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De Escuela Graduada a Colegio Andrés Manjón.

José Antonio Ruiz Peñalver.

De Escuela Graduada a Colegio Andrés Manjón.

Hace más de ochenta y cinco años que un colegio de Orihuela ostenta orgulloso el escudo de la II República, emblema oficial del régimen que lo construyó como Grupo Escolar del Sector de Mediodía o Escuela Graduada número dos.

Conocido popularmente con el nombre de «Las Graduadas», fue proyectado durante la Dictadura de Primo de Rivera y puesto en marcha en la de Franco.

Pinchando sobre su fotografía podéis acceder a la biografía del Francisco Díe Losada, el alcalde que impulsó inicialmente la obra.

Francisco Díe Losada. Colección Antonio Luis Galiano Pérez. Enlace a su biografía.

Dictadura de Primo de Rivera.

En 1927 la Corporación Municipal oriolana formalizó un préstamo con el Banco de Crédito Local por importe de 650.000 pesetas, destinadas a emprender un ambicioso proyecto de modernización de la ciudad. 

Entre otras mejoras, ofrecía construir nuevas escuelas municipales.

En febrero de 1928 el alcalde Francisco Díe propuso en pleno, y así se acordó por unanimidad, solicitar la creación en Orihuela de dos escuelas graduadas: una para niños y otra para niñas; de seis grados cada una, bajo el compromiso municipal de construir los locales necesarios con el auxilio económico del Estado.

El 23 de octubre de 1928 Francisco Díe desarrolló su moción mostrándose decidido a «Dotar a este municipio de locales higiénicos que reúnan las debidas condiciones para la enseñanza, asunto este que vivamente le interesa por su decidido y entusiasta anhelo de mejorar la instrucción de los habitantes de este pueblo».

Gracias a las gestiones personales de don Francisco, visitó Orihuela una comisión de la Junta Provincial de Construcciones Escolares formada por el inspector de Primera Enseñanza, llamado Senent, y el que a la postre fue autor del proyecto: el prestigioso arquitecto alicantino Juan Vidal Ramos.

El arquitecto Juan Vidal Ramos (1888-1975).

Vista la favorable impresión causada en los visitantes, se acordó por unanimidad la creación de tres escuelas graduadas en el casco urbano y de catorce escuelas unitarias en los distintos partidos del término municipal.

Posteriormente el número inicial quedo reducido a trece: Aparecida, Bonanza, Hurchillo, Arneva, Torremendo, Pilar de la Horadada, Rebate, Marquesa, San Bartolomé, Mudamiento, Murada, Matanza y Barbarroja.

Para decidir su ubicación y para la elección del arquitecto, el Consistorio otorgó un amplio voto de confianza a su presidente quien, como ya hemos dicho, designó al arquitecto formado en Barcelona,  Juan Vidal Ramos, autor entre otras obras de la sede de la Diputación Provincial y del Hospital de San Juan en Alicante, actual MARQ; o de la «Casa del Parque», actual museo arqueológico de Crevillente.

Juan Vidal Ramos primero por la izquierda y Francisco Díe Losada , el segundo por la derecha.

El 26 de abril de 1929 quedaron aprobados proyectos, planos y presupuestos. Y se pidió a la Dirección General de Primera Enseñanza las subvenciones necesarias para comenzar las construcciones.

Las mismas estarían debidamente cercadas para la mejor utilización de los campos escolares, encargándose el propio Consistorio del movimiento de tierras en los emplazamientos, de la dotación de alcantarillado y del caudal de agua necesario.

El 29 de Noviembre de 1929 se publicó en la Gaceta de Madrid la Real Orden concediendo la máxima subvención permitida por la ley: 10.000 pesetas por sección. Multiplicando los tres edificios por dos escuelas y por tres secciones, la ayuda para construir los tres grupos del casco ascendía a 180.000 pesetas.

Alameda de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas.

Los edificios, incluyendo la compra de los tres solares, se presupuestaron en 432.721 pesetas. El 4 de febrero de 1930, el popular alcalde «Paco Díe» detalló minuciosamente su financiación:

Las 147.678 pesetas que quedaban del préstamo concedido en 1927 se destinaron al proyecto, desechando la construcción de un nuevo puente que iba a unir la Plaza de Santiago con la margen contraria del río. 

Sumando ese remanente disponible a la cantidad subvencionada por el Estado aún faltaban 105.043 pesetas.

Se acordó que, una vez pagados los solares, se abonarían las certificaciones de obra ejecutada hasta donde alcanzase el dinero; traspasando el derecho a percibir las 180.000 pesetas de subvención al contratista escogido.

El resto se le abonaría en tres anualidades consecutivas, consignadas a los presupuestos de los años 1931, 1932 y 1933,  a razón de 35.014 pesetas por año, sin derecho a cobrar interés por la demora.

El alcalde eligió inicialmente un solar en la Avenida de la Vega para la Graduada del sector de mediodía. Pero sus propietarios lo vendieron, utilizando sus palabras, «por un precio fabuloso». Así pues, optó por buscar algo mas barato.

Alameda de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas.

Escogió un trozo de huerto en la Alameda de la Estación cuyo usufructo pertenecía a Piedad Roca de Togores, marquesa de Rubalcava, en nuda propiedad con Luis Roca de Togores y Fontes.

Contando con el beneplácito de los propietarios, cuyas circunstancias testamentarias impedían enajenarlo, solicitó su expropiación forzosa declarándolo «de utilidad pública».

En esa misma sesión Francisco Díe Losada, promotor y artífice del proyecto, unió su destino al del general Primo de Rivera presentando la dimisión irrevocable como alcalde y concejal.

La sucesión de cambios políticos paralizaron la construcción. En julio de 1930 el nuevo alcalde, Antonio Balaguer, asumió el proyecto con la oposición del concejal Ballesteros; quien considerando el carácter interino de la Corporación se negó a recoger herencias del anterior Ayuntamiento.

A. Balaguer Ruiz.  Abogado, político y banquero. (1886-1946).

Balaguer consideraba necesario promover la inversión en escuelas teniendo el proyecto tan a la mano. El gasto se compensaría con el ahorro en alquiler de locales para escuelas que por aquellas fechas pagaban. Pero en menos de un año, el consistorio que presidía, iba a cambiar radicalmente.

II República.

El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República. A pesar de la predecible y contundente derrota de la coalición de republicanos y socialistas en las elecciones municipales de Orihuela, la abdicación de Alfonso XIII y la proclamación en toda España cambiaron completamente el tablero de juego local.

Inmediatamente quedó suspendida la constitución del Ayuntamiento monárquico. Un comité escogido de entre los miembros de la «conjunción republicano-socialista» se posesionó interinamente del Consistorio, y éste quedó provisionalmente bajo la vara de Ricardo García López.

El 23 de abril se formó la Gestora oficial,  compuesta por los miembros más destacados de las formaciones aliadas. 

Celebrados nuevos comicios sin la concurrencia de los monárquicos, la Comisión Provisional se reunió el 6 de Junio de 1931 para constituir un Consistorio compuesto por 33 concejales escogidos equitativamente entre socialistas, republicanos de izquierda y republicanos conservadores.

La Alcaldía pasó a manos de José María Lucas Parra, dirigente de Acción Republica­na. Aprovechando el nombramiento de Antonio Guillén Martínez como vocal del Consejo Local de Primera Enseñanza, el concejal Martínez Jacobo propuso invertir el remanente del préstamo contratado con el Banco de Crédito Local en la necesaria construcción de escuelas, como había previsto Díe.

Colección Javier Sánchez Portas.

Pero el nuevo alcalde prefirió no adoptar acuerdo alguno. Quería desvincularse de lo hecho por los anteriores ayuntamientos.

Lucas Parra se limitó a enviar una solicitud al Ministerio de Instrucción Pública en la que pedía la creación en esta ciudad de un Instituto de Segunda Enseñanza, una escuela de artes y oficios, escuelas primarias en todos los partidos rurales y una granja agrícola experimental (el futuro campus universitario de Desamparados). Casi nada.

El Ministerio de Instrucción Pública, a indicación de la Inspección Provincial de Primera Enseñanza, creó en julio, de manera provisional, una escuela graduada de niños y otra de niñas, siempre y cuando el Ayuntamiento facilitase locales y material en el plazo improrrogable de dos meses.

El año 1931 terminó con una propuesta para estudiar si cabía llevar a presupuesto extraordinario la construcción de los tres grupos escolares. Pero no llegaron a tiempo.

El 19 de enero de 1932 el Gobierno anulaba la creación de las escuelas concedidas a la ciudad por no tener dispuestos los locales para instalarlas.

El alcalde explicó las gestiones que había realizado ante el anterior Ministro de Instrucción, Marcelino Domingo, para que ampliase el plazo referido y para que no cancelase la subvención destinada a unas escuelas, cuyos proyectos decía tener aprobados.

Como solución momentánea ofrecieron el recién incautado Colegio Santo Domingo, donde se podían instalar, según la Alcaldía, «tantas cuantas escuelas fueran precisas con los grados necesarios, determinados por el número de alumnos que se presentasen».

Colección Javier Sánchez Portas.

Por fin,  el 22 de marzo de 1932,  presentaron la necesaria moción sobre edificios escolares. En ella solicitaron la confirmación de las tres escuelas que funcionaban en Santo Domingo, reclamando las 180.000 pesetas concedidas en 1925.

Además, el interventor presentó un proyecto de presupuestos extraordinarios formulado por la Comisión de Hacienda para la construcción de dos grupos de escuelas graduadas cuyo importe ascendía a 267.678 pesetas.

La expropiación del solar destinado para edificar el grupo escolar número 2 del Sector de Mediodía no se aprobó hasta el 13 de julio de 1933.  Estaba situado en la Avenida de la Estación, entre la casa de Francisco Canales y el antiguo Sindicato Agrícola.

Orihuela 1929, vista aérea. La flecha muestra el solar.

El 13 de abril de 1934, Piedad y Luis Roca de Togores recibieron 24.000 pesetas en concepto de «expropiación del terreno para la construcción de un grupo escolar en la Alameda de la Estación».

El 20 de julio de 1934 el arquitecto Juan Vidal cobró una minuta de 3.177 pesetas por el nuevo proyecto de cerca para rodear el edificio, adaptándolo al nuevo emplazamiento con el embovedado de la acequia que cruzaba el solar. Aun así, resultó más barata que la del proyecto inicial en la Avenida de la Vega.

El 23 de febrero de 1935 los contratistas A. Poveda Quiles y F. Girona depositaron 7.360 pesetas en concepto de fianza provisional para tomar parte en la subasta.

Orihuela, vista aérea en 1935. Miguel Ferrer Colome.

Dada cuenta de que no se había formulado reclamación alguna durante los cinco días posteriores a la subasta, Poveda Quiles se adjudicó el remate, depositando la fianza definitiva el 8 de marzo en papel del Estado por importe de 21.616 pesetas.

El contratista presentó la primera solicitud de certificación de obra el 13 de agosto, quedando en estudio su pago a cuenta.

Tras una visita a las obras, el concejal José Mazón Torrecillas presentó una queja por la contratación de obreros en su mayoría forasteros. Le rogó que escogiese por lo menos a la mitad de entre los parados que abundaban en Orihuela. No sé si su reclamación fue atendida,

En menos de seis meses las obras estaban a la altura de la viguería del primer piso. El contratista reclamó su correspondiente pago a cuenta, y se encontró con una nueva queja del señor Mazón: esta vez denunciaba la baja calidad de los materiales, obligando a que Juan Vidal certificase personalmente el cumplimiento de lo contratado.

Todo estaba en orden. Tras un detenido estudio del arquitecto, se remitió el cargo al Banco de Crédito Local en concepto de obras realizadas hasta el mes de octubre.

Orihuela, vista aérea en 1935. Archivo Cánovas Seiquer.

En abril de 1936 se aprobó la certificación de obras finales. La suma de todas ellas ascendía a 148.716 pesetas; 4.609 más de lo presupuestado. El sobrecosto se debía al exceso de obra empleada en dar anchura a la cimentación por las dificultades halladas en el nuevo terreno.

Los pagos se efectuaron de la siguiente forma: 37.000 pesetas en noviembre, 26.334 en diciembre, 41.059 en marzo, 13.213 en julio y 31.108 en agosto de 1936.

Acabado el trabajo, se solicitó la visita de inspección por parte de la Dirección General de Primera Enseñanza para tramitar el cobro de la subvención.

La Graduada Num. 2. Colección Javier Sánchez Portas.

El 14 de mayo se comunicó al Ayuntamiento que estaba ordenada la preceptiva visita. El secretario municipal felicitó al arquitecto y al contratista por el emplazamiento, la ejecución y la distribución del nuevo edificio.

El 14 de Julio, cuatro días antes del alzamiento militar contra la República, lo dotaron de agua y luz. También talaron los árboles que tenía enfrente para ser vendidos en subasta. La puja quedó desierta y se adjudicaron directamente en 200 pesetas.

Alameda de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas.

La Guerra Civil.

Ese mismo mes, la Dirección General concedió las 180.000 pesetas de subvención. Pero un oficio recibido el 6 de agosto les aclaró que dicha subvención englobaba a los tres grupos previstos.

Habían cometido un error de cálculo. Sólo les pertenecía la tercera parte  al no tener más que un edificio construido. El 17 de agosto les ingresaron 59.215 pesetas tras descontar los gastos bancarios.

Una semana después Francisco Díe, artífice del proyecto, caía asesinado en la carretera de Bigastro por un grupo de sanguinarios matarifes. Lo habían sacado de otro colegio cercano, donde estaba recluido, el de Jesús María.

Fotografía. Ajomalba.

En septiembre de 1936 el contratista consideró su trabajo terminado y reclamó la devolución de la fianza depositada. Para ello presentó la certificación del arquitecto de recepción definitiva y el resto de la documentación exigida.

A pesar de cumplir todos los requisitos necesarios, el Consistorio aplazó la decisión hasta efectuar una visita de reconocimiento, creando una comisión para tal fin.

Una semana después denegaron la devolución aduciendo que los ladrillos guarda aguas de las ventanas estaban en su mayoría desprendidos; y que a los «water» les faltaba el tablero de madera.

En noviembre, subsanadas las faltas, se acordó devolver la fianza; aplazándola sesenta días según se especificaba en el pliego de condiciones.

El 21 de enero de 1937 se la volvieron a negar alegando vicios ocultos en la obra. No hay constancia de cuales fueron los problemas ocultos; pero creo que estaban en los aseos.

Días después, se negaron a pagar una factura del maestro de obras municipal por desmontar los lavabos, remitiéndosela al contratista. Y en agosto, un oficio del Consejo Local, solicitaba de nuevo su reparación.

Andenes de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas.

El 21 de diciembre el alcalde acompañado del delegado del Consejo Local y del maestro municipal de obras, visitaron el edificio y decidieron efectuar otra reclamación al contratista; según decían, el edificio se encontraba en ruinas.

Aquí se me planteó una cuestión: ¿Qué había ocurrido en el flamante edificio para mostrar en pocos meses ese aspecto ruinoso?

La explicación estaba en los pagos anotados con cargo a la décima. En el verano de 1931 se estableció en Orihuela el llamado recargo de la décima sobre la contribución territorial e industrial. El dinero recaudado se empleaba en el remedio del paro involuntario mediante la realización de obras públicas en el término municipal.

Sus libros certifican que, durante la primavera de 1937, parte de la tierra y las ruinas procedentes de las excavaciones realizadas para habilitar los refugios antiaéreos se utilizaron para rellenar el grupo escolar de Mediodía, nuestra graduada número 2.

Refugio construido en la Plaza de la Pía. Colección Javier Sánchez Portas.

Lo normal es que, en primera tanda de riego, quedase anegado por el agua; y supongo que lo rellenaron de escombros para levantar el terreno, aislándolo así de la humedad propia de un huerto.

El caso quedó en manos de la Inspección Provincial; y no he podido documentar si el señor Poveda consiguió recuperar su fianza, aunque el alcalde así lo afirmaba.

A instancias del concejal Torres, entre los meses de noviembre de 1937 y enero de 1938, se efectuaron obras de adecuación para instalar a un conserje que pasase la mayor parte del día en el edificio y se ocupara de su conservación y limpieza.

Pasado un mes la plaza no fue cubierta y la presidencia se comprometió a retirar los escombros, habilitando la parte del patio como jardín.

La última referencia en las actas municipales está fechada en septiembre de 1938. Habla de un oficio enviado al Consejo Local de Primera Enseñanza para que gestionase la apertura de las graduadas que ya contaban con locales habilitados, aunque no fuese en todos sus grados.

El «compañero Torres» contestó que el material se había deteriorado grandemente por la falta de celo en ponerlo a salvo.

Alameda de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas.

No se construyó ningún otro edificio escolar. Las autoridades locales se limitaron a ofertar al Gobierno viejos edificios como los de la Beneficencia, la Caridad o el Colegio de San José (la Trinidad).

Colección Rafael Poveda.

El 28 de marzo de 1939 los últimos concejales republicanos huyeron de la ciudad. Dos días después, las tropas franquistas ocupaban Orihuela. Los ambiciosos proyectos educativos de la II República habían quedado en papel mojado.

Epílogo.

En 1940, a propuesta de la alcaldía, las escuelas unitarias de niños números 1 y 4 se trasladaron a este edificio. El grupo escolar de los Andenes de la Estación pasó a llamarse «Andrés Manjón».

Andrés Manjón y Manjón (1846-1923).

Para los oriolanos quedó el nombre de «Las Graduadas», por las escuelas graduadas. Lo verdaderamente extraño es que mantuviesen el escudo de la II República.

José Antonio Ruiz Peñalver.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Ampliación y adaptación de un artículo publicado hace muchos años en la revista «Portada». Fue lo primero que publiqué en Orihuela; y el germen del libro sobre la II República.

Dedicado al colegio donde mi hijo realizó sus primeros estudios; centro del que tuve el honor de ser consejero escolar durante varios años.

Colección Ajomalba.

Anexo Documental.

Informe de la comisión Mixta Local de Orihuela para aplicación de la ley de Congregaciones en Primera Enseñanza. Presidencia Provisional. Exmo. Ayuntamiento de Orihuela. Exmo. Alcalde:

Constituida esta comisión el día 17 del anterior y habiendo emitido informes (con la urgencia que se le reclamaban) a la correspondiente comisión mixta provincial, remitidos en sesión celebrada el día 28 de junio último, sobre la mejor manera como puedan ser atendidas cumplidamente las necesidades escolares surgidas por la sustitución de la enseñanza primaria dada por las congregaciones religiosas y en general las necesidades escolares totales de la ciudad, tengo el honor de poner en conocimiento de esa corporación de su digna presidencia, la parte que mas puede interesar a la misma de los referidos informes, esta parte va reflejada en los siguientes párrafos.

Necesita Orihuela republicana y laica, que su consejo local de primera enseñanza, legalmente constituido, divida a la ciudad en distritos escolares y que inicie y lleve a cabo, auxiliada por el Ayuntamiento, la formación de un censo escolar completo y suficientemente hecho y detallado.

Teniendo en cuenta el plano de la ciudad, la forma del casco y afueras, alargada en arco de circunferencia y hallándose atravesada por el río Segura, que deja como una cuarta parte en su margen derecha, creemos que la ciudad debe ser dividida en cuatro distritos escolares, que podrían llamarse: Este, Centro, Oeste y Sur (actual San Agustín, margen derecha del río), además un  distrito en el extremo norte de la ciudad, entre Capuchinos y Cementerio.

Para calcular el número de escuelas que son necesarias para atender a las necesidades totales de la enseñanza, creemos que son las siguientes para cada uno de los cuatro distritos escolares: una graduada de niñas de tres secciones, una graduada de niños de tres secciones y tres unitarias de párvulos que podrían funcionar en régimen graduado, cuando estuvieran muy cercanas entre sí o enclavadas en un mismo edificio.

Además, en el extremo noroeste de la ciudad, se necesita la creación de una escuela unitaria de niñas, otra unitaria de niños y una de párvulos. Total resultante para la ciudad  (necesidades totales cubiertas y por cubrir) cuarenta maestras y maestros, comprendido el maestro director de las escuelas graduadas existentes; más otro o dos o tres más subdirectores si se nombrasen para cada par de graduadas en dirección común.

Los vecinos de esta ciudad que prestan su población escolar a las Escuelas Nacionales, la calculamos ciertamente en un total de unos 15.000 habitantes, que dan una población escolar de 3.750 niñas y niños, haciendo el cálculo en un 25%, y tengan en cuenta que están incluidos los párvulos (niños y niñas de 3 a 6 años de edad), correspondiendo a cada uno de dichos cuarenta maestros por termino medio un cociente de mas de 90 niños.

Actualmente posee la ciudad de Orihuela, solamente 17 maestros de primera enseñanza, 8 propietarios y nueve interinos, por tanto para cubrirse las 39 escuelas y secciones que quedan estimadas como necesarias, habría que aumentar en un mínimo de 22 maestros el número existente.

Teniendo en cuenta que hay posibilidad de ampliación rápida y  relativamente económica de dos de los edificios municipales propiedad del Ayuntamiento (el de la calle Barrio Nuevo y la casa de  Beneficencia) y que en el edificio de Santo Domingo hay local disponible para una sección o escuela de párvulos.

Que las escuelas de párvulos son muy necesarias; que la creación de graduadas en el distrito de San Agustín a base de las dos unitarias existentes no es viable de momento, pues debe supeditarse a que el Ayuntamiento tenga construido de nueva planta el correspondiente edificio escolar proyectado; y considerando la algo difícil situación económica del Ayuntamiento, informamos que procede la propuesta de creación de las siguientes doce escuelas y secciones para sustituir la primera enseñanza que ha dado, y está dando en la ciudad las congregaciones religiosas.

En el distrito Este: Una escuela de párvulos en el edificio de Santo Domingo, subsistiendo las actuales graduadas con sus tres maestras, sus tres maestros y su común maestro director.

En el distrito Centro: Una de párvulos, dos clases de niñas y una de niños, creando graduadas a base de las tres unitarias existentes, subsistiendo la actual de párvulos. Estas graduadas, funcionarían en el edificio municipal del Barrio Nuevo. Las dos resultantes de párvulos, funcionarían en nuevos locales habilitados por el Ayuntamiento.

En el distrito Oeste: Dos de párvulos, una clase de niñas y otra de niños, creando graduadas a base de las cuatro unitarias existentes. Estas graduadas funcionarían en el edificio de la Beneficencia municipal y las dos de párvulos se establecerían en las actuales número 4 de niños y número 2 de niñas.

En el distrito Sur de San Agustín: Dos escuelas de párvulos en locales tomados en arriendo por el Ayuntamiento, subsistiendo las dos actuales, la numero 2 de niños y la escuela numero 1 de niñas, trasladando al efecto la de niñas de la calle Mayor a local conveniente en calle o plaza de la margen derecha del río, que es donde le corresponde.

Finalmente una escuela de párvulos unitaria en el distrito extremo Noroeste entre Capuchinos y cementerio, situándola en el ex-cuartel, que es un amplio y magnifico edificio propiedad del Ayuntamiento. Este edificio posee amplios locales acondicionables perfectamente para poder establecer en ellos una escuela unitaria de niñas y otra de niños, cuya creación propugnamos en nuestro informe, por tener en cuenta principalmente la actual situación económica del Ayuntamiento.

El distrito Sur: San Agustín se haya bastante abandonado, viene a ser una injusticia que se comete con sus vecinos. Su escuela de niños se cerró hace varios meses para arreglar el local y continúa clausurada, del cual no nos explicamos la razón y creemos que sus razones tendrá la inspección de primera enseñanza.

Su escuela de niñas la tiene desplazada pues está en la calle de la Feria, en la margen opuesta del río y es preciso dotarla de una sala de clases de mayor superficie y forma regular, un cuadrilátero rectángulo y situarla donde le corresponde, esto es, en la margen derecha del río, en cualquiera de las calles cercanas o que afluyen a la plaza de la República en local o edificio tomado en arriendo por el Excmo. Ayuntamiento; con lo cual se conseguiría solucionar los dos problemas, de posibilidad de mayores matrículas y asistencia y del cruce del río por el puente de todas las niñas alumnas, cruce actual que alarga distancias y que ofrece peligros a las alumnas, dada la máxima circulación de vehículos mecánicos y de toda clase que hay en dicho puente y sus inmediaciones.

Le ruego Excmo. Sr. Alcalde, se sirva disponer que ha cursado recibo de esta presidencia de los informes que anteceden en la forma que mejor le parezca y al objeto de que esta comisión pueda (en caso preciso) acreditarlo, lo cual le quedaría agradecido.

Saludándole respetuosamente, Orihuela 10 de junio de 1933. El Presidente, maestro en propiedad de la Escuela Nacional de niños número 1, Luis Clavero.

Archivo Familia Gómez Duréndez.

Denominación de las escuelas nacionales de la ciudad, servidas propietariamente y nombres de los señores maestros que las rigen.

Nº 1  de niñas del distrito sur San Agustín, sita en la calle de la Feria, Doña Manuela Casamayor.

Nº 2  de niñas del distrito Oeste, calle Santiago cerca de la Beneficencia, Doña Germana González.

Nº 3 de niñas del distrito centro calle de Barrio Nuevo, en edificio del Ayuntamiento Doña Amparo Zaragoza y Zaragoza.

De Párvulos del distrito Centro, en el mismo edificio que la anterior, Doña Ángela Candela Zoya.

Nº 1 de niños del distrito centro, en la calle Barrio Nuevo, Don Luis Clavero y Miguel.

Nº 2 de niños del distrito Sur, clausurada provisionalmente, calle San Agustín, Don José Quereda.

Nº 3 de niños del distrito centro, en la calle Barrio Nuevo, edificio citado ya, Don Miguel Dueñas.

Nº 4 de niños, distrito Oeste, calle Santiago, en el mismo edificio en el que vive el maestro de obras Señor Sánchez, Don Lorenzo Sellers.