Archivo de la categoría: Callejeando con Ajomalba

El Camino de la Estación de Orihuela.

Orihuela. El camino de la estación. Archivo Dolores Bregante.

Introducción.

Alicante 1870. Jean Laurent. Ministerio de Cultura.

La línea de «Ferro Carril» Madrid-Alicante, establecida en 1858, fue un hito histórico que supuso un enorme impulso para la economía de la ciudad levantina.

El tren había llegado a Alicante para convertir su puerto en el de la capital de España.

La América. Crónica hispano-americana. 8 de enero 1858: el 30 del pasado diciembre fue un día de júbilo para la ciudad de Alicante. Un despacho telegráfico recibido la víspera anunció a los habitantes de aquella capital que la colocación de los raíles estaba terminada en toda la sección de Alicante a Almansa.

Esta fausta noticia fue acogida por la población entera con las más ostensibles muestras de entusiasmo. Las campanas se echaron al vuelto inmediatamente, y las músicas de la ciudad recorrieron las calles de la población sembrando el alborozo en aquellos habitantes.

Todo el mundo comprende la importancia que va a dar a la ciudad y provincia de Alicante esta nueva vía de comunicación.

La línea entera se abrirá este mes al servicio público, y entonces Madrid solo distará algunas breves horas de Alicante, cuyo excelente puerto será por mucho tiempo el de la capital.

Inauguración del Ferro Carril de Alicante. El museo universal. 15 de junio 1858. 

El Correo de Ultramar. Año 1858: Compañía del ferro-carril de Alicante a Almansa. Terminada esta última sección en diciembre de 1857, se recorrió el día 3 de enero de 1858; y en marzo del mismo año quedó abierta al público la circulación de la vía desde Madrid a Alicante, unidos estos dos puntos por una línea férrea de 455 kilómetros de longitud.

La inauguración de esta hermosa línea tuvo lugar en Alicante el 25 de mayo del modo más solemne.

La reina Isabel, acompañada de S. M. el rey y de la real familia, presidió tan bella ceremonia. En ese instante solemne y grave el estampido del cañón anunció la llegada del tren real.

Poco después tuvo lugar la ansiada ceremonia. Tres locomotoras marchando paralelamente, como movidas las tres por el mismo espíritu, como obedeciendo a una misma inteligencia las tres, se adelantaron majestuosamente ante las gradas del altar y allí recibieron la bendición del sacerdote.

Inaugurada la estación de Alicante, Orihuela no podía dejar escapar la oportunidad que ofrecía este novedoso medio de transporte.

Orihuela. Vista general de la ciudad 1862. Charles Clifford. Colección Javier Sánchez Portas.

En el artículo «El Ferrocarril y su papel en el desarrollo de la comarca de la Vega Baja» Pilar Ávila Roca de Togores ofrece un poco de luz sobre los diferentes proyectos para extender ese carril de progreso hasta la ciudad de Orihuela anteriores al año 1884.

Pinchando sobre la siguiente imagen se puede descargar dicho trabajo.

Plano de la Estación de tercera clase de Orihuela (1868). Archivo Histórico Ferroviario. Acceso a artículo sobre el ferrocarril de mi amiga Pilar Ávila Roca de Togores. Gracias, Piluca.

Yo me voy a centrar en la década de 1880, cuando la «Unión Agrícola Orcelitana», en estrecha colaboración con el Ayuntamiento, tomó las riendas del proyecto en Orihuela.

Esta sociedad, formada en 1878, estaba compuesta por un grupo de terratenientes oriolanos cuyo principal objetivo era favorecer y modernizar la agricultura local.

El Segura. 8 de febrero 1878: LA UNION AGRICOLA. Orihuela, nuestra ciudad querida, está de enhorabuena. Por fin todos sus hijos, convencidos de que nuestra verdadera riqueza y bienestar está en la agricultura se reúnen en una sola aspiración tan generosa como honrada.

Sin distinción de matices políticos, prescindiendo noblemente de pasadas diferencias vuelven por lo que son y por su patria, formando La Unión Agrícola Orcelitana, poderoso centro que atienda sus verdaderos intereses, que impulse los adelantos del país y abra ancho campo donde pueda desenvolverse la acción individual apoyada por la colectiva.

Todo por Orihuela y para Orihuela, este es hoy este debe ser siempre el grito de sus nobles hijos.

El ferrocarril era el medio de transporte más rápido y barato; la herramienta imprescindible para la exportación de los productos de la huerta y el campo.

Orihuela. Fotografía de J. Laurent en 1870. Colección Javier Sánchez Portas.

La llegada del tren no sólo dinamizó la economía de Orihuela; modificó la propia estructura de la ciudad desplazándola hacia el sur.

Hasta el último cuarto del siglo XIX, el arrabal de San Agustín de Orihuela finalizaba en una alameda que llamaban la vieja o del vacuno, por instalarse en ella el mercado de animales. Se corresponde en la actualidad con la Avenida España.

La última línea edificada la formaban las traseras pertenecientes a las casas de la calle de la Acequia.

A mediados de dicha centuria, en el plano de Coello solo aparecían dicha alameda, el huerto del marqués de las Hormazas, el convento de San Sebastián, la alameda del Chorro y el desamortizado ex convento de San Gregorio. Dos edificios reseñables y, más allá, sólo huertos salpicados con alguna casa rural.

«Atlas de España y de sus posesiones de ultramar» de Francisco Coello. Plano de Orihuela. 1859.

La llegada del «Ferro Carril» a Orihuela. 1883.

El año 1883 fue trascendental para el desarrollo de la ciudad de Orihuela. En enero unieron fuerzas el Ayuntamiento y la sociedad Unión Agrícola Orcelitana.

Ayuntamiento de Orihuela. Sesión ordinaria del 11 de enero de 1883: Se dio cuenta de un oficio de la sociedad Unión Agrícola de esta ciudad de 4 de los corrientes participando que, en junta del día dos del actual acordó practicar cuantas gestiones fueran precisas para obtener la variación del trazado del Ferro Carril de Murcia a Alicante en el ramal de Torrevieja

A cuyo efecto eligió de su seno una comisión que previamente de acuerdo, y bajo la dirección de este Excmo. Ayuntamiento con la que se dignara nombrar, hicieran dichas gestiones.

Y se acordó nombrar en comisión al Sr. presidente y teniente alcalde D. Manuel Cevallos.

Antes de terminar el mes estaban expropiando tierras en Redován para la construcción del ferrocarril junto al hijo del marqués de Casa Loring.

El Graduador. Alicante. 30 de enero 1883: Copiamos con sumo gusto la siguiente noticia que encontramos en «La Voz de Orihuela», recibida ayer: «Cuando va a entrar en prensa nuestro Semanario se nos dice que acaba de llegar del vecino pueblo de Redován el Sr. D. Jorge Loring, ingeniero de caminos, hijo del Excelentísimo Sr. Marqués de este apellido, acompañado de los Sres. D. Pedro Ramón Mesples, D. Francisco Ballesteros, D. Julián de Torres, D. José María López y D. Enrique Tormo.

Según nos han manifestado los que han acompañado al Sr. Loring, seis horas han bastado para que se expropiaran todos los terrenos que comprende el término de Redován, y por los que ha de atravesar nuestro anhelado ferro carril.

Cumple a nuestro deber felicitar por tan buen éxito al vecindario, autoridades y personas influyentes de aquel pueblo, por haber ayudado a tan patriótico objeto.

Estación del Ferrocarril de Orihuela a principios del siglo XX.

Pretendían variar el trazado original del ramal de Torrevieja para que el ansiado ferrocarril llegase a Orihuela. El asunto interesaba también a la vecina Murcia y allí acudieron buscando la «influencia» de sus diputados y senadores.

El Diario de Murcia. 15 febrero 1883: Ayer llegó a esta ciudad una respetable comisión de Orihuela, representante del Círculo agrícola orcelitano. Hemos tenido ocasión de hablar con estos señores, a quienes, aunque no sean ni aun comprovincianos, bien podemos llamar paisanos nuestros, pues Orihuela y Murcia son casi una misma ciudad, por su suelo, por su cielo, por su manera esencial de ser, y por todos sus intereses.

El objeto de esta visita es interesarnos a nosotros en un asunto de mutua utilidad. Se trata del ferro-carril de Murcia a Alicante, y especialmente del trazado desde Murcia a Torrevieja. Quieren los oriolanos pedir una variación que tiene las siguientes ventajas:

1. Favorecer a pueblos de mayor vecindario. 2. Atender y facilitar la exportación de mayor riqueza. 3. Disminuir la distancia.

Murcia está interesada en esta variación, no solo por los intereses de su vega que se confunden con los de Orihuela, sino por los de la capital, por cuanto con la variación que se solicita tenemos un puerto, el de Torrevieja, mucho más cerca que el de Cartagena, y especial para el comercio.

Dicha comisión oriolana tiene orilladas todas las dificultades que pudiéramos llamar pecuniarias; porque, representando a la casi totalidad de los propietarios de Orihuela, y estando estos dispuestos a indemnizar a la empresa constructora si fuera necesario; lo que piden de nosotros únicamente, es ayuda moral, que le prestemos nuestra influencia, la influencia de nuestros diputados y senadores, para conseguir en las esferas oficiales la realización de su patriótico deseo.

Pocos días después de la visita, el Ayuntamiento de Murcia apoyaba el proyecto de cooperación por unanimidad y nombraba una comisión municipal.

El Diario de Murcia. 18 de febrero 1883: Invitados particularmente los concejales para que el acuerdo que se tomase respecto del ferro-carril de Orihuela, tuviera la sanción de la mayoría del ayuntamiento, se reunió anteayer éste en número considerable.

Unánimemente fue aceptado el pensamiento de cooperar a la variación del trazado del ferro-carril a Torrevieja; y para que gestione a nombre de este municipio y en unión de los de Orihuela, se nombró en comisión a los señores Marín Baldo, Piqueras, García Alix y Marín Samaniego.

Estación del Ferrocarril de Orihuela a principios del siglo XX. Colección Jesús R. Tejuelo. Edita Hauser y Menet.

Para finales de febrero el proyecto era ya una realidad y se comunicó oficialmente el inicio de las obras que quedaron inauguradas el domingo 4 de marzo.

Ayuntamiento de Orihuela. Sesión del 1 de marzo de 1883: Se dio cuenta de la comunicación que dirige a este Municipio el Sr. Loring, representante de las obras del ferro-carril de Murcia a Alicante, participando su inmediato principio.

Y se acordó que, con tan plausible motivo, se invite al acto al Ilmo. Prelado que ha de colocar la primera piedra; y a todas las corporaciones para las cuatro de la tarde del domingo próximo (4 de marzo) debiéndose reunir las comisiones en estas Casas Consistoriales a las tres y media para acompañar al Sr. Obispo desde su palacio.

La Paz. Murcia. 3 de marzo 1883: Mañana 4 del actual es el día señalado para verificar la inauguración del ferrocarril de Alicante a Murcia, en Orihuela. Tendrá lugar a las cuatro de la tarde en una casilla de guarda aguja próxima al camino de Hurchillo.

El Constitucional. 8 de marzo 1883: En medio del mayor regocijo se inauguró el domingo último en Orihuela la construcción del ferrocarril de Alicante a Murcia. Las autoridades y el clero concurrieron al acto.

Estación de Ferrocarril de Orihuela. Edita M. Clemarés.

Pero la estación que estaban construyendo quedaba lejos del centro y carecía de caminos adecuados.

Entre la ciudad y el ferrocarril se interponían tres tahúllas y media del «huerto de San Gregorio» o «de Tamames» y otras nueve tahúllas y media pertenecientes al marqués de Serdañolas.

El Ayuntamiento delegó en Salvador Lacy Pascual de Bonanza para que, desde Madrid, procediese al ajuste y adquisición de ambas fincas.

Sesión municipal. Orihuela, 23 de mayo 1883: Se Manifestó que dada la necesidad de construir una vía que ponga en comunicación la localidad con la estación de Ferro Carril, cuyas obras se están realizando.

Se hace indispensable para un servicio de tanta utilidad, la adquisición de los terrenos que ha de atravesar dicha vía, las propiedades de los Sres. Duque de Tamames y Marqués de las Serdañolas, hoy de Boil y al efecto habíanse practicado varias gestiones por conducto de sus respectivos apoderados en esta ciudad.

Mas como quiera que en la actualidad se haya accidentalmente en Madrid Don Salvador Laci Pascual de Bonanza, persona de toda confianza y garantía para el municipio y que además de sus conocimientos prácticos reúne el noble deseo de prestar un apoyo y cooperación para la prosperidad y engrandecimiento de este país.

Dicho señor podía llevar con sus celosas gestiones a feliz término el asunto, y la corporación teniendo en consideración que el medio propuesto por el Sr. Presidente es el más fácil para hallar la solución que se desea, por unanimidad acordó autorizar al expresado Sr. Laci para que desde luego proceda al ajuste y adquisición de los terrenos denominados huerto de San Gregorio, propiedad del Exmo. Señor Duque de Tamames.

Y del Señor Marqués de Serdañola las nueve tahúllas que radican en el Partido de Urchillo y sitio de la Alameda, por la totalidad de ambas fincas a fin de evitar a sus dueños los perjuicios que en otro caso podrían arrogárseles con solo adquirir la parte necesaria para la construcción de la expresada vía.

El 1 de julio de 1883 tomó posesión de la Alcaldía el próspero farmacéutico y terrateniente Francisco Ballesteros Villanueva. Desde 1882 Ballesteros era diputado provincial apadrinado por Ruiz Capdepón. Había sido secretario de la Unión Agrícola y miembro de la comisión que impulsó la llegada del ferrocarril.

Francisco Ballesteros Villanueva.

Para la nueva corporación que presidía no era suficiente unir la población con el ferrocarril de cualquier manera. Para sacar todo el partido al tren proyectaron una avenida de 890 metros que llegaría hasta el corazón comercial oriolano; es decir, a los Hostales.

Allí se hallaban establecidos el casino, los bancos, las fondas y las posadas. Y en invierno, la zona albergaba los célebres y concurridísimos mercados semanales.

Ayuntamiento de Orihuela. Sesión del 23 de agosto de 1883: La comisión nombrada por el Excelentísimo Ayuntamiento para estudiar, auxiliada del maestro de obras D. Manuel García, y formar un programa sobre la calle proyectada desde la de los Hostales de esta ciudad a la Estación de la vía férrea…

Sin la cual el acceso a la estación y consiguiente enlace con el mundo entero, sería siempre penoso y en ocasiones imposible…

El proyecto hace arrancar la nueva calle de la de los Hostales, que es el punto céntrico de la contratación y movimiento de la ciudad por hallarse en aquella establecidos el casino, sociedad agrícola, bancos de socorros, las fondas y posadas y ser además en unión con la calle del puente nuevo donde se verifican en invierno los célebres y concurridísimos mercados semanales de Orihuela…

Si no se trazaba un nuevo acceso a la estación sólo podrían utilizar el camino rural de Hurchillo, estrecho y con un enorme rodeo, molesto para los viajeros y aún más para las mercancías que habrían de ser acarreadas con dificultad.

Esbozo improvisado sobre el plano de Villanueva del siglo XVIII.

Ayuntamiento de Orihuela. Sesión del 23 de agosto de 1883: La comunicación directa de la calle Calderón de la Barca con la estación solo puede hacerse cortando la finca titulada de Tamames, atravesando la alameda y la finca de la sociedad agrícola, verdaderas barreras que se interponen entre la ciudad y la estación.

A donde si no llega a construirse la calle proyectada, solo podría irse por el camino rural de Urchillo, que en muchos puntos solo tiene tres metros de anchura, y que impondría enormes rodeos a los vecinos de Orihuela…

La calle proyectada tiene, desde su arranque en la de los Hostales hasta llegar a la Estación, 890 metros de extensión, siendo rústicas dos de las fincas que precisa ocupar, y otra de ellas urbana.  

El ambicioso proyecto incluía la compra de las fincas antes citadas, la construcción de un nuevo puente y la reurbanización de las calles de Calderón y Loazes; importando 116.900 pesetas.

La financiación no podía salir de las vacías arcas municipales que angustiosamente pagaban los gastos ordinarios. Así pues, tiraron de los fondos de propios disponibles por importe de 102.963 pesetas.

El déficit de menos de 14.000 pesetas se cubriría con la venta de la parte sobrante de las fincas expropiadas y recalificadas, que alcanzarían bastante valor dada la carencia de casas en la población.

Todo quedó aprobado, nombrando al arquitecto provincial José Ramón Mas para la formación de planos y presupuestos.

El último escollo era conseguir acceso a dichas fincas, requisito indispensable para que el Ministerio les concediera la autorización de fondos.

El Diario de Murcia. 19 de septiembre de 1883: Dice «La voz de Orihuela»: El lunes próximo empezarán las obras de la verdadera estación de Orihuela, a 440 metros de la Alameda y en terreno que fue de Dª. Consuelo Miranda. En dicho punto se encuentran ya hechas las excavaciones y andenes para el edificio y 400 carros de piedra, 10 metros de cal, 50 de arena, y algunos de los 100 metros cúbicos que necesitan de sillería, de las tres canteras que a la vez tiene cortando piedra el activo contratista Sr. Mesples, para su sólida y pronta construcción.

La Paz de Murcia. 30 de septiembre 1883: De un momento a otro deben comenzar con gran actividad en Orihuela las obras de la estación del ferro carril de Alicante a Murcia, y su emplazamiento será a unos 440 metros de distancia de la Alameda. El arribo de material para esta línea que tanto ha de favorecer aquellas hermosas vegas del Segura, continúa sin interrupción a los puertos más cercanos, y es de creer que en el primer tercio del año entrante se dará por completamente concluida, y a la circulación de mercancías y de viajeros, el ramal de Torrevieja.

Estación de ferrocarril de Orihuela. Archivo Alberto Zerón Huguet. Mejorada por Javier Andreu.

1884. Inauguración de la línea Alicante-Murcia.

Estación de Ferrocarril de Orihuela al poco de acabar la Guerra Civil. Archivo José Manuel Dayas.

En febrero de 1884 la Sociedad Unión Agrícola cedió la servidumbre temporal a través de su propiedad, ubicada en la alameda. Pero problemas políticos complicaron la puesta en marcha del proyecto.

El 14 de ese mismo mes de febrero, el Gobernador Civil suspendía fulminantemente al ayuntamiento fusionista durante cincuenta días. Estaban acusados de desobediencia y abandono de sus obligaciones por no pagar a los maestros municipales, una deuda que procedía de anteriores administraciones.

El eco de la provincia. Diario Conservador Liberal. 14 de febrero 1884: El digno Gobernador de la provincia señor López Guijarro, mirando por el exacto cumplimiento de la Ley y mejor servicio, ha suspendido al ayuntamiento fusionista de Orihuela que debe a los profesores de primera enseñanza la enorme suma de 37.000 y pico de pesetas…

Ha suspendido al ayuntamiento, reemplazándole por el que presidia nuestro respetable correligionario don Matías Rebagliato. Los hombres del partido conservador liberal que van a constituir el nuevo municipio de Orihuela, estamos seguros de que harán administración llenando así los deseos de la primera autoridad de la provincia.

El sistema de turnos de la Restauración tenía estás particularidades. En realidad sólo era una excusa para hacer efectiva la llegada de los conservadores de Canovas del Castillo al poder.

Se nombró un consistorio interino bajo la vara del conservador Matías Rebagliato Sorzano. Dicho consistorio se mantuvo hasta que de nuevo cambió el Gobierno en Madrid. La construcción del «ferro-carril» siguió adelante.

El 11 de mayo se inauguraba la nueva línea con la asistencia del presidente del Consejo de Ministros, Antonio Cánovas del Castillo.

La Correspondencia de España. 10 de mayo 1884: Orihuela. Renace la animación y entusiasmo para celebrar la inauguración de nuestra vía férrea en esta estación y la llegada del Sr. D. Antonio Cánovas del Castillo y demás que constituyen la comitiva de esa corte y de nuestras vecinas capitales.

Son varias las tribunas que se establecen, contiguas a la estación, se adornan con mucho gusto y brillantez y se espera se distinguirá la de la sociedad Unión Agrícola.

Todo el trayecto propiedad de la vía está engalanado, y produce un golpe de vista encantador. Se observa ya hoy gran movimiento del vecindario por este acontecimiento, y son muchos los forasteros que llegan, esperándose gran concurrencia.

Estación de Orihuela años setenta del siglo XX. Fotografía Juan Fenoll Villegas. Colección Jesús R. Tejuelo.

También acudió el obispo Guisasola, quien bendijo las locomotoras y hasta los carruajes que recorrieron la población jaleados por la multitud.

La Correspondencia de España. 11 mayo 1884: Orihuela. A la inauguración del ferro-carril ha acudido un gentío inmenso. Grandes aclamaciones a Cánovas y a la comitiva. La bendición de las máquinas se ha hecho por el señor obispo de la diócesis, con asistencia del cabildo y en medio del mayor entusiasmo.

Las tribunas ofrecían un golpe de vista soberbio, cuajadas de bellas y elegantes damas. La de labradoras ostentaba profusión de flores y frutas, que fueron ofrecidas al presidente del Consejo de ministros.

Al almuerzo ofrecido al Sr. Cánovas en el colegio de jesuitas, asistirán 250 personas. Verificada la inauguración del ramal de Torrevieja, seguirá el tren hasta Alicante.

Cánovas del Castillo fue nombrado hijo adoptivo de Orihuela y presidente de honor de la «Unión Agrícola».

El Constitucional. 14 de mayo de 1884: INAUGURACION DEL FERRO-CARRIL DE ALICANTE A MURCIA. Después de la recepción que tuvo efecto en el palacio episcopal de Orihuela, el Sr. Cánovas del Castillo se dirigió al Colegio de Santo Domingo, acompañándole las Autoridades superiores y otras personas de distinción.

El jefe del Gobierno fue recibido por los PP. de la Compañía de Jesús que ocupan aquel edificio, e introducido en un espacioso salón del mismo. Allí oyó una preciosa Oda a la patria, que fue leída con buena entonación por uno de los distinguidos jóvenes que asisten a las aulas del Colegio de los jesuitas.

Terminada la lectura de esta composición poética, que fue oída con interés, el Sr. Cánovas del Castillo pasó a un grandioso claustro, donde debía efectuarse el banquete, dispuesto por la compañía de los ferrocarriles andaluces, para obsequiar a las respetables personas previamente invitadas.

Cuatro días después de la citada inauguración, se acordó denominar al paseo, aún en construcción, como del marqués de Casa Loring, en honor a Jorge Enrique Loring Oyarzábal, fundador de la compañía de ferrocarriles andaluces que había establecido la línea Murcia-Alicante.

Jorge Enrique Loring y Oyarzábal y Amalia Heredia Livermoore. Archivo Municipal de Malaga. Enlace a Biografía.

El Constitucional. 12 de julio 1884: Por dos Ayuntamientos ha sido administrada la ciudad de Orihuela durante el año económico que acaba de espirar de 1883-84.

El primero, presidido por D. Francisco Ballesteros, ha dirigido la gestión Municipal por espacio de siete meses, o sea desde el 1° de julio de 1883, en que se constituyó, hasta el 12 de febrero del actual, en que fue suspenso por orden del señor Gobernador civil de la provincia.

Y el segundo presidido por D. Matías Rebagliato y nombrado interinamente por dicho señor Gobernador durante los cinco meses restantes.

En diciembre de 1884 la corporación, todavía interina, dio un plazo de ocho días a Francisco Ballesteros para que entregase el dinero autorizado para las obras que tenía depositado a su nombre en la sucursal de Alicante del Banco de España.

Ballesteros se limitó a comunicarles que dicha cantidad permanecería en su poder a la espera de recuperar la alcaldía para emprender personalmente el proyecto.

El Constitucional. 16 de diciembre 1884: Lectura de una comunicación de don Francisco Ballesteros, en la que daba contestación a la que, en sesión extraordinaria del sábado anterior, acordó el Ayuntamiento dirigirle exigiéndole la entrega de la cantidad procedente de los bienes de propios que, como depósito, obra en su poder; pero como acontece a veces que el Ayuntamiento propone y otros disponen, es muy posible ir por lana y salir trasquilados…

Y como contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar, recordando que quien da pan a perro ajeno pierde el pan y pierde el perro, en vez de los dineros, creyó más conveniente el ex-alcalde, D. Francisco Ballesteros, solicitar del Ayuntamiento actual le diera posesión inmediata al suspenso que preside.

Pues habiendo pasado los cincuenta días que la ley marca en este caso y fallándose a su favor el expediente que se le instruyó por no sabemos qué líos que resultaron falsos, veíase el pueblo privado de sus legítimos representantes. El golpe fue de maestro…

Fábrica de «Harinas Serrano». Estación de ferrocarril a mediados del siglo XX. Antonio Ballester Vidal.

1885.El Camino de la Estación.

El primer andén. Colección Javier Sánchez Portas.

El año 1885 fue especialmente complicado por la famosa epidemia de cólera morbo asiático declarada en toda España. Dicha epidemia llegó tras una serie de riadas que habían sumido la huerta en la miseria.

El Oriolano. 27 de junio 1885: Orihuela sufre, Orihuela padece la más horrible y temida de las calamidades con que la Providencia divina castiga o pone a prueba a la humanidad.

Hasta aquí el mísero y desventurado colono ha visto en breves horas convertirse en lodazal inmundo el fruto de sus afanes y desvelos; el honrado ciudadano luchó en vano contra el oleaje de un río que al desbordarse reducía a escombros su hogar, dejándole en la más espantosa miseria.

Hace ocho días que oficialmente se hospeda en Orihuela el cólera morbo asiático, sembrando luto y horrores entre sus habitantes. Los más poderosos, los que en día de calma daban vida, animación y trabajo a las clases menesterosas huyeron aterrados a los primeros síntomas de la enfermedad.

Entre estos se cuentan desgraciadamente algunos individuos del ayuntamiento y empleados de la misma corporación. Así es que el ayuntamiento no celebra sesiones cuando constantemente debiera hallarse reunido para hacer frente a la calamidad que nos aflige y al hambre que nos amenaza.

En este desastroso contexto, el Ministerio de la Gobernación entregó oficialmente la alcaldía de Orihuela a Rebagliato Sorzano a primeros de julio.

El martes. 2 de julio 1885: Ayer mañana 1º de Julio, era el señalado para la toma de posesión de los nuevos ayuntamientos. A las once de la mañana, se presentaron en el salón de sesiones de las Casas Consistoriales varios concejales del ayuntamiento saliente, y algunos otros de los últimamente elegidos, quienes tomaron posesión de sus cargos.

Y como no había número suficiente no pudo tomarse acuerdo, ni pudo, por tanto, constituirse el ayuntamiento.

En el momento de hacerse cargo de la Alcaldía el Sr. Rebagliato reunió a los alcaldes de distrito y pedáneos de la huerta y les encargó le diesen parte de las mayores necesidades que existan, para socorrerlas de su bolsillo particular…

A la primera reunión del nuevo Ayuntamiento faltaron muchos concejales recluidos en sus propiedades rurales para evitar el contagio.

El Oriolano. 4 de julio 1885: Esta situación es desesperante, abrumadora. El cólera que crece, la mortandad que aumenta, el hambre que cada día se ceba con mayor crueldad en las clases más desamparadas; un ayuntamiento que huyó cobardemente abandonándonos a nuestra propia iniciativa…

Qué lección más afrentosa; para los pueblos que no han tenido energía bastante para sobreponerse a las exigencias del caciquismo. Mientras el pueblo de Orihuela sufre horriblemente, mientras el cólera y el hambre siembran la desolación y la muerte en esta desventurada ciudad, ellos gozan tranquilamente de las delicias del campo sin que nuestras amargas quejas ni nuestros ayes de dolor turben un solo instante la calma que disfrutan.

A pesar de las desgracias la construcción de la carretera a la estación debía continuar.

El Oriolano. 18 de julio 1885: Por fin ha sido aprobado por el gobierno el expediente instruido para la construcción de la carretera, alameda, y puente.

Puesto que la ley prescribe la subasta para esta clase de construcciones, hágala con toda la sinceridad que le reconocemos que, a más de cumplir con su deber, demostrará al país la rectitud que le anima al encargarse nuevamente de dirigir la administración de nuestro Municipio.

Era necesario organizar las diligencias de subasta en el plazo más breve posible para que empezasen las obras; dando así trabajo a numerosos jornaleros en aquella situación de crisis.

En agosto se comisionó a Pedro Ramón Mesples para que, junto al alcade, formasen la subasta de las obras del paseo de la estación.

El Oriolano. Número 28. 25 de septiembre 1885.

A las once de la mañana del 17 de octubre dio comienzo la subasta en el salón de sesiones del Ayuntamiento.

Transcurrido el plazo legal, el escrutinio dio el siguiente resultado: Para la carretera, tasada en 33.400 pesetas, se presentaron diez postores, entre los que se encontraba Francisco Ballesteros y otros socios de la Unión Agrícola.

Se la quedó Francisco Pérez por menos de treinta mil pesetas. Para el Puente sobre el Segura, tasado en 61. 250 pesetas, se presentaron los mismos licitadores, y quedó adjudicado también a Francisco Pérez, por la cantidad de cincuenta y cinco mil pesetas.

La subasta verificada en Alicante no modificó el resultado y ambas obras fueron adjudicadas a Francisco Pérez Llobregat que actuaba en nombre de la Unión Agrícola.

El martes. 22 de octubre 1885: Las subastas de las obras de la carretera a la estación del ferro-carril, y puente sobre el Segura se celebraron en la mañana del sábado anterior, como sabrán algunos de nuestros lectores.

La sociedad Unión Agrícola Orcelitana, que como hemos dicho ya en otras ocasiones, se consagró desde el primer momento de su creación a procurar el bienestar de la población que le da su nombre, concibió el pensamiento de hacer posturas en las referidas subastas, sin que para ello la guiara otro móvil que el patriótico y digno de mirar por el interés de nuestra querida población: pensamiento laudable, acto desinteresado con el que los señores socios han conseguido el aplauso merecidísimo de todos sus convecinos.

Y llevado a la práctica resultaron sus proposiciones más ventajosas que otra alguna, con lo cual se alcanzarán notorios beneficios en la ejecución de esas obras e inversión del capital disponible para efectuarlas.

Cumplido el trámite burocrático, las obras quedaron de nuevo en manos de la Unión Agrícola Orcelitana con el apoyo del alcalde conservador Matías Rebagliato. Y el Ayuntamiento se dio prisa en reunirse para cumplir con su parte.

El Oriolano. 27 de octubre 1885: La sesión de ayer. A las once de la mañana se reunió el Ayuntamiento en sesión extraordinaria para aprobar la subasta de la carretera y puente y adjudicar las obras al mejor postor.

Acordó el ayuntamiento por unanimidad aprobar y conceder la ejecución de ambas obras a favor de D. Francisco Pérez Llobregat por resultar sus proposiciones más bajas que las de ningún otro postor…

Procede pues que el municipio, sin malgastar un tiempo precioso, extienda cuanto antes el contrato ante notario público a fin de dar trabajo a la clase jornalera y hacer que desaparezca el lodazal en que se convierte la carretera a consecuencia de las lluvias.

El primer andén. Fotografía de José Luis Zerón Climent a mediados del siglo pasado. Archivo Zerón Huguet.

Pasó un mes sin que la ansiada obra diese comienzo por las discrepancias surgidas en la Unión Agrícola, entre los que querían una carretera recta hasta la misma ciudad, la opción más barata; y los que la querían terminarla en la alameda y dividirla en dos ramas; una hasta la calle de San Agustín y otra hasta la de Calderón, la opción más bella, respetando el huerto de Tamames.

Y en esas, falleció Alfonso XII.

La inesperada muerte del rey, en noviembre de 1885, cambió completamente el tablero político. Cánovas del Castillo presentó su dimisión y Sagasta se convirtió en presidente del gobierno.

Los conservadores a nivel nacional pasaron a la oposición y Rebagliato presentó la dimisión como alcalde de Orihuela.

Tras una visita a Madrid, Ballesteros recuperó la alcaldía unificando en su persona la representación del Ayuntamiento y de la Unión Agrícola Orcelitana.

El Oriolano. 10 de diciembre 1885: Tan pronto como regrese de Madrid el señor Ballesteros, se emprenderán activamente las obras de la carretera a la estación. Esto se entiende si la comisión de la sociedad Agrícola, nombrada al efecto, logra por fin ponerse de acuerdo para la ejecución de dichas obras.

La crónica. 24 de diciembre 1885: Ya fue nombrado alcalde presidente del Excmo. Ayuntamiento de esta ciudad, el señor D. Francisco Ballesteros; y se le dio posesión de su cargo en la sesión del jueves último.

La situación política de Orihuela ha cambiado; es decir, el alcalde conservador ha cedido voluntariamente el mando al alcalde fusionista, o lo que es igual, el señor Ballesteros ha ocupado el puesto renunciado por el señor Rebagliato.

1886. El Camino de la Estación.

El camino de la Estación a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

En enero de 1886 se aprobaron ocho puntos que dejaron bien claro el proyecto final del camino de la estación. Un proyecto que, como podemos comprobar, se cumplió al pie de la letra excepto el punto tercero.

El Oriolano. 19 de enero 1886: CARRETERA A LA ESTACION. El domingo por la noche se reunió la junta directiva de la sociedad Unión Agrícola para conocer el dictamen que la comisión nombrada en junta general, presentaba del proyecto de la carretera a la estación, cuyas obras darán principio quizás mañana.

Conocido dicho dictamen se precedió al nombramiento de la comisión ejecutiva siguiente: Presidente: D. Vicente Rodríguez. Tesorero: D. Manuel Roca de Togores. Contador: Sr. Marqués de Lacy. Vocales: D. Atanasio García Cubero, don Andrés Pescetto, D. Higinio García Ródenas, D. Antonio Bonafós Mas y D. Federico Torres. He aquí las bases del dictamen a que nos hemos referido:

1 La Conservación de la carretera desde la estación a la Alameda en la forma en que se halla actualmente planteada.

2. Prolongación de dicha carretera bajo la misma forma y amplitud y sujeción al mismo eje hasta la alameda llamada de vacuno.

3. Formación, algunos metros antes de llegar a esta última alameda, de una esplanada semicircular desde la cual bifurcará la carretera en dirección a la calle de Calderón por un lado y por otro en dirección la Plaza de S. Agustín: en dicha esplanada habrá de colocarse una pirámide u obelisco en cuya parte superior campeen las armas de la ciudad y lapidas en su centro donde se inscriban nombres de oriolanos ilustres.

4. Colocación de la glorieta en el espacio que ha de mediar entre la nueva carretera, camino de S. Gregorio y la alameda.

5. Alineación y ensanche donde lo necesite de la alameda del vacuno para que forme una buena calle que habrá de salir a la plaza de S. Agustín, formando ángulo con la calle de S. Isidro.

6. Nueva dirección al río del azarbe de las Lavanderas para sanear las calles del Vado, acequia y la nueva que se proyecta, y para evitar inundaciones en el barrio de S. Agustín.

7. Instalación del mercado de animales en la antigua alameda, quitándolo de la del vacuno, con imposición de un modesto impuesto por estaca a cada par de animales, cuyo impuesto podrá servir para abonar un sueldo al guarda jardinero que ha de cuidar de la glorieta y arboleda de la carretera.

8. Venta en subasta pública por lotes de los terrenos sobrantes. La calle que hoy va a quedar en lo que fue alameda del vacuno se titule calle de la Unión Agrícola.

En el tintero quedaron otros, como el del marqués de Lacy, que no se resistió a compartirlo con los oriolanos mediante tres hojas de periódico y un modesto croquís

Croquis del proyecto del marqués de Lacy. El Oriolano. 2 de febrero 1886.

No he querido transcribirlo entero. Llega a mencionar las grandes avenidas de París, Londres o Nueva York.

Os dejo varios párrafos que reflejan cómo pretendía impresionar al viajero respetando la integridad del huerto de Tamames desde San Gregorio a San Sebastián.

El Oriolano. 2 de febrero 1886: Yo creo y entiendo que aquí la mayor dificultad está en trazar la línea que ha de seguir la carretera desde la Estación, si es que se discute este pensamiento pues determinada la recta dirección, responde solo al empeño de unir las dos extremidades, haciendo absoluta abstracción de topografía y conveniencias.

Supongamos por un momento que la línea recta, partiendo desde la estación hacia la ciudad, hallara a esta en la misma frontera del huerto de Tamames, ¿Cabría ni podría hacerse cosa mejor que lo que hay hoy trazado, carretera y andenes respectivos, que hasta allí conducen?

El ornato y la regularidad de vías rectangulares, exigiría romper directamente y en la misma forma que viene el trazado para la carretera, por medio del cuadrado que constituye el huerto de Tamames, y llegar hasta donde sea la primera conjunción de líneas para el establecimiento de la vía que lo ha de cruzar, si, como en ello insisto, aquel sitio es el llamado forzosamente a constituir la zona de nuevas construcciones.

¿A qué puede destinarse mejor aquel espacio, que teniendo por límite la actual alameda, está pidiendo a voces transformarlo en el más ameno y delicioso sitio, que jamás pudo la imaginación concebir, cual paseo para recreo y esparcimiento de propios y extraños?

¿Podría hallarse en parte alguna del mundo, casi me atrevería a aventurar, una entrada tan magnífica como la que quedaría para Orihuela viniendo desde la estación por el camino según está trazado, formando casi ángulo recto, con el plano general de la misma, y su magnífico panorama?

Si con arreglo a estas indicaciones se reconoce ventajoso mi proyecto y con él se cierra el paso a los carruajes por dentro de Tamames, quedaría toda su parte meridional destinada al paseo, en la extensión que ofrece, desde el convento de S. Sebastián a la casita situada en el ángulo opuesto cerca de S. Gregorio, que serviría desde luego para morada del guarda o jardinero.

Podría cerrarla fácilmente por aquel señalado puesto con dos puertas de piedra iguales a la existente, (vulgo tartana) sin desdoro alguno como buena obra de arte, reemplazando sus maderas con verjas ligeras de hierro y enlazando ambas puertas y corriendo todo el litoral de la acequia con idéntica barandilla, cuyo coste sería de poca importancia.

Ofreciendo al forastero la graciosa perspectiva de la gran alameda principal de entrada a la población, luego el paseo de frente con sus puertas y su verja y detrás bellas manzanas de casas…

Y si aun este bello ideal no puede llevarse a efecto, porque según todos los talentos y estudios hechos en demanda de la línea recta, aquellas se estrellan ante obstáculos casi insuperables, y por lo tanto hay que truncarla en algún punto dentro del cuadrado de Tamames.

Concluyo ya y debo hacer presente a los señores que componen la comisión ejecutiva, que si tienen otro proyecto que satisfaga mejor los deseos y aspiraciones de la población, yo tendré muy singular empeño en alabarlo y apoyarlo con las escasas fuerzas de mi humilde personalidad. Por último, acompaño adjunto el croquis del proyecto a que se contrae mi presente artículo, para mayor inteligencia de todos. El Marqués de Lacy.

Al final no se respetó el huerto en su totalidad como pretendía el marqués; pero sí buena parte de él efectuando un pequeño desvío en esa teórica línea de 890 metros.

Plano ensanche de Orihuela.

El ingeniero encargado de las obras fue José María Moreno Tovillas, directivo y miembro fundador de la Unión Agrícola.

El oriolano. 2 de enero de 1886: En la localidad reina bastante animación por haberse ayer dado principio, conforme anunciamos, a la construcción de la carretera. La subasta de estas obras se verificó el domingo, ante la comisión ejecutiva, en los salones de la sociedad Agrícola; concurriendo al acto unos treinta labradores o carreteros.

El acto estuvo en un principio bastante desanimado, especialmente en la subasta de la tierra para construir la caja de la carretera, en la que solo se adjudicó un mote de cuatrocientos metros cúbicos al precio de tres reales metro, quedando desiertos los dos restantes.

Los presentes escusaban su participación en la subasta alegando el precio sumamente bajo que según ellos se había señalado, pronosticando su ruina al labrador que se encargó del acopio de los primeros cuatrocientos metros de tierra; pero pronto cambiaron de parecer por cuanto ayer mañana les faltaba tiempo a algunos para buscar recomendaciones a fin de que se les cedieran los ochocientos metros restantes que la comisión había decidido trasportar administrativamente.

En la subasta de los mil quinientos metros de piedra que se verificó a las once de la mañana, a razón de seis reales metro, no hubo postor alguno; y la comisión, oído el parecer del director de las obras, D. José María Moreno, reformó en el acto los pliegos de condiciones, en lo que se refería al precio de la piedra, que se señaló en siete reales y medio; y aunque a los lidiadores les parecía todavía bajo al empezar la puja, se contrataron los mil quinientos metros definitivamente por el precio últimamente indicado.

Las obras empezaron ayer, como ya hemos dicho, bajo la dirección facultativa del señor Moreno y demás compañeros de comisión.

El oriolano. 18 de febrero de 1886: La construcción de la carretera a la estación y paseos se encuentra muy adelantada, gracias a la actividad de la comisión ejecutiva y especialmente al celo y gran interés que en las obras viene demostrando el ingeniero y director de las mismas señor D. José María Moreno.

La conducta del señor Moreno es muy digna de aplauso por el desinterés con que coadyuva a la realización de unas mejoras tan útiles para la población.

El ligero desvío y la voluntad de progreso de la Unión Agrícola propiciaron la construcción y vallado de la Glorieta, que se inauguró en ese mismo año de 1886.

A la Glorieta le dedicaré otro monográfico que pronto enlazaré con este trabajo.

«La Glorieta de Tamames». 11 de julio de 1886. Publicada en 1956 en el programa de feria.

La nueva «puerta de Orihuela» y su camino de entrada fue un elemento clave en la nueva configuración de la ciudad propiciando el definitivo ensanche con la transformación de los terrenos agrícolas adyacentes.

El viajero, hasta finales del siglo XX, en su trayecto desde la estación al casco urbano, disfrutaba de unas espectaculares vistas que desgraciadamente se han cubierto para siempre.

Col·lecció de fotografia antiga de Rafael Poveda. Oriola. Fotografía de J. Antonio Sánchez y Demetrio Cabañero.

A finales del siglo XIX las calles de Calderón de la Barca y Loazes sufrieron una drástica transformación pasando a formar parte de esa proyectada avenida de 890 metros como articulación funcional entre el corazón comercial y el ferrocarril.

Se construyó un nuevo puente y un lujoso casino. Embovedaron las acequias, plantaron árboles y las humildes viviendas se transformaron en interesantes casas para la burguesía; edificios que fueron erigidos para dar testimonio de su estatus económico; de su nuevo papel protagonista en el desarrollo de la ciudad.

Orihuela. Calles de Loaces y Calderón de la Barca.

Las nuevas edificaciones se fueron levantando en el entorno de las calles formaron un bello escenario de cara al visitante que nunca debió ser destruido y que de alguna manera ocultaba el abandono y atraso urbanístico del resto de la ciudad.

El camino de la estación 1ª mitad del siglo XX.

El camino de la Estación a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

El título de «marqués de Casa Loring» para la nueva vía nunca llegó a utilizarse, citándose siempre como Paseo o Avenida de la Estación.

Hasta que, en agosto de 1910, a propuesta del concejal demócrata José Calvet Mas, se decidió homenajear al Ministro de Gracia y Justicia, Trinitario Ruiz Valarino; pasando a denominarse «Avenida de Ruiz Valarino».

La decisión final tuvo que someterse a votación; y la alternativa desechada, propuesta por el conservador Juan Coig Rebagliato, fue «Avenida de Nuestro Padre Jesús Nazareno».

Avenida de Ruiz Valarino. Colección Javier Sánchez Portas.

El Eco de Orihuela. Ayuntamiento. Sesión supletoria del día 6 de agosto de 1910. Se da lectura a una moción del Sr. Calvet proponiendo se dé a la avenida de la Estación el nombre de Ruiz Valarino. Primer escándalo.

El Sr. Coig propone se dé a esa avenida el nombre de Nuestro Padre Jesús Nazareno y se arma la gran trapatiesta. Discuten hasta dejárselo sobrado los señores Calvet, Coig, García Murphy, algunos otros señores concejales y buena parte del público; y por votación se acuerda lo propuesto por el señor Calvet.

Su urbanización formó parte del amplio paquete de mejoras proyectadas por la corporación presidida por Francisco Díe durante la Dictadura de Primo de Rivera.

Pero no hubo tiempo y fue el consistorio republicano, en noviembre de 1931, el que llevó a pleno la urbanización con una importante modificación: pensaban destinar a peatones el ancho del centro y a carruajes los laterales.

Para ello arrancarían las dos filas exteriores de árboles, dando así entrada de carruajes a los terrenos lindantes, a cuya mejora estaban dispuestos a contribuir sus propietarios.

Anteriormenete, en 1930, tres ciudadanos habían presentado un proyecto de urbanización de la zona comprendida entre el paseo y la carretera de Hurchillo y necesitaban accesos al camino de la estación.

Pero la resolución quedó aplazada hasta septiembre de 1932, fecha en la que aprobaron un proyecto del maestro de obras municipal, Francisco Sánchez, para la pavimentación con adoquín de las canteras de Torremendo y pórfido de las canteras del monte Oriolet.

Archivo Municipal de Orihuela. Planos. G-69. 1932.

En abril de 1934 la corporación fue destituida y el Gobierno Civil designó una comisión gestora.

30 de octubre 1934: D. Ricardo García López, alcalde presidente del Excmo. Ayuntamiento a los señores de la comisión gestora, con el debido respeto, expone: … se rotule una de nuestras calles o bien se lleve a la practica el proyecto de la avenida de la estación con el nombre del ilustre D. Alejandro Lerroux García, hoy elevado al más alto cargo de la nación…

A finales de noviembre dicha gestora acordó rotular el Paseo de los Andenes con el nombre del presidente del Gobierno, pasando a denominarse Avenida Alejandro Lerroux.

Y ratificaron el proyecto del maestro Sánchez para convertirlo de verdad en un digno paseo que completarían con el asfaltado de la Glorieta.

Sesión del 13 de noviembre 1934: Se da lectura a la moción de la presidencia anunciada en la orden del día, solicitando se tome el acuerdo de rotular con el nombre de Avenida Don Alejandro Leroux al paseo de los Andenes, y con este motivo debe ser urbanizado, suprimiendo el tránsito rodado y convirtiéndole en un paseo completando esto con el asfaltado de la Glorieta, y así se acuerda por unanimidad.

El 12 de marzo de 1936, con la victoria del Frente Popular y el derrumbe político de Lerroux por su implicación en el escándalo del estraperlo, el consistorio restituido decidió que en lo sucesivo se denominase al paseo de la estación como «Avenida del 14 de abril», fecha de la proclamación de la II República.

Sesión del 12 de marzo 1936: … por las distintas comisiones gestoras que este municipio ha padecido, han sido sustituidos los nombres de varias calles de la población, ensañándose con aquellos que ostentaban nombres representativos de la verdadera república… a la avenida hoy llamada de Lerroux, que en lo sucesivo se le llame del 14 de abril.

Pero el paseo seguía sin ser urbanizado.

Colección Javier Sánchez Portas.

Se formó una comisión municipal que aconsejó arrancar los viejos y frondosos árboles debido a que la mayoría estaban muertos; y los que permanecían sanos, perjudicaban las plantaciones de la Glorieta ensuciando sus jardines con la hoja caduca.

A pesar de la opinión de Antonio Cubí, que propuso aplazar la tala por el mucho sol que evitaban, se acordó el arranque de todos los árboles mediante subasta que se efectuaría por lotes para permitir el concurso de los industriales modestos.

Se adjudicó el primero a Francisco Martínez Cases por 5.000 pesetas y el segundo a Enrique Rodríguez Mira por 6.000 pesetas.

En junio de 1936 se presentó un espectacular proyecto, obra del ilicitano Antonio Serrano Peral, para adoquinarlo de mosaico sobre cimiento de hormigón hidráulico, con encintado de bordillo, alcorques y losetas de «rocasfalto», valorado en más de 200.000 pesetas.

De nuevo situaba la calzada para vehículos en el centro; con dos paseos laterales y cuatro hileras de árboles.

Archivo Municipal de Orihuela. Planos. G-69. 1936.

Sesión de 29 de junio de 1937: Se acuerda por unanimidad la tala mediante subasta de todos los árboles de la Avenida de la Estación e invertir el producto en la reforma y asfaltado de dicho paseo, para lo que se traslada de nuevo el proyecto presentado por el arquitecto Sr. Serrano y que se traigan a la próxima sesión el pliego de condiciones por que ha de regirse la subasta y deberá efectuarse por lotes para que puedan concurrir los industriales modestos.

Las obras comenzaron en el verano de 1937, en plena Guerra Civil. En septiembre de ese mismo año se formalizó un pedido de árboles a la casa Beisat de Valencia para su colocación en los paseos de la estación.

Sesión del 28 de septiembre 1937: La presidencia informa que para formalizar el pedido de árboles que se ha efectuado a la casa Beisat de Valencia para su colocación en los paseos de la estación, ha remitido a cuenta a la citada casa la cantidad de mil pesetas.

Durante 1938 en las cuentas municipales se suceden pagos de jornales del maestro Román Sánchez Ballesta con cargo a la décima, impuesto destinado a remediar el paro mediante la realización de obras públicas.

Y facturas por diversos suministros para las obras en la Avenida de la Estación de los que os dejo algunos ejemplos.

Con cargo a la décima para aliviar el paro obrero se aprueban las siguientes cuentas:

Por diez haces de cañas para el arbolado de la Avenida de la estación 50 ptas. Por setenta litros de gasolina para los camiones que prestan servicio en la Avenida de la estación 175 ptas.

Al maestro de obras Román Sánchez para pago de jornales en las obras de la Avenida de la estación 897 ptas.  A José Godoy por 200 metros de barrón de acera para la avenida de la estación 750 ptas.

A Antonio Grau Navarro, por tres sacos de cemento para la Avenida de la estación 66 ptas. A Mariano Gea por portes de 42 metros con veinticinco centímetros de piedra pórfido para los Andenes de la Estación, 633,75 ptas.

A Fidel Rivera de Callosa de Segura por 88 y medio metros de baldosines para los Andenes de la Estación, 752, 25 ptas.

Poco a poco las obras fueron decayendo; manteniéndose sin apenas medios hasta la llegada de las tropas de Franco en la primavera de 1939.

En mayo de ese mismo año, con motivo del gran desfile de la victoria, se dirigió un telegrama a Francisco Franco reiterándole la adhesión de Orihuela. Y se aprobó la rotulación de la calle de los Andenes de la Estación como Avenida del Generalísimo Franco.

Sesión del 20 de mayo 1939: Por unanimidad a indicación de la presidencia, se acuerda dirigir telegrama a S.E. el Generalísimo, reiterándole la testimonial adhesión de la agrupación y vecindario con motivo del gran desfile de la victoria.

Últimamente y también por unanimidad, se acuerda a indicación de la presidencia, rotular los Andenes de la Estación con el de Avenida del Generalísimo Franco.

Pero una circular recibida una semana después ordenó a las comisiones gestoras abstenerse de acordar nombres de vías y plazas públicas. En consecuencia quedó aplazada dicha titulación.

También se llegó a utilizar «Avenida de la Victoria», como se puede leer en la siguiente escritura.

Escritura de 1942 con la titulación «Avenida de la Victoria». Colección Javier Sánchez Portas.

En diciembre de 1939 se acordó continuar con el arreglo de la alameda de la estación, cuyo presupuesto no quedo aprobado hasta el verano de 1941, ascendiendo a 29.900 pesetas.

Sesión del 23 de diciembre de 1939: Se acuerda el arreglo de la alameda de la estación. La apertura y urbanización de la nueva calle que partiendo de la Estación desemboca en la carretera de Hurchillo. Y la urbanización de la nueva calle que partiendo de San Gregorio, termina en la carretera de Bigastro.

Sesión del 10 de junio de 1939: Por razones de urgencia queda aprobado el presupuesto para el arreglo de los Andenes de la estación en la cantidad de 29.900 ptas.

De nuevo Antonio Serrano Peral, convertido ahora en flamante arquitecto diocesano del Obispado de Orihuela, confeccionó el proyecto.

Archivo Municipal de Orihuela. Planos. G-69. 1941.

En septiembre de 1942 el alcalde manifestó la necesidad, conveniencia y utilidad de que cuanto antes se procediese a la urbanización del paseo de la estación, prácticamente intransitable, designando al señor Serrano, que presentó unos planos verdaderamente espectaculares que ofrecían dos alternativas, parcial o completa.

Archivo Municipal de Orihuela. Planos. G-69. 1941.

La primera, que incluía la calzada central y dos aceras, estaba valorada en 366.248 pesetas y la segunda, que añadía los paseos laterales, 480.698 pesetas.

El Paseo de la Estación a mediados del siglo XX, antes de ser asfaltado. Colección Javier Sánchez Portas.

En enero de 1954 el diario falangista «Línea» publicó un artículo acompañado de una fotografía de Juan Fenoll Villegas con el pie de foto: «Aspecto de la obras que se realizan en el paseo de los Andenes». Desgraciadamente la fotografía alojada en la hemeroteca es de una calidad pésima.

Línea. Murcia. 20 de enero 1954: Orihuela, en plena fase de transformación. Nunca como ahora ha disfrutado Orihuela de la actividad febril de sus innovaciones; de la realización de los proyectos de las nuevas construcciones. En una palabra, nunca como ahora ha sentido la necesidad de una renovación total de su estructura sin perder, claro está, su peculiar estilo, su personalidad, su aire.

La foto nos presenta una bella perspectiva de nuestra ciudad, con el Seminario al fondo, resguardado por la gigantesca Cruz de la Muela, tomada desde el paseo de los Andenes, en periodo de renovación, de pequeña renovación, ya que más bien son retoques, pinceladas sueltas, sobre su limpio pavimento, su variada floricultura y moderna iluminación.

Y en línea paralela, la Glorieta, con un proyecto más amplio, con una renovación más revolucionaria, con derribo de árboles casi centenarios.

Febrero de 1954. La estación al fondo. Fotografía de José Luis Zerón Climent. Archivo Zerón Huguet. Mejorada por Javier Andreu.

A mediados de la década de los cincuenta del siglo pasado el paseo de los Andenes quedó completamente urbanizado. Los peatones circularon por el centro y los vehículos por los laterales.

Epílogo. Avenida Teodomiro y calles adyacentes.

El primer andén y la Glorieta. Archivo Ajomalba.

Dedicar una lápida al noble Teodomiro fue una recurrente demanda de los oriolanos desde que se empezaron a nombrar las calles oficialmente.

En 1861 la Comisión encargada de la rotulación y numeración ya propuso titular la calle de los Hostales con el nombre del famoso «príncipe godo».

La Calle de los Hostales o de las Posadas, dictado insignificante, cambiado por el de Calle de Teodomiro, recordará el glorioso nombre del esforzado príncipe godo que, a tiempo mismo que D. Pelayo llegó a las montañas de Asturias con parte de las huestes vencidas en Guadalete, trajo aquí otras reliquias del Ejército Cristiano, con las que sostuvo la fe por mucho tiempo; estableciendo en esta Población el centro de su Gobierno.

Avenida de Teodomiro. Ediciones Arribas, Zaragoza. Colección Jesús R. Tejuelo. Mejorada por Javier Andreu.

En 1930 la prensa local retomó el proyecto y pensaron llamar «Calle de Teodomiro» a la futura «avenida de la estación».

Voluntad. 15 de junio 1930: No hace mucho tiempo, que en Orihuela se hizo una instancia firmada por el presidente de la Cámara de Comercio y otras entidades, en la cual se pedía (con sobrada razón) que ahora que Orihuela tiene en proyecto el trazado de numerosas calles que han de constituir su ensanche, a una de estas nuevas avenidas se le pusiese el título de «Calle de Teodomiro».

Nosotros no hacemos más que remover desde estas páginas aquella petición, a fin de que, en plazo no muy lejano, los vecinos de una de las hermosas calles de Orihuela puedan honrarse diciendo que viven en la «Calle de Teodomiro».

Paseo de la Estación. Ediciones Arribas, Zaragoza. Colección Jesús R. Tejuelo. Mejorada por Javier Andreu.

El pueblo. 16 de septiembre 1930: Va a iniciarse próximamente en Orihuela una serie de edificaciones en los terrenos que fueron del conde de Caralt. La parcelación y venta de dichas tierras se lleva a cabo con gran celeridad.

El nuevo ensanche entre los andenes de la estación y la carretera de Hurchillo, con sus futuras edificaciones, dará solución a estas necesidades.

La calle de Teodomiro ha de ser una gran avenida con buenos edificios, aunque para ello haya que sacrificar conveniencias particulares en prestigio de Orihuela.

Archivo Municipal de Orihuela. Planos. G-69. 1930.

La actual calle Valencia de Orihuela se pensó como calle de Montevideo en el primer proyecto de urbanización del entorno de los Andenes de la Estación, efectuado en ese mismo año de 1930.

Y no fue por casualidad. En el verano de aquel año se había disputado la primera copa mundial de la FIFA en Uruguay, país que celebraba el centenario de su Constitución.

También aparecen en dicho plano las de Marqués de Molins y Avenida de la Vega.

Archivo Municipal de Orihuela. Planos. G-69. 1930.

La urbanización de las calles de la zona tuvo que esperar dos décadas por causa de la guerra. Y sus titulaciones definitivas se decidieron en la sesión municipal del 12 de octubre de 1955.

Los Andenes. Archivo Celia Senén. Mejorada por Javier Andreu.
Los Andenes. Archivo Mariano Pedrera. Mejorada por Javier Andreu.

Los Andenes de la Estación, pasaron a llamarse por fin Avenida de Teodomiro.

Avenida de Teodomiro. Ediciones Arribas, (Zaragoza). 1964. Postal fotográfica. Colección Jesús R. Tejuelo. 

A las perpendiculares a dichos andenes las llamaron Duque de Tamames (por la antigua propiedad de los terrenos que ya hemos comentado), Avenida de la Vega, Calle de la Naranja, Calle del Limón y Marqués de Molíns.

Viviendas en el segundo andén. Orihuela. En memoria de Miguel Jara. Mejorada por Javi Andreu.

Las paralelas, situadas a la izquierda del segundo andén, adoptaron el nombre de las tres provincias de la Región Valenciana: calle Alicante, calle Castellón y calle Valencia.

Los Andenes, esquina con calle de la Naranja. Archivo Mariano Pedrera.

Y para nominar el inicio del camino de Hurchillo recuperaron al célebre ingeniero y político Luis Barcala, despojado de su calle durante la Guerra Civil y recuperada como de San Pascual en la posguerra.

El primer andén de la Avenida Teodomiro con el edificio en construcción. Colección Javier Sánchez Portas.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Mi agradecimiento a Jesús García-Molina por su colaboración en la distancia.

Callejeando 36. S. Agustín 2. Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva: 1. Plaza del Puente. 2. Calle de San Agustín. 3. Calle de la Mancebería. 4. Plaza Nueva. 5. Calle del Molino Grande. 6. Calle de San Pascual.  7. Puerta de Magastre. 8. Calle del Bao. 9. Calle de la Acequia. 10. Calle de María de Pau. 11. Plazuela de San Agustín. 12. Convento de San Agustín. 13. Huerto de San Agustín. 14. Rodeo. 15. Alameda. 16. Camino de Hurchillo. 17. Camino de Cartagena desde la Puerta del Burdel. 18. Alameda. 19. Huertos. 20. Puerta del Burdel.

Arrabal de San Agustín II. La Plaza Nueva.

Misa de Campaña en la Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Vista desde el ayuntamiento. A la izquierda la calle de San Pascual.

Lo más parecido a una plaza mayor que ha tenido Orihuela se merecía un capítulo monográfico; cuatrocientos años no han conseguido envejecer a la que siempre ha sido la plaza nueva.

Escenario para todo tipo de funciones, fue plaza del mercado, real de la feria y coso taurino; por nombrar usos añejos. En cada momento se improvisó un decorado que adaptaba su fisonomía y espacio al menester requerido.

Pero, para comenzar, me parece oportuno dar un repaso a la historia del edificio que la propició, en los albores del siglo XVII.

Plaza Nueva 1. El Pósito.

Restitución ideal del edificio del Pósito dibujado por Mario Gómez.

El diccionario de la Real Academia define pósito como una institución de carácter municipal, de muy antiguo origen, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a labradores y vecinos durante los meses de escasez.

También se refiere al lugar destinado a guardar el grano de dicho pósito; el edificio donde el municipio almacenaba sus reservas de trigo.

A pesar de ser una de las zonas con más riesgo de inundación, a principios del siglo XVII la falta de espacio en el casco obligó a sacar esta dependencia municipal al arrabal de San Agustín.

La controvertida decisión de trasladar el granero del trigo desde la plaza de Santa Justa al Arrabal Mayor y el derribo de varias casas para ganar espacio y ventilación, tuvo como consecuencia la creación de la Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva.

El proceso se desarrolló durante el primer tercio del siglo XVII y está magistralmente explicado por José Ojeda Nieto en su obra «Orihuela Imaginada», a la que corresponden los siguientes párrafos.

En 1607, impulsado quizá por la desastrosa situación alimenticia vivida por la ciudad en el interludio del cambio de siglo, el Consell terminó de edificar un pósito en el arrabal Mayor, para almacenar el trigo con el que hacer frente a los años críticos…

Se eligió como lugar «lo Rabal prop lo pes de la farina», antigua casa que la ciudad había comprado en 1567 para «fer lo pes», a la bajada del puente, entre las calles San Agustín y María de Pau.

Colindante con ella, se adquirieron unas casas que fueron acondicionadas para «posar lo forme[n]t del dit posit e cambra»…

El edificio, de construcción sencilla, limitaría al sur con la casa del «pesso o contraste», al norte, con la plazuela del Puente, al levante, con la calle María de Pau, a la que se le irán derribando casas para hacer la futura Plaza Nueva…

Terminado de edificar en 1607 el edificio del Pósito fue renovado siglo y medio después.

Obras del pósito. Octubre de 1755. Archivo Municipal de Orihuela.

En el Archivo Municipal se conservan los Capítulos y Condiciones por las que Joseph Vicente Alcayde, Alcalde Mayor y Teniente de Corregidor de Orihuela dio en arrendamiento la construcción de la obra del nuevo pósito que había de fabricarse reedificándolo en el mismo sitio, a 18 de octubre de 1755.

Lo hacía en virtud de superior orden del Ilmo. Sr. Marqués del Campo de Villar, consejero de Su Majestad, en quien residía la jurisdicción y conocimiento de la conservación y aumento de los Pósitos de España, sus reparaciones y obras.

Cada detalle de su construcción quedó reflejado en los catorce folios que componen el documento acompañado de planos a color.

Especificando hasta las «redes de hilo de yerro» en las ventanas para evitar que los pájaros se comieran el trigo.

Plano del pósito en octubre de 1755. Archivo Municipal de Orihuela. Explicación de esta planta: Núm. 1. Porches en la puerta del Pósito para vender granos al común. Núm. 2. Puerta del Pósito. Núm. 3. La escalera para subir al segundo piso. Núm. 4. Las vigas. Núm. 5. Las ventanas. Núm. 6. El callejón que se halla a la parte del Poniente para la ventilación de aires. Núm. 7. La Tramontana. Núm. 8. El Levante. Núm. 9. El conducto para arrojar las aguas del callejón, que saldrán por bajo la escalera. Núm. 10. Pilares.

La persona en quien quedase celebrado el remate tenía que derribar todas la bóvedas y arcos del antiguo pósito hasta el piso de las ventanas que estaban desplomadas, quedando las ruinas de la antigua fábrica a beneficio del arrendador.

También debía hacerse cargo de poner piedra, madera, yeso y todos los demás materiales de buena calidad; y la arena para la mezcla del mortero con cal, de rambla corrida, para evitar la tierra.

MONTESINOS PÉREZ DE ORUMBELLA, Joseph; Compendio Histórico Oriolano. Tomo 1. Manuscrito. Caja Rural Central. Orihuela. Autorretrato y primera página.

Así describió el Pósito Joseph Montesinos en el primer libro de su Compendio Histórico a finales del XVIII, cuatro décadas después de ser reedificado.

Real Pósito de Granos: El Real Pósito de granos q. tiene esta orcelitana Ciudad es en lo material y formal, uno de los mas principales y hermosos q. tiene este Reyno de Valencia.

Su fachada es la mayor parte de piedra blanca (la q. siguiendo el orden por el medio-dia) de la Plaza Nueva, le sirve a esta de primor y hermosura.

La hacen muy vistosa sobre su Puerta unica principal los grandes, y primorosos escudos de luciente piedra negra javalina, en los q. con la mejor sutileza del Arte, estan de perfecta escultura las Armas de España, y las de esta Ciud. de Orihª.

Conjunto heráldico realizado en piedra jabalina en 1607. Procede de la fachada Norte del antiguo Pósito situado en la Plaza Nueva. Posteriormente ayuntamiento. Y cuando este fue derribado se trasladó al Palacio de Arneva. En el centro el escudo de Aragón, Nápoles y Sicilia; flanqueado por dos orioles. Fotografía Francisco Luis Galiano Moreno.

Al lado derecho se ve la Justicia en forma de una generosa doncella de hermosa pintura con una espada desnuda y un rotulo latín q. dice: IVSTITIA. Al izquierdo esta en la misma forma la Razon, con una Balanza o peso, y la presente inscripcion Latina: RATIO.

Baxo de todo lo expuesto, y sobre la puerta se halla una piedra negra cuadrada, que en su centro con bellas letras de oro se lee la presente Inscripcion Castellana, q. fielmte. copiada dice asi: Real Obra del Posito de Granos De esta Ciudad de Orihuela, q. se debe Al piadoso zelo del Ilustre Señor Marques del Campo del Villar Superintendente General de los Positos de España; A Direccion e Instancia del Doctor Dn. Josef Vicente Alcayde, su Alcalde Mayor. Año De M. DCC. LVII…  

No voy a extendermer más con el tema. Pinchando sobre la siguiente imágen podéis descargar un completo artículo publicado por mi buena amiga Sara Gómez Duréndez con el título «Arquitectura civil en Orihuela en el siglo XVIII: El pósito y el contraste». A él pertenecen los dos dibujos de Mario Gómez.

Enlace al artículo de Sara Gómez. Pósito y Contraste de Orihuela en su entorno. Orihuela. 1755. Dibujo de Mario Gómez.

Plaza Nueva 2. La Casa Consistorial.

El ayuntamiento un 17 de julio de principios del siglo XX. Celebrando las fiestas de la Reconquista. Colección Javier Sánchez Portas.

A mediados del siglo XIX el añejo edificio de la Plaza Nueva cambió su función para albergar, nada menos, que la Casa Consistorial.

El 15 de octubre de 1834 una tremenda riada se llevó el Puente de Poniente. Tres días después la primitiva Casa Consistorial, desprovista de apoyo, corrió su misma suerte.

Esto ya lo conté en una entrega anterior a la que podéis acceder pinchando sobre la siguiente imagen.

La antigua Sala del Consell o Casa Consistorial en el Puente de Poniente. Dibujo de Pepe Sarabia. Enlace a artículo.

Todo lo que quedó en pie hubo de ser demolido y se confeccionó un «Expediente sobre reparación o reedificación de la Casa antigua Consistorial de esta ciudad».

Pero la obra fue desechada por falta de capital para sufragarla y tuvieron que improvisar.

Casa Consistorial de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

Las circunstancias del traslado del ayuntamiento a la Plaza Nueva quedaron detalladas en las Memorias de Orihuela del Canónigo Juan Alfonso de Alburquerque (1829-1854), de las que he extraído algunos párrafos.

… Se arruinó la antigua casa consistorial de esta Ciudad el día 18 de octubre de 1834. Desde entonces tuvo alquilada alguna casa particular el Ayuntamiento para su sesión. Oficinas y demás.

Pero después de varias proyectó para construir una propia al efecto. Determinó hacerla tomando la mayor parte del espacioso Pósito de granos, situado en un ángulo de la Plaza Nueva.

Se ejecutó el plan bajo la dirección de D. Alberto Herreros, arquitecto establecido en esta Ciudad, aunque no con toda la extensión que él lo delineó, por falta de caudales.

La riada antes citada afectó también al Palacio Episcopal. Con el obispo expatriado derribaron un tercio del edificio, la parte que daba al río.

Y sus maderas, ventanas, balcones, pavimento y cantería se utilizaron en la reforma y adaptación del pósito. También se reutilizaron las gradas de los presbiterios de la Trinidad y del Carmen. Y la puerta del antiguo ayuntamiento.

El Ayuntamiento a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Resultó un edificio de unos 300 metros cuadrados que, aprovechando el cumpleaños de la reina Isabel, se inauguró con pomposa ceremonia.

Concluida la nueva Casa Consistorial, determinó el Ayuntamiento hacer a ella su traslación solemne el día 10 del mes de octubre de este año 1843, en celebridad de ser el cumpleaños de nuestra Augusta Reina Dª Isabel II…

El Ayuntamiento en los años treinta del siglo XX.

En 1967 el añejo edificio fue declarado en ruina y las dependencias municipales se trasladaron al palacio del Marqués de Arneva.

Tras una cesión de ida y vuelta al Estado, el edificio fue permutado por el palacio de Ruvalcaba, entonces propiedad de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante.

En un principio había quedado en manos del Ministerio de Cultura para ser rehabilitado. Pero al no ejecutarse el proyecto, el inmueble volvió a manos del Ayuntamiento oriolano en el verano de 1976.

Permaneció un tiempo cerrado y abandonado; con valiosos documentos en su interior que fueron milagrosamente recuperados y hoy forman parte del Archivo Municipal.

En 1981 fue desmontado y demolido.

Casa Consistorial en los años cuarenta. Archivo Celia Senén. Y a principios de los ochenta, preparando el criminal derribo del edificio. Archivo Carmelo Illescas.

Desde 1901 el edificio contaba con un reloj municipal adquirido por 2.300 pesetas, aparato que despojó de dicho título al reloj de Santa Justa.

El Oriol 8 de septiembre 1900: En la última y extraordinaria sesión celebrada por nuestro Ayuntamiento, el sábado 1° de los corrientes, se acordó la adquisición de un reloj de torre, para colocarlo en la Casa Consistorial.

Reloj Municipal a principios del siglo XX. Detalle de una fotografía de la Colección Javier Sánchez Portas.

El oriol. 15 de marzo 1901: El pasado martes se comenzaron en la casa ayuntamiento los trabajos para la colocación del reloj. Ahora resulta que el tan esperado cronómetro municipal no es de veinticuatro horas como exige la hora oficial y el progreso de los tiempos, sino de doce horas, como los antiguos relojes del siglo XIX.

Dicho reloj funcionó hasta el año 1978 y se recuperó en 1999 para ser de nuevo abandonado.

Plaza de la Centuria Romana. Fotografías de Francisco Luis Galiano y Gaspar Poveda.

Lo que queda de él, restaurado en 2014, permanece en la plaza de la Centuria Romana.

Plaza Nueva 3. Siglos XVII-XVIII.

Plaza de la Constitución y Casas Consistoriales a principios del siglo XX. Colección Jesús R. Tejuelo.

Como ya he citado en el punto anterior, la construcción del Pósito a principios del siglo XVII y el posterior derribo de las casas situadas frente a él impulsaron la creación de la Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva.

Para conseguir el terreno y la ventilación necesaria fueron demoliendo casas y acortando la calle María de Pau (actualmente San Isidro) que, desde la Plazuela de San Agustín, atravesaba el arrabal hasta la calle del Molino.

Este proceso de derribos terminó en 1630. Antes de finalizar la centuria, la Plaza Nueva había desplazado a la Mayor y a la del Puente.

En el nuevo espacio se celebraban los alardes, las fiestas, las corridas de toros, etc.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Montesinos le dedicó algunos párrafos en el primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela».

Plazas Principales de Orihuela. 1. La Plaza nueva, situada en el Arrabal de Sn. Agustín; es grande, hermosa, magnífica y aseada, con primorosas casas, muchos Balcones de hierro y miradores; en ella se hacen los Toros de muerte, Reales y corridos; la Feria; y el Mercado en los Meses de Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre y Octubre.

En ella se practica la Real Jura y Proclamación de Nros. Soberanos Augustos Monarcas de España; se hacen los Sorteos de Quintas; las funebres Catastrofes de Tablada y Patibulo para los q. mueren ahorcados, degollados o con garrote; y finalmte. qualquiera otro acto propio de la Policia.

En ella se hace el diario comercio de Maderas, Cal, Yeso, Carbon y Carrizos, de q. se abastece la Ciudad.

Plaza Nueva 4. Siglo XIX.

El antiguo edificio del Pósito adaptado como Casa Consistorial. Principios del siglo XX.

Durante el siglo XIX acogió todo tipo de actos públicos. Estos párrafos forman parte de un arrendamiento de corridas de toros en el primer tercio de dicha centuria, cuando la llamaban Plaza Real y seguía conservando el edificio del Pósito y el Contraste.

La plaza se construirá en la denominada Real por sitio más acomodado y equitativo, siendo obligación del arrendador quitar los asientos que hay en ella depositándolos donde se le designe, y terraplenar el sitio con toda perfección, cerrar con madera las puertas o boquetes de las calles para abocar a la misma….

Sobre la puerta del contraste formará un tablado muy capaz vestido y adornado por el arrendador para la colocación del Ilustre Ayuntamiento y sus dependientes, y desde este hasta la esquina del Pósito construirá palcos más pequeños.

Asiento habitual de la feria de agosto, en 1886 el Consistorio decidió experimentar trasladándola a la flamante glorieta y adelantándola al mes de julio.

El nuevo emplazamiento, de nuevo en agosto, se mantuvo durante los años 1887 y 1888.

En 1889, por deseo de los feriantes, el «real de la feria» volvió a la Plaza Nueva y así se mantuvo cuatro décadas más a pesar de la prensa local que, periódicamente, insistía en su traslado.

El Thader. 24 de julio 1895: Se nos asegura que la próxima feria se instalará en la Plaza de la Constitución, siguiendo la costumbre de nuestros antepasados. ¿Por qué no se hace el emplazamiento de las casetas en el trozo de carretera de la estación que linda con la glorieta? Aquello resultaría más elegante, más fresco, más poético y menos anticuado…

Durante el siglo XIX fue asiento también de circos, castillos de fuegos artificiales, teatros y todo tipo de espectáculos ambulantes.

El martes. 21 de mayo 1885: Los espectáculos a voluntad del público que vienen sucediéndose en la Plaza Nueva, donde una compañía de gimnastas nos recuerda los antiguos tiempos en que la dicha plaza era el lugar de las corridas de toros y de los muertos torneos…

El día. 23 de junio 1887: Se ha establecido en la Plaza Nueva un Tío Vivo con coches y caballitos que es el punto de reunión y solaz de los muchachos desde la puesta de sol hasta las 10 o las 11 de la noche.

El día. 25 de diciembre 1887: Hoy se inaugurará el magnífico museo de figuras de cera establecido en la Plaza Nueva. Según informes de personas que han visitado dicho museo durante su instalación, la colección de figuras es escogida y numerosa, contando con variados grupos que representan las escenas más notables de nuestras guerras contemporáneas, copias de algunos cuadros notables y un gabinete reservado para caballeros.

Las dos últimas décadas del XIX la plaza tuvo un ilustre inquilino. En un pedestal rodeado por una verja se homenajeó al filántropo José María Muñoz.

El Diario de Orihuela. Del 2 al 28 de julio 1886: Vista la instancia dirigida a este ministerio con fecha 26 de Mayo, por una comisión creada al efecto se ha puesto a disposición de la municipalidad de Orihuela una estatua de bronce para perpetuar la memoria del Excmo. Sr. D. José María Muñoz, que tanto contribuyó con su donativo a aliviar la situación de los perjudicados en la inundación del 15 de octubre de 1879.

Recibida en la Alcaldía la Real Orden autorizando al Ayuntamiento para colocar en la Plaza de la Constitución la estatua del Excmo. Sr. Muñoz. La comisión, ha acordado sacar a pública subasta el 29 de los ctes. de 10 a 10 y media de la mañana, las obras de cantería que han de formar el pedestal sobre que descanse la estatua de dicho señor, con arreglo al pliego de condiciones expuesto en la Alcaldía. Será por pliegos cerrados bajo el tipo de 1.150 ptas.

La Junta que tiene a su cargo la ejecución de las obras para la colocación en la Plaza Nueva de la estatua del Excmo. Sr. D. José María Muñoz, publicará en unos días el pliego de condiciones para dichas obras (…) Tan pronto como empiecen las obras de colocación de la estatua de Muñoz, se trasladará la farola que hoy existe en la plaza de la Constitución a la Plaza de Monserrate…

No voy a extenderme más con este asunto que ya traté en su biografía. Para más información, pinchad sobre la siguiente imagen.

José María Muñoz. 1879. «La Ilustración española y americana». Enlace a su biografía.

La inauguración de la estatua de Muñoz obligó a adecentar un poco la Plaza: acarreo de escombros, grava prensada, bancos de Piedra, nuevos jardincillos…

Tambien se trató, con escaso éxito, de reubicar los carros de transporte público.

El diario de Orihuela. 7 de marzo 1887: Por la Alcaldía se ha dispuesto que los carritos de trasporte que antes se estacionaban en la plaza de la Constitución lo hagan en lo sucesivo en la plaza del Carmen.

Plaza de la Constitución. Postal coloreada. © Colección Jesús R. Tejuelo.

El día. 22 enero 1888: Siempre ha sido costumbre que los carruajes de menor cuantía dedicados exclusivamente para verificar transportes se situaran en la Plaza Nueva, punto céntrico de la población con anchura suficiente para no molestar el tránsito de los demás carruajes.

En las postrimerías del siglo XIX arreciaron las quejas por el mal estado de la plaza y por los costosos e inútiles parches que el ayuntamiento improvisaba.

Periódicamente se convertía en «lodazal indecente», «barrizal inmundo» o «laguna solo apta para barcas».

El independiente. 29 de marzo 1892: Las calles de nuestra ciudad, han vuelto a ponerse intransitables con la lluvia de ayer. La plaza de la Constitución a la que se han echado hace pocos días unos cuantos capazos de graba en los baches, única operación a la que hoy se reduce el arreglo de nuestras calles, está en estado deplorable.

«El pueblo». 28 de noviembre 1892. Aspecto de la plaza Nueva después de haber llovido.

El pueblo. 28 de noviembre 1892: INSTANTANEAS. Nuestras calles. Aspecto de la plaza Nueva después de haber llovido. Esto quiere decir que urge derribar casas para tener ruina que echar en dicha plaza y así poder levantar el piso de la misma hasta que no se le vea a D. José Mª Muñoz sino sus figurados…. pel…. cabellos.

La Margarita. 20 julio 1893: ¿Por qué en esta pobre ciudad, cuando se emprende cualquier reforma no se ven sus ventajas y perjuicios a fin de no deshacer hoy lo que ayer se hizo? ¿Por qué no miran nuestras autoridades que el dinero municipal no debe de gastarse inútilmente?

Nos referimos a la Plaza Nueva, en la que hace poco tiempo se elevó el piso de parte de ella, para ahora (según parece) quitarlo, para dejarlo en el mismo estado que estaba antes. Y el dinero que costó para hacer el lomo y el gastado para después quitarlo, se ha tirado en balde. No tejerían y destejerían tanto nuestros alcaldes si de su bolsillo salieran los tejidos.

El Thader. 1 de octubre 1895: ¡Orihuela puerto de mar! pensé mirando momentos después del diluvio el comienzo de la Plaza Nueva y fin de la calle de San Pascual. Se podía instalar un balneario si no para ahora, para el año próximo. Los aficionados a la natación estarían de enhorabuena; para nadar se necesita agua; y allí, no se hace pie.

Plaza de la Constitución. Semana Santa 1902. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza Nueva 5. Pimer cuarto del siglo XX.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

En el otoño de 1900 el Ayuntamiento cambió al señor Muñoz por una fuente pública que fue bendecida, en enero del año siguiente, por un canónigo en representación del obispo.

El ilustre filántropo fue trasladado a la Plaza de Monserrate.

José María Muñoz en la Plaza de Monserrate.

Además de circos, tómbolas, verbenas, misas de campaña, museos de cera, casas de fieras, castillos pirotécnicos y globos aerostáticos, como novedad, en los primeros años del siglo XX se instalaron pabellones temporales para la exhibición del cinematógrafo con gran éxito de público.

La voz de la comarca. 29 de octubre 1902: El cinematógrafo instalado en la plaza de la Constitución se ve todas las noches concurridísimo contando a llenos por secciones. Este lleva cuadros verdaderamente notables y que causan la admiración del público, pudiendo citar entre ellos Erupción de Monte-pelado, Llegada de un tren a París, El templo de la magia, La cenicienta, Barba azul y otros que irán estrenándose.

Unión republicana. 12 de noviembre 1903: El cinematógrafo instalado en la Plaza Nueva es como pocos se han visto en Orihuela. La variación de cuadros, así como la falta de oscilaciones que en nada molestan la vista, hacen pasar un rato delicioso. Anoche y anteanoche se vio en extremo concurrido.

La Comarca. 14 de noviembre 1903: Cada noche es más numeroso el público que asiste a las ficciones del Cinematógrafo que los hermanos Carreño, de Cartagena, han instalado en la Plaza de la Constitución. La concurrencia sale todas las noches del salón satisfecha de este bonito espectáculo de gran entretenimiento y buen gusto. Los hermanos Carreño están presentando hermosas películas de última novedad y de gran sensación.

Tengo constancia de diversos barracones como el de la fotografía siguiente, instalados concretamente entre los años 1902 y 1906.

Cinematógrafo instalado en la Plaza de la Constitución.

Posteriormente organizaron, sobre todo durante la feria, sesiones veraniegas de cinematógrafo al aire libre.

Pero la plaza se seguía inundándose cada dos por tres arrasando cualquier intento de mejorarla.

La comarca. 22 de enero 1903: Con motivo de las actuales lluvias se han quedado las calles de nuestra población en un estado imposible de transitar por ellas. Suponemos que nuestro ayuntamiento no celebrará ya sesiones hasta el verano.

Y decimos esto porque, a la casa del pueblo, se hace imposible el acceso, como no sea con barcas; tal es el estado de la plaza de la Constitución. Y si naufragase una lancha y sucediera una desgracia a alguno de nuestros ediles ¡qué pérdida para la patria! …

El conquistador. 23 de diciembre 1916: Después de la inundación del 30 del pasado noviembre en las calles se ha apartado el fango; sin duda para que se solidifique y se pulverice. A esto tan antihigiénico hay que añadir también algo antiestético: y ese algo es la Plaza de la Constitución.

En esa Plaza — y nada nuevo decimos porque todos lo sabemos — al bajar el agua, se apartó el fango hacia el frente comprendido entre las Calles de Santa Cecilia y San Isidro, al paso que se rellenó de grava el frente del Ayuntamiento y una faja hasta la desembocadura de la Calle de S. Pascual, resultando de ello intransitables los demás tramos de la Plaza, que gozan gracias al Sr. Alcalde, de un palmo de fango…

Fracasado el intento de llevarla de nuevo a la Glorieta y los andenes en 1907, durante las dos primeras décadas del siglo XX las casetas y atracciones de la feria de agosto se siguieron instalando en la Plaza Nueva.

La Huerta. 31 de julio 1907: La feria se instalará, como otros años en la plaza Nueva. Así lo han solicitado los feriantes, de nuestra Excelentísima Corporación municipal. Esta ha concedido enseguida lo que pedían aquellos sin detenerse en nimiedades ni aferrarse en una opinión.

Ha hecho bien. Cuando esos mismos comerciantes que muchos años han venido concurriendo con sus géneros a nuestra feria piden que las casetas se pongan en la plaza Nueva, tienen sus razones. El paseo de la Glorieta y el paseo de la estación son sitios muy húmedos y se distancian algún tanto del Centro de la ciudad.

Precisamente en ese año 1907 abrió sus puertas toda una institución oriolana: el Café Colón.

La Huerta, Número 98 – 1907 agosto 2: CAFÉ COLÓN Nuestro estimado amigo el popular Juan Rogel abrió anoche un nuevo y espacioso centro de recreo en la plaza de la Constitución número 15, con el título de Café Colón. El salón-café que, como hemos dicho, es muy amplio y excelentemente ventilado luce una decoración a  la «dernier» en la que no se han escatimado ni los sacrificios ni los gastos.

Para más información pinchad sobre la imagen.

Juan Rogel Botá en el Café Colón. Colección José María Piñeiro. Enlace a Biografía.

La vega. 20 de agosto 1916: Cosas de la feria. En la Plaza Nueva, unos focos de luz potente arrojan su claridad sobre la adornada plaza de la Constitución en donde una chillería ensordecedora de pitos, bocinas, organillos y reclamos de los vendedores, que anuncian sus mercancías como únicas por lo buenas, bonitas y baratas, atruenan nuestros oídos…

Plaza de la Constitución. Semana Santa 1902. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza Nueva 6. El jardín elevado.

El aspecto actual de la Plaza Nueva con su elevado jardín modernista es fruto de las obras emprendidas por el prolífico alcalde Francisco Díe Losada; el famoso «Paco Díe».

Francisco Díe Losada. Enlace a su biografía.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera la Plaza Nueva sufrió dos remodelaciones. La primera, en 1925, no sé si tuvo que ver con las inundaciones sufridas en 1924.

Así quedó registrada en el semanario «El Pueblo», revisado por la censura militar.

El pueblo. 23 de febrero 1925: Tenemos entendido que en la Plaza Nueva se colocará en breve una fuente fantástica que hermoseará notablemente dicha gran vía. Dicen que se construye de piedra blanca de las canteras de Hurchillo, material de gran duración y de gran efecto. Nuestra cordial felicitación a los dichosos vecinos de la referida plaza.

El pueblo. 2 de marzo 1925: ¿Qué es eso que están haciendo en la Plaza Nueva; Pepe? —Pues una fuente fantástica.  ¿Y para qué sirve eso? —Eso sirve de adorne, que en Orihuela no hay ninguna y en todas partes las hay, muy artísticas y muy bonitas…

Plaza de la Constitución en 1925/26. Recién remodelada con la nueva fuente. Colección Javier Sánchez Portas.

En la Sesión del Pleno del Ayuntamiento celebrada el 11 de mayo de 1926, dentro del plan de mejoras generales, se aprobó una partida de 5.072 pesetas para la instalación de un jardín con obras de fábrica y adorno en la Plaza de la Constitución.

La segunda y definitiva remodelación, a prueba de inundaciones, comenzó a finales de 1927.

Las obras de embellecimiento de la Plaza Nueva, a cargo de la Comisión de Paseos y Arbolados Jardines, continuaron a buen paso durante el primer trimestre de 1928.

Tras una pausa por las fiestas de Semana Santa, la prensa nos ofreció una pequeña descripción del proyecto.

Actualidad 12 de abril 1928: Pasadas las fiestas de estos días han vuelto a trabajarse, con mayor ahínco si cabe, en la plausible reforma que se está llevando a cabo en la Plaza de la Constitución.

No solamente por embellecimiento de la Ciudad sino para prevenir punto tan céntrico contra las inundaciones inevitables; es esta una mejora aplaudida sin reservas.

Levantado en más de un metro el suelo, circundan la fuente jardines de moderna traza que se verán hermoseados con la terminación de los artísticos vanos ya emplazados, de factura igual a los existentes en el Parque de María Luisa y Viveros de Sevilla y Valencia.

Parece que no tenían un proyecto cerrado y le fueron añadiendo elementos durante los dos años que duraron las obras.

Por ejempo, cambiaron los bancos de piedra por otros de azulejo; y la fuente de las ranas, que habían instalado hacía tres años, fue trasladada a la Glorieta.

Actualidad. 12 de abril 1928: Que en la plaza de la constitución no pueden dormir los vecinos… …Que esto es debido al cantar de las ranas… …Que este canto es mucho más intenso durante la noche… porque como sale la luna… : …Que debían desaparecer las ranas… …Que el mejor remedio sería que desapareciese también la fuente por dos razones: porque muerto el perro se acabó la rana… y porque es de muy mal gusto… …Que dentro del carácter humorista de esta sección este «se dice» va en serio…

En su lugar colocaron la espectacular farola central que al día de hoy se mantiene.

El pueblo. 23 de abril 1928: Nos han dicho que la fuente de la plaza de la Constitución se va a trasladar al jardín de la Glorieta y que en lugar de aquella se colocarán unos faroles artísticos, a cuya base se adosará un banco circular, amplio y artístico.

Todo el conjunto estaba inspirado en el modernismo catalán, corriente artística que expandió su influencia a principios del siglo XX.

La flamante Plaza Nueva al iniciarse la Segunda República. Colección Esteban Sanmartín.

Desde su muerte, acaecida en 1919, se habló de un monumento en honor a Agrasot en la Plaza Nueva.

Actualidad. 3 de mayo de 1928: Con lentitud que denota meticulosidad administrativa, vemos ir adelantando las obras del jardín de la plaza de la Constitución.

Estas obras atraviesan hoy por el envidiable período de su existencia, en que, siendo ya una realidad bellamente innegable, son susceptibles todavía de reformas en su planta y de modificaciones en su futura perspectiva, es decir, que estando ya en ejecución las bases de su proyecto admite en la determinación de sus detalles cuantas iniciativas sean dignas de llevarse a cabo.

Se nos ocurre lanzar una idea, ha tiempo concebida que, si es acogida con la solicitud que su naturaleza merece, coadyuvará eficazmente a hermosear el resto de la obra y dará un rotundo mentís a la creencia, bastante extendida por desgracia, de que Orihuela carece de sensibilidad artística y aun patriótica……

Nuestro excelso Agrasot, que con su pincel mágico supo elevar a gran altura el arte español en general, supo también aumentar la sonoridad que artísticamente pudiera tener el nombre de Orihuela…

… Esos jardines, hoy en la primera etapa de su génesis, son a nuestro juicio el lugar más adecuado para servir de escenario a ese acto de desagravio a la memoria del gran maestro y de reivindicación de nuestra sensibilidad colectiva…

Pero Joaquín Agrasot tuvo que esperar casi un siglo. En marzo de 2019 quedó inaugurado un busto dedicado al ilustre pintor oriolano en la Plaza Nueva de Orihuela.

Agrasot en la Plaza Nueva de Orihuela. Fotografía JM Dayas. Enlace al último capítulo de su biografía.

El pueblo. 23 de julio 1928: Se encuentran bastante adelantadas las obras del jardín de la Plaza de la Constitución, siendo de la admiración de todos los elegantes bancos de azulejos y otros detalles que han de adornar dicho jardín mereciendo por ello nuestra primera autoridad a una vez más, nuestro sincero aplauso.

En 1929 la plaza estaba completamente urbanizada y ajardinada.

En junio, el semanario «Actualidad» publicó un poema del jovencísimo panadero de la calle Arriba, Carlos Fenoll Felices. Se titulaba «Canto al nuevo jardín oriolano».

Jardín bello y fragante, lleno de luz y poesía, tu aroma penetrante ilumina, a cada instante, las musas del alma mía. Sentado tranquilamente en un banco de azulejos, oigo cantar en tu fuente al agua, que dulcemente eleva al cielo sus dejos. De mil colores vestido como el árabe galante; y de amores mil, surtido estas tú, gracioso nido de la dama y el amante….

Como perlas y diamantes tus flores brillan graciosas; y en la tarde agonizante siéntense a muy distante sus fragancias olorosas. La tarde, lenta agoniza… Crepúsculo, calma, flores… el perfume de la brisa atrae a bella y castiza gente: Juventud, amores… ¡Bello jardín oriolano lleno de luz y poesía, tu estilo tan sevillano hácete más soberano ¡en la santa tierra mía! C. FENOLL. Orihuela, 3-IV-29.

La Plaza Nueva durante la Segunda República.

En mayo de 1929 el mercado de los martes volvió a la Plaza Nueva y calles adyacentes.

Renacer. 28 de noviembre 1929: Aunque a «paso de tortuga» cierto es que el jardincito de la Plaza de la Constitución está casi terminado hasta en sus detalles. Admirando sus bellezas días pasados recordamos la mansión de los muertos, porque en verdad hay allí unos barómetros o termómetros con sus columnas y pilares que asustarían de noche al Tenorio de Zorrilla. Pero cada artista «tié» sus gustos y cada ciudadano los propios.

Bancos de la Plaza Nueva en 1929. Colección JM Dayas. Y farola en el siglo XXI. Victor Sarabia.

Como nota curiosa los elementos situados frente a la farola fueron calificados por la prensa como «observatorio meteorológico».

Actualidad. 19 de diciembre 1929: Máxima y Mínima. Indudablemente ha sido un gran acierto la instalación, en el jardín de la plaza de la Constitución, de la formidable batería de aparatos registradores del tiempo y sus incidencias con que se ha dotado a la más céntrica y más engalanada de nuestras plazas.

La temperatura, la presión barométrica, etc. quedan de este modo patentizadas y expuestas a la pública curiosidad… Nos parece de perlas nuestro flamante, rudimentario y público «observatorio meteorológico»…

La Plaza Nueva en el siglo XXI. Manuel Francisco Rodríguez.

La Plaza Nueva 7. Rotulación.

Padrón de Sal y Muro 1629. Archivo Municipal de Orihuela.

En el asunto de la rotulación Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela» sólo aporta tres nombres.

La plaza de la Constitución, en un corto tiempo de la República Federal y ordinariamente llamada Nueva.

Pero tuvo algunos más: durante el siglo XVII esta plaza fue citada como Plaça del Raval, Nova del Mercat o del Pósito, quedando asentado el topónimo Placa Nova.

Padrones de Sal y Muro y de Vecinos. 1636-1660. Archivo Municipal de Orihuela.
Padrones de Sal y Muro y de Vecinos. 1636-1660. Archivo Municipal de Orihuela.

En los repartos del siglo XVIII, ya en castellano, figura siempre como Plaza/Plasa Nueva/Nueba.

Repartos del Real Equivalente de 1714 y 1719. Archivo Municipal de Orihuela.

A partir del siglo XIX sus nombres quedaron supeditados a los cambios políticos y los ha compartido con otras muchas plazas mayores de España.

Plaza Real en los repartos de 1824 y 1829; Plaza de Isabel II Constitucional en el de 1837; Plaza de la Constitución entre 1842 y 1873 y Plaza de la República Federal en 1873.

De nuevo Plaza de la Constitución en referencia a la promulgada el 30 de junio de 1876, al iniciarse el reinado de Alfonso XII y la «restauración borbónica». Este nombre se mantuvo desde 1876 hasta 1931.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza de la República de 1931 a 1939.

La Plaza de la República. Colección Javier Sánchez Portas.
La Plaza de la República en 1931.

Plaza de España en 1939. Y Plaza del Generalísimo Franco desde 1940 hasta la llegada de la Democracia en que quedó fijado el de Plaza Nueva.

Plaza del Generalísimo. Ediciones Artísticas. 11 de julio de 1955. © Colección Jesús R. Tejuelo.
Plaza del Generalísimo. Postal fotográfica. © Colección Jesús R. Tejuelo.

Plaza Nueva 8. Epílogo.

A pesar de tanto nombre, los oriolanos a través del tiempo la han seguido llamando Plaza Nueva; y así ha quedado rotulada definitivamente.

Los tradicionalistas oriolanos, contrarios a la Constitución, reflejaron este hecho en algunos artículos publicados a finales del XIX. Sirvan como final a este capítulo.

La Margarita. Semanario tradicionalista. 17 de agosto 1893: … La Plaza de la Constitución sin embargo de la grande lápida negra en que se lee su nombre, casi ningún oriolano lo usa; todos la entienden por Plaza Nueva, y con extrañeza se la apellida de la Constitución.

El cambio del indicado nombre no se ha podido infiltrar en el pueblo de Orihuela sin embargo de contar ya diez y siete años…

Pero aun cuando tal lápida existe, en la citada plaza y tal nombre se dé en el plano y padrón oficial, para el pueblo de Orihuela la plaza de la Constitución siempre ha sido, es y será la Plaza Nueva.

Plaza del Generalísimo. Postal fotográfica. © Colección Jesús R. Tejuelo.

La Margarita. Semanario tradicionalista. 24 de agosto 1893: Dice El Independiente: «La Margarita poco menos que propone en su número anterior variar el nombre de la plaza de la Constitución…

Vamos a ver, como dijimos en el número anterior, casi nadie en Orihuela apellida a dicha plaza, de la Constitución; todo el mundo la llama Plaza Nueva. Luego desde el momento que queremos lo que el pueblo quiere, pedimos lo que él pide.

Plaza del Generalísimo. Ediciones Arribas. Zaragoza. 18 de septiembre de 1960. Colección Jesús R. Tejuelo.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Callejeando 35. Arrabal de San Agustín 1.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva: 1. Plaza del Puente. 2. Calle de San Agustín. 3. Calle de la Mancebería. 4. Plaza Nueva. 5. Calle del Molino Grande. 6. Calle de San Pascual.  7. Puerta de Magastre. 8. Calle del Bao. 9. Calle de la Acequia. 10. Calle de María de Pau. 11. Plazuela de San Agustín. 12. Convento de San Agustín. 13. Huerto de San Agustín. 14. Rodeo. 15. Alameda. 16. Camino de Hurchillo. 17. Camino de Cartagena desde la Puerta del Burdel. 18. Alameda. 19. Huertos. 20. Puerta del Burdel.

Arrabal de San Agustín, primera parte: introducción, Plaza del Puente, Mancebería y Camino de Beniel.

Por la estrecha franja entre el Monte de San Miguel y el Río Segura circulaba el camino principal entre Valencia y Murcia.

Atravesando el frágil puente de barcas de la Uryula musulmana, sus habitantes se plantaban en un cruce de caminos: al sur el de Cartagena; a Levante el de la Costa; y a Poniente un itinerario alternativo para llegar a Murcia por la otra orilla del río.

Esos tres caminos, una vez urbanizados, se convirtieron en las calles de San Agustín, San Pascual y Mancebería, con nuevas puertas en cada uno de sus extremos: la de San Agustín, la de Magastre y la del Burdel.

El Arrabal de San Agustín, Mayor, del Puente o Cuartel Sur. Introducción.

Lo Raval del Pont 1540-1549. Archivo Municipal de Orihuela.

En el siglo XII, bajo dominio almohade y en el apogeo del famoso «rey lobo» de Murcia, la ciudad fue reforzada con nuevas murallas y torres.

Cercana a la corte y con mucha tierra fértil regada por el Segura, en Uryula se instalaron oligarcas murcianos y multitud de nuevos colonos.

La población del casco amurallado se multiplicó notablemente y propició un primer intento de poblar el otro lado del río; sobre todo a base de pequeñas alquerías con explotaciones agrícolas. Se estaba formado un arrabal al inicio del camino de Cartagena.

Imagen idealizada del arrabal. Acrílico de José Domingo Sarabia Simón.

Pero hubo que esperar hasta la segunda mitad del siglo XIII; cuando expulsados los musulmanes del casco, se instalaron masivamente formando la primera morería de Orihuela.

Y cuando ellos (los cristianos) se la quitaron a los moros (la ciudad) les dejaron poblar en parte del rabal, que antes de que se fundase el convento de San Agustín, se decía mayor.

La cita anterior pertenece a Mosén Pedro Bellot. En sus «Anales de Orihuela» dejó clara la fecha de amurallamiento del arrabal Mayor: en la segunda mitad del siglo XIV, coincidiendo con el inicio de la Guerra de los dos Pedros.

1357. El rabal mayor (se decía a San Agustín y contorno) no tenía muralla ni defensa alguna y estaba a peligro de poder ser saqueado una noche, lo cual refirieron en consejo Martín Rocamora y Juan de Oteo, los cuales encarecieron tanto el peligro, que de continente mandaron hacer muralla y barreras y puertas, y todo fue acabado en diez días.

Montesinos se extendió un poco más hablando de sus orígenes. Os dejo algunos párrafos del primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela».

El segundo arrabal es el que llaman de San Agustín, el que se fundó después de que los Christianos ganaron a los Moros Orihuela; en cuyo sitio mandó después situar el mismo infante Don Alonso a los Moros que quisieron quedarse en Orihuela…

Los moros en este arrabal edificaron muchos jardines, granjas y casas para su habitación; y viéndose maltratados de los Christianos cuando la Sacra Augusta Majestad del Señor Emperador y Rey de España Don Carlos V de Austria y I de Castilla mandó bautizar a todos los Moros de sus españoles dominios, se pasaron a los Lugares de Redován, Cox, Albatera, Catral, Callosa, Abanilla, Fortuna, Almoradí y Crevillente, donde permanecieron hasta el año de 1609…

Después, los Christianos oriolanos, ampliaron y hermosearon este Arrabal, con fundar en él más de 600 casas habitadas por Christianos viejos nada sospechosos y por ricos labradores honrados.

Lo Raval de Sant Agusti. Siglo XVI. Archivo Municipal de Orihuela.

Por último transcribo a Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela»:

Arrabal del S. o de San Agustín. Según Bellot se llamó en un principio del Puente, después de la Morería desde 1272 hasta 1431.

Más adelante tomó la denominación de Mayor debido únicamente a su mucha extensión comparado con los demás arrabales de la población, y por fin ha quedado con el nombre de San Agustín.

Linda por tres vientos con la huerta, estando por el N. separado de la ciudad por sólo el río.

La morería oriolana se despobló durante la Guerra de los dos Pedros «sujeta al ímpetu del enemigo». Y terminada la contienda, los vecinos cristianos se hicieron con el codiciado terreno.

Aunque intentaron instalar a los musulmanes cerca de la puerta de Callosa, éstos optaron por repartirse entre los lugares de la comarca y vivir más discretamente.

Como ya he dicho, a partir de la segunda mitad del siglo XIV, el arrabal dispuso de su propio muro protector y de un convento cristiano que acabó dándole nombre.

Así lo cita Bellot.

El segundo convento en antigüedad es el de San Agustín. En el año 1400 estaba ya fundado con «malas tapias y peores fundamentos», «a peligro de caer y matar a mucha gente».

Acudieron al Consell en busca de ayuda y éste les dio cincuenta florines y permiso para pedir limosna.

No es disparatado aventurar que, antes del convento de San Agustín, hubiese algún establecimiento religioso para ofrecer asistencia espiritual a los musulmanes.

No voy a extenderme hablando del convento. Pinchando sobre el plano reflejado en la siguiente imagen, se accede a un artículo monográfico sobre los agustinos y Jesús María, colegio que ocupa su lugar en la actualidad.

Convento de San Agustín. Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva. Enlace a artículo.

Volvemos al primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela»

El Arrabal de Sn. Agustin, llamado antes de Sn. Jayme; y despues de Sn. Agustin, por haber fundado en él su combento dichos Padres, es grande, rico y hermoso; de la Ciudad se pasa a él por dos magníficos Puentes, llamados Viejo y Nuevo, sobre el Rio Segura.

En él estan comprehendidas las Sigtes. Iglesias; y comunidades: Combento de los Padres Agustinos Calzados; Monasterio de Religiosas Agustinas con el titulo de Sn. Sebastian; Combento de Religiosos Franciscos Menores Descalzos de la Regular y mas estrecha Observancia; El Real Contraste de Sedas, Peso de Arina, y Romana de Carbon; el Publico Matadero de la Ciud. q. fuera mejor estuviera bien extra Muros; con las Sigtes. Calles:      

Montesinos cita también las calles que consideraba más importantes a finales del siglo XVIII.

Plaza Nueva que es magnífica, grande y cuadrada, como diré más adelante; Mancebería; de los Gitanos; de Pamies; del Rodeo; de San Agustín; Plazuela del mismo; del Puente Viejo; de San Isidro; de María Pau; de la Acequia; del Bao; del Sol; del Pilar; del Matadero; de Molins; del Puente Nuevo; Barrio Nuevo de la Marquesa; de San Pascual; del Molino; y de los/las Chruces.

En los primeros capítulos vamos a estudiar el núcleo original del arrabal; el terreno que aparece en la siguiente imagen, comprendido entre las tres puertas anteriormente citadas.

Cuartel Sud, del Sur o Arrabal de San Agustín. Plano de Orihuela. Francisco Coello (1859). Atlas de España y sus posesiones de Ultramar. 

Posteriormente trataremos la espectacular ampliación que propició la construcción de la estación del ferrocarril.

La Plaza del Pont Vell.

El amplio y estratégico espacio entre la puerta de la ciudad y el inicio de la morería dio paso a la plasa del Pont Vell; de donde salieron al sur lo Carrer de Sent Augusti, a Levante lo Carrer del moli y la Plasa Nova; y a Poniente lo Carrer del Partit o del Bordell.

Raval de Sent Agosti y plaça del pont vell. Siglo XVII. Archivo Municipal de Orihuela.

Para hablar de la Plaza del Puente, vamos a comenzar con algunos párrafos extraídos de la «Orihuela imaginada, la Ciudad en los Siglos XVI y XVII» de José Ojeda Nieto.

A principios del Quinientos, la Plaza del Puente era el centro neurálgico del arrabal. Su importancia la viene arrastrando desde las centurias anteriores, desde épocas medievales, cuando se formó el barrio.

Es evidente que siendo la Puerta del Puente la más importante de la ciudad, a su vera, extramuros, se adosaran obradores.

El arrabal surgiría (explican los medievalistas) como espacio adonde fueron alojados los mudéjares tras la reconquista de Orihuela en 1264-5, y no parece razonable que se les dejase asentar lindando con la misma muralla.

La Plaza, pues, tiene un origen estratégico (controlar el puente) y una función comercial. Con el tiempo, pasado el peligro, la primera misión se pierde, revalorizándose la segunda, por lo que terminó por convertirse en lugar económico-social del arrabal.

Durante el Cuatrocientos acentuaría esta importancia, manteniéndola y aun fortaleciéndola hasta el último tercio del siglo.

Colección Javier Sánchez Portas.

Considerando las estrecheces que sufrían en el casco, sin posibilidad de poder disfrutar siquiera de una Plaza Mayor en condiciones, el espacio «a la baxada del Pont Vell», frente a la puerta de la ciudad y la Casa Consistorial, tuvo múltiples utilidades: militares, religiosas, civiles, festivas…

Podemos destacar la ceremonia de elección de cargos y dignidades municipales. Que se desplegaba «a la entrada del barrio de San Agustín, frente a la casa de la ciudad».

Los candidatos se presentaban armados y a caballo, vistiendo sus mejores galas. Formaban tres grupos separados, el brazo mayor o militar, los caballeros o brazo menor y los ciudadanos.

El escribano del Consejo, en presencia del Justicia y de los Jurados salientes, introducía en tres sacos, uno para cada clase, los nombres de los candidatos en trozos de pergamino.

Allí se celebraban también las fiestas de la reconquista, desde principios del siglo XV. El día 17 de julio, a la salida del sol, en el plano del puente viejo se conmemoraba la toma de la ciudad con un simulacro de batalla.

Los moros, oriolanos disfrazados al igual que ahora, esperaban la acometida de los cristianos. Y entrando por el portal de San Agustín llevaban a los vencidos hasta la Catedral.

Desarmados y maniatados eran conducidos en procesión hasta la iglesia de Santa Justa. Allí se daban gracias a Dios y a las Santas patronas por la victoria.

La plaza de Cubero en la fiesta de la Reconquista.

En 1492 el rey Fernando escribió a Orihuela anunciando su victoria contra el rey de los moros de Granada. Y entre otros actos festivos, el Consejo oriolano mando celebrarlo con un espectáculo taurino en el arrabal del Puente.

Que el domingo después de comer sean azotados toros en el rabal del Puente, y que nadie tire garrocha a pena de 60 sueldos y de estar tres días preso; y azotados los toros, que todos los hombres de honor que tengan cabalgaduras acompañen a los oficiales a caballo…  

Plaza de Cubero. Puente Poniente. Coronación canónica de la Virgen de Monserrate. Mayo de 1920. Colección Javier Sánchez Portas.

Otro uso menos festivo era el de las ejecuciones públicas. Gracias a un protocolo del escribano José Bruña, redactado en febrero 1732, sabemos que un labrador que vivía en la bajada del puente, junto al Pósito de la ciudad, autorizó a los Mayordomos de la cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados a colocar, bien visible, una imagen mariana en su fachada para consolar a los condenados a la pena capital, cuyo suplicio se ejecutaba frente a su casa.

En la Ciudad de Orihuela a cattorze días de el mes de febrero de mil setecientos treinta y dos años. Ante mí el escribano público testigos, pareció Roque García Contival labrador vecino de ella y dixo: es dueño posehedor de una casa de habitación y morada, en la población de esta dicha Ciudad, Raval de San Agustín, en la bajada del Puente viexo, con quien alinda por parte de Tramontana, por la de levante con el Real Pósito de esta dicha Ciudad …

… Y que en la referida su casa de su echo, consentimiento y autoridad propia, havía consentido a los Mayordomos de nuestra señora de los Desamparados, colocar en visible nicho esta Santa imagen para extender esta devoción y consolar a los condenados a pena capital cuyo suplicio se ejecuta a su frente, en la misma bajada de el nominado Puente viejo.

Dos imágenes de la hornacina de la Virgen de los Desamparados en la bajada del puente. Fotografías del primer cuarto del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

En marzo de 1869 varios concejales denunciaron a José Tolmos, dueño por aquel entonces de la casa en cuya frontera se hallaba colocada la efigie de Nuestra Señora de los Desamparados. Había reformado sin permiso la puertecita del camarín, haciendo desaparecer un rótulo que declaraba las indulgencias concedidas por Obispos.

El Ayuntamiento le anunció una visita de la comisión de Ornato y le obligó a restituir el rótulo, dejando a la virgen y su camarín en el estado en que los encontró al comprar la casa; ya que dicho camarín era propiedad municipal.

Perdida la situación estratégica y con sus funciones trasladadas a la Plaza Nueva, la edificación de su entorno la fue reduciendo hasta quedar en una «plaseta». Aún así, los concejales oriolanos la catalogaron como plaza de primera clase y se la dedicaron al obispo que gobernaba la diócesis en aquel momento.

En marzo de 1861 la comisión para el arreglo del nomenclátor decidió mostrar su gratitud a Pedro María Cubero y López de Padilla, vigésimo séptimo obispo de Orihuela,

El sitio llamado bajada del Puente viejo, uno de los más concurridos y mejor situados en este arrabal, puede titularse Plaza de Cubero, así el Ayuntamiento tributará un homenaje de respeto, amor y gratitud al actual dignísimo Prelado de esta Diócesis. 1ª Clase.

Fotografía Ajomalba.
El diario de Orihuela. Campaña 1886-1887.

Si os interesa saber más de este obispo, pinchando la siguiente imagen se accede a un artículo.

Pedro María Cubero y López de Padilla, Obispo de Orihuela. Enlace.

La crónica. 1 de abril 1886: El otro día, según costumbre antiquísima de la localidad, vinieron algunos jornaleros y se situaron en la Plaza de Cubero, donde como siempre esperan que los labradores les busquen para ir a trabajar a la huerta, y en aquel día, según se nos dijo, no encontraron quien les diera ocupación y se volvieron, llenos de pena, a sus casas.

Herrería en la Mancebería. Al fondo la Plaza de Cubero y la Calle del Molino. Antonio Ballester Vidal.

La Mancebería.

Contribución Equivalente año 1717. Archivo Municipal de Orihuela. Raval de San Agustín. Manseveria y Rodeo.

La prostitución siempre fue tolerada como un mal necesario; pero llegó un momento en el que las autoridades pasaron a considerarla como un auténtico servicio público que institucionalizaron y fiscalizaron, limitando su actuación a espacios acotados dentro del recinto urbano.

De nuevo recurro a la «Orihuela imaginada, la Ciudad en los Siglos XVI y XVII» de José Ojeda Nieto.

Muy próxima, tan próximo que hacen esquina, se halla la calle del «Bordell», sometida al influjo fabril de los alfareros y al comercial de la Plaza del Puente.

Su nombre, en todo caso, lo debe a la casa de las meretrices. A mediados del siglo XVI, los dueños (o sea, casa y negocio) eran los Rocafull, que la arrendaban a un «pare de les putes».

Dos calles que de por sí generaban ya movimiento: nos referimos, por un lado, a la Cantarería y, por el otro, a la calle «La Nau olim Mancevería o Bordell, Partit o Putería», que con todos estos nombres es conocida documentalmente.

La Mancebería a principios de siglo.

Para evitar escándalos, los burdeles municipales se circunscribían a determinadas calles situadas en las afueras. Estos lugares eran llamados mancebías, burdeles o calles del Partido.

A pesar de la voluntad de relegarlo a una zona alejada del núcleo, con la progresiva expansión del arrabal de San Agustín, acabó muy próximo al nuevo centro de la ciudad.

La mancebía protegía el orden público y evitaba el adulterio, canalizando las bajas pasiones masculinas. Este es el origen del nombre de la calle de la Mancebería.

Patro del mur y sal any 1636. Archivo Municipal de Orihuela. Raval de St. Agostí. Carrer de la nau y Canterería.

Mancebería es un eufemismo de Mancebía. He localizado también: La Nau, del Partit y Mansevía. Pepe Ojeda añade también del Publich; y en referencias documentales del Bordell o Putería.

El nombré caló hasta el punto que la puerta que tenía en su final no era la de Beniel; sino la «Porta del Bordell».

Calle que da salida a la ciudad hacia Beniel y que cuenta con una de las puertas de la ciudad: la «Puerta del Partit o del Bordell».

Archivo Municipal de Orihuela. 1636-1660. Carrer Manceberia y Carrer de la mansevia.

José Rufino Gea Martínez lo describe así en su «Historia de los oriolanos».

El antiguo burdel estaba situado en la antigua calle que se llamó de la Mancebía o Mancebería y hoy de Muñoz, esquina al callejón del Rodeo.

Las pecadoras tenían obligación de usar prendas de vestir que las distinguieran de las mujeres honradas, y no podían concurrir a las iglesias con manto, sino con mantilla precisamente de tres palmos; estaban sujetas a reglamento, y a la que faltaba a sus disposiciones o escandalizaba públicamente, era emplumada en la plaza mayor o se le daba una carrera de azotes.

Las dejaban en pelota, las embadurnaban la piel de engrudo o cola y las echaban a un largo cajón lleno de plumas, en donde las revolcaban para que les cubriesen todo el cuerpo, obligándolas después a recorrer la plaza y calles, con gran regocijo de la multitud que alborotada las seguía

Herrería en la Mancebería. Al Fondo el coche de línea que realizaba el trayecto de Orihuela a Murcia por Beniel y la Calle del Molino. Antonio Ballester Vidal.

En marzo de 1880, se rotuló la Mancebería como «calle de Muñoz» por la generosa contribución en la riada de Santa Teresa de José María Muñoz y Bajo de Mengíbar, nombrado hijo adoptivo de Orihuela en octubre de 1879.  

El Constitucional. 25 de marzo 1880: … Después de la ceremonia, irá la comitiva a la calle de Mancebería, una de las principales y más perjudicadas por la inundación, para descubrir los rótulos de su nuevo nombre, calle de Muñoz, y bendecirla; y estará adornada con colgaduras, como toda la ciudad, con ramos, flores y arcos, iluminación y fuegos artificiales…

No me extiendo mucho. Pinchando la siguiente imagen, se accede a su biografía en esta misma web.

José María Muñoz y Bajo. Colección Javier Sánchez Portas. Enlace a su biografía.

La Correspondencia de España. 31 de marzo 1880: Se ha solemnizado con gran pompa el acto de coronar al Sr. Muñoz, asistiendo el gobernador civil de la provincia, el obispo de la diócesis, las autoridades, corporaciones y un gentío inmenso.

Seguidamente, con entusiasmo indescriptible, descubriose la lápida de la calle de «Muñoz», cuyos vecinos pobres fueron socorridos con dinero contratando la reconstrucción de seis casas, arruinadas por la inundación en dicha calle, nombrando una junta para las obras y dejando fondos para ellas.

Anoche hubo sorprendentes fuegos artificiales y otros festejos en honor del ilustre filántropo Sr. Muñoz, que sale mañana para Murcia siguiendo su cuarta expedición caritativa.

Fotografía Ajomalba.

La penúltima titulación de la Mancebería recayó sobre Luis de Rojas García, nacido en Valencia el 9 de abril de 1903. Segundo hijo del Marques de Algorfa, estudió Derecho en Deusto.

El conquistador. 16 de septiembre 1916: Procedente de Algorfa, hemos tenido el gusto de saludar al Sr. D. Luis de Rojas, hijo de nuestro ilustre correligionario el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa.

En sus estancias en Algorfa, conoció a Mercedes Brotons Fraile, hija de un próspero comerciante oriolano, que veraneaba en Montesinos.

El pueblo. 11 de abril 1927:  Por el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa y para su hijo, D. Luis de Rojas, abogado, ha sido pedida la mano de la bellísima y gentil señorita Mercedes Brotons Fraile, hija de nuestro respetable amigo D. Antonio, jefe de la Subalterna de la Renta de Tabacos en esta ciudad. La boda se ha concertado para muy en breve.

Se casaron en 1927 y tras un corto periodo en Alicante se domiciliaron en Orihuela, donde fue nombrado jefe local de los requetés (milicias carlistas).

El pueblo. 20 de julio 1927: Boda aristocrática. En la tarde del domingo último, se celebró el enlace matrimonial de la bella y gentil Srta. Mercedes Brotons, hija de nuestro respetable y distinguido amigo don Antonio, con el culto abogado don Luis de Rojas, hijo de los Excmos. Marqueses de Algorfa.

La ceremonia tuvo lugar en la mansión de los Sres. de Brotons uno de cuyos salones engalanado con ricos tapices y artísticas plantas, se habilitó para oratorio. (…) Los nuevos esposos, a quienes felicitamos, marcharon a  la hermosa finca del Señorío del Algorfa, desde donde emprenderán un viaje para diversas poblaciones de Francia, Italia y Suiza.

Luis de Rojas. Fotografías facilitadas por su hija.

El matrimonio tuvo dos hijas; una de las cuales tuve el gusto de conocer en un viaje a Campello con Jorge Belmonte.

Actualidad. 17 de mayo 1928: El domingo recibió las regeneradoras aguas del bautismo, de manos del joven sacerdote D. Ramón Garriga, la preciosa niña que recientemente dio a luz doña Mercedes Brotons Fraile, esposa de don Luis de Rojas. Actuaron de padrinos el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa y doña María Brotons Guillén, abuelo y tía de la bautizada.

El pueblo. 20 de enero 1930: El pasado día 19 dio a luz con toda felicidad una preciosa niña doña Mercedes Brotons Fraile esposa de don Luis de Rojas. Reciban tan venturosos padres nuestra cordial felicitación.

Residió inicialmente en la Plaza Caturla, trasladándose pronto a la calle Mayor, concretamente al edificio cuyos bajos albergan actualmente la ferretería de Mateo Gil. Aficionado a la historia y la heráldica, apenas ejerció como abogado.

El 30 de agosto de 1936 fue detenido en Alicante por una partida de milicianos en una finca llamada «Jardín del Conde», propiedad de su padre. Secuestrado en un vehículo de la UGT, su cuerpo apareció tiroteado y quemado con gasolina en un paraje situado en la partida del Molar (Elche).

El 15 de octubre de 1940 se acordó llamar a la calle de Muñoz, Luis de Rojas, dentro del paquete de los «caídos por Dios y por España».

Y así se mantuvo oficialmente hasta 2012, fecha en la que la Memoria Histórica recuperó su nombre tradicional: la Mancebería.

Fotografía Ajomalba.

Cantarería o Rodeo.

Patro de els vehins de 1651. Archivo Municipal de Orihuela. Carrer de la Canterería y Carrer del Partit.

La calle Cantarería, paralela y al occidente de la de San Agustín, a espaldas del convento, linda con el muro del arrabal. Su nombre lo debe a que allí se ubica la «cantareria» del Consell, que se arrendaba 1570, no a que todos los alfareros se concentrasen en este lugar, aunque sí la mayoría.

Los hornos, con su enorme consumo de leña, de la que siempre anduvo escasa Orihuela, imponían la concentración. En 1605 la casa de la alfarería del consell se vendió, pero el nombre estaba ya lo suficientemente arraigado.

A partir del XVIII adoptó un curioso nombre nacido del ingenio popular, pues este callejón era la entrada oficiosa utilizada por los que se recataban para acudir al Burdel y llegando hasta la iglesia de San Agustín daban un rodeo por la Cantarería, evitando así ser vistos en tan comprometida situación.

Fotografía Ajomalba.

El 16 de enero de 1727, ante el escribano Bautista Ramón, se firmó la venta de una casa solar en la población de esta Ciudad, Parroquia de Santa Justa, Raval de San Agustín, en la calle nombrada de «la Canterería eo el Rodeo». Lindes por delante con la Plazuela del Rodeo, por poniente con descubierto del convento de San Agustín…

En la prensa local de finales del XIX se anunciaban riñas de gallos en el circo de la calle del Rodeo.

Segundo tramo de la Mancebería.

Francisco Luis Galiano Moreno.

Los últimos metros de la calle a la izquierda fueron vendidos por los agustinos en 1729, al escribano Joseph Bruña para que fabricase ocho casitas con puertas a la «Mansevería».

Cinco años después, ante el incumplimiento del promotor que seguía sin comenzar la construcción, decidieron recuperar su terreno ante el escribano Bautista Alemán. Por curiosidad, voy a transcribir el comienzo de la escritura.

En la Ciudad de Orihuela, a siete días del mes de enero de mil setecientos treinta y quatro años, estando en la Selda prioral del Convento de Religiosos del Muy Grande Señor San Agustín de ésta, lugar acostumbrado para tratar y conferir las cosas tocantes al Beneficio de dicho Convento, convocados a son de campana tañida, como lo han de uso y costumbre los Muy Reverendos Padres (18 nombres de frailes que no he transcrito), confesando ser la mayor parte de sus conventuales, por sí y en nombre de los ausentes y a los que en adelante fueren, por quienes prestaron voz y canción de Rato en forma, de una parte.

Y de otra Joseph Bruña, Escribano del Número de ésta, y dixeron, dicho Joseph Bruña que en el día seis de febrero del año pasado, mil settecientos veinte y nueve, ante Joseph Santa Cruz Escribano de los Reynos, también vecino de la misma, compró de dicha Reverenda Comunidad Setenta palmos de tierra de longitud, parte del huerto de dicho convento, que recae por la parte de Tramontana a la calle de la Mansevería y alinda con ésta, por la parte de Levante con una casilla derruyda y con corrales de otras que caen a dicho huerto, con la de poniente con las tapias del huerto y Camino de Cartagena…  

Y lo vendieron al año siguiente; ya en parcelas escrituradas individualmente para hacer casas, con la condición de que entre todos rehiciesen la pared del huerto (que quedaría detrás); y que sus aguas vertieran hacia la «Manseveria».

Los segregaron de su huerto, terminando de urbanizar la calle de la Mancebería hasta el Camino de Cartagena, hoy calle Ocarasa.

Estas casitas debían ser muy estrechas para caber ocho en poco más de 15 metros lineales, equvalentes a setenta palmos valencianos. Lo cierto es que, herederas de esas casas, en la actualidad la Mancebería termina con un grupo de viviendas de fachadas muy estrechas.  

Colección Javier Sánchez Portas.

Este último tramo cuenta con una hornacina de la Virgen de Monserrate. Colocada el sábado, día 28 de diciembre de 1799, según reza en el Libro 15 de Montesinos.

En esta noche, en punto de las seis, con las licencias necesarias del Sr. D. Luis Exarque, Provisor y Vicario General, se colocó en la Mancebería, al salir de dicha calle hacia la huerta, en la sera izquierda en primoroso camarín, la Imagen de Ntra. Sra. de Monserrate, con grande golpe de música, enramadas y costoso disparo de morteretes, todo a expensas de sus vecinos.

Francisco Luis Galiano Moreno.

Más allá de la Puerta del Burdel.

La Ocarasa en los años sesenta del siglo pasado. Colección Antonio Agulló Mateo.

En 1735 el regidor Antonio Meca quedó comisariado por la Ciudad para buscar el sitio más conveniente y erigir una cruz de término que tenían acordada a la salida de la Mancebería.

El Señor Dn. Antº. Meca expuso a la Ciudad q habiendose informado deel citio quees mas conveniente, para que se erija la Cruz que tiene acordada la Ciudad se hiciera a la salida de la Manceveria, y encargado a su Cuidado dha Obra, es de pareser se forme a la parte de abaxo del Puente de las Piedras camino de Cartagena por ser puesto mas capaz que el de la salida de la Manceveria para dho fin; y la Ciudad Acordó que dho Sr. Meca su Comissario mande formar los Capítulos y Diseño para la fábrica de dha Obra, y quese coloque la expresada Cruz a la parte de abaxo de dho puente en el lugar mas desente y acomodado que hubiere…

No dicen nada de sustituirla; pero tenemos la certeza de una cruz anterior en la puerta del Burdel, como en todas las entradas de Orihuela.

Quizá se arruinó; o por la fecha bien pudieron destrozarla los castellanos en la Guerra de Sucesión y había llegado el momento de reponerla. Lo cierto es que don Antonio expuso la conveniencia de formarla a la parte de abajo del puente llamado «de las piedras» en el Camino de Cartagena, por ser «puesto más capaz» que el de la salida de la Mancebería.

La ciudad aceptó la propuesta del comisario y le facultó para que mandase formar los capítulos y diseño de la obra en el lugar más «desente y acomodado».

Una vez formados los capítulos se dieron «al pregón» por el tiempo acostumbrado, haciéndose el remate de la obra de una «Crus toda de piedra» en presencia de dicho Antonio Meca.

Ese puente de piedra era el que sorteaba la acequia del Chorro; por lo que más o menos coincide con el lugar donde está situada actualmente una moderna cruz, en el inicio del viejo Camino de Cartagena.

Fotografía Ajomalba. Archivo Municipal de Orihuela. A189. Año 1735.

Pepe Ojeda señala el comienzo del siglo XVIII como el inicio de la urbanización más allá de los límites del arrabal de San Agustín; en una nueva calle, la del Sol, por parte del Convento de la Merced, con el establecimiento de otros ocho «sitios de casa».

1703. Establiment de huit sitis de cassa… a Juan Rambal taverner de nacio frances … en lo carrer apelat del Sol que ve a estar al cap del carrer de la manseveria…

En 1730, un matrimonio de labradores vendió ante el escribano Bautista Ramón una de esas casas de habitación y morada bajo el señorío directo del convento de la Merced.

Archivo Histórico de Orihuela. Año 1730.

Estaba en «El Rabal de San Agustín, al cabo de la calle nombrada de la mansevería, junto a la calle del Sol y el camino de Veniel». El comprador de la casa era Juan Montoya, gitano (así figura en la escritura).

En agosto de 1914 los vecinos de la calle de Gitanos presentaron instancia en el Ayuntamiento pidiendo que variasen el nombrecito «en vista de los escándalos que daban los gitanos posesionándose de ella». La corporación accedió a la petición de los vecinos dándole el nombre de Calle de la Huerta. Pero este acuerdo no debió surtir efecto.

En abril de 1936 en uno de sus paquetes de cambios de titulación, el Consistorio republicano incluyó la calle de Gitanos, a la que otorgó el atractivo y cultural nombre de Calle del Libro.

Acabada la Guerra Civil, la Gestora franquista anuló todos los cambios republicanos. Pero, por alguna razón, esta calle mantuvo el nombre de «Calle del Libro», el mismo que ostenta en la actualidad.

Y sigue estando al cabo de la Mancebería, en la calle del Sol, junto al camino de Beniel.

A mediados del siglo XIX, además de Gitanos, se formó la traviesa del Sol y el lugar llamado «el Salitre».

El diario de Orihuela. 17 de junio de 1887: Dos o tres trozos malos de camino hay en el de Beniel; y con poco trabajo y coste quedarían arreglados. Uno de ellos está en las puertas mismas de Orihuela desde la calle de Muñoz hasta las últimas casas del Salitre.

Planos siglos XVIII, XIX, XX. 1 Gitanos. 2 Callejón del Sol. 3 Salitre.

El 18 de julio de 1925, durante la Dictadura de Primo de Rivera, el Ayuntamiento acordó adquirir terrenos para construir una flamante cárcel.

La marquesa de Rubalcava se ofreció a enajenar unas tierras que poseía en la salida de la calle de Muñoz, donde estuvo ubicada una de las dos fábricas de salitre de Orihuela.

El pueblo. 19 de abril 1926: Un nuevo edificio para Prisión Preventiva. El día 15 del corriente se verificó en Madrid, la subasta previo concurso para la construcción de un nuevo local celular en nuestra ciudad. Este será construido en los terrenos antes propiedad de la Excma. señora Marquesa de Rubalcava, y hoy cedidos por nuestro Excmo. Ayuntamiento.

El proyecto del nuevo edificio, fue encomendado al Sr. Arquitecto de la Dirección General D. Vicente Agustí, quien con acertada inspiración ha presentado el 21 del pasado Marzo los planos y memorias descriptivas que fueron aprobados por R. O. del 31 del mismo mes, y cuyas copias hemos tenido el gusto de admirar.

Con objeto de adelantar a nuestros lectores, una ligera idea de lo que será la nueva cárcel, cuyo plazo de construcción según las bases fijadas, es de tres meses; a continuación, reseñamos los principales datos descriptivos de la memoria presentada.

El edificio se emplazará en el solar cedido para este objeto por el Excmo. Ayuntamiento de Orihuela, teniendo su fachada principal a la carretera de Beniel y completamente aislado de toda edificación. La superficie que se ocupará será de forma rectangular de 36 m. por 32 m., lo que supone 1.125 metros cuadrados, de los que se destinan a patios 560 metros, es decir el 50 por ciento, aproximadamente.

Consta el edificio de cuatro celdas y dos departamentos de aglomeración para hombres, y una celda con patio de aglomeración para mujeres, lo que supone una población reclusa de 22 individuos; y en casos especiales puede ampliarse considerablemente.

Nuevo edificio de la cárcel. Años treinta del siglo pasado.

Estará en planta baja, elevado sobre el rasante del terreno para evitar los efectos de la humedad. En el vestíbulo se encuentra el acceso al locutorio del público, a la galería de ingreso, a los despachos del Juez, Jefe de la Prisión y oficinas, a la vivienda de un empleado y, al fondo, el primer rastrillo.

Pasando éste hay un segundo vestíbulo que da entrada al departamento de mujeres y a las celdas para comunicación con el público; al fondo un segundo rastrillo aísla los departamentos de hombres, en tal forma dispuestos que hace imposible toda comunicación con el de mujeres. La dimensión de las celdas es 5’00 x 2’00 x 4’25 =42’50 m2, muy superior a los 30 m2. reglamentarios.

El pavimento será de cemento continuo sobre hormigón, suelos y techos redondeados para evitar depósitos de polvo. El alcantarillado se establecerá perfectamente acometiéndole al río Segura que pasa por la espalda del edificio.

Cuantos entendidos han visto los planos han opinado unánimemente que será una obra de arte moderno. Desde estas columnas, enviamos nuestra felicitación al Sr. arquitecto y muy especialmente a nuestro ilustre paisano, el Jefe de Administración de la Dirección General de Prisiones, Ilustrísimo Sr. D. José Picazo a cuyo celo e interés se debe esta gran mejora, y por la cual ha trabajado incansablemente.

En el año 1944 , entre el camino de Beniel y la Ocarasa, se construyó el campo de «La Mancebería» . Allí jugó un equipo denominado «Orihuela Club de Fútbol». 

Campo de fútbol de la Mancebería en 1944. Colección Cánovas Saavedra.

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).