Callejeando 36. S. Agustín 2. Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva: 1. Plaza del Puente. 2. Calle de San Agustín. 3. Calle de la Mancebería. 4. Plaza Nueva. 5. Calle del Molino Grande. 6. Calle de San Pascual.  7. Puerta de Magastre. 8. Calle del Bao. 9. Calle de la Acequia. 10. Calle de María de Pau. 11. Plazuela de San Agustín. 12. Convento de San Agustín. 13. Huerto de San Agustín. 14. Rodeo. 15. Alameda. 16. Camino de Hurchillo. 17. Camino de Cartagena desde la Puerta del Burdel. 18. Alameda. 19. Huertos. 20. Puerta del Burdel.

Arrabal de San Agustín II. La Plaza Nueva.

Misa de Campaña en la Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Vista desde el ayuntamiento. A la izquierda la calle de San Pascual.

Lo más parecido a una plaza mayor que ha tenido Orihuela se merecía un capítulo monográfico; cuatrocientos años no han conseguido envejecer a la que siempre ha sido la plaza nueva.

Escenario para todo tipo de funciones, fue plaza del mercado, real de la feria y coso taurino; por nombrar usos añejos. En cada momento se improvisó un decorado que adaptaba su fisonomía y espacio al menester requerido.

Pero, para comenzar, me parece oportuno dar un repaso a la historia del edificio que la propició, en los albores del siglo XVII.

Plaza Nueva 1. El Pósito.

Restitución ideal del edificio del Pósito dibujado por Mario Gómez.

El diccionario de la Real Academia define pósito como una institución de carácter municipal, de muy antiguo origen, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a labradores y vecinos durante los meses de escasez.

También se refiere al lugar destinado a guardar el grano de dicho pósito; el edificio donde el municipio almacenaba sus reservas de trigo.

A pesar de ser una de las zonas con más riesgo de inundación, a principios del siglo XVII la falta de espacio en el casco obligó a sacar esta dependencia municipal al arrabal de San Agustín.

La controvertida decisión de trasladar el granero del trigo desde la plaza de Santa Justa al Arrabal Mayor y el derribo de varias casas para ganar espacio y ventilación, tuvo como consecuencia la creación de la Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva.

El proceso se desarrolló durante el primer tercio del siglo XVII y está magistralmente explicado por José Ojeda Nieto en su obra «Orihuela Imaginada», a la que corresponden los siguientes párrafos.

En 1607, impulsado quizá por la desastrosa situación alimenticia vivida por la ciudad en el interludio del cambio de siglo, el Consell terminó de edificar un pósito en el arrabal Mayor, para almacenar el trigo con el que hacer frente a los años críticos…

Se eligió como lugar «lo Rabal prop lo pes de la farina», antigua casa que la ciudad había comprado en 1567 para «fer lo pes», a la bajada del puente, entre las calles San Agustín y María de Pau.

Colindante con ella, se adquirieron unas casas que fueron acondicionadas para «posar lo forme[n]t del dit posit e cambra»…

El edificio, de construcción sencilla, limitaría al sur con la casa del «pesso o contraste», al norte, con la plazuela del Puente, al levante, con la calle María de Pau, a la que se le irán derribando casas para hacer la futura Plaza Nueva…

Terminado de edificar en 1607 el edificio del Pósito fue renovado siglo y medio después.

Obras del pósito. Octubre de 1755. Archivo Municipal de Orihuela.

En el Archivo Municipal se conservan los Capítulos y Condiciones por las que Joseph Vicente Alcayde, Alcalde Mayor y Teniente de Corregidor de Orihuela dio en arrendamiento la construcción de la obra del nuevo pósito que había de fabricarse reedificándolo en el mismo sitio, a 18 de octubre de 1755.

Lo hacía en virtud de superior orden del Ilmo. Sr. Marqués del Campo de Villar, consejero de Su Majestad, en quien residía la jurisdicción y conocimiento de la conservación y aumento de los Pósitos de España, sus reparaciones y obras.

Cada detalle de su construcción quedó reflejado en los catorce folios que componen el documento acompañado de planos a color.

Especificando hasta las «redes de hilo de yerro» en las ventanas para evitar que los pájaros se comieran el trigo.

Plano del pósito en octubre de 1755. Archivo Municipal de Orihuela. Explicación de esta planta: Núm. 1. Porches en la puerta del Pósito para vender granos al común. Núm. 2. Puerta del Pósito. Núm. 3. La escalera para subir al segundo piso. Núm. 4. Las vigas. Núm. 5. Las ventanas. Núm. 6. El callejón que se halla a la parte del Poniente para la ventilación de aires. Núm. 7. La Tramontana. Núm. 8. El Levante. Núm. 9. El conducto para arrojar las aguas del callejón, que saldrán por bajo la escalera. Núm. 10. Pilares.

La persona en quien quedase celebrado el remate tenía que derribar todas la bóvedas y arcos del antiguo pósito hasta el piso de las ventanas que estaban desplomadas, quedando las ruinas de la antigua fábrica a beneficio del arrendador.

También debía hacerse cargo de poner piedra, madera, yeso y todos los demás materiales de buena calidad; y la arena para la mezcla del mortero con cal, de rambla corrida, para evitar la tierra.

MONTESINOS PÉREZ DE ORUMBELLA, Joseph; Compendio Histórico Oriolano. Tomo 1. Manuscrito. Caja Rural Central. Orihuela. Autorretrato y primera página.

Así describió el Pósito Joseph Montesinos en el primer libro de su Compendio Histórico a finales del XVIII, cuatro décadas después de ser reedificado.

Real Pósito de Granos: El Real Pósito de granos q. tiene esta orcelitana Ciudad es en lo material y formal, uno de los mas principales y hermosos q. tiene este Reyno de Valencia.

Su fachada es la mayor parte de piedra blanca (la q. siguiendo el orden por el medio-dia) de la Plaza Nueva, le sirve a esta de primor y hermosura.

La hacen muy vistosa sobre su Puerta unica principal los grandes, y primorosos escudos de luciente piedra negra javalina, en los q. con la mejor sutileza del Arte, estan de perfecta escultura las Armas de España, y las de esta Ciud. de Orihª.

Conjunto heráldico realizado en piedra jabalina en 1607. Procede de la fachada Norte del antiguo Pósito situado en la Plaza Nueva. Posteriormente ayuntamiento. Y cuando este fue derribado se trasladó al Palacio de Arneva. En el centro el escudo de Aragón, Nápoles y Sicilia; flanqueado por dos orioles. Fotografía Francisco Luis Galiano Moreno.

Al lado derecho se ve la Justicia en forma de una generosa doncella de hermosa pintura con una espada desnuda y un rotulo latín q. dice: IVSTITIA. Al izquierdo esta en la misma forma la Razon, con una Balanza o peso, y la presente inscripcion Latina: RATIO.

Baxo de todo lo expuesto, y sobre la puerta se halla una piedra negra cuadrada, que en su centro con bellas letras de oro se lee la presente Inscripcion Castellana, q. fielmte. copiada dice asi: Real Obra del Posito de Granos De esta Ciudad de Orihuela, q. se debe Al piadoso zelo del Ilustre Señor Marques del Campo del Villar Superintendente General de los Positos de España; A Direccion e Instancia del Doctor Dn. Josef Vicente Alcayde, su Alcalde Mayor. Año De M. DCC. LVII…  

No voy a extendermer más con el tema. Pinchando sobre la siguiente imágen podéis descargar un completo artículo publicado por mi buena amiga Sara Gómez Duréndez con el título «Arquitectura civil en Orihuela en el siglo XVIII: El pósito y el contraste». A él pertenecen los dos dibujos de Mario Gómez.

Enlace al artículo de Sara Gómez. Pósito y Contraste de Orihuela en su entorno. Orihuela. 1755. Dibujo de Mario Gómez.

Plaza Nueva 2. La Casa Consistorial.

El ayuntamiento un 17 de julio de principios del siglo XX. Celebrando las fiestas de la Reconquista. Colección Javier Sánchez Portas.

A mediados del siglo XIX el añejo edificio de la Plaza Nueva cambió su función para albergar, nada menos, que la Casa Consistorial.

El 15 de octubre de 1834 una tremenda riada se llevó el Puente de Poniente. Tres días después la primitiva Casa Consistorial, desprovista de apoyo, corrió su misma suerte.

Esto ya lo conté en una entrega anterior a la que podéis acceder pinchando sobre la siguiente imagen.

La antigua Sala del Consell o Casa Consistorial en el Puente de Poniente. Dibujo de Pepe Sarabia. Enlace a artículo.

Todo lo que quedó en pie hubo de ser demolido y se confeccionó un «Expediente sobre reparación o reedificación de la Casa antigua Consistorial de esta ciudad».

Pero la obra fue desechada por falta de capital para sufragarla y tuvieron que improvisar.

Casa Consistorial de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

Las circunstancias del traslado del ayuntamiento a la Plaza Nueva quedaron detalladas en las Memorias de Orihuela del Canónigo Juan Alfonso de Alburquerque (1829-1854), de las que he extraído algunos párrafos.

… Se arruinó la antigua casa consistorial de esta Ciudad el día 18 de octubre de 1834. Desde entonces tuvo alquilada alguna casa particular el Ayuntamiento para su sesión. Oficinas y demás.

Pero después de varias proyectó para construir una propia al efecto. Determinó hacerla tomando la mayor parte del espacioso Pósito de granos, situado en un ángulo de la Plaza Nueva.

Se ejecutó el plan bajo la dirección de D. Alberto Herreros, arquitecto establecido en esta Ciudad, aunque no con toda la extensión que él lo delineó, por falta de caudales.

La riada antes citada afectó también al Palacio Episcopal. Con el obispo expatriado derribaron un tercio del edificio, la parte que daba al río.

Y sus maderas, ventanas, balcones, pavimento y cantería se utilizaron en la reforma y adaptación del pósito. También se reutilizaron las gradas de los presbiterios de la Trinidad y del Carmen. Y la puerta del antiguo ayuntamiento.

El Ayuntamiento a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Resultó un edificio de unos 300 metros cuadrados que, aprovechando el cumpleaños de la reina Isabel, se inauguró con pomposa ceremonia.

Concluida la nueva Casa Consistorial, determinó el Ayuntamiento hacer a ella su traslación solemne el día 10 del mes de octubre de este año 1843, en celebridad de ser el cumpleaños de nuestra Augusta Reina Dª Isabel II…

El Ayuntamiento en los años treinta del siglo XX.

En 1967 el añejo edificio fue declarado en ruina y las dependencias municipales se trasladaron al palacio del Marqués de Arneva.

Tras una cesión de ida y vuelta al Estado, el edificio fue permutado por el palacio de Ruvalcaba, entonces propiedad de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante.

En un principio había quedado en manos del Ministerio de Cultura para ser rehabilitado. Pero al no ejecutarse el proyecto, el inmueble volvió a manos del Ayuntamiento oriolano en el verano de 1976.

Permaneció un tiempo cerrado y abandonado; con valiosos documentos en su interior que fueron milagrosamente recuperados y hoy forman parte del Archivo Municipal.

En 1981 fue desmontado y demolido.

Casa Consistorial en los años cuarenta. Archivo Celia Senén. Y a principios de los ochenta, preparando el criminal derribo del edificio. Archivo Carmelo Illescas.

Desde 1901 el edificio contaba con un reloj municipal adquirido por 2.300 pesetas, aparato que despojó de dicho título al reloj de Santa Justa.

El Oriol 8 de septiembre 1900: En la última y extraordinaria sesión celebrada por nuestro Ayuntamiento, el sábado 1° de los corrientes, se acordó la adquisición de un reloj de torre, para colocarlo en la Casa Consistorial.

Reloj Municipal a principios del siglo XX. Detalle de una fotografía de la Colección Javier Sánchez Portas.

El oriol. 15 de marzo 1901: El pasado martes se comenzaron en la casa ayuntamiento los trabajos para la colocación del reloj. Ahora resulta que el tan esperado cronómetro municipal no es de veinticuatro horas como exige la hora oficial y el progreso de los tiempos, sino de doce horas, como los antiguos relojes del siglo XIX.

Dicho reloj funcionó hasta el año 1978 y se recuperó en 1999 para ser de nuevo abandonado.

Plaza de la Centuria Romana. Fotografías de Francisco Luis Galiano y Gaspar Poveda.

Lo que queda de él, restaurado en 2014, permanece en la plaza de la Centuria Romana.

Plaza Nueva 3. Siglos XVII-XVIII.

Plaza de la Constitución y Casas Consistoriales a principios del siglo XX. Colección Jesús R. Tejuelo.

Como ya he citado en el punto anterior, la construcción del Pósito a principios del siglo XVII y el posterior derribo de las casas situadas frente a él impulsaron la creación de la Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva.

Para conseguir el terreno y la ventilación necesaria fueron demoliendo casas y acortando la calle María de Pau (actualmente San Isidro) que, desde la Plazuela de San Agustín, atravesaba el arrabal hasta la calle del Molino.

Este proceso de derribos terminó en 1630. Antes de finalizar la centuria, la Plaza Nueva había desplazado a la Mayor y a la del Puente.

En el nuevo espacio se celebraban los alardes, las fiestas, las corridas de toros, etc.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Montesinos le dedicó algunos párrafos en el primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela».

Plazas Principales de Orihuela. 1. La Plaza nueva, situada en el Arrabal de Sn. Agustín; es grande, hermosa, magnífica y aseada, con primorosas casas, muchos Balcones de hierro y miradores; en ella se hacen los Toros de muerte, Reales y corridos; la Feria; y el Mercado en los Meses de Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre y Octubre.

En ella se practica la Real Jura y Proclamación de Nros. Soberanos Augustos Monarcas de España; se hacen los Sorteos de Quintas; las funebres Catastrofes de Tablada y Patibulo para los q. mueren ahorcados, degollados o con garrote; y finalmte. qualquiera otro acto propio de la Policia.

En ella se hace el diario comercio de Maderas, Cal, Yeso, Carbon y Carrizos, de q. se abastece la Ciudad.

Plaza Nueva 4. Siglo XIX.

El antiguo edificio del Pósito adaptado como Casa Consistorial. Principios del siglo XX.

Durante el siglo XIX acogió todo tipo de actos públicos. Estos párrafos forman parte de un arrendamiento de corridas de toros en el primer tercio de dicha centuria, cuando la llamaban Plaza Real y seguía conservando el edificio del Pósito y el Contraste.

La plaza se construirá en la denominada Real por sitio más acomodado y equitativo, siendo obligación del arrendador quitar los asientos que hay en ella depositándolos donde se le designe, y terraplenar el sitio con toda perfección, cerrar con madera las puertas o boquetes de las calles para abocar a la misma….

Sobre la puerta del contraste formará un tablado muy capaz vestido y adornado por el arrendador para la colocación del Ilustre Ayuntamiento y sus dependientes, y desde este hasta la esquina del Pósito construirá palcos más pequeños.

Asiento habitual de la feria de agosto, en 1886 el Consistorio decidió experimentar trasladándola a la flamante glorieta y adelantándola al mes de julio.

El nuevo emplazamiento, de nuevo en agosto, se mantuvo durante los años 1887 y 1888.

En 1889, por deseo de los feriantes, el «real de la feria» volvió a la Plaza Nueva y así se mantuvo cuatro décadas más a pesar de la prensa local que, periódicamente, insistía en su traslado.

El Thader. 24 de julio 1895: Se nos asegura que la próxima feria se instalará en la Plaza de la Constitución, siguiendo la costumbre de nuestros antepasados. ¿Por qué no se hace el emplazamiento de las casetas en el trozo de carretera de la estación que linda con la glorieta? Aquello resultaría más elegante, más fresco, más poético y menos anticuado…

Durante el siglo XIX fue asiento también de circos, castillos de fuegos artificiales, teatros y todo tipo de espectáculos ambulantes.

El martes. 21 de mayo 1885: Los espectáculos a voluntad del público que vienen sucediéndose en la Plaza Nueva, donde una compañía de gimnastas nos recuerda los antiguos tiempos en que la dicha plaza era el lugar de las corridas de toros y de los muertos torneos…

El día. 23 de junio 1887: Se ha establecido en la Plaza Nueva un Tío Vivo con coches y caballitos que es el punto de reunión y solaz de los muchachos desde la puesta de sol hasta las 10 o las 11 de la noche.

El día. 25 de diciembre 1887: Hoy se inaugurará el magnífico museo de figuras de cera establecido en la Plaza Nueva. Según informes de personas que han visitado dicho museo durante su instalación, la colección de figuras es escogida y numerosa, contando con variados grupos que representan las escenas más notables de nuestras guerras contemporáneas, copias de algunos cuadros notables y un gabinete reservado para caballeros.

Las dos últimas décadas del XIX la plaza tuvo un ilustre inquilino. En un pedestal rodeado por una verja se homenajeó al filántropo José María Muñoz.

El Diario de Orihuela. Del 2 al 28 de julio 1886: Vista la instancia dirigida a este ministerio con fecha 26 de Mayo, por una comisión creada al efecto se ha puesto a disposición de la municipalidad de Orihuela una estatua de bronce para perpetuar la memoria del Excmo. Sr. D. José María Muñoz, que tanto contribuyó con su donativo a aliviar la situación de los perjudicados en la inundación del 15 de octubre de 1879.

Recibida en la Alcaldía la Real Orden autorizando al Ayuntamiento para colocar en la Plaza de la Constitución la estatua del Excmo. Sr. Muñoz. La comisión, ha acordado sacar a pública subasta el 29 de los ctes. de 10 a 10 y media de la mañana, las obras de cantería que han de formar el pedestal sobre que descanse la estatua de dicho señor, con arreglo al pliego de condiciones expuesto en la Alcaldía. Será por pliegos cerrados bajo el tipo de 1.150 ptas.

La Junta que tiene a su cargo la ejecución de las obras para la colocación en la Plaza Nueva de la estatua del Excmo. Sr. D. José María Muñoz, publicará en unos días el pliego de condiciones para dichas obras (…) Tan pronto como empiecen las obras de colocación de la estatua de Muñoz, se trasladará la farola que hoy existe en la plaza de la Constitución a la Plaza de Monserrate…

No voy a extenderme más con este asunto que ya traté en su biografía. Para más información, pinchad sobre la siguiente imagen.

José María Muñoz. 1879. «La Ilustración española y americana». Enlace a su biografía.

La inauguración de la estatua de Muñoz obligó a adecentar un poco la Plaza: acarreo de escombros, grava prensada, bancos de Piedra, nuevos jardincillos…

Tambien se trató, con escaso éxito, de reubicar los carros de transporte público.

El diario de Orihuela. 7 de marzo 1887: Por la Alcaldía se ha dispuesto que los carritos de trasporte que antes se estacionaban en la plaza de la Constitución lo hagan en lo sucesivo en la plaza del Carmen.

Plaza de la Constitución. Postal coloreada. © Colección Jesús R. Tejuelo.

El día. 22 enero 1888: Siempre ha sido costumbre que los carruajes de menor cuantía dedicados exclusivamente para verificar transportes se situaran en la Plaza Nueva, punto céntrico de la población con anchura suficiente para no molestar el tránsito de los demás carruajes.

En las postrimerías del siglo XIX arreciaron las quejas por el mal estado de la plaza y por los costosos e inútiles parches que el ayuntamiento improvisaba.

Periódicamente se convertía en «lodazal indecente», «barrizal inmundo» o «laguna solo apta para barcas».

El independiente. 29 de marzo 1892: Las calles de nuestra ciudad, han vuelto a ponerse intransitables con la lluvia de ayer. La plaza de la Constitución a la que se han echado hace pocos días unos cuantos capazos de graba en los baches, única operación a la que hoy se reduce el arreglo de nuestras calles, está en estado deplorable.

«El pueblo». 28 de noviembre 1892. Aspecto de la plaza Nueva después de haber llovido.

El pueblo. 28 de noviembre 1892: INSTANTANEAS. Nuestras calles. Aspecto de la plaza Nueva después de haber llovido. Esto quiere decir que urge derribar casas para tener ruina que echar en dicha plaza y así poder levantar el piso de la misma hasta que no se le vea a D. José Mª Muñoz sino sus figurados…. pel…. cabellos.

La Margarita. 20 julio 1893: ¿Por qué en esta pobre ciudad, cuando se emprende cualquier reforma no se ven sus ventajas y perjuicios a fin de no deshacer hoy lo que ayer se hizo? ¿Por qué no miran nuestras autoridades que el dinero municipal no debe de gastarse inútilmente?

Nos referimos a la Plaza Nueva, en la que hace poco tiempo se elevó el piso de parte de ella, para ahora (según parece) quitarlo, para dejarlo en el mismo estado que estaba antes. Y el dinero que costó para hacer el lomo y el gastado para después quitarlo, se ha tirado en balde. No tejerían y destejerían tanto nuestros alcaldes si de su bolsillo salieran los tejidos.

El Thader. 1 de octubre 1895: ¡Orihuela puerto de mar! pensé mirando momentos después del diluvio el comienzo de la Plaza Nueva y fin de la calle de San Pascual. Se podía instalar un balneario si no para ahora, para el año próximo. Los aficionados a la natación estarían de enhorabuena; para nadar se necesita agua; y allí, no se hace pie.

Plaza de la Constitución. Semana Santa 1902. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza Nueva 5. Pimer cuarto del siglo XX.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

En el otoño de 1900 el Ayuntamiento cambió al señor Muñoz por una fuente pública que fue bendecida, en enero del año siguiente, por un canónigo en representación del obispo.

El ilustre filántropo fue trasladado a la Plaza de Monserrate.

José María Muñoz en la Plaza de Monserrate.

Además de circos, tómbolas, verbenas, misas de campaña, museos de cera, casas de fieras, castillos pirotécnicos y globos aerostáticos, como novedad, en los primeros años del siglo XX se instalaron pabellones temporales para la exhibición del cinematógrafo con gran éxito de público.

La voz de la comarca. 29 de octubre 1902: El cinematógrafo instalado en la plaza de la Constitución se ve todas las noches concurridísimo contando a llenos por secciones. Este lleva cuadros verdaderamente notables y que causan la admiración del público, pudiendo citar entre ellos Erupción de Monte-pelado, Llegada de un tren a París, El templo de la magia, La cenicienta, Barba azul y otros que irán estrenándose.

Unión republicana. 12 de noviembre 1903: El cinematógrafo instalado en la Plaza Nueva es como pocos se han visto en Orihuela. La variación de cuadros, así como la falta de oscilaciones que en nada molestan la vista, hacen pasar un rato delicioso. Anoche y anteanoche se vio en extremo concurrido.

La Comarca. 14 de noviembre 1903: Cada noche es más numeroso el público que asiste a las ficciones del Cinematógrafo que los hermanos Carreño, de Cartagena, han instalado en la Plaza de la Constitución. La concurrencia sale todas las noches del salón satisfecha de este bonito espectáculo de gran entretenimiento y buen gusto. Los hermanos Carreño están presentando hermosas películas de última novedad y de gran sensación.

Tengo constancia de diversos barracones como el de la fotografía siguiente, instalados concretamente entre los años 1902 y 1906.

Cinematógrafo instalado en la Plaza de la Constitución.

Posteriormente organizaron, sobre todo durante la feria, sesiones veraniegas de cinematógrafo al aire libre.

Pero la plaza se seguía inundándose cada dos por tres arrasando cualquier intento de mejorarla.

La comarca. 22 de enero 1903: Con motivo de las actuales lluvias se han quedado las calles de nuestra población en un estado imposible de transitar por ellas. Suponemos que nuestro ayuntamiento no celebrará ya sesiones hasta el verano.

Y decimos esto porque, a la casa del pueblo, se hace imposible el acceso, como no sea con barcas; tal es el estado de la plaza de la Constitución. Y si naufragase una lancha y sucediera una desgracia a alguno de nuestros ediles ¡qué pérdida para la patria! …

El conquistador. 23 de diciembre 1916: Después de la inundación del 30 del pasado noviembre en las calles se ha apartado el fango; sin duda para que se solidifique y se pulverice. A esto tan antihigiénico hay que añadir también algo antiestético: y ese algo es la Plaza de la Constitución.

En esa Plaza — y nada nuevo decimos porque todos lo sabemos — al bajar el agua, se apartó el fango hacia el frente comprendido entre las Calles de Santa Cecilia y San Isidro, al paso que se rellenó de grava el frente del Ayuntamiento y una faja hasta la desembocadura de la Calle de S. Pascual, resultando de ello intransitables los demás tramos de la Plaza, que gozan gracias al Sr. Alcalde, de un palmo de fango…

Fracasado el intento de llevarla de nuevo a la Glorieta y los andenes en 1907, durante las dos primeras décadas del siglo XX las casetas y atracciones de la feria de agosto se siguieron instalando en la Plaza Nueva.

La Huerta. 31 de julio 1907: La feria se instalará, como otros años en la plaza Nueva. Así lo han solicitado los feriantes, de nuestra Excelentísima Corporación municipal. Esta ha concedido enseguida lo que pedían aquellos sin detenerse en nimiedades ni aferrarse en una opinión.

Ha hecho bien. Cuando esos mismos comerciantes que muchos años han venido concurriendo con sus géneros a nuestra feria piden que las casetas se pongan en la plaza Nueva, tienen sus razones. El paseo de la Glorieta y el paseo de la estación son sitios muy húmedos y se distancian algún tanto del Centro de la ciudad.

Precisamente en ese año 1907 abrió sus puertas toda una institución oriolana: el Café Colón.

La Huerta, Número 98 – 1907 agosto 2: CAFÉ COLÓN Nuestro estimado amigo el popular Juan Rogel abrió anoche un nuevo y espacioso centro de recreo en la plaza de la Constitución número 15, con el título de Café Colón. El salón-café que, como hemos dicho, es muy amplio y excelentemente ventilado luce una decoración a  la «dernier» en la que no se han escatimado ni los sacrificios ni los gastos.

Para más información pinchad sobre la imagen.

Juan Rogel Botá en el Café Colón. Colección José María Piñeiro. Enlace a Biografía.

La vega. 20 de agosto 1916: Cosas de la feria. En la Plaza Nueva, unos focos de luz potente arrojan su claridad sobre la adornada plaza de la Constitución en donde una chillería ensordecedora de pitos, bocinas, organillos y reclamos de los vendedores, que anuncian sus mercancías como únicas por lo buenas, bonitas y baratas, atruenan nuestros oídos…

Plaza de la Constitución. Semana Santa 1902. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza Nueva 6. El jardín elevado.

El aspecto actual de la Plaza Nueva con su elevado jardín modernista es fruto de las obras emprendidas por el prolífico alcalde Francisco Díe Losada; el famoso «Paco Díe».

Francisco Díe Losada. Enlace a su biografía.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera la Plaza Nueva sufrió dos remodelaciones. La primera, en 1925, no sé si tuvo que ver con las inundaciones sufridas en 1924.

Así quedó registrada en el semanario «El Pueblo», revisado por la censura militar.

El pueblo. 23 de febrero 1925: Tenemos entendido que en la Plaza Nueva se colocará en breve una fuente fantástica que hermoseará notablemente dicha gran vía. Dicen que se construye de piedra blanca de las canteras de Hurchillo, material de gran duración y de gran efecto. Nuestra cordial felicitación a los dichosos vecinos de la referida plaza.

El pueblo. 2 de marzo 1925: ¿Qué es eso que están haciendo en la Plaza Nueva; Pepe? —Pues una fuente fantástica.  ¿Y para qué sirve eso? —Eso sirve de adorne, que en Orihuela no hay ninguna y en todas partes las hay, muy artísticas y muy bonitas…

Plaza de la Constitución en 1925/26. Recién remodelada con la nueva fuente. Colección Javier Sánchez Portas.

En la Sesión del Pleno del Ayuntamiento celebrada el 11 de mayo de 1926, dentro del plan de mejoras generales, se aprobó una partida de 5.072 pesetas para la instalación de un jardín con obras de fábrica y adorno en la Plaza de la Constitución.

La segunda y definitiva remodelación, a prueba de inundaciones, comenzó a finales de 1927.

Las obras de embellecimiento de la Plaza Nueva, a cargo de la Comisión de Paseos y Arbolados Jardines, continuaron a buen paso durante el primer trimestre de 1928.

Tras una pausa por las fiestas de Semana Santa, la prensa nos ofreció una pequeña descripción del proyecto.

Actualidad 12 de abril 1928: Pasadas las fiestas de estos días han vuelto a trabajarse, con mayor ahínco si cabe, en la plausible reforma que se está llevando a cabo en la Plaza de la Constitución.

No solamente por embellecimiento de la Ciudad sino para prevenir punto tan céntrico contra las inundaciones inevitables; es esta una mejora aplaudida sin reservas.

Levantado en más de un metro el suelo, circundan la fuente jardines de moderna traza que se verán hermoseados con la terminación de los artísticos vanos ya emplazados, de factura igual a los existentes en el Parque de María Luisa y Viveros de Sevilla y Valencia.

Parece que no tenían un proyecto cerrado y le fueron añadiendo elementos durante los dos años que duraron las obras.

Por ejempo, cambiaron los bancos de piedra por otros de azulejo; y la fuente de las ranas, que habían instalado hacía tres años, fue trasladada a la Glorieta.

Actualidad. 12 de abril 1928: Que en la plaza de la constitución no pueden dormir los vecinos… …Que esto es debido al cantar de las ranas… …Que este canto es mucho más intenso durante la noche… porque como sale la luna… : …Que debían desaparecer las ranas… …Que el mejor remedio sería que desapareciese también la fuente por dos razones: porque muerto el perro se acabó la rana… y porque es de muy mal gusto… …Que dentro del carácter humorista de esta sección este «se dice» va en serio…

En su lugar colocaron la espectacular farola central que al día de hoy se mantiene.

El pueblo. 23 de abril 1928: Nos han dicho que la fuente de la plaza de la Constitución se va a trasladar al jardín de la Glorieta y que en lugar de aquella se colocarán unos faroles artísticos, a cuya base se adosará un banco circular, amplio y artístico.

Todo el conjunto estaba inspirado en el modernismo catalán, corriente artística que expandió su influencia a principios del siglo XX.

La flamante Plaza Nueva al iniciarse la Segunda República. Colección Esteban Sanmartín.

Desde su muerte, acaecida en 1919, se habló de un monumento en honor a Agrasot en la Plaza Nueva.

Actualidad. 3 de mayo de 1928: Con lentitud que denota meticulosidad administrativa, vemos ir adelantando las obras del jardín de la plaza de la Constitución.

Estas obras atraviesan hoy por el envidiable período de su existencia, en que, siendo ya una realidad bellamente innegable, son susceptibles todavía de reformas en su planta y de modificaciones en su futura perspectiva, es decir, que estando ya en ejecución las bases de su proyecto admite en la determinación de sus detalles cuantas iniciativas sean dignas de llevarse a cabo.

Se nos ocurre lanzar una idea, ha tiempo concebida que, si es acogida con la solicitud que su naturaleza merece, coadyuvará eficazmente a hermosear el resto de la obra y dará un rotundo mentís a la creencia, bastante extendida por desgracia, de que Orihuela carece de sensibilidad artística y aun patriótica……

Nuestro excelso Agrasot, que con su pincel mágico supo elevar a gran altura el arte español en general, supo también aumentar la sonoridad que artísticamente pudiera tener el nombre de Orihuela…

… Esos jardines, hoy en la primera etapa de su génesis, son a nuestro juicio el lugar más adecuado para servir de escenario a ese acto de desagravio a la memoria del gran maestro y de reivindicación de nuestra sensibilidad colectiva…

Pero Joaquín Agrasot tuvo que esperar casi un siglo. En marzo de 2019 quedó inaugurado un busto dedicado al ilustre pintor oriolano en la Plaza Nueva de Orihuela.

Agrasot en la Plaza Nueva de Orihuela. Fotografía JM Dayas. Enlace al último capítulo de su biografía.

El pueblo. 23 de julio 1928: Se encuentran bastante adelantadas las obras del jardín de la Plaza de la Constitución, siendo de la admiración de todos los elegantes bancos de azulejos y otros detalles que han de adornar dicho jardín mereciendo por ello nuestra primera autoridad a una vez más, nuestro sincero aplauso.

En 1929 la plaza estaba completamente urbanizada y ajardinada.

En junio, el semanario «Actualidad» publicó un poema del jovencísimo panadero de la calle Arriba, Carlos Fenoll Felices. Se titulaba «Canto al nuevo jardín oriolano».

Jardín bello y fragante, lleno de luz y poesía, tu aroma penetrante ilumina, a cada instante, las musas del alma mía. Sentado tranquilamente en un banco de azulejos, oigo cantar en tu fuente al agua, que dulcemente eleva al cielo sus dejos. De mil colores vestido como el árabe galante; y de amores mil, surtido estas tú, gracioso nido de la dama y el amante….

Como perlas y diamantes tus flores brillan graciosas; y en la tarde agonizante siéntense a muy distante sus fragancias olorosas. La tarde, lenta agoniza… Crepúsculo, calma, flores… el perfume de la brisa atrae a bella y castiza gente: Juventud, amores… ¡Bello jardín oriolano lleno de luz y poesía, tu estilo tan sevillano hácete más soberano ¡en la santa tierra mía! C. FENOLL. Orihuela, 3-IV-29.

La Plaza Nueva durante la Segunda República.

En mayo de 1929 el mercado de los martes volvió a la Plaza Nueva y calles adyacentes.

Renacer. 28 de noviembre 1929: Aunque a «paso de tortuga» cierto es que el jardincito de la Plaza de la Constitución está casi terminado hasta en sus detalles. Admirando sus bellezas días pasados recordamos la mansión de los muertos, porque en verdad hay allí unos barómetros o termómetros con sus columnas y pilares que asustarían de noche al Tenorio de Zorrilla. Pero cada artista «tié» sus gustos y cada ciudadano los propios.

Bancos de la Plaza Nueva en 1929. Colección JM Dayas. Y farola en el siglo XXI. Victor Sarabia.

Como nota curiosa los elementos situados frente a la farola fueron calificados por la prensa como «observatorio meteorológico».

Actualidad. 19 de diciembre 1929: Máxima y Mínima. Indudablemente ha sido un gran acierto la instalación, en el jardín de la plaza de la Constitución, de la formidable batería de aparatos registradores del tiempo y sus incidencias con que se ha dotado a la más céntrica y más engalanada de nuestras plazas.

La temperatura, la presión barométrica, etc. quedan de este modo patentizadas y expuestas a la pública curiosidad… Nos parece de perlas nuestro flamante, rudimentario y público «observatorio meteorológico»…

La Plaza Nueva en el siglo XXI. Manuel Francisco Rodríguez.

La Plaza Nueva 7. Rotulación.

Padrón de Sal y Muro 1629. Archivo Municipal de Orihuela.

En el asunto de la rotulación Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela» sólo aporta tres nombres.

La plaza de la Constitución, en un corto tiempo de la República Federal y ordinariamente llamada Nueva.

Pero tuvo algunos más: durante el siglo XVII esta plaza fue citada como Plaça del Raval, Nova del Mercat o del Pósito, quedando asentado el topónimo Placa Nova.

Padrones de Sal y Muro y de Vecinos. 1636-1660. Archivo Municipal de Orihuela.
Padrones de Sal y Muro y de Vecinos. 1636-1660. Archivo Municipal de Orihuela.

En los repartos del siglo XVIII, ya en castellano, figura siempre como Plaza/Plasa Nueva/Nueba.

Repartos del Real Equivalente de 1714 y 1719. Archivo Municipal de Orihuela.

A partir del siglo XIX sus nombres quedaron supeditados a los cambios políticos y los ha compartido con otras muchas plazas mayores de España.

Plaza Real en los repartos de 1824 y 1829; Plaza de Isabel II Constitucional en el de 1837; Plaza de la Constitución entre 1842 y 1873 y Plaza de la República Federal en 1873.

De nuevo Plaza de la Constitución en referencia a la promulgada el 30 de junio de 1876, al iniciarse el reinado de Alfonso XII y la «restauración borbónica». Este nombre se mantuvo desde 1876 hasta 1931.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza de la República de 1931 a 1939.

La Plaza de la República. Colección Javier Sánchez Portas.
La Plaza de la República en 1931.

Plaza de España en 1939. Y Plaza del Generalísimo Franco desde 1940 hasta la llegada de la Democracia en que quedó fijado el de Plaza Nueva.

Plaza del Generalísimo. Ediciones Artísticas. 11 de julio de 1955. © Colección Jesús R. Tejuelo.
Plaza del Generalísimo. Postal fotográfica. © Colección Jesús R. Tejuelo.

Plaza Nueva 8. Epílogo.

A pesar de tanto nombre, los oriolanos a través del tiempo la han seguido llamando Plaza Nueva; y así ha quedado rotulada definitivamente.

Los tradicionalistas oriolanos, contrarios a la Constitución, reflejaron este hecho en algunos artículos publicados a finales del XIX. Sirvan como final a este capítulo.

La Margarita. Semanario tradicionalista. 17 de agosto 1893: … La Plaza de la Constitución sin embargo de la grande lápida negra en que se lee su nombre, casi ningún oriolano lo usa; todos la entienden por Plaza Nueva, y con extrañeza se la apellida de la Constitución.

El cambio del indicado nombre no se ha podido infiltrar en el pueblo de Orihuela sin embargo de contar ya diez y siete años…

Pero aun cuando tal lápida existe, en la citada plaza y tal nombre se dé en el plano y padrón oficial, para el pueblo de Orihuela la plaza de la Constitución siempre ha sido, es y será la Plaza Nueva.

Plaza del Generalísimo. Postal fotográfica. © Colección Jesús R. Tejuelo.

La Margarita. Semanario tradicionalista. 24 de agosto 1893: Dice El Independiente: «La Margarita poco menos que propone en su número anterior variar el nombre de la plaza de la Constitución…

Vamos a ver, como dijimos en el número anterior, casi nadie en Orihuela apellida a dicha plaza, de la Constitución; todo el mundo la llama Plaza Nueva. Luego desde el momento que queremos lo que el pueblo quiere, pedimos lo que él pide.

Plaza del Generalísimo. Ediciones Arribas. Zaragoza. 18 de septiembre de 1960. Colección Jesús R. Tejuelo.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).