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Jesuitas en Sto. Domingo 2. (1872-1922) A-G.

Colegio de Santo Domingo. Orihuela.

Catálogo General 1872-1922 (1):

Hace un siglo, cuando Santo Domingo cumplía cincuenta años como centro diocesano de enseñanza, publicaron un catálogo general formado con listados de jesuitas y alumnos que habían pasado por el colegio en el periodo 1872-1922. Dicho catálogo estaba ilustrado con añejas fotografías realizadas en esos cincuenta años.

Cien años después, el presente trabajo es una especie de digitalización de aquella publicación; os la ofrezco dividida en dos entregas y enriquecida con noticias de prensa y otras imágenes que he podido localizar. Valga como contribución al ciento cincuenta aniversario del que fue mi colegio.

Padres y hermanos Jesuitas:

Comenzamos con el listado de padres y hermanos de la Compañía de Jesús que prestaron servicio en el Colegio de Santo Domingo entre los años 1872 y 1922, empezando por los rectores.

El catálogo de padres y hermanos jesuitas incluye el periodo de permanencia en el colegio y la ubicación, en 1922, de los que permanecían con vida.

Listado de alumnos, letras A-G.

Al listado de alumnos, aderezado con las fotografías originales, le he añadido algunas noticias de las que he encontrado en la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional. Son noticias escogidas entre las publicadas por la prensa de Orihuela y Alicante, anunciando las aperturas y clausuras del curso; las llegadas y partidas de los «señoritos alumnos» y sus ilustres familias que, durante unos días, llenaban de vida y color a Orihuela.

Noticias que daban cuenta de los certámenes literarios, poéticos, gramáticos, científicos, filosóficos, históricos o patrióticos; de los brillantes resultados de los exámenes; de la fiesta de los Inocentes; de las que hacían en honor a San José, a Santo Tomás, a San Estanislao de Kostka o a la Inmaculada Concepción; como esta primera que describe un acto dedicado a la virgen, en 1878, en el que se incluye pintura, matemáticas, ciencias, latín, poesía…

El Segura. Número 19 – 24 de mayo de 1878: Relación de las composiciones presentadas a la Virgen sin mancilla por los alumnos del Colegio de Santo Domingo. El Sr. Lencina en la composición presentada el día 2, nos recuerda aquellos tiempos en que la Universidad de Orihuela, cuna de tantos esclarecidos ingenios, ofrecía a sus concurrentes las armas irresistibles de una lógica rigurosa. El silogismo campea de un modo notable en la composición que nos ocupa, probando la prerrogativa más querida de nuestra Señora.

El día 3 expuso el Sr. Martínez e Hilla un hermoso rosal con dos flores, pintado a la aguada. Inútil nos  parece encarecer la oportunidad de la idea del Sr. Martínez, pues sobre no ignorar nadie que la Iglesia invoca a María con el título de Rosa mística, se encargó de hacerlo el Sr. Paredes, en su composición presentada el 6, quien después de habernos dado a conocer los caracteres botánicos del género rosa con la mayor brevedad y precisión, nos dirige a María para que admirando en ella el hermoso matiz de la flor, nos extasiemos respirando los suaves aromas que derrama el dulce néctar de sus virtudes.

Ya el día 4 había encontrado el Sr. Carlos Coig en la hermosura de algunos colores, simples bosquejos de las virtudes de la Señora. La descripción científica del arco iris le ofrece una bella ocasión de presentarnos el Iris celestial. María como objeto de nuestras miradas, como centro de nuestra esperanza en las turbulentas borrascas que a cada paso amagan al mortal.

Llegaba su turno a las clases de ciencias exactas, y en los días 5 y 7 respectivamente, las de Geometría y Aritmética intervinieron dignamente en la que podríamos llamar Exposición Mariana. En efecto; el día 5 el Sr. Boquer, representante de la 1ª de las clases citadas, empezando por dar una clara idea del origen y ocasión de la colosal Imagen de Ntra. Sra. de Francia, resuelve con gran claridad y exactitud (hemos comprobado el resultado con datos que tenemos a la vista), sirviéndose de los procedimientos trigonométricos un problema cuya incógnita es la elevación de la susodicha Imagen.

Si feliz como la anterior, mucho más atrevido, sin embargo, fue la idea del Sr. Aráez al indagar los grados de gloria que, con su continua correspondencia a la gracia, se granjeó la Madre de la divina gracia. Su hipótesis arroja un resultado de muchos millones de guarismos: de donde podríamos inferir que también las Matemáticas están de acuerdo con los Stos. Padres, en poner sobre toda otra, la gloria sin límites de la Reina de los cielos.

Estudios de Dibujo en la clase del Hermano Canudas.

Los alumnos de la clase superior de latín presentaron el día 8 una bella traducción al latín de la descripción de la batalla de Covadonga. Su estilo abiertamente histórico, nos recuerda en especial al autor de la Conjuración de Catilina. El Sr. Sánchez, alumno de la clase de Historia Universal ofreció, el día 9, un hermoso trabajo sobre el origen del portentoso templo del Pilar.

Santiago recibe a orillas del Ebro la misión de edificar un templo: le trasmite la orden la misma Madre de Jesús que viviendo aún en Palestina fue acompañada de millares de celestiales coros a la capital de Aragón para consolar al Sto. Apóstol, prometiéndole que en aquel templo, nunca faltará quien venere a la Madre del Salvador.

Quisiéramos disponer de más espacio, no ya para publicar íntegra, sino para hacer saborear a nuestros lectores las bellezas de la linda poesía que el nuevo poeta Sr. García y Martínez, alumno de la clase de Retórica, elevó a los pies de la Virgen Inmaculada, el día 10. En la imposibilidad de detenernos en largas consideraciones, hemos preferido dar una pequeña idea de la composición, insertando a continuación la siguiente estrofa en la que el poeta pinta a la Señora en el momento en que desciende de los cielos para quebrantar la cabeza del infernal Dragón. Dice así:

Cual de Océano las aguas cristalinas / A la vista de Feto resplandecen, / Cuando en carro luciente / Gallardo asoma por el ancho Oriente; / O cual la nube pura / A quien vistosos rayos enriquecen / Con luces peregrinas; / Así la Virgen en la inmensa altura Brilla / a la vista del Criador amante. /¡Oh, dicha! ¡Eterna dicha! Ya desciende del trono rutilante / y el claro espacio presurosa hiende…

Esta primera entrega del catálogo contiene las fotografías del alumnado del siglo XIX y el listado entre las letras A y G. He respetado el orden original, que no es del todo alfabético. Está agrupado por letras; exceptuando a los alumnos que habían fallecido a la fecha de publicación. Esos, los encontraréis al final.   

Estudios de Dibujo en la clase del Hermano Canudas.
El Padre Vicente Gil y la Junta de Congregación Mariana.
Curso 1880-1881 Primera Brigada.
Curso 1880-1881 Segunda Brigada.
Curso 1880-1881 tercera Brigada.
Curso 1880-1881 La Banda.

La unión democrática (Alicante). Número 1421 – 20 de junio de 1883: Nos escriben de Orihuela que los exámenes verificados en el colegio de Santo Domingo han dado este año resultados altamente satisfactorios, tanto en los alumnos de primeras letras, como en los matriculados en la segunda enseñanza.

Entre estos últimos figuran algunos hijos de nuestra ciudad, habiéndose distinguido de un modo especial el aventajado y estudioso niño D. Ramón Vidal e Irles, que, además de la medalla de premio, ha obtenido en las asignaturas de Latín y Griego y Geografía Universal, la honrosa calificación de Sobresaliente, por lo cual le felicitamos, deseando que la satisfacción que en estos momentos ha de embargarle, sea estímulo constante para el éxito completo de sus estudios, empezados con tan buenos auspicios y felices resultados.

Semanario católico. Número 742 – 21 de febrero de 1885: El martes tuvimos el gusto de asistir a una concertación celebrada por los alumnos de la clase de Retórica del Colegio de Santo Domingo de Orihuela, que dirigen los Padres de la Compañía de Jesús. El acto fue brillantísimo y ofreció ocasión de que se pudieran apreciar la acertada dirección que saben dar a los estudios los PP. Jesuitas, así como los adelantos de los alumnos que les están confiados.

La concertación versó sobre la elocuencia sagrada, y fue grande nuestra complacencia al oír expresarse con gran soltura y en correcto latín a aquellos niños, que mutuamente se preguntaban, contestaban y corregían, bajo la presidencia y dirección del más aventajado, que por fin declaró vencedor al bando romano.

El alumno Antonio Gómez recitó con excelente entonación y pronunciación correcta la bella oda horaciana Siete Diva, de la cual hizo un minucioso análisis con la exposición y explicación de la clase de metro en que estaba escrita. No fue menos notable la representación por seis alumnos, del hecho histórico de la vergonzosa abdicación de Carlos IV a favor de Napoleón.

Siguió después la repartición de los premios, concluida la cual, se entonó un precioso himno con acompañamiento de piano con que se dio fin al acto. Los concurrentes salieron satisfechos y complacidos, tanto de los adelantos de los alumnos, como del celo de los maestros, así como de la finura y exquisito trato de los Padres encargados de dirigir el establecimiento.

Una cosa llamó desagradablemente nuestra atención. Tratándose de una fiesta literaria, esperábamos nosotros ver reunida en el local donde aquella tenía lugar, la mejor parte de la buena sociedad orcelitana… pero nos equivocarnos, las personas que asistieron eran casi en su totalidad forasteras.

Nosotros diremos sin ofensa, que este hecho habla no muy alto a favor de la ilustración y cultura de Orihuela, y sentimos tener que expresarnos así, tanto más, cuanto que siempre hemos sentido y sentimos simpatías hacia aquella ciudad, en la que hemos pasado nuestros mejores años. Por lo visto Orihuela no tiene el instinto de la propia conservación.

El Oriolano. Número 8 – 9 de mayo de 1885: COLEGIO DE SANTO DOMINGO. Quisiéramos disponer de espacio suficiente para hacer una minuciosa descripción de la brillante fiesta literario-musical con que los alumnos de este colegio, especialmente los de la clase de Historia Natural, obsequiaron el día de ayer a su digno rector, con el plausible motivo de la festividad de su santo; pero ya que el exceso de original nos lo impide, hemos de limitarnos a hacer esta breve reseña de tan lucido certamen, que presidía el alumno D. Esteban Giménez, iniciador del acto con la lectura de un correcto discurso preliminar.

Las tres partes en que el programa científico se hallaba dividido (Anatomía y Fisiología vegetal y Fitografía) estuvo a cargo de los alumnos Sres. Ayala, García Ruiz, Ulibarri, Egea, Múrtula, Navarro, Verdú y Olmos, y los plácemes que recibieron de la numerosa y escogida concurrencia deben servirles de estímulo en sus difíciles estudios, así como de merecida recompensa a la aplicación con que corresponden a los desvelos de sus padres e ilustrados profesores.

Los intermedios fueron amenizados por la orquesta que ejecutó con gran acierto las sinfonías de Lucrecia y Moisés, mereciendo especial mención el trío a violines y piano por los señores Muné, Soriano y Rogel, y la sinfonía de Semíramis que a cuatro manos ejecutaron al piano, con notable maestría, los Sres. D. José Ramón Biscuet y D. Adolfo Rogel.

En los ejercicios de declamación sobresalieron los señores García Ruiz, Giménez, Navarro y Múrtula, terminando tan agradable fiesta con la declamación por D. Ángel Ayala de unas estrofas líricas compuestas y dedicadas por tan aventajado joven al R. P. Rector.

La crónica. Número 140 – 5 de agosto de 1885: Fin de Julio, y principio de Agosto, su sucesor, según reza el almanaque. La despedida que al primero de estos dos meses se le hizo en el colegio de Santo Domingo por los PP. de la compañía de Jesús y por los señores de Bonafós, en el presente año, para solemnizar su último día en el que se celebran las glorias del gran santo Ignacio de Loyola, fue todo lo grande que corresponder puede a los grandes beneficios que los jesuitas reciben de ese su santo protector que realizó la inmensa obra de fundar la compañía de Jesús y dotarla de esa abnegación santa propia de su fundador.

Por eso sus hijos agradecidos, y los señores de Bonafós que se han puesto bajo la tutela de aquel esclarecido varón, unidos celebraron en dicho día los cultos que ofrecieron a la mayor honra de Dios y gloria de su santo siervo. Por la mañana a las seis y media se celebró la misa de comunión general a la que asistió un buen número de fieles de ambos sexos, siendo esta la mejor prueba de la estima y veneración que en Orihuela se guarda al glorioso santo cuya fiesta en aquel día se celebraba.

La solemnidad con que se llevó a efecto la Misa Mayor y la función de la tarde en la que después de exponer a S. D. M. se cantó un magnifico Trisagio, seguido de un notable sermón destinado a ensalzar las glorias del gran varón de Loyola que pronunció el R. P. Debant y la reserva, todo fue sorprendente y digno del esclarecido fundador de la compañía de Jesús.

Durante todas las solemnidades del día se dio a adorar la santa reliquia que posee la compañía. La Iglesia estuvo profusamente iluminada y con un decorado de exquisito gusto como lo saben hacer los RR. PP. de la compañía de Jesús. En el altar mayor y sobre el tabernáculo se veía otro bonito altar en cuyo centro se hallaba el gran cuadro de S. Ignacio que poseen los jesuitas, y formando como su séquito se hallaban colocados en cada pilastra un cuadro representando a algunos de los numerosos santos que han pertenecido en vida a la compañía de Jesús y han sido legítimos modelos del grandioso original S. Ignacio.

¿Y qué diremos: del altar llamado de S. Ignacio construido a expensas de los señores de Bonafós. Con pocas palabras no podemos dar una idea clara y expresiva del gusto y delicadeza con que se hallaba decorado. Basta decir que parecía un Paraíso en donde el alma se ensancha y llena de santa alegría, al contemplar aquel cuadro de belleza destacándose con gran majestad la bonita estatua de S. Ignacio de Loyola.

Grato recuerdo nos queda de aquella fiesta y con satisfacción damos la más cumplida enhorabuena a los PP. de la compañía de Jesús que con acierto han sabido implantar en esta población el culto de su santo fundador, y a los señores de Bonafós que tienen la dicha de ser los primeros que les han secundado.

El Oriolano. Número 29 – 3 de octubre de 1885: COLEGIO DE SANTO DOMINGO DE ORIHUELA. Se pone en conocimiento de los alumnos externos que hubieren de continuar sus cursos académicos en el de 1885 a 1886, o ingresar en este colegio, que desde el día cinco del actual hasta el quince, ambos inclusive, estará abierta la Secretaría todos los días no feriados, de nueve y media a once por la mañana y de tres y media a cinco por la tarde, para el pago de los derechos de matrícula; y que en los mismos días y horas se hallará constituido el tribunal para los exámenes de ingreso. Orihuela 30 de Setiembre 1885.

 El martes. Número 100 – 29 de octubre de 1885: El Domingo, según anunciamos oportunamente, se celebró en el colegio de Santo Domingo, la solemne distribución de premios que debió haber tenido lugar en el mes de Junio último.

Acto de verdadera importancia, por el que se patentiza y se hace público el adelanto, la aplicación y aprovechamiento de los jóvenes alumnos de aquel colegio, premiando su decidido afán por el estudio, y su plausible amor al trabajo; sirviendo además de estímulo para todos, que desearán alcanzar los mismos y mayores triunfos académicos.

El salón donde el acto se verificaba, estaba ocupado por las distinguidas familias de los niños que en el mencionado colegio reciben educación y decorado con el mayor gusto y delicadeza; siendo digno de admirar el entusiasmo con que aquellos jovencitos aplaudían a sus compañeros, al designarles el premio a que con su aplicación se habían hecho acreedores. Dignos eran de esos aplausos, y de que se les obsequiara y distinguiera con los armoniosos acordes de la marcha real.

Nosotros también quisiéramos obsequiarles, consignando sus nombres dentro de una orla, en nuestro periódico, pero no disponemos de espacio para tanto. Solo mencionaremos a los señoritos D. Pedro Pourtau y Miralles, D. Ángel Ayala, D. Luis García Suárez y D. Esteban Giménez Ulibarri, que obtuvieron mayor número de premios.

También mencionaremos, para dedicarle un fúnebre recuerdo, al que fue alumno de dicho colegio, D. Joaquín Spuche y Pérez de los Cobos, a quien se adjudicaron algunos premios en recompensa a sus trabajos estudiantiles, y no ha podido presenciar los lauros victoriosos que consiguiera, porque le sorprendió la muerte dejando a su distinguida familia en el mayor desconsuelo.

Reciban todos los alumnos premiados nuestra enhorabuena. Sírvanles estos premios de poderoso talismán para alcanzar otros y otros, afanándose sin desmayar ni un momento a fin de no descender del lugar en que su aplicación les ha colocado; demostrando mañana y siempre, con sus actos, que con razón se les llama hoy los hombres del porvenir.

Nuestra enhorabuena también a los ilustrados profesores, los PP. de la compañía de Jesús, a cuyo cargo tienen el colegio de Sto. Domingo, que con tan esmerado celo, y fino tacto, dirigen los infantiles corazones de los niños encomendados a sus cuidados, acostumbrándolos al estudio y al trabajo, facilitándoles una educación por todos conceptos recomendable.

Y para la atribulada familia del malogrado niño D. Joaquín Spuche y Pérez de los Cobos, nuestro sentido pésame, deseándola paciencia y resignación con la voluntad de Dios.

La crónica. Número 108 – 24 de diciembre de 1885: Los actos literarios que se han celebrado estos días en el colegio de Santo Domingo han estado brillantísimos, y los exámenes que se han verificado han dado un resultado satisfactorio a pesar de haberse abierto tan tarde el presente curso. En dicho establecimiento de enseñanza y siguiendo la costumbre de otros años, tendrá lugar el día 28 del corriente, por la tarde, la célebre inocentada que hacen las delicias de los niños, y la distracción de los mayores. A este acto solo podrán entrar las personas que presenten en la portería la correspondiente tarjeta de invitación.

He utilizado las fotografías del año 1884 para ilustrar la crónica de la «fiesta de inocentes» de 1885.

Año 1884. Fiesta de Inocentes. Estado Mayor.

La crónica. Número 109 – 31 de diciembre de 1885: DE INOCENTES. No se crea por el título del presente artículo, que pretendo, escribir para inocentes, no, mi pluma en esta ocasión se dedica única y exclusivamente a relatar bien a la ligera, pues no hay espacio para más, la fiesta de inocentes que en los días 27, 28 y 29 ha tenido lugar en el Colegio de Santo Domingo.

Los inocentes niños, por sí solos, en estos días en que a su cabeza hubiese otro niño que por breves momentos rigiera los destinos del país (vulgo Colegio de Santo Domingo) no podían entenderse, todo hubiera sido el desorden y anarquía; nadie hubiera vivido en paz y con tranquilidad en el renombrado día de inocentes; se hacía necesario un jefe que dirigiera sus pasos, que secundara sus deseos; era preciso elegir un Rey que los gobernase, por esta razón algunos en representación de los demás debían reunirse en Congreso para elegir al Rey de los inocentes.

Año 1884. Fiesta de Inocentes. El rey y su séquito.

Llegó en efecto el día 27, y a las 6 de la tarde, el espacioso salón donde aquella elección había de tener lugar, era ocupado por lo más escogido y selecto de la sociedad orcelitana, y por las numerosas y distinguidas familias de los alumnos del citado Colegio. Se dio principio a la formal elección del Rey, en la que los pequeñuelos, con suma viveza y despejada imaginación sostuvieron las más acaloradas discusiones llegando por fin a un feliz resultado, aclamándose por unanimidad al Rey de los inocentes, ocupando el trono de la ilustre familia de los parlanchines el alumno D. Francisco Poveda, con el título de Parlanchín 9º.  

A las 5 se retiró S. M. Parlanchín después de ser repetidas veces aclamado y vitoreado con gran regocijo y entusiasmo de sus súbditos, al regio comedor en donde tuvo lugar el banquete real, que fue amenizado con varias y escogidas piezas que ejecutó la banda de música de esta ciudad. Terminándose la fiesta del día con una serie de inocentadas que hicieron pasar un agradable rato a lodos los allí congregados.

Año 1884. Fiesta de Inocentes. Artillería.

Al siguiente día 28, a las 3 de la tarde, se celebró un regio paseo por los claustros del Colegio, y acto seguido tuvo lugar un simulacro militar llevado a cabo por todas las fuerzas de que se componía el ejército de la pequeña nación. Las maniobras fueron presenciadas por el Rey desde un trono admirablemente engalanado, y por las numerosas familias que llenaban por completo las anchas y espaciosas galerías y claustros del patio de la antigua Universidad.

El 29, último día del reinado de la inocencia, después de presentados los embajadores que de lejanas tierras eran remitidos convenientemente colocados en un gran cajón, todas las potencias amigas envidiosas del esplendor y magnificencia de la corte de D. Parlanchín, se conjuraron contra él y después de una reñidísima batalla en la que sucumbió el inocente Rey, víctima de su arrojo se hicieron dueños de su reducido territorio, dándose con ello fin a la famosa inocentada del año 1885, en el Colegio de Santo Domingo.

Año 1884. Fiesta de Inocentes. Gran Parada.

En todos quedó un gratísimo recuerdo y un especial contentamiento, admirando de una vez más las felices distracciones a que se dedican los jóvenes alumnos en estos días de descanso. La concurrencia ha sido numerosísima en todos estos actos; pero causa extrañeza, que cuando se trata de actos públicos científicos o  literarios, que verdaderamente dejan nombre y dan una señalada prueba de la buena dirección que en materia de enseñanza distingue a los PP. de la Compañía de Jesús que se hallan al frente de dicho centro de instrucción, no acuda lo mismo. Adelante, pues, y hasta otra.

La crónica. Número 113 – 28 de enero de 1886: COLEGIO DE SANTO DOMINGO. El domingo a las 10 de la mañana tuvo lugar en el colegio de Santo Domingo un acto público de Psicología. Defendió el señorito Santiago Mataix y Solé; arguyeron los señoritos Ángel José Fernández y Nieto, José Luis de Briones y Angosto, y Juan de la Cruz Arcas y Fernández, todos ellos discípulos de 2º año de Filosofía.

El señor defensor después de un breve discurso sobre la naturaleza y existencia de la libertad humana, demostró y sostuvo sucesivamente estas tres proposiciones que los adversarios escogieron de entre los 12 temas que comprendía el programa de las tesis: «el alma humana es inmortal», «el objeto proporcionado de nuestro entendimiento son las esencias de las cosas materiales» y «acerca de aquellos medios que se le representan como no necesarios para la consecución de la felicidad, la voluntad es verdaderamente libre».

Explicó el señor Mataix y probó estas proposiciones con gran claridad, limpieza y tino; y luego defendiolas con tanto brío, y supo desenvolverse de las objeciones propuestas con tanto acierto y con tanta soltura, que justamente llamó la atención de todos sus oyentes. Mostró el señor Mataix en su defensa filosófica de más de una hora y media, una memoria feliz, un entendimiento claro y constante, en fin un talento nada común.

Que el divino Autor de toda luz continue ilustrándole y perfeccionándole para su provecho propio, no menos que de la misma sociedad. También los señores arguyentes dieron pruebas de su perspicacia y sutileza. Bajo la dirección de su profesor, habían de antemano preparado por sí mismos sus respectivos argumentos, escogiendo y entrelazando las más grandes dificultades que los autores y sobre todo el P. Suárez suelen presentar sobre esas materias.

En general supieron proponerlos y seguirlos, conforme a las reglas más perfectas del silogismo: ninguno de ellos se encontró atajado, y todos se retiraron del combate vencidos, si más no sin fuerzas para continuar combatiendo. Contribuyeron a hacer más reñida y fogosa aquella lucha, algunos PP. del Colegio, ora sosteniendo las mismas dificultades de los alumnos, ora objetando otras nuevas y más valientes.

El defensor supo rechazar y aun romper las flechas de sus aguerridos maestros y superiores, no con menos arte y felicidad que las de sus bisoños condiscípulos. Asistieron a dichos actos todos los superiores y profesores del Colegio y los alumnos todos del mismo; varias señoras y caballeros, y una comisión numerosa de seminaristas, presidida por uno de sus respetables maestros que se dignó enviar el muy digno y caballero Rdo. Sr. Rector del seminario, movido tanto de su afición a las ciencias cuanto de su acendrado amor hacia los hijos de S. Ignacio.

La crónica. Número 115 – 11 de febrero de 1886: Colegio de Santo Domingo. El domingo a las 10 de la mañana tuvo lugar en el salón de actos literarios la anunciada concertación que los alumnos del 2º año de Latín dedicaban al R. P. Provincial, dándose principio con un delicado soneto declamado con mucha gracia por el Srto. D. Manuel Hernández.

Acto seguido los emperadores Srtos. D. Luis Ayala y D. Dionisio Pérez Carrascosa arengaron con fácil y elegante prosa latina a sus soldados respectivos y al animarles para aquella gran batalla literaria, denotaban un fuego tal, que no se necesitaba recordarles aquella sabia sentencia del romano orador: «ardeat orator si judicem velit incendere».

Distinguiéronse notablemente por la vivacidad con que luchaban los Srtos. D. Francisco Ruano y D. Manuel Hernández, que en más de una ocasión supieron captarse las simpatías del auditorio. Los RR. PP. Rector, Prefecto y joven profesor les dirigieron algunas preguntas, llamando mucho la atención por su facilidad y acierto en contestarlas según las reglas de la majestuosa lengua del Lacio enriquecida por tantos y tan ilustres varones.

Los Srtos. D. Eduardo Ayala y D. Gaspar Abad con suma naturalidad y gracia preleyeron y declamaron la grandiosa Oda «In Licinianum» de nuestro poeta Marcial, gloria de la literatura clásico-latina. EL señorito D. José Mª García Suárez con voz clara y penetrante, limpidísima pronunciación, gesto noble y presencia agradable, declamó la misma composición trasladada en liras.

Y por último el señorito D. Gregorio de Balparda, declamador de la última composición, respondió con tal soltura y destreza que parecía serle connatural el lenguaje de los antiguos romanos, dándose fin con la coronación de la bandera romana, que fue la vencedora, de manos del R. P. Provincial.

El salón se hallaba elegantemente adornado formando un agradable conjunto con los alumnos que en el escenario lucían las insignias propias del cargo que ejercen en la cátedra y en el pensionado. Pero causa lástima y grande por cierto, que en estos brillantísimos actos se note poca concurrencia, lo cual es un estímulo menos para los alumnos, quienes se animan al estudio si ven que sus esfuerzos son premiados siquiera sea con la presencia de quien pudiera alentarles con un medio facilísimo al mismo tiempo que grato, y que tanto contribuye al esplendor y sorprendente aspecto de tales solemnidades.

La crónica. Número 126 – 29 de abril de 1886: EN EL COLEGIO DE SANTO DOMINGO. Invitados por el R. P. Rector, tuvimos el gusto de asistir el lunes último por la tarde, a la solemne fiesta, que los alumnos dedicaron a la memoria del intrépido navegante, explorador del continente americano, Cristóbal Colon.

El salón donde tuvo lugar, estaba adornado con sencillez, al par que con gusto y elegancia, luciendo en el centro un gran escudo alegórico al acto: a uno y otro costado se veían profusión de banderas, estandartes y luces. La concurrencia, numerosa y escogida, compuesta en su mayor parte de familias de los alumnos del colegio.  

Se dio principio con la ejecución de una preciosa sinfonía titulada «La Perla de Occidente», original del profesor de música del colegio, director de la banda municipal, D. Leopoldo Soriano: a la sinfonía siguió una prelusión castellana por el colegial D. Joaquín Sánchez Cantalejo y Villarejo, leída con buena entonación y serenidad.

En ella reseñó el señor Sánchez con claridad y precisión los obstáculos y contrariedades con que tuvo que luchar Colón antes de llevar a cabo el descubrimiento del Nuevo Mundo, y los pasos que dio antes de emprender su temerario intento; todo lo cual era el orden de temas de las diferentes composiciones que a poco tuvimos el gusto de oír.

Dividiose la función en dos partes: la primera titulada Colón y España dio principio con la balada «El Genovés en la Rábida» por el alumno D. José Segura, a la que siguió el «Mensaje al Rey Católico», oda elegiaca latina que pronunció D. Manuel Senante. A continuación los señoritos D. Juan de la Cruz Navarro, D. José Roca de Togores D. Juan de la C. Arcas, D. Alfredo Salvetti, y D. Ángel José Fernández Nieto, declamaron un diálogo titulado «La junta de Salamanca» en la que se discutió con vigor la idea proyectada por Colón, luciéndose notablemente los alumnos referidos.

«Colón ante Isabel la Católica», fue la narración castellana que dijo D. Francisco Ruano. «Un adiós a la patria» bonito idilio castellano que pronunció el señorito D. José María Suárez. La lectura de poesías terminó con «La Cruz por estandarte» difícil composición en esdrújulos que dijo D. Vicente Almagro; dándose fin a la primera parte con una bonita barcarola original de D. Adolfo Rogel, profesor también del referido colegio, y que lleva por título «Por patria la mar».

La segunda parte, titulada «El Nuevo Mundo» la componían la leyenda castellana «La Atlántida» por D. Francisco Martínez de Galinsoga; «Apóstol y Almirante», oda francesa por D. Luis de Briones; «Temores y Esperanzas» jornada dramática que declamaron los señoritos D. Enrique Fernández, D. Ceferino Pérez, D. Ignacio León, D. Miguel González, don Enrique Bushell y D. Ginés Gómez; la magnífica plegaria coreada «La estrella de los mares», música del señor D. Ramón Bisquet, profesor del colegio, que todos ejecutaron admirablemente, y en particular el señorito D. Carlos Prytz que fue muy aplaudido: «¡Tierra! ¡Tierra!» fragmento épico griego que pronunció D. Antonio María Villalón; «Por Castilla y por León, nuevo mundo halló Colón» trovas en castellano antiguo por D. Miguel González Hernández; «El Nuevo Mundo, a Colón», oda pindárica por D. Amancio Sánchez.

El público aplaudió con frenesí a todos los colegiales que tomaron parte en esta fiesta, saliendo muy complacidos, y conservando el recuerdo gratísimo del notable acto celebrado. Nuestra enhorabuena a los jóvenes alumnos, a los profesores de música y a los PP. Jesuitas del colegio de Santo Domingo.

El Dr. Auzoux y su modelo de hombre clástico (1845).

La crónica. Número 127 – 6 de mayo de 1886: COLEGIO DE SANTO DOMINGO. El acto que en la mañana del domingo tuvo lugar en dicho establecimiento, estuvo muy brillante y lucido. Se trataba de hacer un ensayo de Fisiología que dejara buen nombre a la clase del 6° año y así se consiguió por los señoritos que en él tomaron parte que lo fueron don Manuel Ferriz, don Luis García Suárez, don Federico Javaloy, don Juan de la C. Navarro, don Arturo de Pardo, don Miguel Pérez, don Pedro Pourtau-penne, don José Roca de Togores, y don Amancio Sánchez.

Se dio principio al acto con la lectura de un sencillo y bien meditado discurso sobre las maravillas que encierra el órgano del oído y la importancia suma de este principal sentido. El señor Pourtau-penne dio pruebas evidentes de su aprovechamiento y sólida instrucción al leer tan notable discurso. Todos los alumnos estuvieron a gran altura explicando con claridad y lucidez la estructura de los principales aparatos del cuerpo humano sobre los acreditados modelos de anatomía clástica del doctor Anzoux que tanto contribuyó a facilitar el estudio del complicado organismo del hombre.

El diario de Orihuela. Número 2 – 2 de julio de 1886: En los exámenes de prueba de curso, verificados en el presente año en el Colegio de Santo Domingo, se ha obtenido el siguiente favorable resultado: Aprobados, 70. Buenos, 73. Notables, 50. Sobresalientes, 75. Además han recibido el grado de Bachiller 10 alumnos; 4 con la certificación de Sobresaliente en los dos ejercicios, y 6 con la de aprobado.

La crónica. Número 146 – 16 de septiembre de 1886: COLEGIO DE SANTO DOMINGO. Pasaron las vacaciones con los halagos del descanso, y llegó el día de hoy en cuya mañana ha tenido lugar en la iglesia del colegio de Santo Domingo de esta ciudad, la solemne inauguración del curso académico de 1886 a 1887; acto que hemos tenido el gusto de presenciar, correspondiendo así a la atenta invitación que nos hicieron el R. P. Rector y distinguidos Profesores de dicho centro de enseñanza.

Ante un numeroso y escogido público que ocupaba las anchurosas naves del templo, y bajo la presidencia del R. P. Rector, y con asistencia de las autoridades locales previamente invitadas, se dio principio al acto con la celebración del santo sacrificio de la misa; siendo el celebrante el M. I. Sr. Vicario Capitular de esta diócesis, D. Ramón Bello.

A continuación, el R. P. Deban pronunció un brillantísimo discurso destinado a colocar en el lugar que por derecho corresponde al hermoso idioma latino, ensalzando su importancia y necesidad para formar en el hombre una perfecta instrucción científica y literaria, desarrollando su tema con sólidos argumentos que no admitían réplica de ningún género ni dejaban lugar a la duda: notándose en todo su discurso la brillantez de estilo y delicadeza de frases propias del orador que por largo rato llegó a hacerse dueño del ánimo de los oyentes. Con la lectura del cuadro de señores Profesores se dio fin a tan solemne acto, y principio al curso de 1886 a 87.

El diario de Orihuela. Número 263 – 7 de junio de 1887: Se ha concedido autorización al colegio de Santo Domingo de esta ciudad para que puedan llevarse a cabo en él los ejercicios del bachillerato.

La crónica. Número 184 – 9/16 de junio de 1887: El día 15 del corriente, habrá en el Colegio de Santo Domingo solemne distribución de premios, y en dicho día podrán ya marchar a sus casas los colegiales a pasar las vacaciones del verano.

Ayer se vio esta población sumamente concurrida por numerosas familias de los niños del Colegio de Santo Domingo, que vinieron a presenciar los solemnes actos literarios de fin de curso, que tuvieron lugar por la mañana, y llevarse a los niños para que pasen en su compañía las vacaciones.

Curso 1887-1888. Primera Brigada.

El Liberal (Alicante). Número 425 – 18 de junio de 1887: Ayer regresaron a esta capital los ilustrados catedráticos de este instituto provincial de segunda enseñanza, que fueron en comisión a Orihuela para examinar a los alumnos del colegio de Santo Domingo. Durante su estancia en aquella población se han verificado los exámenes de prueba de curso y los de grado de bachiller.

Bachilleres año 1887: J. L. Briones, A. Salvetti, F. Casanova, D. Maseres, A. Moreno, M. Roca de Togores, J. Arcas, A. Casanova, A. J. Fernández y M. Sola.

El diario de Orihuela. Número 337 – 15 de septiembre de 1887: Con motivo de ser mañana la apertura del curso académico del 87 al 88 en el colegio de Santo Domingo son muchísimas las familias de alumnos de este colegio que se encuentran en esta población para asistir a dicho acto.

Curso 1887-1888. Segunda Brigada.

La crónica. Número 202 – 13 de octubre de 1887: A los alumnos externos del Colegio de Santo Domingo de esta ciudad, se les ha concedido recientemente el uso de una gorra uniforme que los diferencia de los internos por las divisas y los distingue de los otros estudiantes de los otros centros de instrucción.

Dicha prenda es de paño color tina oscuro con visera de charol, y lleva dos esterillas de plata y un escudete de hilo del mismo metal con las iniciales C. S. D. Nos parece muy bien la disposición adoptada por el señor Rector del referido Colegio, como siempre nos ha parecido perfectamente todo lo que tiende a distinguir y estimular a la juventud estudiosa.

El diario de Orihuela. Número 408 – 9 de diciembre de 1887: En la mañana de ayer tuvo lugar en el salón de grados del colegio de Santo Domingo la solemne distribución de premios a los alumnos de aquel acreditado centro de enseñanza, revistiendo el acto la mayor brillantez y esplendor y siendo presenciado por una numerosa y distinguida concurrencia.

Bachilleres año 1887: A. Briones, M. González R., M. Romero, C. Pérez, J. A. Yáñez, S. Sánchez, E. Fernández, J. Garríguez, J. Valdés, J. Miró, M. Senante, R. P. F. Más, R. P. Rector, Bernardo Requesens, R. P. L. Gravalosa, M. González H.

El diario de Orihuela. Número 423 – 29 de diciembre de 1887: Ayer todo el día lloviendo, hoy igual, el tiempo amenazando y el río con una ligera crecida. Efecto de las lluvias las calles están intransitables y es imposible caminar por ellas sin salir salpicados de lodo. La fiesta de los Inocentes anunciada para ayer en el Colegio de Santo Domingo, estuvo muy desanimada a causa del mal tiempo. La cabalgata tuvo lugar en los claustros, asistió la banda de música municipal y escasísima concurrencia.

La crónica. Número 218 – 2 de febrero de 1888: Los alumnos de la primera brigada del colegio de Santo Domingo de esta ciudad, han celebrado ya, y celebrarán todavía hoy una doble fiesta en honor de S. Luis Gonzaga, del modo siguiente: a las seis de la mañana, misa de comunión general con motetes cantados; a las diez de la misma solemne acto de la academia poética cuyo discurso preliminar estaba a cargo del colegial D. Fidel González, siguiendo unas quintillas leídas por D. Manuel Hernández; un diálogo declamado por D. Luis Ayala y D. José Senén; unas décimas de D. Francisco Ruano; cuartetos compuestos por D. Miguel Torres; esdrújulos de D. José Miró; escena lírica representada por D. Fidel González, D. Hernán Ávila y D. Carlos Prytz, y polímetros de D. Manuel Senante y D. Francisco de Galiusoga.

Esta tarde a las seis se expondrá S. D. M., después se rezará el Santo Rosario a la Virgen con letanía cantada; seguirá la plática a cargo del R. P. Andrés Moreno y se terminará con la bendición y reserva. Después de todo se disparará un bonito árbol de fuegos artificiales en el patio del colegio.

También el domingo próximo tendrá lugar en dicho colegio un solemne acto científico sobre mecánica de los fluidos; y serán mantenedores los alumnos D. Manuel Senante, don Miguel G. Hernández, D. Miguel Ramírez, D. Juan Antonio Yánez, D. José Torre-Marín, y D. Antonio Briones e impugnadores: D. Fidel González y D. Lorenzo Prytz.

Hemos tenido el gusto de ver las bonitas y elegantes tarjetas de invitación y programas de las fiestas del Colegio de Santo Domingo, confeccionadas en el establecimiento tipográfico de D. Luis Zerón, las que prueban la laboriosidad inteligencia y buen gusto del dueño de dicha imprenta en esta clase de trabajos.

El diario de Orihuela. Número 685 – 20 de noviembre de 1888: Legos en la materia, no podemos dar idea alguna a nuestros lectores del torneo científico literario latino celebrado ayer en el colegio de Santo Domingo, con asistencia de los Iltmos. y Rvmos. Prelados de Murcia, Segorbe y Orihuela y una numerosa y escogida concurrencia en la que figuraba una buena representación del clero local.

Sin embargo, al decir de los inteligentes, llevó la peor parte en la lid el citado colegio, distinguiéndose en la misma el sabio Padre Malo, provincial de la orden de Franciscanos y el seminarista Sr. D. Mariano Olmos, quien mereció ser felicitado por el Iltmo. Sr. Obispo de la Diócesis y por gran número de las doctísimas personas que concurrieron al acto. Nuestra felicitación al Sr. Olmos y nuestra enhorabuena al Seminario quien aún cuenta entre sus alumnos jóvenes estudiosos que hacen recordar de cuando en cuando los buenos tiempos de aquel centro de enseñanza.

El diario de Orihuela. Número 972 – 14 de noviembre de 1889: Ayer celebró la segunda brigada del colegio de Santo Domingo de esta ciudad, la fiesta que anualmente dedica a su santo patrono San Estanislao de Kostka. Por la mañana hubo misa solemne y comunión general en la capilla del colegio, y por la tarde nuestra banda municipal hizo oír sus acordes de 4 a 6 en uno de los patios del colegio, terminando la fiesta quemándose un bonito árbol de fuegos artificiales.

El Alicantino. Número 647 – 12 de marzo de 1890: LA FIESTA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO EN ORIHUELA. Cúmplenos hoy ocuparnos en los que han tenido lugar en el Colegio de Santo Domingo que dirigen los RR. PP. de la Compañía de Jesús, el cual establecimiento de enseñanza ha conseguido merecer tan justísima reputación y fama tanta, que su nombre y sus triunfos han traspasado en más de una ocasión los límites de nuestra provincia y son conocidos de cuantos siguen los pasos del movimiento científico y literario de nuestra patria.

A las cinco de la tarde del viernes las campanas de la Iglesia del Colegio anunciaron la llegada al mismo del Excelentísimo e Ilmo. Sr. Dr. D. Tomás Bryan y Livermore, dignísimo Obispo de Cartagena, honra y prez del Episcopado español por su virtud y vasta ciencia. El venerable Obispo de Cartagena fue recibido en la Iglesia del Colegio por los RR. PP. Provincial, Rector y profesores del mismo y por todos los colegiales que de elegante uniforme y luciendo sus vistosas banderas y estandartes, formaron dos largas filas por entre las que se dirigió S. E. I., al presbiterio, cantándose en este momento por algunos alumnos un inspirado motete religioso.

Por la noche de este mismo día tuvo lugar una brillante velada científica de Física y Matemáticas, dedicada al ilustrado Obispo de Cartagena, que posee extraordinarios conocimientos en estas materias. Bajo la presidencia de tan esclarecido Príncipe de la Iglesia comenzó este acto con la lectura de un discurso intitulado «Newton, las ciencias matemáticas y las físicas». Este elogio, en el que se dibujó con mano maestra el genio del ilustre físico y matemático inglés del siglo XVII, fue leído con varonil entonación por el alumno don Manuel Hernández y Zamora.

Terminada su lectura, los alumnos D. Francisco Botella y D. Gerardo Pérez Hita ejecutaron al piano una fantasía sobre motivos de «Il Trovatore» de Verdi; obteniendo muy justos aplausos. De la asignatura de matemáticas se expuso la parte de la Trigonometría rectilínea y el Álgebra, preguntándose mutuamente los alumnos y resolviendo con admirable soltura vanos problemas relativos a dicha ciencia, como medición de alturas, resolución de ecuaciones etcétera. Terminada esta parte, los señores profesores de música del Colegio, D. Adolfo Rogel y D. Leopoldo Soriano, interpretaron con especial precisión y acierto, la fantasía de Flotow para piano y violín, sobre motivos de «Stradella».

Continuó después el acto científico por la exposición razonada de diferentes leyes físicas y su comprobación experimental con respecto a la Mecánica, a la Acústica, a la Electricidad, al Calor, la Luz etc. Hiciéronse también curiosos y sorprendentes experimentos de Química con el hidrógeno, fósforo, nitrato potásico y otros elementos dando aquellos jóvenes raras pruebas así de su instrucción al resolver las dificultades con que se les objetaba, como de su acierto y destreza en el manejo de los aparatos que inventó el ingenio de las ciencias físicas.

A estos trabajos científicos siguió una entusiasta poesía titulada «A Franklin» compuesta y admirablemente declamada por el alumno D. Eduardo Ayala, y un entusiasta himno cantado por los colegiales puso fin a tan brillante velada, que dejó altamente impresionado y satisfecho al numeroso e inteligente concurso que llenaba el salón de actos del Colegio, adornado al efecto con el más delicado y exquisito gusto.

El acto dispuesto para el día 8 entrañaba una muy especial y extraordinaria importancia; era el fundamental de la solemnidad dedicada a celebrar la festividad de Sto. Tomás de Aquino; era nada menos que la exposición y defensa de sus celestiales y profundas doctrinas filosóficas por tres jóvenes alumnos del Colegio, cuya edad parecía hacerlas incompatibles con aquella altura de ideas, con aquella profundidad de pensamientos, con aquella vasta extensión de conceptos, y todo expuesto, dicho y sostenido en la misma lengua sabia e inmortal en que el Príncipe de las Escuelas nos legara sus imponderables lucubraciones.

La empresa parecía superior a las fuerzas de los que la acometían, y sin embargo, este año como el anterior, el Colegio de Santo Domingo de Orihuela ha demostrado de cuánto es capaz la inteligencia bien dirigida y el tiempo bien aprovechado, presentando tres alumnos en el presente, D. Juan Antonio Pérez Martínez, D. Dionisio Pérez Carrascosa, y D. Martín Gómez Asencio, que como los dos que en acto análogo exhibió en el anterior, pueden merecer y merecen el nombre de filósofos con más justicia, con mucha más justicia que no pocos que alardean de tales y pretenden haber llegado al último límite de la ciencia.

A las diez de la mañana ocuparon sus respectivos sitios los ilustres Obispos de Orihuela y Cartagena que presidían el acto, los RR. PP. Provincial, Rector y profesores del Colegio, la Comisión que representaba al Instituto provincial, invitado al efecto, compuesta de los catedráticos D. Vicente Calatayud y D. Emilio Senante, los que habían de argüir a los jóvenes mantenedores de la sana doctrina, el R. P. Provincial de Capuchinos y otros miembros de tan santa orden y otras muchas personas distinguidas que llenaban el salón, entre las que recordamos a D. Rafael Tous, Arcediano y Secretario de Cámara de este Obispado, los canónigos don Florentino de Zarandona y D. Luis Espuche, D. Manuel Roca, caballero de Calatrava, que ostentaba su honrosa venera, digno representante de la antigua y más distinguida nobleza orcelitana, el excelente escritor católico D. Adolfo Clavarana, D. Manuel Pastor, D. Atanasio García Cubero, el señor Conde de Cheles, D. José Joaquín Sandoval, D. Antonio de P. Orts, D. Juan Miró, y otros más que la falta de espacio y tiempo no nos permite precisar.

Frente a la presidencia aparecía bajo dosel el cuadro que representaba a Santo Tomás de Aquino, a su derecha e izquierda respectivamente los de los retratos del eximio Suárez y del sutil Escoto, seguían después a uno y otro lado los de los Obispos que presidían, y por último los escudos de estos mismos Prelados.

Delante de este armonioso conjunto de oportunidad y buen gusto se levantaba una elegante tribuna en la que tomaron asiento les tres jóvenes disertantes acompañados de su sabio y eminente profesor P. Tena, verdadera notabilidad en las ciencias filosóficas, para las que parece haber recibido de Dios aptitud especial y extraordinaria que ha sabido aprovechar por modo maravilloso.

Los puntos todos sobre que debía versar la controversia filosófica comprendían la Lógica, Ontología, Cosmología, Psicología, Ética, Derecho natural, y Teodicea, todas las ramas del frondoso árbol de la Filosofía, y estaban divididos en ciento y una tesis, sobre cada una de las cuales tenía derecho a argüir cualquiera de los presentes, y obligación de defender aquellos aventajados alumnos.

Ante el imponente aspecto que ofrecía aquel salón más que por el número por la calidad de las personas que lo llenaban, comenzó el acto leyendo el alumno D. Juan Antonio Pérez Martínez el discurso de introducción escrito en elegantísimo latín y leído con la expresión y donosura de quien sabía lo que comunicaba a sus oyentes. D. Dionisio Pérez y Carrascosa inició después el certamen filosófico dando lectura a un luminoso discurso de elegantísima forma y correcto estilo ciceroniano, encaminado a destruir y refutar el absurdo principio iniciado primero por Hobbes y reproducido más tarde por Rousseau de fundar el origen de la vida social en el pacto de los hombres y en la voluntad de los más el origen de todo derecho.

El trabajo resultó digno de la solemnidad a que se dedicaba y del importantísimo asunto a que se refería, mereciendo elocuentes muestras de aprobación. El M. I. Sr. Dr. D. Francisco Cotau, Magistral de la Santa Iglesia Catedral de aquella ciudad, se levantó el primero a probar las fuerzas de los jóvenes filósofos de Santo Domingo, arguyendo contra lo fundamental del discurso que acababa de leerse. El Sr. Cotau posee una dicción latina que encanta por su elegancia, y formuló sus argumentos con sujeción estricta a la forma escolástica en la que fueron contestados con precisión y maestría por aquellos aventajados alumnos.

El R. P. Ortells, de la Compañía de Jesús, terció también impugnando la misma materia. El docto catedrático de este Instituto y ardiente escritor católico D. Vicente Calatayud, arguyó contra la tesis 92, (Derecho natural) acerca del Estado docente, presentando en elegante forma argumentos para sostener el derecho que se atribuye el Estado de ser quien dirija e imponga la enseñanza de los asociados.

El M. Reverendo P. Malo, Provincial de Franciscanos, arguyó con la maestría que le es notoria contra la tesis 24 (Ontología) acerca de la distinción real y modal; impugnó la tesis 33 (de Cosmología) el M. I. Sr. Dr. D. Tomás Salado, Lectoral y Secretario de Cámara y Gobierno del Obispado de Cartagena, objetando acerca de cómo permanecen en los compuestos las sustancias elementales que los forman, si formal o sólo virtualmente, en lo que demostró su competencia y erudición extraordinarias.

Nuestro dignísimo y muy sabio Prelado cerró la primera parte de este acto arguyendo con profundidad de conceptos y correcto latín contra la tesis 29 de (Ontología) acerca de si la posibilidad intrínseca de los seres pende inmediatamente de la voluntad de Dios o del entendimiento divino, y si en su Ilustrísima como en los demás argumentantes fue de notar la admirable precisión de sus argumentos y la gallarda forma de su lenguaje, admiró aún más el aplomo de aquellos tres aventajados jóvenes que haciéndose cargo de las objeciones que les formulaban, repitiéndolas casi literalmente, las rechazaban con sujeción estricta a la forma escolástica, distinguiendo con toda precisión y claridad unos de otros extremos, ya para aceptarlos, ya para desvanecerlos.

Cerca de la una terminó esta primer parte del acto que nos ocupa. A las tres y media de la tarde se reanudó de nuevo leyendo el alumno D. Martín Gómez Asensio un elocuente discurso sobre la inmensa diferencia que existe entre la teoría del pacto social, que hace derivar la autoridad de sólo la voluntad del pueblo y la teoría cristiana sustentada por Santo Tomás, Suárez y los demás que siguen al Ángel de las Escuelas. En esta segunda parte argumentaron D. Vicente Fernández Gay, Pbro. Párroco de San Fulgencio, contra la tesis 86, (de Derecho Natural) acerca de que la autoridad social y política no procede de pacto humano, como sostiene Rousseau, sino del mismo Dios.

Sobre esta misma tesis instó también el P. Garcerán, S. J. demostrando uno y otro argumentante, como los que le siguieron, su ilustración y competencia. Contra la tesis 25 (Ontología) instó el R. P. Narciso Sato, discurriendo y argumentando acerca del fin de la materia y de la forma, considerados como causa.

Contra la 61 (de Ética) acerca del fundamento de la moralidad de las acciones humanas, objetó el R. P. José María de la Puente y, como en la mañana, terminó este palenque filosófico nuestro insigne Prelado arguyendo contra la tesis 96 (de Teodicea) en el punto en que se refiere a la inmutabilidad de la divina esencia, y el mismo Prelado puso digna corona a tan importante acto, leyendo un discurso brillantísimo acerca de la necesidad de restaurar la filosofía Cristiana, discurso que fue oído con religiosa atención, y colmado de merecidísimos aplausos, sobre cuyo mérito e importancia solo diremos que está en armonía y corresponde a la ilustración de su autor, y fue el más digno coronamiento que pudo tener la fiesta dedicada a Sto. Tomás de Aquino.

Nos proponemos insertar íntegro tan importante trabajo, lo cual nos excusa ahora de todo elogio. A nuestro pesar nos extendemos demasiado y no podemos sin embargo decir todo lo que quisiéramos. El acto filosófico del Colegio de Santo Domingo es superior a todo encarecimiento. Este centro inauguró el año pasado esta clase de certámenes, y si en ellos se admira la ciencia filosófica y el dominio de la lengua latina en sabios maestros e inveterados hombres de ciencia, llega a lo maravilloso ver a jóvenes, a quienes no sombrea aún la barba, dominar materia tan vasta como difícil, elevarse a sus más altas concepciones, seguir los vuelos de agigantados maestros y defender con severidad y aplomo sus principios, refutando con habilidad seria y bien presentadas objeciones, siéndoles tan familiar la lengua en que escribiera Santo Tomás como la que aprendieron al calor del regazo de sus madres.

Mil y mil plácemes merece el Colegio de Santo Domingo de Orihuela por tan brillante triunfo y se los enviamos muy sinceros; mil y mil plácemes merecen sus aventajados alumnos, sus profesores y cuantos contribuyen a tan extraordinario éxito y a todos felicitamos desde el fondo de nuestra alma, y nos felicitamos nosotros mismos por contar en nuestra provincia con un centro que a tanta altura eleva  la luz de la verdadera ciencia, formando defensores acérrimos de la verdad contra el error, de la virtud contra el vicio y de la humildad contra la soberbia satánica, que pretende negar a Dios para ser arbitra y, señora de los destinos del mundo.

Dos actos más se realizaron el día 10. Uno por la mañana que consistió en un certamen de los alumnos de las clases ínfima, media y suprema de latín y griego, en que patentizaron sus especiales conocimientos en ambas lenguas a pesar de sus pocos años. El acto, como los anteriores, fue lucidísimo, y era de admirar aquellas tiernas criaturas conjugar y declinar a maravilla, retarse mutuamente y mutuamente corregirse en todos los tratados de la Gramática.

Dedicado al claustro de catedráticos de este Instituto terminó por una poesía de salutación al mismo, que obligó a D. Emilio Senante a dirigir la palabra para dar las gracias por tan delicada atención, significar la importancia y alcance de aquellos actos, la honra que siente el Instituto de Alicante al contar en su provincia Colegio de tanta importancia, donde por modo especial se unan la fe y la razón, dando lugar así a la única verdadera ciencia, y acabó rogando del P. Rector una gracia especial para los alumnos, que les fue otorgada.  

A las siete de la noche se celebró una Academia poética dedicada a nuestro inmortal Pontífice León XIII. Se declamaron inspiradas poesías en castellano, francés, latín y griego. Todos, todos los alumnos se distinguieron notablemente en el desempeño de su cometido, y la academia resultó amena, oportuna y brillante. Con las poesías alternaron, selectas piezas musicales ejecutadas con precisión y maestría, llamando justamente la atención el «Tu es Petrus», del profesor del colegio y organista de la Catedral D. José Ramón, y una lindísima barcarola religiosa del mejor gusto, cantados ambos números por los alumnos del colegio.

El Sr. Obispo de Orihuela terminó el acto con un discurso de gracias y estímulo a los jóvenes colegiales de Santo Domingo. Nos hemos extendido mucho y aun así hemos tenido que ser sobradamente parcos en detalles.

Para concluir solo diremos que el Colegio de Santo Domingo de Orihuela ha alcanzado un lauro solo comparable al que obtuvo en el año anterior; que a su impulso le imitan otros Colegios de su clase, y ello significa un paso importantísimo en la difusión de la semilla para la obra de la restauración de la Filosofía Cristiana, y que por ello felicitamos «ex toto corde» al Colegio, a su Rector, a sus Profesores y a cuantos contribuyen a tan brillantes éxitos, que si son causa de satisfacción legítima al presente, encierran una esperanza dulce, halagüeña y consoladora para lo por venir.

El diario de Orihuela. Número 1074 – 20 de marzo de 1890: La fiesta de San José. Con solemnes actos religiosos y literarios ha celebrado en el presente año el colegio de Santo Domingo de esta ciudad, la fiesta del glorioso patriarca San José, dando con eso público testimonio del agradecimiento que profesa al patrón de la universal Iglesia por los innumerables favores que le ha dispensado en el presente curso.

En la mañana de dicho día celebró el santo sacrificio de la misa en la iglesia del colegio, el Rdo. P. Juan Ricart, Provincial de Aragón, distribuyendo el Pan Eucarístico a las Hijas de María y a los señores alumnos internos. A las 9 de la mañana hubo misa solemne con acompañamiento de órgano, siendo el celebrante el Rdo. P. Bernardo Requesens, Rector del colegio.

La oración panegírica estuvo a cargo del P. Francisco Tena de la Compañía de Jesús, el cual con elocuente celo ensalzó las glorias del castísimo Esposo de María, presentándole como oportunísimo modelo de humildad contra la soberbia que en el mundo, ya en política, ya en la ciencia, ya en el mismo seno de la familia, amenaza inficionarlo todo, al presentarse con los pomposos títulos de libertad y adelantos modernos.

Por la tarde, a las 5 y media tuvo lugar la solemne promulgación de dignidades en el salón de actos del colegio, al que asistió un inmenso concurso que llenaba completamente aquel local. El acto iba precedido de una concertación de Geografía por los alumnos de la clase de Media, en la cual el niño D. Manuel Lorenzo y Penalva leyó una elegante prelusión, siendo de ver la prontitud, gracia y soltura de aquellos tiernos niños, al preguntarse y corregirse mutuamente, al responder al alumno que dirigió el certamen, al contestar a las preguntas de los profesores asistentes al acto.

Terminado este ensayo, el alumno D. Ginés Yáñez y Cánovas, leyó con admirable entonación una inspirada oda al Patriarca San José que mereció entusiastas aplausos. Acto seguido empezó la promulgación de dignidades entre los alumnos del colegio. Al que nunca los tenga visto, difícil es darle una idea de actos tan imponentes como el presente, y que sólo se repiten dos o tres veces durante los nueve meses de curso.

El aspecto del salón, adornado con espléndido aparato, las banderas los estandartes, las insignias, los diplomas artísticamente colocados en lugar manifiesto, la lectura de los nombres de los afortunados que sobresalieron en la aplicación, en la conducta y que son saludados con entusiastas himnos y calurosos aplausos, el gozo de los premiados, la emoción del padre o de la madre al ceñir las sienes de su hijo con la honrosa corona de laurel, noble trofeo de aplicación al estudio, las lágrimas que brotan de aquel, que en un momento mira perdida su dignidad, la faja de brigadier, la banda, el estandarte, todo, repetimos, todo contribuye a dar más realce y esplendor a este género de actos, que a la par que son un gran estímulo para las tiernas inteligencias son el más poderoso aliciente para que el joven reprima y venza las malas inclinaciones que ya en esta edad empiezan a manifestarse con una virtuosa a intachable conducta.

Dichosos sí, dichosos una y mil veces aquellos a quienes por medios tan santos, tan nobles y eficaces, les ha cabido en suerte recibir una instrucción que ha de formar su verdadera dicha y bienestar. Durante un rato de descanso, el joven y distinguido violinista D. Sebastián Muné, ejecutó con acompañamiento de piano una brillante fantasía, música de C. A. de Bériot, mereciendo nutridos y prolongados aplausos por la admirable maestría y prodigiosa habilidad que desplegó en el desempeño de la referida pieza.

Finalmente, digno remate de la fiesta fue la oda dirigida al Rvdo. P. Provincial que presidía el acto, declamada con muy expresivo efecto por el niño D. Antoliano Pérez y Gutiérrez; con esta poesía y el himno «A los vencedores» música de D. José Ramón Bixquert, profesor del colegio, cantado por los alumnos, se dio fin a este acto que como tantos otros celebrados en el presente mes, dan claras muestras que el colegio de Santo Domingo de Orihuela no perdona medio alguno al fin de que sus alumnos reciban la más sólida, la más completa y virtuosa instrucción que padre alguno pueda desear en bien y provecho de sus hijos.

El alicantino. Número 1549 – 9 de abril de 1893: EN HONOR A COLÓN GRANDIOSA SOLEMNIDAD EN EL COLEGIO DE SANTO DOMINGO DE ORIHUELA. El día 2 de abril, a la una de la tarde salía del colegio de Santo Domingo numerosa multitud de lo más selecto de la sociedad oriolana y de familias distinguidas de Alicante, Murcia, Cartagena y otras poblaciones.

«¡Bien, muy bien, decían unos, se han portado los alumnos! ¡Excelentes composiciones poéticas! ¡La música clásica, añadían éstos; aquéllos: la ejecución, maravillosa!». Y todos, indistintamente, esta es, decían y repetían, la mejor entre las muy buenas academias que se han verificado en Santo Domingo.

En efecto, Sr. Director; a las once de la mañana de dicho día 2, encogida, a la par que numerosa concurrencia, llenaba el hermoso y vasto salón de actos de ese magnífico centro de enseñanza, donde se educa a la juventud en letras y virtudes cristianas, de aquella manera que sabe hacerlo la Compañía de Jesús, y han visto por experiencia cuantos han confiado sus hijos a tan benemérita Compañía. Invitados mediante magnifico programa de gusto clásico superior, en que por modo admirable estaban hermanadas la elegancia y seriedad, íbamos ávidos de presenciar la corona lírico poética que se iba a verificar en honor del inmortal Colón, para solemnizar el cuarto centenario del descubrimiento de América, seguros de que debía ser excelente.

Y cierto que la realidad sobrepujó las esperanzas. Porque aquellos niños no parecían inexpertos declamadores, sino artistas avezados a las tablas, que con increíble acierto interpretaban los efectos y sentimientos varios de las composiciones poéticas, dando a cada una de sus partes aquella variedad de tonos y expresión apropiada, de que resultaba a las declamaciones un colorido y animación que las hacía brillantes y agradables y dignas de los prolongados aplausos que obtuvieron.

Muy bien leyó D. Manuel Aguilera la producción, pero todavía declamó con más vigor y mejor entonación la octava composición de la segunda parte. El niño D. Julio de Ugarte se presentó dos veces  ante el público y las dos con tal soltura y decoro, que llamó mucho la atención. Su declamación de las dos composiciones «¡Plus ultra!» y «El puerto de Palos», fue dulce, animada y simpática. En los diálogos procedieron con mucha naturalidad y mucho acierto los señores Ayala (D. Ricardo), Aparici (D. Miguel), Lorenzo y Espuche. D. José Rovira de la Canal, declamó muy bien la oda latina «Adiós a la patria».

Quisiéramos decir algo también de los demás alumnos, porque todos desempeñaron muy bien su cometido, pero por no hacernos interminables, acabaremos esta parte con la declamación de la oda final por el Sr. Guerrero. La oda brillaba entre aquella multitud de bellas composiciones, como la piedra más rica y más vistosa de la corona poética; pero todavía la abrillantó más y la llenó de haces de luces con su sobresaliente declamación, el alumno D. Braulio Guerrero, quien rayó tan alto, que parecía no poderse pedir más en un alumno.

Pues ¿qué diré de la parte musical? La composición «La lucha del genio», cantada a voces solas, resultó una pieza grave, llena de patéticos acentos y de inspiración realzada por modo extraordinario por un nutrido coro de cuarenta pequeños orfeones, que dando alientos a Colón para su empresa, servía como de fondo bellísimo y animado de un cuadro viviente, en que se destacaba majestuosa y llena de interés y encanto la noble figura del almirante genovés, cuya representación sostuvo admirablemente con su arrebatadora declamación el alumno D. Braulio Guerrero.

Parece que no podía esperarse más de la infantil masa coral, y sin embargo creo que todavía ejecutaron con mayor pulcritud la escena lírica «¡Tierra! ¡Tierra!» donde ofrecía espectáculo muy animado e interesante aquella tripulación conjurada contra el almirante, y reducida a orden al divisar la tierra que buscaba, pareciendo entonces que en transportes de entusiasmo, quería con su actitud saltar de la carabela. Muy bien representó D. Gregorio Rodríguez en esta escena el papel de Colón.

Esta academia es de aquellas que dejan huella en los que las presencian, y pienso, como he oído decir a personas inteligentes que ella sola es bastante a dar idea exacta de los elementos de prosperidad que encierra, y de la altura a que se ha elevado el Colegio de Santo Domingo.

Prosigan los humildes hijos de Ignacio con esfuerzo y felicidad la noble cuanto difícil empresa de educar en letras y virtudes cristianas esa juventud, que es hoy la más dulce y legítima esperanza de la patria; y que a no dudarlo ha de reportar a la sociedad y a la religión, días de prosperidad y bienandanza. Felices jóvenes los que tienen la dicha de recibir de los Jesuitas esa educación que tanto aprecian los verdaderos católicos, cuanto temen y detestan los enemigos de la religión. UN AMANTE DE LA VERDAD.

El alicantino. Número 1897 – 15 de junio de 1894: Nuestro activo corresponsal de Orihuela, nos participa que han tenido feliz término en aquella ciudad, en el Colegio de Santo Domingo, que tan acertadamente dirigen los Padres de la  Compañía de Jesús, los exámenes oficiales de prueba de curso.

El éxito más satisfactorio ha logrado alcanzar el desvelo por la enseñanza que muestran los religiosos que dirigen aquel grandioso centro de instrucción; de él se veían salir los padres de los alumnos rebosando alegría por las notas obtenidas por sus hijos y por las atenciones, afanes y desvelos de los directores y profesores del notable Colegio que tanto honra y que tan inmensos beneficios produce a nuestra provincia.

El colegio de Santo Domingo, por sus vastas proporciones y admirable fábrica, es un verdadero monumento, rica joya arquitectónica que la fe de nuestros mayores levantó como prueba de lo mucho a que aspirar puede quien se deja guiar por la religión del Crucificado; por ello el suntuoso edificio es visitado por extranjeros y nacionales que admiran su magnífica iglesia, su claustro de entrada, sobrio de ornamentación, sencillo y grandioso, así como su suntuosa escalera.

Mas, si digno de atención es el edificio por su fábrica, más lo es aún como centro de instrucción; bajo este concepto, sostiene honrosa competencia con los primeros de su clase en España y tal vez del extranjero.  Felicitamos por ello a nuestra ciudad hermana y rogamos a Dios que no decaiga jamás en ella, el espíritu que da vida y esplendor al colegio de Santo Domingo y a sus otros centros católicos de enseñanza.

La noticia diaria. Número 43 – 4 de diciembre de 1894: Enhorabuena. Sinceramente la damos a los alumnos del Colegio de Santo Domingo, y en particular a los colegiales pertenecientes a la 1ª y 2ª brigada por su esmerada observancia en la disciplina y asidua aplicación al estudio de las letras y de las ciencias. Buen testimonio de ello son las dos hermosas banderas en cuyo fondo campean las efigies de San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka, patronos respectivamente de la primera y segunda brigada.

Esas banderas, siguiendo costumbre tradicional, se ven alzadas en señal de victoria del Colegio, donde a manera de lenguas mudas pero elocuentes, atestiguan el ahínco con que los colegiales se entregan al cumplimiento de sus deberes escolares y les incitan por un lado a continuar con ardor perseverante en tan laudable camino; mientras por otro a sus padres les dan justo motivo de engreírse viendo en sus hijos la aplicación estrechamente hermanada con la virtud, señal inequívoca de que una infancia tal, será precursora primero de una digna adolescencia, y más tarde de una honrada y virtuosa vida social, que es el fruto que pretenden recabar de sus paternales desvelos.

La noticia diaria. Número 62 – 29 de diciembre de 1894: Fiesta de los Inocentes. Pues que en los días anteriores hemos reseñado, aunque muy ligeramente, las tertulias con que solazan en el Colegio de Santo Domingo los alumnos internos, y agradablemente entretienen a sus papás, no queremos dejar de decir cuatro palabras acerca la velada con que ayer, día de los Santos Inocentes, se solemnizó la exaltación al trono del Rey de los de dicho establecimiento.

Velada magna puede llamarse la del día 28, verificada ante un concurso de lo más selecto y visible y tan numeroso que llenaba completamente el espacioso salón de actos. Duró no menos de tres horas y media, porque el infantil apetito, una vez engolosinado con el placer de la escénica representación, no se sacia con facilidad; y lo que dicen esos angelitos, si de un reinado tan fugaz no se procura sacar partido…; porque a la ocasión la pintan calva, y los reyes vienen pocas veces por los colegios; porque los libros tienen un tufillo tan desagradable…

Y sobre todo, que estando las piececitas tan dignamente preparadas, las horas se deslizan como pájaro por el aire y anguila por la mar. Los dos ciegos resultó una escena agradable, en que estuvieron acertadísimos los Sres. D. Adolfo Ceño y D. Pedro García Murphy, no solo en la parte mímica, mas también en la del canto. El «degüello de los inocentes» también gustó mucho, y como siempre que en las tablas se presenta, sobresalió el señor Armand, quien tanto se posesiona de su papel que por insignificante que sea lo avalora y le da mayor realce.

En «el médico a palos», interpretaron bien su papel D. Gabino Ruiz, D. Francisco Aparici y D. Juan Pérez Motos. Sentimos no conocer a los demás colegiales que tomaron parte en las otras piezas aunque nos pareció ver en la estudiantina, que estuvo bien ejecutada, a D. Matías Pescetto, D. Adolfo Ceño, D. Ignacio Aznar y D. Cristóbal Romeu. Haciéndonos cargo de las manifestaciones de la opinión pública, podemos asegurar que tertulias tan llenas, también preparadas, y con tanto gusto y perfección realizadas, no se han visto nunca en Santo Domingo.

La compostura tan correcta de los alumnos, los días de tanta agitación son cosas que han llamado la atención de personas reflexivas, a quienes estas inocentes expansiones han servido de poderoso argumento que les persuade, de cuan ventajoso es ese difícil arte de educar a la juventud, cuyos secretos penetra como nadie la ínclita Compañía de Jesús.

No queremos terminar nuestro incompleto y desaliñado relato sin hacer constar que pocas veces se ha visto un Monarca de Inocentes tan espléndido y generoso, y sin duda nunca empuñó el cetro de ese reinado de inocencia un niño tan simpático a sus vasallos y de ellos tan calurosamente vitoreado.

La noticia diaria. Número 124 – 16 de marzo de 1895: Acto literario. Los alumnos de la clase de preparatoria del Colegio de Santo Domingo de esta ciudad, lo celebrarán en honor del Patriarca San José el día 19 del actual a las 2 y media de la tarde, cuyo programa, insertamos a continuación: Terceto, Bellini. —El Combate — Diálogo por D. Manuel Lacárcel y D. Ernesto González. — Música de Rogel.

GRAMÁTICA CASTELLANA. — Analogía. Definición de cada una de las diez partes de la oración, divisiones y variaciones de las mismas. — Sintaxis. Preceptos acerca de la concordancia y construcción gramatical de las palabras. — Prosodia. Recta pronunciación de las letras y de las sílabas. — Formación de los diptongos y triptongos — Ortografía. Uso del acento ortográfico y empleo de las letras B, C, G, H, J, M, R, V, Y, Z.

GRAMÁTICA LATINA. — Analogía. Declinaciones de los nombres sustantivos y adjetivos. —pronombres. —concordancias. — Verbos. Conjugación del verbo Sum y de los activos Amo, Moneo, Lego, Audio. —Conjugación perifrástica de los mismos; — Formación de los tiempos. — Traducción del infinitivo en sus múltiples formas.

— Ejercicios prácticos de construcción. De verbo sustantivo. —De verbo activo y pasivo. — De infinitivo. Género de los nombres. Reglas para determinarlo atendida su significación y terminación. A San José. — Romanza. Rogel. Don Alfonso Ruiz. —Prelección. Análisis analógico, sintáctico y ortográfico del romance D. Alonso de Aguilar. Declamación del mismo por D. Miguel Flores.

DECLAMACIONES— Letrillas. Traten otros del gobierno. —Santo silencio. — Poderoso caballero. — Faltando yo, es cierto. — Da bienes fortuna. —Romances. Zulema. D. Rodrigo. — La campana de Huesca. — El conde Arnaldo— Fábulas. La ardilla y el caballo— El gallo y el zorro.— Pedro enreda— El león, la zorra y el lobo.— La vida del hombre.— El pajarillo.— La verdad sospechosa— La lechera.— El calvo y la mosca.— La escala.— El sueño de S. José. Polímetro castellano por D. Ernesto González. — Muerte de S. José. Redondillas por D. Rafael Arnaldo.— Plegaria a S. José. Sáfica castellana por D. Pío Calvache. — Patrocinio de S. José. Canción por D. Joaquín Rodríguez.

IMPORTANCIA DE LA GRAMÁTICA CASTELLANA. Diálogo por D. Manuel Lacárcel y D. José Martin. — Promulgación de dignidades. Himno final, Espí.

1899. Campo de Congregantes. Finca «Los Balcones».

La noticia diaria. Número 170 – 16 de mayo de 1895: Hoy han pasado el día de campo en la hacienda de «Los Balcones», los alumnos internos del Colegio de Santo Domingo.

El llamado «campo de Congregantes» era una actividad anual que se realizaba entre los meses de abril y mayo. En una jornada normal de colegio, los jesuitas organizaban una excursión, generalmente a la costa, y allí pasaban el día invitados en las propiedades de antiguos alumnos; como por ejemplo Federico Linares, que les prestó su famosa finca de «Los Balcones». En la siguiente entrega transcribiré alguna de estas excursiones.

El nuevo alicantino. Número 490 – 15 de septiembre de 1896: Hoy se abre el curso académico en el Colegio de Santo Domingo de Orihuela, que con laudable celo dirigen los beneméritos hijos de San Ignacio de Loyola.

Durante este verano se han practicado importantes reformas en aquel establecimiento que se halla a la altura de los primeros centros de enseñanza de España, y aun de los que dirige la Compañía de Jesús que no tienen rival en la enseñanza. En este año, se ha multiplicado el número de alumnos en el Colegio de Santo Domingo, y muchos de estos pertenecen a las familias más distinguidas de esta ciudad.

El nuevo alicantino. Número 682 – 13 de mayo de 1897: FIESTA PATRIÓTICA EN EL COLEGIO DE SANTO DOMINGO. Ayer, por el correo de la mañana, recibimos un pliego cerrado de tamaño in folio. ¡Santo cielo! ¿Qué será, dijimos? y abriéndole quedamos agradablemente impresionados al ver una lámina artísticamente hecha en la que leímos lo siguiente:

AL VENCEDOR DE FILIPINAS. Corona poética. Al general sin tacha. Al bizarro militar y cristiano caballero. Al quebrantador glorioso del Katipunan. Al defensor ilustre de nuestra bandera inmaculada. Admiración de los extraños, gloria de España Terror del masonismo en Filipinas. A cuyas plantas palpitantes yacen los enemigos. Al merecedor de eterno e inmarcesible Lauro D. Camilo Polavieja. Dedican este humilde obsequio. En prenda de amor y gratitud. Y entusiasmo patrio. Los alumnos del Colegio de Orihuela, 16 de Mayo de 1897.

El programa de esta patriótica función digna de los sentimientos altamente religiosos que dominan en aquel notable centro docente, es el siguiente: Prelusión castellana, compuesta y leída por D. Alfonso Ruiz Navarro. Sinfonía.— Beethoven.

PARTE PRIMERA. El Katipunan. — Escenas dramáticas por los Sres. D. Alfonso Ruiz, D. Manuel Giménez, D. José Brotons, D. Ginés Gorguera y D. Santiago López. ¡Guay de España!— Oda por D. Joaquín Rodríguez de Vera. Día lúgubre. — Elegía por D. Manuel Carrió. Los dos Ángeles. — Dúo por D. Alfonso Ruiz y D. Francisco Gerés, música de García. Iris de esperanza. — Polímetro por don Mariano Navarro. Lo Fill d’Alcoy.— Juguete melodramático lemosín, por los alumnos señores Pérez, Gerés, Carrió, Brotons, Uriarte y Santonja, música de Baixas. «In hoc signo vinces». — Romance heroico, por D. José María Durán. La Regatta veneziana. — Rossini.

PARTE SEGUNDA. Junto al Pasig.— Décimas por D. Alfonso Ruiz N. ¡Mueran los traidores! — Escenas trágicas por los Sres. Durán, Giménez, López, Jorquera y Pérez. — Recitado, música de Baixas. Dios me ilumine. — Versos de pie quebrado por D. Francisco Gerés. El abrazo de dos héroes. — Ensayo dramático por los Sres. D. Alfonso Ruiz N., D. Joaquín Rodríguez de Vera y D. José Brotons. ¡Viva España! — Marcha coreada. Choy Valverde. Imus. — Oda por D. Alejo González. Al Libertador de Filipinas. — Oda pindárica por D. Mariano Navarro. Gloria al Soldado Español. — Himno triunfal, por el coro y orquesta.

Heraldo de Orihuela. Número 14 – 8 de mayo de 1898: El pasado domingo se celebró en el Colegio de Santo Domingo de esta ciudad una grandiosa velada literario-musical dedicada a Felipe II, que resultó brillantísima, como siempre lo son los actos que se celebran en dicho centro docente.

Igualmente tuvo lugar en el mismo establecimiento y en el mismo día el acto de la primera comunión de los alumnos que se educan en el referido Colegio, siendo celebrante el Iltmo. Sr. Obispo de esta Diócesis, que dirigió elocuentes y tiernísimas frases a los niños que por primera vez reciben el Pan de los Ángeles.

Como anuncié al principio, se completa la relación de alumnos con este listado en el que aparecen los fallecidos hasta el año 1922 y su periodo de estancia en el Colegio de Santo Domingo.

El nuevo alicantino. Número 843 – 25 de noviembre de 1897: En breve se instalará la luz eléctrica en el colegio de Santo Domingo de Orihuela, sabiamente dirigido por los beneméritos Padres de la Compañía de Jesús. La instalación se hará por cuenta de la administración de dicho colegio, y al efecto dispone este recomendado establecimiento docente de los aparatos y máquinas necesarias de las mejores fábricas del extranjero.

No cabe duda que la instalación de la luz eléctrica en el colegio de Santo Domingo de Orihuela, es una mejora en el mismo de gran importancia, pues además de la comodidad que la luz ofrece sobre los procedimientos de alumbrado hasta hoy conocidos, evita en gran manera el peligro de los incendios.

Bachilleres del año 1896: J. Rovira, M. Lorenzo, F. Villalobos, J. García, C. Roméu, F. Le Dantec, J. Bellod, J. Pérez, J. Carrió, M. Pescetto, I. Aznar, M. Gomis y F. Cabezos.
Enlace a la segunda parte.

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).

Mi agradecimiento a Jesús García Molina, Javier Sánchez Portas y J. Manuel Dayas.

Jesuitas en Santo Domingo 1. (1868-1873).

Santo Domingo. Marie de Lavernade (1860). Dibujo carboncillo y témpera. Colección Javier Sánchez Portas.

El regreso de los jesuitas a Orihuela.

Exclaustrados los dominicos en 1836, su impresionante edificio quedó en manos del Estado hasta que fue cedido al Obispado de Orihuela. Concretamente a Pedro María Cubero y López de Padilla, en marzo de 1864.

Pedro María Cubero López de Padilla

Desde su nombramiento como prelado oriolano en 1859, Cubero proyectaba abrir un centro de segunda enseñanza en la capital de su diócesis. Es por ello que, inmediatamente, solicitó el edificio de los predicadores para tal menester. Pero no quería un colegio de jesuitas. A don Pedro le inspiraban poca confianza los hijos de San Ignacio y prefería a los escolapios de San José de Calasanz.

La Paz. 18 de octubre de 1859: Parece que el Ilmo. Sr. Obispo de Orihuela ha sido autorizado a instancias suyas, para crear un colegio de PP. Escolapios en el notable edificio que ocupaban en Orihuela los extinguidos monjes de la orden de Predicadores.

Hay constancia de unas obras de reparación aprobadas en 1862 y terminadas en el verano de 1863; poco antes de la teórica cesión.

La Correspondencia de España. 9 de octubre de 1862: Se ha recibido en Alicante, aprobado por la superioridad, el presupuesto formado para llevar a cabo las obras de reparación del convento de Santo Domingo de Orihuela, que encierra tanta belleza artística, siendo también el edificio por sí mismo una verdadera joya del arte.

El Pensamiento español. 7 de noviembre de 1862: Ha sido aprobado por la superioridad el presupuesto formado para llevar a cabo las obras de reparación del magnífico edificio que fue convento de Santo Domingo de Orihuela, hoy destinado a biblioteca y museo, visitado por los reyes a su paso por aquella ciudad. La suma que se destina a aquel objeto asciende a 32.000 reales, debiendo salir inmediatamente a licitación pública las obras proyectadas.

La Correspondencia de España. 16 de agosto de 1863: Ya se han terminado las obras de reparación que se estaban ejecutando en el ex-convento de  Santo Domingo de Orihuela, donde se hallan establecidos el museo y la biblioteca provincial.

Pero la entrega real y definitiva se retrasó hasta octubre de 1867. Y fueron jesuitas los escogidos para retomar la educación en Orihuela cuando casualmente se cumplían cien años de su expulsión, en 1767.

En su monumental trabajo sobre la Compañía de Jesús en la Historia Contemporánea, Manuel Revuelta atribuye la decisión de Cubero a la influencia de la familia Roca de Togores y a las dudas de los escolapios ante un proyecto de tal envergadura.

El imparcial. 21 de diciembre de 1867: La Revista comercial de Alicante ha oído decir que se piensa establecer una comunidad de jesuitas en el ex-convento de Santo Domingo de Orihuela.

La España. 9 de abril de 1868: En la última sesión celebrada por la junta de Obras públicas de la provincia de Alicante, se informó favorablemente el proyecto de reparación del exconvento de Santo Domingo de Orihuela.

La Correspondencia de España 15 de julio de 1868: Se ha pedido al señor rector de la universidad literaria de Valencia autorización para establecer en la ciudad de Orihuela un colegio de segunda enseñanza dirigido por padres jesuitas, para cuyo planteamiento solo falta, según parece, llenar las formalidades del expediente.

En la primavera de 1868, tras varios tira y afloja, la junta provincial autorizó las reformas pertinentes y el prelado puso en marcha un colegio de jesuitas en el edificio de Santo Domingo bajo la advocación de San Estanislao de Kotska.

A pesar de las reservas iniciales, Cubero hizo buenas migas con los hijos de San Ignacio; y con mucha ilusión se dedicaron a preparar el primer curso en el nuevo colegio.

A mediados de septiembre abrieron las aulas con más de un centenar de alumnos externos y los internos reseñados en el siguiente listado, publicado en 1922:

Catálogo general 1872-1922. AMO.

La Paz. 30 de julio de 1868: Desde Orihuela. Están para terminar las obras que el Excmo. e Ilmo. Señor obispo de esta diócesis, con el entusiasmo que le es tan propio y en fuerza al amor a las ciencias y a las artes que tanto le caracteriza, emprendió, hace algún tiempo en el edificio, convento que fue de Santo Domingo y universidad literaria de la ciudad de Orihuela, con el objeto de prepararlo para un colegio de segunda enseñanza.

En su consecuencia, la instalación de éste, bajo la dirección de padres jesuitas y con el nombre de Colegio de San Estanislao, tendrá lugar, Dios mediante, en el próximo año literario; y serán admitidos en él, no solo alumnos internos con sujeción al reglamento impreso que se ha principiado ya a circular, sino también externos.

Aún estaban organizando las primeras clases cuando «la Gloriosa» se llevó por delante a Isabel II y a la Compañía de Jesús. La orden para disolver el colegio llegó de la capital y los jesuitas se marcharon pacíficamente por orden de la junta provincial, con gran disgusto de la población.

Hay que tener en cuenta que los liberales y republicanos locales eran minoría. En Alicante, provincia con clara mayoría republicana, se decía que Orihuela era «el pueblo más levítico de España, el más carlista y guarida de jesuitas».

La Paz. 3 de octubre de 1868: La Junta revolucionaria interina de Alicante ha acordado pasar una comunicación a la Junta revolucionaria de Orihuela para que disuelva desde luego el colegio establecido en aquella ciudad con el nombre de San Estanislao, mandando que en el término de 24 horas salgan de la provincia los padres Jesuitas que en él se encuentran.

Dentro de una fuerte campaña anticlerical, el 12 de octubre de 1868 el Ministerio de Gracia y Justicia ordenó la supresión de la Compañía de Jesús, cerrando definitivamente todos sus centros y colegios. Desde ese momento, los individuos de dicha orden no dependían de sus antiguos superiores y no podían volver a reunirse en cuerpo ni comunidad; ni siquiera usar el hábito.

Despojado de sus profesores, el obispo se vio obligado a entregar el edificio a un delegado del gobierno; y no me creo que su actitud fuese tan benevolente como asegura la siguiente noticia.

Colegio de Santo Domingo en 1863. Colección Javier Sánchez Portas.

 La Correspondencia de España. 8 de febrero de 1869: Con la conducta de la mayor parte de los obispos y los cabildos, forma contraste la del señor obispo de Orihuela que ha prestado un gran servicio a las letras. Apenas se presentó el comisionado del gobierno para la incautación, lo recibió con aquella benevolencia propia de los patriarcas, le manifestó que obedecía con gusto las órdenes del ministro de Fomento, le entregó la biblioteca, y aún le indicó que visitase la del seminario.

El comisionado, que era el Sr. García Aguado, le contestó que el propósito del gobierno era solamente facilitar el uso público de la riqueza literaria; que las bibliotecas de los seminarios estaban exceptuadas de la incautación porque eran útiles a los estudiantes y públicas en muchos puntos, y que no se trataba de arrancar de las provincias, en beneficio de Madrid toda esta riqueza, sino de distribuirla convenientemente para bien de todos, de manera que la biblioteca episcopal de Orihuela sería probablemente agregada a la pública de la misma ciudad. Así es la verdad: a Madrid solo vendrán aquellos objetos que puedan considerarse como nacionales, quedando en las provincias todo lo demás.

La revolución había suprimido la Compañía; pero no expulsado a sus miembros. Estos se fueron recolocando de manera discreta, organizándose en pequeños grupos. Y muchos volvieron a la enseñanza; ocupación donde tenían experiencia y prestigio.

Cuando el obispo retomó el proyecto volvió a pensar en los escolapios. Pero al enterarse de que algunos jesuitas planeaban abrir un centro educativo en Alicante que podría hacerle la competencia, los volvió a llamar para que se encargaran de su colegio en Orihuela.

Catálogo general 1872-1922. AMO.

Regresaron gustosos en 1872; el mismo año que comenzaba la III Guerra Carlista. La comunidad de jesuitas encubiertos estaba compuesta por dieciséis individuos: cinco sacerdotes, cinco profesores licenciados en Filosofía y media docena coadjutores dedicados a tareas auxiliares. En los listados del Catálogo General publicado con motivo de su cincuenta aniversario, aparecen catorce nombres:

Rector: Hermenegildo Jacas. Padres: Francisco Alvarado, Baltasar Homs, José Mª Lasquibar, Gregorio Pano, Jorge Manuel Pérez, Santiago Pérez y Martín Rando. Hermanos: Domingo Barcóns, Juan Canudas, Joaquín Cid, Francisco C. Gálvez, José Jeremías y Ramón Niumbó.

Catálogo general 1872-1922. AMO.

El curso se inició puntualmente el lunes 16 de septiembre, como colegio episcopal, con el nombre de Santo Domingo. Y se desarrolló con relativa normalidad contando de nuevo con el apoyo y cariño de la sociedad oriolana, que veneraba a los jesuitas. Los alumnos del curso 1872-73, según el Catálogo General antes citado, fueron los siguientes:

Aguilera de Hernández de Tejada, Carlos. / Aguilera de Hernández de Tejada, Domingo. / Alpañés Altamira, José. / Arnaldo Gálvez, José. /Arronis Huertas, Bernardino. / Bueno Llopis, Ángel. / Cañizares Rodríguez, Ramón. / Capelo Villorín, Federico. / Cartagena Albero, Joaquín. / Carretero Rebollo, Inocencio. / Carrió Puigcerver, Bartolomé. / Castaños López, Luis. / Castejón Paredes, Francisco. / Celdrán Cánovas, Alejo. / Clavarana Garriga, José Casto. / Coig Rebagliato, Carlos. / Coig Rebagliato, Juan. / Company Urquijo, Enrique. / Costa Navarro, Leopoldo. / Cubí Reig, Manuel. / Duréndez Moltó, Antonio. / Duréndez Moltó, Joaquín. / Fernández Martínez, Miguel. / Ferrer Oms, Baldomero. / Foulquier Bassás, Manuel. / García de Buranda, Balbino. / Garriga Soler, Mariano. / Gea Martínez, Rufino. / Gijón Maseres, Francisco. / Gil Hernández, Miguel Mª. / Giménez Austria, Pedro. / Grifol Aliaga, José. / Grifol Aliaga, Máximo. / Gómez Valdivia, José. / Gutiérrez Escolano, Cándido. / Huertas Gómez, José. / Huertas Gómez, Mariano. / Ibáñez Aliaga, Daniel. / Iborra Martínez, Antonio. / Jacas Maseres, José. / López Pinzón, José. / López Pozas, José. / Lucas Lucas, José. / Luis Alegre, Ángel. / Luis Alegre, Severiano. / Maciá Pomares, Antonio. / Manresa, Carmelo. / Marín Guzmán, Emilio. / Martínez Molera, Luis. / Martínez Pérez, Camilo. / Maseres Munoz, Joaquín. / Maseres Munoz, José. / Mata Melgares, Pedro. / Mazón Mollardo, Carlos. / Mejías Rebagliato, Francisco. / Melgar García, Tomás. / Michelena Rogel, José. / Molina Escobedo, Federico. / Molina Escobedo, Francisco. / Mora Martínez, Antonio. / Moreno de Alba, Serafín. / Moreno Núñez-Flores, Joaquín. / Moreno Pastor, Santiago. / Navarro de Cuenca, José. / Parra Rodríguez, Luis. / Pascual de Bonanza P. de B., José. / Pascual del Pobil Martínez de M., Luis. / Pascual del Pobil Martínez de M., Mariano. / Pascual del Pobil M. de Medinilla, Rafael. / Pastor Soto, Manuel. / Payá Pérez, Rafael. / Pérez Grau, José. / Pérez Martínez, José Antonio. / Pérez Vidal, Pablo. / Puche Laborda, Miguel. / Quílez Richart, Pablo. / Ramírez Meseguer, Rafael. / Rebollo Manzanares, José Manuel. / Richart Quílez, Vicente. / Rico Mora, Calixto. / Ripoll Rodríguez, Paulino. / Riquelme Escudero, José Antonio. / Roca de Togores Roca de Togores, Diego. / Roca de Togores Téllez de Girón, Jaime. / Roca de Togores Téllez de Girón, Luis. / Roca de Togores Téllez de Girón, Mariano. / Rogel Lebrés, Manuel. / Rojas (de) Pascual de Bonanza, Juan. / Ros García, Mariano. / Rubio Berná, Lucio. / Sáenz Pizana, Felipe. / Salazar Botella, Francisco. / Sandoval Bassecourt, Alfonso. / Sánchez Baeza, Leandro. / Turón Bosca, Vicente. / Valls Lacárcel, Juan. / Zerón García, Luis. / Zerón García, Mariano.

El turbulento año de 1873 en Orihuela.

Sátira Amadeo de Saboya.

El 11 de febrero de 1873, cansado de soportar a sus nuevos súbditos, Amadeo de Saboya abandonaba España. Inmediatamente se dio por hecho que su abdicación significaba la proclamación de la República.

Al día siguiente se reunía de urgencia el Ayuntamiento de Orihuela para dar lectura a un telegrama del gobernador recibido a la una de la madrugada. En él les anunciaba la renuncia del rey, la proclamación de la República y el listado de ministros que componían la flamante asamblea soberana; exigiendo encarecidamente que mantuviesen el orden en la población.

Recibida la noticia, acordaron informar a los oriolanos publicando bandos y edictos; convocaron a la banda municipal para una cívica celebración; retiraron el cuadro de Amadeo del salón de sesiones y colgaron en los balcones la bandera republicana.

Eran momentos muy complicados en los que Orihuela vivía bajo la amenaza directa de las partidas carlistas. Sus incursiones paramilitares provocaban saqueos y violentos ataques, especialmente contra liberales y republicanos, que se sentían indefensos.

El Constitucional. 15 de febrero de 1873: Anteayer fue vilmente asesinado en Orihuela, como dijimos en nuestro número de ayer por las turbas carlistas, el consecuente liberal D. Antonio Gutiérrez, concejal elegido por el sufragio universal. El desgraciado recibió un balazo en el pecho que lo dejó muerto en el acto, regando el suelo con sangre liberal.

El Constitucional. 20 de febrero de 1873: Ayer, según tenemos entendido, llegó a esta capital una comisión de verdaderos republicanos de Orihuela a manifestar que, para resistir a los carlistas era indispensable que proporcionen armas a los republicanos y liberales de siempre, pues de lo contrario aquella populosa ciudad está vendida, a consecuencia de haberse repartido doscientos cuarenta fusiles entre los más decididos partidarios del carlismo.

La Paz. 21 de febrero de 1873: Sabemos que el señor gobernador civil de la provincia de Alicante ha dirigido al alcalde de Orihuela el siguiente telegrama: Gobernador a alcalde: Enterado de su telegrama. Dé V. las gracias en nombre del gobierno a todas las autoridades que han contribuido con sus esfuerzos a rechazar las partidas carlistas. He puesto en conocimiento del gobierno ese suceso que tanto enaltece a los liberales de Orihuela y le encarezco la necesidad de que se proporcione a ese vecindario armas para su defensa.

Propaganda anti carlista.

Durante el año 1873, una partida carlista formada por entre 300 y 600 hombres a las órdenes de Joaquín Aznar se movió libremente por la provincia. En Orihuela contaban con muchos partidarios; principalmente en la huerta; donde encontraban auxilio en forma de armas, víveres, dinero y muchas veces con voluntarios que se unían a la facción.  Los fusiles que el gobierno repartía entre los liberales, acababan muchas veces en manos de los rebeldes.

El Constitucional. 3 de abril de 1873: Según nos escriben de Orihuela ha sido asesinado, recibiendo un trabucazo, el consecuente liberal D. Luciano Vinal y también ha sido herido su hijo. Esta hazaña de los carlistas ha tenido lugar apenas ha salido de aquella ciudad la Guardia civil que la guarnecía.

La Paz. 5 de abril de 1873: Sabiendo las autoridades de Orihuela que de los 400 fusiles entregados a los voluntarios había desaparecido una gran parte, dispusieron anteayer un reconocimiento, del cual no aparecieron más que 70 fusiles.

El Gobierno ha  dispuesto que se remitan a Orihuela otros 200; con encargo especialísimo de que sólo sean entregados a las personas de cuyos antecedentes liberales y honrados no pueda dudarse. Suponemos que los 330 fusiles que faltaban estarán ya en poder de los carlistas.

A mediados de junio se supo que otro centenar de oriolanos se habían incorporado a una partida carlista; y que esta había sido dispersada por los voluntarios de la República con ayuda de la Guardia Civil. Hicieron catorce prisioneros que, en su huida, arrojaron boinas, municiones y cananas.

Tal era el grado de aceptación del carlismo en Orihuela que las autoridades pidieron ayuda al Ejército, temiendo que el pueblo intentase liberar a los guerrilleros cautivos.

El 14 de julio se proclamó la independencia del Cantón Murciano. Cartagena era el núcleo del federalismo en España y su ayuntamiento fue sustituido por una junta revolucionaria. El Regimiento de Iberia, los Cazadores de Mendigorría y otros jefes militares se unieron al famoso revolucionario Antonio Gálvez.

Sátira de la I República. Pi y Margall presidente.

El Gobierno. 28 de julio de 1873: El alcalde de Orihuela dice con referencia a viajeros llegados a Murcia, que en Monteagudo hay sobre 300 insurrectos con dos piezas de artillería, esperando mayores fuerzas para caer sobre Orihuela.

El Constitucional. 29 de julio de 1873:  Anteanoche salieron de esta capital (Alicante) a las órdenes del brigadier gobernador militar de la provincia, fuerzas de infantería, carabineros y guardia civil en dirección a Orihuela, hacia cuya ciudad pensaba dirigirse, según se dijo, Antoñete Gálvez con una columna de insurrectos de Cartagena.

Es de suponer que, en vista de la actitud en que se han colocado los habitantes de aquella ciudad, y del auxilio que les lleva la autoridad militar, las fuerzas invasoras del cantón murciano, mudarán de propósito pues parece que no quedaron muy satisfechas del recibimiento que se les hizo en Lorca, de donde fueron rechazadas con justa indignación. No creemos que los cantones federales que tengan el derecho de exigir socorros pecuniarios con las armas en la mano, de las provincias limítrofes.

Ayer mañana salió el inspector de vigilancia con dirección a Orihuela, en donde parece que se ha recobrado la tranquilidad, pues Antoñete Gálvez, no se ha dirigido a aquella ciudad.

Esta última información era errónea. Si Orihuela no tenían suficiente con contener a los carlistas, los cantonalistas cartageneros pusieron también sus ojos en la fértil huerta del Segura y atacaron por sorpresa. La situación era completamente caótica. Os dejo dos narraciones de aquel acto de rapiña: la gubernamental, en los partes telegráficos; y la de los revolucionarios cantonales, en su diario oficial.

El Cantón Murciano. 30 de julio de 1873: En Orihuela parece que se han reconcentrado algunos guardias civiles. Si es para encargarse del servicio de su instituto, las autoridades del cantón serán gustosos que lo recorran; pero si se presentan en son de guerra, el cantón murciano que todavía no ha visto derramar la sangre de ninguno de sus hijos, se verá en la triste necesidad de expulsarlos o rendirles a obediencia.

La Paz. 31 de julio de 1873: Decía «El Cantón Murciano» de ayer: A las doce de esta noche pasada, salió de Cartagena una expedición militar importantísima de la que recibiremos noticias en breve. Dispuestos a rectificar en cualquier inexactitud, añadiremos que esa expedición se hallaba en la madrugada de ayer en Orihuela, donde sorprendió a la Guardia Civil, con cuya fuerza trabó lucha en la que tomó parte la artillería resultando muertos y heridos de ambas partes, afortunadamente en escaso número.

El grueso de la fuerza de la Guardia Civil, mandada por el Gobernador Militar de Alicante, Sr. Ruiz Piñero, logró retirarse, no pudiendo hacer lo mismo el corto número de los de caballería que se hallaban en la posada de Pisana, que fueron hechos prisioneros por la fuerza de Gálvez. De Murcia salió también ayer mañana una columna con los cañones, pero según nos aseguran, no pasaron de la Aparecida. En Orihuela fue, según se dice, reinstaurada la junta revolucionaria.

Posada de Pizana. Colección Javier Sánchez Portas.

La Independencia Española. 31 de julio de 1873: Alicante. He aquí los partes oficiales del ataque a Orihuela: 30 (10 mañana). Gobernador delegado a ministro Gobernación. Según noticias telegrafista de Orihuela, llegadas fuerzas insurrectas, tropa línea con artillería de Cartagena. Colisión con Guardia civil. Cada uno sostiene sus puestos. Hace un rato suspendiose fuego. Hay algunos heridos. Autoridad militar y yo procuramos enviar refuerzos.

Estoy estación telegráfica. 30 (11,25 mañana). El delegado del gobierno civil en Orihuela, en telegrama de las 10,50 mañana dice lo siguiente: «No habiendo puesto el alcalde las avanzadas que se le habían ordenado, una fuerza de 800 soldados se ha presentado en la plaza de la Constitución (la Plaza Nueva), tomando las posiciones más importantes.

La plaza de la Constitución o Plaza Nueva en el XIX.

La Guardia civil, que ha sabido por mí la novedad y que estaba alojada, no ha podido reunirse más que en número de unos 70 hombres, los que se han batido como leones, si bien hemos tenido que ceder ante el número y posición ventajosa del enemigo; pero haciendo esfuerzos supremos he podido poner este telegrama.

Ha cesado el fuego; puedo asegurarle la muerte de un soldado y otro herido y algunos guardias. Ignoro el paradero del brigadier y de la mayor parte de la Guardia, que en retirada se habían posesionado de las posadas. La caballería, sorprendida en la posada, no ha tomado parte. Inmensa la responsabilidad que pesa sobre el alcalde. Noticias telegráficas de Orihuela, y que no las garantizo, según me han dicho, brigadier ha salido por la carretera de esa.

Me han dicho que la caballería ha sido desarmada. Unos cuantos guardias han huido, otros escondidos y otros prisioneros. No respondo de la exactitud de todo esto. Necesitamos refuerzos con urgencia, y solo quedan 100 hombres en plaza y castillo.»

El Cantón Murciano. 1 de agosto de 1873: ORIHUELA. Lo avanzado de la hora en que ayer hizo su entrada en ésta la columna expedicionaria que cayó sobre Orihuela la mañana del 30, nos impidió reseñar el brillante comportamiento de los soldados y voluntarios ante la resistencia que desde el primer momento encontraron de la guardia civil.

Había citada una compañía de voluntarios de Murcia en la estación del ferrocarril, distante de Orihuela más de dos horas, y reunidas las fuerzas de Iberia y parte de Mendigorria, dirigidas por Pernas, Carreras y Real, todas al mando de Antonio Gálvez, se presentaron en el pueblo a las cinco y media de la mañana, encontrando unos 180 guardias civiles a punto de formarse en la plaza, algunos otros en varias casas y unos 40 carabineros de caballería en completo descuido.

Las fuerzas federales entraron llevando a su cabeza a la compañía de voluntarios de Murcia, que lo solicitó con empeño y mandaba un cuñado de Gálvez, y detrás el regimiento Iberia, dirigiéndose por otro extremo las dos compañías de Mendigorria al mando de su jefe, ciudadano del Real. No bien observaron los carabineros la llegada de fuerzas y comprendieron su importancia, en vez de acudir en busca de sus caballos, adoptaron aptitud pacífica gritando: ¡todos somos unos! y el capitán expresó que se entregaba voluntariamente.

Seguía avanzando la columna y a la vista del grupo de guardia civil, el Brigadier Piñeiro, gobernador militar de Alicante, jefe de las fuerzas centralistas, dio la voz de fuego, que encontró mucha vacilación en los primeros momentos, pero que al fin fue obedecida.

Entonces los valientes voluntarios rompieron el suyo y con los soldados se arrojaron denodadamente sobre la plaza, donde se produjo una dispersión no del todo desordenada, puesto que aun pudieron reunirse unos 130 en los primeros pasos de la carretera de Alicante, merced a la ligereza de sus maniobras, sostenidas por el empeñado fuego que hacían desde cada esquina y barraca de las que cruzaban en su retirada.

Al brigadier Piñeiro le agarró por la faja un cabo del ejército federal metiendo el brazo por una ventana baja; éste le disparó su revólver y el cabo mencionado le soltó; viéndose ileso apuntó con su carabina y falló el tiro; aún le hizo otro disparo; estaba distante sin ros ni espada, refugiándose en el grupo de guardias que lejos ya del pueblo, le montaron en una burra blanca.

Un guardia a quien del Real suplicó se entregase prometiéndole cariño, contestó descargando su fusil, cuya bala rozó la cabeza de Real, por lo que un soldado que acudió, le mató instantáneamente de un tiro a poca distancia. Dicho jefe contribuyó mucho a que sus soldados no se ensañaran en los fugitivos que se negaban a entregarse, por lo que se hicieron sólo unos 14 guardias prisioneros entre ellos un oficial, además de los 40 carabineros con sus caballos entregados.

Hubo sin embargo que deplorar la desgracia de cinco guardias muertos y nueve heridos, teniendo los federales un soldado muerto, dos heridos (uno gravemente en el pecho y otro en el brazo que le fue amputado) y ademas recibió una grave herida en un muslo el capitán de voluntarios, cuñado de Gálvez.

Dos compañías federales que había en Monteagudo acudieron tarde a la estación y se decidieron a acercarse al pueblo cuando supieron el resultado. Los voluntarios de Murcia causaron admiración al ejército por su arrojo, y los soldados brillaron en su competencia con los famosos hortelanos. Los jefes y oficiales ganaron  en valor a todos, y su dirección inteligente hubiese completado el éxito al haber conocido el terreno.

Concluida la misión, el ex-coronel Pernas dirigió el siguiente telegrama a la estación de Alicante: El coronel Pernas al ministro de la Guerra. Tomado Orihuela. En mi poder 20 caballos de Guardia Civil y carabineros con sus jinetes y armas, e incluso el caballo del brigadier y el de su hijo; además 15 guardias, de Infantería; varios muertos y heridos. Mi fuerza entusiasmada. Tres cuartos de hora de fuego. Marcho sobre Alicante.

Pero en Alicante le esperaban un gran contingente de tropas, por lo que se dio la vuelta en Albatera y, tras recaudar diez mil duros entre los oriolanos, regresó a Cartagena.

Con el ayuntamiento a la fuga, se hizo cargo del gobierno municipal una junta revolucionaria hasta que el delegado del Gobernador Civil pudo nombrar a un grupo de “personas de orden” de distintas procedencias políticas. El 17 de agosto suspendió a los antiguos concejales, acusados de alteración del orden público y abandono de sus obligaciones. Y nombró un ayuntamiento provisional encabezado por Federico Agrasot. Un consistorio que, como podemos comprobar, no podía pagar ni a los maestros.

El magisterio español. 10 de septiembre de 1873: Cierre de escuelas. Los maestros de ambos sexos de la ciudad de Orihuela han cerrado las escuelas por no poder continuar desempeñando sus funciones sin comer, y han dirigido una exposición a las autoridades participándoles del hecho y la causa de tal resolución.

Orihuela en 1862. Colección Javier Sánchez Portas.

El 17 de septiembre, después de saquear Granja de Rocamora y Cox, donde quemaron el registro civil, una partida carlista aterrorizaba de nuevo a Orihuela inutilizando previamente el telégrafo para incomunicarlos. Ante aquella nueva amenaza, un destacamento del Ejército, que por entonces sitiaba Cartagena, tuvo que acudir para ponerlos en fuga.

La Paz. 20 de septiembre de 1873: Ayer corrió la noticia de que había empeñada lucha entre fuerzas carlistas y liberales hacia el campo de la Matanza, donde se aseguraba se oía fuego, indicándose algunos detalles más, sin duda forjados por desocupados. Anoche fue desmentida oficialmente esa noticia por telegrama del alcalde de Orihuela.

La ayuda llegó tarde. Los carlistas se colaron de nuevo hasta la cocina con el apoyo de sus numerosos partidarios locales. Y cargaron bien sus alforjas. Demasiadas pulgas para un solo perro.

Partida Carlista. Pintura de Ferrer Dalmau

El Constitucional. 27 Setiembre 1873: Orihuela. A las cinco y media de la mañana de hoy, han entrado en esta las dos partidas carlistas de Rico y Aznar sin disparar un tiro y apoderándose en el acto de la casa de ayuntamiento. En esta ocasión ha sucedido lo mismo que en la entrada de Toñete y en la primera de Aznar; sorpresa y pura sorpresa a pesar de estar gravando el presupuesto con las dietas de la gente movilizada que tiene el ayuntamiento para solo alarmar al vecindario: pues en cuanto llega el momento preciso se eclipsan y no se encuentran por ninguna parte.

Como tienen tantas simpatías en esta localidad las ideas que defienden ambos cabecillas, tan luego se apercibieron de que estaban aquí los carlistas, hubo repique general de campanas, música por las calles tocando la marcha real en medio de las demostraciones más entusiastas de sus innumerables partidarios y algún que otro muera escapado de recalcitrantes que se avenían mal al propósito de los más de que no hubiese ningún insulto.

Por lo demás, fuera de tres carros de cajones de tabaco y 12.000 reales que han tomado de la Administración de Rentas; 10.000 reales y el secuestro del cobrador de Contribuciones; 3.000 reales del Registro de la propiedad; 20 caballos de particulares; 71 mantas morellana y la quema del registro Civil, la de todos los documentos y antecedentes del reparto para cubrir el déficit Municipal con algún que otro efecto de la casa Ayuntamiento.

Más bien parecía que el vecindario se disponía a presenciar una gran fiesta o torneo que la entrada de una facción en son de guerra según el semblante jovial con que discurrían por la población desde la más encopetada señora, hasta la más humilde trapera.

En fin, ha sido un gran día de jolgorio para los carlistas, si no se les hubiera aguado en lo mejor de su entusiasmo, con la noticia de que venía fuerza en su persecución; lo cual les ha obligado a marcharse a las diez y media, llevándose sobre 150 hombres que se le han unido aquí.

Como dato para la historia no quiero dejar de decirle que de los liberales de pega que nos ingirió el partido radical en su paso por el poder, sobre 15 de ellos se han ido con la partida, siendo lo más notable que el municipal del Alcalde Radical D. Félix Lafuente que se dice, fue el que hirió a D. Antonio Gutiérrez, consecuente y antiguo liberal, ha sido el primero que ha soltado la máscara liberal con que le adornaron los radicales de aquí y se ha marchado con la partida, después de romper en casa del escribano la causa que se le formó por aquel delito, y de robarle a D. Carlos Coy el caballo.

La expulsión. Noviembre de 1873.

Cuando comenzó el curso de 1873 en el Colegio de Santo Domingo la situación de España era completamente caótica. A las guerras carlistas y coloniales se habían unido las cantonales. Alicante había sido bombardeada por barcos del cantón de Cartagena y Orihuela saqueada dos veces en menos de dos meses.

Manicomio Nacional. Sátira 1873.

Tras los ataques de cantonalistas y carlistas, el gobernador había ordenado mantener vigilancia constante en los puntos más elevados durante el día, y avanzadas de noche, con peatones dispuestos para el momento en que avistasen la aproximación de fuerzas carlistas. Y dado el caso, armar a la población para que se hiciesen fuertes en el edificio que les pareciese más seguro hasta la llegada de las tropas de la República.  

Como ya he dicho varias veces, Orihuela era una ciudad profundamente carlista en una provincia mayoritariamente republicana. Recordemos que, el propio Carlos, primer pretendiente tradicionalista, había costeado un convento de salesas sobre el solar del colegio de los jesuitas expulsados. Y sin embargo, el diputado por Orihuela era el comerciante alicantino Juan Maisonnave, miembro del Partido Republicano Democrático Federal, fundado por su hermano Eleuterio Maisonnave, ministro de la Gobernación.

El Constitucional. 28 de octubre de 1873: Tenemos entendido que el señor Gobernador de la provincia o algún delegado suyo deben salir de un momento a otro para Orihuela con fuerza de la guardia civil. Según nos han asegurado, el objeto principal de esta visita es activar el cobro de las contribuciones.

El Constitucional. 30 de octubre de 1873: En nombre del Sr. Piñango, nos contesta ayer el periódico semioficial de esta localidad, negando sea cierto que el gobernador de la provincia o un delegado suyo piensen salir con fuerza de la guardia civil para Orihuela. El señor gobernador no ha necesitado ni necesita salir a activar el pago de las contribuciones, porque desde su despacho sabe hacer cumplir las órdenes de la superioridad y a los alcaldes con sus deberes.

Durante la segunda semana de noviembre, un retén de voluntarios de la República estuvo merodeando el colegio, molestando a padres y profesores con la excusa de proteger a la ciudad de cualquier sorpresa carlista.

El día trece alguien denunció a los jesuitas; y el alcalde, que ya no era el que nombró el gobernador en agosto, sino Luis Muñoz, estaba seguro en el ajo. El catorce por la tarde avisó de que no acudiría el retén porque habían llegado a Orihuela fuerzas de la Guardia Civil.

Las dos formas de ver la república enfrentadas.

A partir de aquí vamos a repasar a través de la prensa diez días complicados y poco conocidos en la historia del Colegio de Predicadores; apoyándonos básicamente en dos diarios alicantinos: uno republicano liberal y el otro republicano federal.

El Constitucional. 16 de noviembre de 1873: Última hora: Ayer tuvieron que marchar precipitadamente a Orihuela varios padres de familia a recoger a los niños que tenían en el colegio de jesuitas establecido en dicha ciudad. Según hemos oído decir, se ha mandado cerrar dicho colegio y han sido reducidos a prisión y conducidos a Murcia el director y los profesores; habiendo quedado tan solo uno encargado de entregar los colegiales a sus familias. Se decía anoche que en aquella ciudad había alguna efervescencia a consecuencia de este suceso que ha excitado naturalmente la atención pública.

El 15 de noviembre a la una y media de la madrugada, el alcalde se presentó en el colegio acompañado del delegado de orden público, del secretario del gobernador, setenta guardias civiles y un grupo de voluntarios de la República en lo que parecía ser una redada. La turba armada actuó con nocturnidad para que la ciudad no se enterase de lo que estaba pasando.

La orden de desalojo la traía el secretario del gobernador; pero la voz cantante era la del propio alcalde quien ordenó a los jesuitas que desalojasen el edificio en diez minutos y se subiesen a un coche que les esperaba en la puerta.

A la pregunta de a dónde los llevaban, respondieron: al exilio. Trece de los dieciséis miembros fueron desalojados y conducidos por la fuerza. En el colegio solo quedaron dos coadjutores y un enfermo de tuberculosis en estado terminal.

Llegaron a Murcia a las siete de la mañana y fueron presentados en el Gobierno Civil. El gobernador, ajeno a todo lo ocurrido, telegrafió al Ministerio de la Gobernación pidiendo instrucciones. Allí le contestaron que el destino final de los jesuitas era Cádiz. Probó a colocarlos temporalmente en la residencia del obispo murciano; pero ante la negativa de éste a aceptarlos, fueron alojados en casas particulares; quedando en libertad bajo palabra.

El Gobierno. 18 de noviembre de 1873: Por disposición del gobernador de Alicante han sido conducidos a Murcia 13 sacerdotes procedentes del colegio de jesuitas establecido en Orihuela, regresando el que se creyó menos caracterizado entre ellos para estar al cuidado de dicho establecimiento. El gobernador de Murcia dispuso que no fuesen conducidos a la cárcel, sino al palacio del obispo; pero habiéndose negado a ello la autoridad eclesiástica, han sido alojados con todas las precauciones convenientes en algunas casas de particulares que se ofrecieron a responder de su seguridad.

Por la mañana la noticia corrió como la pólvora y muchos oriolanos se congregaron en torno al colegio mostrando su desacuerdo con la expulsión. Algunos padres de alumnos llegaron a viajar a Madrid para protestar por semejante atropello que dejaba a sus hijos sin colegio con el curso empezado.

El Constitucional. 18 de noviembre de 1873: El viernes (14) salió de Alicante para Orihuela el secretario de este gobierno de provincia D. Carmelo Navarro, acompañado del inspector de vigilancia, y llegaron a dicha ciudad ya entrada la noche. A las once se presentaron en el convento donde se halla establecido el colegio, acompañados del alcalde y fuerza de guardia civil, e inmediatamente fueron admitidos en su interior; los guardias se situaron en los claustros, y las autoridades referidas intimaron a los padres jesuitas la orden de prisión: protestaron estos de la violencia y representaron que tenían que devolver y responder a los padres de familia el sagrado depósito de los hijos que les habían confiado, y solicitaron inútilmente que se les permitiese quedar a dos de ellos, custodiados de la manera que se creyese oportuno, durante algunos días a fin de entregar los colegiales a sus parientes y encargados.

La orden era terminante, y a las 12 de la noche salieron en un coche para Murcia, acompañados por el señor secretario y la fuerza pública. Al despertar los niños al día siguiente, fueron entregados por la autoridad local a los encargados o amigos que tenían en Orihuela, habiendo casa que ha alojado 8 y 10 colegiales. No sabemos las causas que han motivado esa detención; pero indudablemente habrán sido graves, dada la forma con que se ha llevado a cabo.

Dícese que se acusa a los jesuitas de tener inteligencias con los carlistas, falta grave en hombres que deben estar y creíamos estaban dedicados exclusivamente a la enseñanza y a la caridad. Orihuela con no tener ese colegio pierde bastante; también pierden bastante los padres de familias que educaban allí sus hijos: por eso repetimos, es más de deplorar que los que tenían la misión de la enseñanza y de la caridad cristiana, se consagrasen a atizar nuestras discordias civiles, si es cierto, que nosotros no lo sabemos, que favorecían la causa carlista.

Al día siguiente de este suceso, es decir el sábado, murió uno de los padres jesuitas que se hallaba en el convento gravemente enfermo. Los que fueron conducidos a Murcia han quedado en clase de detenidos en casas particulares, y ayer se dijo que ya estaban en libertad; pero esto debe ser una equivocación, debida sin duda a no haber sido encarcelados.

El domingo por la noche llegó a Orihuela el prefecto de la orden, a hacerse cargo de lo ocurrido y a arreglar los negocios que dependían de los padres jesuitas. La conducta pública de estos sacerdotes y la manera como se conducían en la población y con los colegiales era digna del mayor elogio: eso hemos oído de labios liberales y por lo tanto nada sospechosos en el asunto de que nos ocupamos.

En Orihuela la indignación fue creciendo alimentada por la prensa, que hizo públicos algunos detalles de crueldad innecesaria; como que uno de los maestros, enfermo de tuberculosis y ya con los santos óleos recibidos, había fallecido ese mismo día. Acusaron de inhumanidad al alcalde y al Gobierno Civil por su comportamiento con aquellos sacerdotes y con los propios niños que despertaron con el colegio desmantelado y sin sus cuidadores.

Aun así, «el Constitucional» abrió al principio un margen de duda ante las acusaciones de simpatía con el carlismo. Pero no les pareció oportuno equiparar a estos sacerdotes con los religiosos que empuñaban las armas contra el gobierno.

El Constitucional. 20 de noviembre de 1873: Parece que el alcalde Sr. Muñoz y el delegado del gobernador, trataron a aquellos sacerdotes sin miramientos y que no se guardó con ellos consideración alguna, mientras que por noticias particulares que hemos recibido, y otros datos auténticos, resulta todo lo contrario. También se afirma en ella que el gobernador de esta provincia quiere enviar a dichos sacerdotes a Cádiz y de allí a Ultramar, cosa que en verdad se nos resiste creer.

Reproducir como una aclaración de aquellos hechos la circular insertada el 17 de setiembre en el Boletín Oficial que solo se refiere a los sacerdotes que empuñan las armas en favor de D. Carlos, o que desde el púlpito provocan a la rebelión y a los que predican animadversión al gobierno y a sus representantes, nos parece que es autorizar a que se dude de la razón que sin duda ha asistido a la primera autoridad de la provincia para proceder del modo que lo ha hecho.

Nosotros deploramos que se haya cerrado ese centro de enseñanza, y lo deploramos, por los padres de familia que habían confiado la educación de sus hijos a aquellos sacerdotes, y creemos que si hay pruebas de que esos eclesiásticos conspiraban contra el actual orden de cosas, merecen un severo castigo, pero no acertamos a comprender cómo es que han quedado simplemente arrestados y en libertad de circular por Murcia, hombres a quienes se tienen sin duda por peligrosos.

Anoche oímos decir que el señor ministro de la Gobernación desaprueba la conducta del alcalde de Orihuela, señor Muñoz, en la manera de llevar a cabo la prisión de los jesuitas. No salimos garantes de la verdad de la noticia que solo acogemos como un rumor que no extrañamos, dada la independencia de carácter y rectitud del Señor Maisonnave.

La actuación oriolana se dividió en tres frentes: Por un lado el ayuntamiento envió una comisión a Madrid abogando por los jesuitas; por otro los padres de los alumnos se entrevistaron con el Ministro de Gobernación, el alicantino Maisonnave, cuyo hermano, como hemos dicho, era diputado por Orihuela; y con el presidente Castelar quien a su vez recibió una carta abierta del Obispo de Orihuela que fue publicada por la prensa.   

El Constitucional. 21/Semanario católico 22 de noviembre de 1873: COLEGIO DE ORIHUELA. Sigue preocupándose la opinión pública, de los misteriosos sucesos de Orihuela. La prisión del Rector y profesores del Colegio de segunda enseñanza de dicha ciudad, ha tenido por consecuencia la clausura de aquel centro de enseñanza, establecido al amparo de las leyes, montado con el mayor esmero e inteligencia, a expensas del Sr. Obispo de la diócesis.

Tenía este colegio gran número de discípulos, por los conocimientos científicos y literarios que difundía, por el método de enseñanza y por la necesidad que sentía la provincia de un establecimiento de esa clase. Deploramos pues sinceramente su clausura, y no acertamos a comprender por qué no se han conciliado las exigencias que han motivado la prisión de los 13 sacerdotes con los intereses del establecimiento, y muy particularmente con los de tantos padres de familia que tenían confiados sus hijos a aquellos profesores.

Sobre este importante extremo, el señor Obispo de la diócesis ha dirigido al, señor presidente del Poder Ejecutivo y al señor ministro de la Gobernación la razonada exposición que tenemos el gusto de reproducir:

Colegio de Santo Domingo.

Excmo. Señor presidente del Poder ejecutivo de la nación. El obispo de Orihuela, que suscribe, se ve hoy en el imprescindible caso de acudir a V. E. con el doloroso motivo que respetuosamente expone: Hace año y medio que venía funcionando un colegio de segunda enseñanza creado por mí, en la que fue universidad convento de dominicos de esta ciudad, cuyo magnífico edificio de todos celebrado, me lo reservó con este objeto cuando hice la cesión canónica de los bienes de mi diócesis con arreglo al concordato de 1851, librándolo indudablemente por este medio de la ruina que irremediablemente le hubiera sobrevenido, y proporcionando un medio de útil y provechosa enseñanza a la numerosa juventud de esta ciudad y de toda la provincia y limítrofes, con las demás ventajas que siempre llevan consigo esta clase de establecimientos.

El colegio de cuya creación di conocimiento al Gobierno supremo, llenaba los deseos y esperanzas de los innumerables padres de familias que habían puesto a sus hijos bajo la dirección y escuela de buenos profesores buscados por mí, que si bien eran de origen de la Compañía de Jesús, estaban reunidos o colegiados únicamente como simples eclesiásticos sujetos a mi autoridad, sin otra misión ni más objeto que el del ejercicio de su noble magisterio y del auxilio esmerado que además pudiesen prestar al pueblo en sus necesidades religiosas.

Y aquí, Excmo. Señor, séame permitido dar un testimonio de justo reconocimiento por lo bien que lo han desempeñado, no solamente a satisfacción mía, sino con la general aprobación, aplauso y hasta entusiasmo de cuantos han tenido ocasión de admirar el orden, la moralidad, ilustración y religiosidad de sus prácticas, ejercicios y notables adelantos. Pues bien Excmo. Señor, este colegio que, en su favor llevaba tan recomendables condiciones, y que merecía la aceptación y encomios de la generalidad de las gentes, cuya voluntad se había ganado a costa de sus esfuerzos y trabajo.

Este colegio, repito, fue ocupado a las doce de la noche del día 15 del corriente por la autoridad de esta población auxiliada de fuerza armada en cumplimiento, según se dice, de orden superior, y sin más tiempo que el absolutamente preciso y sin el menor conocimiento que se me hubiese dado, fueron presos su Rector y profesores, deportándolos seguidamente a la ciudad de Murcia sin haberles manifestado la causa y motivos de su precipitada prisión.

Creo, Excmo. Señor, que estos, deben ser muy graves o importantes cuando han dado lugar a una determinación tan apremiante, tan general y tan silenciosa, a pesar de las consideraciones debidas a tantos niños que allí se encontraban, y de las consecuencias y sustos que pudieran apoderarse de tan tiernas o inocentes criaturas. Graves habrán de ser cuando han dado lugar a una medida de tanta trascendencia, que yo la respeto y respetaré, considerándola como emanada del poder supremo.

Y además de la ocupación del colegio y deportación de su Rector y profesores, se me asegura que se ha formado inventario de todo lo que en dicho colegio existe, sobre cuya medida he reclamado a esta autoridad sin resultado hasta esta fecha, porque todos los efectos, útiles, enseres y servicio del establecimiento es absolutamente mío como costeado a mis expensas, sin que ni la Provincia, ni el Municipio hayan contribuido en nada para ello, porque si algunas personas generosas me han ayudado para llevar a cabo tan provechoso objeto, de cuenta mía será entenderme con ellos.

Reclamo pues con todo el derecho de rigorosa justicia que todo se me entregue por ser notorio que es de mi exclusiva propiedad. Dios guarde a V. E. muchos años Orihuela 17 de noviembre de 1873. Excmo. Sr. Pedro María, Obispo de Orihuela. Exmo. Sr. Presidente de Poder ejecutivo de la nación y Excelentísimo Sr. Ministro de Gobernación.

Las autoridades en Madrid y en Alicante, después de tanto descontrol federalista, estaban tratando de ofrecer una nueva imagen de orden y justicia. Ya sólo “El Nuevo Municipio”, órgano del Partido Republicano Federal, consideraba justa la medida aplicada según ellos a “unos sacerdotes a cuyo cuidado estaban centenares de niños para recibir educación y que al paso de una partida carlista por delante del colegio había dado vivas a la religión y a Carlos”.  

El Municipio. 1873.

El municipio. 21 de noviembre de 1873: Las autoridades de la provincia no han querido cerrar el colegio de Santo Domingo de Orihuela, ni es su ánimo que queden sin instrucción esos centenares de niños. El señor Gobernador de la provincia ha dado ya orden, y a estas horas debe de  estar cumplimentada, para que le sea entregado al Excmo. e Ilmo. Sr. Obispo, el local del colegio con todos sus enseres, y su Ilustrísima podrá, disponer su apertura cuando guste, poniendo a su frente a los profesores que tenga por conveniente; pero que se ocupen sólo de dar instrucción, apartándose de enseñar cosas enteramente extrañas a las materias que comprende la enseñanza, bien sea superior o elemental.

Los jesuitas declararon que todas las acusaciones eran falsas y culparon al alcalde; cuya denuncia estaba basada intencionadamente en un malentendido. Que los “vivas” a la religión y a Estanislao, atribuidos por los republicanos al conocido jefe carlista que operaba en Alicante, Estanislao Bolinches, eran en realidad un homenaje al santo jesuita cuya festividad celebraban el 13 de noviembre.

Alegaron que los oriolanos estaban muy contentos con su trabajo y que el colegio funcionaba perfectamente bajo el amparo del obispo. Y sus argumentos convencieron al ministro y al gobernador.

El Constitucional. 22 de noviembre de 1873: Sucesos de Orihuela. Dice el colega ministerial que las autoridades de la provincia no han querido cerrar el colegio de Santo Domingo de Orihuela y que ya se han dado las órdenes para que se entregue al Excmo. e Ilmo. Señor Obispo el local y todos sus enseres, pudiendo disponer su apertura y poner a su frente los profesores que tenga por conveniente; pero añade a guisa de dómine, que aquellos solo deben ocuparse de dar instrucción, apartándose de enseñar cosas enteramente extrañas a las materias que comprende la enseñanza, bien sea Superior o elemental.

Es pues lógico suponer que El Nuevo Municipio entiende que la prisión de los 13 sacerdotes ha sido ordenada por el señor ministro de la Gobernación y ejecutada por el señor gobernador de la provincia por medio de un delegado, acompañado del inspector de orden público y el alcalde, Sr. Muñoz, y de fuerza de guardia civil y voluntarios, sólo porque en aquel colegio se enseñaban cosas enteramente extrañas al programa de enseñanza: ¿qué cosas serán esas?

No podemos entrar a examinar esos hechos; pero El Nuevo Municipio ofrece ocuparse ampliamente del asunto, y le agradeceremos que en sus aclaraciones no olvide decirnos por qué no existe expediente gubernativo anterior a la prisión y se procede ahora a formarlo para justificar los procedimientos dictatoriales; por qué motivo aquellos peligrosos sacerdotes pasearon libremente por Murcia inmediatamente después de su prisión; y por último desearíamos saber si la prisión del escribano de Elche, José Gómez, llevada a cabo la misma noche que la de los sacerdotes, y conducido del mismo modo a Murcia en virtud de órdenes que a su paso por Elche dejó el delegado del gobernador, tiene alguna relación con los sucesos del colegio de Sto. Domingo.

Hoy debe trasladarse a Orihuela el Sr. Gobernador de la provincia; No sabemos si este viaje estará relacionado con la entrega del edificio del colegio de Santo Domingo y los enseres y efectos de que se incautó el alcalde de aquella ciudad.

El gobernador civil de Alicante, que ya había ordenado la devolución de las llaves al obispo, decidió viajar personalmente a Orihuela para impartir justicia. Norberto Piñango llevaba dos meses y medio en el cargo; y formaba parte de los republicanos moderados alicantinos que buscaban controlar la situación con el apoyo de los conservadores, garantizando el orden y la propiedad después de tanta locura.

El político viajó personalmente a Orihuela y constituyó un nuevo ayuntamiento cuyo primer acuerdo fue restituir el colegio y nombrar a Piñango hijo adoptivo. Junto al obispo pronunció un discurso desde el balcón de la Posada del Sol, entre vítores y aclamaciones de los oriolanos que llenaban la calle de los Hostales, donde estaba emplazada dicha posada.

En cuanto a los jesuitas, regresaron fortalecidos, casi como héroes. El rector había pensado volver a Orihuela como salieron; discretamente durante la noche para evitar desórdenes públicos por parte de los ciudadanos que los esperaban ansiosos. Pero el nuevo ayuntamiento afirmó que toda la ciudad estaba conmovida y que la injuria pública exigía una reparación pública.

Una comisión presidida por el alcalde viajó a Murcia y los trajo la tarde del día 25. Por el camino se tropezaron con carros y tartanas de oriolanos que habían salido a recibirlos y así entraron en la ciudad, entre ovaciones y vivas del pueblo.

El Constitucional. 27 de noviembre de 1873: COLEGIO DE SANTO DOMINGO DE ORIHUELA. No hay ya necesidad de que el nuevo municipio se moleste en decirnos los motivos que obligaron a la autoridad a tomar las medidas que tomó para que abandonasen los señores jesuitas el colegio. Los dignos profesores que por disposición gubernativa fueron extrañados a Murcia, regresaron anteayer a Orihuela, y el mismo señor gobernador les instaló de nuevo en el colegio de Sto. Domingo.

Este acto de severa justicia le enaltece y le ha conquistado las simpatías generales de aquella ciudad. El Sr. Piñango ha tenido ocasión sin duda de comprobar personalmente, lo calumnioso de la delación de que fueron víctimas aquellos ilustrados sacerdotes. Así proceden los hombres de corazón. El señor gobernador debe estar satisfecho; todos le concederán desde hoy más su confianza; porque verán en él, a la par que el enérgico y decidido campeón del orden y de la libertad, el hombre recto y justiciero. Reciba nuestra más cordial enhorabuena, y se la damos también a los habitantes de la bella ciudad del Segura por la reapertura de aquel centro de enseñanza.

Según nos escriben de Orihuela, la estancia en aquella ciudad del Sr. Gobernador civil D. Norberto Piñango, ha sido fecunda en satisfactorios resultados. Sabido es que son dificilísimas las circunstancias por que atraviesa aquella población, en la cual, como en otras muchas, la administración municipal se halla abandonada, debido sin duda a que de algún tiempo a esta parte atienden los ayuntamientos más a las contiendas políticas que a las cuestiones administrativas, lo cual es su verdadera misión.

Presentada la dimisión del último ayuntamiento, el Sr. Piñango se ha visto obligado a constituir otro; y en tan ardua tarea ha obrado, según nos aseguran, con el mayor pulso; pues prescindiendo por completo de afecciones políticas, ha convocado a todos los hombres de arraigo del partido liberal, sin pararse en matices de bandería, y ha constituido un ayuntamiento en el que figuran concejales de varias procedencias políticas, si bien todos liberales, que es lo que allí importa más.

He aquí los nombres de los que forman el nuevo ayuntamiento. Alcalde. —Antonio Esquer.  Tenientes de alcalde. — José Bueno. — Tomás García Ródenas. — Francisco López García. —Federico Agrasot. —Luciano Bora.— Ramón Mesples.  Concejales. — José Maseres.—Tomás Soler, —Julián de Torres.—Manuel Pastor.— Félix Lafuente.—Francisco Hones.—Francisco Germán.— Honorio Alegre.—Manuel Alfaro.—Alfonso Ferrer. — Manuel Escudero.— Carlos Martí. — José Martín.— José Sánchez.—Antonino Ibarra.— José Brotóns.—Vicente Moreno.

Hasta el diario republicano federal tuvo que rendirse a la evidencia narrando los hechos sin poner ninguna pega, sin aportar ninguna crítica. Alabando el comportamiento del gobernador y su actuación en Orihuela.

El nuevo municipio. 28 de noviembre de 1873: El viaje del señor gobernador por medio de una carta de un anónimo amigo de Orihuela. El viaje del señor gobernador ha sido una continuada ovación. En todos los pueblos por donde ha pasado la primera autoridad de la provincia. Entró en Orihuela el día 24 y acto continuo, con una actividad propia de su carácter, hizo que el alcalde convocase al ayuntamiento, e inmediatamente se reunió éste, acordando presentar la dimisión.

Aceptada que fue, al momento se ocupó, de acuerdo con las personas de más significación y simpatías entre los partidos liberales, de los individuos que habían de constituir la nueva municipalidad, y lo realizó con tal acierto, que se ha granjeado la estimación y el más profundo agradecimiento de todos los habitantes de Orihuela, que ansían entrar en una era de paz y de tranquilidad, única manera como los pueblos pueden desarrollar su vida y fomentar, sus intereses.

Constituido el municipio con elementos procedentes de todos los partidos liberales dio pruebas de que al formarlo no han existido las miras egoístas de bandería pues solo se ha inspirado el Sr. Piñango en el bienestar de nuestra querida población. Estoy seguro que esta fecha se recordará con alegría por todos, y así lo ha manifestado el pueblo que, al tener conocimiento de lo que se estaba efectuando, ha hecho pública la satisfacción con que recibía el nuevo ayuntamiento, prorrumpiendo en vivas al señor gobernador.

Pero donde el entusiasmo traspasó los límites naturales, fue cuando accediendo a los reiterados ruegos del ayuntamiento, que a su vez, lo hacía en nombre del partido liberal, participó que los jesuitas volverían. Los contribuyentes y gran número de personas de todas clases de la sociedad, se dirigieron en coches y galeras a Murcia.

Al regresar, como el pueblo en masa había rodeado la casa donde estaba hospedado el Sr. Piñango, salió al balcón, desde donde le dirigió la palabra, siendo saludado con aplausos entusiastas, e interrumpido varias veces por los trasportes de alegría a que se entregaban la multitud allí reunida.

El Sr. Obispo por su parte, se presentó también en el balcón y con elocuentes frases dijo que la misión del pueblo se reduce a cuidar solícito de sus familias y de sus haciendas, siendo siempre modelo de honradez y de respeto y de obediencia a las autoridades.

Por la noche se le hizo una magnífica serenata y después la música recorrió las calles entonando «La Marsellesa». Se me ha dicho que el Obispo dio ayer en San Miguel un viva a nuestro común amigo el ministro de la Gobernación, que fue calurosamente repetido.

El destituido alcalde, Luis Muñoz, se vio obligado a dar explicaciones; desentendiéndose por carta abierta de aquella polémica actuación cuya responsabilidad atribuyó íntegra a las autoridades provinciales.

La Correspondencia de España. De Orihuela, con fecha 28 de noviembre, nos escribe D. Luis Muñoz diciendo que es en efecto cierta la noticia que dimos de haberse dispuesto por el gobernador civil de Alicante la reapertura del colegio de Santo Domingo de Orihuela, restituyendo a él los mismos profesores que fueron capturados el día 16 de noviembre y conducidos a Murcia; pero que no es cierta la especie que atribuye al alcalde de Orihuela culpabilidad que no tiene, toda vez que el Sr. Muñoz, primera autoridad local a la sazón, no hizo más que concurrir a presenciar el acto de la captura de dichos profesores auxiliando al delegado de la autoridad superior de la provincia, que con la fuerza de la guardia civil se presentó en dicha ciudad la noche del citado día, y cuyo auxilio le prestó obedeciendo el superior mandato.

La Ilustración Española y Americana. 1874.

El municipio. 29 de noviembre de 1873: Nuestro activo corresponsal de Orihuela, nos remite la carta que tenemos el gusto de reproducir a continuación. Querido amigo: Continuando lo que ayer dije a V. respecto del viaje del señor Piñango a esta ciudad, debo manifestarle, que en su visita al colegio de Santo Domingo fue seguido de una multitud inmensa que le aclamaba sin cesar.

En este establecimiento, donde ha permanecido largo rato, ha sido recibido por el rector y por las personas más notables de la población, que una vez más le han demostrado el afecto que ha sabido conquistarse, en todos los partidos.

Olvidaba decir a V. que el ayuntamiento, en su primera sesión, le ha declarado hijo adoptivo de nuestra ciudad. A su salida de Orihuela, le han acompañado gran número de vecinos, hasta cerca de un kilómetro de la población, y hasta Cox, el señor obispo, el alcalde don Antonio Esquer, D. Carlos Bianchi, varios concejales y otras personas distinguidas. Con esto concluyo mi compromiso de darle cuenta de cuanto aquí ocurriese, y deseando se afirme la paz y tranquilidad de que tanto necesita esta población.

A cuenta de los jesuitas, el republicano Piñango se dio un buen baño de masas y se metió en el bolsillo a una población muy conservadora y monárquica. Su populista comportamiento y el de sus superiores con el obispo de Orihuela y los hijos de San Ignacio fue recordado seis años después por «El Eco de la Provincia».

El eco de la provincia. 19 de septiembre de 1879: ¿Pues no se atreve El Graduador de ayer a decirnos que sus amigos no han favorecido a los Padres Jesuitas de Orihuela? ¡Qué cosas tiene el diario neo-moderado- posibilista! 

Diga, hermano: ¿Quién en 1873 restituyó a los Jesuitas al colegio de Santo Domingo de Orihuela? Una orden del Sr. Castelar, Presidente de la República.

Diga, hermano: ¿Quién públicamente estrechó la mano de los Reverendos Padres de la Compañía de Jesús brindándoles protección cuando en 1873 entraron en Orihuela? El Sr. Piñango, Gobernador de esta provincia nombrado por el Gobierno de la República.

Diga, hermano: ¿Quiénes en 1873 saludaron con vítores y aclamaciones al delegado del Gobierno del Sr. Castelar, porque volvió los Jesuitas al Colegio de Santo Domingo? Muchos republicanos de Orihuela.

Diga, hermano: ¿Por qué en 1873 nuestro dignísimo señor Obispo dio un cariñoso abrazo al señor Piñango en el balcón de la posada del Sol de Orihuela? Porque su Excelencia Ilustrísima quiso de este modo dar un público testimonio de su gratitud al Gobierno de la República, por la protección que éste dispensó a los padres de la compañía de Jesús restituyéndolos a su Colegio de Orihuela.

Diga, hermano: ¿Quién aumentó el número de los alumnos en el Colegio de los Jesuitas? El mismo republicano Sr. Piñango que tuvo el buen acuerdo de entregar a un hijo suyo para que lo educasen estos padres.

Diga, hermano: ¿Quién calificó de carlistas a los Jesuitas? Un diario republicano que se publicaba en Alicante titulado El Nuevo Municipio.

Diga, Hermano: Y ¿quién justificó después con escritos laudatorios la restitución de los hijos de San Ignacio a su colegio de Orihuela? El mismo Nuevo Municipio, diario republicano que se publicaba en esta capital en 1873.

Lea El Graduador la colección de este periódico correspondiente al mes de Noviembre de aquel año, la protección que les dispensó entonces; y este señor debe estar satisfecho porque no ignora que los Jesuitas ruegan por él para que persevere en los religiosísimos propósitos que manifestó a su paso por las esferas gubernativas.

Ya ve pues, El Graduador, como sus patronos favorecieron a los hijos de la Compañía de Jesús ¿Tan poca memoria le queda al diario neo moderado posibilista, cuando tiene necesidad que nosotros le recordemos los hechos?

Según el Catálogo General citado varias veces, a la plantilla inicial del colegio se unieron en 1873:

Los padres: J. Francisco Dalmases, Martín Juan, Bernardo Requeséns y  José Salvans. Y los hermanos: Santiago Codina y Pablo Guilá.   

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba 2021).

Cuando se van a cumplir 150 años de la fundación del Colegio de Santo Domingo.

Mi agradecimiento a Javier Sánchez Portas y J. Manuel Dayas.

El horno de Santa Matilde y la mina Virgen del Carmen

José Antonio Ruiz Peñalver.

La Sociedad Virgen del Carmen y el horno de Santa Matilde

Vamos a comenzar con la primera noticia que he localizado en la prensa alicantina relativa a la sociedad minera «Virgen del Carmen»; cuyo nombre proviene de la mina que pretendían explotar en Orihuela. Aparece en el otoño de 1886:

La unión democrática. Alicante. Octubre/noviembre 1886: AVISO. La Sociedad Minera de Azogue «Virgen del Carmen», celebra reunión el día 24 del corriente; y cita además de sus socios, a los señores que gusten concurrir a dicha reunión que tendrá lugar a las tres de la tarde en el domicilio de D. Ramón Castellanos, calle San Fernando núm. 6.

En el verano de 1887, esta vez en el diario «El Serpis», de Alcoy, se anunciaba la puesta en marcha de un horno en Orihuela para la quema de mercurio; nombrado también como azogue, sustantivo tradicional derivado del árabe «az-zawq».

Víctor Sarabia Grau.

La noticia fue reproducida también por «El Diario de Murcia».

El Diario de Murcia. 21 de julio 1887: Según tenemos entendido, el espíritu minero va cada día tomando más incremento en Alicante, pudiendo asegurar a los que se dedican al comercio de minerales, que dentro de breves días tendremos el gusto de ver montado en la mina «Virgen del Carmen» en Orihuela un horno para la quema de mineral de mercurio conocido vulgarmente por azogue. Tanto es así que hoy día se cotizan las acciones de dicha mina al precio de 1.600 pesetas; por nuestra parte felicitamos la actividad de la sociedad «Virgen del Carmen».

En la sesión del Ayuntamiento de Orihuela celebrada el 20 de octubre de 1887, Domingo Maciá Torres, vecino de Alicante, solicitó la necesaria licencia para instalar un horno de calcinación de mineral de mercurio en terrenos de propios; en el sitio denominado San Antón, muy cerca de la mina «Virgen del Carmen».

José Antonio Ruiz Peñalver.

En la  sesión de fecha 24 de noviembre de 1887, la comisión de Obras públicas dio el visto bueno y la corporación concedió la autorización necesaria para construir uno o más edificios destinados a almacenes de mineral y hornos para la calcinación en los terrenos de la mina; entendiéndose que la concesión quedaba bajo la fórmula de «sin perjuicio de tercero y salvo mejor derecho».

Como hemos citado al principio, la sociedad «Virgen del Carmen» estaba formada en su mayoría por alicantinos; sólo dos oriolanos formaban parte de la misma: el citado Domingo Maciá y Mariano Correa Bas, ambos residentes en Alicante.

Víctor Sarabia Grau

El diario de Orihuela. 6 de marzo de 1888: La mina es, si no padecemos error, la que tuvieron en exploración hace ya bastante tiempo los Sres. de Soto; y aún se conservan junto a la hacienda del Sr. Marqués de Lacy, restos del antiguo horno de calcinación.

Como curiosidad, la hacienda de Salvador de Lacy, sirvió como patio de recreo del primer colegio de Jesús María en Orihuela.

El tal Mariano Correa, registró también quince «pertenencias» en la sierra titulada de «El Castillo». El edicto minero llegó a la Alcaldía de Orihuela en enero de 1888; y al citado registro le pusieron el nombre de «Elvira».

Las «pertenencias mineras» eran autorizaciones oficiales para la exploración y explotación de los minerales o rocas contenidos en el suelo o subsuelo; sin necesidad de ser dueños de la tierra en superficie.

José Antonio Ruiz Peñalver.

El lunes 5 de marzo de 1888 se inauguró un horno de calcinación de cinabrio compuesto por una docena de aludeles. Estos hornos separaban el mercurio del azufre calentándolo hasta conseguir un «vapor de azogue», que se transformaba en mercurio líquido al enfriarlo en las cañerías de barro.

Eran conocidos como hornos de Bustamante en recuerdo de Juan Alonso de Bustamante, un personaje del siglo XVII que importó el sistema desde las colonias americanas a las minas de Almadén.

Plano horno sistema Bustamante.

El acto de inauguración, considerado de gran importancia para la ciudad, quiso ser además una manifestación de simpatía entre Alicante y Orihuela, «ciudades tenidas erróneamente por algún tiempo como poco afectas».

El diario de Orihuela. 6 de marzo 1888: La solemnidad con que la sociedad minera ha querido revestir aquel suceso y lo apacible del día, dieron por resultado el que la numerosa concurrencia que asistió a San Antón presenciara un acto tanto más brillante cuanto que los individuos que componen la asociación son en su mayoría humildes hijos del trabajo.

Bendición e inauguración. Poco después de las diez dio principio la ceremonia de la bendición que llevó a efecto el M. I. Sr. Canónigo Arcipreste y provisor de la Diócesis Dr. D. Ramón Belló, ante un altar levantado provisionalmente junto a la fachada principal de la casa de operarios.

Este acto religioso que fue breve y se redujo al rezo de las oraciones de rúbrica, terminó imponiendo al nuevo horno la denominación de «Santa Matilde». Acto seguido se dio fuego al combustible previamente depositado en el hogar quedando con esto verificada la inauguración.

El lunch. Después de visitar los invitados todas las obras realizadas en la demarcación de la mina, pasaron a la referida casa de operarios donde se les obsequió con un espléndido lunch. En el acto reinó la mayor animación y el más indescriptible entusiasmo, sobre todo, al escanciar el champagne en la copas, momento en que empezaron los brindis.

Eneas Di Valentino

El evento reunió a multitud de personalidades y todos quisieron tomar la palabra. El antiguo senador y diputado Sr. Herrero manifestó su afecto a Orihuela; el Sr. Maseres, director de «La Crónica» brindó por la sociedad minera y por su prosperidad; el Sr. Sevilla director de «La Unión Democrática» de Alicante, pronunció un elocuente brindis por Orihuela y Alicante, negando la presunta rivalidad entre ciudades hermanas.

El representante de «El Diario», Leoncio Lafuente, brindó por la sociedad minera, por la prensa alicantina y por el ilustre patricio orcelitano Manuel Roca de Togores;  quien con su presencia en aquella fiesta del trabajo demostraba una vez más su acendrado amor al progreso y engrandecimiento de Orihuela.

José Antonio Ruiz Peñalver.

Hablaron el Sr. Pérez, presidente de la Sociedad y Ramón Castellanos, secretario de la misma. Vicente Rodríguez brindó por la sociedad minera y por el ilustre Cabildo Eclesiástico representado por Ramón Belló; el Sr. Roca de Togores por todo lo que revelase un adelanto para Orihuela; el Sr. López Durana (este sombrerero alicantino estaba en todos los fregados), por la fraternidad de los pueblos de Alicante y Orihuela y por la prensa de ambas ciudades.

Por último, el Sr. Giménez, en representación del Ayuntamiento oriolano, pronunció un breve discurso reasumiendo todas las ideas expuestas y haciendo votos porque el buen éxito coronase los esfuerzos llevados a cabo por la sociedad minera.

Un «Viva Alicante» y seguidamente otro «Viva Orihuela» que fue contestado con gran entusiasmo por todos los concurrentes y por la muchedumbre situada en los alrededores de la casa, puso fin entre los acordes de la banda de música municipal, a un acto que dejará memoria imperecedera de un hecho que borrando todas las diferencias que inmotivadamente pudieron surgir algún día entre la capital de la provincia y la ciudad de Orihuela, inicia una época de adelantamiento y prosperidad para esta nuestra querida patria.

José Antonio Ruiz Peñalver.

Las obras. Éstas se reducen al camino abierto desde el llano hasta la explanada que se extiende ante las bocas de las galerías, la casa de operarios y el horno. Éste pertenece al sistema Bustamante, usado últimamente por sus ventajas en el distrito minero de Almadén; consta de dos cámaras y de dos series de aludeles enchufados unos con otros formando hileras en ángulo muy abierto y que comunican con los canales de recepción por orificios practicados en su parte inferior por donde el mercurio, condensado se vierte para reunirse en el canal central y descender por una tubería subterránea al depósito.

Tanto las obras del horno como las otras referidas, han sido practicadas con el mayor esmero y solidez, invirtiéndose en su construcción unas 80.400 pesetas. Por último, todas las dependencias de la mina estaban lujosamente engalanadas con escudos de armas de las provincias mineras españolas y con gran profusión de banderas y gallardetes.

José Antonio Ruiz Peñalver.

El miércoles 7 de marzo, a las 10 horas y 40 minutos, dio comienzo la destilación del mercurio en el horno «Santa Matilde»; y la abundancia del producto llenó de júbilo a los miembros de la sociedad minera.

La prensa de Alicante hablaba maravillas de la mina de azogue descubierta en Orihuela; concretamente en la sierra llamada «del Oriolé».

La sociedad contaba con setenta y seis accionistas, cuyas participaciones, que en un principio se cotizaban a cincuenta duros, estaban ya por los ciento veinte gracias a que cada día obtenían mayor cantidad de producto.

El 16 de marzo por la mañana se procedió a calcular el mercurio obtenido en las primeras calcinaciones practicadas en el horno de Santa Matilde. Comenzada la operación con muy buen tiempo, tuvieron que suspender el cálculo por culpa de una lluvia imprevista,  perdiendo con el agua mucho azogue.

José Antonio Ruiz Peñalver.

De la caja depósito de la primera serie de aludeles, la única que pudieron desenchufar a tiempo, extrajeron 138 kilos de azogue; estimando en más de 75 kilos el producto perdido. Esta contrariedad les impidió calcular el beneficio real.

A eso había que añadir el estado fresco de la reciente construcción; cuya humedad hacía más difícil conseguir la temperatura necesaria en aquellas primeras pruebas; y los escapes de gas detectados a consecuencia de unas grietas abiertas en la obra.

Todos estos inconvenientes excusaron el desfavorable resultado obtenido en aquellas pruebas. Y dieron por hecho que, superados los obstáculos y reparados los defectos, en próximas calcinaciones, el éxito estaba asegurado para «la entusiasta y laboriosa sociedad minera Virgen del Carmen». No era cuestión de asustar a los accionistas.

José Antonio Ruiz Peñalver.

Pero el negocio nunca llegó a remontar. Para colmo, el 6 de junio de 1889 sucedió un desgraciado accidente. Mientras Manuel Pastor Hernández, de 19 años, hacía fuego para guisar, se desprendió un «gran ribazo del frente de la mina» quedando el trabajador sepultado entre una enorme cantidad de tierra desprendida.

Llegados el Juez de instrucción, el escribano de semana y el médico forense, solo pudieron certificar la muerte y mandar el cadáver al depósito. José Torregrosa, de 23 años sufrió graves lesiones; Juan Pastor, de veinte años y hermano del muerto, contusiones en la cara. Los tres eran naturales de San Vicente.

El contuso se fue al hospital por su propio pie y al herido lo transportaron atravesado en una burra ante el estupor de la población.

José Antonio Ruiz Peñalver.

La sociedad «Virgen del Carmen» era un desastre económico, que arruinó a varios alicantinos. La última esperanza para el «complejo minero» de Orihuela surgió en noviembre de 1890. La prensa oriolana se hizo eco de la alicantina publicando la siguiente noticia:

El diario de Orihuela. 15 de noviembre 1890: En la mina «Virgen del Carmen», situada en término municipal de Orihuela y a profundidad de cuarenta metros próximamente, se ha descubierto un gran filón de mineral, que analizado por personas inteligentes, ha resultado ser plomo argentífero con un buen tanto por ciento de plata.

Todo fue en vano. El 26 de mayo de 1904 la administración de Hacienda de Alicante requería al propietario de la mina «Virgen del Carmen», para el pago del descubierto por canon de superficie de la referida mina en el término de 30 días contados desde su publicación en el periódico oficial.

Dos años después, en diciembre de 1906 se recibió en la Alcaldía de Orihuela una notificación de registro de doce «pertenencias mineras». Estaban a nombre de Ramón Castellanos (el secretario) y se correspondían con las de la antigua mina «Virgen del Carmen».

José María Pérez Basanta

Concedido el permiso en 1888 por parte del Ayuntamiento al concesionario Domingo Maciá Torres para construir el horno y los almacenes de minerales, los elementos edificados subsistían.

Y el Consistorio entendió que, disuelta la sociedad minera «Virgen del Carmen» y cesado el objeto para el que fue concedido, dichos edificios debían pasar a propiedad municipal, reivindicando el terreno en el que estaban construidos. La prensa propuso habilitar un albergue para pobres transeúntes:

El diario. 7 de noviembre 1906: Siendo de absoluta necesidad la habilitación de un edificio que sirva de albergue a los pobres transeúntes que diariamente pernoctan en esta población, no contando hoy con la antigua «Pajera» ocupada ya por su dueño; ni con el «Cuartel», todo él derruido y sin techumbres, los almacenes de la «Virgen del Carmen» muy capaces, aireados y en excelente sitio, podrían servir de asilo a tanto transeúnte como a diario cobijamos y que astutamente se fingen enfermos para buscar cama y alimento en el Hospital con perjuicio para los enfermos y el buen orden y administración del benéfico establecimiento.

Es de esperar que el Ayuntamiento fije su atención en el asunto, lo estudie y si procede, se incaute del referido edificio para destinarlo a obra tan caritativa.

Eneas Di Valentino

Quiero terminar con una nota simpática: el contacto con el mercurio y la inhalación de sus gases causaban a los operarios de estas instalaciones el llamado «mal del azogue».

La enfermedad provocaba temblores y convulsiones; de ahí que padres o abuelos os dijeran en vuestra infancia:

«Chiguito, para quieto que parese que tienes asogue».

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).

El colegio de Jesús María y los agustinos.

Convento de San Agustín a mitad del XVIII. Fray Antonio de Villanueva.

De convento de San Agustín a colegio de Jesús María pasando por Plaza de Toros.

Colección Javier Sánchez Portas

El convento de San Agustín.

El actual colegio de Jesús María en Orihuela fue, hasta principios del siglo XIX, un convento dedicado a San Agustín y Nuestra Señora de Gracia.

Los agustinos pertenecen a la orden mendicante fundada a mediados del siglo XIII por el Papa Inocencio IV bajo la regla de San Agustín de Hipona.  

La fecha y circunstancias de su llegada a Orihuela varían según el cronista escogido; pero los documentos nos indican que, la construcción inicial, se remonta a finales del siglo XIV con un edificio de mala calidad.

Esta circunstancia queda demostrada cuando, en 1400, el prior solicitó ayuda a la Ciudad para evitar que los muros se les viniesen encima y el Consell les concedió cincuenta florines y autorización para pedir limosna por sus calles.

El paupérrimo cenobio, fue reedificado por completo en la segunda mitad del siglo XV al mismo tiempo que se levantaba la primitiva iglesia, sufriendo de nuevo obras de consideración un siglo después.

Por esas fechas sólo albergaba a quince frailes; pero en la centuria posterior la comunidad aumentó a treinta y ocho religiosos según consta en el censo de Aranda.

En 1802 emprendieron obras de reparación general; o más bien de de reconstrucción; pero el proyecto quedó frustrado al comenzar la Guerra de la Independencia, dejando la fachada interrumpida en el segundo piso.

Tras la exclaustración de los frailes en 1835, el exconvento fue vendido a Juan Vilaregut junto a los de la Merced y San Gregorio.

Ex convento de frailes de S. Agustín. Hoy Ayuda de Parroquia y plaza de Toros. Plano de Francisco Coello. 1859.

En 1845, transformado en viviendas de alquiler, se le adosó unas gradas y un coso de madera para servir de plaza de toros hasta el año 1884. 

En el artículo «Aportaciones para el estudio de tres conventos» cuento como, en 1868, las hermanas Vilar Pablo compraron a Bibiana González, viuda de Juan Vilaregut, los edificios expropiados a mercedarios, agustinos y franciscanos alcantarinos por 48.000 escudos.

Pinchando la siguiente imagen se accede a dicho artículo.

Enlace a artículo.

Lo cierto es que el exconvento de San Agustín quedó en propiedad de Petra Vilar en el año 1875; enajenándolo el 10 de octubre de 1879 con un pacto de retroventa. 

Y que el 14 de noviembre de 1885 hizo uso de dicha oferta de retro, recuperando el edificio por la misma cantidad.

En cuanto a la iglesia, de finales del XVIII, estaba mutilada por el terremoto de 1829 que derribó una de sus torres y la otra tuvo que ser rebajada.

Parece mentira que casi siglo y medio después del siguiente artículo aún se mantenga en pie a pesar del abandono. Está publicado en el año que llegaron las monjas:

La Crónica. 24 de marzo 1887: La iglesia de San Agustín de esta ciudad es una de esas obras monumentales que debidas al talento y piedad de nuestros padres, debe conservarse a toda costa ya se considere como edificio artístico, o ya se atienda al sagrado objeto de su destino, o ya finalmente se mire el inmenso servicio que presta.

Considerada como monumento arquitectónico la iglesia de San Agustín es una joya del arte, cuyo mérito extraordinario nadie puede negar, y de ahí el que toda Orihuela esté interesada en conservar lo poco que aún le queda de sus pasadas glorias, y de su antiguo esplendor.

Iglesia de San Agustín. Colección Javier Sánchez Portas

La iglesia de San Agustín es un magnífico templo de orden compuesto, cuyo plano mide 980 metros cuadrados, y consta, de tres naves, dos laterales de 5,17 y 14 metros de ancha y alta respectivamente cada una, y otra central de 22 metros de alta por 9,10 de ancha.  

La cúpula, o media naranja, es de una construcción atrevida, alcanzando la respetable altura de 30 metros aproximadamente, y 12 de diámetro en su arranque, coronando majestuosamente el ábside de la iglesia, y dando luz a su hermoso crucero.

Iglesia de San Agustín. Años 30 siglo XX.

La elegancia de sus arcos; la valentía de sus bóvedas; la esbeltez de sus columnas; la belleza de sus capiteles y cornisas, la riqueza de sus detalles y el mérito de su conjunto, hacen realmente de la iglesia en cuestión un verdadero monumento, digno por todos conceptos de que el gobierno de la nación, el pueblo de Orihuela y los verdaderos amantes del arte, no permitan jamás que la destructora piqueta del tiempo, y la culpable incuria del hombre lleven a cabo su destrucción y ruina…

La iglesia de San Agustín de Orihuela necesita de una gran reparación; reparémosla pues y seamos dignos de nosotros mismos.

Foto Ajomalba. Mi agradecimiento a Pablo Mazón.

El colegio de Jesús María.

La primera vez que se menciona en prensa oriolana a las religiosas de Jesús-María es en el verano de 1886.

La Crónica. 24 de junio 1886: El viernes próximo pasado salió de esta ciudad para Alicante, Valencia y Barcelona, la distinguida y bella señorita doña María Aguilar Gómez, que va a Cataluña a ingresar en el noviciado del colegio de Jesús-María establecido en S. Andrés de Palomar, siendo acompañada hasta esta estación por un corto número de personas de su inmediato parentesco y particular amistad que supieron a tiempo su precipitada marcha y pudieron darle así esa última prueba de cariño.

Se trataba de una congregación de «Espiritualidad Ignaciana» fundada en Francia y extendida por España en la segunda mitad del XIX:

Claudina Thévenet (1774-1837) Fundadora de la Congregación de Religiosas de Jesús-María

Un año después empezó a cuajar la idea de fundar uno de sus colegios en Orihuela.

La Crónica. 10 de marzo 1887: Parece ser que se va acentuando la idea de fundar en esta ciudad un colegio de señoritas dirigido por religiosas de Jesús María, y al efecto, sabemos que una comisión de señoras compuesta de doña Josefa Bofill, doña Encarnación Meseguer, doña María Hernández, doña Dolores Cirer, doña Benilde Jofré, y doña Elvira Aguilar, conferenció ayer con el Ilmo. Sr. Obispo de esta diócesis, explicándole el laudable pensamiento, solicitando su aprobación y rogándole les prestase su valioso apoyo.

Nuestro sabio y dignísimo Prelado recibió a las citadas damas con la finura y amabilidad que tanto le caracterizan, aplaudió sin reservas la idea, y ofreció incondicionalmente a las iniciadoras cuanto tiene, puede y vale.

Por recomendación de dicho señor Obispo, la referida comisión pasó a Santo Domingo para notificar al señor Rector de ese colegio, lo que se trataba de hacer, y excitar su reconocido celo en pro de esa fundación, no pudiéndose verificar la conferencia deseada, por hallarse el Rector muy ocupado en aquel momento, quedando no obstante en ponerse hoy a disposición de las señoras para tratar el asunto con el detenimiento que merece, teniendo nosotros la convicción de que, esa nueva conferencia ha de dar grandes resultados para la realización del proyecto, que deseamos sea pronto un hecho práctico, para honra y provecho de Orihuela, siendo por lo tanto muy posible que pronto contemos en esta Ciudad con un nuevo centro de moralidad e instrucción.

Colegio Jesús María. Barcelona

La Crónica, 21 de abril 1887: Procedentes de Cataluña, llegaron ayer a esta ciudad en el último tren de la tarde dos monjas de Jesús María que traen el propósito de ver el local en que se ha de fundar el colegio de que ya dimos cuenta anteriormente a nuestros lectores.

A pesar de lo desapacible del día, un gran número de señoras fue a recibirlas a la Estación, conduciéndolas en carruajes particulares a la casa de D. Joaquín Rodríguez, donde ya de antemano se les tenía preparado alojamiento.

Sean muy bienvenidas a Orihuela las hijas de Jesús María y quiera Dios que en breve tengamos el gusto de que sea un hecho la fundación de ese colegio.

En principio, el colegio se iba a construir de nueva planta en los Andenes de la Estación. Mientras tanto, se instalaron provisionalmente en la calle de San Juan; utilizando una «hacienda» en San Antón como patio de recreo. Ambas fincas pertenecían al marqués de Lacy.

La Crónica. 21 de abril de 1887: Parece cosa decidida y resuelta la fundación en esta ciudad de un colegio para niñas y señoritas dirigido por las monjas de Jesús y María, que se abrirá provisionalmente y según las versiones autorizadas que hemos oído, en el mes de Octubre próximo.

El sitio donde regularmente se construirá el edificio correspondiente por parecer más apropiado para el caso, es el terreno sobrante en la finca de Tamames,  junto a la carretera de la estación del ferro-carril, propiedad hoy de los señores D. Manuel Roca y D. Matías Rebagliato, los cuales lo cederán a las monjas para que puedan verificar la fundación.

Carretera de la Estación del Ferro-carril. Colección Javier Sánchez Portas

La Crónica. 5 de mayo 1887: Las religiosas del convento de Jesús y María que vinieron con objeto de enterarse de las condiciones especiales de esta localidad para fundar aquí un colegio para la educación de niñas y señoritas, marcharon a San Andrés de Palomar el viernes último, llevándose una impresión muy agradable, y la decisión, salvo el parecer de la Superiora, de realizar la fundación.

El colegio se instalará provisionalmente, según decíamos en nuestro número anterior, en la casa palacio del Ilmo. Sr. Marqués de Lacy, a cuyo efecto se han formado ya por el ayudante de Obras Públicas D. José María Moreno, los oportunos planos de distribución del edificio que hemos tenido el gusto de ver.  

Palacio marqués de Lacy. Calle San Juan. Colección Javier Sánchez Portas.

También se ha levantado el plano del terreno sobrante de la finca de Tamames, cuyo terreno parece que decididamente lo adquirirán las religiosas de Jesús y María para construir en él el edificio donde definitivamente se establecerá el colegio, pues aunque han sido reconocidos otros terrenos, este es el que por su situación, precio y condiciones reúne las mayores ventajas.

En dos ediciones consecutivas en el mes de mayo, el semanario «La Crónica» se volcó con el proyecto a toda página:

La Crónica. 12/19 de mayo 1887: HONRA Y PROVECHO. El día 29 de Abril próximo pasado, salieron de esta ciudad para Valencia, Barcelona y S. Andrés de Palomar, las dos monjas de Jesús María, que como ya dijimos oportunamente a nuestros lectores, habían venido a Orihuela con objeto de conocer el país, saber los elementos con que pueden contar para su instalación preventiva, y ver el sitio en que, andando el tiempo, puedan fundar su casa propia, edificándola de pie, a fin de crear aquí para siempre un centro de educación igual a los que ya tienen establecidos en Tarragona, Valencia y otros puntos de España y el extranjero.

Vamos a permitirnos llamar la atención, muy particularmente de aquellos que siendo padres de familia, deben estar y están real y doblemente interesados en el establecimiento de ese colegio, donde se forma y da ser al corazón del bello sexo, arrancando de él la fatal cizaña de la ignorancia, y sembrando en su lugar la fecunda semilla de la virtud, de la ciencia y del trabajo físico-moral, convirtiendo a la niña inocente en mujer instruida, para que sea siempre buena hija, buena esposa, y buena madre.

La mujer, la madre es la única que puede echar los sólidos cimientos de la educación en la infancia; pero para que la mujer eduque ha de ser antes educada, porque nadie puede dar lo que no tiene…

Probada la profunda y trascendental influencia de la mujer en la educación de la niñez, y convencidos consiguientemente todos de la absoluta necesidad de instruir convenientemente al ser privilegiado que en su día ha de alegrar nuestra casa, corresponder a nuestro afecto, unir su suerte a la nuestra, y educar a nuestros hijos, ¿tendremos todavía que extremar los argumentos y aducir mayores pruebas, para llevar al ánimo de nuestros lectores la potente conveniencia, el profundo interés, y la ineludible obligación en que todos estamos y tenemos de facilitar la fundación de un Colegio, que como el de Jesús María, ha de dar a Orihuela tanta honra, tanto provecho?

En junio el proyecto era una realidad. «La Crónica» copió literalmente el prospecto de publicidad del colegio a modo de gran anuncio:

La Crónica. 9 de junio 1887: LA REALIDAD DE UN PROYECTO. Orihuela está de enhorabuena: Lo que antes fue una risueña esperanza va a ser ya pronto un hecho positivo; desde el día primero del próximo mes de Setiembre, Orihuela tendrá un nuevo centro de educación para niñas y señoritas, toda vez que en la indicada fecha debe abrirse en ella el Colegio que las religiosas de Jesús-María establecen y fundan aquí para dar sólida y cristiana educación a la parte más bella de la humanidad.

Decididos partidarios nosotros de toda idea buena; profundos conocedores, por experiencia propia, de los magníficos resultados que en todas partes dan esos Colegios; plenamente convencidos, por ende, de la utilidad físico-moral que ese nuevo instituto ha de reportar a Orihuela, y dispuestos siempre a todo cuanto sea o pueda ser en pro del patrio engrandecimiento, no dudamos un solo instante, desde su principio, en aceptar con entusiasmo el laudable proyecto de la creación de ese establecimiento beneficioso, poniendo de nuestra parte cuanto nuestra pobre inteligencia, nuestra íntima convicción y nuestro buen deseo nos sugirió para ver realizado en su día lo que tanto ha de contribuir al bien particular de Orihuela y al provecho general de la infancia o adolescencia.

Y para que todos conozcan la idea en sus menores detalles, y ya conocida puedan servirse de ella según sus medios y necesidades, hoy tenemos el gusto de insertar en las columnas de La Crónica, el prospecto que para la fundación de ese Colegio se ha circulado, por si algunos de nuestros abonados no hubiese podido enterarse de ello, creyendo de este modo hacer un verdadero servicio a todos y muy particularmente a los padres de familia residentes en esta ciudad o fuera de ella.

He aquí pues el notable documento a que nos referimos, copiado literalmente del original que se nos ha remitido y tenemos a la vista.

Colección Javier Sánchez Portas

«COLEGIO DE LAS RELIGIOSAS DE JESÚS-MARÍA EN ORIHUELA»

El objeto que se proponen las Religiosas de Jesús-María es proporcionar a las jóvenes una educación sólida y cristiana. El corazón de las educandas se forma en la práctica de la virtud por medio de la Religión; su inteligencia se cultiva con el estudio de ciencias útiles; y se les adiestra en las labores propias de su sexo, que completan su instrucción.

Los principios de la más culta urbanidad perfeccionan sus modales, inculcándoles el orden, la limpieza, y el aseo, se las acostumbra a la economía doméstica, que viene a ser el complemento de una sólida educación.

Local: La casa-palacio del señor Marqués de Lacy, escogida interinamente para Colegio y situada entre las calles de San Juan y de la Corredera, ofrece espaciosas salas para clases, comedor, dormitorios; alegres azoteas y patio donde tienen su recreo las educandas, añadiéndose además la hacienda de San Antón del mismo señor Marqués, para sitio de mayor solaz y expansión de las alumnas.

Solar Palacio del marqués de Lacy.

Ramos de enseñanza: La exposición sencilla y graduada de las verdades de nuestra Santa Religión, ocupa el primer lugar en el programa de los estudios; así mismo figuran en éste la Lectura, Escritura, Gramática castellana, Aritmética, Geografía, Historia natural, Francés y dibujo lineal.

Labores manuales: Siendo esta materia de grandísima importancia para las señoritas, se las ocupa principalmente en coser, bordar y remendar; planchar, hacer flores artificiales y otras labores de lujo a voluntad de sus padres; sin embargo, no se permiten estas últimas hasta que se hayan ejercitado en toda clase de costura.

Galería del primer piso. Colección Javier Sánchez Portas

Medios de emulación: La emulación, reconocido estímulo para los adelantos de la juventud, se excita por medio de notas diarias, de clasificaciones semanales, de distinciones y honores que se dan cada mes, y en fin por los premios y coronas que se distribuyen al finalizar el curso.

Jardín, paseo central. Colección Javier Sánchez Portas

Además, durante el mes de Mayo, para estimular a las educandas a reformar su carácter y atraerlas a la imitación de las virtudes de su divina Madre la Virgen María, hay un concurso especial, en el que se propone como premio una corona de rosas, a las que por su comportamiento y aplicación, han merecido cada día del mes las notas de antemano señaladas.

Dormitorio de las internas. Colección Javier Sánchez Portas

Régimen del Colegio: Se admiten pensionistas y medio pensionistas. Una prudente distribución del tiempo para las labores, estudios, ejercicios de piedad, comida y recreos procura una vida amena y placentera. Los alimentos son sanos, abundantes y variados, y en caso de alterarse la salud de alguna de las educandas, se le prodigan con maternal ternura los más solícitos cuidados.

La vigilancia es continua y para facilitarla, de noche se conserva luz en los dormitorios.

Comedor. Colección Javier Sánchez Portas

Visitas: Las educandas pueden ser visitadas por sus padres o encargados en los días y horas siguientes: Desde 1º de Noviembre hasta Pascua de Resurrección: jueves, mañana, de once a doce. Domingo, mañana de once a doce; tarde, de cuatro a seis.

De Pascua a fin de Octubre: jueves, mañana, de once a doce. Domingo, mañana de once a doce; tarde de cinco a siete. No se permite que las alumnas reciban solas ninguna visita a no ser de sus padres.

Salón de visitas. Colección Javier Sánchez Portas

Entradas y salidas: La entrada diaria al Colegio para las medio-pensionistas, es de ocho a ocho y media de la mañana, y la salida, a las seis de la tarde en invierno, y a las seis y media en verano. No se dispensarán de asistir al Colegio en los días festivos sin permiso de la Madre Superiora.

Las medio pensionistas no tienen comunicación ninguna con las pensionistas. Las internas tienen salida el 26 de Diciembre, debiendo regresar al Colegio el 28 del mismo por la tarde. No se entregan las educandas a persona alguna, sin previo aviso de los padres o encargados.

CONDICIONES: El precio de la pensión es de 500 pesetas al año escolar para las pensionistas, y de 250 pesetas para las medio pensionistas, pagaderas en tres plazos adelantados: 1º de Setiembre, 1º de Enero y 1º de Abril. El año escolar se cuenta de 1º de Setiembre a 30 de Junio.

Para comodidad de las familias que viven fuera de la ciudad, el establecimiento se encarga de lavar y planchar la ropa, mediante la suma de 5 pesetas mensuales. Corren a cuenta de los padres los gastos de enfermedades, correos, baños, libros de clase y los materiales necesarios para las labores.

Mediante la suma de una peseta al mes se proporciona a las educandas el papel, pluma, tinta, yeso y lápiz que necesitan. La música y dibujo forman clases especiales que corren a petición y cuenta de los padres.

Biblioteca. Colección Javier Sánchez Portas

Su precio mensual es el siguiente: Piano, 8 ptas. Alquiler del mismo, 1 pta. Dibujo de figura y gastos para el mismo, 10 ptas.

Si por graves razones el Establecimiento se viese en la precisión de devolver a sus padres a una alumna antes de concluir el plazo, se les abonará la cantidad correspondiente al tiempo que faltare; lo que no sucedería si los mismos padres la retirasen del Colegio, o la detuviesen fuera de él, no siendo por motivo de enfermedad.

Si alguna alumna permaneciese en el Colegio durante el tiempo de vacaciones, abonará la cantidad de 40 pesetas cada mes. Cada educanda debe traer su fe de bautismo.

Externado. Salón de Estudio. Colección Javier Sánchez Portas

Ropa y demás objetos que han de traer las alumnas: Una cama de hierro de 1 metro 75 centímetros de largo por 85 centímetros de ancho, con su correspondiente jergón, colchón y todo lo necesario para el abrigo.

Una almohada y cuatro fundas. Una cortina blanca de 4 metros 60 centímetros de largo y 3 metros de ancho. Un sobrecama blanco con fleco, de 1 metro 80 centímetros en cuadro. Una alfombrilla. Tres pares sábanas. Seis toallas, seis servilletas.

Ropería. Colección Javier Sánchez Portas

Ocho camisas.Ocho chambras. Diez y ocho pañuelos de bolsillo. Ocho enaguas. Ocho pantalones. Tres peinadores. Doce pares medias. Dos bolsas para la ropa sucia.

Un enjuague. Una caja para peines y cepillos. Cubierto completo, aro y vaso de plata. Un vestido merino negro, y otro de piqué blanco para el verano, todos conforme el modelo del Colegio.

Dos delantales de uniforme. Dos o tres vestidos para diario, los cuales no siendo de lujo, pueden ser de cualquier tela y color. Un velo de tul negro y otro blanco de hilo. Unos guantes color negro y otros blancos. Una banda verde, según el uniforme.

Paseo de la gruta o de la virgen. Colección Javier Sánchez Portas

El Colegio ofrece todos los muebles necesarios a las alumnas durante el tiempo que en él permanezcan, como son cama de hierro, armario, mesa de escribir, costurero, etc., mediante la suma de 20 pesetas, y de 8 pesetas las medio pensionistas. Todo cuanto pertenece a las educandas debe marcarse con el número que se les designe.

Paseo de los plátanos. Colección Javier Sánchez Portas

La Crónica. 28 de julio 1887: Según carta que tenemos a la vista, dirigida a una persona de nuestra intimidad por la superiora de las monjas de Jesús María, las madres de este instituto que han de fundar en breve aquí ese beneficioso centro de educación femenil, saldrán de San Andrés de Palomar y Barcelona el día 16 de Agosto, y después de una pequeña detención en Valencia, donde tienen un magnífico colegio, seguirán su viaje para esta; descansarán algunas horas en Alicante y llegarán probablemente a Orihuela el día 18 del mismo.

Clase de aritmética y conocimientos útiles. Colección Javier Sánchez Portas.

Con motivo de su próxima llegada han empezado y siguen con grande actividad las obras de reparación y arreglo en la casa palacio del señor Marqués de Lacy, edificio en que provisionalmente se establecen, toda vez que tienen el pensamiento de adquirir terreno en esta ciudad y fundar en ella un colegio propio para su establecimiento definitivo. Orihuela entera desea vivamente el arribo de la comunidad de referencia…

Clase de Párvulas. Colección Javier Sánchez Portas

La Crónica. 18 de agosto 1887: En el primer tren de Alicante han llegado hoy a esta ciudad dos hermanas legas de Jesús María, y esta tarde deben llegar, procedentes de Valencia, las madres o monjas del mismo instituto, que vienen a fundar aquí el colegio de niñas y señoritas del que repetidamente nos hemos ocupado.

Empieza pues a ser un hecho en Orihuela el establecimiento de ese centro de instrucción femenil, que con tanta ansia esperamos todos y ha de dar a nuestra patria querida tan gran nombre como beneficiosos resultados físico morales. ¡Que sea pues enhorabuena!

Señoritas jugando al croquet. Colección Javier Sánchez Portas

La prensa oriolana dio cuenta de las dos primeras alumnas en el verano de 1887.

El Diario de Orihuela. 25 de agosto 1887: En el libro de matrículas del nuevo Colegio de Jesús y María instalado en la calle de San Juan, figura con el número uno la Srta. Dª. Dolores Clavarana y con el número dos la Srta. Dª. Concepción Moreno.

Salón de Actos. Colección Javier Sánchez Portas.

En septiembre nombraron a un estudiante de derecho como sacristán de la capilla.

El Día. 11 de septiembre 1887: Ha sido nombrado sacristán de la capilla del Colegio de Jesús y María recientemente instalado, el virtuoso joven y aplicado cursante de la carrera de derecho D. Joaquín Rodríguez.

Capilla doméstica. Colección Javier Sánchez Portas

El colegio abrió sus puertas el 15 de septiembre de 1887. La llegada de las monjas y sus selectas educandas fue todo un acontecimiento para la ciudad.

Diario de Orihuela. 15 de septiembre 1887: Esta mañana ha tenido lugar la inauguración del nuevo colegio de señoritas que bajo la advocación de Jesús y María se ha instalado en la calle de S. Juan.

Clase de dibujo y pintura. Colección Javier Sánchez Portas

El Diario de Orihuela, 3 de octubre de 1887: Con la apertura del curso en los colegios y Seminario, han vuelto a circular por las calles en los días de asueto, los seminaristas, los alumnos del colegio de Santo Domingo y las alumnas del colegio de Jesús y María.

De estas últimas, las internas salieron a paseo ayer en un carruaje cerrado; especie de convento ambulante velado por celosías donde se estrellan las miradas de los curiosos.

Para verlas es preciso seguir el vehículo y hacer alto donde sea permitido dar libertad a las cautivas colegialas. Las externas, llamaron ayer la atención del vecindario por las verdes bandas con que cruzaban el pecho. El traje de color negro, es serio y elegante.

Escalera Principal.
Colección Javier Sánchez Portas

En noviembre de ese mismo año, la prensa local publicó la siguiente noticia:

El Diario de Orihuela. 14 de noviembre 1887: Aunque aún no se ha otorgado la escritura de venta de la vieja Plaza de Toros, puede considerarse como vendida toda vez que el sábado en la noche se dieron cuatro mil reales de señal y se firmó un documento de compromiso de venta.

Según de público se decía ayer, el antiguo exconvento de agustinos ha pasado a ser propiedad de los padres jesuitas por 58.500 reales y con el objeto de construir un edificio para instalar en él el colegio de Jesús y María establecido en la casa-palacio del Sr. Marqués de Lacy.

El periodista acertaba en casi todo. Ese mismo día 14 de noviembre, ante el notario Ramón Amat, tuvo lugar la venta del exconvento de los agustinos convertido en plaza de toros. Pero lo de los jesuitas como propietarios eran falsos rumores.

El comprador fue Ramón Belló Martínez, provisor y vicario de Orihuela; canónigo con dignidad de arcipreste de la Catedral. Bautizado en la Parroquia de San Pedro de Novelda en 1833, era vecino de Orihuela.

Lo compró por 14.625 pesetas (58.500 reales); de las que había entregado 1.000 mediante cautela privada (los 4.000 reales de señal). El resto lo pagó en billetes de banco.

Ramón, agente inmobiliario por cuenta del Obispado, adquirió también el convento de la Trinidad para montar un seminario; pero eso es otra historia.

Fachada principal. Colección Javier Sánchez Portas

La Crónica. 22 de diciembre 1887: En el primer tren de Alicante, y procedentes de Barcelona, llegaron el lunes de la presente semana a esta Ciudad dos nuevas religiosas y una hermana lega de Jesús María que vienen a prestar el servicio de su particular instituto en el colegio fundado hace poco en el palacio del señor Marqués de Lacy.

Una de dichas religiosas, ausente no ha mucho de Orihuela, es la hoy madre San Joaquín, en el siglo señorita Doña María de los Ángeles Rodríguez, hija de nuestro particular, amigo, el abogado de este colegio señor D. Joaquín Rodríguez, quien así como su distinguida esposa, ha tenido la singular satisfacción de ver regresar a esta ciudad, como profesora del ya citado colegio.

Salón de Estudio. Colección Javier Sánchez Portas

El Diario de Orihuela. 1 de septiembre 1888: En breve comenzarán las obras en el solar de la antigua plaza de toros para la construcción del edificio donde habrá de instalarse definitivamente el colegio de Jesús y María.

El Diario de Orihuela. 26 de septiembre 1888: Ha aumentado notablemente en el presente curso el número de alumnas en el colegio de Jesús y María de esta ciudad.

Clase de Geografía. Colección Javier Sánchez Portas

De adaptar el edificio se encargó Justo Millán Espinosa. Nacido y muerto en Hellín (1843-1928), era uno de los arquitectos más prestigiosos de la región murciana.

El Diario de Orihuela. 12 de abril 1889: Se leyó una exposición de D. Justo Millán, arquitecto, director de las obras del colegio denominado de Jesús y María, acompañando el plano de la fachada del citado edificio; y el Ayuntamiento acordó aprobarlo y que así se ponga en conocimiento del interesado.

Plano fachada. Justo Millán 1889. Archivo Histórico de Orihuela.

Obtenido el título en la Escuela de Arquitectura de Madrid, ostentó los cargos de Arquitecto Municipal en Hellín; Arquitecto Provincial en Albacete; Académico de Mérito por la Academia de San Fernando; Arquitecto de la Diócesis de Cartagena y Arquitecto Provincial de Murcia.

Justo Millán Espinosa (1843-1928). Partida de Nacimiento. Mi agradecimiento a JM Dayas.

Entre sus obras está la reconstrucción del Teatro Romea, arrasado por un incendio. También muchos edificios públicos como el Asilo de Ancianos, el Manicomio Provincial, la Cárcel, el Hospital, el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza….

Otra de sus grandes obras fue la Plaza de Toros de Murcia; en su momento la más grande de España. ¿Cómo tan prestigioso arquitecto fue contratado en Orihuela para habilitar un colegio?

Justo Millán estaba ya entrando en su última etapa, donde aceptó numerosos trabajos de particulares. Debió ser para él un reto transformar una plaza de toros en colegio.

El enlace pudo ser Francisco Belló, hermano mayor de Ramón; rector del Seminario de Murcia.

El Diario de Orihuela. 12 de julio 1889: Están muy adelantadas las obras del magnífico edificio que se está levantando en la plaza de San Agustín, en los terrenos de la plaza de Toros, para el colegio de señoritas de Jesús y María.

Cuantos le admiran, dedícanle grandes elogios y sienten verdadera y profunda satisfacción por ver aumentarse con uno más los muchos edificios notables con que cuenta Orihuela.

Fachada principal. Colección Javier Sánchez Portas

El Diario de Orihuela. 9 de octubre 1889: Adelantan rápidamente las obras del colegio de Jesús y María, que se construye en nuestra ciudad, en el sitio que ocupó un día el convento de Agustinos primero y nuestra antigua plaza de toros después.

La obra resulta grandiosa principalmente el patio claustral y la fachada, que resulta seria y elegante. De seguir las obras con el impulso que se les está dando, pronto desocuparán aquel sitio los operarios para dar en él entrada a la comunidad de religiosas a cuyo cargo ha de estar el citado colegio y a las jovencitas encomendadas a sus cuidados para completar su educación. Pronto pues contará Orihuela con un nuevo edificio destinado a la enseñanza.

En 1890 el colegio se trasladó al nuevo y lujoso edificio.

Trasera y huertos. Colección Javier Sánchez Portas

Ramón Belló falleció en enero de 1892. En su testamento, redactado dos días antes de su muerte, aparecía la siguiente cláusula:

Que el edificio que fue antes convento de San Agustín convertido hoy en colegio de Jesús María, aunque la escritura de dominio aparece a mi favor, no es de mi propiedad sino de la pertenencia de las Señoras Superioras actuales encargadas de esta clase de colegios en España, en cuyo edificio hicieron dichas señoras algunas mejoras por su cuenta y a cuyo favor otorgará la correspondiente escritura de traslación de dominio mi hermano Don Francisco Belló y Martínez, sino lo hubiese yo verificado antes de ocurrir mi defunción, siendo cuenta de dichas señoras el pago de toda clase de deudas que aparezcan contra dicho edificio, y de que yo salí fiador por estar dicho edificio a mi nombre.

Patio y traseras.

Supongo que el miedo a nuevas desamortizaciones (o quizás las hipotecas establecidas sobre el edificio) llevaron a las religiosas a camuflar su compra a nombre de Ramón.

En la cesión de la finca por parte de su hermano a favor de Sor María de San Hermenegildo (conocida como Teresa Font y Barberá, superiora del Colegio de Orihuela) y otras, aparecen reseñadas dos hipotecas por 40.000 pesetas, mucho más que el importe pagado por el propio edificio.

Patio de recreo. Colección Javier Sánchez Portas

El hecho de que tan sólo diez días después formalizasen un contrato de venta a favor de Doña Concepción Morell e Iseru y otras señoras, vecinas de San Andrés del Palomar (localidad donde establecieron su primer colegio), refuerza mi teoría del temor a aparecer como propietarias del edificio.

Alumnas de Jesús María en 1945. Archivo Loles Botella.
Colegio Jesús María en la actualidad.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Galería de alumnas:

Antiguas alumnas de Jesús María. Colección Javier Sánchez Portas
Colegio Jesús María. Antiguas alumnas en los años cincuenta del siglo pasado. Archivo Loles Botella.
Colegio Jesús María. Alumnas años cuarenta del siglo pasado. Archivo Loles Botella.
Colegio Jesús María. Alumnas años cuarenta del siglo pasado. Archivo Loles Botella.
Jesús-Maria 8º EGB 1980/81
Jesús-Maria 8º EGB 1980/81
Pinchad aquí Galería en Youtube.

Crónica fotográfica de Antonio Ballester. Las clarisas de San Juan. Ajomalba.

Crónica de Antonio Ballester Vidal, el fotógrafo de la Plaza Nueva. Las Clarisas de San Juan.

En el último tercio del siglo XV, Oriola ansiaba fundar un monasterio de monjas; trataban así de evitar la marcha forzosa de vocaciones femeninas a otras poblaciones.

El 29 de septiembre de 1474 el Consell encomendó la búsqueda de un emplazamiento adecuado a justicia y jurados.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Una vez localizado, debían calcular su precio y presentarlo ante la ciudad para comenzar los trámites.

La favorable acogida por parte de los oriolanos a los Franciscanos de Santa Ana a mediados del siglo XV animó a la rama femenina de la Orden, las Clarisas, a probar suerte en Orihuela.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Los jurados habían escogido para ellas el solar donde estuvo ubicado el convento de Santa Eulalia, en el arrabal moderno; abandonado por los frailes mercedarios tras utilizarse como baluarte frente a la muralla durante el largo asedio sufrido durante la «Guerra de los dos Pedros».

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

De esta forma promocionaban una zona en proceso de expansión. Las aguas del pantanoso Vallet se habían canalizado y nuevos pobladores se habían instalado en unas parcelas cercanas cedidas por el Consell formando la primitiva Corredora.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

El convento de clarisas bajo la advocación de San Juan Bautista consolidaba la urbanización de un arrabal que acabó adoptando el nombre del monasterio: el Arrabal Moderno de San Juan Bautista.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

El 17 de febrero de 1490 el Papa Inocencio VIII autorizó la fundación del convento y tres años después, seis religiosas franciscanas se trasladaron desde el Real Monasterio de Santa Clara de la ciudad de Murcia.  

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Instaladas las monjas, en 1494 solicitaron al Consell alimentos para subsistir y albañiles para adecentar su convento.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

También se dirigieron al rey Fernando el Católico pidiendo ayuda para salvaguardar su honestidad frente a las miradas curiosas de los vecinos.

En abril del mismo año, desde Medina del Campo, llegaba la respuesta de su majestad en la que facultaba a los justicias y jurados para comprar las casas a dichos vecinos y ubicarlos en otro lugar de la ciudad, derribándolas y adquiriendo además sus huertas.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Con el apoyo real, las dotes recibidas por el ingreso de novicias y las limosnas del pueblo subsistían dignamente permitiéndose además comenzar la edificación del primitivo templo.

Tras muchas penalidades, en 1575 Beatriz Martínez, viuda de Marcos Rosell, hacía testamento incluyendo al monasterio de San Juan entre sus beneficiarios.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

A su muerte, acaecida en noviembre de 1580, recibieron la generosa suma de 7000 libras. Esta donación les creo ciertos pleitos con el heredero universal de Doña Beatriz.

Otros problemas, esta vez con los herederos de la acequia de Almoradí, les llevaron de nuevo a los tribunales. Las clarisas tenían una noria para tomar agua de la citada acequia.

Tras vencer en una larga lucha judicial con los regantes que pretendían suprimir la citada noria y con todas sus apelaciones denegadas, el 6 de julio de 1616, la inutilizaron cortada en ocho pedazos.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Durante cuarenta años, a pesar de las amenazas de excomunión, las monjas reparaban o sustituían la noria, y los regantes la aserraban, la atascaban con estacas y piedras o sencillamente la destrozaban.

En su desesperación, llegaron a acudir al Papa en solicitud de excomunión para los autores. Pero fue el rey Felipe IV quien firmó sentencia a favor de las clarisas, teniendo que insistir aún dos veces más, la última en 1659.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

También en 1626, tuvieron un breve enfrentamiento con el Cabildo, que pretendía celebrar misas y sufragios en su iglesia, pero en unos meses, el asunto quedó zanjado amistosamente.

El monasterio se fue poblando de aristocráticos apellidos: Rosell, Roca, Togores, Rocamora, Masquefa, Rocafull, etc. y con ellos las dotes, que invertían en censos, tierras o edificios para arrendar.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

En el censo de Oriola de 1646, en lo Carrer de Sant Joan, figura «Lo convent de monges de Sant Joan del orde de Sant Frances». «Sor Clara Rocamora dixo tener trenta y tres religioses».

En 1735 eran propietarias de 551 tahullas de regadío; con sus cuantiosas rentas levantaron el edificio actual en dos etapas, que duraron gran parte del siglo XVIII.

En 1773, la abadesa solicitó a la ciudad el permiso para ampliar el edificio, alineando la calle que va de San Juan a la Puerta Nueva, la actual Tintoreros, concediéndoles licencia para ocupar dos palmos de la citada calle.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Las obras concluyeron en 1780. Sufrió importantes daños en el terremoto de 1829; también en las inundaciones de 1879, siendo inmediatamente reparados con fondos procedentes de donativos. Las extensas propiedades de las monjas habían sido desamortizadas.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

En 1936, las religiosas tuvieron que abandonar el convento y refugiarse en casas particulares. Este fue asaltado por los milicianos haciendo una pira con parte de sus imágenes. Durante la guerra la iglesia estuvo cerrada y el convento pasó al comité de refugiados. Las monjas supervivientes regresaron en 1939. 

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.

Antonio Ballester hizo este reportaje fotográfico pocos años después, en la segunda mitad de los cuarenta.

Monasterio de clarisas de San Juan Bautista de Orihuela. Antonio Ballester Vidal.
Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).
Fotografías de Antonio Ballester Vidal.
Iglesia de San Juan en la actualidad. © José María Pérez Basanta.

Para saber más, os recomiendo el libro del Reverendo Andrés De Sales Ferri Chulio «El Monasterio de San Juan de la Penitencia de Orihuela 1493 – 1993», publicado con motivo del quinto centenario del monasterio.  También el estudio de Marí Cruz López, en el octavo centenario de la fundación de las Clarisas.