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Justo García Soriano 2. (1894-1901).

Justo García Soriano. Traseras de Santo Domingo. Montaje Ajomalba.

Nací hace treinta y cinco años en Orihuela de una familia burguesa poco acomodada. Mi buen padre era perito agrónomo y empleado de aquel Ayuntamiento. Me complazco en apuntar mi modesto origen, porque si yo fuera capaz de sentir orgullo, esta humildad nativa sería mi mayor motivo de vanagloria: lo poco que soy y lo nada que valgo lo debo a mi constancia y a mi propio y exclusivo esfuerzo.

Noticia crítica y auto-biográfica. AMO LJGS.

En este país del nepotismo y del tanto tienes, en el que cualquier hidalguete de gotera desciende de don Pelayo y en el que todo se suele esperar de la herencia o de la lotería, del padre alcalde, de la mano y de las aldabas del padrino o de la diosa casualidad, no es poco el poder ufanarse uno, aun siendo insignificante, de ser hijo de sus obras…  

Justo García Soriano. «Noticia crítica y autobiográfica».

Justo García en el Colegio de Santo Domingo.

Colegio Santo Domingo en 1863. Colección Javier Sánchez Portas.

Exclaustrados los dominicos en 1836, su impresionante edificio quedó en manos del Estado hasta que fue cedido al Obispado de Orihuela en marzo de 1864. Cuatro años después, tras varios tira y afloja, la junta provincial autorizó las reformas pertinentes y el prelado Pedro María Cubero y López de Padilla puso en marcha un colegio de jesuitas en el edificio de Santo Domingo bajo la advocación de San Estanislao de Kotska.

Aún estaban organizando las primeras clases cuando estalló «la Gloriosa». El colegio quedó disuelto y los jesuitas se marcharon, con gran disgusto de la población. En 1872 regresaron para refundar el colegio diocesano de Santo Domingo, camuflando a la comunidad jesuita bajo el amparo de la mitra. El 15 de noviembre de 1873 volvieron a ser expulsados del edificio. Pero esta vez la expulsión duró apenas diez días y regresaron muy fortalecidos, casi como héroes. Si os interesa conocer más a fondo este tema, pinchad en la siguiente imagen.

Enlace al artículo monográfico sobre el Colegio de Santo Domingo

A partir de 1874 los jesuitas, ya sin tapujos, regentaron un colegio autorizado para impartir la Segunda Enseñanza que fue ganando en prestigio año a año; generando una selección económica y social entre su alumnado interno.

Semanario católico. 25 de julio de 1874: En el colegio de segunda enseñanza de Santo Domingo de Orihuela se hizo solemne distribución de premios el día 21 de Junio, con asistencia del Ilmo. Señor Obispo, Ayuntamiento y un inmenso concurso. En este colegio, dirigido por ilustrados y piadosos Sacerdotes, que solo cuenta dos años de existencia y hasta ahora no ha enseñado sino los tres primeros años de segunda enseñanza, hubo en el último curso 69 colegiales y unos 100 alumnos externos, y sabemos que para el curso próximo está pedido ya el número 97 para colegiales internos. El nuevo curso se abrirá el día 16 de Setiembre, debiendo los alumnos internos estar en el colegio el día 15 antes de las siete de la tarde. Lo recomendamos.

En los primeros cursos los alumnos externos procedentes de la clase media oriolana superaban ampliamente a los internos. El creciente elitismo del colegio quedó patente en el progresivo avance del internado. Pocas familias podían permitirse pagar los 3.000 reales al año en concepto de enseñanza y manutención; más 50 reales para el gasto ordinario de papel, tinta y plumas. Gracias a un prospecto descubierto por Manuel Revuelta González, nos podemos hacer una idea de la exigencia económica comprobando el equipamiento que solicitaban para los internos en 1872.

El equipo de los alumnos consiste en una levita de paño azul turquí, con cuello derecho y al borde galón estrecho de oro fino, abrochada con botones dorados, pantalón negro de paño fino, sombrero negro de castor con galón estrecho de oro fino, y faja de punto de seda azul celeste —una chaqueta o levita, según la estatura del alumno, pantalón y chaleco, todo de paño de color marrón—. Dos pares de pantalones de paño o lana gris, tres blusas, un cinturón de charol, un gorro de terciopelo azul, dos corbatas de seda negra, tres pares de botitos o zapatos—.

Las demás prendas son: diez camisas, ocho pañuelos, ocho pares de medias, ocho cuellos de camisa derechos, el abrigo interior que gusten, tres pares de sábanas, cuatro fundas, cuatro toallas, cuatro servilletas, dos colchones de lana de una arroba cada uno, de un metro y sesenta y cinco centímetros de largo, y ochenta y cinco centímetros de ancho, una almohada, dos sobrecamas blancas, una manta de lana y otra de algodón, dos sacos para la ropa del lavado y peines, cepillos, tijeras, etc. Además, presentarán todos a su entrada una cama de hierro, según el modelo del Colegio, un cubierto de plata, un anillo para la servilleta, y una alfombra para el pie de la cama.

Comedor del Colegio. Colección Javier Sánchez Portas.

La crónica. 13 de octubre de 1887: A los alumnos externos del Colegio de Santo Domingo de esta ciudad, se les ha concedido recientemente el uso de una gorra uniforme que los diferencia de los internos por las divisas y los distingue de los otros estudiantes de los otros centros de instrucción. Dicha prenda es de paño color tina oscuro, con visera de charol, y lleva dos esterillas de plata y un escudete de hilo del mismo metal con las iniciales C. S. D. Nos parece muy bien la disposición adoptada por el señor Rector del referido Colegio, como siempre nos ha parecido perfectamente todo lo que tiende a distinguir y estimular a la juventud estudiosa.

Alumnos del Colegio Santo Domingo. Colección Tejuelo.

El artículo siguiente, fruto de una crítica al comentario que sobre Orihuela publicó «El Liberal» dentro de su campaña «un viaje por España», nos informa de la proporción entre internos y externos, coincidiendo en la fecha con la entrada de Justo a Santo Domingo: doscientos pensionados llegados de varias provincias frente a un centenar de oriolanos que recibían enseñanza gratuita del Bachillerato; bueno, casi gratuita.

El Independiente. 28 de noviembre de 1894: Es indudable que al enumerar las iglesias de la población no hubiera ascendido su número a veinte y dos, sin que contara algunas ermitas de su término municipal, bastante extenso (…) No hubiera pasado tan de ligero por el centro docente de Santo Domingo mirándolo por encima de la cúpula; y hubiera considerado que allí se da la enseñanza gratuita del Bachillerato a otro centenar de muchachos, aparte de unos doscientos internos de las provincias limítrofes, y hasta de la Corte. Y entrando en el edificio de la antigua Universidad, habría podido admirar alguna joya arquitectónica, y la Biblioteca Provincial instalada en dicho edificio…

«El Oriolano»: Colegio de Santo Domingo de Orihuela. Se pone en conocimiento de los alumnos externos que hubieren de continuar sus cursos académicos, en el de 1885 a 1886 o ingresar en este colegio, que desde el día cinco del actual hasta el quince ambos inclusive, estará abierta la Secretaría todos los días no feriados, de nueve y media a once por la mañana y de tres y media a cinco por la tarde, para el pago de los derechos de matrícula; y que en los mismos días y horas se hallará constituido el tribunal para los exámenes de ingreso. Orihuela, 30 de Septiembre 1885.

Recibo matrícula curso 1895/1896. AMO. LJGS.

En realidad, el de Alicante era el único Instituto de Enseñanza Secundaria que existía en la provincia. Pero tenía agregados numerosos centros religiosos privados como el de Santo Domingo. Todos los años a mediados de junio, llegaba a Orihuela una comisión de profesores del instituto provincial que, durante una semana evaluaba a los alumnos. Concluidos los exámenes se daba por terminado el curso académico con una solemne distribución de premios; y la comisión de profesores volvía a Alicante.

Notas de los cursos 1895-1900. AMO. LJGS.

Justo García Soriano fue uno de esos alumnos externos procedente de la clase media que, con poco dinero pero sobrado de méritos, se formó duramente con los jesuitas. Según cuenta su hijo, ya había destacado por sus conocimientos gramaticales en el colegio del maestro Monera, donde recibió su primera enseñanza. El siguiente párrafo proviene de las notas biográficas de Justo García Morales.

Realizó al menos el estudio de las primeras letras con un excelente maestro «normal», según entonces se decía, don Antonio Molera, periodista, literato y pensador, además de músico y aficionado a hacer charadas. Mi padre refería que en las clases de cualquier materia, pero en especial de Gramática, preguntaba primero a los alumnos mayores; y cuando no contestaban, se dirigía a él, que era el benjamín, con esta frase estereotipada: —Canta, pajarico, canta—y casi nunca solía defraudarle...

Si de algo se sintió orgulloso fue de su educación. Nadie le regaló nunca nada; y a pesar de las dificultades, privaciones y carencias, llegó siempre hasta donde se propuso y de manera holgada. Él mismo contó su experiencia como «colero» muchos años después, en una revista de antiguos alumnos del colegio de 1925.

Colección Javier Sánchez Portas.

Cierro los ojos y, como en sueños, me veo niño, de diez años, vestido de marino, con una guerrera de lanilla gris. Estoy en un aula de Santo Domingo, puesto de pie con los brazos cruzados y la cabeza caída sobre el pecho. Sollozo por lo bajo y no oso levantar la vista. Todos mis compañeros me miran desdeñosos y burlones: ¡El “colero”!  

—Es la quinta vez que damos los pretéritos y supinos. Si tuvieran oídos esas paredes los repetirían ya de coro. ¡Y usted aún no sabe de ellos ni jota! Esta tarde, señor García, se quedará usted castigado. Y como su desaplicación no tiene enmienda, el castigo será ejemplar: se pondrá usted de rodillas en el pozo del claustro cuando salgan los alumnos de todas las clases ¡y caigan sobre usted el escarnio y el baldón de todo el colegio!

De nada me sirven mis súplicas, ni mi llanto. El castigo se cumple al pie de la letra. Suena alegre la campana anunciando la hora de terminar las clases; y yo, puesto de hinojos sobre la férrea tapa del brocal que en el centro del claustro hay, tapándome la cara con la Gramática latina abierta por los pretéritos y supinos, turbado y casi desvanecido de pena y de vergüenza, soy el blanco de todas las miradas y risas de todos los alumnos que desfilan por los pórticos…

Colegio Santo Domingo. Colección Javier Sánchez Portas.

Destacó como alumno ejemplar entre los años 1894 y 1901. Y, al contrario que Gabriel Miró, alabó públicamente la severidad, exigencia y calidad de la segunda enseñanza recibida entre esos añejos muros; especialmente en la asignatura de latín. Pero nunca olvidó como los jesuitas le atormentaron en su infancia, marcando para siempre su personalidad; envejeciéndolo prematuramente.

A los PP. Jesuitas del Colegio de Santo Domingo de Orihuela debo una sólida instrucción en la 2ª Enseñanza, sobre todo en los estudios literarios, para los cuales supieron despertar eficazmente mis medianas aptitudes y mi vocación fervorosa. El latín que aprendí en el colegio me bastó para hacer luego con éxito mis estudios facultativos de Letras, y a su fundamental y metódico aprendizaje atribuyo mis modestos éxitos humanísticos…

Colegio de Santo Domingo. Colección Tejuelo.

Creo sinceramente que sin los firmes cimientos literarios adquiridos por mí en el Colegio de Santo Domingo de Orihuela, no me hubiera sido posible luego hacer con relativa facilidad mis estudios de Humanidades, ni menos ponerme en condiciones de escribir un libro que mereciera una honrosa aunque benévola distinción de la Real Academia Española.

En el colegio de jesuitas de Orihuela estudié el bachillerato. Con mucho latín y mucho escolasticismo, rigorismo y machaconería de rancios dómines, aquellos buenos padres echaron unas bases sólidas a mi cultura literaria; lástima que a la vez entristecieran mi infancia sonriente y jubilosa con muchos ejercicios espirituales, con la lectura del Kempis y del libro de la oración del P. Granada y con diarias meditaciones sobre la vanidad de todas las cosas del mundo, sobre la brevedad de la vida y la inminencia de la muerte.

Alumnos de Santo Domingo en 1901. Colección Tejuelo.

Aquellas lúgubres reflexiones cotidianas ensombrecieron mi puericia y me dieron una seriedad prematura, haciéndome un adolescente formalito y triste, romántico y desilusionado, y dejando en mi vivir una terrible huella de hastío y melancolía que ya no he podido disipar nunca. Mi obsesión continua ha sido desde entonces la sombra de la Muerte y la tristeza por todo lo efímero, por todo lo que pasa y se esfuma en el tiempo. Mi afición a los estudios históricos nació de este estado psíquico, de un ansia grande de resucitar todo lo desaparecido y todo lo muerto, de arrebatar al pasado todo lo que esconde entre el polvo y las sombras del olvido…  

Mucho antes de terminarse aquel curso, yo, el colero, había logrado escalar, a fuerza de desafíos, uno de los primeros puestos de la clase: ¡llegué a cónsul romano, nada menos! Pero mi especialidad y mi fuerte eran los ejercicios escritos que llamábamos “composiciones”. (…) Si logré hacer progresos en Latín, no los hice menores en la Retórica y poética (…) en dos concertaciones o certámenes del curso de Retórica obtuve el premio de poesía: el primero por una composición en redondillas que titulé La Providencia y el otro por Un diálogo entre la A y la U, apólogo escrito en endechas.

Colegio Santo Domingo. Colección Javier Sánchez Portas.

Con 17 años cumplidos, el joven García Soriano superaba la Reválida del Bachillerato en Alicante y su familia tuvo muy claro que, a pesar de la escasez de recursos económicos, Justo cursaría una carrera. Y escogió la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid. 

AMO. LJGS.

1899-1901: Primeras publicaciones.

En su etapa de estudiante se había enamorado de la Literatura; y la palabra se convirtió en su mejor herramienta. Además de bordar el latín, destacó especialmente en retórica y poética; escribiendo sus primeros versos con sólo doce años.

Mi primera vocación literaria se manifestó en la Poesía. Desde los doce años comencé a escribir versos con relativa facilidad. Mi primera composición poética que vio la luz pública apareció en el Diario de Murcia allá por 1897. El ingenuo soneto amoroso de todos los principiantes.

Muy pronto logró hacerse un hueco en una prensa que vivía momentos de gloria durante la Restauración. Comenzó con quince años (él dice que fue antes). Las primeras publicaciones que yo he localizado son de mayo y julio de 1899; una poesía y un cuento publicados en «Miniaturas» y en «La Mariposa».

Las Provincias de Levante. 4 de mayo de 1899: ORIHUELA. Sabemos que el próximo sábado 6 del actual, empezará a publicarse en esta localidad una revista ilustrada que constará de 16 páginas, en las cuales irán alternando con bonitas Ilustraciones en colores, artículos literarios, poesías, pasatiempos, etc. y la tirada se hará en elegante papel satinado, dispuesto de manera que pueda ser encuadernado y del agrado de los lectores; lo cual creemos conseguirán, pues su índole es puramente literaria, y una revista ilustrada no recordamos se haya publicado nunca en Orihuela. Se titulará Miniaturas y les individuos que forman la redacción, no se proponen otra cosa al darlo a luz, que volver por la cultura de su pueblo, a quien demuestran con esto querer en gran manera.

No se nos oculta el sacrificio que hacen, pero creemos lograrán captarse las simpatías del público, pues a todo son acreedores por su desinterés y buena voluntad. La redacción la componen los ilustrados y aventajados jóvenes de esta ciudad D. Gratiniano Baches Romero (Director), D. Nazario Martínez Limorte, D. Enrique Luis Cárceles y D. Justo García Soriano, (estos dos últimos redactores artísticos). Aparecerá los días 6, 13, 21 y 28 de cada mes y el precio de la suscripción será 0’60 ptas. en la localidad cada mes, y fuera 2 ptas. el trimestre. Por anticipado le deseamos larga vida, mucha aceptación y prosperidad.

Miniaturas. Número 1 – 6 de mayo de 1899.

Mi pobre padre conservó hasta su muerte, entre sus papeles predilectos, una de aquellas primeras composiciones mías, al pie de la cual, el P. Carbonell había escrito con lápiz azul, la siguiente censura: “¡Ánimo y adelante, señor García! con un poco más de cuidado hará usted composiciones lindísimas”.    

La Mariposa, revista semanal. Alicante, 23 de julio de 1899. La Pilara (Cuento huertano)

La carta que transcribo a continuación, proviene de un borrador encontrado en una de sus libretas. Utiliza como título la epístola de Horacio a los Pisones, un cásico de la poesía latina. Está dirigida a la redacción de «La Mariposa»; en concreto a Nazario Martínez Limorte, su redactor jefe.

Cuando cita a “Baches” se refiere a Gratiniano Baches Romero, director de la citada revista y de «Miniaturas». Era hijo de un maestro del Pilar de la Horadada que acabó desempeñando la misma profesión que su padre. Era también poeta aficionado que, entre 1898 y 1900, publicó en El Eco del Segura, Miniaturas, La Mariposa y en el Oriol. Es impresionante la erudición y el tono que emplea Justo con sólo quince años.

EPÍSTOLA A LOS PISONES. De Quinto Horacio. Amigo (¿) Nazario: Recibí la esquela que por conducto de mi padre me mandaste. Lo que en ella me decías y lo que mi padre me contó no me hizo la menor extrañeza; al contrario, confirmó mi acertada sospecha de ese Baches, de ese tan íntimo amigo tuyo. Antes de querer probarte que mi composición no era tan mala como ese necio maleducado ha creído (o ha fingido creer), te daré algunos juicios (no solamente míos) sobre algunas de las poesías que habéis insertado en ese periodicucho, tan lleno de necedades, y para que con su comparación veas que si no son peores que mi soneto (no sonsonete) son por lo menos iguales.

Primeramente tropiezo en el primer número (página 4ª si no mal me acuerdo) con un solemne tropezón; y aquel tropezón no era solamente una sencilla errata de escritura, ni una licencia poética, ni una metáfora, ni siquiera comparación, porque Horacio dijo en su Epístola ad Pisones: “Sed non ut placidis coean inpuitia; Serpentes avibus geminentur; tigribus agni”. (Que traducido viene a decir: no mezclar con lo áspero lo suave, con la serpiente el ave, o con tigre feroz manso cordero).

Sino un disparate que redundaba sobre el mismo común sentido, que repugna a su naturaleza, sí, aquello es muy gracioso: y después … con amargura, una y otra se alejaron (las florecillas) silenciosas y ocultaron la fuerza de su dolor. ¡Hombre, no sabía yo que las florecillas tenían también vida locomotiva; es decir, que podían alejarse de un lado a otro!… ¡¡¡viviendo y aprendiendo!!! Ese señor de Elías Miguel tendrá muy leída la Psicología: ¡ya se ve! Pero veamos otros más gordos. Luego, el sapientísimo Baches me pone también en la palma del desierto. ¡Otra cosa que no sabía yo!

¡Yo creía que los desiertos no producían vegetales! Porque yo he estudiado en la escuela que desierto era un terreno arenisco, seco y sin producción vegetal ninguna. Pero, en fin, lo dicen así algunos sabios, forzoso es creerlo y tragarla, aunque sea una rueda de molino. Seguía a esta una composición de mujer; bastaba leer la firma. ¡Cuántas camisas tendrían en su casa sin remendar!…

Amigo mío, ahora me dirijo a ti también, yo creía que al volar no se daban pasos. Eso está en tus bellezas, en la octava real primera. (Número primero) Poco más abajo leo: “Y que alumbréis mi oscura mente con mil rayos de luz inspiradores”. ¡Yo, chico, creía también que todos los rayos que alumbraban, eran de luz! Y veo que ahí lo determinas. ¡Y nunca había pensado que los nombres tuvieran color sonrosado, o del que sea! ¡Unos más sonados que otros… vaya, eso tiene pase! Ya sabemos que tu mente tiene mucho esplendor… ¡ja!… y engalanado. Y todo eso lo has escrito tú. ¡El Director jefe de la “Mariposa”! ¡Muy amigo mío! Es decir…

Luego tu amigo Reynel, en su Presupuestos y colores, en lo que debía haber sido un romance con los versos pares del mismo asonante. Me clava una rima distinta en cada cuatro versos, haciendo unos verdaderos trovos o cantares, que el tío Pavano, el célebre cantaor de esta huerta, los haría mejor. Pero con todo eso, no se podían comparar con mi poesía, porque mi poesía tenía el terrible disparate de poner magullido por magullado (Disparate que el Director-Jefe no se tomó la molestia de corregir a pesar de ser esa su obligación), disparate que, como licencia, lo han puesto mil veces en forma semejante Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Ruiz Alarcón; pero si es que los dignos redactores del “Mari Posa” no los conocen, sepan que son los mejores de nuestra habla, sepan que son los que debía leer mucho sus obras, pues les hace falta; sepan que Espronceda ni Zorrilla no servían ni para mojarles la pluma.

Aunque ¿para qué quiero disculpar mi soneto si tenía una horrible falta? Pero no es la de magullido, es otra mayor, es otra tres veces más atroz, una espantosa, la de no cumplir la regla de Calderón de la Barca: “Puesto que lo paga el vulgo, es justo hablar en necio para darle gusto”.

Nazario, se conoce que a mi innoble crítico (tan conocido por ti como por mí) le picó aquello de ignorante. ¡Claro! Y al que le pica se rasca. Ya te iré comunicando más despacio la recua de disparates que habéis insertado en esos papeluchos; que “han deshonrado mi firma” (como me ha dicho un amigo mío con más barbas que vosotros y sin duda con más experiencia y ciencia). No os ofendáis por esto, solo es una lección, que os enseña a corregir antes vuestras grandes faltas que las del prójimo; porque en verdad, estáis viciando la gramática y la retórica, y sólo dando a conocer al público la mala prosa y poesía con innumerables errores, que si se consideran filosóficamente, van encaminadas contra la misma esencia de las cosas. Por lo demás, siempre amigo tuyo. JUSTO GARCÍA.

Si te dignas contestarme, aunque no soy amigo de explicaciones, haz el favor de aclararme la frase esa de: “Te diría Andreu algo de Justo García”; (Baches) te daría los versos ¿verdad? Juzga tú si tengo razón de sobra”. ¡Leal amigo… verdadero amigo! ¡¡¡Falsedad de la vida! ¡ja!…¡ja!…

En cuanto al «Diario de Murcia», donde afirma que debutó, he repasado su sección poética y, hasta finales de 1899, el único García Soriano que figura es Maximiliano. No he encontrado nada de Justo hasta el 30 de diciembre de 1899; fecha en la que le publican «En tu cara». Podría haber utilizado un seudónimo; pero me parece raro que un crío de trece años ocultase su nombre. Es más, recordando sus inicios, escribió estas líneas en la revista que él mismo fundó:

Oróspeda. 15 de febrero de 1917: Mi primera o una de mis primeras poesías infantiles, como las de otros muchos jóvenes que hoy son eminentes literatos de esta tierra, apareció en la Sección Amena de «El Diario de Murcia». Todos los que escriben y han publicado algo, saben la íntima exaltación que en el alma ingenua de un principiante produce el ver por primera vez en letras de molde, estas sugestivas y voraces letras de molde, su nombre y apellidos bajo unos párrafos o unas estrofas que han salido de nuestra cabeza. Desde aquel fausto día de mi oscuro debut literario, yo amé y admiró a Tornel con toda mi efusión de niño. Vosotros, los que habéis pasado por este mismo trance, lo comprenderéis perfectamente. Aquello fue por el año 1898 o 1899….

Como quiera que “hecho un cesto se hacen cientos”, cometido mi primer atentado contra las Musas reincidí a diario y publiqué en los periódicos regionales numerosas poesías. Mis modelos eran principalmente los clásicos y algunos románticos; de los contemporáneos solo influyeron en mí por entonces Campoamor, Núñez de Arce, Salvador Rueda y Vicente Medina. Los Aires Murcianos de este último estaban a la sazón muy en boga; y quise ser también uno de los cultivadores de la poesía regional seria: no me gustaba lo panocho.

El Diario de Murcia 1899-1900

A partir del poema «En tu cara», sus publicaciones adquieren cierta regularidad en el diario murciano. Sólo en 1900 he encontrado 22 con los títulos siguientes separados por meses: En enero «Soneto» (con la errata García Serrano). En febrero “Claveles”y “Fúnebre”. En abril «De Flores silvestres (Yo no soy la mesma)”, «Soneto», «Flores silvestres (To es así en la vida), «A una flor marchita» y «Celos».

En mayo «Carita de cielo» (publicado dos veces). En junio «Sensaciones», “Flores silvestres (Solica)», «Mensajero de amor (Soneto)» y «La Flor y la Abeja (dedicada a la linda y distinguida niña, Conchita Echeverría Carvajal)».

En julio «El Arroyo (Balada)». En agosto «Naufragio», «Epigramas» y “Al Tader». En septiembre «Veneciana». En octubre «Lluvia». En noviembre «A la Virgen de Monserrate» y en diciembre “Soneto”.

Diario de Murcia. Noviembre de 1900

En 1901 continuó su fructífera relación con «El Diario de Murcia». En la sección «Amena», localizada en la contraportada, le publicaron medio centenar de poemas breves. En enero: “Amorosas” (soneto I), “Amorosas” (soneto II) y “Rasgos de Amor” (soneto III). En febrero: “Ausencia” y “Variaciones”.  

Justo sufrió muy pronto la censura; los sonetos que aparecieron titulados como «Amorosas», en realidad querían ser «Eróticas», como explica la siguiente carta del veterano periodista murciano, José Martínez Tornel.

AMO LJGS. 1901

Sr. D. Justo García Soriano. Muy Sr. mío y estimado amigo: No tengo inconveniente en publicarle a vd. los sonetos que me indica en la suya del 3 del corriente; pero quitándoles desde luego el título de «Eróticas» que es de ¿suyo? deshonesto y alarmante, bastando ponerles «Amorosas» y autorizándome desde luego para corregirlos y suprimir el que no pueda ser corregido. Suyo afto. s.s. q. b. s. m. José María Tornel. 5 de enero de 1901.

El Diario de Murcia enero y febrero de 1901.

En marzo se multiplicó la frecuencia llegando a la docena: «La Mañana», «La Tarde», «La Noche», «La Paloma», «La Gloria», «Reflexión», «Sin Ideal», «La Barquilla», «El Despertar de la Rosa», «La Muerte del Soldado», «El Río» y «El Caballo». En abril de quedó en ocho: «El Amor de la Rosa», «La Guirnalda», «La Primavera», «Una Lágrima», «El Rocío», «Las Rosas Amarillas», «El Ruiseñor» y «El Día». En mayo solo he encontrado «El Recuerdo y la Esperanza». En junio le publican «La Guerra» y las dos primeras entregas de «Sensaciones»; completadas a principios de julio con otras dos entregas homónimas.

El Diario de Murcia junio y julio de 1901.

En agosto fueron cinco: “La Vida y la Muerte (Lo que no es sueño)”, “La Última Trova”, “La Azucena”, el soneto “Envidia” y “Tardes Estivales”. En septiembre sólo tres: “Hastío”, “Otoño” y “El Espejo”. Octubre otros cuatro: La extensa balada “Ariadna”, “El Aire”, “A un Vate” y más “Sensaciones”. Cuatro más en noviembre, antes de salir para Madrid: “Tristeza”, “Lluvia”, “Temor” y “Nostalgia”.

Con toda esa experiencia acumulada «Justico» se embarcó en su primera publicación propia; y recibió sus primeros elogios tanto en la prensa local como en la murciana. Era un poema titulado “Esperanza”, editado en la imprenta de Luis Zerón de Orihuela. Y estaba dedicado a su querido tío Filomeno, jefe de Telégrafos de Murcia, quien además de quedarse ciego, había perdido a un niño con una inteligencia muy precoz; un primo de Justo que falleció de meningitis.

Mis trabajos poéticos de más extensión y de más empeño fueron los poemas de La Orcelia del que publique dos o tres cantos en un periódico de Orihuela y dejé sin concluir; y Esperanza (1901), mi primer libro, canto filosófico de resignación y consuelo dedicado a mi tío don Filomeno García Sánchez, “nuevo Hípocles” y “nuevo Job” como yo le llamaba, que había perdido todos sus hijos y había quedado sin vista.

Publicación original de “Esperanza”. Colección Javier Sánchez Portas.

El labrador, 7 de noviembre de 1901: Esperanza tiene por título un hermoso poema debido a la pluma del novel e inspirado poeta don Justo García Soriano. También Orihuela tiene hijos a quien las musas se emplacen en favorecer con las grandezas de inspiración que lo hicieron en la mente de nuestros más insignes vates. Con este, primer ensayo literario se propone el joven poeta consolar de hondos pesares a un ser amado para él a quien recientes pérdidas de familia han sumido en el abatimiento.

El asunto elegido es apropiado, y  seguramente habrá conseguido con el poema su deseo. La versificación es fácil y valiente; propia del rudo marinero que se retrata luchando con las olas del tempestuoso Océano. Por nuestra parte le felicitamos muy cordialmente, deseando no abandone el rumbo emprendido y no olvide nuestras columnas, que en la lectura de sus versos el público tendrá una verdadera complacencia. Deseámosle un  feliz viaje a la corte para donde ha salido y perseverancia en su aplicación.

El Diario de Murcia, 14 de noviembre de 1901: Ayer llegó a esta ciudad procedente de Orihuela, el ilustrado joven poeta don Justo García Soriano, a quien tuvimos el gusto de saludar. Nuestro joven colaborador y amigo ha publicado, muy bien editado en Orihuela, un poema titulado “Esperanzas” en el que su autor demuestra el aprovechamiento y la perseverancia con que viene cultivando sus aficiones literarias. Por lo que hemos visto al hojear la obrita, el Sr. García Soriano ha estado en ella muy afortunado y merece por ello los plácemes de los que vemos con gusto sus progresos y aplicación. El poema está dedicado a D. Filomeno García Sánchez, tío del autor.

Certificado de empadronamiento y buena conducta, solicitado seguramente para empadronarse en Madrid. (AMO. LJGS.)

Certifico que en el padrón de cédulas personales de esta ciudad correspondiente al año 1901, aparece inscrito al nº 3981, Justo García Soriano, domiciliado en la Calle de Colón, de diez y siete años de edad, natural de Orihuela, provincia de Alicante, de estado soltero, estudiante, con cédula personal de clase 11ª (…) Igualmente certifico que el ante dicho Justo García Soriano, ha venido observando continuamente buena conducta. Orihuela a seis de Noviembre de 1901.

Como bien anunciaba «El Labrador», el 15 de noviembre de 1901 Justo marchó a «la Corte» para comenzar con retraso sus estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Central de Madrid. Permitidme pues cortar aquí y comenzar el próximo capítulo con su aventura en la capital. Se accede a él pinchando en la siguiente imagen.

Enlace al siguiente capítulo.

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).

Mi agradecimiento a Javier Sánchez Portas, a Jesús García Molina y a José Manuel Dayas.

Justo García Soriano 1. (1884-1893).

«Escríbame pronto dándome noticias de Orihuela, que bien sabe usted lo mucho que me intereso por nuestro pueblo y cuánto he trabajado y sufrido estos aciagos años por conservar sus cosas. No dudo que tengo en usted un decidido defensor que me pondrá a salvo de acechanzas y calumnias».

Prefacio.

El párrafo anterior pertenece a una carta escrita de puño y letra por Justo García Soriano en mayo de 1939 «año de la victoria». Está dirigida a Antonio Penalva; de quien solicitaba ayuda y respaldo intuyendo lo que se le venía encima.

De nada sirvió buscar apoyo entre sus conocidos de Orihuela. Justo se había declarado republicano muchas veces; y eso no se lo iban a perdonar nunca. Incluso se había atrevido a dar el «paseillo» a la Armengola asegurando que era sólo un mito sin fundamento histórico. Desposeído de su condición de funcionario, un hombre bueno y honrado fue procesado, encarcelado y desterrado.

En el año 2013 emprendimos una inútil campaña para conseguir que se hiciese justicia con uno de los más notables personajes de la historia de este pueblo ingrato con sus hijos. Sólo sirvió para que Justo García Soriano, oriolano, bibliotecario de la Real Academia de la Historia, funcionario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, investigador y protector del patrimonio local durante la Guerra Civil como responsable de la Junta Central del Tesoro Artístico, tenga una pequeña sala en la biblioteca municipal de Orihuela, llamada María Moliner en recuerdo de una gran mujer, aragonesa y represaliada como Justo, funcionaria del mismo cuerpo, autora del famoso y meritorio diccionario por el que ha sido homenajeada en múltiples bibliotecas, colegios e institutos de toda España.

María Moliner.

Y la biblioteca de Orihuela perdió la oportunidad de llamarse Justo García Soriano como nuestro eminente bibliotecario merecía. Algunas fotografías de él y de su familia que encontraréis en esta especie de biografía, proceden del legado documental que su hijo, Justo García Morales, donó en 2005 a esa misma biblioteca y archivo municipal.

Valga este trabajo como mi particular homenaje a uno de los oriolanos más insignes y peor tratados de nuestra historia. Un hombre culto, moderno y comprometido que fue represaliado por haber sido leal al Gobierno de una República en la que creía firmemente. Un hombre sabio que buscó la verdad de nuestra historia y luchó por conservar el patrimonio de Orihuela y de Murcia durante la Guerra Civil, sin pensar en su propia subsistencia. Y que por ello murió enfermo, humillado y olvidado, lejos de la tierra que tanto quería y que nunca le quiso lo suficiente.

En principio contamos con tres textos autobiográficos. Dos son manuscritos de puño y letra de Justo, procedentes del legado; el tercero un artículo publicado en la revista de antiguos alumnos del Colegio Santo Domingo recordando su periplo con los jesuitas.

En las «Memorias de Juan Oriol», el trasunto literario de Justo nos cuenta su nacimiento y algunas historias de su más tierna infancia. La «Noticia crítica y autobiográfica», escrita cuando tenía treinta y cinco años, nos habla más de su carrera, de sus logros personales en una vida de continuo esfuerzo. Estos textos en los que habla el propio Justo los he marcado en rojo; los que proceden de prensa o de documentos, aparecen en gris.

Dar una pequeña muestra de nuestra labor artística o intelectual, está al alcance de la mano más corta y perezosa; pero desnudarse coram populo (delante del pueblo) fría y honradamente, confesarse ingenuamente ante los lectores es acto temible y dificilísimo; porque el pudor y la vanidad impiden descorrer del todo, sin rebozo o disimulo, el velo que envuelve nuestra vida íntima y nuestros recatados pensamientos.

Si es arduo, casi imposible el exacto conocimiento y juicio propios, es de mucha mayor dificultad el hablar uno de sí mismo con toda verdad e ingenua franqueza. Se me pide ahora que lo haga, y he de procurarlo con la sinceridad algo ruda de que he hecho gala siempre. Justo García Soriano. 1920.

Justo García Soriano. 1. Infancia. (1884-1893).

Memorias de Juan Oriol. Recuerdos de la Infancia. AMO LJGS.

Justo nació en Orihuela un lunes de Pascua Florida de 1884. Escogió la simbólica fecha del 14 de abril para venir al mundo en la Corredera; muy cerca del arco que daba fin y singularidad a esta calle tradicional. No podía imaginar que un día compartiría cumpleaños con la II República: el compromiso que le marcó de por vida.

Yo nací en Orihuela, en la calle de la Corredera, en una casa de planta baja y dos pisos, que la ocupaban toda mis padres. Estaba situada casi al final de la rúa, larga y recta, cerca del arco que había entonces, por donde se salía a la barrera y a la huerta y donde parte el camino de Almoradí. Sobre el arco había un amplio balcón con un altar, en que se daba culto a la Virgen de la Salud, y se decía misa los domingos.

El arco de la Corredera.
Colección Javier Sánchez Portas.

En los dos ángulos que las casas formaban con la fachada del arco había dos talleres: uno de aperador, el que había a la izquierda, y el otro, a la derecha, de un herrero que se apellidaba Sarra. La herrería de Sarra tenía otra puerta por la barrera, frente a la senia o noria que regaba los huertos próximos  y estaba  siempre frecuentada por los parroquianos, huertanos y campesinos  que le encargaban el arreglo de sus legones y de las rejas de sus arados…

El lunes, 14 de abril de 1884, cerca de las diez de la noche, mi señora madre tuvo a bien darme a luz. La asistió una comadrona y mi tío Pepe, médico cirujano que vivía frontero a la casa de mis padres. Uno de los primeros vecinos que acudieron al saber la novedad fue Sarra, el herrero. Mi padre me lo refirió muchas veces, Sarra, al contemplarme desnudito y lloroso, agitándome sobre las ropas de la cuna, dijo a mi madre: —Ramona, este chico necesita ya zapatos.

Era el quinto del los seis hijos que bautizaron en la Catedral el matrimonio formado en 1870 por Justo García Sánchez y Ramona Soriano Moreno. Y le impusieron los nombres de Justo, Ángel y Tiburcio.

Sobre el borde de la pila de mármol rojo me desnudaron la cabeza y recibí en el occipucio el agua bautismal que me administró el licenciado Lidón. Me acristianó mi tía Antonia, hermana de mi padre. Fue el padrino mi primo Pedro, médico homeópata de Murcia.

La Corredera. Colección Javier Sánchez Portas.

Fue mi bateo rumboso. Acudieron a la puerta de casa todos los chiquillos de la Corredera. El padrino les arrojó varios duros en calderilla; y a los invitados se les sirvió la chocolatada de rigor, dulces, aperitivos, licores y, sobre todo, las monas de pascua propias de aquellos días. Este pormenor de los que asistieron a mi bautizo me lo recordó muchas veces mi madre, porque luego han sido siempre mi manjar predilecto estos bollos tan típicamente levantinos.

Sus hermanos fueron: Abelardo (1871), Mª del Milagro (1875), Abelardo (1879), Beatriz (1880) y Ángel (1887). Aparte de Justo, sólo sobrevivió Milagros; casada en 1905 con un maestro de instrucción pública llamado José Linares Aliaga.

Transcripción Registro Civil. AMO LJGS

Fueron sus abuelos paternos Ángel García García, cirujano, natural de Prádena del Rincón (Madrid) y María del Rosario Sánchez Santacruz, natural de Orihuela y sobrina del famoso político del siglo XIX al que dedicaron la calle que une el Barrio Nuevo con Santa Lucía.

Don Ángel estudió Medicina en Madrid a comienzos del siglo XIX. Al terminar la carrera, con España invadida por los franceses, ingresó en el cuerpo de Sanidad Militar y fue destinado al Regimiento de Caballería Lusitania. Participó en la batalla de Bailén y posteriormente su regimiento se instaló en el Cuartel de Caballería de Orihuela. Allí conoció a la oriolana María del Rosario Sánchez.

El regimiento de Lusitania se quedó de guarnición en Orihuela, y mi abuelo, soltero y en estado de merecer, conoció en esta ciudad a una linda doncella de quince abriles que le echó las redes y el anzuelo. Se enamoró de modo fulminante con la tremenda complicidad del clima del país levantino, tan propicio en estas explosiones pasionales.

Cuartel de Caballería Rehabilitado. Colección Javier Sánchez Portas.

Pero el padre se opuso a la relación con un militar de paso en plena Guerra de Independencia. Era el año 1811 y la fiebre amarilla comenzaba a hacer estragos. Nuestro médico se contagió cumpliendo con su deber y, aunque quedó desahuciado en un hospital, acabó sanando y pidió el retiro y una plaza de médico en Guardamar. Consintió entonces el padre; y Ángel se casó con María del Rosario; domiciliados en la calle de la Puerta Nueva (el actual Paseo). 

Calle de la Puerta Nueva. Colección Javier Sánchez Portas.

Era provervial en Orihuela la fecundidad matrimonial del médico don Ángel. Un hijo cada año hasta el número de veintidós. Ocurrió que un año se detuvo el abono; pero el siguiente se compensó con el nacimiento de dos niñas gemelas. El menor de los hijos, mi padre, fue a la vez amamantado por la que le trajo al mundo, y por su hermana mayor, Pepita, ya casada.

El día en que nació mi progenitor a mi abuelo le tocó el premio grande de la Lotería, dicho en lenguaje directo, no translaticio. Y en unas notas que escribió y conservó, lo comentó así: «limosna que Dios me envía para ayuda de criarle». Don Ángel tuvo la satisfacción de sentar a su dilatada mesa a dieciocho hijos, nueve hembras y nueve varones, ya adultos.

El último de aquella inmensa prole fue su padre; llamado Justo por haber venido al mundo el 17 de Julio de 1841 conmemoración de las santas Justa y Rufina. Justo García Sánchez era perito agrónomo de profesión. Trabajó para la Compañía de Ferrocarriles Andaluces durante el periodo de la construcción de la vía férrea.

En 1890 era «temporero» en el Ayuntamiento de Orihuela gracias a «la credencial que le proporcionó su sobrino carnal, el alcalde de Orihuela don Francisco López García» .  

Justo García Sánchez. AMO Legado JGS. 

Mi padre era perito agrónomo, y por su profesión era muy conocido de los huertanos y de los labradores de todos los pueblos de la comarca (…) por los años que yo nací mi padre trabajaba con destino fijo, en las obras del trazado del ferrocarril de Alicante a Murcia: hacía los peritajes de los terrenos que se expropiaban por la Compañía de Andaluces. Era entonces director de esta el Marqués de Loring, quien estimaba mucho la hombría de bien y la laboriosidad de mi progenitor.

El diario de Orihuela. Número 1058 – 27 de febrero de 1890: Ayer se remitió por esta Administración subalterna a la de propiedades de la provincia, el acta de medición y tasación del terreno que ya conocen nuestros lectores situado en la falda de la sierra titulada «Cruz de la Muela» en su parte Oeste, cuyas operaciones se han llevado a efecto por los peritos agrónomos D. Enrique Tormo y D. Justo García Sánchez, nombrados por el Sr. Delegado de Hacienda y el Síndico de este Ayuntamiento respectivamente.

De los abuelos maternos tenemos menos detalles. José Miguel Soriano Vicente era un carpintero natural de Daya Nueva que se casó con la oriolana Ramona Moreno Sánchez y se instalaron en la Barrera de la Corredera de Orihuela. Transcribo la descripción que hizo de ella su nieto Justo García Morales.

Gran tipo de mujer el de mi abuela Ramona. Enérgica y voluntariosa, realizaba el milagro cotidiano de estirar el dinero, atender la casa, y cortar y coser cuando hacía falta, cualquier género de ropas y vestidos, sin que pueda olvidarse su primor en la cocina y repostería típica oriolana.

Así contribuyó a sacar adelante a su familia formada por su marido y por ella, los hijos Milagro y Justico, por una cuñada sordomuda, la tía Rosa, así como por algún deudo más que solía agregarse. Hijos tuvo muchos más: dos llamados Abelardo, que fueron muriendo sucesivamente; Beatriz, fallecida en 1883; Ángel, estrellado al caerse en la Glorieta la niñera que le llevaba en sus brazos…

Ramona Soriano Moreno. AMO. LJGS.

Milagros, única hija que no se malogró. Le pusieron ese nombre por la forma en que vino al mundo: cuando se encontraba doña Ramona fuera de cuentas, cayó al Río Segura o a una de sus acequias desde la parte del edificio en que se encontraba, envuelta en cascotes.

Con lo poco que sabía nadar llegó a una de las orillas y se afianzó a un cañaveral, aguardando que, a su petición, le trajeran una larga escalera que ella sabía que se guardaba en una iglesia próxima, subiendo por su pie y dando a luz felizmente a los pocos días. Mujer muy piadosa, de familia carlista, nunca se perdía la primera misa, la del alba en la parroquia; en los pocos ratos libres con que contaba, gustaba de releer el devocionario…  

El 11 de mayo de 1884 se inauguraba la nueva línea de ferrocarril con la asistencia del presidente del Consejo de Ministros y del obispo Victoriano Guisasola Rodríguez, quien bendijo las locomotoras y carruajes que recorrieron la población jaleados por la multitud. Cuatro días después, se acordó denominar al paseo en construcción como del marqués de Casa Loring, en honor a Jorge Enrique Loring Oyarzábal, fundador de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces que había establecido la línea Murcia-Alicante. Justo hace una descripción de su madre y de sí mismo aquel día:

Paseo de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas.

Al mes de nacer yo se inauguró el ferrocarril de Murcia a Alicante. El acto se verificó con la mayor solemnidad. Concurrió don Antonio Cánovas del Castillo, oriundo de Orihuela y a la sazón presidente del Consejo de Ministros. Arcos de follaje, guirnaldas, gallardetes y banderas adornaban la estación. Al aparecer y silbar la locomotora del primer tren que circuló por Orihuela, la muchedumbre que llenaba la estación y sus alrededores lanzó vítores y gritos de alborozo, a la vez que una banda de música prorrumpió entonando los acordes de la marcha real.

En sitio preferente se hallaba mi familia, contemplando el acto de la inauguración férrea. Al lado de mi madre, una niñera endomingada llevaba un niño chiquitín, con un trajecito emperifollado lleno de encajes y cintas de seda azul, y tocado con una gorrita de bebé. El pequeño era muy blanquito y tenía los ojos claros. La mamá, en cambio, era morena, un poco chata, y con ojos y pelo muy negros. Como se infiere, aquel niño había de escribir muchos años después estas líneas.

“El Graduador” Alicante, 14 de mayo de 1884: Inauguración del Ferro-Carril de Alicante a Murcia: Eran las 9,18 de la mañana, cuando llegamos a la estación de Callosa de Segura, también engalanada y también recibiéndonos con música y con regocijo. El corto trayecto que nos separaba de la ciudad episcopal lo recorrimos en muy breves instantes; y no sin bastante calor y ambicionando algún momento de reposo. A las 9,35 abandonábamos el monstruo de hierro en la estación de Orihuela.

Ceremonias: ¿Queréis tener una idea de cómo pasaron los primeros instantes para los expedicionarios en la estación de la ciudad diocesana? Pues figuraos un gentío inmenso amontonándose apiñado sobre vosotros; y música, mucha música, y ruido, mucho ruido, y calor, mucho calor, y polvo, mucho polvo, y comisión que viene por aquí, y representantes de este o del otro pueblo que llegan por allá, y el recibimiento al Sr. Obispo que acaba de entrar en el andén, y todos esos mil detalles que enojan, cuando se espera algo que tarda (ese algo era el descanso que todos necesitábamos) y se espera puestos de frac y guante blanco, con el guarda polvo al hombro, de pie y sin atrevernos a separarnos del sitio de la concurrencia.

Y gracias a que los instantes de espera, fueron dulcificados con la vista muy agradable de algunas hermosas orcelitanas. Y no nos referimos solamente a las muchísimas que se agolpaban en las tribunas levantadas al efecto, no; junto a nosotros, en el andén, había una docena de muchachas acicaladas a la usanza del país, dignas representantes del pueblo de Orihuela, con canastillos de frutas y flores en las manos (…). Una de ellas llevaba en un papel escrito, el saludo que, en nombre de todas había de dirigir al Sr. Cánovas.

A las diez y cuarto próximamente llegaban el Presidente del Consejo de Ministros y sus acompañantes (Director de Obras públicas, D.  Emilio Cánovas, hermano del Presidente, D. Luis Silvela, hermano del ministro de Gracia y Justicia, algunos periodistas de Madrid y Murcia, y las autoridades y comisiones de esta ciudad) y después de las presentaciones, ofrecimientos, música y vítores oficiales, se llevó a cabo la ceremonia de bendición de la locomotora con arreglo a lo que prescribe el ritual romano.

Estación de ferrocarril de Orihuela

Pronto empezaron los contratiempos en su vida. En el verano de 1885, cuando contaba poco más de un año, arreció en el Levante una de las peores epidemias de cólera del siglo XIX. La enfermedad se había propagado rápidamente por toda España y los muertos se contaban por miles.

El pánico se desató especialmente en las ciudades. Los que podían trataron de huir hacia zonas despobladas como único remedio. El padre de Justo, asustado por lo que leía en la prensa, se trasladó a La Murada con toda la familia; incluida la niñera de Justo, de nombre Elisa. Os dejo un extracto del contenido del periódico «El Oriolano» entre los meses de junio y julio de 1885:

El Oriolano, junio de 1885.

Tenemos el cólera en puertas; mas lo cierto es que hasta la fecha nos encontramos libres de tan terrible huésped, si bien se ha esparcido alguna alarma por las noticias que se reciben de Murcia. (…) Orihuela sufre, Orihuela padece la más horrible y temida de las calamidades con que la Providencia divina castiga o pone a prueba a la humanidad. (…) Hace ocho días que oficialmente se hospeda en Orihuela el cólera morbo asiático, sembrando luto y horrores entre sus habitantes.

Los más poderosos, los que en día de calma daban vida, animación y trabajo a las clases menesterosas huyeron aterrados a los primeros síntomas de la enfermedad. Entre estos se cuentan desgraciadamente algunos individuos del ayuntamiento y empleados de la misma corporación. Así es que el ayuntamiento no celebra sesiones cuando constantemente debiera hallarse reunido para hacer frente a la calamidad que nos aflige y al hambre que nos amenaza.

PARTE SANITARIO. Día 24. Invasiones, 28; defunciones, 10. Día 25. Invasiones, 29; defunciones, 14. Día 26. Invasiones, 25; defunciones, 10. Desde la declaración oficial del cólera han ocurrido 158 invasiones y 74 defunciones.

Esta situación es desesperante, abrumadora. El cólera que crece, la mortandad que aumenta, el hambre que cada día se ceba con mayor crueldad en las clases más desamparadas; un ayuntamiento que huyó cobardemente abandonándonos a nuestra propia iniciativa.

Mientras el pueblo de Orihuela sufre horriblemente, mientras el cólera y el hambre siembran la desolación y la muerte en esta desventurada ciudad, ellos gozan tranquilamente de las delicias del campo. Así han interpretado sus deberes los individuos del ayuntamiento, esos nuevos concejales que Orihuela eligió para la administración de sus intereses y cuyos nombres debiéramos escribir en gruesos caracteres para su propia vergüenza.

Mi padre era hombre muy aprensivo y temeroso de la muerte. Cuando leía en los periódicos los estragos de la epidemia, palidecía de temor y perdía las ganas de comer, en particular frutas y verduras. Dejó de beber agua y, aunque no era aficionado a las bebidas alcohólicas, tomaba algunas copitas de ron o de coñac.

Cuando oía la campanilla del Viático y el doblar a muerto se metía en la cama con gran congoja cada vez más aterrado por la epidemia que iba rápidamente en crecimiento, resolvió trasladarse con la familia a una casa de campo en La Murada. Apresuradamente preparó el viaje, y un día de mediados de septiembre muy temprano cargó todas las personas de la familia en una galera. Y las camas y algunos muebles se llevaron en un carro.

Justo García Sánchez. AMO LJGS. 

Pasaron el otoño instalados en un cortijo propiedad de su tía «doña María Josefa», a ocho kilómetros de Orihuela. El caso de su tía Pepita, la más rica de la familia, fue muy curioso: hermana mayor de su padre (tanto como para darle de mamar en su infancia) además del cortijo de la Murada tenía un caserón antiguo con fachada «dieciochesca» y un mirador del siglo XIX en la calle del Molino número 11.

Calle del Molino.

En su infancia había sido adoptada por dos ricas señoras sin hijos; pacientes de su padre que acabaron casándola con el único pariente que tenían; un guapo mozo estudiante de derecho; y haciéndola heredera universal de todos sus bienes. Aunque Pepita no se distinguió nunca por la generosidad para con sus hermanos, ella siempre dijo que había sido «el paño de lágrimas de la familia«.

En aquella estancia en La Murada, el pequeño Justo aprendió a andar entre animales domésticos y toda la familia conoció de primera mano la vida rural en aquella granja y casa de labor que «durante la temporada otoñal parecía una colmena. Gañanes, pastores, vendimiadores, cogedores de oliva, trabajadores de la bodega y de la almazara constituían la numerosa colonia«.

Tanto como a Elisa, mi niñera, tomé pronto cariño a Antoñona, una de las hijas de Pepe el labrador. Ella se encargaba de darme las sopas de leche por las noches y de dormirme catando rústicas canciones de cuna. Era una muchachita fuerte; cejijunta y cariancha, de abultados carrillos y amplios senos. Quedó coja al caer de una higuera siendo chiquilla; pero, a pesar de su defecto, trabajaba como un aracán. Trajinaba en la casa y en el campo; y todos los días iba con una burra a traer agua del aljibe que estaba distante.

Una vez se le ocurrió llevarme montado en las aguaderas, entre los cántaros, a disgusto de mi padre. Me agradó el paseo del aljibe y quise que me llevara siempre. Cuando no podía con la borrica, cargaba conmigo y con el cántaro; pero iba por el camino profiriendo una larga letanía de palabrotas y maldiciones que salpicaba  con frases de cariño y con besuqueos. ¡Inolvidable Antoñona! Eras áspera y dulce como las níspolas maduras que solías darme...

Pero la estancia fue breve: llegaron en septiembre y, a mediados de diciembre con el cólera casi extinguido, volvieron a Orihuela en la galera del tío Pepe, cargados de regalos y provisiones para la Navidad. He transcrito su imaginaria descripción de la Nochebuena de 1885, a través de los ojos de un niño de la Corredera:

Se dispuso el viaje de regreso en la misma forma que el de ida. Regresamos en la galera de mi tío Pepe, que conducía el cochero Pellús. Para el equipaje fue preciso un carro grande, porque traíamos una considerable cantidad de regalos y provisiones para las fiestas: un barril de vino, dos zafras de aceite, varios cofines de higos secos, orzas de manteca y aceitunas, embutidos y jamones. Y casi el arca de Noe: pavos, capones, gallinas, algunos conejos y un recental que me regaló al salir Eusebio el pastor.

La Corredera en el siglo XIX.

En Nochebuena yo me veo subido sobre el asiento de una silla, en un ángulo del balcón de mi casa, de bruces sobre la baranda contemplando la calle. La niñera cuida de mí y me llama la atención sobre el vario espectáculo que el tránsito ofrece. —Mira, mira, Juanito, qué manada de pavos. Mira, qué carro de coles. Mira que tabla de toñas sacan de la tahona. Mira que capazo de cascaruja lleva aquella mujer, y que cajas de moladas.

Mira por dónde viene, por la puerta de la calle la hermandad de la Virgen tocando el aguinaldo. Venían por el centro de la vía pública, recta y amplia, una comparsa de huertanos, ataviados con sus trajes domingueros. Les precedía un jinete sobre una hermosa yegua enjaezada. Portaba un estandarte del que pendían pañuelos de seda, un jamón y algunos chorizos y salchichones.

Eran las ofrendas que iban recogiendo. Dos peatones recibían en sendas bandejas, monedas de plata y cobre. Detrás, en unas andas, llevaban una pequeña imagen de la patrona de Orihuela; y finalmente una orquesta de guitarras, bandurrias y violines que acompañaban a los cantores de villancicos. El tenor cantaba la copla: Mírala por dónde viene/ mírala por dónde va/ la Virgen de Monserrate/patrona de esta ciudad…

La Corredera. Colección Javier Sánchez Portas.

La Iglesia consideraba entonces la Nochebuena vigilia de Pascua, con abstinencia de carnes. Fue la cena frugal; aunque nos acompañaron a la mesa mi abuelita y algunas de mis tías. Sonaban por la calle panderos, zambombas, latas y almireces. Y algunas voces entonaban villancicos. Mi familia se puso a jugar a la lotería y yo me dormí en brazos de mi madre. Me despertó, ya en la cama, el ruido de la puerta de la escalera y los cuchicheos de mis padres, de mi hermanita y de mis tías, que regresaban de oír la misa de gallo en Santo Domingo.

El capítulo XIV de las Memorias de Juan Oriol, se titula “La senda de los molinos”. En él, Justo y su padre pasean desde la puerta de la Corredera hasta el barrio de San Pedro. Os dejo un extracto:

Empieza la senda de los molinos en el ejido del arco de la Corredera, frente al postigo de la herrería de Sarra y junto a la noria, más conocida con el nombre local de senia. Bordéanla dos filas de plantones de morera y bardizas de caña que encierran bancales de hortalizas y huertos de naranjos. Como nidos amorosos, entre el ramaje, se ven barracas de techo de albardín y modestas casitas de labradores.  Había llegado la primavera. Los naranjales en flor aparecían nevados con los copos del azahar que perfumaban el ambiente. Entre la fronda verde oscura pendían los frutos de oro de las naranjas.

Molino y Barrio de San Pedro. Colección Javier Sánchez Portas.

Tuerce y se ensancha la senda al llegar al primer molino, el de la Trinidad, junto a una calle de acequias y de tapias húmedas y musgosas. Las trepadoras saltan por encima de los tapiales y quedan colgando las ramas de campanillas azules, los jazmineros con sus estrellitas blancas bien olientes y las madreselvas. (…) Saluda mi padre a los molineros y proseguimos el paseo en dirección al segundo molino, el de Jofré. En este trayecto se ensancha la senda hasta adquirir la amplitud de camino real. Cercan los huertos setos vivos de espinos y aromos, que ostentan las áureas esferitas de perfumado terciopelo. Sigue el camino por una calle de casitas uniformes, del barrio obrero de San Pedro…

En 1887 nacía su hermano Ángel; al que Justó dedicó un capítulo de sus memorias. Un episodio feliz hasta que se vio truncado por la enfermedad y la muerte; cuando los dos hermanos se contagiaron de sarampión.

Memorias de Juan Oriol. AMO LJGS.

El primer acontecimiento de trascendencia familiar que afectó mi vida fue el nacimiento de un hermanito, cuando yo apenas tenía dos años. Se le puso el nombre de Ángel, por mi abuelo paterno. Su llegada tuvo para mí la emoción de un enigma inquietante. Y además despertó en mi almita los sentimientos propios de la concurrencia vital: los celos y la envidia. Yo había sido hasta entonces el benjamín, el chiquitín de la casa, a quien se dedicaban todos los mimos y atenciones. En lo sucesivo otro venía a suplantarme en este exclusivismo o predilección.

Mis celos fueron terribles. Perdí el apetito y las ganas de jugar. Palidecí y me puse ñoño. Ni un momento quería separarme de mi madre. Tenía esta que acostarse entre los dos, y aun volví a pedir teta y a mamar de sus pechos, con la protesta cariñosa de mi papa que (esto no lo comprendía yo bien) era también el papá del otro. A veces, cuando mi hermano estaba lactando en el regazo de mi madre, iba yo y lo separaba violentamente de la teta y en su puesto me ponía yo a mamar.

Él me miraba bondadosamente y, en vez de llorar, sonreía con cariño. Esta bondad de mi hermanito acabó por vencerme y despertar mi amor. Le quise luego mucho y nos besábamos y abrazábamos efusivamente, con la alegría de nuestros padres, a quienes se les caía la baba de vernos tan cariñosos. Dormíamos en la misma camita y eran comunes para ambos los juguetes que nos regalaban.

Tengo que hacer un gran esfuerzo de memoria para evocarle. Veo, entre nieblas de olvido, su carita linda y graciosa, sus grandes ojos oscuros, su boca con los promeros dientes y los dos hoyitos que se formaban en sus mejillas al reir. Recuerdo algunos pormenores y prendas de su indumentaria: su gorrita con un madroño de seda roja, su vestido escoces y sus zapatitos de charol; sus primeros zapatos que luego conservó mi padre como una sagrada reliquia. Apenas acababa de aprender a andar cuando murió mi hermanito.

Justo superó la enfermedad rápidamente; disfrutando golosamente de la convalecencia a base de jarabe de granada. Pero Angelito fue empeorando hasta degenerar en una pulmonía. Durante una larga semana se fue consumiendo abrasado por la fiebre.

Convento de Capuchinos. Carretera de Murcia. Colección Esteban Sanmartín.

Su padre, que ya había perdido demasiados hijos, hizo una desesperada promesa, un voto de penitencia a Nuestro Padre Jesús: recorrer de rodillas el kilómetro de la carretera de Murcia que separaba la salida de la ciudad y el convento de franciscanos de Santa Ana para postrarse ante la imagen del Nazareno. Justo narró de oídas la impactante escena:

Para cumplir el voto, se puso unos pantalones de paño recio y unas rodilleras de cartón fuerte. Acompañado de su cuñado Trinitario y de su amigo Carlos Sarra, se dirigió poco antes de atardecer a la puerta de Capuchinos, de donde parte la carretera de Murcia, al poniente de Orihuela. Junto al fielato don Juan se hincó de hinojos apoyándose en los brazos de sus acompañantes. De aquella forma emprendió la marcha hacia San Francisco. Mi tío, hombre cenceño de negras barbas fraileras, iba rezando a media voz el rosario.

Explanada de San Francisco y Vía Crucis. Colección Javier Sánchez Portas.

Tuvieron que hacer frecuentes paradas porque, destrozadas las rodilleras de cartón y rotos sus pantalones y calzoncillos, mi padre posaba en el suelo, la carne viva de sus rodillas desolladas y sangrientas. Era un verdadero camino del calvario, en que al pobre de don Juan ayudaban a soportar su martirio dos Cirineos. Con dos brasas de dolor y sangre llegó el devoto al atrio de San Francisco. Mi padre y sus acompañantes se arrodillaron ante el altar, rezaron en voz alta un credo y mi tío entonó algunas antífonas del Miserere.

Don Juan no pudo reprimir los sollozos. Inclinó la cabeza sobre el pecho y le tomó una angustiosa congoja. Apoyado en los hombros de sus cirineos salió de la iglesia. Ante el atrio esperaba mi tío Pepe con su galera. Al observar el estado de mi padre le condujo hasta la fuente que hay frente al convento y tiene su manantial en la próxima sierra y de ella se proveé de agua casi toda la ciudad. Muchos aguadores, con sus carritos, esperaban turno para llenar sus cántaros. Mi tío Pepe hizo a mi padre beber en uno de los cristalinos caños. La frescura del agua le reanimó.

Fuente de San Francisco.

Subieron al carruaje y regresaron a casa. Ya era de noche cuando llegó don Juan al domicilio. La temida noticia le salió al paso. El niño acababa de entrar en agonía. Mi madre, mi hermana y mis tías lloraban en silencio. En el patio gruñía el perro. Sentí sueño y me acostaron enseguida en la cama de mi tía Rosa, que estaba en el piso segundo. La niñera y mi hermana me acompañaban. A media noche me desperté sobresaltado al oír gemidos y lloros. Yo lloré también muy asustado. La niñera me contó algunos cuentos y me volví a dormir.

A la mañana siguiente mi abuelita vino para llevarme a su casa. Al descender la escalera quise ver a mi mamá. En un descuido penetré en el gabinete del primer piso y ante mis ojos se presentó una escena que me aterrorizó mucho: en el suelo, entre un montón de flores, había una cajita blanca y dentro de ella mi hermanito, que me pareció dormido.

Tenía los ojos cerrados, la boquita entreabierta y la cara muy amarilla, cubierta con un tul. Sus manos, cruzadas sobre el pecho, parecían de cera. Sus pies, cubiertos por unos calcetines azules, asomaban muy rígidos por los extremos de su mortaja. Salí corriendo y llorando a gritos, presa de terrible emoción. Tuvieron que darme una taza de tila con azahar y llevarme a casa de mi abuela.

Enlace al siguiente capítulo.

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).

Mi agradecimiento a Javier Sánchez Portas, a Jesús García Molina y a José Manuel Dayas.

Biografías apuntadas: Pepe Madaria y el «Tiro de Pichón».

Alicante siglo XIX. J. Laurent

Prefacio.

En 1881 la sociedad de cazadores de Alicante anunciaba la práctica del tiro de pichón y de gallina en el sitio denominado «Lometas de San Blas», al oeste del castillo de San Fernando.

Numeroso gentío acudía a admirar y aplaudir la destreza de los tiradores que, antes de empezar, abonaban el precio del puesto y sacaban por suerte el lugar que les correspondía.

Seis años después, los «sportmen» alicantinos celebraban la inauguración de un nuevo tiro de pichón en la partida de San Blas.

Estaba organizado por el círculo de cazadores y contaba con todas las comodidades y adelantos de las grandes capitales, donde este deporte era una de las diversiones favoritas de la «high life».

Alfonso XIII en el Tiro de Pichón.

Aunque el tiro de pichón era ya muy popular, la declarada afición del rey Alfonso XIII y de sus amigos aristócratas a ejercitarse con la escopeta a principios del siglo XX otorgaron prestigio a este «sport» de las clases pudientes, multiplicándose las «sociedades de tiro».   

En enero de 1904 un grupo de jóvenes encabezados por el médico José de Madaria se propusieron instalar un «tiro de pichón» en Orihuela para que funcionase durante los meses de febrero y marzo.

¿Quién era este médico?

De Madaria Rubio

Vista general de Orihuela. Charles Clifford, 1862. Colección Javier Sánchez Portas.

El primer miembro de esta familia que recaló en Orihuela fue José de Madaria Izaguirre, coronel de la Guardia Civil del tercio de Valencia, natural de Orduña (Vizcaya).

Fallecida su primera esposa, se había casado en 1852 con Juana Rubio Mesples, natural de Bigastro. José tenía 35 años y era todavía teniente.

De los tres hijos que sacaron adelante, Concepción (1853) y José (1866) fueron bautizados en Bigastro. Por algún motivo, su primer hijo varón de nombre Severiano, fue bautizado en Novelda en 1856.  

Boletín Oficial Santander 1865.

De teniente pasó a capitán; y en 1865 era comandante de la Guardia Civil de Santander. Llegó a Orihuela en julio de 1878, con el grado de coronel.

En enero de 1879 presidió un Consejo de Guerra en las Islas Baleares contra dos guardias civiles que fueron ajusticiados. Se retiró en 1880 y falleció en Orihuela en 1896 .

El Segura. 10 de julio de 1878: Ha llegado a esta ciudad (Orihuela) el Sr. D. José Madaria, Coronel de la Guardia Civil del tercio de Valencia.

Su hijo mayor, de nombre Severiano, se inició en la carrera militar en la tercera guerra carlista, luchando en el bando de los liberales, etiqueta política de la que presumió toda la vida.

Licenciado en Derecho, contrajo matrimonio con la oriolana Ana Balaguer Muñoz, en enero de 1886, cuando era teniente del Batallón de Reserva de Orihuela.

Por esas mismas fechas se presentaba en la caja de reclutas de la zona militar de Orihuela la carta de pago de redención en metálico de su hermano, el mozo de reemplazo José de Madaria Rubio.

Redención en metálico.

Nacido en Bigastro en 1866, José no escogió la carrera militar como su padre y su hermano. Estudió con los jesuitas en el Colegio de Santo Domingo y se licenció en Medicina y Cirugía en 1889.

Su título se recibió en el Gobierno Civil de la provincia en 1890; y ese mismo año abrió su consulta de Urología en la calle de San Agustín número 9 de Orihuela.

El Diario de Orihuela, 1890.

Un detalle confuso para mí, es su relación con Torremendo. No tengo claro si vivía allí o comenzó su carrera como médico en dicha pedanía.

En septiembre de 1890, cuando hacía ya cinco meses que tenía abierta la consulta en Orihuela, se pudo leer en un semanario oriolano:

La prensa. 21 de septiembre de 1890: Hemos tenido el gusto de estrechar la mano de nuestro amigo muy querido el joven y reputado médico de Torremendo D. José de Madaria, quien ha pasado breves días en esta ciudad al lado de su distinguida familia.

Al principio pensé que era un simple errror. Pero dos años después, en «El Defensor de Orihuela», Antonio Pescetto, hemano del alcalde, utilizando los seudónimos «Tripas y Guindilla», escribió una sátira titulada «Entre Pepe y Pepito», en la que se burló de Madaria poniendo en duda su contratación como médico municipal.

Y parodiando a Molière, le llamó «el médico a palos de los de Torremendo». Madaria se declaró ofendido y Pescetto lo remitió a los tribunales. A lo que Madaria respondió:

El independiente. 4 de julio de 1892: Los Tribunales de Justicia solo deben estar a nuestra disposición para resolver asuntos criminales y con cierta clase de gentes, como me sucedió en el campo donde fui agredido al reclamar el pago de mis honorarios como facultativo.

A lo que Pescetto respondió: Si el Sr. de Madaria me quiere saludar, en mi casa me encuentro; y si gusta, también iré a los Saladares de Torremendo.

La polémica con su nombramiento se mantuvo el resto de 1892.

Tras un año como médico municipal interino le habían concedido la plaza en propiedad. Pero la decisión fue impugnada y revocada desde el Gobierno Civil.

En diciembre, ya como médico titular de la Beneficencia municipal en el distrito del Arrabal Roig, pidió un mes de licencia para poder tomar parte en las oposiciones a médicos segundos del Ejército.

En 1893 se enfrentó a una epidemia local de viruela con epicentro en La Aparecida.

El independiente. 28 de septiembre de 1894: Record ciclista. Procedentes de la villa de Torrevieja llegaron ayer a las 6 h. 12 m. de la tarde nuestros queridos amigos los distinguidos ciclistas D. José de Madaria y D. Gregorio Ponzoa, que el día anterior salieron para dicha población deteniéndose breves momentos en Albatera, Catral y Dolores, recorriendo en esta primera expedición 46 kilómetros en tres horas.

Como dato curioso de este record, debemos hacer constar que dichos señores, a su salida de Torrevieja, depositaron un telegrama a las 4 de la tarde, no recibiéndose este aquí hasta después de media hora de llegar los expedicionarios.

Antes de dedicarse a la caza y al tiro, promocionó la práctica del ciclismo, un «nuevo e higiénico sport». También colaboraba en varios periódicos.

Y su consulta evolucionaba con los últimos adelantos sin abandonar la asistencia gratuita a los pobres, en horario de tres a cinco. En 1896 realizó con éxito una delicada extirpación de cataratas.

El independiente. 7 de julio de 1894: Ha obtenido el título de practicante de medicina y cirugía menor con la nota de sobresaliente en la facultad de Valencia, el inteligente industrial D. Mariano Gilabert, ayudante de la clínica médica y operatoria que con éxito cada día más favorable, tiene establecida en su casa de la calle de San Agustín de esta ciudad el Dr. Madaria.

El orden. 13 de abril de 1895: Consultorio. Médico-Operatorio dirigido por D. José de Madaria, en San Agustín, 9 de Orihuela. Tratamiento de la difteria en sus múltiples manifestaciones; difteria faríngea (angina); laríngea (crup o garrotillo); nasal; ocular, etc. Según el procedimiento del Doctor Roux, con el suero de dicho señor y aparatos directamente recibidos de París.

No sé si tuvo algo que ver. Pero después de sufrir un ataque de reuma, comenzó su pasión por la caza. Formó parte del primer proyecto de una «sociedad de cazadores»; figurando su propio domicilio para recibir las adhesiones.

El Thader. 28 de enero de 1896: Han regresado de las islas del barón de Benifayó, donde se encontraban dedicados a los ejercicios cinegéticos, nuestros amigos D. José de Madaria y D. Vicente Rodríguez. Han «cobrado» muchas piezas.

Dehesa de Campoamor.

El ateneo de Orihuela. 10 de enero de 1897: Con objeto de poder dedicarse a los placeres cinegéticos, parece ser que se trata de fundar aquí en la ciudad una sociedad de cazadores que tomarán en arriendo la Dehesa de Campoamor.

Hasta ahora han manifestado su conformidad con dicho proyecto los aficionados señores Martínez, Giménez, Pérez, Rubio, Capdepón, Lizón, García y Madaria. En casa de este último señor se reciben adhesiones hasta el jueves próximo, en que se realizará la primera expedición.

Despidió el siglo como presidente de la Cruz Roja, entidad organizadora de los famosos Juegos Florales celebrados en 1900.

El 4 de septiembre de 1901 contrajo matrimonio en la capilla del Palacio Episcopal de Orihuela con Mercedes Garriga Mercader. Bendijo la unión el canónigo de la Colegiata de Alicante, Manuel Bañón Muñoz.

Y fueron los padrinos, el padre de la novia, José María Garriga y la hermana del novio, Concepción de Madaria.

Escudo del obispo José Flores Osorio. Palacio Episcopal de Orihuela.

En cuanto a su hermano Severiano, en 1887, ya retirado del Ejército con el grado de capitán, tenía su bufete en la calle de Santacruz número 14. Un año después lo trasladó a la vecina calle de Santa Lucía número 9.

Decano del colegio de abogados y presidente del Casino Orcelitano, fue concejal y alcalde de Orihuela. Falleció en el cargo, en septiembre de 1906, justo cuando comenzaban las fiestas del sexto centenario del hallazgo de la Virgen de Monserrate, en cuya organización se había implicado muy activamente.

Esquela en «Unión Republicana».
Orihuela, septiembre 1906. VI Centenario de la Virgen de Monserrate.

El Tiro de Pichón en San Antón.

Metido de lleno en el mundo de la escopeta, Pepe Madaria se reunió a principios de 1904 con un grupo de amigos para organizar un «tiro de pichón» en las inmediaciones de San Antón, cerca de su ermita. Una instalación provisional que funcionase durante la temporada de carnaval y cuaresma.

Ermita de San Antón

José de Madaria, Enrique Arroyo, Francisco Germán Ibarra, José Escudero, Alfredo Bueno, Francisco Ballesteros Meseguer y Juan López establecieron una sociedad para tal menester.

Era sólo el principio. En un futuro pretendían organizar el Tiro Nacional en Orihuela, un deporte que estaba despertando gran entusiasmo entre la población.

Para el 21 de febrero, en el plano de San Antón, la nueva sociedad dispuso las instalaciones para llevar a cabo los ejercicios de tiro de pichón y tiro de gallina. Montaron también un tiro al blanco con escopeta carabina, pistola y revolver.

Elche, 1913

La inauguración del aquellas instalaciones prometía ser atractiva y novedosa; y para la ocasión encargaron 200 palomas en Albacete.

Los entusiastas organizadores invitaron a las autoridades, centros culturales, asociaciones y otras personalidades; asegurando que los beneficios que obtuviesen serían destinados a los establecimientos de la Beneficencia local.

Los puestos de los tiradores estaban numerados y se adjudicaron por sorteo; nombrando un jurado presidido por el concejal Luis García.

Se inauguró el día previsto; una hermosa tarde de primavera con gran animación y mucha concurrencia femenina. Para mayor comodidad de las señoras y de los aficionados en general prepararon unas sillas.

Según cuenta la prensa, la jornada no fue muy afortunada para los tiradores; desperdiciando mucho plomo.

Destacaron tanto en el tiro al palomo como a la gallina, el propio Madaria, Cremades, Arroyo, Lacy, Ortega, Germán, Pescetto, Soler y, como no, Juanito Rogel, el del Café Europeo.

Como nota negativa de aquella inauguración, un sujeto sostuvo un altercado con un alguacil del juzgado por la pertenencia de un palomo que había caído herido. El individuo acabó detenido por el propio alguacil.

La comarca. 18 de marzo de 1904: Mañana sábado, festividad de San José y al día siguiente domingo por la tarde, habrá tiro de pichón en la explanada de San Antón.

Entre la juventud orcelitana reina gran entusiasmo por este patriótico sport. El tiro promete verse muy animado estos días.

La experiencia se fue prolongando en el tiempo con gran éxito, adquiriendo gran cantidad de pichones para la festividad de San José.

El tiro se mantuvo muy concurrido hasta su cierre; ya entrado el mes de abril.

Balneario de San Antón.

Al llegar el verano, la sociedad decidió trasladar el espectáculo a Torrevieja; programando la inauguración para el primer domingo de agosto.

José de Madaria se encargó de organizar los preparativos para que el «sport» reuniese las mejores condiciones en la costa.

Torrevieja a finales del siglo XIX.

La comarca. 10 de agosto de 1904: De Torrevieja. Con muchísima concurrencia de forasteros y la mar de fresco en esta deliciosa playa, ha llegado el sábado por la noche la banda de música de Rojales.

(…) A las seis se efectuó el tiro de pichón con mucha concurrencia, vimos entre otros tiradores a los Sres. Marqués de Lacy (hijo), don José de Madaria, D. Miguel Cremades, D. Francisco Franco y otros que sentimos no recordar.

El diario orcelitano. 11 de agosto de 1904: Lo más grato, — El tiro de Pichón. — Para el asalto de armas. Sorprendente, atractiva y sugestionante ha resultado la fiesta del tiro de pichón, organizada por la sociedad de tiro de esa, de la cual es alma, mi distinguido amigo el reputado facultativo D. José de Madaria.

Sitio en que se instaló el campo de tiro, el más pintoresco; las rocas, a cuyos pies ciclópeos se rompen las olas gigantes (…) La instalación del tiro, hecha con gusto exquisito y con lujo. Tiradores, la mar.

Presenciando el espectáculo, una multitud inmensa: Torrevieja entera y todas las colonias veraniegas. Un éxito verdadero, como no podía por menos de suceder, andando en ello, el simpático Pepe.

Componían el jurado, un representante de la autoridad local, el notario de Murcia, D. José Sánchez Lafuente, en representación de la colonia murciana, D. Luis García Balaguer, abogado en representación de la de veraneantes oriolanos y D. José Escudero, como administrador del Tiro.

Se hicieron prodigios de puntería, sobresaliendo los tiradores por el siguiente orden. D. Miguel Cremades Rocamora, de Orihuela, D. José de Madaria y Rubio, de Orihuela; un señor de Murcia cuyo nombre ignoro; aunque bien sabe Dios que lo siento y D. Juan Rojas, de Alicante.

Se repetirá el espectáculo todos los domingos y en la última tirada del último día, se adjudicarán premios a los tiradores…

Casino de Torrevieja a principios del XX. Fotografía A. Darblade

En 1905 se repitió la existosa experiencia. En enero la sociedad «Tiro de Pichón» de Orihuela pedía a Tobarra doscientos palomos para las tiradas de febrero en el plano de San Antón.

En agosto y septiembre, el «Tiro de Pichón» se incorporó a las distracciones veraniegas que ofrecía Torrevieja. Pepe Madaria, además de encargarse de la organización, se distinguió de nuevo como gran tirador.

Unión republicana. 10 de agosto de 1905: Para el domingo próximo tendrá lugar la inauguración del tiro de pichón en las vecinas playas de Torrevieja, sitio denominado «Las Rocas».

Amenizará este acto una banda de música, todos los días festivos. La dirección está a cargo de la sociedad «Tiro de Pichón» de Orihuela, la cual destinará los beneficios a los pobres de dicha villa.

Explanada Casino de Torrevieja. Alberto Darblade.

El diario. 12 de agosto de 1905: De Torrevieja. La animación en esta pintoresca villa ha llegado por fin a su mayor apogeo en la presente temporada de verano, mucha más, que hacía presagiar la soledad relativa de los primeros días.

Los salones de los balnearios, antes, tan escasamente concurridos, veíanse a todas las horas del día favorecidos por un considerable número de veraneantes, predominando entre ellos, como es natural, las mujeres hermosas.

¡Bien se puede venir hoy a Torrevieja! Aquí nos brindan estas playas brisas deliciosas como lenitivo a los rigores de la estación, no nos faltan fiestas y distracciones para ir matando el tiempo; y por si todo esto fuera poco para animar al menos decidido a venir a este rinconcito de Mediterráneo, diré, que es ahora refugio de un sin número de bellezas de Murcia y de nuestra querida ciudad de Orihuela, las cuales fraternizan en paseos, balnearios y casino con las de Torrevieja, donde huelga decir, porque ahí todo el mundo lo sabe, lo mucho y bueno que existe. ¡Por algo se cría aquí la sal!

Balneario Vista Alegre. Torrevieja.

Para el domingo próximo está anunciada la inauguración del Tiro de Pichón que ha de establecerse en el sitio denominado las Puntas; a cargo de la misma sociedad que lo tuvo el año anterior.

¡ Anímense esos tiradores que se han quedado en esa y vengan a lucir su envidiable puntería!

El Casino de Cazadores de Orihuela y el Real Tiro de Pichón de Alicante.

 En abril de 1907 se creó el Casino de Cazadores de Orihuela. Los cincuenta artículos que componían sus estatutos fueron publicados por el diario «La Huerta» en varias entregas. Reproduzco los doce primeros:

Capítulo primero. Objeto del Casino.  Artículo 1° Esta sociedad tiene por objeto proporcionar a los señores que la forman estimación recíproca y lograr por la unión de los aficionados al sport cinegético el aumento de la caza en esta región; procurando coadyuvar al cumplimiento de las leyes que tienden a su fomento.

Art. 2° Para conseguir ambas cosas, la sociedad tendrá un local con salones de lectura y recreos lícitos.

Art. 3° Cuando los fondos de la Sociedad lo permitan, se hará un arriendo de terrenos para dedicarse a la caza acotándolos como la ley prescribe. 

Art 4° No se consentirán discusiones en la sociedad sobre religión ni política.

Art. 5° En manera alguna serán permitidos juegos de azar ni envite.

Art. 6° La Sociedad tendrá a su cargo la organización del Tiro de Pichón, que celebrarán sus tiradas desde el último día de Carnaval a la Pascua de Resurrección los domingos y días festivos.

Art. 7° En los restantes días festivos del año, se organizarán, si la junta lo estima conveniente, y con el fin de arbitrar fondos, tiradas de plato y tiro al blanco a la pérdida plato etc.

Art. 8º Está facultada la Junta, para arbitrar recursos haciendo rifas de armas de caza o artículos para este sport.

Art. 9° Para organizar esta sociedad se crearán 500 acciones a 5 pesetas, que no devengarán interés y que serán amortizables diez por anualidad pudiendo ser transferidas.

Art. 10º Las acciones transferidas a individuos que no sean socios, perderán su valor y serán anuladas.

Art. 11º Los socios accionistas, serán propietarios de los muebles y efectos a partes iguales entre los que quedaran el día de la disolución.

Art. 12º En caso de haberse amortizado todas las acciones, los bienes de la sociedad serán repartidos entre los socios de número.

Real Tiro de Pichón. Alicante

Mientras tanto en Alicante, la afición por la escopeta iba en aumento. Entre los bailes, regatas y verbenas de la «alta sociedad» se fueron introduciendo los concursos de tiro.

En febrero de 1911 el Rey Alfonso XIII viajó a la capital de la provincia y lo primero que hizo al llegar a la ciudad fue visitar el nuevo y elegante kiosco del Tiro de Pichón.

Alfonso XIII en el Real Tiro de Pichón de Alicante, 1911 .

Las competiciones alicantinas, en las que participaban habitualmente aficionados de Orihuela, Murcia o Cartagena, se alargaban hasta seis días, dotadas con muchos premios.

Y en 1912 se celebró por primera vez la Copa de Levante, instituida por las Sociedades de Tiro de Pichón de Barcelona, Valencia, Alicante y Almería.

La Sociedad Tiro de Pichón de Orihuela.

El viernes 30 de marzo de 1917 se reunieron unos cuantos aficionados al tiro, en casa del médico José de Madaria Rubio. Querían constituir una sociedad que estimulase a los buenos tiradores de Orihuela; fomentando un «Sport en armonía con la afición».

Un tiro de pichón organizado con todos los adelantos modernos, evitando las incomodidades de practicarlo sin campo cerrado y a brazo, modalidad conocida como «tiro a la valenciana» en la que un colombaire o soltador lanzaba el pichón intentando buscar el fallo del tirador.

Salón Novedades. Colección Javier Sánchez Portas.

El domingo 1 de abril de 1917 trasladaron la reunión al Salón Novedades, donde constituyeron la Sociedad de Tiro de Pichón de Orihuela con gran concurrencia y animación. Allí se acordaron los siguientes puntos:

1. Constituir la sociedad, adoptando el reglamento de las establecidas en Alicante y otras poblaciones. 2. El tiro será en local cerrado y por el sistema de cajas. 3. Todos los socios tendrán los mismos derechos y deberes, bien sean  tiradores o no lo sean. 4. Para el ingreso en la sociedad se abonarán cinco pesetas como cuota de entrada, y la cuota mensual será de una peseta.

5. Serán socios honorarios el Alcalde de esta ciudad, el Comandante militar de la plaza, el Juez de Instrucción, el Teniente de la Guardia Civil, el Juez Municipal y el Presidente del Casino Orcelitano. También se nombrarán socios honorarios a todos los señores que hagan objeto de una distinción a la sociedad.

En este caso ya se encuentra Adolfo Wandosell, marqués de Arneva, que ha ofrecido una copa para la primera tira extraordinaria que se verifique. 6. Por último, se acordó hacer una emisión de cien acciones de veinticinco pesetas, pagaderas en cinco mensualidades y amortizables por sorteo entre los tenedores.

Establecidas las anteriores bases se procedió a la elección de la Junta Directiva, dando el siguiente resultado: Presidente: D. José de Madaria. Vicepresidente: D. Santiago Laiz. Vocales: D. Manuel López, D. José Lizón, D. Joaquín Selma y D.  Martín Salinas. Inspectores de tiro: D. Miguel Cremades y D. Carlos Bofill. Tesorero D. Francisco Germán. Secretario Contador D. Juan Carrió.

El 26 de enero de 1919 se programó la primera tirada de entrenamiento en el polígono de tiro que la sociedad poseía en el camino de Abanilla, partido del Escorratel.

El campo estuvo muy concurrido; con presencia de forasteros, distinguidas damas y bellas señoritas de la selecta sociedad oriolana.

Se jugó la copa del presidente a un pichón con handicap a cinco pesetas la entrada; adjudicándose un premio igual al valor de las entradas e inscribiéndose en dicha copa el nombre del vencedor.

También se disputó la copa del presidente honorario de la sociedad, el duque de Hornachuelos; y se hicieron numerosas puestas, encargándose unas cuantas secciones de cazadores furtivos de rematar las pocas palomas que escaparon.

Al final de la tirada se vendieron en el campo a 75 céntimos la pieza; siendo mayor el número de pedidos que el de pichones muertos.

El duque de Hornachuelos, el marqués de Arneva y José de Madaria en el polígono de tiro de Orihuela, mayo de 1919.

Las tiradas de inauguración del polígono de tiro se celebraron en abril y mayo de ese mismo año 1919. Y asistieron, además de todas las personalidades locales, el duque de Hornachuelos, el marqués de Fuente el Sol y el marqués de Arneva; siempre con gran animación y concurrencia de bellas damas de Orihuela, Alicante y Murcia.

En las diferentes jornadas se jugaron las copas del presidente, de S. M. el Rey Alfonso XIII, del duque de Hornachuelos, del marqués de Arneva, del marqués de Fontalba, del Casino Orcelitano y el Gran Premio de Orihuela, con copas del Ayuntamiento, del Sr. Ruiz Valarino, de D. Luis Barcala, y 1.500 pesetas donadas por la propia «Sociedad Tiro de Pichón».

El «Tiro Pichón» oriolano.

No puedo asegurar el emplazamiento exacto de ese polígono que sitúan en el camino de Abanilla, partido del Escorratel; pero podría ser el mismo que el de la fotografía, situado detrás del cementerio.

José de Madaria Rubio en el siglo XX.

Como hemos podido comprobar, Pepe Madaria fue el elemento principal en todo el proceso relatado. Un personaje polifacético que, a comienzos del siglo XX, se declaraba republicano, demócrata y progresista. Director del periódico «Unión Republicana» cuya redacción estaba en su domicilio, en un banquete celebrado en Orihuela en 1903 llegó a afirmar mientras brindaba con champagne a los acordes de «La Marsellesa»:

Jamás fui político, aunque en verdad siempre sentí simpatía por la causa republicana, simpatía que ha llegado a ser convicción, pues creo que es la única que salvará de la ruina completa a nuestra patria…

De su matrimonio con Mercedes Garriga Mercader nacieron al menos cinco hijos: José (1903) (médico y alférez provisional), Severiano (1905-1936) (Oficial de la Marina de Guerra), Conchita (de ella sólo sé que estudió piano en el Conservatorio de Murcia), Mercedes (fallecida en marzo de 1912 tras larga y penosa enfermedad) y María de los Ángeles (nacida el 13 de mayo de 1913).

Su consultorio siguió siempre a la vanguardia; intentando incorporar los últimos adelantos de la ciencia médica; como por ejemplo el primer aparato de rayos X de Orihuela, novedosa tecnología descubierta en 1895.

El diario. 4 de julio de 1905: Nuestro querido amigo el médico de esta ciudad D. José de Madaria, acaba de recibir de Eslange (Alemania) los motores y máquinas para el gabinete de electroterapia, rayos X y alta frecuencia, con que piensa enriquecer su ya acreditadísimo consultorio. Se espera para montar dichos aparatos al notable ingeniero alemán Sr. Gerbel.

Consulta de José de Madaira.

El diario. 18 de julio de 1905: Una visita al gabinete electroterápico de D. José de Madaria. Por José. M. Teruel.

En una de las frecuentes visitas que allá por el año 1896 hacía yo al célebre oculista señor Barraquer en su consultorio de la ronda de San Pedro en Barcelona, tuve ocasión de enterarme del maravilloso invento de Roentgen, leyendo en aquel elegante gabinete de espera, la «Revue des Revues».

Mi asombro se mezcló con la incredulidad del ignorante y aún recuerdo que antes de ver las primeras radiografías, lancé algunos anatemas heréticos contra la ciencia eléctrica.

¡Quién me había de decir que pocos años después tendría yo que asistir a la inauguración de un gabinete electroterápico, instalado en Orihuela, último rincón del mundo!

Pero no es un sueño; es una realidad visible, palpable como todas las realidades. Aquí, en Orihuela, a donde los últimos adelantos de la ciencia llegan a los oídos de sus habitantes esfumados como los recuerdos de los primeros días de nuestra infancia, mi querido amigo el ilustrado médico D. José de Madaria, ha montado un gabinete radioscópico, capaz de competir con los mejores de las principales capitales de la península, por el número, cantidad y precisión de sus aparatos, y si no, vaya una prueba.

Tiene un electro-motor de un caballo de fuerza, que acciona sobre una dinamo de 65 volts y 6 amperes, produciendo 2.000 revoluciones por minuto, con un interruptor de 4.000 interrupciones por minuto. Cuadro con voltímetro y amperómetro, reostatos, llave de paso, etc. Gran bobina de inducción con chispa de 50 centímetros.

Gran resonador del Dr. Ondin para alta frecuencia. Máquina estática, auto-escitatríz de Topler Volts. Cuadro de adaptación universal con gran batería de acumuladores para trabajar durante el día, etc. etc.

¿Que cuáles son los efectos de estos prodigiosos aparatos? pues son los siguientes: corrientes galvánicas, faradización, wantevillización, electrólisis, cataforesis, endoscopía para reconocimiento de todas las cavidades del cuerpo por la luz, y es verdaderamente asombroso, increíble a no haberlo visto, la exactitud y precisión, de claridad con que se distingue el corazón y sus funciones, el hígado, los ¡cálculos de la vejiga, los pulmones, pudiéndose diagnosticar de una manera absoluta la existencia de la tuberculosis, porque el medio de la claridad del pulmón, se observan manchas opacas, que determinan la región invadida por el tubérculo. Los huesos, se traslucen, como si los tuviera uno en la mano.

Se produce además, la pirogalvania o sea la cauterización eléctrica, baños y duchas estáticas, corrientes de Morton, efluvios eléctricos, viéndose el cuerpo bañado por una inmensa lluvia verde de menudas chispas eléctricas, ocasionando una agradable sensación de fresco y bienestar.

Corrientes de alta frecuencia de excelentes resultados en los tratamientos de la diabetes, reumatismo y anemia. Radioscopia, radiografía y radioterapia y mil y mil efectos más que no enumero por no cansar a mis lectores y no ofender la natural modestia de mi distinguido amigo el señor Madaria…

Pepe Madaria, «reputado médico cirujano de Orihuela», estaba presente en todos los fregados sociales: presidente de la Cruz Roja; del Ateneo San Luis Gonzaga; del Casino Orcelitano y de la Sociedad Tiro de Pichón simultáneamente…

En 1915 la junta directiva del Cuerpo de médicos forenses substitutos de España lo eligió presidente.

En 1919, reunida la asamblea general de los Exploradores de España, resultó elegido presidente del Consejo Local oriolano…

En 1925 formaba parte de la Junta Benéfica Municipal, ocupándose del Rabaloche; y pasaba consulta en el hospital de San Juan de Dios.

Tenía una finca de recreo en el Oriolet, donde se organizaban meriendas y bailes. Parece ser que se encargó de arbolar la zona, a tenor de lo afirmado en este artículo:

El Oriolet. Colección Javier Sánchez Portas.

El pueblo. 24 de mayo de 1927: Por el Oriol y por el Raiguero, merced al esfuerzo laudable de algunos particulares, los señores de Madaria y Pescetto, el arbolado parece que quiere volver a escalar la cumbre, revistiendo las faldas de la sierra.

¿No podría también el municipio tomar la iniciativa e intentar esa obra de misericordia que se llama vestir al desnudo, quitando a la sierra algo de su actual espantosa aridez?

¡Qué bien le vendrían a la vertiente de la montaña, algunas pinadas, aromatizantes y alegradoras del paisaje!….

La iniciativa de la bella y simpática señorita Conchita Madaria, entusiásticamente secundada por el elemento joven oriolano, se organizó el jueves pasado una gira a la finca que en el Oriolet posee el culto cirujano D. José de Madaria.

Desde por la mañana se vio claramente que el resultado de sería soberbio, pues las chicas se dieron cita en la Glorieta, y de allí se lanzaron de compras, misión que cumplieron a las mil maravillas, por lo exquisita y delicada que resultó la merienda de por la tarde.

A las cinco de la misma, en coches de los Sres. Madaria, Ruiz y Ballesteros, se trasladó la alegre concurrencia al sitio indicado, en donde se derrochó alegría, se bailó y encontró ocasión la juventud de las expansiones propias de la edad.

La merienda, compuesta de fiambres, dulces y champagne, se deslizó dentro de la mayor armonía y buen humor, bailándose de nuevo en la terraza hasta las once de la noche, hora en que después de obsequiar el Sr. Madaria (siempre tan galante, Don José) con preciosos bouquets de flores, se emprendió el regreso hacia el Casino, en cuya Sociedad se rindió de nuevo culto a Terpsícore hasta las doce y media.

Casino Orcelitano

Epílogo

Para completar la biografía de José de Madaria, transcribo el obituario que le compusieron tras su fallecimiento, el 21 de enero de 1930:

Actualidad. 23 de enero de 1930: El pasado martes falleció el culto médico y excelente caballero don José de Madaria. El acto de su entierro constituyó una imponente manifestación de duelo que puso de relieve las simpatías de que gozaba el finado y a la que se asociaron todas las clases sociales.

Don José de Madaria fue hombre de privilegiado talento, que supo emplear siempre para bien de nuestra querida ciudad.

Batallador incansable y periodista de fibra intensamente irónica, fundó, dirigió y colaboró en infinitas publicaciones de las que recordamos: «El Pueblo» (editado en 1892), «El Thader» (1895), «El Oriol» (1900), «Unión Republicana», y «España Médico-Forense» (1916).

En ellos popularizó el seudónimo de «Aíradam», y sus artículos son aún recordados y leídos, admirándose en ellos el profundo ingenio, la vena humorística y la fina sensibilidad.

Excelente poeta, deja abundantes producciones de esta índole (que en sus últimos días pensaba recopilar en dos libretos) su musa siempre dispuesta le inspiró constantemente y prueba de ello son sus magníficos versos; de los que en nuestro próximo número daremos alguna muestra.

Sus dotes personales y las estimaciones que gozaba le llevaron a ocupar relevantes cargos entre los que recordamos el de Presidente del Casino, Exploradores, Ateneo de San Luis, Juntas de Defensa de los Médicos Forenses Substitutos de España, Círculo de la Unión Republicana; Presidente y Fundador de la Cruz Roja y Tiro de Pichón. Desempeñó la titular de Dolores y más tarde la de Orihuela durante 39 años.

Descanse en paz el pundonoroso caballero, con el que pierde Orihuela uno de sus más preclaros hijos. Reciba su familia y particularmente sus hijos y queridos amigos nuestros, D. José y D. Severiano, el testimonio de nuestra sincera pesadumbre.

La obra «Retratos a Pluma», escrita por José M. Teruel en 1906, dedicó dos capítulos a los hermanos Madaria. Y afirmó sobre su amigo José:

Es un carácter. Posee la impaciente vehemencia del niño, y una voluntad tenaz como el diamante; por eso, sus ideas apenas concebidas son realizadas importándole poco la cantidad ni la calidad de los obstáculos que se opongan a su realización.

El propio José, firmante del prologo en verso, se definió a si mismo como:

«Pepe Madaria, un humilde galeno que no supo hacer nunca nada bueno».

Firma de José de Madaria.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba)

Mi agradecimiento a Javier Sánchez Portas y a José Manuel Dayas.

Del Japón a la Puerta del Sol.

Anuncios 1910-1918

Prefacio.

En las últimas décadas del siglo XIX, el arte y la cultura japonesa fascinaron por completo a los europeos. En el año 1888 se mostró en Barcelona la primera Exposición Universal celebrada en España.

Y sirvió para que Japón presentase oficialmente sus productos en un pabellón propio que cautivó tanto a los artistas del incipiente modernismo como al resto de la sociedad de la época.

Japón en la Exposición Universal de Barcelona en 1888

Por otro lado, la implantación del capitalismo y el desarrollo de la tecnología, habían convertido a Japón en una potencia  industrial y económica, capaz de derrotar militarmente a Rusia a principios del siglo XX.

El desarrollo comercial de los productos orientales llenó Barcelona de establecimientos especializados en artículos de importación a precios muy competitivos. Algo parecido a lo que pasa en la actualidad con los productos chinos. Así explicaba el fenómeno nipón un diario oriolano de la época:

La iberia. Número 108 – 1907 octubre 25: Ningún país puede rivalizar con el Japón en baratura en la mano de obra, puesto que el término medio de los jornales oscila entre 55 céntimos y un franco y medio diarios. Un forjador cobra tres reales diarios; un franco y diez céntimos un sastre que trabaja 12 horas; y es preciso ser un sabio o un artista para cobrar dos francos diarios.

Los funcionarios están también mal pagados, pues en todo el imperio sólo hay un profesor que cobre 200 francos mensuales. La mayoría sólo perciben 30 ó 40 francos y son muchos los que no tienen un sueldo superior a quince o veinte. En cambio la manutención no puede ser allí más frugal ni barata, y una gran parte de los súbditos del Mikado se nutren con un poco de arroz, pescado seco y té sin azúcar.

Veinte años después de aquella exposición que puso Barcelona en el mundo, en plena fiebre del modernismo y el japonismo, Emilio Salar y Pascual Hostalet decidieron abrir un nuevo establecimiento textil en Orihuela; y lo llamaron «El Japón».

Del Japón a la Puerta del Sol con Emilio Salar Ruiz.

Elegantemente decorado, estaba domiciliado en el local anexo a la ferretería droguería de José Balaguer, en la calle Alfonso XIII, número 2.

Calle Alfonso XIII, 2. Colección Javier Sánchez Portas.

La iberia. Número 247 – 1908 abril 18: Don Pascual Hostalet y don Emilio Salar han regresado de Barcelona después de efectuar las compras de géneros para el nuevo establecimiento que en breve se abrirá al público en la calle de Alfonso XIII junto al comercio de D. José Balaguer.

La Huerta. Número 307 – 1908 abril 25: Dentro de pocos días abrirán al público un bien surtido y elegante establecimiento de tejidos en la calle de Alfonso XIII, nuestros jóvenes y estimados amigos D. Pascual Hostalet y D. Emilio Salar. Les deseamos por anticipados a tan laboriosos jóvenes muchas prosperidades.

La Huerta. Número 316 – 1908 mayo 7: Desde el lunes próximo contará el pueblo de Orihuela, con un nuevo y elegante comercio de tejidos titulado EL JAPÓN, que nuestros queridos amigos, D. Pascual Hostalet y D. Emilio Salar han establecido en la calle de Alfonso XIII, número 2.

Cuenta EL JAPÓN, con un bonito y variado surtido en vestidos para  señora géneros blancos, satenes. Y otros artículos que sería prolijo enumerar y que la persona que visite dicho establecimiento, se convencerá de lo que llevamos dicho. Mucha suerte y prosperidades deseamos a tan queridos amigos.

La Huerta. Número 320 – 1908 mayo 12: Se ha abierto al público el elegante comercio de tejidos El Japón de los señores Hostalet y Salar. Muchas prosperidades les deseamos.

La iberia. Número 264 – 1908 mayo 12: Orihuela cuenta con un nuevo establecimiento de tejidos. Con igual lujo que los mejores de las grandes capitales, está decorado y pintado «El Japón», en cuya tienda se ha recibido un inmenso y variado surtido de todas clases de géneros, tanto para señora como para caballero, y de la más última novedad.

Sus dueños, para dotar a Orihuela de esta nueva tienda, no han omitido gasto de ninguna especie, y es verdaderamente asombroso lo barato que se pueden adquirir en el nuevo comercio de la calle de Alfonso XIII todos los géneros que se deseen.

Calle Alfonso XIII, 2. Colección Javier Sánchez Portas.

La Huerta. Número 329 – 1908 mayo 22: Hemos tenido el gusto de saludar a Mrs. Thanell, comisionado del Gobierno Japonés para que visite la sucursal que de aquel comercio han establecido en esta los Sres. Hostalet y Sala. El comerciante ha quedado muy satisfecho de su visita al comercio EL JAPÓN. Nuestra bienvenida.

La siguiente noticia me parece muy curiosa. El redactor de «La Iberia» aprovechó la sección de sucesos para hacer publicidad del establecimiento.

La iberia. Número 283 – 1908 junio 4: Ayer tarde riñeron dos sujetos. Uno de los cuales, que resultó con graves heridas, fue introducido en el comercio de tejidos de los Sres. Hostalet y Salar, «El Japón» en donde admiramos los más variados y completos surtidos en las más altas novedades de trajes para señoras, propios para la presente estación. Todo a precios económicos.

La Huerta. Número 354 – 1908 junio 25: ¡Atención! ¡Novedad! ¡Economía! En el comercio EL JAPÓN, Alfonso XIII, se acaba de recibir un inmenso surtido de guardapolvo dril hilo desde 4 pesetas hasta 10. Nueva colección en hilos, nansus y nipís, bordados para vestidos de señora. HOSTALET Y SALAR. El Japón, Alfonso XIII,- Orihuela. Novedad, novedad, novedad.

En artículos como pañuelos, sombrillas o paraguas, algunas empresas catalanas aprovecharon el tirón oriental utilizando marcas como «la japonesa» para comercializar productos fabricados en Barcelona.

La Huerta. Número 369 – 1908 julio 14: «El Japón» acaba de recibir 5.003 sombrillas para venderlas a precio de fábrica. 200 guardapolvos dril hilo a 5 pesetas. 2.000 pañuelos seda modernistas. Casa exclusiva en pañuelos de Manila desde 12 a 500 pesetas. EL JAPON, Hostalet y Salar. Alfonso XIII n. 2 Orihuela.

La Huerta. Número 413 – 1908 septiembre 9: Nuestros estimados amigos los señores Hostalet y Salar, dueños del acreditado establecimiento de tejidos EL JAPÓN, han recibido un surtido inmenso de velos y tules para mantillas.

El domingo por la noche presentaron una notable exposición de dichos géneros en aquel comercio, que fue admirada por muchísimas personas. Además se prepara otra magnífica exposición de toallas.

La iberia. Número 364 – 1908 septiembre 15: Prepararse que va a llover. En el comercio EL JAPÓN de los señores Hostalet y Salar, se ha recibido un grandioso surtido en paraguas de señora y caballero:  1.000 paraguas veloz estrella a 3 pesetas.  1.000 paraguas níquel a 4.  500 paraguas seda de 8, a 30.

En el verano de 1909, Emilio Salar se casó con Patrocinio Luis Parra, hija del sastre Ángel Luis y de Patrocinio Parra. Lo hicieron en la Catedral, dos meses después de la pedida de mano.

El orden. Número 176 – 1909 junio 12: Ha sido pedida la mano de la bella señorita Patrocinio Luis para el joven comerciante de esta plaza, don Emilio Salar.

Diario de Alicante. Número 703 – 1909 junio 14: Orihuela. Boda. Para en breve está concertada la boda de la bella señorita Patrocinio Luis con el comerciante de esta plaza D. Emilio Salar.

Catedral de Orihuela. Plaza de la Soledad.

El eco del Segura Número 1 – 1909 agosto 7: Ayer se verificó en este templo Catedral el enlace de nuestro querido amigo el comerciante de esta plaza D. Emilio Salar con la bella señorita Patrocinio Luis.

Fueron padrinos los tíos del novio D. Federico Marco y Doña Asunción Ruiz. Dio la bendición nupcial, el Pbro. D. Luis Parra. Después de la ceremonia salieron los novios para Valencia, en cuya capital se proponen pasar la luna de miel. Nuestra enhorabuena a los contrayentes.

Emilio se encargaba de las compras. Y como iremos viendo, se pasó media vida viajando; sobre todo a Barcelona, ciudad que visitaba varias veces al año.

Entre los años 1910 y 1911 se desplazó también a Valencia, Madrid y Zaragoza en busca de géneros de temporada. En 1910 fallecía su madre en Abanilla. Y en mayo de 1911 nacía su hija Patrito.

El Eco de Orihuela. Número 132 – 1910 abril 20: SUELTOS Y NOTICIAS. Ha salido para Valencia y Barcelona con objeto de hacer compras para su acreditado establecimiento «El Japón» nuestro amigo D. Emilio Salar.

El Eco de Orihuela. Número 260 – 1910 septiembre 23: SUELTOS Y NOTICIAS. En Abanilla donde residía ha fallecido la madre de nuestro querido amigo D. Emilio Salar, condueño del acreditado establecimiento de tejidos «El Japón». Nuestro más sentido pésame al señor Salar que hacemos extensivo a su distinguida familia.

Noviembre de 1910.

El pintor y decorador Enrique Luis, primo hermano de su esposa, exponía sus pinturas en el escaparate. También les pintó una artística bandera anunciadora ¿del Japón?

El Eco de Orihuela. Número 348 – 1911 enero 11: En el escaparate del comercio de tejidos «El Japón» hemos tenido el gusto de admirar un hermoso cuadro pintado por el reputado artista don Enrique Luis, y que este señor ha regalado para el beneficio del hospital.

Enrique Luis

El Eco de Orihuela. Número 422 – 1911 abril 10: Está llamando la atención del público la anunciadora bandera que los señores Hostalet y Salar han puesto en su acreditado establecimiento «El Japón» situado en la calle de Alfonso XIII. Es una obra de arte debida al reputado pincel de nuestro querido amigo D. Enrique Luis.

El Eco de Orihuela. Número 458 – 1911 mayo 29: La joven esposa de nuestro querido amigo el reputado comerciante D. Emilio Salar ha dado a luz una preciosa niña, por cuyo fausto suceso felicitamos a tan dichosos padres.

Antes de seguir hablando de Emilio y de la separación de los dos socios de «El Japón», tengo que mencionar al famoso cronista oriolano José Rufino Gea; quien en abril de ese mismo año compró un comercio de tejidos en la calle Calderón para que lo llevase su primogénito, José Gea Sacasa.

Dicho comercio, conocido como «El Indio», pertenecía a Rafaela Arenas Díaz, viuda de José Martínez Costa, un comerciante de tejidos fallecido en 1906. Esta señora tenía otro establecimiento en la calle Mayor cuyo anuncio es coetáneo al del Japón. Además fue la madre del famoso político José Martínez Arenas.

Agosto de 1910.

Otro de sus hijos, Manuel Martínez Arenas, regentó el negocio de la calle mayor. Se casó en mayo de 1919 con Encarnación Ros Alifa. En agosto de 1920 nació su hijo Manolín. En noviembre de 1924 cayó enfermo, y murió el 12 de abril de 1925 ,con sólo 33 años.

Colección Julia Valoria Martínez.

El diario. Número 958 – 1911 abril 15: Por virtud de escritura otorgada por la señora viuda de D. José Martínez Costa a favor de nuestro amigo Don J. Rufino Gea, ha sido traspasado a este el comercio de tejidos denominado «El Indio», situado en la calle de Calderón de la Barca núm. 13.

El Sr. Gea ha encargado a su hijo mayor D. José Gea Sacasa la dirección del establecimiento; y saldrá en breve para Valencia y Barcelona para hacer las compras de la temporada. Felicitamos a nuestro buen amigo por esta adquisición y no dudamos de que bajo la acertada dirección de su hijo, tan conocido y acreditado en el comercio local, adquirirá el establecimiento «El Indio» la importancia que merece.

El Eco de Orihuela. Número 427 – 1911 abril 20: El nuevo propietario de «El Indio» D. José Gea Sacasa, ha marchado a Barcelona a comprar géneros para su establecimiento.

El hijo de Rufino Gea enfermó en el verano de 1911. Y aunque pareció recuperarse, acabó falleciendo el 16 de noviembre de ese mismo año.

El diario. Número 1131 – 1911 noviembre 18: Ayer tarde fue conducido a su última morada, el cadáver del que en vida fue el joven José Gea Sacasa. El acto resultó una imponente manifestación de duelo, realizado por numerosas personas de todas las clases sociales de Orihuela, en demostración de las generales simpatías con que contaba el finado y de que goza su familia.

El siguiente anuncio, último de «El Japón», apareció en «La Cantárida» y en «El Conquistador» durante todo el año 1911. Y se mantuvo hasta el 15 de enero de 1912.

No tengo la fecha concreta del cierre; pero teniendo en cuenta que en abril ya se estaba preparando el nuevo establecimiento de Emilio Salar en la calle Mayor, y que se anunciaba la próxima apertura de la farmacia droguería de Penalva en el local que había ocupado «El Japón», está claro que fue entre los meses de febrero y marzo de 1912.

Droguería Balaguer y Farmacia Penalva. Colección Javier Sánchez Portas.

Licenciado en 1911, Sebastián Penalva Fons abrió su farmacia, despacho y laboratorio en noviembre de 1912.

En mayo de 1913 se casó con Pepita Balaguer Murcia. Su hijo José María Penalva Balaguer, estudió en Santo Domingo y tuvo como compañero a Emilio Salar Luis. Pero no adelantemos acontecimientos.

Interior Farmacia Penalva, enero 1913. Colección Javier Sánchez Portas.

Puerta del Sol y Gran Vía.

El Eco de Orihuela. Número 722 – 1912 abril 24: Ha regresado de Alicante nuestro joven amigo D. Emilio Salar, dueño del nuevo establecimiento de tejidos «La Puerta del Sol».

El Eco de Orihuela. Número 733 – 1912 mayo 7: Están ultimándose los trabajos para la apertura del comercio de tejidos «La Puerta del Sol» de nuestro joven amigo D. Emilio Salar.

Disuelta la sociedad con Pascual Hostalet, Emilio abrió «La Puerta del Sol» en mayo de 1912, después de varios viajes a Barcelona, ciudad que como ya he dicho, visitaba al menos dos veces al año. Su nuevo establecimiento estaba en la esquina de la calle Mayor con la calle de Colón.

Colección Javier Sánchez Portas.

El Eco de Orihuela. Número 743 – 1912 mayo 20: Mañana se abre al público el establecimiento de tejidos que, rotulado «La Puerta del Sol», ha establecido en la calle Mayor donde estuvieron instaladas las máquinas Singer, nuestro querido amigo D. Emilio Salar, a quien deseamos prósperos negocios.

El Eco de Orihuela. Número 746 – 1912 mayo 23: Ha sido abierto al público «La Puerta del Sol», lujoso establecimiento de tejidos que nuestro querido amigo D. Emilio Salar ha montado en la calle Mayor, el que está siendo visitado por las damas de la alta sociedad oriolana. Deseamos a su dueño mucha prosperidad y que siga con la buena suerte con que ha comenzado.

El Eco de Orihuela. Número 843 – 1912 septiembre 19: La que desee alguna ropa confeccionada para niño, que visite el establecimiento de nuestro buen amigo D. Emilio Salar, donde podrá encontrar toda clase de artículos como el mencionado. En novedades para señoras también cuenta este establecimiento con un buen surtido. Visitadlo y os convenceréis.

El Eco de Orihuela. Número 848 – 1912 septiembre 25: Nuestro buen amigo D. Emilio Salar ha recibido para la presente temporada de invierno una abundante colección de paraguas magníficos. Por poquísimo dinero se puede hacer uno de un buen paraguas visitando el establecimiento «La Puerta del Sol».

En cuanto a su socio, Pascual se quedó con el negocio del hijo de Rufino Gea en la calle Calderón de la Barca. Y en octubre de 1912 cambió el nombre de «El Indio» por «La Gran Vía».

Calle Calderón de la Barca. Colección Javier Sánchez Portas.

El Eco de Orihuela. Número 867 – 1912 octubre 17: Nuestro querido amigo el prestigioso comerciante de tejidos D. Pascual Hostalet ha sustituido el nombre de su establecimiento, rotulándolo «La Gran Vía» en vez de «El indio».  El letrero que lleva el nuevo es debido al reputado pincel de Manuel Pérez.

El Obrero, noviembre 1913.

Nacido en 1878, Pascual Hostalet Chust era el hijo menor del matrimonio formado por el zapatero Pascual Hostalet y María Vicenta Chust. En el verano de 1913, Pascual pidió la mano y en septiembre se casó, con María de Monserrate Llanes Catalá.

Ecos. Agosto de 1919.

Jefe de los Tradicionalistas oriolanos, la desgracia se cebó con su matrimonio perdiendo tres hijos consecutivos. María murió muy joven; dejando otros tres hijos: Vicente, María y Pascual Hostalet Llanes.

Pinchando sobre la fotografía de María Llanes se accede a un trabajo sobre su familia y los chocolateros oriolanos.

María Llanes Catalá. Gentileza de su bisnieta Marietta Agulló Domingo. Enlace a otro artículo.

Patrocinio, la suegra de Emilio, falleció a principios de 1913.

El diario. Número 1445 – 1913 enero 24: Ha fallecido la apreciable esposa del conocido industrial de esta plaza, don Ángel Luis, y madre política de nuestro querido amigo el acreditado comerciante, D. Emilio Salar a cuya desconsolada familia, enviamos nuestro más, sentido pésame.

El Eco de Orihuela. Número 946 –  1913 enero 24:Ayer tarde fue conducido a su última morada el cadáver de la señora doña Patrocinio Parra Rodríguez. Las cintas eran llevadas por los señores D. Ricardo Ferrer. D. Vicente Galiana, D. José Marín y D. Francisco García.

Presidian el duelo los sacerdotes don Luis Parra sobrino de la finada y don Domingo Aparicio, y don Tomás Brotóns Guillén. Reiteramos la expresión de nuestro sentimiento a su afligida familia, en especial a su hijo político nuestro querido amigo D. Emilio Salar.

Durante la Semana Santa, Emilio y un grupo de vecinos costearon el alumbrado eléctrico que convirtió la bajada del puente en «La Puerta del Sol». Y siguió exponiendo obras pictóricas en el escaparate.

El Eco de Orihuela. Número 989 – 1913 marzo 15: Los vecinos que han de costear el alumbrado eléctrico que durante los días de procesiones ha de lucir en la bajada del  puente de Poniente (Puerta del Sol) son: D. Octavio Fabregat, D. Francisco Tafalla. D, Tomás Saez, D. Manuel Cánovas, D. Ramón Pastor, don Emilio Salar, D. Gaspar Archent, don Luis Reymundo, D. Fernando Piñeiro, D. Francisco Zaragoza y la señora doña Quintina Martínez. Digna es pues de imitación, la idea de todos estos señores.

El suegro de Emilio le acompañó en uno de sus viajes de compras a Barcelona; quizá para que olvidase su reciente pérdida. Aquel año también se llevó a toda la familia de veraneo a Alicante.

El Eco de Orihuela. Número 1016 – 1913 abril 23: Para efectuar compras para su acreditado comercio de tejidos «La Puerta del Sol» han salido para Barcelona nuestro querido amigo don Emilio Salar y su padre político don Ángel Luis.

En «La puerta del Sol» podía encontrarse cualquier producto. Y Emilio utilizaba todas las técnicas de publicidad, exposición y venta.

El Eco de Orihuela. Número 1140 – 1913 septiembre 22: DE ARTE. Producción pictórica. El aprovechado discípulo de apeles y joven amigo nuestro Manuel Rodríguez Beltrán ha producido otra obra de arte. Esta se halla expuesta en el escaparate de «La Puerta del Sol», acreditado comercio de tejidos de nuestro estimado amigo D. Emilio Salar. Numeroso público acude a dicho sitio, con objeto de admirar el precioso cuadro a que aludimos…

A la derecha, «La Puerta del Sol». Colección Javier Sánchez Portas.

El Eco de Orihuela. Número 1164 – 1913 octubre 20: En el acreditado comercio de tejidos «La Puerta del Sol» de nuestro querido amigo D. Emilio Salar hubo anoche una gran exposición de peletería y pañería, la que fue visitada por numeroso público, especialmente por las damas elegantes de nuestra sociedad.

El diario. Número 1626 – 1913 noviembre 4: Los fumadores de la localidad, han reconocido la excelencia del nuevo papel de fumar, marca «Valda», le han dispensado una favorable acogida, pues es un papel antiséptico y magnífico dentífrico, que sirve a la vez para neutralizar los efectos de la nicotina del tabaco, para conservar, fortalecer, y hasta para limpiar la dentadura.

Nuestro particular amigo, el acreditado comerciante dueño del establecimiento de tejidos, «La Puerta del Sol», D. Emilio Salar que es el representante en esta, de dicha marca de papel de fumar, está recibiendo grandes y numerosos pedidos del mismo.

El Eco de Orihuela. Número 1250 – 1914 febrero 9: Hemos oído hacer grandes elogios de las exposiciones que los días festivos tienen lugar en el acreditado comercio «LA PUERTA DEL SOL». Su dueño nuestro amigo don Emilio Salar, consigue de día en día aumentar su extensa clientela y proyecta que cada nueva exposición de géneros supere a las anteriores. Adelante, que el público sabrá corresponder a sus desvelos.

El Eco de Orihuela. Número 1327 – 1914 mayo 18: LA PUERTA DEL SOL. Ayer un numeroso público comentaba frente a la exposición de este acreditado establecimiento la locura de Emilio Salar.

Debidamente informados hacemos constar que no hay tal cosa; la inverosímil baratura de los géneros expuestos no es fruto de la demencia de su dueño, sino de sus combinaciones mediante las cuales puede en obsequio de sus clientes hacer rebajas estupendas.

Así puede concebirse que venda los visillos a real, los velos de mantilla a peseta, los stores camisas y enaguas a precios inverosímiles, la seda liberty a cinco reales; y es que prefiere ganar muchos pocos a pocos muchos.

En 1914 apareció en prensa un hermano de Emilio Salar; un seminarista que vivió en Méjico durante la revolución y del que no he encontrado más datos.

Emilio siguió con sus exposiciones y viajando frecuentemente a Barcelona en busca de lo más moderno; como los muestrarios de peletería a medida a precios de fábrica. En una larga campaña publicitaria que comenzó en diciembre ofertó sedas escocesas y unas rodilleras especiales para reumáticos.

Durante el verano de 1915 se anunció en la Calle Sagasta, 1. En septiembre volvió la calle Mayor. Deduzco que fue un traslado provisional por obras o reformas. Y es que justo después, entre los años 1916 y 1917 montó una gran campaña publicitaria centrándose en el material eléctrico.  También ganó un concurso de escaparates.

Ciudadanía. Número 24 – 1915 noviembre 16: NOTICIA. Procedente de Holanda ha recibido nuestro querido amigo y correligionario el dueño del establecimiento «La Puerta del Sol», D. Emilio Salar, un gran pedido de lámparas con la marca «Salar Orihuela» que tenemos entendido son de superior calidad.

Junio de 1916.

Ciudadanía. Número 62 – 1916 agosto 26: En el concurso de escaparates celebrado esta feria obtuvo el primer premio el presentado por el establecimiento de tejidos «La Puerta del Sol» cuyo propietario es nuestro querido amigo D. Emilio Salar. La enhorabuena.

La vega. Número 15 – 1916 agosto 27: El premio de este Concurso (de escaparates) lo obtuvo el establecimiento La Puerta del Sol del que es dueño D. Emilio Salar. Representaba en el fondo una preciosa Marina formada con ricas telas, destacándose en medio un soberbio león confeccionado con pieles negras que era todo una preciosidad.

Daban mayor realce al conjunto dos magníficos tapices estilo Luis XV y Luis XVI, hechos a mano, trabajo esmeradísimo y una obra completa del arte español, fabricados en Tarancón (Cuenca), en la fábrica de los Sres. Retamoso y Compañía.

Ecos. 1918.

Ecos. Número 14 – 1919 marzo 9: La exposición que tenía anunciada como día de gracia nuestro particular amigo don Emilio Salar dueño del establecimiento «La Puerta del Sol» no podrá efectuarse para mañana por motivos ajenos a su voluntad como lo acredita el presente telegrama.

«Alicante, Salar, Orihuela. Retraso vapor causa temporal imposible facturar hasta lunes géneros exposición Ripoll.» Nota.— En vista del anterior telegrama queda aplazada la GRANDIOSA EXPOSICIÓN de géneros baratos para el próximo Domingo 16 de Marzo. SALAR.

En 1920 Emilio Salar Ruiz dirigía un desconocido periódico oriolano llamado «La Péñola» .

En 1924 alquilaba el material eléctrico al Ayuntamiento para las fiestas de Orihuela. En 1925 viajó a París y a otras «capitales de Francia y Alemania».

En marzo de 1926 nació su hijo Federico. Lo apadrinaron sus hermanos Emilín y Patrito.

Ayuntamiento de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

Como empresario taurino se entrevistó en Alicante con el mítico torero Juan Belmonte «El Pasmo de Triana», para traerlo a Orihuela. Había reaparecido después anunciar su primera retirada en 1922.

Juan Belmonte 1926.

El Liberal (Murcia). Número 8843 – 1927 Agosto 12: ORIHUELA. El rico y acaudalado comerciante de esta, don Emilio Salar, se trasladó el pasado domingo a Alicante a entrevistarse con su amigo, el opulento empresario señor Pagés y con el diestro Belmonte.

Aunque se ha guardado reserva de esta entrevista podemos asegurar que su objeto ha sido organizar una corrida a base de este diestro. También sabemos que Belmonte no ha puesto dificultades, y que si no surgen complicaciones, la corrida se celebrará con éste, el niño de la Palma y la alternativa de Navarro, en el próximo mes de octubre.

Plaza de Toros de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

Como proveedor de material eléctrico y comerciante de tejidos colaboró activamente con la Cofradía del Pilar. En 1930, terminada la Dictadura de Primo de Rivera, entró como concejal del Ayuntamiento de Orihuela con Antonio Balaguer en la Alcaldía. Años antes pertenecía al partido maurista, liderado en Orihuela por Federico Linares.

Actualidad. Número 6 – 1928 marzo 29: A las 9 de la noche, tendrá lugar la procesión de la Cofradía del Pilar, para la que se trabaja activamente. Se nos dice que el trono de San Pedro ha sido artísticamente restaurado, y que el del Prendimiento será algo fantástico, ya que el Sr. Lozano no ha reparado en gasto alguno.

La Dirección artística del paso, que lucirá una gran iluminación de sorprendente efecto, ha sido encargada a D. Monserrate Fenoll y a D. Emilio Salar. Este último se ha encargado también de la confección de las vestas para los nazarenos de dicho paso.

Colegio Santo Domingo. Colección Javier Sánchez Portas.

Su hijo, Emilio Salar Luis, estudió en Santo Domingo, en el mismo curso que José Marín Gutierrez (Ramón Sijé) y que José María Penalva Balaguer.

En ese año de 1930, cuando su padre entró en el Ayuntamiento, colaboró con Sijé en el primer número de la revista Voluntad. Acusado de plagio, presentó su renuncia cuyo manuscrito se conserva, en el número cuatro. Y se alistó en las Juventudes Antonianas como miembro de su junta directiva.

José Marín Gutiérrez/Ramón Sijé.

Pero volvamos a su padre. En 1932, Emilio presentó una campaña publicitaria como representante de Philips Radio en Orihuela y Dolores. Un año después figuraba en la relación de asociados para contribuir al mejoramiento de los programas de emisión de Radio Murcia, que agradeció la «patriótica cooperación de los entusiastas de su patria chica».

Autonomía 1933.

En la segunda mitad del siglo XX «La Puerta del Sol», regentada por su hijo, pasó a llamarse «Tejidos Salar».

Su nieta, Patrito Ortuño, recuerda como en una zona de la tienda que estaba por debajo del nivel de la calle se almacenaban los rollos de telas y paños; y como la clientela bajaba a elegirlos.

También se acuerda de los empleados que allí trabajaron: Cayetano, Paco, Enrique, Estanislao… y del peluquero Esteban, que estuvo un tiempo de aprendiz.

Tejidos Salar tras el incendio. Colección Javier Sánchez Portas.

En el piso de encima vivieron Emilio, Patrito y Alfonso Ortuño. Otro vecino del edificio fue Ramón Pastor, presidente de la Plaza de Toros con su inseparable «Ricardito».

Tejidos Salar tras el incendio. Colección Javier Sánchez Portas.

Hasta que la tienda, y con ella el edificio, desaparecieron por culpa de un desgraciado incendio. Y así termina esta historia de momento. Como siempre, queda abierta a nuevos datos, posibles ampliaciones y modificaciones.

Tejidos Salar tras el incendio.
Colección Javier Sánchez Portas.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba)

Mi agradecimiento a Javier Sánchez Portas, José Manuel Dayas y Patrito Ortuño Salar.

Biografías apuntadas: Del Café Europeo al Café Colón. Juan Rogel Botá 1.

Prefacio.

Mi propósito inicial al emprender este trabajo era escribir unas líneas para el programa de radio sobre el fundador del Colón, mítico bar que frecuentaron mis padres, del que guardo muchos recuerdos de infancia. Pero el señor Rogel, propietario anteriormente del «Café Europeo», resultó ser un personaje digno de una novela.

Un tipo a caballo (nunca mejor dicho) entre los siglos XIX y XX que, además de regentar establecimientos donde ofrecía los espectáculos y novedades de la época, andaba metido siempre en todo tipo de actividades relacionadas con el ocio: gallos, armados, toros, caballos, caza, pesca, regatas…

Transcribo un párrafo, publicado en 1891, que lo define plenamente: «Juan es entendido en todo y saldrá, airoso con su empeño en virtud de la gracia que Dios le ha dado haciéndole servir lo mismo para un barrido como para un fregado».

Siguiendo al personaje, tiré y tiré de hemeroteca hasta almacenar decenas de interesantes noticias que, además de hablar de Juan y de sus concurridos cafés, aportaban datos y anécdotas curiosas sobre la vida en la Orihuela de antaño; un filón que no sabía como resumir y que me resistía a recortar.

La Orihuela decimonónica.
Colección Javier Sánchez Portas

Así pues, he decidido publicar la información prácticamente en bruto, añadiendo a las noticias relacionadas con Juan Rogel, detalles coetáneos, comentarios recuadrados en negro y algunas fotografías ilustrativas. Este formato me permitirá seguir ampliando cuando aparezca algo nuevo.

Las transcripciones están forzosamente descompensadas. Dependen  mucho de la cantidad y calidad de la prensa que se publicaba cada año en Orihuela. Hay temporadas en las que circulaban varios periódicos; y otras en las que no contábamos con ninguno. Cada noticia muestra el periódico del que procede, con número y fecha.

Por último, he dividido el trabajo en dos entregas para hacerlo más manejable: una que abarca el siglo XIX y otra a partir de 1900. Espero que os guste.

Juan Rogel Botá. Apuntes para una biografía. Primera parte. (1845-1898).

Plaza de las Salesas e iglesia de Santa Justa. J. Luis Zerón/Ajomalba

Antecedentes Familiares.

Juan Francisco Rogel Botá o Buttá nació en la Plaza de las Salesas el 24 de mayo de 1845. Su padre, sacristán de Santa Justa, era de profesión zapatero, al igual que su abuelo José Rogel Cárceles, que fue campanero en la Catedral.

Su madre, nacida en Orihuela, era hija de un posadero de origen italiano: Juan Bautista Buttà Dagnino, natural de Génova y afincado inicialmente en Cartagena, cuyo apellido castellanizaron quizá por la confusa sonoridad.

Entre los años 1838 y 1852 Juan Rogel Ruiz y Ana Butá Cazorla bautizaron nueve hijos en Santa Justa, seis mujeres y tres hombres. El quinto y primer varón fue «Juanete» Rogel Botá.

Los músicos apellidados Rogel Soriano, entre los que destacan José, quien dio nombre a la calle de San Juan durante la II República y Federico, el de los cantores de la Pasión, eran primos hermanos de nuestro protagonista, hijos de su tío José Rogel Ruiz y de Bernarda Soriano.

Y Don Ángel García Rogel, uno de los «santos médicos» nacido en 1887, su sobrino.

Antes de seguir con Juan, quiero hablar un poco de su hermano menor, José Rogel Botá, prestigioso maestro constructor y reparador de órganos, del que os dejo una noticia y un poco de información sobre su obra.

El Constitucional (Alicante). Número 4134 – 1882 febrero 11: El órgano de la iglesia parroquial de Santa María de esta capital ha sido completamente restaurado por el inteligente constructor de órganos D. José Rogel Botá de Orihuela, y se oirá por primera vez el próximo domingo, durante la celebración de la misa mayor.

Hemos oído hacer grandes elogios de la manera con que ha llevado a efecto la expresada restauración, dotando al instrumento de nuevas voces y perfeccionando las que tenía; convirtiéndolo en un magnífico órgano, que nos aseguran ha de llamar la atención por la sonoridad, riqueza y variedad de sus voces, uniéndose a ello que el referido instrumentista ha realizado obra tan notable con un coste relativamente módico, atendida la importancia de la reforma ejecutada.

Entre los años 1882 y 1894 reparó órganos en Alicante, Librilla, Tobarra y Espinardo. A pricipios del siglo XX trabajó en las tres iglesias parroquiales de su Orihuela natal. Antes, en 1902, construyó un órgano para la iglesia conventual de Santa Lucía.  

En el verano de 1903, mientras estaba desmontando y reparando el órgano de la Catedral de Orihuela, lo nombraron relojero municipal. Sus trabajos de restauración e instalación en el Salvador terminaron en septiembre.

En febrero de 1906 desmontó y restauró el de Santa Justa y en junio de 1907 el de Santiago.

Órganos de La Catedral, Santa Justa y Santiago.

En 1911, el famoso organero oriolano, ya con treinta y tres años de carrera, trabajaba en la catedral de Almería, ayudado por su hijo Juan. La última noticia que he encontrado es de 1912, cuando construía un órgano para reformada iglesia de La Merced, de nuevo en Orihuela.

Iglesia de la Merced en obras, 1911.
Colección Javier Sánchez Portas

Vamos pues con la vida de D. Juan Rogel Botá, el del Café Europeo, el del Colón, Juanete para los amigos. Desde la primera noticia localizada en 1886, hasta 1929, año de la muerte de su esposa, Leonor Brotons Gil.

Leonor Brotons Gil

Año 1886

La primera cita sobre el Café Europeo que he localizado en prensa la publicó «La crónica» en el mes de abril de 1886. Durante varios días anunciaba la venta de una mesa de billar en buen uso. En ese mismo mes comenzó a publicitar una serie de conciertos.

Antes de seguir, conviene saber de que local estamos hablando.

El Café Europeo, con salidas a la calle del Ángel y a la del Río, ocupaba buena parte del antiguo solar del granero de la catedral, anexo a la desaparecida casa consistorial derribada por el ímpetu del río en 1834.

Indicaciones sobre plano del siglo XVIII.

La crónica. Núm. 125 – 1886 abril 22: En noches pasadas, el joven pianista del café Europeo, Matías Rogel, hijo del malogrado D. Mariano, tan conocido en esta ciudad, tocó admirablemente una preciosa sinfonía compuesta por él, que agradó mucho a los concurrentes, y fue sumamente aplaudida. Reciba nuestra enhorabuena el joven autor.

Varios músicos miembros de la saga Rogel pasaron por el Europeo. Muchos años después, en 1929, entrevistaron en el Casino Orcelitano al consagrado Matías Rogel. Y habló de sus principios en Orihuela como tipógrafo en la «Lectura Popular» hasta que consiguió que le admitieran de pianista en el Café Europeo con un sueldo de quince pesetas al mes. Era hijo de un primo hermano de Juan.

El Oriolano. Núm. 127 – 1886 junio 8: El domingo pasado tuvimos el gusto de oír en el «Café Europeo» el bonito himno nacional para piano, a seis manos, titulado ¡¡Viva el Rey!! debido a la inspiración del joven y aventajado pianista Ángel Rogel, hijo de nuestro paisano y amigo, el reputado maestro compositor D. José Rogel, que fue ejecutado magistralmente por el autor y dos de sus amigos, en el piano del referido café.

El diario de Orihuela. Núm. 27 – 1886 julio 31: Esta noche se celebrará un brillante concierto en el Café Europeo bajo la dirección del Sr. Rogel (D. Camilo.)

En aquel mes de julio y, durante varios días, se publicitó el siguiente anuncio:

El diario de Orihuela. 16 de julio 1886: ESPECTÁCULOS. En el Café Europeo, canto y baile flamenco. A las 9 en punto.

Poco después, una curiosa noticia relacionada con uno de los artistas, saltó al apartado de provincias en los periódicos nacionales: un cantaor se había metido a fraile en Orihuela.

El diario de Orihuela. Núm. 9 – 1886 julio 10: Esta noche a las nueve tendrá lugar la primera función de canto y baile flamenco, en el acreditado café Europeo. El notable personal del cuadro de artistas contratado para la temporada de feria por el celoso y activo dueño del citado establecimiento, es la mejor garantía del éxito. Entrada dos reales con derecho a consumo por valor de un real.

La crónica. Núm. 140 – 1886 agosto 5: Hemos oído decir que uno de los cantaores que hacían las delicias de los aficionados en esta última temporada en el café Europeo, cansado de los efímeros goces del mundo, ha ingresado en uno de los conventos de frailes establecidos en esta ciudad.

Convento de franciscanos de Santa Ana.

El diario de Orihuela. Núm. 37 – 1886 agosto 12: Ha ingresado para la prueba en el convento de Franciscanos de esta ciudad el conocido artista flamenco, que hizo las delicias del público durante las noches de feria en el Café Europeo.

Juan era un experto cazador y un prestigioso «gallero» que viajaba en tren hasta Cartagena para comprar los mejores ejemplares para su equipo. Los llamaba Lorenzo, Cenizo, Lagartijo…

Durante toda su vida se mantuvo en el mundo gallístico; y en sus establecimientos nunca faltaba, al menos, una tertulia sobre el tema. Bien entrado el siglo XX, al equipo del «abuelo juanete» le llamaban “El Europeo”.

Y tenía galleras en los altos de su establecimiento. Os he dejado una breve reseña de una riña en la que participó una «jaca» negra propiedad de Juan. «Jaca» era la categoría del gallo que peleaba por vez primera en la arena.

El diario de Orihuela. Núm. 42 – 1886 agosto 18: Con motivo de haberse levantado la veda, son muchos los émulos de San Eustaquio que han salido al campo donde según parece hay este año caza en abundancia. Excusado es decir que el inteligente cazador y amigo nuestro Juan Rogel será el que yerre menos tiros.

El día. Número 3 – 1886 marzo 7: Al presentarnos en el circo gallístico vimos la gente de pelea colocada en sus puestos, y esperando el principio de la lucha, que larga había de ser, según la lista de los pesos que había dados. Sin embargo, solo siete riñas presenciamos.

Las que más sobresalieron fueron la dada por Juan Rogel (Juanete) y la Merced, cuya riña fue un acontecimiento, porque luchaban dos magníficas jacas, blanca la de la Merced, y negra la del primero, en iguales condiciones ambas; tanto, que en el primer tercio quedó la blanca tuerta, y fuera de combate, debido a una subida en que la negra de Juanete, degolló a la de la Merced: duró 7 minutos esta pelea, y las apuestas subieron a 15 duros.

Pelea de gallos en Murcia, a principios del XX.

Año 1887

El «Circulo Orcelitano», precursor y germen del actual casino, se fundó en 1848, en la calle llamada del Ángel, esquina con la subida al puente, es decir, a pocos metros del futuro café Europeo.

En este año el Casino Orcelitano, domiciliado en la casa de Pizana, estaba edificando un nuevo y lujoso local; el que conocemos en la actualidad.

Y había otro casino en la Calle Mayor que trataba de hacerles la competencia. El café Europeo supo hacerse un hueco; sobre todo en los bailes de Carnaval. Si os interesa el tema, pinchando la siguiente imagen encontraréis mas información sobre los casinos.

Pinchad para acceder al artículo

El diario de Orihuela. Varios núm. 1887 febrero: Bailes de máscaras con gran éxito de nueve a una. En el amplio salón del café Europeo, donde concurrió un gran número de máscaras que hicieron la delicia de los concurrentes con sus bromas y de los bailadores con su afición a la diosa Terpsícore.

Para el domingo, lunes y martes estamos seguros que en el europeo no se podrá dar un paso y eso que se ha tenido el buen acuerdo de regularizar la entrada del público, estableciendo billetes a un precio módico.

En el elegante salón del Círculo de la Unión se reunió también anoche una distinguida y numerosa concurrencia. Para el domingo se anuncia un baile de máscaras en el «Círculo de la Unión».

Una broma de carnaval: Ayer apareció la estatua de Muñoz con sombrero de copa.

El café Europeo estaba concurridísimo no siendo posible permanecer en el por falta de espacio y por el asfixiante calor que se sentía. El baile se hizo desde las diez en adelante difícil por no poder ni siquiera circular por el salón.

En política, Juan era republicano, vocal del partido «zorrillista». Transcribo el comité completo.

El diario de Orihuela. Número 258 – 1887 junio 1: Para cumplimentar la circular expedida en 30 de Marzo último por la Junta directiva del partido progresista republicano, se reunió el domingo pasado el partido zorrillista de esta ciudad eligiendo el siguiente comité:

Presidente Honorario: Excmo. Sr. D. Manuel Ruiz Zorrilla. Presidente efectivo: D. Vicente Rodríguez. Vice-Presidentes: D. Pedro Turón, D. José Sepulcre y D. Balbino García de Burunda. Vocales: D. Julio Espinós, D. José Caballero, D. Narciso Carramata, D. Valeriano Aracil, D. Juan Antonio Fabregat, D. Antonio Vidal, D. Miguel Ortega Campillo y D. Juan Rogel Botá. Secretarios: D. Vicente Esquer y D. Manuel Pardines.

Manuel Ruiz Zorrilla

También hablé en un artículo sobre la Glorieta de Juan Rogel como precursor del Kiosco. El 14 julio presentó una instancia en el ayuntamiento pidiendo permiso para levantar un templete o Kiosco que utilizaría como café y horchatería.

Lo pensaba explotar los días de feria durante ocho años, quedando después a beneficio del municipio.

El 22 de julio le fue aprobado y el 11 de agosto comenzó su construcción. Fue la sensación de la feria. Sobre todo entre los jóvenes de la «alta sociedad».

El diario de Orihuela. Núm. 268 – 1887 junio 14: Nuestro apreciable amigo Juan Rogel, dueño del acreditado café Europeo, tiene en proyecto para la próxima feria la construcción de un magnífico templete en la Glorieta dado caso que el Ayuntamiento le diese la oportuna licencia.

En ese mismo verano cambió el mobiliario de su local de la calle del Ángel. Sustituido este, puso a la venta a precios económicos, nada menos que ciento cincuenta taburetes usados. Esto nos da una idea del tamaño del local. Se ofrecían para cafés, barberías u otros usos.

El diario de Orihuela. Núm. 282 – 1887 julio 2: Ayer tuvimos el gusto de visitar el acreditado y espacioso café Europeo en el cual admiramos las importantes mejoras que incesantemente está introduciendo en dicho establecimiento, su dueño nuestro apreciable amigo Sr. Rogel.

Las reformas últimamente introducidas consisten en el reemplazo de los antiguos taburetes por una magnifica sillería de la más moderna confección y unos elegantes y cómodos divanes que dan gran tono al decorado del local.

El diario de Orihuela. Núm. 285 – 1887 julio 6: El café Europeo recibió anoche a última hora la agradable visita de varias señoritas y algunos jóvenes de nuestra sociedad elegante. Se tocó el piano y se pasó un rato sumamente entretenido en aquel concurrido y acreditado establecimiento.

El diario de Orihuela. Núm. 317 – 1887 agosto 13: La feria ofrece un precioso golpe de vista contribuyendo, en gran manera a embellecerla el kiosco de Rogel. Es muy bonito y por el buen gusto que revela merecen plácemes José Sanz carpintero, José Sánchez pintor, y el dueño Juan Rogel. 

La Glorieta y el Paseo de la Estación. Colección Javier Sánchez Portas

El diario de Orihuela. Núm. 342 – 1887 septiembre 21: Esta noche a las ocho y media tendrá lugar en el café europeo una sesión de baile y canto andaluz por el cuadro que ha estado actuando en el café de la Rambla de Murcia. Tenemos muy buenas noticias de dicho cuadro de cantaores. La entrada será libre.

Año 1888

En los carnavales de 1888, mientras los capuchinos cambiaban la cruz de la Muela y los murcianos trataban de celebrar el entierro de la Sardina. Juan ofreció seis bailes, de nueve a dos de la mañana; a cual más concurrido y animado.

El primero coincidió con la popular romería de San Antón. En aquellas carnestolendas, «El Europeo» fue el local de referencia.

El diario de Orihuela. Núm. 436 – 1888 enero 14: Según nuestras noticias el dueño del Café Europeo piensa dar el primer baile de máscaras en aquel establecimiento el próximo día de San Antón. Ayer tarde estuvo el Sr. Alcalde en San Antón con el objeto de inspeccionar el camino que desde la carretera conduce a la ermita y las cercanías de esta donde suelen establecer sus puestos los vendedores el día de la romería.

Como resultado de la visita, se ha dispuesto desecar las charcas existentes en el referido camino y engravar el mismo en los puntos donde su mal estado lo requiera. Es una medida de previsión digna de aplauso.

El diario de Orihuela. Núm. 452 – 1888 febrero 03: Juan Rogel, el popular cafetero y dueño del acreditado café Europeo puede estar satisfecho de la jornada de anoche. El baile estuvo animadísimo; hubo gran número de máscaras y es ya cosa hecha, que dicho establecimiento sea el centro de alegría en el presente carnaval.

Ayer se instaló por los frailes capuchinos una nueva cruz en el monte denominado la Cruz de la Muela subiendo a tan elevado punto con tal motivo, numerosa concurrencia de gentes del pueblo (…) La peana de la nueva cruz se distingue perfectamente pero la cruz no es tan visible como la anterior lo cual no ocurriría si se la pintase de negro.

La Cruz de la Muela

El último baile del Carnaval fue el de la piñata. Asociada al carnaval por los italianos, la costumbre de la olla o pignatta se había extendido por toda España durante el siglo XIX. Una olla de barro llena de dulces colgaba de una cuerda en medio del salón. Los participantes, con los ojos vendados, intentaban romperla con un palo entre la risa general.

En esta ceremonia cargada de simbolismo cristiano, la olla era la tentación que encerraba los placeres del pecado. El danzante, vendado, encarnaba a la fe ciega que, con el palo de la virtud, hacía pedazos el pecado derramando sobre su cabeza los dones del cielo.

El diario de Orihuela. Número 466 – 1888 febrero 20: El baile de piñata celebrado anoche en el café Europeo estuvo muy concurrido y animado durando hasta las dos de la madrugada. El acreditado establecimiento de D. Juan Rogel ha merecido ser en el presente año el centro de la juventud alegre y bulliciosa, habiendo sido el favorecido de la fortuna durante los pasados días de carnestolendas.

Orden, armonía y gran cultura ha reinado en los bailes del referido establecimiento que ha ganado en reputación y favor público cuanto podía esperarse dado su antiguo renombre y crédito. Esto moverá al Sr. Rogel a quien felicitamos por el éxito obtenido, a preparar la fiesta carnavalesca del próximo año introduciendo algunas reformas con el objeto de halagar al público que tanto favor le viene dispensando.

La crónica. Núm. 242 – 1888 agosto 12: Nos han asegurado que el popular dueño del café Europeo Juan Rogel piensa introducir importantes reformas y mejoras del servicio, en el Kiosco de su propiedad que se instala dentro del salón de la glorieta, durante la época de feria. Mucho lo celebramos.

Año 1889

En este año las noticias son escasas. El carnaval ha decaído y, sorpresivamente, Juan entrega el kiosco al Ayuntamiento, quedando todavía cinco años de explotación. Pero, como veremos, no por eso dejó de vender en la Glorieta durante la Feria.

El diario de Orihuela. Núm. 761 – 1889 febrero 23: Mañana noche a las nueve, gran baile de máscaras en el café Europeo.

El diario de Orihuela. Núms. 826/833 – 1889 mayo 18/27: En el acreditado establecimiento Café Europeo, se servirán mañana los helados a los precios siguientes: Una capa de mantecado, 50 céntimos, media, 25. Una capa de leche 30 y media 15. Apertura de un depósito de hielo.

El orcelitano. Número 158 – 1889 agosto 25: El kiosco que se venía colocando en la feria, propiedad del laborioso industrial D. Juan Rogel, ha sido entregado por este al Ayuntamiento, antes que transcurriese el tiempo que marcaba el contrato.

El diario de Orihuela. Número 932 – 1889 septiembre 27: El presidente de la Comisión de ferias, hizo constar que el industrial D. Juan Rogel había cedido al Ayuntamiento el kiosco de su propiedad que venía colocando varios años en la feria.

La Glorieta. Colección Javier Sánchez Portas.

Año 1890

Tampoco hay muchas referencias en este año. El carnaval sigue decayendo. Durante el mes de febrero, Juan alterna riñas de gallos a las dos de la tarde con bailes de máscaras por las noches. Y, como ya he dicho, sigue vendiendo helados en la Glorieta.

El orcelitano. Núm. 184 – 1890 febrero 23: Poca afluencia de máscaras ha habido en el presente carnaval, menos, mucho menos que en años anteriores, lo cual prueba de una manera a todas luces innegable que la afición va decayendo.

En cuanto a bailes, no hablemos; si no hubiera sido por los que se han dado en el café Europeo, no hubieran tenido un punto donde reunirse las gentes de buen humor.

Hace pocos años se verificaban bailes en el casino, y en la casa del pueblo. Hoy hemos quedado reducidos al Europeo; y el que haya bailes en el establecimiento citado se debe al buen humor del dueño, porque si había de darlos por el lucro que le reporta, con seguridad que en su café no tendría efecto semejante diversión.

Como nota curiosa, he incluido lo que hoy se llamaría un suceso de violencia machista. Ocurrió en el último baile de Carnaval y la prensa lo cuenta como algo normal, ejemplarizante incluso, llamando al marido «su dueño y señor».

Una muchacha casada que se hallaba en el lecho conyugal con su esposo, en el momento se apercibió que su dueño y señor roncaba como un bendito, se levantó, y colocándose un disfraz se marchó al baile en unión con algunas amiguitas.

Pero es el caso que su marido, que ya se acostó receloso por algunas palabras que inadvertidamente sin duda se  escaparon a su cara mitad, despertó y observó con asombro que su costilla había volado; inmediatamente se vistió y salió de estampía, arrancándose en dirección al Europeo, encontrándose al llegar aquel establecimiento que su señora se hallaba muy a su gusto, en el pleno goce de su favorita diversión; y haciéndola salir del baile le propinó una tanda de valses que estaría toda la noche bailando, y que le habrán dejado imperecedero recuerdo del carnaval para todos los días de su vida. Nada… un rato de recreo, a cambio de una paliza.

El diario de Orihuela. Número 1150 – 1890 junio 28: Esta noche de nueve a once de la misma y mañana noche a la misma, tendrán lugar en el paseo de la Glorieta las verbenas de San Pedro. Con tal motivo se han colocado numerosos reverberos en tan ameno sitio. El conocido industrial Juan Rogel servirá toda clase de sorbetes en su instalación debajo de kiosco de la música.

La Glorieta. Colección Javier Sánchez Portas

Año 1891

Como todos los años, las primeras referencias al Europeo llegan con los bailes de Carnaval. Pero 1891 fue un año generoso en noticias, principalmente taurinas.

El diario de Orihuela. Núm. 1330 – 1891 febrero 7: Mañana noche a las diez de la misma; comenzarán los bailes de máscaras en el acreditado café Europeo. Todo promete gran animación en dichos bailes.

El diario de Orihuela. Núm. 1332 – 1891 febrero 11: Se ha notado en el presente año mayor afición a disfrazarse que en los anteriores pero falsedad. El deseo de divertirse que tiene la gente se conoció anoche de una manera indudable en el gran número de máscaras que circulaban las calles y llenaban los bailes caseros y públicos.

En el café Europeo hubo de darse por finado a las doce el baile a causa de ser imposible la estancia en el local lleno de bote en bote desde primera hora. Mayor afición pero nada  de gusto en los disfraces. Todo muy vulgar y poco llamativo así como en las bromas en las que parece que los disfrazados no sabían decir otra cosa que el consabido y fastidioso ¿no me conoces?

En marzo, un redactor de “El Diario de Orihuela”, dejó escritas unas líneas que, excluyendo las procesiones, se podría publicar igual hoy, ciento veinte años después.

El diario de Orihuela. Número 1366 – 1891 marzo 16: Nuestra antigua célebre feria, está convertida en un mal mercado. Nuestras antiguas esplendorosas procesiones están en peligro de desaparecer. Se hunde nuestra plaza de toros hace muchos años y, mientras otras ciudades vecinas nuestras las construyen nuevas sin perder las antiguas, nosotros habiendo perdido el mal circo taurino que teníamos, continuamos sin él. Creo que si se hundiese la ciudad, presenciaríamos impávidos la catástrofe sin atender a reconstruirla. Tal es nuestra apatía.

La unión republicana. Núm.6 – 1891 mayo 5: El Comité de Coalición Republicana cita a todos los republicanos de Orihuela y su término a una reunión que se verificará el jueves, siete del corriente a las diez de su mañana, en los altos del Café Europeo, para tratar de las próximas elecciones municipales.

En Orihuela hacia años que las monjas compraron la vetusta plaza de San Agustín para construir Jesús María. Por fin, alguien parecía capaz de construir una plaza, aunque fuese de madera. Y Juan era taurino como el que más.

Plaza de Toros convertida en colegio. Archivo Municipal de Orihuela.

La unión republicana. Núm. 7 – 1891 mayo 12: La lluvia que el martes pasado cayó con regocijo de los del campo fue tan intensa que se llegaron a inundar en nuestra ciudad algunos establecimientos públicos. En el Café Europeo se tuvieron que subir los concurrentes a las mesas por transformarse el salón en lago.

El diario de Orihuela. Varios núm. 1891 julio: Advertimos a nuestros lectores por lo que pueda convenirles que en el café Europeo y en la posada, del Sol se expende la nieve al precio de cinco céntimos libra.

Por D. Juan García, se ha solicitado en esta Alcaldía el oportuno permiso para la construcción de una plaza de toros de madera en nuestra ciudad. Parece que por esta vez va de veras la construcción del circo taurino pues tanto el demandante del permiso, como los demás señores que con él forman compañía se proponen que esté terminada para la próxima feria, a cuyo efecto y según nuestras noticias, ya han hecho el correspondiente pedido de maderas que llegarán a nuestra ciudad dentro de breves días, comenzándose acto continuo los trabajos.

Ayer se verificó ya el trazado para la plaza de toros que como ya dijimos se proyecta levantar en esta ciudad. Los trabajos han comenzado hoy, no queda pues duda alguna, de que la cosa, va de veras. Mil plácemes merecen los iniciadores de la idea por su actividad en llevarla a efecto y por haberse ellos solos en pocos días a hacer lo que por espacio de cinco años no hemos logrado hacer entre todos.

El terreno de emplazamiento para la plaza de toros en construcción en nuestra ciudad, ha sido cedido gratuitamente por su dueño D. Antonio Gea. Tan generosa prueba de desprendimiento merece nuestros más sinceros plácemes. Los trabajos continúan, esperándose hoy la madera. Y una vez recibida comenzará a toda prisa su construcción

Convendría que se regase el camino que conduce a la plaza de toros en construcción, porque aquel es hoy el obligado paseo de nuestra ciudad, y es tal el polvo que contiene, que es muy molesto el tránsito por él.

Los trabajos de la plaza de toros continúan con gran actividad; ya están construyéndose los toriles y ya está puesto todo el piso de los palcos y barreras.

La última noticia de julio fue determinante para el Europeo. El nuevo y lujoso casino iba a ser un duro competidor en bailes, conciertos y espectáculos.

Ya está terminado el acristalado del nuevo edificio del Casino y se da gran impulso a las obras de decorado, con objeto de que la sociedad pueda trasladarse al nuevo edificio para el 15 del próximo Agosto.

Primer bosquejo del Casino Orcelitano. Archivo Municipal de Orihuela.

La siguiente noticia insinúa que había sido picador aficionado, de apodo «Veneno». Aceptó colaborar como matador en una corrida benéfica.

El diario de avisos. Número 10 – 1891 septiembre 26: La próxima corrida de toretes será por la animación que se nota un acontecimiento local. Va a ser a beneficio de los establecimientos de beneficencia y en ella tomarán parte algunos aplaudidos aficionados hace ya años retirados de la arena.

El simpático Vila que tanto partido tiene entre el público, lucirá el domingo sus facultades que no creemos haya perdido durante el largo tiempo de su retiro.

Trabajará con él el no menos simpático Mácua y contribuirá a terminar el terno de matadores, por acceder a los ruegos de los amigos, el picador Juan Rogel, bautizado por los del toreo con el alias de Veneno.

Sabemos el sacrificio que este se impone bajando del caballo para empuñar, el estoque a la primera vez que pisa la arena, pero Juan es entendido en todo y saldrá, airoso con su empeño en virtud de la gracia que Dios le ha dado haciéndole servir lo mismo para un barrido como para un fregado.

En política, Juan seguía con los republicanos “zorrillistas”. Pero, como empresario, tomaba el té con el poderoso Ruiz Capdepón.

El diario de avisos. Número 34 – 1891 octubre 24: Anteanoche, después del té dado en honor del Sr. Capdepón en la Casa Ayuntamiento, presentó a aquel nuestro amigo el Sr. Lafuente a los dueños y empresarios del circo taurino, quienes pusieron en mano de nuestro ilustre paisano un palco con entradas para la corrida que habrá de tener lugar el próximo domingo.

El Sr. Capdepón que acogió con afectuosas frases a los invitantes, les ofreció asistir salvo caso de que pudiera demorar la resolución de asuntos urgentísimos que le llaman a Madrid.

Trinitario Ruiz Capdepón

D. Francisco Antón, D. Francisco Almodóvar, D. Diodoro Fons, D. José Fenoll y D. Juan Rogel salieron altamente satisfechos por la acogida que les dispensó el Sr. Capdepón.

La siguiente noticia lo asocia al torero murciano Antonio Pretel, en el arriendo de la plaza de toros de madera recién construida.

El diario de avisos. Número 39 – 1891 octubre 30: Tenemos entendido que han arrendado la plaza de Toros por dos meses y además el derecho a correr y matar trece toros por nueve mil reales dejando la carne a los dueños de los mismos, el popular industrial Juan Rogel y el conocido torero murciano Pretel.

Ya he hablado de su fama con la escopeta. Cazaban y pescaban en el Hondo. El año terminó con la renovación del decorado de su establecimiento.

El diario de avisos. Número 59 – 1891 noviembre 22: También hay hoy gran fiesta cinegética en el charco del Hondo situado entre Elche, Albatera y Dolores. De muchas partes de la provincia han salido diversas expediciones de cazadores con objeto de tomar parte en la tirada de hoy. De Orihuela también han salido algunos y no volverán sin una buena parte del botín; sobre todo el acreditado tirador Juan Rogel.

El Hondo a finales del siglo XIX. Colección Hipólito Miñana González

Según nuestras noticias es extraordinario este año el número de aves acuáticas que han acudido a la laguna efecto de la gran crecida que ha tenido con las aguas de los últimos temporales.

Algunos cazadores que ya han estado en aquel sitio nos han dicho que en el presente año han entrado gran número de flamencos, una de las aves más estimadas de las que se recejen en invierno en el Hondo. También parece que existe gran cantidad de pescado y que los aficionados a la pesca pasan ratos muy buenos en tan agradable diversión.

El diario de avisos. Núm. 66 – 1891 diciembre 1: En el Café Europeo empezaron ayer los trabajos de reparación del decorado. Su dueño trata de introducir en aquel acreditado establecimiento importantes reformas.

Año 1892

El independiente. Número 29 – 1892 enero 21: Cuantas personas concurren al acreditado «Café Europeo», han tenido ocasión de admirar el buen gusto que ha presidido en el nuevo decorado del mismo. Felicitamos por ello al joven pintor Monserrate Rodríguez a cuyo cargo ha estado el decorado de aquel establecimiento.

Ya hablé en el artículo de las sombrererías de Monserrate Rodríguez “El Dorado”, famoso decorador de establecimientos y restaurador de «La Diablesa».

El independiente. Núm. 31 – 1892 enero 23: Mañana a las nueve de la noche tendrá lugar en el «Café Europeo» el primer baile de máscaras del presente carnaval. Según nuestras noticias promete verse animadísimo aquel establecimiento.

El independiente. Núm. 59 – 1892 febrero 26: El baile celebrado anoche en el café Europeo, estuvo muy animado. De seguir esto así estará el salón verdaderamente brillante los tres últimos días de carnaval. Pocas máscaras hubo ayer en nuestra ciudad solo pudimos contar en el paseo hasta una docena. En cambio por la noche acudieron en gran número al café Europeo.

El independiente. Núm. 60 – 1892 febrero 27: Anoche se celebró en el café Europeo, el anunciado concierto por el terceto que dirige el guitarrista Sr. D. Luis Soria, cosechando los individuos que le componen gran número de aplausos en la ejecución de las diferentes piezas de que constaba el programa.

Luis de Soria Iribarne y su instrumento híbrido: la guitarpa

El Carnaval seguía siendo su fuerte, alternando entre los bailes algún concierto como el de Soria, guitarrista almeriense que llegó a alcanzar fama internacional. Pero este año no le autorizaron el baile de la piñata. Y las autoridades registraron a los clientes disfrazados en la misma puerta del local.

El pueblo. Número 3 – 1892 febrero 21: El domingo pasado por la noche asistimos por primera vez al baile de máscaras que se celebraba en el Café Europeo, incitados por varios grupos de alegres mascaritas que hacia allí se dirigían y que por la algazara que llevaban nos hicieron creer que no lo pasaríamos aburrido del todo.

Y así sucedió en efecto; quedamos agradablemente sorprendidos por el delicioso conjunto que se presentó a nuestra vista al entrar; en el espacioso salón profusamente iluminado y a los acordes de una bastante bien nutrida orquesta se mecían multitud de parejas luciendo caprichosos disfraces con los cuales resaltaba más la bonita figura de las jóvenes que asistieron.

Calle del Ángel. En la puerta del «Café Europeo». Colección Javier Sánchez Portas.

A la salida nos llamó la atención que en la misma puerta del establecimiento obligaran los agentes del orden a descubrirse la cara a las máscaras. Conformes en que estas vayan descubiertas por las calles de noche en cumplimiento de lo dispuesto en estos casos, pero de ninguna manera que lo hagan donde puedan enterarse de quien se oculta bajo determinado antifaz.

Esta es una de las quejas que se nos ha denunciado con el fin de que nosotros lo hagamos al público a nuestra vez; pero no es esto solo. Un grupo bastante numeroso, al retirarse a sus casas fue seguido de muchos curiosos y varios agentes municipales sin duda, para que no se cubrieran y ellos con objeto de que no averiguaran su procedencia les dieron un galope por todas las calles del pueblo.

El pueblo. Número 5 – 1892 marzo 7: El dueño del Café Europeo, a ruegos de varios señores, tenía en proyecto un baile de Piñata para la noche de ayer que no se llevó a efecto, por haberse negado a dar el correspondiente permiso nuestra dignísima primera autoridad.

No sabemos en qué fundaría su negativa pero desde luego creemos que no estaría amparado por ninguna disposición vigente, pues en casi todas las poblaciones se celebran bailes de Piñata. Consuélese el amigo Rogel con no ser él solo víctima de alcaldadas.

La primera notica de Juan Rogel relativa a los armados la he encontrado en la Semana Santa de este año. Figuraba como cabo de batidores.

Batidores en la puerta de San Gregorio. Antonio Ballester Vidal

El independiente. Número 95 – 1892 abril 12: He aquí los nombres de los individuos que forman la sección de Armados para las procesiones que hoy comienzan.

Capitán— D. Juan López Gonzálvez. Decurión.— Ramón Tortosa. Abanderado. —Antonio Egea. Cornetas. — Andrés Serna y Francisco Izquierdo. Tambores. — Manuel José Cárceles.

Soldados romanos. — Antonio López, Francisco Tafalla, Pedro Cecilia, José León, José Cases, José Pérez, Antonio Celdrán, Francisco Santero, Monserrate Irles, Francisco Aracil, Manuel Sánchez, Carlos Marín, Manuel Morell, Manuel Celdrán, Francisco G. Alfosea, Pedro Flores,  Antonio Vidal, Ramón Rabasa, José María Mira, Francisco García, Manuel Serna, Juan Herrera, Gabriel Rech, Juan León.

Cabo de batidores. — Juan Rogel.  Batidores. — Francisco Sánchez, José Vinal, José Soñer, Monserrate García.

Los Armaos en la Glorieta

En verano volvió a instalar Kiosco en la Glorieta y, en la puerta de su establecimiento, por la calle del Río, montó una regata nocturna. En noviembre tuvo problemas con la lotería ilegal; pero sólo detuvieron a sus dependientes y confiscaron el dinero.

El pueblo. Número 18 – 1892 junio 14: Cada día se arraiga más la costumbre de concurrir los jueves por la noche a los jardines de nuestra Glorieta, que a esa hora están encantadores y mucho ha de contribuir el bonito café que está instalando en este paraje el popular Juanete.

El independiente Año II Número 187 – 1892 agosto 8: Regatas en el río organizadas y dirigidas por el conocido industrial D. Juan Rogel presentando las embarcaciones lujosamente engalanadas, y luciendo vistosas iluminaciones por la parte que dan al río todas las casas enclavadas en la orilla del mismo.

Puente de tablas y calle del Río. Colección Javier Sánchez Portas.

El pueblo. Número 38 – 1892 noviembre 14: Después de haber acordado el dueño del café Europeo y nuestra primera autoridad que la lotería particular (de algún modo hemos de apellidarla para distinguirla de la otra) era corriente, la otra noche cuando unas cuarenta tablas funcionaban en dicho establecimiento se presentó en él una pareja de la Guardia civil y se incautó de los fondos de los jugadores. Y menos mal que estos no fueron a la cárcel.

A los que se llevó a la cárcel al siguiente día (por poco tiempo) fue a dos dependientes del café, uno porque echaba bola y el otro porque cobraba los cuartos. Muy bien. Y entre tanto al dueño del café, que en cualquier caso era el culpable de todo delito, lo dejaron tan tranquilo. ¡Duro y a la cabeza! ¿Obedecieron los detenidos a su principal? Pues a presidio por obedientes. Justicia, justicia, ¿dónde te metiste el sábado? ¿Jugabas tú también… al escondite?

Año 1893

El independiente. Número 339 – 1893 febrero 13: Esta noche y mañana a las diez habrá baile de máscaras en el Café Europeo (…) El baile celebrado anoche en el Café Europeo estuvo muy animado, concurriendo a él multitud de máscaras.

El año, parco en noticias, comenzó como siempre con los bailes de Carnaval. Se anunciaron entre los días 1 y 14 de febrero. En agosto repetía la organización de las regatas con gran despliegue de medios. Con globos aerostáticos y ocho embarcaciones. Por lo demás, sólo el anuncio de un concierto.

El independiente. Número 380 – 1893 agosto 12: Y ahora se acuerda el Excmo. Ayuntamiento de nuestra ciudad de hablar de festejos (…) Uno de los números que más empeño tiene la comisión en que resulte, es la fiesta en el Segura. Ha logrado que, de la dirección de la misma se encargue el conocido industrial D. Juan Rogel, que parece por su parte decidido a echar el resto.

Los vecinos de la calle Mayor y del Molino, deben por su parte coadyuvar también al resultado de la referida fiesta, iluminando las fachadas de sus casas que dan al Segura con más gusto si cabe que el año anterior.

Barca en el río Segura.

El independiente. Número 383 – 1893 agosto 18: Festejos para mañana: A las 7 de la noche, grandes fiestas en el Segura, simulacro naval bajo la dirección del gran marino y simpático industrial don Juan Rogel, presentando ocho embarcaciones lujosamente engalanadas y haciendo vistosas iluminaciones por la parte del río, todas las casas vecinas del mismo.

Elevación de globos aeróstatos; disparos de voladores, tracas, retretas y dulzainas. A las 9 y media, música en la feria.

El independiente. Número 461 – 1893 octubre 26: La sociedad de conciertos «El Turia», de paso por esta ciudad, se propone dar esta noche una velada en el Café Europeo. La sociedad «El Turia» que ha tenido el honor de ejecutar algunas de las piezas de su repertorio en el real sitio de Aranjuez, ante S. M. la Reina, llega a Orihuela.

Año 1894

El correo. Número 107 – 1894 enero 27: BAILE DE MASCARAS. Mañana noche se inaugurarán con un gran baile los que todos los años viene celebrando en obsequio a sus numerosos parroquianos el acreditado Café Europeo.

En el año del Obispo Rocamora, Juan, en su papel de «Veneno», organiza una novillada a beneficio de un picador. ¿Donde iría a parar la preciosa lápida, negra esmaltada con oro?

El independiente. Número 699 – 1894 agosto 22: Toretes. El próximo domingo, día de la Consagración del Iltmo. Sr. Obispo de Tortosa, se verificará en esta Plaza de Toros una magnífica novillada, dirigida por el inteligente aficionado Juan Rogel (a) Veneno, con un fin benéfico. Es probable que asistan las bandas de música de Murcia, Callosa y Orihuela.

El independiente. Número 702 – 1894 agosto 25: Toretes. Mañana a las cuatro y media se celebrará la corrida de novillos que anunciamos hace días se preparaba bajo la dirección de Juan Rogel (a) Veneno a beneficio del simpático picador «Galones». Asistirán a la plaza las tres bandas de música que mañana se reúnen en esta población.

El lunes, antes de las comidas de Beneficencia, pasará la comitiva por el barrio de Rocamora y a los acordes de la música se descubrirá una preciosa lápida, negra esmaltada con oro, que estará colocada bajo dosel, en la que se lee Calle del Obispo Rocamora.

La calle del Obispo Rocamora. Colección Javier Sánchez Portas.

Año 1895

El independiente. Número 852 – 1895 febrero 27: Bailes. Anoche estuvo concurridísimo el baile, celebrado en el café Europeo. El local del establecimiento, fue invadido desde las diez de la noche, por un número incalculable de máscaras y de curiosos aficionados a esta clase de diversiones. Gracias al buen cuidado y actividad del simpático industrial D. Juan Rogel, no hubo incidente alguno desagradable que lamentar, antes al contrario, todo fue placer y diversión.

Solo cuatro máscaras disfrazadas de mujer, se acercaron a darnos la consabida broma, y observamos desgraciadamente, que eran cuatro robustos machos; sin embargo, nos han asegurado, que asistieron al baile y lo honraron con su encantadora presencia, varias señoritas de nuestra más selecta sociedad.

Carnavales Madrid siglo XIX. La Ilustración Española y Americana.

Además del consabido carnaval, este año tenemos noticias de la Sociedad de Armados, donde seguía siendo el cabo de Batidores. Y de otra corrida benéfica de aficionados en la que Juan participa. La prensa dejó patente el buen trato que les dispensaba en su local, protegido por un nuevo toldo.

El independiente. Número 883 – 1895 abril 6: Obsequio. Anoche a las 9 y media, hallándonos en el espacioso salón del Café Europeo, en tertulia amena y agradable, versando la conversación sobre asunto de verdadera actualidad, como es el de los armados, fuimos galantemente invitados por el jefe de los caballeros andantes, simpático y acreditado industrial Juan Rogel, el cual, con la generosidad y desprendimiento que le son peculiares nos obsequió con unas copitas de vino de Jerez, que permanecía embotellado cerca de 20 años.

Uno de los concurrentes, miembro también de la Sociedad de Armados, llamado José Vinal, prometió a su vez, convidar a los armados de a caballo y a aquellos de sus amigos que quieran honrarle con su presencia, a una abundante comida con carácter de opíparo banquete, que preparará el mismo Vinal, el martes santo. Damos las gracias al amigo “juanete” por la galantería que tuvo al obsequiarnos.

La independencia. Número 15 – 1895 julio 20: Aplauso. Nuestro simpático y querido amigo, el honrado y muy acreditado industrial D. Juan Rogel, deseoso siempre de dar gusto a sus numerosos y asiduos clientes, ha colocado en la puerta de su espacioso establecimiento, un magnífico toldo, que indudablemente evitará que los delicados rostros de sus numerosos  parroquianos se vean molestados por el sol. Aplaudimos el buen gusto del señor Rogel y le felicitamos.

El Thader. Número 41 – 1895 agosto 19: La brillante compañía de armados dejará la lanza y la celada para empuñar el estoque y las banderillas, lidiando seis toretes, dentro de pocos días.

Se dice que actuarán de mataores el simpático Juan Rogel, el capitán de armados Sr. López y el reputado picador de toros «El Sastre». De resultar cierta la cosa sería un acontecimiento taurino, al que no debemos dejar de asistir. Esperamos que no quede en proyecto.

Años 1896/1898

El Thader Número 179 – 1896 febrero 3: Esta mañana ha llegado a esta ciudad, en la que se propone dar a conocer sus maravillosos experimentos, el muy notable ilusionista Mr. Hermann competidor de Onofroff. Admirable en los trabajos de prestidigitación e hipnotismo, constituyen sus ejercicios un notable acontecimiento. Con el fin de dar a conocer sus habilidades, esta noche ejecutará algunos trabajos en el café Europeo.

El Thader Número 80 – 1896 febrero 4: Anoche tuvimos ocasión de admirar en el café Europeo los notables trabajos de prestidigitación ejecutados por Mr. Hermánn. La concurrencia que había en el establecimiento del Sr. Rogel, atraída por la fama de que viene precedido el competidor de Onofroff, salió satisfechísima de la limpieza y perfección de los trabajos ejecutados. Esta noche se repetirá el espectáculo en el mismo sitio y es de esperar que se vea muy visitado.

Los Hermann fueron una conocida familia de magos, entre los que Carl Hermann  (1816-1887), fue tal vez el más famoso en la España del siglo XIX. Ya fallecido por estas fechas, debían referirse a su sobrino León Hermann (1867-1909). En cuanto a Onofroff, citado como competidor, fue un gran ilusionista e hipnotizador que recorrió medio mundo asombrando con sus proezas.

Hermann y Onofroff

El carnaval llegó otra vez; pero España no estaba para fiestas. Se cumplía un año de la sublevación cubana y el esfuerzo militar era descomunal. Decenas de miles de jóvenes inexpertos y mal equipados embarcaban para luchar en América. Aún así «El Europeo» volvió a reunir suficiente público para sus bailes.

El Thader Número 185 – 1896 febrero 10: En el salón del café Europeo verificóse anoche el primero de los bailes de máscaras que dicho centro piensa celebrar en la presente temporada. Estuvo animadísimo.

El Thader Número 189 – 1896 febrero 14: Únicamente en el baile celebrado anoche en el café Europeo se ha notado alguna animación. La verdad es que con la guerra de Cuba y demás desdichas que nos afligen, queda poco tiempo que dedicar a las juerguecitas.

Tras el extraño suceso del acorazado «Maine» en la Habana, en 1898, Estados Unidos nos declaró la guerra. Un año más, Orihuela preparaba su Semana Santa. En el listado de armados, Juan figura como Cabo de la Sección de Caballería.

He transcrito la lista completa por si es de vuestro interés. Desgraciadamente, no he encontrado nada de 1899. Termino aquí esta primera parte. Al final habrá un enlace para pasar a la segunda.

Heraldo de Orihuela. Año I Número 9 – 1898 abril 1: Lista de los señores que componen la compañía de “Armados” el presente año:

Gastadores; cabo, José Lidón, Luis Niñoles, José Alonso, Cayetano Santoro, Manuel León, Francisco López, Rafael Leandro. Banda de cornetas: cabo José Román, Francisco Espinosa, José Puerto, José María Cecilia, Francisco Illán. Tambores: Monserrate Martínez, José Martínez, José Ruiz, Manuel Follana. Charanga: Director, D. José Hita; Manuel Juan Truque, Benito Cubí, Casto Rodríguez. José Gómez, Francisco Balaguer, Carlos Rubio, Enrique Cánovas, Ramón Torregrosa, Luis Orgilés, José Egidio, Antonio Llamas, Monserrate Irles, Antonio Juan Truque, Bonifacio Giménez, Genaro Rodríguez, Máximo Esquiva, Carlos Pérez, Gaspar Riera, José Riera, Pascual García.

Centuria Romana, Puente de Poniente. Fotografía Belda. Colección Javier Sánchez Portas.

Primera sección: Capitán, D. Ramón Montero. Corneta de órdenes, Domingo Moreno; primer teniente D. Ramón Tortosa. Soldados romanos: Francisco Santoro, José Ortuño, José Llofríu, Francisco Menargues, Mariano Sevilla, Antonio Mógica, Manuel Merino, Carlos Marín, Francisco Asuar, Francisco Bas, José Rodríguez, Pedro Ferrer, Joaquín Hurtado, Pedro Moreno, José Esteve, Antonio Yor, Carlos Sánchez, Inocencio Beltrán, Salvador Ruiz, Manuel Más. Abanderado, D. Carlos Montero; Escolta: Antonio Vidal, José León, Ramón Lidón, Jaime Cifuentes, José Salinas, Antonio Molerá, José Martínez, José Aniorte, Antonio Rodríguez.

Segunda sección: teniente D. Cayetano Valcárcel. Soldados romanos; Francisco Alcaraz, José Cayuelas, José María Herrera, Pedro Rodríguez, José Sanz, Antonio Sanz, Patricio Cuenca, Luis Sarabia, Miguel Sevilla, Antonio Ballesta, Tomás Espinosa. Simón Monera, Manuel Bas, Manuel Ballesta, Roque Andreu, Cristóbal Irles, José Bregante, Germán Ballester, Francisco Oltra, José Albert.

Caballería en el Puente de Poniente. Antonio Ballester Vidal.

Sección de caballería: Cabo D. Juan Rogel, José Vinal, Antonio Gea, Narciso Lanosa, Lorenzo Espinosa, Luis Boné, Francisco Zaragoza. Corneta de órdenes, el niño Mariano Brú.

La comarca. 5 de octubre 1903.

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Enlace a la segunda parte.

Antonio José Mazón Albarracín. (AJOMALBA).

Mi agradecimiento a José Manuel Dayas, Javier Sánchez Portas y José María Piñeiro.