Continuamos nuestro paseo literario por la calle del Hospital, dejando a la derecha una calleja que en lo antiguo se llamó de Eusebio. En la actualidad forma parte de Maestro Esteban.
No hace falta explicar el motivo por el que la titularon calle del Hospital; el edificio que encontramos a continuación es el responsable.
En el año de Nuestro Señor de 1730, un matrimonio de labradores vendió ante el escribano Bautista Ramón una casa de habitación y morada bajo el señorío directo del convento de la Merced.
Estaba en:
» El Rabal de San Agustín, al cabo de la calle nombrada de la mansevería, junto a la calle del Sol y el camino de Veniel”.
Al convento de San Pablo, abandonado y sin ocupantes, le esperaba una segunda oportunidad.
Como en cualquier orden mendicante, los frailes se consideraban la primera orden; las monjas de clausura dedicadas a la vida contemplativa, la segunda; la tercera estaba formada por seglares de ambos sexos, los llamados terciarios.
En el siglo XIX se desarrolló un concepto nuevo: la Tercera Orden regular; congregaciones femeninas de vida activa que no guardaban clausura.
Estos grupos de mujeres, que hasta entonces no fueron consideradas verdaderas monjas, los formaba el General de la Orden con permiso y apoyo del obispo de cada diócesis.
La prehistoria de las carmelitas de Orihuela comenzó con una joven valenciana llamada Tomasa Ortiz, quien tras varios intentos fallidos de ingreso en diferentes conventos, decidió fundar una nueva congregación en Puebla de Soto, pedanía murciana cercana a Alcantarilla. Acababa de nacer la primera comunidad de Terciarias Carmelitas.
El origen de los carmelitas se remonta a la época de las cruzadas cuando un grupo de ermitaños anónimos, inspirados en el profeta Elías, se establecieron en el Monte Carmelo de Palestina. Tras el fracaso de las cruzadas tuvieron que emigrar a Europa.
En el siglo XIII, ya convertidos en orden mendicante, adoptaron la advocación de la Virgen del Carmen con su tradicional escapulario distintivo de los carmelitas.
Visión del Escapulario, Santuario de Aylesford, Kent.