Arrabal de San Agustín, primera parte: introducción, Plaza del Puente, Mancebería y Camino de Beniel.
Por la estrecha franja entre el Monte de San Miguel y el Río Segura circulaba el camino principal entre Valencia y Murcia.
Atravesando el frágil puente de barcas de la Uryula musulmana, sus habitantes se plantaban en un cruce de caminos: al sur el de Cartagena; a Levante el de la Costa; y a Poniente un itinerario alternativo para llegar a Murcia por la otra orilla del río.
Esos tres caminos, una vez urbanizados, se convirtieron en las calles de San Agustín, San Pascual y Mancebería, con nuevas puertas en cada uno de sus extremos: la de San Agustín, la de Magastre y la del Burdel.
El Arrabal de San Agustín, Mayor, del Puente o Cuartel Sur. Introducción.
En el siglo XII, bajo dominio almohade y en el apogeo del famoso «rey lobo» de Murcia, la ciudad fue reforzada con nuevas murallas y torres.
Cercana a la corte y con mucha tierra fértil regada por el Segura, en Uryula se instalaron oligarcas murcianos y multitud de nuevos colonos.
La población del casco amurallado se multiplicó notablemente y propició un primer intento de poblar el otro lado del río; sobre todo a base de pequeñas alquerías con explotaciones agrícolas. Se estaba formado un arrabal al inicio del camino de Cartagena.
Pero hubo que esperar hasta la segunda mitad del siglo XIII; cuando expulsados los musulmanes del casco, se instalaron masivamente formando la primera morería de Orihuela.
Y cuando ellos (los cristianos) se la quitaron a los moros (la ciudad) les dejaron poblar en parte del rabal, que antes de que se fundase el convento de San Agustín, se decía mayor.
La cita anterior pertenece a Mosén Pedro Bellot. En sus «Anales de Orihuela» dejó clara la fecha de amurallamiento del arrabal Mayor: en la segunda mitad del siglo XIV, coincidiendo con el inicio de la Guerra de los dos Pedros.
1357. El rabal mayor (se decía a San Agustín y contorno) no tenía muralla ni defensa alguna y estaba a peligro de poder ser saqueado una noche, lo cual refirieron en consejo Martín Rocamora y Juan de Oteo, los cuales encarecieron tanto el peligro, que de continente mandaron hacer muralla y barreras y puertas, y todo fue acabado en diez días.
Montesinos se extendió un poco más hablando de sus orígenes. Os dejo algunos párrafos del primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela».
El segundo arrabal es el que llaman de San Agustín, el que se fundó después de que los Christianos ganaron a los Moros Orihuela; en cuyo sitio mandó después situar el mismo infante Don Alonso a los Moros que quisieron quedarse en Orihuela…
Los moros en este arrabal edificaron muchos jardines, granjas y casas para su habitación; y viéndose maltratados de los Christianos cuando la Sacra Augusta Majestad del Señor Emperador y Rey de España Don Carlos V de Austria y I de Castilla mandó bautizar a todos los Moros de sus españoles dominios, se pasaron a los Lugares de Redován, Cox, Albatera, Catral, Callosa, Abanilla, Fortuna, Almoradí y Crevillente, donde permanecieron hasta el año de 1609…
Después, los Christianos oriolanos, ampliaron y hermosearon este Arrabal, con fundar en él más de 600 casas habitadas por Christianos viejos nada sospechosos y por ricos labradores honrados.
Por último transcribo a Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela»:
Arrabal del S. o de San Agustín. Según Bellot se llamó en un principio del Puente, después de la Morería desde 1272 hasta 1431.
Más adelante tomó la denominación de Mayor debido únicamente a su mucha extensión comparado con los demás arrabales de la población, y por fin ha quedado con el nombre de San Agustín.
Linda por tres vientos con la huerta, estando por el N. separado de la ciudad por sólo el río.
La morería oriolana se despobló durante la Guerra de los dos Pedros «sujeta al ímpetu del enemigo». Y terminada la contienda, los vecinos cristianos se hicieron con el codiciado terreno.
Aunque intentaron instalar a los musulmanes cerca de la puerta de Callosa, éstos optaron por repartirse entre los lugares de la comarca y vivir más discretamente.
Como ya he dicho, a partir de la segunda mitad del siglo XIV, el arrabal dispuso de su propio muro protector y de un convento cristiano que acabó dándole nombre.
Así lo cita Bellot.
El segundo convento en antigüedad es el de San Agustín. En el año 1400 estaba ya fundado con «malas tapias y peores fundamentos», «a peligro de caer y matar a mucha gente».
Acudieron al Consell en busca de ayuda y éste les dio cincuenta florines y permiso para pedir limosna.
No es disparatado aventurar que, antes del convento de San Agustín, hubiese algún establecimiento religioso para ofrecer asistencia espiritual a los musulmanes.
No voy a extenderme hablando del convento. Pinchando sobre el plano reflejado en la siguiente imagen, se accede a un artículo monográfico sobre los agustinos y Jesús María, colegio que ocupa su lugar en la actualidad.
Volvemos al primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela»
El Arrabal de Sn. Agustin, llamado antes de Sn. Jayme; y despues de Sn. Agustin, por haber fundado en él su combento dichos Padres, es grande, rico y hermoso; de la Ciudad se pasa a él por dos magníficos Puentes, llamados Viejo y Nuevo, sobre el Rio Segura.
En él estan comprehendidas las Sigtes. Iglesias; y comunidades: Combento de los Padres Agustinos Calzados; Monasterio de Religiosas Agustinas con el titulo de Sn. Sebastian; Combento de Religiosos Franciscos Menores Descalzos de la Regular y mas estrecha Observancia; El Real Contraste de Sedas, Peso de Arina, y Romana de Carbon; el Publico Matadero de la Ciud. q. fuera mejor estuviera bien extra Muros; con las Sigtes. Calles:
Montesinos cita también las calles que consideraba más importantes a finales del siglo XVIII.
Plaza Nueva que es magnífica, grande y cuadrada, como diré más adelante; Mancebería; de los Gitanos; de Pamies; del Rodeo; de San Agustín; Plazuela del mismo; del Puente Viejo; de San Isidro; de María Pau; de la Acequia; del Bao; del Sol; del Pilar; del Matadero; de Molins; del Puente Nuevo; Barrio Nuevo de la Marquesa; de San Pascual; del Molino; y de los/las Chruces.
En los primeros capítulos vamos a estudiar el núcleo original del arrabal; el terreno que aparece en la siguiente imagen, comprendido entre las tres puertas anteriormente citadas.
Posteriormente trataremos la espectacular ampliación que propició la construcción de la estación del ferrocarril.
La Plaza del Pont Vell.
El amplio y estratégico espacio entre la puerta de la ciudad y el inicio de la morería dio paso a la plasa del Pont Vell; de donde salieron al sur lo Carrer de Sent Augusti, a Levante lo Carrer del moli y la Plasa Nova; y a Poniente lo Carrer del Partit o del Bordell.
Para hablar de la Plaza del Puente, vamos a comenzar con algunos párrafos extraídos de la «Orihuela imaginada, la Ciudad en los Siglos XVI y XVII» de José Ojeda Nieto.
A principios del Quinientos, la Plaza del Puente era el centro neurálgico del arrabal. Su importancia la viene arrastrando desde las centurias anteriores, desde épocas medievales, cuando se formó el barrio.
Es evidente que siendo la Puerta del Puente la más importante de la ciudad, a su vera, extramuros, se adosaran obradores.
El arrabal surgiría (explican los medievalistas) como espacio adonde fueron alojados los mudéjares tras la reconquista de Orihuela en 1264-5, y no parece razonable que se les dejase asentar lindando con la misma muralla.
La Plaza, pues, tiene un origen estratégico (controlar el puente) y una función comercial. Con el tiempo, pasado el peligro, la primera misión se pierde, revalorizándose la segunda, por lo que terminó por convertirse en lugar económico-social del arrabal.
Durante el Cuatrocientos acentuaría esta importancia, manteniéndola y aun fortaleciéndola hasta el último tercio del siglo.
Considerando las estrecheces que sufrían en el casco, sin posibilidad de poder disfrutar siquiera de una Plaza Mayor en condiciones, el espacio «a la baxada del Pont Vell», frente a la puerta de la ciudad y la Casa Consistorial, tuvo múltiples utilidades: militares, religiosas, civiles, festivas…
Podemos destacar la ceremonia de elección de cargos y dignidades municipales. Que se desplegaba «a la entrada del barrio de San Agustín, frente a la casa de la ciudad».
Los candidatos se presentaban armados y a caballo, vistiendo sus mejores galas. Formaban tres grupos separados, el brazo mayor o militar, los caballeros o brazo menor y los ciudadanos.
El escribano del Consejo, en presencia del Justicia y de los Jurados salientes, introducía en tres sacos, uno para cada clase, los nombres de los candidatos en trozos de pergamino.
Allí se celebraban también las fiestas de la reconquista, desde principios del siglo XV. El día 17 de julio, a la salida del sol, en el plano del puente viejo se conmemoraba la toma de la ciudad con un simulacro de batalla.
Los moros, oriolanos disfrazados al igual que ahora, esperaban la acometida de los cristianos. Y entrando por el portal de San Agustín llevaban a los vencidos hasta la Catedral.
Desarmados y maniatados eran conducidos en procesión hasta la iglesia de Santa Justa. Allí se daban gracias a Dios y a las Santas patronas por la victoria.
En 1492 el rey Fernando escribió a Orihuela anunciando su victoria contra el rey de los moros de Granada. Y entre otros actos festivos, el Consejo oriolano mando celebrarlo con un espectáculo taurino en el arrabal del Puente.
Que el domingo después de comer sean azotados toros en el rabal del Puente, y que nadie tire garrocha a pena de 60 sueldos y de estar tres días preso; y azotados los toros, que todos los hombres de honor que tengan cabalgaduras acompañen a los oficiales a caballo…
Otro uso menos festivo era el de las ejecuciones públicas. Gracias a un protocolo del escribano José Bruña, redactado en febrero 1732, sabemos que un labrador que vivía en la bajada del puente, junto al Pósito de la ciudad, autorizó a los Mayordomos de la cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados a colocar, bien visible, una imagen mariana en su fachada para consolar a los condenados a la pena capital, cuyo suplicio se ejecutaba frente a su casa.
En la Ciudad de Orihuela a cattorze días de el mes de febrero de mil setecientos treinta y dos años. Ante mí el escribano público testigos, pareció Roque García Contival labrador vecino de ella y dixo: es dueño posehedor de una casa de habitación y morada, en la población de esta dicha Ciudad, Raval de San Agustín, en la bajada del Puente viexo, con quien alinda por parte de Tramontana, por la de levante con el Real Pósito de esta dicha Ciudad …
… Y que en la referida su casa de su echo, consentimiento y autoridad propia, havía consentido a los Mayordomos de nuestra señora de los Desamparados, colocar en visible nicho esta Santa imagen para extender esta devoción y consolar a los condenados a pena capital cuyo suplicio se ejecuta a su frente, en la misma bajada de el nominado Puente viejo.
En marzo de 1869 varios concejales denunciaron a José Tolmos, dueño por aquel entonces de la casa en cuya frontera se hallaba colocada la efigie de Nuestra Señora de los Desamparados. Había reformado sin permiso la puertecita del camarín, haciendo desaparecer un rótulo que declaraba las indulgencias concedidas por Obispos.
El Ayuntamiento le anunció una visita de la comisión de Ornato y le obligó a restituir el rótulo, dejando a la virgen y su camarín en el estado en que los encontró al comprar la casa; ya que dicho camarín era propiedad municipal.
Perdida la situación estratégica y con sus funciones trasladadas a la Plaza Nueva, la edificación de su entorno la fue reduciendo hasta quedar en una «plaseta». Aún así, los concejales oriolanos la catalogaron como plaza de primera clase y se la dedicaron al obispo que gobernaba la diócesis en aquel momento.
En marzo de 1861 la comisión para el arreglo del nomenclátor decidió mostrar su gratitud a Pedro María Cubero y López de Padilla, vigésimo séptimo obispo de Orihuela,
El sitio llamado bajada del Puente viejo, uno de los más concurridos y mejor situados en este arrabal, puede titularse Plaza de Cubero, así el Ayuntamiento tributará un homenaje de respeto, amor y gratitud al actual dignísimo Prelado de esta Diócesis. 1ª Clase.
Si os interesa saber más de este obispo, pinchando la siguiente imagen se accede a un artículo.
La crónica. 1 de abril 1886: El otro día, según costumbre antiquísima de la localidad, vinieron algunos jornaleros y se situaron en la Plaza de Cubero, donde como siempre esperan que los labradores les busquen para ir a trabajar a la huerta, y en aquel día, según se nos dijo, no encontraron quien les diera ocupación y se volvieron, llenos de pena, a sus casas.
La Mancebería.
La prostitución siempre fue tolerada como un mal necesario; pero llegó un momento en el que las autoridades pasaron a considerarla como un auténtico servicio público que institucionalizaron y fiscalizaron, limitando su actuación a espacios acotados dentro del recinto urbano.
De nuevo recurro a la «Orihuela imaginada, la Ciudad en los Siglos XVI y XVII» de José Ojeda Nieto.
Muy próxima, tan próximo que hacen esquina, se halla la calle del «Bordell», sometida al influjo fabril de los alfareros y al comercial de la Plaza del Puente.
Su nombre, en todo caso, lo debe a la casa de las meretrices. A mediados del siglo XVI, los dueños (o sea, casa y negocio) eran los Rocafull, que la arrendaban a un «pare de les putes».
Dos calles que de por sí generaban ya movimiento: nos referimos, por un lado, a la Cantarería y, por el otro, a la calle «La Nau olim Mancevería o Bordell, Partit o Putería», que con todos estos nombres es conocida documentalmente.
Para evitar escándalos, los burdeles municipales se circunscribían a determinadas calles situadas en las afueras. Estos lugares eran llamados mancebías, burdeles o calles del Partido.
A pesar de la voluntad de relegarlo a una zona alejada del núcleo, con la progresiva expansión del arrabal de San Agustín, acabó muy próximo al nuevo centro de la ciudad.
La mancebía protegía el orden público y evitaba el adulterio, canalizando las bajas pasiones masculinas. Este es el origen del nombre de la calle de la Mancebería.
Mancebería es un eufemismo de Mancebía. He localizado también: La Nau, del Partit y Mansevía. Pepe Ojeda añade también del Publich; y en referencias documentales del Bordell o Putería.
El nombré caló hasta el punto que la puerta que tenía en su final no era la de Beniel; sino la «Porta del Bordell».
Calle que da salida a la ciudad hacia Beniel y que cuenta con una de las puertas de la ciudad: la «Puerta del Partit o del Bordell».
José Rufino Gea Martínez lo describe así en su «Historia de los oriolanos».
El antiguo burdel estaba situado en la antigua calle que se llamó de la Mancebía o Mancebería y hoy de Muñoz, esquina al callejón del Rodeo.
Las pecadoras tenían obligación de usar prendas de vestir que las distinguieran de las mujeres honradas, y no podían concurrir a las iglesias con manto, sino con mantilla precisamente de tres palmos; estaban sujetas a reglamento, y a la que faltaba a sus disposiciones o escandalizaba públicamente, era emplumada en la plaza mayor o se le daba una carrera de azotes.
Las dejaban en pelota, las embadurnaban la piel de engrudo o cola y las echaban a un largo cajón lleno de plumas, en donde las revolcaban para que les cubriesen todo el cuerpo, obligándolas después a recorrer la plaza y calles, con gran regocijo de la multitud que alborotada las seguía…
En marzo de 1880, se rotuló la Mancebería como «calle de Muñoz» por la generosa contribución en la riada de Santa Teresa de José María Muñoz y Bajo de Mengíbar, nombrado hijo adoptivo de Orihuela en octubre de 1879.
El Constitucional. 25 de marzo 1880: … Después de la ceremonia, irá la comitiva a la calle de Mancebería, una de las principales y más perjudicadas por la inundación, para descubrir los rótulos de su nuevo nombre, calle de Muñoz, y bendecirla; y estará adornada con colgaduras, como toda la ciudad, con ramos, flores y arcos, iluminación y fuegos artificiales…
No me extiendo mucho. Pinchando la siguiente imagen, se accede a su biografía en esta misma web.
La Correspondencia de España. 31 de marzo 1880: Se ha solemnizado con gran pompa el acto de coronar al Sr. Muñoz, asistiendo el gobernador civil de la provincia, el obispo de la diócesis, las autoridades, corporaciones y un gentío inmenso.
Seguidamente, con entusiasmo indescriptible, descubriose la lápida de la calle de «Muñoz», cuyos vecinos pobres fueron socorridos con dinero contratando la reconstrucción de seis casas, arruinadas por la inundación en dicha calle, nombrando una junta para las obras y dejando fondos para ellas.
Anoche hubo sorprendentes fuegos artificiales y otros festejos en honor del ilustre filántropo Sr. Muñoz, que sale mañana para Murcia siguiendo su cuarta expedición caritativa.
La penúltima titulación de la Mancebería recayó sobre Luis de Rojas García, nacido en Valencia el 9 de abril de 1903. Segundo hijo del Marques de Algorfa, estudió Derecho en Deusto.
El conquistador. 16 de septiembre 1916: Procedente de Algorfa, hemos tenido el gusto de saludar al Sr. D. Luis de Rojas, hijo de nuestro ilustre correligionario el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa.
En sus estancias en Algorfa, conoció a Mercedes Brotons Fraile, hija de un próspero comerciante oriolano, que veraneaba en Montesinos.
El pueblo. 11 de abril 1927: Por el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa y para su hijo, D. Luis de Rojas, abogado, ha sido pedida la mano de la bellísima y gentil señorita Mercedes Brotons Fraile, hija de nuestro respetable amigo D. Antonio, jefe de la Subalterna de la Renta de Tabacos en esta ciudad. La boda se ha concertado para muy en breve.
Se casaron en 1927 y tras un corto periodo en Alicante se domiciliaron en Orihuela, donde fue nombrado jefe local de los requetés (milicias carlistas).
El pueblo. 20 de julio 1927: Boda aristocrática. En la tarde del domingo último, se celebró el enlace matrimonial de la bella y gentil Srta. Mercedes Brotons, hija de nuestro respetable y distinguido amigo don Antonio, con el culto abogado don Luis de Rojas, hijo de los Excmos. Marqueses de Algorfa.
La ceremonia tuvo lugar en la mansión de los Sres. de Brotons uno de cuyos salones engalanado con ricos tapices y artísticas plantas, se habilitó para oratorio. (…) Los nuevos esposos, a quienes felicitamos, marcharon a la hermosa finca del Señorío del Algorfa, desde donde emprenderán un viaje para diversas poblaciones de Francia, Italia y Suiza.
El matrimonio tuvo dos hijas; una de las cuales tuve el gusto de conocer en un viaje a Campello con Jorge Belmonte.
Actualidad. 17 de mayo 1928: El domingo recibió las regeneradoras aguas del bautismo, de manos del joven sacerdote D. Ramón Garriga, la preciosa niña que recientemente dio a luz doña Mercedes Brotons Fraile, esposa de don Luis de Rojas. Actuaron de padrinos el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa y doña María Brotons Guillén, abuelo y tía de la bautizada.
El pueblo. 20 de enero 1930: El pasado día 19 dio a luz con toda felicidad una preciosa niña doña Mercedes Brotons Fraile esposa de don Luis de Rojas. Reciban tan venturosos padres nuestra cordial felicitación.
Residió inicialmente en la Plaza Caturla, trasladándose pronto a la calle Mayor, concretamente al edificio cuyos bajos albergan actualmente la ferretería de Mateo Gil. Aficionado a la historia y la heráldica, apenas ejerció como abogado.
El 30 de agosto de 1936 fue detenido en Alicante por una partida de milicianos en una finca llamada «Jardín del Conde», propiedad de su padre. Secuestrado en un vehículo de la UGT, su cuerpo apareció tiroteado y quemado con gasolina en un paraje situado en la partida del Molar (Elche).
El 15 de octubre de 1940 se acordó llamar a la calle de Muñoz, Luis de Rojas, dentro del paquete de los «caídos por Dios y por España».
Y así se mantuvo oficialmente hasta 2012, fecha en la que la Memoria Histórica recuperó su nombre tradicional: la Mancebería.
Cantarería o Rodeo.
La calle Cantarería, paralela y al occidente de la de San Agustín, a espaldas del convento, linda con el muro del arrabal. Su nombre lo debe a que allí se ubica la «cantareria» del Consell, que se arrendaba 1570, no a que todos los alfareros se concentrasen en este lugar, aunque sí la mayoría.
Los hornos, con su enorme consumo de leña, de la que siempre anduvo escasa Orihuela, imponían la concentración. En 1605 la casa de la alfarería del consell se vendió, pero el nombre estaba ya lo suficientemente arraigado.
A partir del XVIII adoptó un curioso nombre nacido del ingenio popular, pues este callejón era la entrada oficiosa utilizada por los que se recataban para acudir al Burdel y llegando hasta la iglesia de San Agustín daban un rodeo por la Cantarería, evitando así ser vistos en tan comprometida situación.
El 16 de enero de 1727, ante el escribano Bautista Ramón, se firmó la venta de una casa solar en la población de esta Ciudad, Parroquia de Santa Justa, Raval de San Agustín, en la calle nombrada de «la Canterería eo el Rodeo». Lindes por delante con la Plazuela del Rodeo, por poniente con descubierto del convento de San Agustín…
En la prensa local de finales del XIX se anunciaban riñas de gallos en el circo de la calle del Rodeo.
Segundo tramo de la Mancebería.
Los últimos metros de la calle a la izquierda fueron vendidos por los agustinos en 1729, al escribano Joseph Bruña para que fabricase ocho casitas con puertas a la «Mansevería».
Cinco años después, ante el incumplimiento del promotor que seguía sin comenzar la construcción, decidieron recuperar su terreno ante el escribano Bautista Alemán. Por curiosidad, voy a transcribir el comienzo de la escritura.
En la Ciudad de Orihuela, a siete días del mes de enero de mil setecientos treinta y quatro años, estando en la Selda prioral del Convento de Religiosos del Muy Grande Señor San Agustín de ésta, lugar acostumbrado para tratar y conferir las cosas tocantes al Beneficio de dicho Convento, convocados a son de campana tañida, como lo han de uso y costumbre los Muy Reverendos Padres (18 nombres de frailes que no he transcrito), confesando ser la mayor parte de sus conventuales, por sí y en nombre de los ausentes y a los que en adelante fueren, por quienes prestaron voz y canción de Rato en forma, de una parte.
Y de otra Joseph Bruña, Escribano del Número de ésta, y dixeron, dicho Joseph Bruña que en el día seis de febrero del año pasado, mil settecientos veinte y nueve, ante Joseph Santa Cruz Escribano de los Reynos, también vecino de la misma, compró de dicha Reverenda Comunidad Setenta palmos de tierra de longitud, parte del huerto de dicho convento, que recae por la parte de Tramontana a la calle de la Mansevería y alinda con ésta, por la parte de Levante con una casilla derruyda y con corrales de otras que caen a dicho huerto, con la de poniente con las tapias del huerto y Camino de Cartagena…
Y lo vendieron al año siguiente; ya en parcelas escrituradas individualmente para hacer casas, con la condición de que entre todos rehiciesen la pared del huerto (que quedaría detrás); y que sus aguas vertieran hacia la «Manseveria».
Los segregaron de su huerto, terminando de urbanizar la calle de la Mancebería hasta el Camino de Cartagena, hoy calle Ocarasa.
Estas casitas debían ser muy estrechas para caber ocho en poco más de 15 metros lineales, equvalentes a setenta palmos valencianos. Lo cierto es que, herederas de esas casas, en la actualidad la Mancebería termina con un grupo de viviendas de fachadas muy estrechas.
Este último tramo cuenta con una hornacina de la Virgen de Monserrate. Colocada el sábado, día 28 de diciembre de 1799, según reza en el Libro 15 de Montesinos.
En esta noche, en punto de las seis, con las licencias necesarias del Sr. D. Luis Exarque, Provisor y Vicario General, se colocó en la Mancebería, al salir de dicha calle hacia la huerta, en la sera izquierda en primoroso camarín, la Imagen de Ntra. Sra. de Monserrate, con grande golpe de música, enramadas y costoso disparo de morteretes, todo a expensas de sus vecinos.
Más allá de la Puerta del Burdel.
En 1735 el regidor Antonio Meca quedó comisariado por la Ciudad para buscar el sitio más conveniente y erigir una cruz de término que tenían acordada a la salida de la Mancebería.
El Señor Dn. Antº. Meca expuso a la Ciudad q habiendose informado deel citio quees mas conveniente, para que se erija la Cruz que tiene acordada la Ciudad se hiciera a la salida de la Manceveria, y encargado a su Cuidado dha Obra, es de pareser se forme a la parte de abaxo del Puente de las Piedras camino de Cartagena por ser puesto mas capaz que el de la salida de la Manceveria para dho fin; y la Ciudad Acordó que dho Sr. Meca su Comissario mande formar los Capítulos y Diseño para la fábrica de dha Obra, y quese coloque la expresada Cruz a la parte de abaxo de dho puente en el lugar mas desente y acomodado que hubiere…
No dicen nada de sustituirla; pero tenemos la certeza de una cruz anterior en la puerta del Burdel, como en todas las entradas de Orihuela.
Quizá se arruinó; o por la fecha bien pudieron destrozarla los castellanos en la Guerra de Sucesión y había llegado el momento de reponerla. Lo cierto es que don Antonio expuso la conveniencia de formarla a la parte de abajo del puente llamado «de las piedras» en el Camino de Cartagena, por ser «puesto más capaz» que el de la salida de la Mancebería.
La ciudad aceptó la propuesta del comisario y le facultó para que mandase formar los capítulos y diseño de la obra en el lugar más «desente y acomodado».
Una vez formados los capítulos se dieron «al pregón» por el tiempo acostumbrado, haciéndose el remate de la obra de una «Crus toda de piedra» en presencia de dicho Antonio Meca.
Ese puente de piedra era el que sorteaba la acequia del Chorro; por lo que más o menos coincide con el lugar donde está situada actualmente una moderna cruz, en el inicio del viejo Camino de Cartagena.
Pepe Ojeda señala el comienzo del siglo XVIII como el inicio de la urbanización más allá de los límites del arrabal de San Agustín; en una nueva calle, la del Sol, por parte del Convento de la Merced, con el establecimiento de otros ocho «sitios de casa».
1703. Establiment de huit sitis de cassa… a Juan Rambal taverner de nacio frances … en lo carrer apelat del Sol que ve a estar al cap del carrer de la manseveria…
En 1730, un matrimonio de labradores vendió ante el escribano Bautista Ramón una de esas casas de habitación y morada bajo el señorío directo del convento de la Merced.
Estaba en «El Rabal de San Agustín, al cabo de la calle nombrada de la mansevería, junto a la calle del Sol y el camino de Veniel». El comprador de la casa era Juan Montoya, gitano (así figura en la escritura).
En agosto de 1914 los vecinos de la calle de Gitanos presentaron instancia en el Ayuntamiento pidiendo que variasen el nombrecito «en vista de los escándalos que daban los gitanos posesionándose de ella». La corporación accedió a la petición de los vecinos dándole el nombre de Calle de la Huerta. Pero este acuerdo no debió surtir efecto.
En abril de 1936 en uno de sus paquetes de cambios de titulación, el Consistorio republicano incluyó la calle de Gitanos, a la que otorgó el atractivo y cultural nombre de Calle del Libro.
Acabada la Guerra Civil, la Gestora franquista anuló todos los cambios republicanos. Pero, por alguna razón, esta calle mantuvo el nombre de «Calle del Libro», el mismo que ostenta en la actualidad.
Y sigue estando al cabo de la Mancebería, en la calle del Sol, junto al camino de Beniel.
A mediados del siglo XIX, además de Gitanos, se formó la traviesa del Sol y el lugar llamado «el Salitre».
El diario de Orihuela. 17 de junio de 1887: Dos o tres trozos malos de camino hay en el de Beniel; y con poco trabajo y coste quedarían arreglados. Uno de ellos está en las puertas mismas de Orihuela desde la calle de Muñoz hasta las últimas casas del Salitre.
El 18 de julio de 1925, durante la Dictadura de Primo de Rivera, el Ayuntamiento acordó adquirir terrenos para construir una flamante cárcel.
La marquesa de Rubalcava se ofreció a enajenar unas tierras que poseía en la salida de la calle de Muñoz, donde estuvo ubicada una de las dos fábricas de salitre de Orihuela.
El pueblo. 19 de abril 1926: Un nuevo edificio para Prisión Preventiva. El día 15 del corriente se verificó en Madrid, la subasta previo concurso para la construcción de un nuevo local celular en nuestra ciudad. Este será construido en los terrenos antes propiedad de la Excma. señora Marquesa de Rubalcava, y hoy cedidos por nuestro Excmo. Ayuntamiento.
El proyecto del nuevo edificio, fue encomendado al Sr. Arquitecto de la Dirección General D. Vicente Agustí, quien con acertada inspiración ha presentado el 21 del pasado Marzo los planos y memorias descriptivas que fueron aprobados por R. O. del 31 del mismo mes, y cuyas copias hemos tenido el gusto de admirar.
Con objeto de adelantar a nuestros lectores, una ligera idea de lo que será la nueva cárcel, cuyo plazo de construcción según las bases fijadas, es de tres meses; a continuación, reseñamos los principales datos descriptivos de la memoria presentada.
El edificio se emplazará en el solar cedido para este objeto por el Excmo. Ayuntamiento de Orihuela, teniendo su fachada principal a la carretera de Beniel y completamente aislado de toda edificación. La superficie que se ocupará será de forma rectangular de 36 m. por 32 m., lo que supone 1.125 metros cuadrados, de los que se destinan a patios 560 metros, es decir el 50 por ciento, aproximadamente.
Consta el edificio de cuatro celdas y dos departamentos de aglomeración para hombres, y una celda con patio de aglomeración para mujeres, lo que supone una población reclusa de 22 individuos; y en casos especiales puede ampliarse considerablemente.
Estará en planta baja, elevado sobre el rasante del terreno para evitar los efectos de la humedad. En el vestíbulo se encuentra el acceso al locutorio del público, a la galería de ingreso, a los despachos del Juez, Jefe de la Prisión y oficinas, a la vivienda de un empleado y, al fondo, el primer rastrillo.
Pasando éste hay un segundo vestíbulo que da entrada al departamento de mujeres y a las celdas para comunicación con el público; al fondo un segundo rastrillo aísla los departamentos de hombres, en tal forma dispuestos que hace imposible toda comunicación con el de mujeres. La dimensión de las celdas es 5’00 x 2’00 x 4’25 =42’50 m2, muy superior a los 30 m2. reglamentarios.
El pavimento será de cemento continuo sobre hormigón, suelos y techos redondeados para evitar depósitos de polvo. El alcantarillado se establecerá perfectamente acometiéndole al río Segura que pasa por la espalda del edificio.
Cuantos entendidos han visto los planos han opinado unánimemente que será una obra de arte moderno. Desde estas columnas, enviamos nuestra felicitación al Sr. arquitecto y muy especialmente a nuestro ilustre paisano, el Jefe de Administración de la Dirección General de Prisiones, Ilustrísimo Sr. D. José Picazo a cuyo celo e interés se debe esta gran mejora, y por la cual ha trabajado incansablemente.
En el año 1944 , entre el camino de Beniel y la Ocarasa, se construyó el campo de «La Mancebería» . Allí jugó un equipo denominado «Orihuela Club de Fútbol».
Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).