
Victoriano Ordónez y el Marquesado de Arneva.

Frente a la «Puerta de las Gradas», siguiendo nuestro paseo, encontramos la que fue residencia del Marquesado de Arneva; en la actualidad sede del Ayuntamiento de Orihuela.
Este hermoso edificio, construido por Victoriano Ordóñez de Villaquirant, es uno de los más espectaculares y destacados palacios barrocos de la ciudad; todo un ejemplo de mansión nobiliaria del siglo XVIII.
La parte baja de la fachada está íntegramente realizada en piedra, mientras que las superiores presentan un enlucido que imita sillares; el cual, junto a la decoración que rodea las ventanas, se debe sin duda a una remodelación hecha en el siglo XIX, pues normalmente las fachadas eran casi totalmente lisas. Sin embargo los balcones de hierro forjado son originales del «siglo de las luces».
La entrada principal al edificio se realiza a través de una portada adintelada de gran tamaño para permitir el acceso de carruajes; en ella destacan las puertas de madera, decoradas con magníficos clavos, llamadores y cerraduras de bronce dorado que podemos ver en otros palacios.
Para adaptar el antiguo edificio a su nuevo uso lo remodelaron profundamente perdiendo su primitiva distribución interior.

Una cosa que llama poderosamente la atención es el enorme y barroquísimo escudo del marquesado. La parte inferior de la esquina donde está esculpido adopta forma de chaflán, con un ave rapaz tallada por la que el vulgo la ha bautizado como «la esquina del pavo».
De la esquina seguiremos hablando más adelante. Vamos a conocer al tipo que consiguió el Marquesado y construyó este palacio.
I. Victoriano Ignacio Ordóñez de Villaquirant y Juan.
El primer marqués de Arneva es un personaje muy interesante al que llevo rastreando muchos años. Su vida bien se podría titular «historia de una ambición».

Victoriano Joseph Miguel Pedro Guillem Vicente Ordóñez de Villaquirant y Juan era el sexto hijo y primer varón del matrimonio formado por Victoriano Ordóñez de Villaquirant y Rocafull y Valeriana Juan Gutiérrez.
Nacido y bautizado en 1703, le habían precedido cinco hermanas: Theresa (1693), Ángela (1695), Michaela (1697), Gerónima (1698) y Beatriz (1701).
Su padre pertenecía a la pequeña nobleza local y en 1700 era el Jurat en Cap del Estament Real del Consell oriolano. En 1717, una vez dotadas sus hermanas con los bienes heredados de sus suegros, en atención al mucho amor y voluntad que tenía por su hijo Victoriano este fue mejorado para que formase mayorazgo con el grueso de sus propiedades.


Su fortuna aumentó considerablemente cinco años después, cuando su tío Joseph Ordóñez de Villaquirant, canónigo Sachriste de la Santa Iglesia Catedral de Orihuela, apartó un poco de dinero para una sobrina, para el cochero, para dos criadas, y le nombró también heredero universal.
Así, además de rico, en 1725 Victoriano era subdiácono y ostentaba el mismo cargo que su tío: Canónigo Sachriste de la Catedral de Orihuela, figurando después como tesorero del Cabildo.

Por estos años comenzó a formar la heredad que daría nombre al marquesado. Compró sesenta tahullas que lindaban con la heredad de Arneva, propiedad de Doña Isabel Ruiz. Dos años después adquirió otras ciento veinticinco tahullas, también linderas.


En 1728 era ya propietario de gran parte de la heredad de doña Isabel, cuyos bienes estaban ejecutados por la Real Justicia; y para rematar la operación, compró al presbítero Agustín Llor, la casa y la almazara.
Luego siguió comprando más y más tierra que ponía en producción, permitiéndole construir el célebre Jardín de Arneva, destacado por Carlos Beramendi en su obra Viage por el Reyno de Valencia.

No lejos de Orihuela, hay un Jardín mui capaz proprio del Marqués de Arneva, dispuesto con mucha gracia y adornado con varias Estatuas de mármol.

Tenemos también la descripción de Joseph Montesinos:
Distante una media legua de la ciudad, camino de Hurchillo, con decente casa, frutales, flores, cenador, andadores, laberinto, plazuelas, calles de matas y varias estatuas de piedra blanca sobre medianas columnas, representativas de muchos personajes de la antigüedad y Reyes de España, que todo forma una vista deleitosa y es el embeleso de los extranjeros.
Desgraciadamente, de aquel «embeleso» sólo quedan ruinas; restos de columnas, de bancos, de pedestales y de un escudo roto con los apellidos Ordóñez y Juan bajo la corona de marqués.

Una de las razones por las que me interesaba este jardín era el hecho de que mi bisabuelo Vicente «el Jacarillero» fue administrador del marqués y vivió en esa casa.
Mi abuela y sus hermanas recordaban un curioso elemento de estos jardines, llamado «escuchador», donde jugaban de niñas. Era un banco protegido por una bóveda diseñada de tal forma que el marqués, sentado allí, podía escuchar las conversaciones de los sirvientes en la casa.
Consolidada la heredad de Arneva se puso manos a la obra con la calle de Santiago, donde estaba la casa de la herencia de su padre, concretamente la última de la manzana que separaba la calle de la plazuela del Carmen.

Victoriano fue comprando las linderas hasta hacerse con todas las casas desde la puerta de Santa Justa hasta el comienzo de la calle del Hospital. El aspecto de esta zona era muy diferente al actual.

En 1738 ya estaba construyendo su mansión y el Ayuntamiento le concedió el callejón que Ojeda llama de Eusebio para incorporarlo a sus propiedades.
Mientras tanto, sostenía un farragoso pleito (880 hojas nada menos) con sus cuñados y sobrinos por la herencia familiar. De un lado con los hijos de su fallecida hermana Ángela representados por su cuñado Diego de Alburquerque; y de otro con la también menor Petronila Alvarado y Mesa, heredera a través de la familia Rocafull y representada por sus tíos Juan Alvarado y Alonso de Mesa.
Recibió sentencia desfavorable en 1739, pero eso no le amedrentó. «Antes de emprender recurso, no queriendo guardar el tesón litigador en defensa de sus derechos con familiares tan próximos», ofreció algo más de 2.500 libras a su cuñado; quien harto de pleitear, aceptó el trato renunciando a su mitad en enero de 1741.
Al sentirse solos contra Victoriano, los Alvarado aceptaron igualmente la enajenación, firmando la concordia en octubre del mismo año. Pero su voracidad era insaciable. En 1751 se vio envuelto en otro pleito con una sobrina de Severino Ordoñez de Villaquirant, el hijo de otro hermano de su padre, vecino de Elche.
A pesar de que su primo, sin hijos, le había nombrado heredero en 1739, su viuda había hecho nuevos testamentos en los que apartó para su sobrina, con la que convivía, una heredad en Elche con casa e hilo de agua. Y para su criada el derecho a vivir en los bajos de la casa y doscientas libras.

Pero en testamento fechado en 1747, cuando estaba ya muy enferma, apartó cien libras para la criada y una pensión de veinte libras anuales para la sobrina y el resto se lo dejó a don Victoriano.
La desheredada sobrina alegó grave enfermedad y adelantada edad de su tía, por lo que era fácil de engañar. La criada testificó que don Victoriano violentó y persuadió con amenazas a su ama en una visita a su casa de Orihuela, obligándola a nombrarle heredero universal. Que ella intentó disuadirla con gestos para que no firmase; pero que el canónigo amenazó con tirarla por el balcón y tuvo que abandonar la casa dejándolos solos.

Don Victoriano aportó solventes testigos que afirmaron que la señora organizó la visita para poder redactar su testamento definitivo; ya que en Elche, sus domésticos y familiares la violentaban para obtener sus bienes.
El testimonio de la sobrina y menos aún el de la criada, partes interesadas en la herencia, no se tuvieron en cuenta y así Victoriano reunió las propiedades de los tres hermanos Ordoñez de Villaquirant en 1750.
La culminación de su obra llegó tres años después. Fernando VI le concedió el marquesado de Arneva el 26 de mayo de 1753. Victoriano había llevado su apellido a la verdadera nobleza.

Por esas mismas fechas protagonizó otro suceso que pasó a los anales de Orihuela. En 1748 la imagen de la Virgen de Monserrate fue trasladada a la Catedral por la reconstrucción del templo.
Victoriano, que además de canónigo era presidente de la cofradía de Monserrate, se llevó la imagen del niño a su oratorio privado para que le ayudase a curar una enfermedad. Y falleció sin devolverla.
En 1764, un año antes de su muerte además de su casa principal, ya poseía toda la manzana comprendida entre la Calle de Santiago y la Plaza del Carmen y solicitó permiso para formar un arco que la comunicase con las casas contiguas, separadas únicamente por el callejón que ya le habían concedido años antes.


La Ciudad concedió el permiso; pero un vecino, el presbítero Juan José Cerdá, interpuso un recurso contra la construcción del pasadizo sobre el callejón alegando que la obra ocasionaba perjuicios para su vivienda, que estaba enfrente. Examinados los documentos se dictaminó que la obra podía proseguir; pero el presbítero recurrió la decisión ante la Real Audiencia.
El Ayuntamiento, valiéndose de las facultades que tenían concedidas para adecentar y hermosear el pueblo, mantuvo el permiso con ciertas condiciones; una de ellas era que las esquinas fuesen cortadas para dar mejor embocadura al callejón.

En una de esas esquinas achaflanadas del arco, bajo el enorme y barroco escudo del marquesado, está tallada un ave que el pueblo ha bautizado como «el pavo». Dicho escudo ostenta los apellidos Ordóñez, Juan, Rocafull y Alvarado.


En el Archivo del reino de Valencia se conserva el plano del arco en 1764, sin escudo y sin pavo. No sé si el autor simplificó el dibujo; o si «el pavo» llegó después, al desaparecer el arco.

Analizando el plano y el arco, podéis sacar vuestras propias conclusiones.

El primer marqués de Arneva falleció en Orihuela, el 31 de marzo de 1765; y aunque Montesinos afirme que fue sepultado en la iglesia de Santiago, el libro de entierros del archivo de dicha parroquia certifica que lo hicieron en el vaso funerario que poseía la Cofradía de San Pedro en la Catedral.

II. José Sannazar Ordóñez de Villaquirant.

El segundo titular fue sobrino de don Victoriano. Se llamaba José Sannazar Ordóñez de Villaquirant; nacido en Orihuela el 19 de febrero de 1726.
Era hijo de su hermana Teresa y de D. Jacinto Sannazar, teniente coronel de Dragones del Regimiento de Tarragona destinado en Milán; cuya herencia administró también don Victoriano mientras fueron menores.
Casó en 1748 con Mariana Pasqual de la Verónica y Pallás. Y en segundas nupcias, en 1758, con María Francisca Juan Ximénez de Urrea. Él tenía treinta y un años y ella catorce.
Su marquesado fue breve. Recibió el título por Real Carta dada en el Pardo, a 16 de mayo de 1769. Y poco más he localizado sobre él.
En 1773 alineó sus casas dando un pequeño ensanche a la calle de Santiago a costa de la placeta del Carmen. Falleció sin sucesión en Orihuela en 1874, a los 57 años. Dejando testamento otorgado ante el escribano José Ballesta, el 26 de febrero de ese mismo año.
III. Nicolás Pascual del Pobil y Sannazar.

Nicolás Ignacio Buenaventura Pascual del Povil y Sannazar, sobrino del segundo marqués, era el primogénito de su hermana Valeriana Sannazar; casada con Juan Pasqual del Povil, caballero de la Real Maestranza de Valencia y regidor perpetuo de Alicante.
Nicolás nació en Alicante el 19 de diciembre de 1757 y fue bautizado en Santa María. Caballero de la Orden de San Juan y Maestrante de Valencia, fue alférez en la Armada Real y participó en el bloqueo de Gibraltar durante la guerra contra los ingleses (1779-1783).
Heredó el título de marqués de Arneva el 1 de agosto de 1789, fecha en la que se expidió a su favor la Real carta de sucesión; tenía treinta y dos años.
Ya retirado de la Armada, en 1794 se encargó de organizar, adiestrar y comandar los tres batallones de voluntarios honrados de Orihuela. Cuatro años después, los voluntarios pasaron a las milicias provinciales y fue su coronel hasta la disolución; en septiembre de 1801.
Gentilhombre de Cámara del rey Carlos IV desde 1795, su brillante carrera se truncó durante la Guerra de Independencia.

Antes de continuar con su vida, vamos a hacer un paréntesis para ver qué pasó con «el niño Jesús», sustraído por don Victoriano, el primer marqués.
En la relación de bienes legados por el segundo, apareció consignada la imagen buscada y, sin perder tiempo, la cofradía de Monserrate emprendió un pleito para recuperarla.
El pleito lo ganaron fácilmente; lo difícil era el acceso a su oratorio privado, en el palacio. Y es que el tercer marqués se prodigaba poco por Orihuela.
Tampoco demostró mucho interés en cumplir lo dictaminado. Ya en 1796, persuadido por el obispo y por el capitán general de Valencia, don Nicolás accedió a devolver la imagen del niño.
Montesinos lo explica en el tomo 14 de su «Compendio Oriolano»; patinando, como siempre, con las fechas.
La Virgen Sma. de Monserrate, que dexó de tener el Niño Jesús en su mano, lo buelve a tener de nuevo, como brevemente se dice: Se ha dicho varias veces en esta obra, como María Sma. de Monserrate no tenía Niño Jesús en sus manos, sino en cada una de ellas una rosa; y que dicho Niño, que antiguamente llevaba, esta en el Oratorio de la Casa del Sr. Marqués de Arneva, como en depósito, desde el año de 1703.
En 1703 nacía el que muchos años después sería primer marqués de Arneva. Se lo llevó, como ya hemos dicho, en 1748.
Pero su Iltre. Cofradía, lo pidió con instancias al dicho Sr. Marqués de Arneva, sucesor en dichos Mayorazgos; quien lo entregó liberalmente, y se lo pusieron a María Sma. en su mano izquierda, Lunes día 3 de Noviembre, del año 1794.
Lo cierto es que, durante muchos años, en pinturas y medallas la Virgen de Monserrate se representó sin el niño. Medio siglo de secuestro dejó para la historia un puñado de obras como la que abre y la que cierra este paréntesis.

En mayo de 1808 España se levantó contra el invasor francés. Por iniciativa popular se formó la Junta Militar de Orihuela, dirigida por elementos de la nobleza local.
El presidente era el conde de Pinohermoso; y el marqués de Arneva uno de sus vocales. Había sido oficial del Ejército y en la «suscripción voluntaria» para el sostenimiento de tropas aportó veinte mil reales de vellón.
A finales de mayo llegaron de Valencia perturbadoras noticias: al barón de Albalat lo habían decapitado públicamente por afrancesado; y los valencianos instaban a «los acalorados del vecindarios de Orihuela» a hacer lo mismo con el marqués de Arneva.
Comisionado por la Maestranza de Valencia, el marqués había viajado a Madrid en el mes de marzo para felicitar al emperador Napoleón. Los «patriotas» querían limpiar España de «afrancesados»; y con más empeño si eran nobles.
Enterado el conde de Pinohermoso intentó convencerle para que huyese esa misma noche; y no dudó en encerrarlo en su palacio cuando un grupo de exaltados trató de ejecutarlo.
Recibió órdenes de pasar a Cartagena, alejándose del peligro; pero en Murcia ya tenían noticias de lo ocurrido en Orihuela. Según su testimonio lo llevaron a Madrid, donde no tuvo más elección que someterse al nuevo Rey y esperar una ocasión para fugarse.
En enero de 1810, sin previa solicitud, José I nombró gentilhombre de cámara al «marqués de Arnabal».
Santa Cruz, 19 de enero 1810. Don José Napoleón por la gracia de Dios y por la Constitución del Estado Rey de España y de Indias. Hemos decretado lo siguiente: Don… Marqués de Arnabal, queda nombrado Gentil hombre de Cámara. — Yo el Rey. Por Su Majestad, el Superintendente general de la Casa Real. El Conde de Mélito.—Por copia conforme. Firmado: El Marqués de Valdecorzana.
El Rey se ha dignado nombrar a V. S. su Gentil hombre de Cámara en su Real Decreto de que incluyó copia. Le avisará día y hora para, el juramento prescrito por el Reglamento de la Casa Real luego que lo acuerde S. M.—Dios guarde a V. S. muchos años. Madrid, 22 de enero de 1810. — El Marqués de Valdecorzana. — Señor Marqués de Arnabal.
En ese mismo año de 1810 se casó con una madrileña de alcurnia. Nacida en 1787, María Francisca Bernaldo de Quirós y Rodríguez de los Ríos era una veinteañera hija de marqueses.

Derrotados los franceses, en mayo de 1813, muy poco antes de que lo hiciera el «rey intruso», el marqués huyó hacia Vitoria. Y en julio de ese mismo año, él y su esposa estaban alojados en un hotel de la rue de Grenelle de París.
Su huida a Francia y el cargo de gentilhombre concedido por el «rey intruso» fueron pruebas decisivas en el proceso que se había iniciado contra él en 1812. Se le acusó públicamente de «afrancesado», de acérrimo partidario de Bonaparte que celebraba con banquetes los triunfos del emperador.
En paradero desconocido y sin testigos a su favor, el 30 de junio de 1813 lo declararon traidor a la patria; y como tal fue condenado a la pena de garrote previa degradación de todos sus honores y grados; y secuestro de todos sus bienes.
En el Archivo Histórico Nacional se conserva un interesante y farragoso expediente de más de trescientas páginas, titulado «Expediente del Marqués de Arneva, afrancesado que emigró a Francia» podéis acceder a el pinchando en la siguiente imagen.
En la revista de archivos, bibliotecas y museos de marzo de 1922 figura un artículo titulado «Un Gentilhombre de José I. El Marqués de Arneva», de Miguel Lasso de la Vega, marqués del Saltillo. Está basado en dicho expediente.

Durante años, el marqués de Arneva proclamó su inocencia desde París y fue recopilando testimonios en su defensa. Su esposa trató de volver a España, acompañada tan solo por dos criados. Fue detenida y devuelta a Francia. Falleció sin descendencia en París el 16 de octubre de 1819.
Al año siguiente, aceptados los testimonio y alegaciones, el marqués quedó absuelto. Regresó a Madrid y, en marzo de 1822, obtuvo el permiso real para casarse de nuevo con María de la Encarnación Ponce de León Carvajal, hija de los duques de Montemar.
En su ausencia se habían promovido varios pleitos contra su patrimonio; y Fernando VII se resistía a aceptar el veredicto que le permitía recuperarlo plenamente. Su situación económica se volvió muy preocupante y tuvo que intervenir su suegro.
En marzo de 1825, el duque de Montemar, escribió a su buen amigo, el presidente del Consejo Real:
Excmo. Señor. Mi estimado amigo: El honor y el interés me obligan a ser molesto. Cuando concedí la mano de mi hija al Marqués de Arneva fue por hallarme convencido de que había borrado las sombras a que la animosidad y el espíritu de partido dieron lugar, pues sólo la fuerza de las circunstancias, le obligaron a una apariencia muy distinta de su voluntad y sus hechos. En fin, juzgué que la aprobación de Su Majestad para este enlace calificaba una sentencia obtenida en contradictorio juicio, que sancionaba el honor y bienes que sellaba tan alta aprobación…
… el de Arneva ni quiso ser militar, ni empleo político, ni aun Gentilhombre cerca del intruso. Así uniéndose la justicia a mi ruego, al favor de V. y a la piedad del Rey, no contrayéndose la solicitud al empleo ni sueldo, pues ni una ni otra cosa quiere, juzgo que el logro sólo depende del apoyo de V. y éste le pide y se promete su apoyo, su amigo y afectísimo servidor, q. s. m. b., M. EL DUQUE DE MONTEMAR, CONDE DE GARCIEZ. Madrid, 30 de marzo de 1825.
En septiembre de 1825 se expidió una Real orden por la que Fernando VII aceptaba que se llevase a efecto la sentencia por la que se le había absuelto de los cargos «Contra su conducta durante el dominio del gobierno intruso de José Bonaparte», permitiéndole acudir a tribunales y juzgados para la restitución de sus bienes.
En cuanto a los grados y honores que presuma le corresponden, los implore a la clemencia del Rey nuestro señor.
No era lo que esperaba; pero al menos consiguió recuperar sus bienes y organizar su vida. En enero de 1830 su nueva esposa le dio una hija a la que llamaron Carmen. Con la sucesión asegurada, el tercer marqués de Arneva falleció el 25 de febrero de 1837.

IV. María del Carmen Pascual del Pobil y Ponce de León.
Nacida en Madrid en 1830, la hija de don Nicolás, María del Carmen Pascual del Pobil y Ponce de León, fue la cuarta marquesa de Arneva.
Perteneció a la Orden de Damas Nobles de la Reina María Luisa. Casó con el madrileño Pedro de Alcántara Carvajal y Téllez-Girón, marqués de Villalba de los Llanos nacido en 1818.
Durante su marquesado se tituló la calle en la que estaba su palacio. Todo empezó en 1857, cuando el Ayuntamiento decidió que era de absoluta necesidad:
Dar ensanche a la calle de Santiago por la parte de enfrente de casa del Sr. Marqués de Arneva, pues que teniendo por aquella parte seis palmos de anchura y haciendo el esquinazo de la casa de enfrente una vuelta muy violenta suceden comúnmente impedirse el tránsito, y acaecer desgracias.
Para remodelar y alinear la calle, necesitaban demoler las casas del «tramo comprendido desde la casa de Roque Gil hasta enfrente de la tahona de Rafael Guillén» que, según constaba, pertenecían: una a José Aznar, otra a José Fenoll, tres al marqués de Rafal y dos al de Arneva.

Posteriormente comprobaron que las siete casas pertenecían al marquesado de Arneva y les enviaron un escrito con la tasación efectuada por el maestro municipal. En marzo de 1858 el marqués consorte respondió donando a la ciudad una parte del valor ajustado.
El valor de todo el dicho terreno, comprehendiendo el de los quebrantos sufridos, según valoración practicada por el Maestro de obras titular de esta ciudad asciende a la cantidad de veinte y siete mil cuatrocientos veinte reales de los cuales cedo al ayuntamiento doce mil cuatrocientos veinte y solo habrán de abonárseme los quince mil restantes.
El consistorio agradecido al marqués de Villalba y de Arneva por su gesto altruista, acordó:
Se den las gracias al Excmo. Sr. Marqués de Villalva y de Arneva por su generosa condona, y debiéndosele corresponder de alguna manera este obsequio que hace en beneficio de la Población y dar de ello un público testimonio, se acordó así mismo que en adelante lleve el nombre de la Calle del Marqués de Arneva, todo el trozo comprendido desde lo que antes era principio de la de Santiago, hasta el Callejón del Maestro Estevan desde el cual tomará ahora principio la Calle de Santiago.

El 3 de enero de 1869 falleció Pedro Carvajal. Y el 23 de noviembre de 1871 doña María del Carmen casó en segundas nupcias con Bernardo Roca de Togores Pérez de Meca, nacido en Orihuela en 1826.
La cuarta marquesa falleció en Orihuela, el 19 de enero de 1881.

V. Ángel Carvajal Pascual del Povil.
En 1881 el título pasó al hijo de la marquesa, D. Ángel Carvajal Pascual del Povil, nacido en 1850. Ya tenía el de marqués de Villalba los Llanos.
La Correspondencia de España. 22 de mayo 1870: Por el ministerio de Gracia y Justicia se ha mandado expedir carta de sucesión en el título de marqués de Villalba los Llanos a favor de D. Ángel Carvajal Pascual de Povil.
La Época. 3 de septiembre 1881: DISPOSICIONES RELATIVAS A LOS TÍTULOS DEL REINO. Por el Ministerio de Gracia y Justicia. Se ha mandado que, previo pago del impuesto especial establecido, se expida a favor de D. Ángel Carvajal Pascual del Povil, marqués de Víllalba de los Llanos, real carta de sucesión en el título de marqués de Arneva, por fallecimiento de su madre daña María del Carmen, que lo llevaba.
En 1877 fue elegido primer teniente de la Alcaldía Constitucional de Murcia y se casó con la murciana, María Fuensanta Fontes Rossique.
La Paz de Murcia. 1 de marzo 1877: Última Hora. En la mañana de hoy ha tomado presión el nuevo Ayuntamiento y hecha la elección de cargos bajo la presidencia del nuevo alcalde, D. Pedro Díaz García, ha dado el siguiente resultado: Primer Teniente, D. Ángel Carvajal, marqués de Villalva de los Llanos…
La Correspondencia de España. 23 de noviembre 1877: Se ha concedido real licencia para contraer matrimonio a D. Ángel Carvajal, marqués de Villalba de los Llanos, con doña Fuensanta, hija de los marqueses de Ordoño.
María Fuensanta murió en octubre de 1880.
El Diario de Murcia. 26 de octubre 1880: CAMINO DEL SEPULCRO. Era Fuensanta Fontes de Carvajal, una mujer de esas que basta verlas para decir: ¡Qué buena debe ser esta mujer! y en efecto lo era: en sus ojos, grandes y hermosos como pocos, sobrenadaba una luz purísima; en su corazón vivían todos los nobles sentimientos, y en su alma tenía raíces profundas: la fe, el amor, la virtud. ¡Lástima de criatura! Se lleva al sepulcro el calor de un hogar, la alegría de una familia, la fuente de la vida de unos hijos que no encontrarán el calor vivificante de su regazo. En la primavera de la vida, cuando todo le sonreía, cuando las satisfacciones iban en aumento, cuando la amada esposa pasaba a madre…
… El dolor que su partida ha producido en su familia, la pena de su esposo, la amargura de sus hermanos, no lo podrán comprender sino los que hayan tenido la desgracia de perder uno de esos seres que parecen son en las casas como los ángeles de guarda de las familias; pues eso parecía que era la malograda joven, cuya temprana muerte lamentamos. Sirvan a su cristiana familia de consuelo nuestras creencias religiosas, y sea también lenitivo de su amargura el saber que la población en general, los acompaña en el sentimiento.

El marqués falleció en julio de 1902.
El Diario de Murcia. 1 de julio de 1902: DEFUNCIÓN. La grave enfermedad que desde hace algún tiempo venía sufriendo el Excmo. Sr. D. Ángel Carvajal y Pascual de Povil, marqués de Villalba de los Llanos y Arneva, ha tenido esta madrugada el fatal y triste desenlace que se temía. A las doce y media ha fallecido el que en vida fue padre cariñosísimo, un cumplido caballero y un amigo leal, sumiendo en el mayor desconsuelo a su amante hija y a los parientes y amigos del alma, que en estas dolorosas circunstancias no se han apartado ni un momento de su lado.
Su entierro se verificará mañana y seguramente por las muchas y merecidas simpatías con que contaba el finado, será una verdadera manifestación de duelo a la que se asociará Murcia entera. A su afligidísima hija y demás distinguida familia, enviamos nuestro sentido pésame, a la vez que rogamos a Dios que en estos momentos de tanta tribulación y amargura les conceda las fuerzas suficientes para conllevar con resignación la pérdida de un ser tan querido. ¡Descanse en paz!

El Liberal de Madrid. 3 de julio de 1902: En Murcia ha fallecido el marqués de Villalva de los Llanos y de Arneva. D. Ángel Carvajal y Pascual de Povil se hallaba en posesión de dicho título desde 1872; fue fundado en 1693. Era maestrante de Valencia y se hallaba emparentado con las ilustres casas de Abrantes, Puerto Seguro, Cenete, Navamorcuende, San Román, Hurtado de Amezaga, Bedmar, Villanueva de las Torres, Carvajal, Acuña, Aguilar de Inestrillas, Valdefuentes, Portago, Quinta de la Enjarada, Aguilafuenle, Esquivel, Fontanar, Morenes, etcétera.
Tras «larga y pertinaz enfermedad», la hija que debía ser su sucesora, María Dolores Carvajal Fontes, falleció meses después; en febrero de 1903.
El Diario de Murcia. 20 de febrero 1903: DEFUNCIÓN. En la primavera de la vida, cuando todo le sonreía en el mundo, después de larga y pertinaz enfermedad, ha pasado a mejor vida la Srta. Dª. María de los Dolores Carvajal y Fontes, marquesa de Villalba de los Llanos y de Arneva.
Su muerte ha sido un tránsito a las mansiones de la gloria, porque su alma angelical se ha desprendido sin agonía de la débil materia, purificada también por el sufrimiento.
De todo corazón acompañamos en su sentimiento a los que lloran a tan simpática y delicada joven, y especialmente a las familias de D. José Echeverría, señores Condes de Roche, Marqueses de Ríoflorido, y de Ordoño, y demás parientes distinguidos de la malograda finada.
Su entierro se verificó en el templo de la Merced de Murcia; y fue transportada hasta el cementerio de Nuestro Padre Jesús en un lujoso féretro blanco conducido por servidores de la casa, alumbrado por gran número de arrendadores y con gran acompañamiento que siguió al cadáver hasta la plaza de Agustinas.
Había muerto sin haber recibido oficialmente los títulos y éstos pasaron directamente a su tía.
VI. María de la Concepción Carvajal Pascual del Povil.
Como ya he dicho, ambos marquesados pasaron directamente de D. Ángel a su hermana Dª. María de la Concepción Carvajal en 1903.
La Época. Madrid, 6 de diciembre 1903: TÍTULOS Y GRANDEZAS. Por el negociado correspondiente del ministerio de Gracia y Justicia se han despachado los siguientes expedientes de títulos. Mandando expedir Real Carta de sucesión en los títulos de marqués de Arneva y de Villalba de Los Llanos a favor de Dª. María Carvajal y Pascual del Povil por fallecimiento de su hermano D. Ángel.
Casada con D. José de Echevarría y López de Sobreviñas, en una trágica semana de enero de 1895, el matrimonio perdió tres hijos; entre ellos el único varón.
El Diario de Murcia. 20 de enero 1895: Ayer subió al cielo a los 21 meses de edad, la niña Carmen de Echeverría y Carvajal, a cuyos afligidos padres enviamos nuestro pésame por la pérdida que han experimentado.


La sexta marquesa falleció el 26 de julio de 1906.
El Liberal. 28 de julio 1906: Entierro. Con numeroso y distinguido acompañamiento se verificó ayer el entierro de la señora doña Concepción Carvajal, marquesa de Villalba. Descanse en paz el alma de la finada, a cuya desconsolada familia reiteramos nuestro pésame.

Su marido murió en Murcia, el 9 de febrero de 1914.

Los dos marquesados quedaron repartidos entre las dos hijas supervivientes. El de Arneva le correspondió a María de las Mercedes.
VII. María de las Mercedes de Echeverría y Carvajal.

La séptima marquesa de Arneva, doña María de las Mercedes de Echeverría, sucedió a su madre por Real Orden del 4 de Febrero de 1907. Su hermana heredó el marquesado de Villalba de los LLanos.
La Época. Madrid, 15 de abril 1907: TÍTULOS DEL REINO. Por el ministerio de Gracia y Justicia se han publicado en la Gaceta las siguientes disposiciones, entre otras de que hemos dado cuenta: Mandando expedir Real carta de sucesión en el título de marqués de Villalba de los Llanos a favor de Dª. María de la Concepción de Echevarría y Carvajal, por fallecimiento de su madre, Dª. María de la Concepción Carvajal y Pascual del Povil.
Ídem en el título de marqués de Arneva a favor de Dª María de las Mercedes de Echevarría y Carvajal, por fallecimiento de su madre, Dª. María de la Concepción Carvajal y Pascual del Povil.
María de las Mercedes casó con Adolfo Lamberto Wandosell Calvache. Permitidme en este caso que me extienda un poco en el origen del marqués consorte.
Los Wandosell.
Adolfo Wandosell era hijo del acaudalado minero de La Unión, Pío Wandosell Gil y de Dolores Calvache Yáñez.
Adolfo y su hermano Pío habían pasado una temporada en Inglaterra. Y al instalarse su padre en Madrid se sumaron a la moda del nuevo deporte en el que burgueses adinerados eran a la vez directivos y jugadores.

Los Wandosell formaron parte del entonces llamado «Madrid Football Club». Sólo hay que buscar la primera alineación del Real Madrid para encontrarlos con los nombres Wandosell I y Wandosell II. Pinchando la siguiente imagen se accede a la historia del Real Madrid.
En noviembre de 1901, Pío Wandosell padre, compró un lote de dieciséis fincas en Orihuela y Murcia. El arco conocido como «los santicos de piedra», trasladado a San Bartolomé, lleva grabadas la P y la W de Pío Wandosell.

Una de las fincas, llamada «Molino de la Ciudad», incluía un viejo molino harinero de cereales y pimentón con seis compuertas, seis ruedas motrices, seis muelas, seis soleras y seis tablas.
Las Provincias. Valencia. 7 de diciembre 1901: ORIHUELA. El minero D. Pío Wandosell ha comprado en 50.000 duros el edificio llamado Molino de la Ciudad, donde, aprovechando el salto de agua allí existente, se propone montar nuevas industrias.

Pío, hábil hombre de negocios y muy aficionado a la ingeniería se dio cuenta de las posibilidades que ofrecía el salto de agua sobre el que estaba asentado el molino. Después de varios estudios, decidió establecer allí una instalación de luz eléctrica con la que suministrar a la ciudad de Orihuela y a otros pueblos cercanos. Derribó el viejo molino para construir un nuevo edificio industrial.

La fábrica de electricidad se terminó a principios de 1905 y el Ayuntamiento de Orihuela lo autorizó para encargarse provisionalmente del alumbrado público de la ciudad, sustituyendo en esta función a la atrasada sociedad «La Luz», que acabó arruinada por la competencia.
Pío Wandosell Gil mantuvo el suministro de Orihuela hasta su muerte. Todo este proceso lo tenéis detallado en mi artículo «Y se hizo la Luz». (Pinchando la siguiente imagen, podéis acceder a él).
En 1907 la tragedia sacudió a la familia Wandosell. Pío, el hermano menor de Adolfo, falleció tras una enfermedad con tan sólo veintiséis años.

La iberia. 20 de agosto 1907: En el día de hoy ha fallecido nuestro particular y querido amigo, don Pío Wandosell Calvache, hijo del acaudalado propietario dueño de «La Eléctrica del Molino de la Ciudad, D. Pío Wandosell y Gil. Dadas las simpatías que en esta Ciudad cuentan ambos, no es de extrañar las manifestaciones de cariño que, durante la traidora enfermedad que ha arrebatado la vida a un ser que empezaba a disfrutar de ella, han recibido.
Consignamos con gusto las manifestaciones que la familia del finado y en particular su señor padre, haciéndonos constar que por la situación dolorosa que atraviesan y por el poco tiempo que disponen, no pueden hacer particularmente una manifestación de agradecimiento a las pruebas generales de cariño que han recibido y, por consiguiente, que lo hagamos constar desde estas columnas lo muy agradecidos que quedan a los amigos de todas las esferas sociales que con su cariño les ha servido de lenitivo para sobrellevar tan ruda y fatal desgracia.
En La Iberia, tenía el malogrado joven Pío Wandosell Calvache, muy buenos amigos. Nosotros hemos sentido, como cosa propia, su muerte tan prematura. Era Pío un joven de trato afable con todos, amigo de los ricos y de los pobres. En Orihuela ha producido el fallecimiento de nuestro malogrado amigo, una impresión muy dolorosa. Descanse en paz.

La muerte de su hermano dejó en sus manos la supervisión de los negocios que su padre tenía en Orihuela; localidad a la que Adolfo viajaba regularmente. Pero vivía en Cartagena y seguía jugando al foot-ball como delantero centro en un equipo local.
Diario de Alicante. 25 de febrero 1908: NOTAS DE SPORT. El match de Cartagena. Conforme anunciamos a los que nos leen, el domingo 23 del corriente se celebró en Cartagena el anunciado match de foot-ball entre los primeros teams del «Club Gimnástico Deportivo» de Cartagena y el «Sports men’s Club Lucentino» de Alicante…
… Por fin y cuando ya faltaban pocos minutos para terminar el partido, logran los de Cartagena sumar un nuevo tanto y luego otro, centrados ambos por Adolfo Wandosell, un delantero centro como hay pocos, que juega como quiere. El triunfo pues, correspondió al team cartagenero por 3 goals a 1. Los delanteros, y especialmente A. Wandosoll y Pollard, tienen unas combinaciones hermosas y eficacísimas, como tuvieron ocasión de demostrar.
Entre los años 1909 y 1910, dirigió en Orihuela varias instalaciones de alumbrado eléctrico con fines decorativos; como el del altar mayor de la iglesia de Santiago o la de las calles para celebrar el carnaval.
La época. 26 de junio 1909: La iluminación de Santiago. Atentamente invitados por el virtuoso párroco de la iglesia de Santiago Apóstol, fuimos el sábado en la tarde a presenciar las pruebas oficiales del artístico alumbrado eléctrico con que ha adornado el frontispicio del magnífico sagrario y altar mayor de la iglesia.
Una iluminación profusa de muchos miles de lamparitas eléctricas, rematada por la cruz roja de Santiago, es el trabajo artístico que ha dirigido técnicamente Don Adolfo Wandosell con los operarios a sus órdenes.
En 1910 se instaló en Orihuela y montó su propio negocio: una moderna fábrica de maderas en la calle Unión Agrícola, cerca de la Glorieta.
El Eco de Orihuela. 11 de julio 1910: Inauguración de una Fábrica. El sábado en la tarde tuvo lugar en el almacén de madera de nuestro querido amigo D. Adolfo Wandosell la inauguración de una máquina de aserrar…
… Andrés Díe, vicario capitular de este obispado, acompañado de otros sacerdotes, bendijo la máquina y el motor al cual se le puso el nombre de «Pío» en memoria del malogrado hermano de D. Adolfo, y a la 1ª el de «Dolores» nombre de la señora madre del mismo. Actuó de padrino el Sr. García Murphy, el que obsequió con pastas a los concurrentes.
Terminado el acto de la bendición, el Sr. Wandosell, con la amabilidad que le caracteriza, invitó, a todos los asistentes con dulces, licores, refrescos y habanos. Deseamos a nuestro distinguido amigo el Sr. Wandosell todo género de prosperidades en su nueva industria.

En 1911 se inició en la política como concejal y teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Orihuela. Dos años después, rodeado de polémica, lo nombraron alcalde.
El Eco de Orihuela. 26 de noviembre 1913: Ultima hora. El nuevo alcalde. Por telégrafo. Madrid, 25. 12,30. El ministro de la Gobernación ha firmado una R. O. nombrando alcalde de Orihuela al concejal de este Ayuntamiento don Adolfo Wandosell Calvache.
A la sesión ordinaria del 4 de diciembre de 1913, en la que tomó posesión de la Alcaldía no asistieron ni los concejales liberales, ni los conservadores.
El Sr. García Murphy dijo: «Quisiera felicitar al nuevo alcalde «como él se merece»; pero la ausencia de los concejales en su toma de posesión, habla con más elocuencia que yo, y nada puedo añadir a esta manifestación…
… Propongo que el Ayuntamiento acuerde dirigirse al Gobierno expresando el sentimiento y disgusto con que ha visto el nombramiento de D. Adolfo Wandosell para alcalde de Orihuela, por ser este hijo del contratista del alumbrado público D. Pío Wandosell, quien tiene incumplidas muchas bases del contrato; y sí por solo el hecho de ser concejal D. Adolfo Wandosell ha sido difícil que ese contrato se cumpliera, siendo ahora alcalde hará imposible su cumplimiento…

Aun así fue confirmado en el cargo y se mantuvo hasta febrero de 1915. El 20 de marzo de ese mismo año, recién dejada la alcaldía, se casó en Murcia con la marquesa de Arneva. El «adinerado propietario» entraba así en la nobleza.
Diario de Alicante: Año IX Número 2385 – 1915 marzo 15 DE ORIHUELA. Boda aristocrática. El día 20 del corriente tendrá lugar en la vecina capital, el anunciado casamiento del exalcalde de esta localidad señor D. Adolfo Wandosell Calvache con la bella marquesita de Arneva, Dª Mercedes Echevarría y Carvajal.
Los novios después de la ceremonia nupcial, se trasladarán a la magnífica posesión del novio «Las Hortisas» en donde pasarán unos días. Los pobres de Orihuela que acuden diariamente a la Cocina Económica, esperan ese día un recuerdo de los aristocráticos señores Wandosell y Echevarría a quienes deseamos toda suerte de prosperidades en su estado del matrimonio.
El Tiempo. Murcia. 20 de marzo 1915: UNA BODA. Esta mañana se ha verificado el enlace matrimonial de la gentil marquesa de Arneva, hija segunda de los marqueses de Villalba de los Llanos, con el joven exalcalde de Orihuela don Adolfo Wandosell. La ceremonia se ha verificado en la casa de la novia, en una de cuyas habitaciones habíase levantado un severo y artístico altar.
El nuevo matrimonio recibió la bendición nupcial de manos del canónigo Doctoral de ésta don Antonio Álvarez Caparrós. Han sido padrinos la señora marquesa de Villalba de los Llanos, hermana de la novia y el padre del novio don Pío Wandosell. Actuaron de testigos el diputado a Cortes don José Maestre, don Federico Chapuli, don Julio Wandosell, don Gerardo Murphy, el alcalde de esta ciudad don Laureano Albaladejo, y don José Clemares.
Firmó el acta en representación del juez municipal, el abogado cartagenero don Mariano Gil de Pareja. Por el luto reciente que viste la familia de la novia se celebró la ceremonia en familia. El nuevo matrimonio, al que deseamos todo género de venturas en su nuevo estado, ha salido para Orihuela donde fijará su residencia. La enamorada pareja ha recibido de sus numerosas amistades numerosos y valiosísimos regalos.
La pareja se instaló en la «suntuosa residencia de Orihuela», el palacio de Arneva. Y después de nacer al menos dos niñas, Mercedes y Dolores, el 10 de diciembre de 1924 llegó el heredero al título en un parto de mellizos; Concepción y Adolfo.
El pueblo. 15 de diciembre 1924: Ha dado a luz con toda felicidad dos lindos mellizos (varón y hembra) la distinguida y aristocrática señora Dª. Mercedes Echevarría Carvajal, marquesa de Arneva, esposa de nuestro respetable y distinguido amigo D. Adolfo Wandosell. A ambos esposos damos nuestra enhorabuena por tan fausto suceso.
Los mellizos fueron bautizados en el oratorio privado del palacio por el Obispo de Orihuela.
El Tiempo. Murcia. 24 de diciembre de 1924: De sociedad. Bautizo. El pasado domingo, en la morada suntuosa de los señores marqueses de Arneva, en Orihuela, y en el precioso oratorio de la casa, tuvo lugar la solemne ceremonia de administrar el Sacramento del Bautismo a los encantadores niña y niño que recientemente dio a luz la Excma. señora marquesa de Arneva, esposa de nuestro distinguido amigo don Adolfo Wandosell.

Administró las aguas bautismales el ilustrísimo Sr. don Francisco de Irastorza, Obispo de la Diócesis de Orihuela, apadrinando, los señores condes de Montemar al niño, y a la niña la respetable señora doña Francisca Calvache, viuda de Wandosell, representada por la distinguida señorita Emilia Wandosell y don Aurelio Wandosell. A los nuevos cristianos se les impuso los nombres de Adolfo y María de la Concepción, respectivamente.
El marqués de Arneva fue diputado provincial por el distrito Orihuela – Dolores en las elecciones de 1919 y 1921. Y en enero de 1928 se rumoreó como posible candidato al Gobierno Civil de Alicante. Su carrera política llegó hasta las elecciones municipales de abril de 1931 en las que se proclamó la II República. Fue uno de los candidatos monárquicos para el ayuntamiento de Orihuela.
Años después de morir su padre, Adolfo y sus hermanos crearon la sociedad «Eléctrica Wandosell», titular del «Molino de la Ciudad» y de sus contratos de suministro. En el verano de 1930 la vendieron a la «Compañía de Riegos de Levante»; absorbida posteriormente por «Hidroeléctrica Española».
En cuanto al «molino de la ciudad», en la segunda mitad del siglo XX recuperó su función original. En 1998 lo compró la Fundación Pedrera para restaurarlo con dinero de fondos europeos. Luego lo dejaron morir abandonado; como permanece en la actualidad.

Por el momento no he conseguido averiguar cuando murió Adolfo Wandosell Calvache. En cuanto a su esposa, María de las Mercedes de Echeverría, séptima marquesa de Arneva, falleció en Orihuela en 1966.
VIII. Adolfo Wandosell y Echeverría.
Nacido el 10 de diciembre de 1924 en un parto de mellizos. Se casó el 7 de mayo de 1957 con María Teresa Lloret y Pascual, nacida en Elche en 1933.
En el Boletín Oficial del Estado de 7 de agosto de 1965 figuraba, con el número 402, entre la lista de aspirantes admitidos a las pruebas selectivas para el ingreso en el Cuerpo Auxiliar de Administración Civil convocadas en febrero. Pero quedó excluido posteriormente.
Heredó el título en octubre de 1968; en plena decadencia económica.

El palacio había dejado de ser la residencia familiar y el trasvase Tajo Segura partió en dos la finca solariega que daba nombre al marquesado.

Posteriormente se lo vendieron al Ayuntamiento; que se trasladó al mismo en 1967 desde sus antiguas dependencias de la Plaza Nueva.

En la fachada lateral añadieron un panel de piedra realizado en 1607, con el escudo de Aragón acompañado en ambos lados por el Oriol. Procede del antiguo ayuntamiento; o mejor dicho, del edificio que fue pósito municipal del grano.

Casado con Teresa Lloret Pascual, Adolfo Wandosell Echeverría falleció en Murcia el 26 de noviembre de 1987; y su viuda el 2 de junio de 2019.

IX. José María Wandosell y Lloret.
El noveno marqués se llama D. José María Wandosell y Lloret y rompió una especie de maldición. Hasta su padre, ocho marqueses habían ostentado seis apellidos: Ordoñez, Sannazar, Pascual del Pobil, Carvajal, Echeverría y Wandosell; y en los dos casos restantes, el título había pasado entre hermanos.
En abril de 1997 se casó en Torrevieja con María Inmaculada Hódar y Díaz.
Iniciar el marquesado un religioso no fue buen comienzo para mantener apellidos; pero con José María, por primera vez, el título ha sido heredado por dos primogénitos varones consecutivos; o lo que es lo mismo, tres generaciones llevan el mismo primer apellido: Wandosell.

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).
Artículo publicado en 2006 con la colaboración de Jorge Belmonte Bas. Remodelado en 2015 para ser emitido en radio. Ampliado y corregido de nuevo en 2022. Mi agradecimiento a J. M. Dayas.


