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Callejeando 14. De la Misericordia al Pocico de Santiago.

La Misericordia y calle de Santiago. Colección Javier Sánchez Portas. Y la calle de Santiago en la actualidad. José M. Pérez Basanta.

Lo carrer de Sant Jaume/La calle de Santiago.

Padrón de vecinos siglo XVI. Padrón Sal y muro 1631 y 1651. Archivo Municipal de Orihuela.

Continuamos nuestro paseo en la calle de Santiago, cuya titulación sólo ha evolucionado en la manera de nombrar al apóstol titular de la parroquia: Sant Jaume, Sant Iago, San Tiago y Santiago.

Repartos del Equivalente 1717-1719. Archivo Municipal de Orihuela.

De ella dice Gisbert en sus «Apuntes para la continuación de la Historia de Orihuela»:

De extraordinaria longitud porque se extiende, cual tenemos indicado, desde el principio del arrabal hasta la Plaza de Monserrate.

Hay que tener en cuenta que, desaparecidas las murallas que marcaban el verdadero Arrabal Roig, empezaron a considerar el inicio del mismo en la «Esquina del Pavo».

No me preguntéis porqué; pero tal vez tenga que ver con el intento de encajar las leyendas de godos que ocupaban un arrabal que no comenzó a hacer acto de presencia en los documentos hasta el siglo XV, con la llegada de los Franciscanos de Santa Ana.

Reparto Equivalente 1829. Archivo Municipal de Orihuela.

Esa calificación de calle extra larga fue veraz hasta el siglo XIX. Pero tras sufrir dos recortes, la de Santiago se ajusta en la actualidad al trayecto entre la plaza del mismo nombre y la de Monserrate.

La de calle de Santiago era una auténtica arteria urbana. Hasta su primer recorte, en 1857, medía más de 350 metros. Éste se llevó a cabo para honrar al marqués de Arneva:

En adelante lleve el nombre de la Calle del Marqués de Arneva, todo el trozo comprendido desde lo que antes era principio de la de Santiago, hasta el Callejón del Maestro Estevan desde el cual tomará ahora principio la Calle de Santiago.

Ya hablamos de ello en el capítulo del Marquesado de Arneva. Si os interesa podéis acceder pinchando la siguiente imagen.

Fotografía Ajomalba. Enlace a artículo sobre el marquesado.

Pocos años después, los de la comisión del nomenclátor intentaron segregar otro fragmento, también a mediados del XIX, para homenajear a Juan Elías Gómez de Terán.

También creen que debe conservarse la Calle de Santiago hasta llegar a la Plaza del mismo nombre; pero desde ésta a la de Monserrate, puede tomar el nombre de Calle de Terán, pequeño tributo de gratitud al generoso Prelado que fundó la Casa de Misericordia que hay en ella y otros establecimientos importantes.

Pero su propuesta quedó en el olvido. Sorprendentemente, el más prolífico prelado de la diócesis oriolana en lo que a obras se refiere, sigue sin calle en Orihuela; y esta antiquísima titulación ha sobrevivido, precisamente, en el tramo que pretendieron recortar al formarse el primer callejero oficial.

El corte para el marquesado de Arneva fue minúsculo; apenas setenta metros. El último y definitivo, efectuado en los cuarenta del siglo XX, la dejó casi en callejuela. Se hizo para homenajear a un ilustre vecino asesinado durante la Guerra Civil.

15 de octubre de 1940: Siguiendo el Sr. Presidente en el curso de la palabra y después de dar a conocer el secretario que suscribe la orden del 13 de abril de 1938 sobre rotulación de calles a fin de testimoniar el reconocimiento que Orihuela debe al libertador de España de las garras del marxismo, al iniciador del glorioso alzamiento y en el resto de los designados al elemento civil a Falange, a los tradicionalistas y a los militares que dieron sus vidas por Dios y por España.

Por unanimidad se acuerdan las siguientes variaciones: … Al trozo de la calle de Santiago comprendido entre la plaza del mismo y la calle del Marqués de Arneva, calle de Francisco Díe…

Pinchando sobre su fotografía podéis acceder a una breve biografía de Francisco Díe Losada.

Francisco Díe Losada. Colección Antonio Luis Galiano Pérez. Enlace a biografía.

Junto al templo de la patrona partía una traviesa hacia la peña que llamaron carrer de Montserrat durante el siglo XVII.

Patro de Sal y Mur any 1631. Patro dels vehins any 1651. Patro de Sal y Mur any 1659. Archivo Municipal de Orihuela.

En los repartos del Real Equivalente para gastos de defensa del primer tercio del siglo XVIII, entre la Calle de Santiago y la Plaza del Raval Roche continuaba figurando la calle de Monserrate.

Resultas del quartel del año mil setecientos y catorce. Reparto Equivalente año 1717. Archivo Municipal de Orihuela.

Construida la Misericordia, el callejón actuó como pasadizo entre dicho establecimiento y la iglesia vecina. Y la titulación de Monserrate pasó a la plaza del arrabal. Sin vecinos y sin salida, acabó cerrado con una verja a partir de 1878.

El Segura. 2 de febrero 1878: El 25, con una concurrencia numerosa, fueron visitados los establecimientos de Beneficencia ofreciendo una comida extraordinaria a los enfermos del santo Hospital y a los asilados en la casa de Misericordia…

… En dicho establecimiento admiramos, además, el bello dibujo de D. José M. Moreno que figura la verja que ha de cerrar el callejón sin salida situado a la izquierda del templo de Monserrate.

Antes de seguir por la calle «jacobea» hablaremos de un enorme edificio desaparecido en el siglo XX.

La Casa de Misericordia.
La Casa de Misericordia. Colección Javier Sánchez Portas.

Las Casas de Misericordia nacieron entre los siglos XVII y XVIII para dar asilo a los pobres imposibilitados para el trabajo; evitando así la mendicidad y permitiendo, al mismo tiempo, expulsar de la ciudad a los vagos que pretendían vivir aferrados a la limosna.

A los huérfanos, hijos de padres enfermos, o sencillamente tan pobres como para no poder mantenerlos, la Casa de Misericordia les proporcionaba doctrina cristiana y el aprendizaje de un oficio.

Retrato y escudo del Gómez de Terán. Colección José Manuel Dayas.

En el año 1743 el obispo Juan Elías Gómez de Terán solicitó:

Fundar en la población de esta ciudad, y en la inmediación a la Iglesia de nuestra Sra. de Monserrate de nuestra jurisdicción, sita en ella y en la Parroquial del Sr. Santiago, una casa de Misericordia, donde los verdaderos pobres de Jesucristo Nuestro Bien, y que son imagen y representación suya, logren ser socorridos.

Construida con varias casas adquiridas a la cofradía de Monserrate en la calle de Santiago, la Casa de Misericordia estaba separada del templo por el callejón que he mencionado anteriormente.

Las obras financiadas por el Obispado con ayuda del Cabildo y de algunas limosnas, duraron casi tres años, abriendo sus puertas a los primeros asilados en diciembre de 1745.

Transcribo un fragmento de la Carta de erección y fundación de la casa de Misericordia de esta ciudad de Orihuela dada por el lltmo. Sr. Don Juan Elías Gómez de Terán:

Fundamos dicha casa de Misericordia, y recibimos a la Comunidad de ella por Eclesiástica y sujeta a nuestra jurisdicción con los individuos y particulares de ella, asignándoles, como les asignamos por vestido y hábito, el saco de paño pardo, valona y sombrero, de que les hemos hecho vestidos.

Y en el lado izquierdo del pecho sobre dicho hábito llevarán un escudo de bronce con un cuartel de nuestras armas, que contiene un jarro de azucenas orlado con el Ave María Gracia Plena, y sombrero episcopal sobre él.

Y concedemos nuestra licencia para que puedan usar de dicho vestido los que de nuestro orden y facultad en dicha casa sean admitidos.

Geroglífico de las Armas propias de la Casa de Misericordia de pobres huérfanos; Ancianos; y Mugeres malas de esta Ciudad de Orihuela. J. Montesinos. 1793. El escudo en la actualidad. Fotografía Ajomalba.

Según Montesinos, en el libro primero de su «Compendio», la erección dio principio el 13 de enero de 1743; y duró hasta el 31 de diciembre de 1745.

Piadosa Casa de Misericordia. Esta Casa de Piedad y Misericordia la fundó en el año 1743 el Iltmo. Sr. Dn. Juan Elías Gomez de Teran, con decentes Rentas que concedió el Sr. Felipe V. A las que se añaden las píngues limosnas que dan los Sres. Obispos de Oriha., y algunas personas devotas.

Esta dividida en tres piezas capaces; en la una habitan las Mujeres honradas pobres, como son Viudas y Doncellas huérfanas, que bien aconsejadas, se retiran de los peligros del mundo.

En la otra están los pobre hombres ancianos, jobenes accidentados, ciegos y niños huérfanos. En la tercera División, llamada la galera, que está fundada junto a la montaña con pared divisoria de las anteriores referidas, habitan las mujeres prostitutas, y rameras, obejas sarnosas contaminadoras de la incauta Jubentud, que recoge con especial zelo el Magistrado, y las deposita en perpetua recolección, hasta que dan muestras de estar arrepentidas, con palabra de mudar de vida, dando para ello fianza abonada…

… Está fundada en la calle de Santiago, frontera a la Magnífica Iglesia de Nuestra Sra. de Monserrate. Tiene su aseado oratorio, dedicado a la Purísima Concepción, donde se celebra Misa en todos los Domingos y Fiestas; y se reza el Rosario por las noches.  

Juan Elías Gómez Terán. Real Academia de la Historia. Pinchad para acceder a su biografía.

El capítulo 3 del libro séptimo, muestra «La Ilustre Fundación de la Casa pública de Recolección de malas mugeres; y de la Misericordia de Niñas huérfanas pobres desvalidas; de hombres ancianos, y Muchachos pobres; de esta Ciudad de Orihuela».

Aplicando sus ombros a la máquina de tanto peso, confiado en Dios, que siempre socorre a los que caminan con fin recto, fundó en esta Ciud. en el centro del Arrabal Roig, faldas de la peña, y frontera a la Iglesia de Ntra. Sra. de Monserrate, la comunidad de pobres menesterosos Enfermos de la Casa de Misericordia con su propia ordinaria facultad, y consulta que hizo al Beatísimo Padre Benedicto XIV y al Sr. Dn. Felipe V de Borbon.

Para cuyo efecto, el Sr. Fundador Dn. Juan Elias Gomez de Teran, expedio su Decreto, por el Mes de Enero, del año 1743, mandando que dicha nueva Casa se le guardasen sus exempciones; nombró por su primer Capellan al Piadoso Sacerdote Dn. Pedro Tarancon, para que la gobernase y presidiese en todos sus actos y funciones, así públicas, como privadas.

Estableció sabias discretas Constituciones para su Económico Govierno, que aprobó el Sr. Dn. Felipe V. Para el efecto de esta fundación y erección de la nueva Casa de Misericordia y Recolección, compró tres Casas grandes, casi solares de los Cofrades de Ntra. Sra. de Monserrate, por estar (segun dexo dho) enfrente de la expresada Hermita, en donde al principio oían Misa los pobres, y hacían otros piadosos Exercicios sin tener que salir de la misma Casa por un pequeño pasadiso.

Esa primera edificación debió ser muy modesta. El 26 de junio de 1756, en plena reconstrucción de la vecina ermita de Monserrate, el oriolano Pedro Pardo, y el vecino de Crevillente, Miguel Francia, ambos maestros alarifes, firmaron ante el notario Rafael Medina las condiciones para hacer y construir de su cuenta y riesgo la nueva fábrica material de la Casa de Misericordia, en el sitio y término que ocupaba la antigua, según tenían tratado, convenido y ajustado con el Ilmo. Sr. Obispo D. Juan Elías Gómez de Terán.

Archivo Histórico de Orihuela.

Para ello aceptaron arreglarse en todo, según reglas de buen artífice, a la planta y perfiles que había formado el matemático Antonio Villanueva y firmado el provisor y vicario general del obispado, el canónigo penitenciario de la Catedral Joseph Ximénez Lozano.

Se comprometieron a tenerla perfectamente construida, incluyendo la casa para el capellán, en dieciocho meses de plazo que arrancaban ese mismo día. No quedó un detalle sin concretar.

En las treinta y cuatro cláusulas se pormenorizaban los materiales que iban a ser empleados: tejas (de Alicante, Agost o Elda), pisos, cocinas, fregaderos, escaleras con su barandilla, 29 puertas interiores, 11 de doble hoja, 85 ventanas, 24 de ellas con reja, etc…

Plano de la Misericordia de fray Antonio de Villanueva. 1756. Archivo Histórico de Orihuela.

Volvemos al capítulo 3 del libro séptimo en el que Montesinos describe «la Misericordia» a finales del siglo XVIII.

Lo material de la Fábrica de esta Casa es grande; porque toda ella es primorosa, aseada y magnífica; está dividida en tres Estancias, baxo el presente arreglo: toda ella se manda por una Principal puerta, que es de una fachada primorosamente labrada de piedra blanca berroqueña.

La División primera está destinada para los hombres, tiene buenas quadras, Dispensa, Refectorio, Pozo, Balzas, Jardín y todo lo conducente para una buena vivienda. Los Ancianos y los Muchachos se entretienen en fabricar (por cuenta de la Casa) sogas, lazos y esparteñas; tienen derecho a ir a alumbrar a los Entierros, (siempre que pida la parte pobres) con la limosna de 12 dineros a cada uno.

La segunda División es para las honrradas Mujeres y Doncellas huérfanas; es mayor que la de los Hombres, tiene sus hermosas Salas, Dormitorios, Dispensas, Refectorio, Pozos y Balzas para labar la Ropa de la Comunidad; ellas se entretienen en hilar, coser, remendar y teger por Cuenta de la Casa.

En esta se ostenta un magnífico Oratorio, dedicado a la Purísima Concepción de María Sma. y está sobre un Trono de nubes, y tiene a sus pies los dos Gloriosos Stos. Jobenes Jesuitas, Sn. Luis Gonzaga y Sn. Estanislao Kotska; cuyo aseado Retablo, que es de talla moderna dorada, era propio de la Iglesia de los Regulares extinguidos Jesuitas de esta Ciud. que se dio de Limosna a esta Casa por Orden del Iltmo. Sr. Dn. Josef Tormo Juliá.

En este Oratorio sin juntarse, Hombres y Mujeres, niños ni niñas, ni salir las Rameras de su Recolección, oyen todos los Domingos y Fiestas de Precepto, la Misa que está a cargo de un Religioso Francisco Observante…

… Separadamente de estas referidas Abitaciones, en la última Estancia cercana a la peña, esta la Galera donde se recogen las mugeres vagas, Rameras y escandalosas, que recoge la Real Justicia, las que permanecen allí hasta que por algunos años, tiene arrepentimiento, mudan de vida, o se casan, que para todo hay hombres en el mundo.

Es esta Casa se halla otra habitación, muy decente, totalmente separada para el Rvdo. Capellán, que siempre es un Clérigo mayor anciano, exemplar y de loables costumbres.         

Plano de la Misericordia de fray Antonio de Villanueva. 1756. Archivo Histórico de Orihuela.

Tengo que hacer aquí un inciso para hablar de la Casa de Maternidad.

Veamos que dijo de ella y de la vecina Casa de Misericordia, Pascual Madoz en su «General Diccionario  geográfico – estadístico – histórico de España y sus posesiones de ultramar» (1845-1850).

Casa de Misericordia. La fundó D. Juan Elías Gómez de Teran, ob. que fue de aquella dióc., en 24 de enero de 1743, con el objeto de recoger huérfanos y pobres: su dirección y adm. está también a cargo de la Junta de Beneficencia…

… El edificio es sólido y muy capaz, sit. en el arrabal Roig y calle de Santiago, con escuela para niños, departamento de reclusión de mujeres y hospicio para transeúntes; su obra fue ampliada en 1818 por el ob. D. Simón López, y actualmente contiene 100 individuos de ambos sexos.

Casa de Maternidad. Fundóse por Carlos III en 1764, con el objeto de la crianza de expósitos, hallándose asimismo su dirección y adm. a cargo de la Junta de Beneficencia…

… El edificio es de la misma época que la casa de misericordia, enfrente de la que está sit.; es de buenas proporciones y bastante capaz.

Simón López García. Obispo de Orihuela 1815-1824. Arzobispo de Valencia 1824-1831. Retrato de Miguel Parra en la Catedral de Valencia. Enlace a su Biografía en la Real Academia de la Historia pinchando sobre la imagen.

Don Ernesto Gisbert contradice a Madoz en la fecha de erección. No así Montesinos, como luego veremos.

Casa de Maternidad. La fundó con un eremitorio a Ntra. Sra. de los Desamparados el mismo D. Juan Elias Gómez de Terán en el año de su fallecimiento, o sea en 1758 y no en 1764 como dice Madoz; en la calle de Santiago, frente a la casa de Misericordia.

En la misma hoja afirma, como hizo Madoz, que el obispo Simón López amplió el edificio de la Casa de Misericordia en 1818.

Como norma general suelo poner en duda la fechas aportadas por el bueno de Montesinos. Salvo cuando, como en este caso, fue testigo presencial de los hechos.

Su relato del traslado de la Casa de Maternidad y de la ampliación de la Casa de Misericordia me parecen lo suficientemente creíbles. Pero ni Gisbert, ni Madoz lo mencionan.

Simón López alcanzó el obispado en 1816 y fue desterrado por desobediente en 1820. No sé si tuvo tiempo para hacer alguna obra en la Misericordia.

Hasta que no encuentre pruebas concluyentes más allá de una breve afirmación de Madoz copiada por Gisbert, seguiré creyendo a Montesinos; quien pudo ver con sus propios ojos todo el proceso de reforma, traslado y ampliación.

Os dejo su versión. Buena parte está transcrita al pie de la letra en color rojo; el resto lo he resumido utilizando el tono habitual.

Geroglífico propio de las Armas q. usa la Noble, Leal y Piadosa Casa de los Niños Expósitos de esta Iltre. Ciud. de Orihuela. Josephus Montesinos Pérez. Año 1793. Compendio Histórico Oriolano. Tomo 7. Manuscrito. Caja Rural Central. Orihuela.

Desde que los hospitalarios de San Juan de Dios se instalaron en Orihuela en el siglo XVII, se encargaron del cuidado y crianza de los niños expósitos.

Desahogo tal vez de la impureza y liviandad de sus deshonestas madres que, por no criarlos, o por necesidad, o por malicia, los ahogaban en el Río Segura y sus acequias…

Hasta que Pedro Albornoz y Tapia, sucesor en la mitra de Juan Elias Gómez de Terán, de acuerdo con la Ciudad, fundó una Casa Particular para los citados Niños Expósitos por Real Orden del Rey Carlos III de Borbón en 1764.

Señalándole Rentas para vestir con decencia a los pobres niños expósitos, pagar las Amas de Leche, Criados de la Casa y reparos indispensables de esta. Esta Magnífica y hermosa Casa, que se construyó de otras pequeñas, que se compraron para este fin y efecto, se fundó en dicho año de 1764 y principio del siguiente 1765 en el Centro del antiquísimo Arrabal Roig, en la calle llamada de Santiago y su feligresía, pared mediera de la Casa de la Misericordia, junto a la Iglesia de Ntra. Sra. de Monserrate.

Se llama vulgarmente de los Niños Expósitos y de Ntra. Sra. de los Desamparados, cuya hermosa milagrosa Imagen se venera de escultura muy bien cincelada sobre su magnífico Balcón de hierro; y las Armas Reales sobre su buena y decente portada que es toda de piedra blanca berroqueña.

La Casa es grande, muy capaz y aseada, tiene un quarto baxo con el torno para hechar en él los niños pobres expósitos que no quieren sus madres ser conocidas; y a su lado hay un sepillo clavado de hierro, sobre el cual, entre pinturas se lee esta breve inscripción castellana que dice así. LIMOSNA PARA MANTENER LOS NIÑOS EXPOSITOS.

A finales del siglo XVIII, la Casa de Misericordia, aunque se había hecho capaz, no contaba con la extensión y comodidades que pedía una obra de tal naturaleza.

El capellán, Miguel Gascón, se lo hizo saber al flamante obispo Francisco Antonio Cebrián y Valdá; y este le dio permiso y facultades para que «dispusiese quanto tuviese y juzgase conveniente».

Antes, en el año de 1796, habían comprado algunas casas, tanto en la calle principal como en otra callejuela que tiraba hacia la peña.

Posteriormente pidieron permiso para trasladar la casa de los niños expósitos; y compraron una casa enfrente de la misma Iglesia de Monserrate, en la calle de Santiago. Era propiedad de un canónigo penitenciario, capellán de las agustinas.

Las obras para adaptar la nueva Casas de Expósitos comenzaron en febrero de 1798 y terminaron en diciembre de ese mismo año, colocando entre sus dos balcones las Reales Armas de Su Majestad con la patrona de la Casa, María Sma. de los Desamparados.

Traslación de la Casa de Niños Expósitos y «retrato» de Miguel Gascón, capellán de la Misericordia. MONTESINOS PÉREZ DE ORUMBELLA, Joseph; Compendio Histórico Oriolano. Tomo 15. Manuscrito. Caja Rural Central. Orihuela.

Una vez verificada la traslación de los expósitos, se entregó la antigua casa al obispo Cebrián para ampliar y modernizar la Casa de Misericordia, cuyas obras, según afirma nuestro cronista, insisto, testigo de los hechos, terminaron en 1801.

Y así se pudo hacer la grande y premeditada obra que tuvo su feliz principio en el día 22 de Marzo de 1798, y se concluyó con el mayor primor y aseo en 30 de Septiembre de 1801, siendo Pontífice Romano Pío VII; Rey de España Dn. Carlos IV; y Obispo de esta Diócesis el Iltmo. Sr. Dn. Francisco Antonio Cebrián y Valda, baxo la dirección y gobierno de su capellán, el Dr. Dn. Miguel Gascon, quien formó el plan de su obra.

Que se compone de espaciosos dormitorios para hombres, Niños, Mujeres ancianas y Niñas; Salas del trabajo donde se encuentran telares de lienzos, paños, cintas y lonas; tornos para hilar, costuras para coser; refectorios, oratorio primoroso, Casa del Capellán, todo con arrimadillos y pavimentos de manises finos de la Fábrica de Valencia; graneros para la custodia del trigo y cebada de Su Sa. Iltma. Habitación para las mujeres prostitutas; con total separación de todos los individuos de la principal Casa de Misericordia o Piedad.

Galerías, labadores, dispensas, lotanas para la construcción de las obras de esparto, como son espuertas, cordetas, sarzas, pleytas y toda especie de sogas; pozos muy abundantes, balzas, una fuente de agua mineral buena para baños, tinagero, dispensas y varias acollas con losetas de Alicante.

Tiene un grande patio descubierto con una capaz y hermosa balza. En los extremos se ve toda primorosamente pintada, con innumerables rejas de hierro y celocías. En fin, es casa que tiene quanto es posible de comodidades de las que antes carecía…  

Nota: Al igual que he dado credibilidad al traslado efectuado a finales del siglo XVIII, no descarto la posibilidad de que Gómez de Terán hubiese dejado ya planeada la Casa de Maternidad; incluso, como afirma Gisbert, que fuese él quien iniciase la obra en 1758 (el último año de su vida, cuando aún no reinaba Carlos III). Recordemos que Montesinos nació en 1745, y por esas fechas era todavía un adolescente.

La «Casa de Beneficencia» y el «Patronato de San José Obrero».

Todavía en manos de la iglesia a comienzos del siglo XIX, con las primeras desamortizaciones en marcha, los establecimientos benéficos vivieron tiempos muy difíciles; y se complicaron todavía más durante los seis años de guerra contra los franceses.

Acabada la contienda, estos centros de caridad siguieron funcionando de manera precaria, sin poder aplicar las reformas que los ilustrados habían considerado imprescindibles en tiempos de Carlos III.

La primera Ley General de Beneficencia en España se promulgó durante el trienio liberal. Destinada a regular todo lo referente a esta materia, sirvió de base a las diversas legislaciones promulgadas a lo largo de la centuria decimonónica.

En enero de 1822 los liberales traspasaron a la Administración del Estado las competencias de la Iglesia en las fundaciones benéficas. Y dos décadas después se trató de establecer un reglamento a través de las diputaciones.

El Eco del Comercio. 10 de noviembre 1840: ALICANTE, 1° de noviembre. Diputación provincial de Alicante. Estando a cargo de las diputaciones provinciales el cuidado de que los establecimientos de beneficencia pública, tienen su respectivo objeto, no ha podido mirar con indiferencia la de esta provincia, la suerte de los expósitos que en ella se encuentran; porque es un deber social atender a su mantenimiento y educación; es lo de suyo, de humanidad, y no puede descuidarse en un país civilizado, regido por instituciones liberales.

Así es que en las circulares de 26 de setiembre de 1838 y 11 de febrero de 1839 adoptó esta diputación disposiciones para suplir los vacíos que, por la falta de reglamentos, se notan en la ley de beneficencia pública de 6 de febrero de 1822, restablecida por S. M. en 9 de septiembre de 1836; pero desgraciadamente la experiencia ha demostrado que ni el primer método era suficiente, ni el segundo dejó de producir abusos, a cuyo remedio es necesario ocurrir con premura.

Por tanto, y con el fin de organizar el ramo de una manera general y conveniente, la diputación ha acordado lo que sigue: 1º. Desde 1º de enero de 1841 todos los niños expósitos de la provincia se conducirán a las casas de maternidad de Alicante, Alcoy y Orihuela, únicas existentes en la provincia.

2º. Cada uno de dichos establecimientos formará anualmente un presupuesto de sus gastos, y en su vista la diputación repartirá la cantidad que importaren, entre todos los pueblos de la provincia, por la misma base que se verifique el repartimiento del equivalente…

7º. Las Juntas municipales de beneficencia de Alicante, Alcoy y Orihuela, a cuyo cuidado están las casas de maternidad, se entenderán directamente con la diputación en todo lo relativo a este ramo, y dispondrán lo que convenga para la buena ejecución de lo que va dispuesto…

La Misericordia. Portada a calle de Santiago, fruto de la ampliación. Colección Javier Sánchez Portas.

La Ley General de Beneficencia de 1849 terminó de regular la intervención del Estado a través de las Juntas de Beneficencia. Transcribo el principio del reglamento.

Revista enciclopédica (Madrid). 1849: Ley de Beneficencia pública. Doña Isabel II por la gracia de Dios y la constitución de la monarquía española, reina de las Españas. A lodos los que las presentes vieren, sabed: Que las cortes han aprobado y nos sancionado lo siguiente:

Art. 1º. Los establecimientos de beneficencia son públicos…

Art. 2º. Los establecimientos públicos se clasificarán en generales, provinciales y municipales… Todos los establecimientos de beneficencia están obligados a formar sus presupuestos y a rendir anualmente cuentas circunstanciales de su respectiva administración…

Tenemos las cuentas de Orihuela, aportadas por Madoz en ese mismo año de 1849. La Casa de Misericordia ingresaba 36.180 reales; de los que 180 eran producto de rentas propias; 30.000 de arbitrios y 6.000 de la venta de manufacturas que se elaboraban en el propio establecimiento.

Sus gastos, que ascendían a 38.522 reales, se repartían entre manutención, dependientes, botica, camas, ropas, vestuario, útiles de cocina, facultativos, empleados y otros gastos generales.

La Casa de Maternidad, con unos gastos de 39.490 reales, disponía de unos ingresos por casi 40.000 (los conceptos de gasto eran casi los mismos que en la misericordia; quitando los dependientes y añadiendo las «amas de lactancia»).

No voy a extenderme mucho más con este asunto. En la segunda mitad del siglo XIX la Casa de Maternidad desapareció y sus funciones fueron transferidas a la de Misericordia. El establecimiento, con dirección y administración municipal quedó a cargo de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.

El diario de Orihuela. 19 de julio 1886: Ha tenido lugar la solemne función que las Hijas de la Caridad de esta ciudad dedican a su patrono San Vicente de Paul en la iglesia parroquial de Santiago. Acompañada por la banda de música municipal ha sido devuelta procesionalmente la imagen de San Vicente de Paul al Oratorio de la casa de Beneficencia.

Para ofreceros una descripción de la Casa de Beneficencia a comienzos del siglo XX, voy a utilizar un reportaje de prensa. El 20 de agosto de 1903, el diario «La Comarca» dio cuenta de una comida extraordinaria a los asilados de los centros benéficos, poniendo especial atención en los «pobrecitos niños de la Misericordia».

Al llegar la comisión a dicho establecimiento, estos, con sus ropitas nuevas, ocupaban las mesas del limpísimo comedor; en su inocencia se creían en aquel momento dichosos, no se hubieran cambiado por el hijo del más potentado. Una niña de 10 años, llamada Guadalupe Belmonte ha pronunciado un discurso dando las gracias a la comisión. La simpática muchacha lo ha dicho muy bien y ha sido aplaudidísima y uno de ellos ha dado un ¡viva el Ayuntamiento! Que han contestado todos con entusiasmo…

A la semana siguiente, el mismo diario publicó una supuesta denuncia contra la gestión del «benéfico establecimiento» y la escasez de fondos aportados por el Ayuntamiento.

La comarca. 26 de agosto 1903: EN LA CASA DE MISERICORDIA. Hasta nosotros han llegado noticias de la triste situación por la que atraviesa dicho benéfico establecimiento, donde se albergan tantas infelices criaturas, y no hemos querido dilatar ni un solo instante el ocuparnos del asunto, con el fin de interesar en él a todas las personas caritativas de Orihuela.

La cantidad con que el ayuntamiento contribuye al sostenimiento de este establecimiento es tan escasa, que aquellos infelices carecen del alimento, necesario, pues las comidas que se les sirven son bastante deficientes….

Enterado el alcalde, Francisco Román, invitó a la redacción de «La Comarca» a efectuar una visita a la Misericordia, acompañados por la comisión municipal de Beneficencia. Y, al parecer, salieron muy satisfechos.

Hijas de la Caridad en un lavadero oriolano a mediados del siglo XX. Antonio Ballester Vidal.

La comarca. 28 de agosto 1903: EN LA CASA DE MISERICORDIA. Una visita. La madre superiora de las hermanas de la caridad encargadas de dicha casa, nos recibió afablemente, y al exponerle el Sr. Román el objeto de nuestra visita, mostró su extrañeza, pues afirmó que nunca como hoy se encontró mejor servido el establecimiento, disfrutando los asilados todos los beneficios que pueden dispensárseles en las mejores casas de caridad de este género.

Para demostrarnos estas afirmaciones, nos suplicó fuésemos viendo todos los departamentos de que se compone el edificio. Lo primero que pudimos notar, es que éste posee las mejores condiciones higiénicas por lo espacioso y bien ventiladas de sus habitaciones.

Entramos al local que ocupa la escuela de los niños y en él estaban todos al cuidado de una hermana de la caridad; había terminado la hora de clase. Los muchachos todos llevaban una blusa nueva y limpísima. Puestos de pie, miraban con la mayor, sorpresa y respeto, a los señores visitantes.

La superiora nos llamó la atención sobre la robustez de algunos y el buen aspecto de todos, que demuestra bien a las claras que con una alimentación deficiente no sucedería esto así. Pasamos a los dormitorios y en ellos quedamos encantados del orden y limpieza que vimos. Cuanto de esto digamos es poco; nunca haríamos los elogios que merecen las hermanas que a su cargo llevan todos estos trabajos.

Los techos de los dormitorios son nuevos, pues hace muy poco tiempo que se reedificaron; las camas de hierro con buenas ropas… Vimos también tres magníficos y grandes armarios, los cuales estaban repletos con las ropitas de los niños; los trajecitos para salir a la calle nuevos, zapatos, camisas, etcétera, etc…

Después pasamos al pabellón que ocupan las niñas a otro extremo del edificio. En igual orden lo encontramos todo. Visitamos la escuela de donde acababan de salir las muchachas y aún vimos la labor que cada una acababa de abandonar en el sitio que ocuparon. Fuimos a la bonita iglesia y allí las encontramos a todas rezando con gran devoción…

Dicha iglesia estaba dividida en dos naves o departamentos, uno lo suelen ocupar los niños de cada sexo, a los que nunca se les permite unirse. Además, existen otros desde los que, sin que puedan ser vistas, asisten al culto las mujeres recogidas y que se encuentran en cierto estado.

Las enfermerías, patios, corredores, comedor, el botiquín todo lo fuimos recorriendo sin que en ningún sitio notáramos deficiencias de ninguna clase.

Por último; la superiora nos condujo a la cocina, y allí vimos la comida que se estaba condimentando y que tenían que servir media hora después a los asilados. Ésta se componía de patatas, arroz y judías; y estaba hecha a mucha conciencia. Además, un buen cocido con carne y sopa, que estaba destinada a los niños que, por su estado, necesitaban alimentos más nutritivos.

Nos quedaba que ver la sala destinada a los expósitos y allá fuimos, siempre guiados por la madre superiora. Esto es sin disputa lo mejor que tiene la casa de Beneficencia. El torno donde son depositados los niños, en vez de la campana que antes tenía, ha sido substituida por un timbre eléctrico que avisa a las dos hermanas que están de guardia hasta que aquellos son recogidos.

Dos nodrizas permanecen también allí continuamente.  Las cunas están muy bien arregladitas y limpias junto a las cuales no faltan las ropitas completamente nuevas.

Al terminar nuestra visita nos despedimos de la virtuosa y sufrida anciana que tantos años lleva a su cargo el gobierno de aquella casa manifestándole lo agradablemente impresionados que salíamos de allí; si esto sucede siempre, que no lo dudamos porque lo hemos visto por nuestros propios ojos, la casa de Beneficencia de Orihuela no tiene que envidiarle nada a las que existen en poblaciones de más importancia y más recursos que en la nuestra.

Durante la II República, concretamente en marzo de 1934, el consistorio aprobó el traslado de la Casa de Beneficencia al Cuartel de Sementales, con el propósito de instalar escuelas en el edificio de la calle de Santiago.

Suspendidos los concejales en abril, la nueva Junta Gestora, a instancias del director de la Beneficencia José Mazón Torrecillas, revocó el acuerdo y los niños regresaron al viejo edificio.

Patio de la Beneficencia poco antes de su demolición.

En 1952 el jesuita Ramón Navés Ciurana, del Colegio Santo Domingo, fundó la Obra Social de las Congregaciones Marianas en un edificio situado en los Andenes.

Con ayuda de las Hijas de la Caridad, los niños se trasladaron al edificio de «La Misericordia» y se elaboraron los primeros estatutos del patronato. En 1957 los jesuitas se trasladaron a Alicante, dejando la obra social de San José Obrero a la Diócesis.

Boletín Oficial del Obispado de Orihuela. Junio 1957: Disposiciones del Poder Civil, MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. ORDEN de 28 de marzo de 1957 por la que se crea el Patronato Diocesano de Educación Primarla de Orihuela. Ilmo. Sr.: Visto el expediente incoado por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo de Orihuela (Alicante) en solicitud de la constitución del Patronato Diocesano de Educación Primaria y la creación de Escuela Nacional de Enseñanza Primaria dependiente del mismo.

Teniendo en cuenta que se justifica debidamente que se dispone de local que reúne las debidas condiciones técnico-higiénicas y dotado de todos cuantos elementos son necesarios para la debida instalación e inmediato funcionamiento de la Escuela solicitada…

Lo que en un principio se pensó como refugio temporal acabó convertido en el asentamiento definitivo del patronato San José Obrero, dirigido por el Padre Domingo Juan Almodóvar.

Diez años después, el fuego arrasó este impresionante edificio; concretamente el domingo 8 de enero de 1967.

Hoja oficial del Lunes. 9 de enero 1967: DESTRUIDO POR UN INCENDIO. El edificio del Patronato «San José Obrero de Orihuela». Trescientos niños fueron puestos a salvo. Orihuela (Alicante). Un incendio ha destruido el edificio del Patronato Diocesano «San José Obrero» de esta ciudad. Los trescientos niños que acogía la institución fueron puestos a salvo sin el menor daño.

Dos bomberos sufrieron lesiones breves en los trabajos de extinción y los daños se calculan en tres millones de pesetas. El siniestro se inició a las cinco de la madrugada en una nave donde se guardan ropas, mantas, colchones y otros enseres.

Fue advertido por un muchacho marroquí de quince años, Mohamed, quien dio la voz de alarma. Inmediatamente, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y el vecindario, no obstante la hora, se dedicaron a la evacuación de los 300 pequeños que, procedentes de toda España, se encontraban en sus dormitorios.

La población infantil conservó la serenidad, y la tarea de ponerla a salvo se desarrolló con rapidez y orden. Como los servicios locales de bomberos eran insuficientes para combatir el fuego, fueron avisados los de Murcia, Elche y Alicante, que acudieron con diligencia. Después de localizar las llamas, estas fueron extinguidas por completo tras dos horas de intensa tarea.

El Director del Patronato, Padre Domingo, en los primeros momentos, sacó el Santísimo Sacramento del Sagrario y lo puso a salvo. Los niños fueron acogidos por el vecindario, que les proporcionó ropas, techo y comida. El edificio, que quedó destruido, data de 1740 y era de vastas proporciones.

El corresponsal de «T.V.E.» en Orihuela, don Juan Fenoll, prestó en los primeros momentos un valioso servicio, aportando sus equipos de reflectores e iluminación a la zona del siniestro, sumida en la oscuridad hasta entonces y facilitando en considerable medida la tarea de los bomberos. La Guardia Civil cooperó eficazmente desde el primer momento en los trabajos de salvamento.

Hoja oficial del Lunes. 9 de enero 1967

ABC. Martes 10 de enero 1967: Orihuela (Alicante), 8 de de enero. Un incendio ha destruido el edificio del Patronato Diocesano «San José Obrero». Los trescientos niños que acogía la institución fueron puestos a salvo sin el menor daño. Dos bomberos sufrieron lesiones breves en los trabajos de extinción. Los daños se calculan en tres millones de pesetas.

El siniestro se inició a las cinco de la madrugada en una nave donde se guardan ropas, mantas, colchones y otros enseres, y fue advertido por un muchacho marroquí de quince años. Dio la voz de alarma e inmediatamente, las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul y el vecindario, no obstante la hora, se dedicaron a la evacuación de los 300 pequeños que se hallaban en sus dormitorios.

Como los servicios locales de bomberos eran insuficientes para combatir el fuego, las autoridades avisaron a Murcia, Elche y Alicante y acudieron con diligencia los servicios de extinción de incendios, que en tarea coordinada lograron localizar las llamas y extinguirlas a las dos horas.

Dos bomberos del parque de Alicante, uno de ellos el jefe, don Demetrio Vaca, y Manuel Jiménez cayeron, al hundirse el segundo piso, al primero. Aquel logró asirse a una reja exterior y fue inmediatamente rescatado con erosiones leves en las manos; el bombero Jiménez cayó a la planta inmediata y tiene contusiones sin importancia.

Los niños, que salieron de sus dormitorios sin tiempo para vestirse, fueron acogidos por el vecindario, que les proporcionó ropas, techo y comida. El edificio, que quedó destruido, data de 1740 y era de vastas proporciones.

El obispo de la diócesis, don Pablo Barrachina Esteban, ha aceptado, en su cualidad de presidente del Patronato, el ofrecimiento del alcalde para acondicionar el palacio del marqués de Arneva como provisional residencia de los niños.

El presidente de la Hermandad Sindical de Labradores y Ganaderos ha hecho entrega al director del Patronato de 10.000 pesetas para atender las primeras necesidades y el prelado inició una suscripción, encabezándola con 50.000 pesetas.

Villar Palasí visitando el edificio tras el incendio. Archivo Mariano Pedrera.

El programa de la SER «Ustedes son formidables» recaudó dos millones y medio de las antiguas pesetas, utilizadas para construir una nueva Residencia en el Raiguero de Bonanza, a la que se trasladaron en septiembre de 1968.

Treinta años después del suceso, Juan Fenoll recordó aquel incendio como su mejor reportaje.

La Lucerna. Junio 1997: Homenaje a D. Juan Fenoll Villegas: … ¿Cuál recuerda como su mejor reportaje? R. El del incendio del Patronato Diocesano San José Obrero. Llegué a las cuatro de la madrugada, pocos minutos después de que fuera descubierto el fuego.

El patio central estaba a oscuras, ya que las llamas comenzaron en los dormitorios de los niños. Enchufé el cable de mi foco en una vivienda vecina y así pude alumbrar el patio con esa potente luz. Allí estuve hasta que amaneció ayudando a los bomberos para que no trabajaran a ciegas.

Gracias a mi foco, también se pudo ver a un bombero de Alicante que permanecía colgado de una ventana a gran altura del suelo y así rescatarlo cuando ya estaba a punto de caerse. Por este hecho me nombraron en Alicante «Hombre del año».

Villar Palasí visitando el edificio tras el incendio. Archivo Mariano Pedrera.

A comienzos de la década de los 70 el impresionante edificio fue derribado; y en buena parte del solar se construyeron las instalaciones del «Colegio Virgen de la Puerta».

El escudo de armas del obispo Gómez de Terán, ejecutado en «piedra de Abanilla con bastante relieve y toda perfección», nos ha quedado como recuerdo de esta institución. Se puede contemplar adosado al lateral de la iglesia de Monserrate.

Retrato y Escudo del obispo Gómez de Terán adosado al lateral de la iglesia de Monserrate. Fotografía Ajomalba.

El «Pocico de Santiago».

«Atlas de España y de sus posesiones de ultramar» de Francisco Coello. Plano de Orihuela. 1859.

La primera calle a la izquierda, rebasada la «Casa de Misericordia», formaba parte de un entramado de callejas adaptadas a la falda de la sierra.

Comunicaba con «el Pocico» a través de «Espaldas de la Misericordia» y de una travesía sin nombre que fue bautizada en 1861 por la comisión para el arreglo del nomenclátor.

La construcción del colegio Virgen de la Puerta ocupó buena parte de su espacio y dejo un callejón sin salida bautizado como Calle Benferri.

Ajomalba.

Podemos hacernos una idea del caprichoso urbanismo pegado a la sierra en estas calles seculares que conforman el barrio llamado «Pocico de Santiago»; nombrado durante el siglo XVIII como «calle o callejón del Pocico», en referencia a un antiguo pozo del que se abastecían sus vecinos.

Calle Pocico de Santiago. Archivo Carmelo Illescas.

Así lo cita Gisbert en el apartado «Aguas»:

Orihuela cuenta con innumerables pozos de aguas salobres, aunque también tiene algunos de potables en la raíz de la montaña, entre los que son dignos de mencionar, por su buena calidad, el de Santiago a la espalda de este templo…

José María Pérez Basanta.

Los señores de la comisión para el nomenclátor, al llegar a esta zona, propusieron varios cambios.

En el cuartel del oeste, o sea arrabal Roig solo existe una travesía sin nombre, que es la que conduce desde la calle del Pocico a Espaldas de la Misericordia. La travesía del Pocico y los terrenos contiguos al Norte de la calle de este nombre, se titulará Calle de la Misericordia. 

La Calle titulada del Pocico se llamará Calle del Pozo. Y el sitio llamado Espaldas de Santiago, se titulará como antiguamente, con todas sus adyacencias Calle de la Fábrica.

Repartos del Equivalente 1717 y 1719. Archivo Municipal de Orihuela.

Prácticamente nada de lo propuesto se llevó a cabo. En la actualidad, la calle «Pocico de Santiago» comienza con un pequeño ensanche ornamentado con un brocal.

Alberto Zerón Huguet.

A los lados parten dos calles; la de la izquierda, llamada «Calle Espaldas de la Beneficencia», contiene un callejón, ya sin salida, llamado «Travesía Espaldas Beneficencia».

Fotografía Ajomalba.

La de la derecha, calle «Espalda Calle Santiago», como su nombre indica, nos ofrece una vista trasera de la iglesia de Santiago, dando paso a una callejuela sin salida, bien metida en la sierra, llamada «Calle el Pájaro».

Fotografía Ajomalba.
Fotografía Ajomalba.

Permitidme terminar extendiéndome un poco con una de estas modestas callejas pegadas a la sierra que he mencionado espaldas de la Misericordia y Santiago.

Hace años descubrí que uno de mis apellidos, Albarracín, estaba en una calle que, por su situación en el padrón, debía caer cerca de Santiago.

Archivo Municipal de Orihuela. Siglo XVIII.

Pensé que tendría relación con los ganaderos trashumantes turolenses, muy frecuentes en nuestra ciudad.

Las dehesas de la vega media y baja del río Segura eran aprovechadas por los serranos de Albarracín, accediendo por las cañadas que atravesaban la Mancha. Lógicamente, se hospedaban en Orihuela con frecuencia.

Y así quedó,  aparcada, hasta que José Ojeda Nieto me brindó otro hilo del que tirar, otra posibilidad para justificar este nombre: la calleja que desde mediados del siglo XVI aparece como Alvayzil, Alvayasil o Alvayazil.

Archivo Municipal de Orihuela. Siglo XVII.

Gracias a un notario que inventariaba los bienes de un tal José Sánchez, sabemos que dicha calle estaba detrás de la Iglesia de Santiago, como suponía, subiendo la sierra, en una especie de «Albaicín oriolano».

Y es que, además del famoso barrio de Granada «situado al pie del cerro de San Miguel» —otra coincidencia—,  dentro y fuera de Andalucía existen muchas localidades que mantienen el nombre de Albaicín en sus  callejeros.

Esos barrios tienen algo en común: Albaicín hace referencia a barrios elevados, separados del resto de la ciudad. De origen árabe, «rabat al-bayyazin» significaba barrio en pendiente, costanero.

Aquél notario, quizá poeta frustrado, denominó al barranco que bajaba cercano a la Iglesia de Santiago con un nombre lírico muy del gusto de las leyendas «morunas». Transcribo literalmente la nota que me pasó Pepe Ojeda:

Jose Sanchez posee una casa ubicada en la zona que se extiende desde detrás de la Iglesia de Santiago hasta la sierra (el Albaicín oriolano), «en el callejon que llaman de Abayasil (sic) por donde baxa el barranco de los Ojos de la Reyna Mora. La casa linda al E con la peña, al W con casa de Jaime Esquiva, al S con «calleja de Albayazil», y al N. casa.

Así pues, es muy probable que Albayazil acabase escrito como Albarracín, término que aparece en el siglo XVIII. Pero no me digáis que no es bello y romántico el nombrecito que le da al barranco: De los Ojos de la reina mora.

Emilio Bregante Palazón.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).