco de Orihuela. 4 de abril 1913: Ecos Municipales. Para la sesión que mañana celebrará nuestro municipio ha presentado el concejal D. Francisco Román la siguiente proposición: El concejal que suscribe solicita se incluya en la orden del día de la sesión que se ha de celebrar el día 6 de abril la proposición siguiente: Rindiendo justo homenaje a la memoria de Don José María Sarget, médico eminente, literato culto y orador brillante.

El Dr. Sarget, era de los hombres que honran al pueblo que nació; la muerte le sorprendió siendo jefe local de los demócratas: el nombre de D. José María Sarget vivirá eternamente en la memoria de los oriolanos: el Ayuntamiento de Orihuela se honrará grandemente dando el nombre del «Dr. Sarget» a la calle de Unión Agrícola cuyo nombre no significa nada en la historia de Orihuela.

Teniendo en cuenta todas esas manifestaciones, el concejal que suscribe tiene el honor de proponer a la Excma. Corporación se sirva acordar que el nombre de la Calle de Unión Agrícola sea sustituido por el de «Dr. Sarget».

El 5 de abril de 1913, el concejal Francisco Román, solicitó de la corporación un justo homenaje a la memoria del doctor José María Sarget. Para ello propuso retitular la calle Unión Agrícola (la actual Avenida España), cuyo nombre, según él, no significaba nada en la historia de la ciudad.

El Diario. 5 de abril 1913: Sesión supletoria del día 5 de abril. Se da cuenta de la moción del Sr. Román pidiendo se dé el nombre del Dr. Sarget a la calle de Unión Agrícola. El Sr. García Murphy se adhiere a la proposición del Sr. Román lamentando que éste no se encuentre en la sesión, para demostrarle que el nombre de Unión Agrícola tiene importante significación en el progreso de Orihuela…

… Propone que se dé el nombre del Dr. Sarget a la calle de San Juan, donde el malogrado, doctor tuvo su farmacia y su clínica; y si esto pudiera suponer molestia para los sentimientos religiosos de los oriolanos, dice que se dé aquel nombre a la calle de la feria.

El alcalde señor Ferrer, abundando en las manifestaciones del señor García Murphy, añade que se dé a la calle de la Feria el nombre del doctor don José María Sarget, lo cual se acuerda por unanimidad.

Su compañero García Murphy se mostró de acuerdo con dicho homenaje, pero nunca a costa de menoscabar a la Unión Agrícola que tantos beneficios había aportado a Orihuela.

Tampoco consideraron oportuno rotular con su nombre la calle de Sagasta (actual Paseo), en la que había vivido y muerto el homenajeado.

Tras considerar también inconveniente la calle San Juan por la devoción de sus vecinos, por eliminación, se acordó que fuese la calle de la Feria la que portase el nombre del Doctor Sarget.

El Eco de Orihuela. 5 de abril 1913: En la sesión celebrada por el Ayuntamiento, después de discutirse la proposición del concejal Sr. Román (D. Francisco), se ha acordado dar el nombre del Doctor Sarget a la calle de la Feria.

El Eco de Orihuela. 4 de septiembre 1913: Una mano negra. El Doctor Sarget. Desde hace tiempo anhela la opinión pública que se rotule una calle con el nombre del esclarecido oriolano D. José María Sarget. Nosotros haciéndonos eco de este sentir general hemos pedido lo mismo desde estas columnas.

El tiempo transcurría sin que esta demanda fuese atendida. Un día — ya hace meses— el concejal D. Francisco Román Miralles se atrevió a presentar una moción en este sentido, y el Ayuntamiento — viéndose entre la espada y la pared— tuvo que tomar acuerdo sobre ella, y decidió dar a la calle de la Feria el nombre del Doctor Sarget. Pero el tiempo pasa y el acuerdo no se ejecuta.

Y es que en el partido demócrata — al que perteneció y honró el citado señor Sarget — existe una mano negra que impide que se glorifique la memoria de tan ilustre hijo de esta tierra. Bien demuestran los demócratas que profesan la teoría de «el muerto al hoyo y el vivo al bollo». ¡Sarget ya no puede hacer favores!

En 1914 el acuerdo no se había llevado a efecto y el doctor Sarget seguía sin su calle. El Concejal García Mercader y luego Román Miralles, demandaron a la Corporación el inmediato cumplimiento de lo que toda Orihuela había recibido con un gran aplauso.

El Diario. 5 de junio 1914: Ayuntamiento. Sesión ordinaria del 4 de junio. El señor Román Miralles, pide al Ayuntamiento, que se dé a las calles de la Feria y del Colegio los nombres de los señores Sarget y Clavarana; estos dos, según acuerdos adoptados por los anteriores ayuntamientos. (Murmullos de aprobación). Se adhieren a lo dicho por el concejal liberal, los señores Linares y Miravete, en representación del partido conservador y se aprueba la proposición del señor Román, por unanimidad.

Pero esta rotulación y la de Adolfo Clavarana, de la que hablé en su biografía, aún se hicieron esperar.

En abril de 1918, esta vez por iniciativa de Martínez Arenas, se acordó por fin descubrir las placas en las Fiestas de la Reconquista,  cumpliendo «la deuda sagrada que el Ayuntamiento tenía con estos dos muertos ilustres».

Fotografía Ajomalba.

Doña Dolores Hernández de Sarget, su esposa, le sobrevivió muchos años, falleciendo en 1928 a la edad de 79 años.

El pueblo. 10 de diciembre 1928: Ayer tarde falleció la Excma. Sra. doña Dolores Hernández, Vda. de Sarget. La finada, respetable dama de relevantes virtudes, gozaba de alta estimación en Orihuela como se ha patentizado en el sepelio de su cadáver que tiene lugar en los momentos de entrar en máquina nuestro periódico. A sus hijas doña Dolores y doña Josefa, hermana doña María, hijos políticos don Enrique Garriga y don Augusto Pescador y demás familiares enviamos nuestro más sentido pésame.

Nietos del doctor Sarget.

De su hija mayor, Dolores, con los apellidos Garriga Sarget, he localizado a sus nietas María y Angélica.

Carta de Augusto Pescador Sarget a su prima Angélica Garriga Sarget.

De su hija menor, Pepita, con los apellidos Pescador Sarget, he localizado cinco nietos: José María, nacido en 1909 (médico); Augusto, nacido en 1910 (abogado y filósofo que tiene calle en Orihuela); Dolores, nacida el 20 de febrero de 1916 (casada con el abogado Francisco Germán Mancheño); Francisco Javier, nacido en 1920 (prestigioso oftalmólogo) y Ana, que no sé cuando nació.

Augusto Pescador Sarget. Fundación Pablo Iglesias.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Mi agradecimiento a José Manuel Dayas por su inestimable colaboración.