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Algunos apuntes sobre la Academia LOACES de Orihuela.

Introducción.

Colegio Santo Domingo de Orihuela.

Aprobada la Constitución Española en 1931, Manuel Azaña proclamó la famosa frase «España ha dejado de ser católica».

En el nuevo estado aconfesional, la educación pública, laica, mixta y obligatoria pretendía ser uno de los pilares de la reforma republicana.

El Colegio de Santo Domingo fue incautado y la Compañía de Jesús quedó oficialmente disuelta. Ya traté este tema en el capítulo cuarto de mi libro sobre la II República en Orihuela.

Pero la burguesía oriolana no estaba dispuesta a renunciar a la educación elitista y confesional de sus hijos.  

Alumnado de Santo Domingo con el Jesuita Andrés Carrió Bertrán.

II República. Primer bienio 1931-1933.

17 de Julio de 1932. La corporación municipal republicana.

En septiembre de 1931 tenemos constancia de que se trató de abrir una academia denominada Colegio Loaces, «sin perjuicio de las instituciones oficiales».  

En la sesión del consistorio republicano oriolano celebrada un mes después, el concejal Antonio Cubí solicitó información sobre la concesión a una nueva academia de carácter laico instalada en el local del antiguo juzgado.

Sesión Supletoria. 12 de noviembre de 1931: El Sr. Cubí, recordando que se acordó desalojar el local del Juzgado, ocupado por una academia; y al saber que hoy se ha instalado una nueva, aunque le parece bien por ser laica, pide conocer la forma en que se ha hecho la concesión.

A lo que el señor Presidente contesta que, aun cuando el convenio no se ha ultimado, desde luego que ha de ser a base de que conceda una beca por cada curso de bachillerato, para que el Ayuntamiento pueda concederlas a estudiantes pobres.

Archivo Municipal de Orihuela. Legado Justo García Soriano.

Podría ser la academia llamada «Colegio Loaces»; pero me surgen varias dudas: ¿se podía consider laica anunciando como director y prefecto de estudios a dos sacerdotes?

Isidro Albert Berenguer, licenciado en Ciencias Históricas, era profesor del seminario y capellán de las agustinas de Alicante; y José Andreu Rubio era un catedrático del Seminario que había dirigido con gran éxito una academia privada en la calle de San Cayetano.

Actualidad. 4 de octubre de 1928.

En la sesión supletoria del 7 de enero de 1932, de nuevo a pregunta del señor Cubí, el presidente informó de las becas ofrecidas por la academia cuando estuviese en funcionamiento.

Sesión Supletoria. 7 de enero de 1932: Significando así mismo, a preguntas de dicho señor (Cubí), que las becas ofrecidas por la Academia que se piensa instalar en el antiguo edificio del Juzgado, deben ser seis, cuya designación puede estudiarse aun cuando no haya empezado a funcionar.

En opinión de citado concejal, el número de becas debía corresponderse con el valor del alquiler del local cedido; y una semana después se quejaba de que el Ayuntamiento estuviese supeditado a interés particulares.

Sesión Supletoria. 14 de enero de 1932: El señor Cubí pide se fije un plazo para que comience a funcionar la Academia cuya instalación se autorizó en el antiguo local del Juzgado…

Cubí pedía una fecha concreta para la puesta en marcha o que se utilizase el local del juzgado para una escuela municipal, ahorrándose así el dinero que estaban pagando de alquiler.  

Aquí me surge otra duda ¿Hablaban del Juzgado Municipal o del Juzgado Privativo de Aguas?

Desde 1892 hasta 1922 tengo localizada la sede del Juzgado de Aguas en el Edificio de la Caridad; celebrando sus reuniones en el «Salón de Aguas».

En enero de 1917 el Ayuntamiento nombró una comisión para hacer gestiones con el Juzgado Privativo de Aguas, con el fin de conseguir que pagase alquiler por el edificio de «La Caridad» o que vieran la manera de desalojarlos.

En 1922 el Juzgado Privativo de Aguas se trasladó a la Calle de Ruiz Capdepón número 5.

II República. Calle de Fermín Galán. Colección Javier Sánchez Portas.

Otra de las razones que alimentan esta duda es que, durante la Guerra Civil, en el antiguo edificio del Juzgado de Aguas se intentó ubicar una escuela graduada. Al menos eso dice la siguiente nota fechada en 1938 que lo sitúa en Fermín Galán, la actual Alfonso XIII, la misma calle en la que, como veremos, estaba la academia en 1934.

15 de febrero de 1938. Al maestro de obras Román Sánchez, para pago de jornales en las obras del grupo escolar, en el antiguo edificio del Juzgado de Aguas, en la calle de Fermín Galán, 201 pesetas. Archivo Municipal de Orihuela.

Expuestos todos estos datos para que cada uno saque sus propias conclusiones, paso a hablar de la Sociedad Anónima L. O. A. C. E. S.

II República. Segundo bienio 1933-1936.

Ayuntamiento y Plaza de la República. Colección Javier Sánchez Portas.

En septiembre de 1933, como respuesta a la prohibición de enseñanza a las órdenes religiosas se constituyó en Orihuela una sociedad cuyo propósito era dar continuidad a los estudios que, hasta entonces habían patrocinado los jesuitas.

La Ley de Congregaciones, aprobada en junio de ese mismo año, había dinamitado los cimientos del sistema educativo católico.

Escritura de constitución de la Sociedad Anónima LOACES. 1933. Archivo Celia Senén.

El 19 de septiembre de 1933, ante el notario Luis Maseres López, se creó la Sociedad Anónima llamada «La Oriolana Asociación Cultural Elemental Superior» (L. O. A. C. E. S.) nombre del fundador del Colegio de Santo Domingo de Orihuela.

La formaban: Indalecio Casinello López, abogado. Antonio Balaguer Ruiz. Abogado. Sebastián Penalva Fons. Farmacéutico. Eusebio Escolano Gonzalvo. Médico. José María Penalva Fons. Comerciante. Manuel Penalva Fons. Abogado.

Quedó constituida con un capital inicial de veinticinco mil pesetas, divididas en quinientas acciones preferentes al portador de veinticinco pesetas cada una, y ciento veinticinco ordinarias nominativas de cien pesetas.

La sociedad tenía su domicilio social en la calle de José María Sarget número cincuenta y tres. Y quedaría disuelta automáticamente en el transcurso de diez años salvo prórroga, acuerdo de la Junta General o quiebra.

Su objeto era crear, sostener, explotar y dirigir por cuenta propia o ajena establecimientos, obras o empresas de carácter docente y cultural, singularmente escuelas, colegios, internados, residencias de estudiantes, laboratorios, centros de aprendizaje o instituciones sociales y profesionales relacionadas con la enseñanza o de carácter post-escolar en cualquiera de sus grados sin excepción.

El Consejo de Administración, designado por los firmantes, quedó compuesto por Amancio Meseguer Manresa, José María Bofill Garriga y Carlos Díe Zechini.

La Asociación de Antiguos Alumnos de Santo Domingo y la Academia LOACES.

Antiguos alumnos de Santo Domingo en 1904.

Confiscada la sede social de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Santo Domingo, radicada en dicho colegio, y perdidos todos los documentos que guardaban en ella, sus miembros se reunieron en la academia Loaces y estrenaron un nuevo libro legalizado en 1934.

Libro de actas de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Santo Domingo de Orihuela. Donado por José María Penalva a la Biblioteca Pública Fernando de Loazes y Arcchivo Histórico.

He podido afirmar que la academia estaba en la calle Alfonso XIII (entonces Fermín Galán) por esta primera acta de la asociación donde aparece claramente mencionado.

Acta de la asamblea general celebrada en julio de 1934. Asociación de Antiguos Alumnos de Santo Domingo.

Asamblea general del 17 de julio de 1934. En la ciudad de Orihuela y en el local que ocupa actualmente la academia de «L.O.A.C.E.S.» sito donde estuvo la antigua «fonda España», previamente citados todos los señores que comonen la Asociación de Antiguos Alumnos del colegio de Sto. Domingo se reunieron los que al margen se expresan.

Calle Alfonso XIII. A la derecha, la fonda o Gran Hotel España. Colección Javier Sánchez Portas

De esta asamblea general y de su localización en el «local de los Colegios Loaces» quedó constancia también en la prensa alicantina.

El Día. Diario de Alicante y su provincia. 19 de junio de 1934: ORIHUELA. Asamblea de los antiguos alumnos del colegio de Santo Domingo. El domingo último celebraron la Asamblea anual los ex-alumnos del Colegio de Santo Domingo.

La Asamblea estuvo concurridísima. Los actos dieron comienzo con una misa de Comunión que se celebró a las ocho de la mañana. Seguidamente en el local de los Colegios Loaces, tuvieron lugar las deliberaciones de la Asamblea.

Estas entrañaron un gran interés, pues se trató del proyecto de fomentar en cuanto sea posible la fundación del Obispo Loaces, dando a aquella escuela la misma orientación e implantando en ella el mismo régimen de enseñanza que tuvo el antiguo Colegio de Santo Domingo.

A este efecto se reformaron Estatutos y Reglamentos, dedicándose a la institución en proyecto todas las becas subvencionadas con los fondos de aquel Colegio.

Además, se fijará una cuota mixta de cinco pesetas obligatorias y otras cinco voluntarias para atenciones de la enseñanza. A todos estos fines se constituirá una Sociedad por todos los antiguos alumnos del Colegio de Orihuela. Cerró el acto un magnífico discurso del P. Isla, S. J., en el que explicó el espíritu y organización de la Compañía de Jesús…

El último punto de capital importancia de que la Asamblea se había de ocupar, era estudiar la manera de cooperar moral y materialmente al sostenimiento del Centro docente «L.O.A.C.E.S.», fundado por una Sociedad anónima cuyos miembros son casi todos antiguos alumnos del Colegio Sto. Domingo y que se propusieron al fundarlo conservar la sólida enseñanza y cristiana educación que daban los Padres en el Colegio.   

Siendo todos antiguos alumnos de Santo Domingo, la asamblea acogió con entusiasmo la proposición de apoyo al nuevo centro y determinó que el vicepresidente de la asociación de antiguos alumnos formase parte del consejo de administración de la sociedad anónima y el presidente de dicha sociedad se integrase en la junta directiva de la asociación.

En la siguiente reunión, celebrada en agosto de 1934, la junta directiva aprobó subvencionar el curso con mil pesetas; y acordó enviar una circular a todos los antiguos alumnos que tenían localizados para invitarles a inscribirse en la asociación y a comprar acciones de la sociedad, centro de cultura que intentaba ser «continuadora de nuestro querido Colegio Santo Domingo».

En otra reunión celebrada el 15 octubre del mismo año se aprobaron diversas ayudas para hijos de antiguos alumnos.

Eran becas para el «centro docente L.O.A.C.E.S.» y otras ayudas como la destinada al hijo de Amelia Ferrer, viuda de Luis Bueno, para libros y matrículas de su hijo Luis; que comenzaba sus estudios universitarios.

Esta subvención fue retirada al año siguiente por no haber aprobado el curso. Luis Bueno Ferrer fue un destacado falangista que falleció después de la guerra en la «División Azul».

En esa misma sesión se presentó la idea de que el centro tomase la denominación «Colegio Santo Domingo de Loaces»; y designaron al Jesuita Andrés Carrió Bertrán (asesinado en 1936), a Antonio Balaguer y a Sebastián Penalva para que realizasen gestiones acerca de la junta directiva de la sociedad anónima.

Reunidos de nuevo el 31 de marzo de 1935, acordaron dar a conocer los acuerdos de la junta en la tablilla de avisos del Colegio LOACES.

En la reunión del 7 de junio se preparó la fiesta anual conocida como «Día del Colegio». El programa incluía misa en la Trinidad, desayuno en el local de la Academia Loaces y comida en el Hotel Palace.

Palace Hotel Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

La vinculación entre la academia y la asociación de antiguos alumnos de Santo Domingo se mantuvo hasta su clausura.

LOACES impartió estudios de primera y segunda enseñanza bajo la atenta vigilancia de los jesuitas durante el bienio conservador; o lo que es lo mismo, durante los cursos 1933/34 y 1934/35.

Presentadas las cuentas 1934/1935 la asociación había invertido casi dos mil pesetas en donativos y becas para LOACES.

En la última reunión antes de la guerra, celebrada en septiembre de 1935, se concedieron más becas para el nuevo curso.

La Junta Directiva hizo un detenido estudio de todas las solicitudes y acordó conceder para primeras letras pensión en la academia «Loaces» a los siguientes señores: D. Sabas García, D. Manuel Aguilera, D. Fco. Javier Soto, D. Jesús Soto, D. José Bueno y D. Joaquín Carrió. Para segunda enseñanza también pensión a los señores D. José Mª. García, D. José Martínez Ros, D. Rafael Martínez Ros, D. Manuel Bueno y D. José García López a quien también costeará la asociación los libros.

En 1936, utilizando sus propias palabras, «la insurrección marxista» les obligó a cerrar. De la incautación del local quedó constancia en la prensa alicantina.

El Día. Diario de Alicante y su provincia. 13 de agosto de 1936: Ha quedado constituida en esta capital bajo la Presidencia de señor Alcalde don Lorenzo Carbonell Santacruz, como Delegado del Excmo. Sr. Gobernador Civil, la Junta Provincial que establece el decreto de 27 de Julio próximo pasado, para emitir informe sobre la capacidad, condiciones y uso a que por estar dedicados a la enseñanza en 14 de Abril de 1931 y los que aún no dedicados a ella, se encontraban desocupados en la actualidad.

En la primera sección celebrada por dicha Junta, se dio cuenta de los edificios procedentes de Congregaciones religiosas y abandonados, que han sido incautados conforme al decreto citado, cuya relación en Orihuela es la siguiente: Colegio de la Congregación de Jesús y María.— Edificio de la Academia Loaces S. A.— Edificio del Patronato de la Joven Cristiana—Colegio Menor Eclesiástico de San Miguel— Seminario de San Miguel.

La Junta provincial después de un detenido estudio de los oportunos expedientes procede a emitir el correspondiente informe proponiendo que destinen para fines de enseñanza y de instituciones culturales a que hayan de dedicarse los edificios ocupados.

Colegio de la Congregación de Jesús y María de Orihuela. Incautado también. Colección Javier Sánchez Portas.

Inicios del franquismo 1939-1940.

Petición de reconocimiento oficial. Academia LOACES. 1940. Archivo Celia Senén.

Finalizada la contienda y restituido el Colegio de Santo Domingo, la asociación de antiguos alumnos volvió a su domicilio habitual y se desvinculó del proyecto LOACES.

La última vez que se menciona en el libro de actas es en el la reunión del 4 de junio de 1939, para justificar los gastos de 1935. Tan solo un apunte de 1324 pesetas empleadas en «pensiones a L.O.A.C.E.S».

La academia trató de subsistir; no solo por el deseo desinteresado de los que la fundaron sin ánimo de lucro; también por la generosa aportación económica que ofrecía la Caja de Ahorros y Socorros de Nuestra Señora de Monserrate para su funcionamiento.

Para ser aprobados por el nuevo régimen, en mayo de 1940 se confeccionó un detallado expediente que incluía treinta y seis documentos.

1.—Instancia del farmacéutico Sebastián Penalva Fons, presidente de la sociedad LOACES, solicitando la aplicación de la Base XV de la ley de septiembre de 1938. Por la que se permitía a toda persona individual o colectiva de nacionalidad española, crear Establecimientos Privados de Segunda Enseñanza.

Pinchando la imagen acceso a ley completa.

2.— Instancia de los organismos y autoridades locales al Ministro de Educación Nacional.

Caja de Ahorros y Socorro de Ntra. Sra. de Monserrate, Federación Católico Agraria, Alcaldía de Orihuela y Colegio Santo Domingo de la Compañía de Jesús.

Contaban con el apoyo de las autoridades y organizaciones locales: Ayuntamiento, Federación Católico Agraria de Cajas de Ahorro, Colegio de los padres jesuitas de Santo Domingo, Sindicato Español Universitario…

3.— Instancia de la Jefatura Local del Sindicato Español Universitario apoyando las anteriores.

4.— Estatutos de la S. A. LOACES.

Estatutos de la Sociedad Anónima LOACES. Archivo Celia Senén.

5.— Reglamento de régimen interior de LOACES.

6.— Certificado del aparejador de obras y planos del edificio. Emitido por Ignacio Sánchez Ballesta, el 20 de mayo de 1940, no consta la dirección.

La sociedad disponía de un edificio de tres plantas cuya dirección exacta no aparece en ningún documento.

Planos Academia LOACES. Archivo Celia Senén.

Ignacio Sánchez Ballesta, Aparejador Titular de Obras por la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid. CERTIFICO: que por disposición del Sr. Director de la Academia LOACES de esta ciudad, he procedido al reconocimiento y levantamiento de planos del edificio donde se encuentra instalada.

En el reconocimiento practicado he observado que los departamentos destinados a aulas, son capaces para el fin que se les destina, con buena altura de techos y ventilación. Dispone de un gran patio para recreos.Todo ello se encuentra en buenas condiciones de solidez y seguridad.

Situada de forma inconcreta en el Paseo, me surgieron dudas con la nueva ubicación. Por la singularidad de su planta, Javier Sánchez Portas la situó al final de la Carretería, en la Calle de Ruiz Capdepón. En la que fue la casa de Rufino Gea y la redacción de su periódico a finales del XIX.

Calle de Ruiz CapdepónColección Javier Sánchez Portas.

7.—Certificado Sanitario.

El certificado médico, emitido por Joaquín Santonja Silvestre, Subdelegado de Medicina del Distrito y Doctor en Medicina, solo menciona que estaba situada en el Paseo.

Certifico: Que reconocido el edificio destinado a ACADEMIA LOACES, para segunda enseñanza en esta población situada en el paseo, reúne las debidas condiciones higiénicas de cubicación, ventilación e iluminación para el fin a que se destina… 

8.—Relación de libros de texto.

Libros de texto aprobados por el Ministerio de Educación Nacional.

Lengua Española y Literatura. José Rogerio Sánchez = Lengua Española y Literatura. Narciso Alonso Cortes. = Gramática Histórica. Jaime Oliver Asín. = Latín. V. García de Diego. = Lengua Francesa. Tarsicio Seco y Marcos. = Gramática de la Lengua Inglesa. Ignacio González Cobos.

Geología. R. Ibarra y A. Cabetas. = Geografía e Historia. Antonio Bermejo de la Rica.

Matemáticas. Benigno Baratech Montes. = Nociones de Análisis Infinitesimal y Geometría Analítica. José Oñate Guillén. = Los Números Reales. Trigonometría y Numeros Complejos. José Oñate Guillén.

Física y Química. E. Romero Alcañiz. = Física y Química. P. Román y F. Lomana S. J. = Ciencias Fisico Naturales. R. Ibarra y A. Cabetas. = Historia Natural. Salustio Alvarado. = Historia Natural. R. Ibarra y A. Cabetas.

Principios de Técnica Agrícola. R. Ibarra y A. Cabetas. = Principios de Técnica Agrícola. Soroa y Silván.

Psicología, Lógica y Ética. Calixto Terrés Garrido.

Historia de la Iglesia y Liturgia. Fray Justo Pérez de Urbel, O. S. B. y Ángeles Labrador Barrio. = Cultura Religiosa I. El Dogma, Cultura Religiosa II. La Moral, Cultura Religiosa III. La Vida Sobrenatural, y Apologética Elemental, todos del Padre jesuita Valentín Incio García.

9.—Relación de material de enseñanza.

Geografía: Quince mapas físicos, siete políticos, una colección de mapas de todas las provincias españolas, y un mapa mural de España de tres por seis metros.

Historia: una docena de mapas de prehistoria, historia antigua y moderna. Diez grabados y varias colecciones de historia del arte y dos mapas del sistema métrico.

Física: decenas de aparatos de medición (microscopios, esferómetros, dinamómetros, higrómetro, barógrafo, barómetros, termómetros…), pilas, tubos, balanzas, tornos, poleas, alambiques, estufas, tornillos, cintás métricas, reglas, escuadras, cartabones, etc.

Química: Probetas, campanas de cristal, mecheros bunsen, varillas, morteros, embudos, tubos de ensayo, crsitalizadores, decantadores, frascos y diversos accesorios. Además de medio centenar de productos químicos reactivos.

Utiles de laboratorio en los años treinta del siglo pasado.

Ciencias Naturales: laminas murales del cuerpo humano, el hombre elástico, un esqueleto; y modelos para explicar el oído, el ojo, el corazón y el cerebro.

Zoología: Vitrinas con aves, mamíferos, peces y reptiles; frascos con peces y réptiles en alcohol; esqueletos de mamíferos, cajas de Entomología, esponjas, pólipos, corales, madréporas; una colección de moluscos procedentes de Filipinas y láminas de microbios.

Botánica: Láminas murales para explicar la morfología y biología de las plantas, colección de Citología y colección para explicar la floración y el fruto.

Agricultura: arados, trilladoras, prensas, frascos con semillas, colección de distitas clases de maderas y laminas para explicar terrenos, cultivos, etc.

Geología: Dos colecciones de cristalografía en madera y en alambre. Laminas de Geología y Paleontología. Una colección de minerales en vitrinas. Varias colecciones para explicar el sistema métrico decimal, para medidas de longitud y capacidad.

Para completar el material pedagógico, ciento cincuenta mesitas individuales, sillas, instalación eléctrica y servicios higiénicos y sanitarios.

10.—Cuadro de profesores y distribución del tiempo.

Horario de clases. Archivo Celia Senén.

11.—Certificado de que dichos profesores no estuvieran inhabilitados.

12.—Cuadro de profesores.

Ángel García Rogel, médico, que impartiría seis horas de Educación Física y premilitar, de ocho a nueve de la mañana.

Sebastián Penalva, farmacéutico, seis horas de Física y Química.

Eusebio Escolano, médico, seis horas de Fisiología y Ciencias Naturales.

José María Paya Tomás, farmacéutico, doce horas de Física y Química y Ciencias Naturales.

Mariano Cremades Olmos, abogado, tres horas semanales de Geografía.

Jorge Rubio González, abogado, doce horas de Historia Universal y de España.

Tomás Sánchez Pastor, licenciado en Ciencias, nueve horas de Matemáticas.

Manuel Mira Pastor, licenciado en Ciencias, nueve horas de Matemáticas.

Ignacio Sánchez Ballesta, teniente de intendencia retirado y aparejador, seis horas de Matemáticas.

Fernando Fenoll Giménez, pintor y escultor, tres horas de Dibujo y Modelado.

Vicente Segarra Roca, jesuita, doce horas de Religión.

Ramón Garriga Amat, presbítero, nueve horas de Latín.

Anatolio Rapado Trillo, tres horas de Latín.

Inocenta González Palencia, Licenciada en Filosofía y Letras y del Cuerpo de Archiveros y Bibliotecarios, nueve horas de Lengua y Literatura Española.

Severiano Balaguer Ruiz, abogado, doce horas semanales de Lengua y Literatura Española.

Y José Rodríguez de Vera, profesor de Inglés y Francés, doce horas de Idiomas.

13.— Nombramiento del profesor de Religión.

14 a 29.— Declaraciones juradas de todos los profesores.

30.—Designación y aceptación del cargo de Director técnico.

31 a 36.— Títulos de licenciados y certificados de depuración sin sanción de doña Inocenta González Palencia, Tomás Sánchez Pastor y Manuel Mira Pastor.

El proceso de selección o depuración de los enseñantes fue exhaustivo. El franquismo culpó a los maestros por haber inoculado a sus alumnos el marxismo y las ideas republicanas. 

Dejo aquí esta investigación sobre la desconocida Academia Loaces. No he conseguido saber cuanto tiempo estuvo abierta. Cualquier novedad que encuentre será inmeditamente incluida.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Mi agradecimiento a Celia Senén, Javier Sánchez Portas, Jesús García Molina y José María Penalva.

Callejeando 36. S. Agustín 2. Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva: 1. Plaza del Puente. 2. Calle de San Agustín. 3. Calle de la Mancebería. 4. Plaza Nueva. 5. Calle del Molino Grande. 6. Calle de San Pascual.  7. Puerta de Magastre. 8. Calle del Bao. 9. Calle de la Acequia. 10. Calle de María de Pau. 11. Plazuela de San Agustín. 12. Convento de San Agustín. 13. Huerto de San Agustín. 14. Rodeo. 15. Alameda. 16. Camino de Hurchillo. 17. Camino de Cartagena desde la Puerta del Burdel. 18. Alameda. 19. Huertos. 20. Puerta del Burdel.

Arrabal de San Agustín II. La Plaza Nueva.

Misa de Campaña en la Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Vista desde el ayuntamiento. A la izquierda la calle de San Pascual.

Lo más parecido a una plaza mayor que ha tenido Orihuela se merecía un capítulo monográfico; cuatrocientos años no han conseguido envejecer a la que siempre ha sido la plaza nueva.

Escenario para todo tipo de funciones, fue plaza del mercado, real de la feria y coso taurino; por nombrar usos añejos. En cada momento se improvisó un decorado que adaptaba su fisonomía y espacio al menester requerido.

Pero, para comenzar, me parece oportuno dar un repaso a la historia del edificio que la propició, en los albores del siglo XVII.

Plaza Nueva 1. El Pósito.

Restitución ideal del edificio del Pósito dibujado por Mario Gómez.

El diccionario de la Real Academia define pósito como una institución de carácter municipal, de muy antiguo origen, dedicada a hacer acopio de cereales, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a labradores y vecinos durante los meses de escasez.

También se refiere al lugar destinado a guardar el grano de dicho pósito; el edificio donde el municipio almacenaba sus reservas de trigo.

A pesar de ser una de las zonas con más riesgo de inundación, a principios del siglo XVII la falta de espacio en el casco obligó a sacar esta dependencia municipal al arrabal de San Agustín.

La controvertida decisión de trasladar el granero del trigo desde la plaza de Santa Justa al Arrabal Mayor y el derribo de varias casas para ganar espacio y ventilación, tuvo como consecuencia la creación de la Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva.

El proceso se desarrolló durante el primer tercio del siglo XVII y está magistralmente explicado por José Ojeda Nieto en su obra «Orihuela Imaginada», a la que corresponden los siguientes párrafos.

En 1607, impulsado quizá por la desastrosa situación alimenticia vivida por la ciudad en el interludio del cambio de siglo, el Consell terminó de edificar un pósito en el arrabal Mayor, para almacenar el trigo con el que hacer frente a los años críticos…

Se eligió como lugar «lo Rabal prop lo pes de la farina», antigua casa que la ciudad había comprado en 1567 para «fer lo pes», a la bajada del puente, entre las calles San Agustín y María de Pau.

Colindante con ella, se adquirieron unas casas que fueron acondicionadas para «posar lo forme[n]t del dit posit e cambra»…

El edificio, de construcción sencilla, limitaría al sur con la casa del «pesso o contraste», al norte, con la plazuela del Puente, al levante, con la calle María de Pau, a la que se le irán derribando casas para hacer la futura Plaza Nueva…

Terminado de edificar en 1607 el edificio del Pósito fue renovado siglo y medio después.

Obras del pósito. Octubre de 1755. Archivo Municipal de Orihuela.

En el Archivo Municipal se conservan los Capítulos y Condiciones por las que Joseph Vicente Alcayde, Alcalde Mayor y Teniente de Corregidor de Orihuela dio en arrendamiento la construcción de la obra del nuevo pósito que había de fabricarse reedificándolo en el mismo sitio, a 18 de octubre de 1755.

Lo hacía en virtud de superior orden del Ilmo. Sr. Marqués del Campo de Villar, consejero de Su Majestad, en quien residía la jurisdicción y conocimiento de la conservación y aumento de los Pósitos de España, sus reparaciones y obras.

Cada detalle de su construcción quedó reflejado en los catorce folios que componen el documento acompañado de planos a color.

Especificando hasta las «redes de hilo de yerro» en las ventanas para evitar que los pájaros se comieran el trigo.

Plano del pósito en octubre de 1755. Archivo Municipal de Orihuela. Explicación de esta planta: Núm. 1. Porches en la puerta del Pósito para vender granos al común. Núm. 2. Puerta del Pósito. Núm. 3. La escalera para subir al segundo piso. Núm. 4. Las vigas. Núm. 5. Las ventanas. Núm. 6. El callejón que se halla a la parte del Poniente para la ventilación de aires. Núm. 7. La Tramontana. Núm. 8. El Levante. Núm. 9. El conducto para arrojar las aguas del callejón, que saldrán por bajo la escalera. Núm. 10. Pilares.

La persona en quien quedase celebrado el remate tenía que derribar todas la bóvedas y arcos del antiguo pósito hasta el piso de las ventanas que estaban desplomadas, quedando las ruinas de la antigua fábrica a beneficio del arrendador.

También debía hacerse cargo de poner piedra, madera, yeso y todos los demás materiales de buena calidad; y la arena para la mezcla del mortero con cal, de rambla corrida, para evitar la tierra.

MONTESINOS PÉREZ DE ORUMBELLA, Joseph; Compendio Histórico Oriolano. Tomo 1. Manuscrito. Caja Rural Central. Orihuela. Autorretrato y primera página.

Así describió el Pósito Joseph Montesinos en el primer libro de su Compendio Histórico a finales del XVIII, cuatro décadas después de ser reedificado.

Real Pósito de Granos: El Real Pósito de granos q. tiene esta orcelitana Ciudad es en lo material y formal, uno de los mas principales y hermosos q. tiene este Reyno de Valencia.

Su fachada es la mayor parte de piedra blanca (la q. siguiendo el orden por el medio-dia) de la Plaza Nueva, le sirve a esta de primor y hermosura.

La hacen muy vistosa sobre su Puerta unica principal los grandes, y primorosos escudos de luciente piedra negra javalina, en los q. con la mejor sutileza del Arte, estan de perfecta escultura las Armas de España, y las de esta Ciud. de Orihª.

Conjunto heráldico realizado en piedra jabalina en 1607. Procede de la fachada Norte del antiguo Pósito situado en la Plaza Nueva. Posteriormente ayuntamiento. Y cuando este fue derribado se trasladó al Palacio de Arneva. En el centro el escudo de Aragón, Nápoles y Sicilia; flanqueado por dos orioles. Fotografía Francisco Luis Galiano Moreno.

Al lado derecho se ve la Justicia en forma de una generosa doncella de hermosa pintura con una espada desnuda y un rotulo latín q. dice: IVSTITIA. Al izquierdo esta en la misma forma la Razon, con una Balanza o peso, y la presente inscripcion Latina: RATIO.

Baxo de todo lo expuesto, y sobre la puerta se halla una piedra negra cuadrada, que en su centro con bellas letras de oro se lee la presente Inscripcion Castellana, q. fielmte. copiada dice asi: Real Obra del Posito de Granos De esta Ciudad de Orihuela, q. se debe Al piadoso zelo del Ilustre Señor Marques del Campo del Villar Superintendente General de los Positos de España; A Direccion e Instancia del Doctor Dn. Josef Vicente Alcayde, su Alcalde Mayor. Año De M. DCC. LVII…  

No voy a extendermer más con el tema. Pinchando sobre la siguiente imágen podéis descargar un completo artículo publicado por mi buena amiga Sara Gómez Duréndez con el título «Arquitectura civil en Orihuela en el siglo XVIII: El pósito y el contraste». A él pertenecen los dos dibujos de Mario Gómez.

Enlace al artículo de Sara Gómez. Pósito y Contraste de Orihuela en su entorno. Orihuela. 1755. Dibujo de Mario Gómez.

Plaza Nueva 2. La Casa Consistorial.

El ayuntamiento un 17 de julio de principios del siglo XX. Celebrando las fiestas de la Reconquista. Colección Javier Sánchez Portas.

A mediados del siglo XIX el añejo edificio de la Plaza Nueva cambió su función para albergar, nada menos, que la Casa Consistorial.

El 15 de octubre de 1834 una tremenda riada se llevó el Puente de Poniente. Tres días después la primitiva Casa Consistorial, desprovista de apoyo, corrió su misma suerte.

Esto ya lo conté en una entrega anterior a la que podéis acceder pinchando sobre la siguiente imagen.

La antigua Sala del Consell o Casa Consistorial en el Puente de Poniente. Dibujo de Pepe Sarabia. Enlace a artículo.

Todo lo que quedó en pie hubo de ser demolido y se confeccionó un «Expediente sobre reparación o reedificación de la Casa antigua Consistorial de esta ciudad».

Pero la obra fue desechada por falta de capital para sufragarla y tuvieron que improvisar.

Casa Consistorial de Orihuela. Colección Javier Sánchez Portas.

Las circunstancias del traslado del ayuntamiento a la Plaza Nueva quedaron detalladas en las Memorias de Orihuela del Canónigo Juan Alfonso de Alburquerque (1829-1854), de las que he extraído algunos párrafos.

… Se arruinó la antigua casa consistorial de esta Ciudad el día 18 de octubre de 1834. Desde entonces tuvo alquilada alguna casa particular el Ayuntamiento para su sesión. Oficinas y demás.

Pero después de varias proyectó para construir una propia al efecto. Determinó hacerla tomando la mayor parte del espacioso Pósito de granos, situado en un ángulo de la Plaza Nueva.

Se ejecutó el plan bajo la dirección de D. Alberto Herreros, arquitecto establecido en esta Ciudad, aunque no con toda la extensión que él lo delineó, por falta de caudales.

La riada antes citada afectó también al Palacio Episcopal. Con el obispo expatriado derribaron un tercio del edificio, la parte que daba al río.

Y sus maderas, ventanas, balcones, pavimento y cantería se utilizaron en la reforma y adaptación del pósito. También se reutilizaron las gradas de los presbiterios de la Trinidad y del Carmen. Y la puerta del antiguo ayuntamiento.

El Ayuntamiento a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Resultó un edificio de unos 300 metros cuadrados que, aprovechando el cumpleaños de la reina Isabel, se inauguró con pomposa ceremonia.

Concluida la nueva Casa Consistorial, determinó el Ayuntamiento hacer a ella su traslación solemne el día 10 del mes de octubre de este año 1843, en celebridad de ser el cumpleaños de nuestra Augusta Reina Dª Isabel II…

El Ayuntamiento en los años treinta del siglo XX.

En 1967 el añejo edificio fue declarado en ruina y las dependencias municipales se trasladaron al palacio del Marqués de Arneva.

Tras una cesión de ida y vuelta al Estado, el edificio fue permutado por el palacio de Ruvalcaba, entonces propiedad de la Caja de Ahorros Provincial de Alicante.

En un principio había quedado en manos del Ministerio de Cultura para ser rehabilitado. Pero al no ejecutarse el proyecto, el inmueble volvió a manos del Ayuntamiento oriolano en el verano de 1976.

Permaneció un tiempo cerrado y abandonado; con valiosos documentos en su interior que fueron milagrosamente recuperados y hoy forman parte del Archivo Municipal.

En 1981 fue desmontado y demolido.

Casa Consistorial en los años cuarenta. Archivo Celia Senén. Y a principios de los ochenta, preparando el criminal derribo del edificio. Archivo Carmelo Illescas.

Desde 1901 el edificio contaba con un reloj municipal adquirido por 2.300 pesetas, aparato que despojó de dicho título al reloj de Santa Justa.

El Oriol 8 de septiembre 1900: En la última y extraordinaria sesión celebrada por nuestro Ayuntamiento, el sábado 1° de los corrientes, se acordó la adquisición de un reloj de torre, para colocarlo en la Casa Consistorial.

Reloj Municipal a principios del siglo XX. Detalle de una fotografía de la Colección Javier Sánchez Portas.

El oriol. 15 de marzo 1901: El pasado martes se comenzaron en la casa ayuntamiento los trabajos para la colocación del reloj. Ahora resulta que el tan esperado cronómetro municipal no es de veinticuatro horas como exige la hora oficial y el progreso de los tiempos, sino de doce horas, como los antiguos relojes del siglo XIX.

Dicho reloj funcionó hasta el año 1978 y se recuperó en 1999 para ser de nuevo abandonado.

Plaza de la Centuria Romana. Fotografías de Francisco Luis Galiano y Gaspar Poveda.

Lo que queda de él, restaurado en 2014, permanece en la plaza de la Centuria Romana.

Plaza Nueva 3. Siglos XVII-XVIII.

Plaza de la Constitución y Casas Consistoriales a principios del siglo XX. Colección Jesús R. Tejuelo.

Como ya he citado en el punto anterior, la construcción del Pósito a principios del siglo XVII y el posterior derribo de las casas situadas frente a él impulsaron la creación de la Plaza Nueva.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva.

Para conseguir el terreno y la ventilación necesaria fueron demoliendo casas y acortando la calle María de Pau (actualmente San Isidro) que, desde la Plazuela de San Agustín, atravesaba el arrabal hasta la calle del Molino.

Este proceso de derribos terminó en 1630. Antes de finalizar la centuria, la Plaza Nueva había desplazado a la Mayor y a la del Puente.

En el nuevo espacio se celebraban los alardes, las fiestas, las corridas de toros, etc.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Montesinos le dedicó algunos párrafos en el primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela».

Plazas Principales de Orihuela. 1. La Plaza nueva, situada en el Arrabal de Sn. Agustín; es grande, hermosa, magnífica y aseada, con primorosas casas, muchos Balcones de hierro y miradores; en ella se hacen los Toros de muerte, Reales y corridos; la Feria; y el Mercado en los Meses de Mayo, Junio, Julio, Agosto, Septiembre y Octubre.

En ella se practica la Real Jura y Proclamación de Nros. Soberanos Augustos Monarcas de España; se hacen los Sorteos de Quintas; las funebres Catastrofes de Tablada y Patibulo para los q. mueren ahorcados, degollados o con garrote; y finalmte. qualquiera otro acto propio de la Policia.

En ella se hace el diario comercio de Maderas, Cal, Yeso, Carbon y Carrizos, de q. se abastece la Ciudad.

Plaza Nueva 4. Siglo XIX.

El antiguo edificio del Pósito adaptado como Casa Consistorial. Principios del siglo XX.

Durante el siglo XIX acogió todo tipo de actos públicos. Estos párrafos forman parte de un arrendamiento de corridas de toros en el primer tercio de dicha centuria, cuando la llamaban Plaza Real y seguía conservando el edificio del Pósito y el Contraste.

La plaza se construirá en la denominada Real por sitio más acomodado y equitativo, siendo obligación del arrendador quitar los asientos que hay en ella depositándolos donde se le designe, y terraplenar el sitio con toda perfección, cerrar con madera las puertas o boquetes de las calles para abocar a la misma….

Sobre la puerta del contraste formará un tablado muy capaz vestido y adornado por el arrendador para la colocación del Ilustre Ayuntamiento y sus dependientes, y desde este hasta la esquina del Pósito construirá palcos más pequeños.

Asiento habitual de la feria de agosto, en 1886 el Consistorio decidió experimentar trasladándola a la flamante glorieta y adelantándola al mes de julio.

El nuevo emplazamiento, de nuevo en agosto, se mantuvo durante los años 1887 y 1888.

En 1889, por deseo de los feriantes, el «real de la feria» volvió a la Plaza Nueva y así se mantuvo cuatro décadas más a pesar de la prensa local que, periódicamente, insistía en su traslado.

El Thader. 24 de julio 1895: Se nos asegura que la próxima feria se instalará en la Plaza de la Constitución, siguiendo la costumbre de nuestros antepasados. ¿Por qué no se hace el emplazamiento de las casetas en el trozo de carretera de la estación que linda con la glorieta? Aquello resultaría más elegante, más fresco, más poético y menos anticuado…

Durante el siglo XIX fue asiento también de circos, castillos de fuegos artificiales, teatros y todo tipo de espectáculos ambulantes.

El martes. 21 de mayo 1885: Los espectáculos a voluntad del público que vienen sucediéndose en la Plaza Nueva, donde una compañía de gimnastas nos recuerda los antiguos tiempos en que la dicha plaza era el lugar de las corridas de toros y de los muertos torneos…

El día. 23 de junio 1887: Se ha establecido en la Plaza Nueva un Tío Vivo con coches y caballitos que es el punto de reunión y solaz de los muchachos desde la puesta de sol hasta las 10 o las 11 de la noche.

El día. 25 de diciembre 1887: Hoy se inaugurará el magnífico museo de figuras de cera establecido en la Plaza Nueva. Según informes de personas que han visitado dicho museo durante su instalación, la colección de figuras es escogida y numerosa, contando con variados grupos que representan las escenas más notables de nuestras guerras contemporáneas, copias de algunos cuadros notables y un gabinete reservado para caballeros.

Las dos últimas décadas del XIX la plaza tuvo un ilustre inquilino. En un pedestal rodeado por una verja se homenajeó al filántropo José María Muñoz.

El Diario de Orihuela. Del 2 al 28 de julio 1886: Vista la instancia dirigida a este ministerio con fecha 26 de Mayo, por una comisión creada al efecto se ha puesto a disposición de la municipalidad de Orihuela una estatua de bronce para perpetuar la memoria del Excmo. Sr. D. José María Muñoz, que tanto contribuyó con su donativo a aliviar la situación de los perjudicados en la inundación del 15 de octubre de 1879.

Recibida en la Alcaldía la Real Orden autorizando al Ayuntamiento para colocar en la Plaza de la Constitución la estatua del Excmo. Sr. Muñoz. La comisión, ha acordado sacar a pública subasta el 29 de los ctes. de 10 a 10 y media de la mañana, las obras de cantería que han de formar el pedestal sobre que descanse la estatua de dicho señor, con arreglo al pliego de condiciones expuesto en la Alcaldía. Será por pliegos cerrados bajo el tipo de 1.150 ptas.

La Junta que tiene a su cargo la ejecución de las obras para la colocación en la Plaza Nueva de la estatua del Excmo. Sr. D. José María Muñoz, publicará en unos días el pliego de condiciones para dichas obras (…) Tan pronto como empiecen las obras de colocación de la estatua de Muñoz, se trasladará la farola que hoy existe en la plaza de la Constitución a la Plaza de Monserrate…

No voy a extenderme más con este asunto que ya traté en su biografía. Para más información, pinchad sobre la siguiente imagen.

José María Muñoz. 1879. «La Ilustración española y americana». Enlace a su biografía.

La inauguración de la estatua de Muñoz obligó a adecentar un poco la Plaza: acarreo de escombros, grava prensada, bancos de Piedra, nuevos jardincillos…

Tambien se trató, con escaso éxito, de reubicar los carros de transporte público.

El diario de Orihuela. 7 de marzo 1887: Por la Alcaldía se ha dispuesto que los carritos de trasporte que antes se estacionaban en la plaza de la Constitución lo hagan en lo sucesivo en la plaza del Carmen.

Plaza de la Constitución. Postal coloreada. © Colección Jesús R. Tejuelo.

El día. 22 enero 1888: Siempre ha sido costumbre que los carruajes de menor cuantía dedicados exclusivamente para verificar transportes se situaran en la Plaza Nueva, punto céntrico de la población con anchura suficiente para no molestar el tránsito de los demás carruajes.

En las postrimerías del siglo XIX arreciaron las quejas por el mal estado de la plaza y por los costosos e inútiles parches que el ayuntamiento improvisaba.

Periódicamente se convertía en «lodazal indecente», «barrizal inmundo» o «laguna solo apta para barcas».

El independiente. 29 de marzo 1892: Las calles de nuestra ciudad, han vuelto a ponerse intransitables con la lluvia de ayer. La plaza de la Constitución a la que se han echado hace pocos días unos cuantos capazos de graba en los baches, única operación a la que hoy se reduce el arreglo de nuestras calles, está en estado deplorable.

«El pueblo». 28 de noviembre 1892. Aspecto de la plaza Nueva después de haber llovido.

El pueblo. 28 de noviembre 1892: INSTANTANEAS. Nuestras calles. Aspecto de la plaza Nueva después de haber llovido. Esto quiere decir que urge derribar casas para tener ruina que echar en dicha plaza y así poder levantar el piso de la misma hasta que no se le vea a D. José Mª Muñoz sino sus figurados…. pel…. cabellos.

La Margarita. 20 julio 1893: ¿Por qué en esta pobre ciudad, cuando se emprende cualquier reforma no se ven sus ventajas y perjuicios a fin de no deshacer hoy lo que ayer se hizo? ¿Por qué no miran nuestras autoridades que el dinero municipal no debe de gastarse inútilmente?

Nos referimos a la Plaza Nueva, en la que hace poco tiempo se elevó el piso de parte de ella, para ahora (según parece) quitarlo, para dejarlo en el mismo estado que estaba antes. Y el dinero que costó para hacer el lomo y el gastado para después quitarlo, se ha tirado en balde. No tejerían y destejerían tanto nuestros alcaldes si de su bolsillo salieran los tejidos.

El Thader. 1 de octubre 1895: ¡Orihuela puerto de mar! pensé mirando momentos después del diluvio el comienzo de la Plaza Nueva y fin de la calle de San Pascual. Se podía instalar un balneario si no para ahora, para el año próximo. Los aficionados a la natación estarían de enhorabuena; para nadar se necesita agua; y allí, no se hace pie.

Plaza de la Constitución. Semana Santa 1902. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza Nueva 5. Pimer cuarto del siglo XX.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

En el otoño de 1900 el Ayuntamiento cambió al señor Muñoz por una fuente pública que fue bendecida, en enero del año siguiente, por un canónigo en representación del obispo.

El ilustre filántropo fue trasladado a la Plaza de Monserrate.

José María Muñoz en la Plaza de Monserrate.

Además de circos, tómbolas, verbenas, misas de campaña, museos de cera, casas de fieras, castillos pirotécnicos y globos aerostáticos, como novedad, en los primeros años del siglo XX se instalaron pabellones temporales para la exhibición del cinematógrafo con gran éxito de público.

La voz de la comarca. 29 de octubre 1902: El cinematógrafo instalado en la plaza de la Constitución se ve todas las noches concurridísimo contando a llenos por secciones. Este lleva cuadros verdaderamente notables y que causan la admiración del público, pudiendo citar entre ellos Erupción de Monte-pelado, Llegada de un tren a París, El templo de la magia, La cenicienta, Barba azul y otros que irán estrenándose.

Unión republicana. 12 de noviembre 1903: El cinematógrafo instalado en la Plaza Nueva es como pocos se han visto en Orihuela. La variación de cuadros, así como la falta de oscilaciones que en nada molestan la vista, hacen pasar un rato delicioso. Anoche y anteanoche se vio en extremo concurrido.

La Comarca. 14 de noviembre 1903: Cada noche es más numeroso el público que asiste a las ficciones del Cinematógrafo que los hermanos Carreño, de Cartagena, han instalado en la Plaza de la Constitución. La concurrencia sale todas las noches del salón satisfecha de este bonito espectáculo de gran entretenimiento y buen gusto. Los hermanos Carreño están presentando hermosas películas de última novedad y de gran sensación.

Tengo constancia de diversos barracones como el de la fotografía siguiente, instalados concretamente entre los años 1902 y 1906.

Cinematógrafo instalado en la Plaza de la Constitución.

Posteriormente organizaron, sobre todo durante la feria, sesiones veraniegas de cinematógrafo al aire libre.

Pero la plaza se seguía inundándose cada dos por tres arrasando cualquier intento de mejorarla.

La comarca. 22 de enero 1903: Con motivo de las actuales lluvias se han quedado las calles de nuestra población en un estado imposible de transitar por ellas. Suponemos que nuestro ayuntamiento no celebrará ya sesiones hasta el verano.

Y decimos esto porque, a la casa del pueblo, se hace imposible el acceso, como no sea con barcas; tal es el estado de la plaza de la Constitución. Y si naufragase una lancha y sucediera una desgracia a alguno de nuestros ediles ¡qué pérdida para la patria! …

El conquistador. 23 de diciembre 1916: Después de la inundación del 30 del pasado noviembre en las calles se ha apartado el fango; sin duda para que se solidifique y se pulverice. A esto tan antihigiénico hay que añadir también algo antiestético: y ese algo es la Plaza de la Constitución.

En esa Plaza — y nada nuevo decimos porque todos lo sabemos — al bajar el agua, se apartó el fango hacia el frente comprendido entre las Calles de Santa Cecilia y San Isidro, al paso que se rellenó de grava el frente del Ayuntamiento y una faja hasta la desembocadura de la Calle de S. Pascual, resultando de ello intransitables los demás tramos de la Plaza, que gozan gracias al Sr. Alcalde, de un palmo de fango…

Fracasado el intento de llevarla de nuevo a la Glorieta y los andenes en 1907, durante las dos primeras décadas del siglo XX las casetas y atracciones de la feria de agosto se siguieron instalando en la Plaza Nueva.

La Huerta. 31 de julio 1907: La feria se instalará, como otros años en la plaza Nueva. Así lo han solicitado los feriantes, de nuestra Excelentísima Corporación municipal. Esta ha concedido enseguida lo que pedían aquellos sin detenerse en nimiedades ni aferrarse en una opinión.

Ha hecho bien. Cuando esos mismos comerciantes que muchos años han venido concurriendo con sus géneros a nuestra feria piden que las casetas se pongan en la plaza Nueva, tienen sus razones. El paseo de la Glorieta y el paseo de la estación son sitios muy húmedos y se distancian algún tanto del Centro de la ciudad.

Precisamente en ese año 1907 abrió sus puertas toda una institución oriolana: el Café Colón.

La Huerta, Número 98 – 1907 agosto 2: CAFÉ COLÓN Nuestro estimado amigo el popular Juan Rogel abrió anoche un nuevo y espacioso centro de recreo en la plaza de la Constitución número 15, con el título de Café Colón. El salón-café que, como hemos dicho, es muy amplio y excelentemente ventilado luce una decoración a  la «dernier» en la que no se han escatimado ni los sacrificios ni los gastos.

Para más información pinchad sobre la imagen.

Juan Rogel Botá en el Café Colón. Colección José María Piñeiro. Enlace a Biografía.

La vega. 20 de agosto 1916: Cosas de la feria. En la Plaza Nueva, unos focos de luz potente arrojan su claridad sobre la adornada plaza de la Constitución en donde una chillería ensordecedora de pitos, bocinas, organillos y reclamos de los vendedores, que anuncian sus mercancías como únicas por lo buenas, bonitas y baratas, atruenan nuestros oídos…

Plaza de la Constitución. Semana Santa 1902. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza Nueva 6. El jardín elevado.

El aspecto actual de la Plaza Nueva con su elevado jardín modernista es fruto de las obras emprendidas por el prolífico alcalde Francisco Díe Losada; el famoso «Paco Díe».

Francisco Díe Losada. Enlace a su biografía.

Durante la Dictadura de Primo de Rivera la Plaza Nueva sufrió dos remodelaciones. La primera, en 1925, no sé si tuvo que ver con las inundaciones sufridas en 1924.

Así quedó registrada en el semanario «El Pueblo», revisado por la censura militar.

El pueblo. 23 de febrero 1925: Tenemos entendido que en la Plaza Nueva se colocará en breve una fuente fantástica que hermoseará notablemente dicha gran vía. Dicen que se construye de piedra blanca de las canteras de Hurchillo, material de gran duración y de gran efecto. Nuestra cordial felicitación a los dichosos vecinos de la referida plaza.

El pueblo. 2 de marzo 1925: ¿Qué es eso que están haciendo en la Plaza Nueva; Pepe? —Pues una fuente fantástica.  ¿Y para qué sirve eso? —Eso sirve de adorne, que en Orihuela no hay ninguna y en todas partes las hay, muy artísticas y muy bonitas…

Plaza de la Constitución en 1925/26. Recién remodelada con la nueva fuente. Colección Javier Sánchez Portas.

En la Sesión del Pleno del Ayuntamiento celebrada el 11 de mayo de 1926, dentro del plan de mejoras generales, se aprobó una partida de 5.072 pesetas para la instalación de un jardín con obras de fábrica y adorno en la Plaza de la Constitución.

La segunda y definitiva remodelación, a prueba de inundaciones, comenzó a finales de 1927.

Las obras de embellecimiento de la Plaza Nueva, a cargo de la Comisión de Paseos y Arbolados Jardines, continuaron a buen paso durante el primer trimestre de 1928.

Tras una pausa por las fiestas de Semana Santa, la prensa nos ofreció una pequeña descripción del proyecto.

Actualidad 12 de abril 1928: Pasadas las fiestas de estos días han vuelto a trabajarse, con mayor ahínco si cabe, en la plausible reforma que se está llevando a cabo en la Plaza de la Constitución.

No solamente por embellecimiento de la Ciudad sino para prevenir punto tan céntrico contra las inundaciones inevitables; es esta una mejora aplaudida sin reservas.

Levantado en más de un metro el suelo, circundan la fuente jardines de moderna traza que se verán hermoseados con la terminación de los artísticos vanos ya emplazados, de factura igual a los existentes en el Parque de María Luisa y Viveros de Sevilla y Valencia.

Parece que no tenían un proyecto cerrado y le fueron añadiendo elementos durante los dos años que duraron las obras.

Por ejempo, cambiaron los bancos de piedra por otros de azulejo; y la fuente de las ranas, que habían instalado hacía tres años, fue trasladada a la Glorieta.

Actualidad. 12 de abril 1928: Que en la plaza de la constitución no pueden dormir los vecinos… …Que esto es debido al cantar de las ranas… …Que este canto es mucho más intenso durante la noche… porque como sale la luna… : …Que debían desaparecer las ranas… …Que el mejor remedio sería que desapareciese también la fuente por dos razones: porque muerto el perro se acabó la rana… y porque es de muy mal gusto… …Que dentro del carácter humorista de esta sección este «se dice» va en serio…

En su lugar colocaron la espectacular farola central que al día de hoy se mantiene.

El pueblo. 23 de abril 1928: Nos han dicho que la fuente de la plaza de la Constitución se va a trasladar al jardín de la Glorieta y que en lugar de aquella se colocarán unos faroles artísticos, a cuya base se adosará un banco circular, amplio y artístico.

Todo el conjunto estaba inspirado en el modernismo catalán, corriente artística que expandió su influencia a principios del siglo XX.

La flamante Plaza Nueva al iniciarse la Segunda República. Colección Esteban Sanmartín.

Desde su muerte, acaecida en 1919, se habló de un monumento en honor a Agrasot en la Plaza Nueva.

Actualidad. 3 de mayo de 1928: Con lentitud que denota meticulosidad administrativa, vemos ir adelantando las obras del jardín de la plaza de la Constitución.

Estas obras atraviesan hoy por el envidiable período de su existencia, en que, siendo ya una realidad bellamente innegable, son susceptibles todavía de reformas en su planta y de modificaciones en su futura perspectiva, es decir, que estando ya en ejecución las bases de su proyecto admite en la determinación de sus detalles cuantas iniciativas sean dignas de llevarse a cabo.

Se nos ocurre lanzar una idea, ha tiempo concebida que, si es acogida con la solicitud que su naturaleza merece, coadyuvará eficazmente a hermosear el resto de la obra y dará un rotundo mentís a la creencia, bastante extendida por desgracia, de que Orihuela carece de sensibilidad artística y aun patriótica……

Nuestro excelso Agrasot, que con su pincel mágico supo elevar a gran altura el arte español en general, supo también aumentar la sonoridad que artísticamente pudiera tener el nombre de Orihuela…

… Esos jardines, hoy en la primera etapa de su génesis, son a nuestro juicio el lugar más adecuado para servir de escenario a ese acto de desagravio a la memoria del gran maestro y de reivindicación de nuestra sensibilidad colectiva…

Pero Joaquín Agrasot tuvo que esperar casi un siglo. En marzo de 2019 quedó inaugurado un busto dedicado al ilustre pintor oriolano en la Plaza Nueva de Orihuela.

Agrasot en la Plaza Nueva de Orihuela. Fotografía JM Dayas. Enlace al último capítulo de su biografía.

El pueblo. 23 de julio 1928: Se encuentran bastante adelantadas las obras del jardín de la Plaza de la Constitución, siendo de la admiración de todos los elegantes bancos de azulejos y otros detalles que han de adornar dicho jardín mereciendo por ello nuestra primera autoridad a una vez más, nuestro sincero aplauso.

En 1929 la plaza estaba completamente urbanizada y ajardinada.

En junio, el semanario «Actualidad» publicó un poema del jovencísimo panadero de la calle Arriba, Carlos Fenoll Felices. Se titulaba «Canto al nuevo jardín oriolano».

Jardín bello y fragante, lleno de luz y poesía, tu aroma penetrante ilumina, a cada instante, las musas del alma mía. Sentado tranquilamente en un banco de azulejos, oigo cantar en tu fuente al agua, que dulcemente eleva al cielo sus dejos. De mil colores vestido como el árabe galante; y de amores mil, surtido estas tú, gracioso nido de la dama y el amante….

Como perlas y diamantes tus flores brillan graciosas; y en la tarde agonizante siéntense a muy distante sus fragancias olorosas. La tarde, lenta agoniza… Crepúsculo, calma, flores… el perfume de la brisa atrae a bella y castiza gente: Juventud, amores… ¡Bello jardín oriolano lleno de luz y poesía, tu estilo tan sevillano hácete más soberano ¡en la santa tierra mía! C. FENOLL. Orihuela, 3-IV-29.

La Plaza Nueva durante la Segunda República.

En mayo de 1929 el mercado de los martes volvió a la Plaza Nueva y calles adyacentes.

Renacer. 28 de noviembre 1929: Aunque a «paso de tortuga» cierto es que el jardincito de la Plaza de la Constitución está casi terminado hasta en sus detalles. Admirando sus bellezas días pasados recordamos la mansión de los muertos, porque en verdad hay allí unos barómetros o termómetros con sus columnas y pilares que asustarían de noche al Tenorio de Zorrilla. Pero cada artista «tié» sus gustos y cada ciudadano los propios.

Bancos de la Plaza Nueva en 1929. Colección JM Dayas. Y farola en el siglo XXI. Victor Sarabia.

Como nota curiosa los elementos situados frente a la farola fueron calificados por la prensa como «observatorio meteorológico».

Actualidad. 19 de diciembre 1929: Máxima y Mínima. Indudablemente ha sido un gran acierto la instalación, en el jardín de la plaza de la Constitución, de la formidable batería de aparatos registradores del tiempo y sus incidencias con que se ha dotado a la más céntrica y más engalanada de nuestras plazas.

La temperatura, la presión barométrica, etc. quedan de este modo patentizadas y expuestas a la pública curiosidad… Nos parece de perlas nuestro flamante, rudimentario y público «observatorio meteorológico»…

La Plaza Nueva en el siglo XXI. Manuel Francisco Rodríguez.

La Plaza Nueva 7. Rotulación.

Padrón de Sal y Muro 1629. Archivo Municipal de Orihuela.

En el asunto de la rotulación Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela» sólo aporta tres nombres.

La plaza de la Constitución, en un corto tiempo de la República Federal y ordinariamente llamada Nueva.

Pero tuvo algunos más: durante el siglo XVII esta plaza fue citada como Plaça del Raval, Nova del Mercat o del Pósito, quedando asentado el topónimo Placa Nova.

Padrones de Sal y Muro y de Vecinos. 1636-1660. Archivo Municipal de Orihuela.
Padrones de Sal y Muro y de Vecinos. 1636-1660. Archivo Municipal de Orihuela.

En los repartos del siglo XVIII, ya en castellano, figura siempre como Plaza/Plasa Nueva/Nueba.

Repartos del Real Equivalente de 1714 y 1719. Archivo Municipal de Orihuela.

A partir del siglo XIX sus nombres quedaron supeditados a los cambios políticos y los ha compartido con otras muchas plazas mayores de España.

Plaza Real en los repartos de 1824 y 1829; Plaza de Isabel II Constitucional en el de 1837; Plaza de la Constitución entre 1842 y 1873 y Plaza de la República Federal en 1873.

De nuevo Plaza de la Constitución en referencia a la promulgada el 30 de junio de 1876, al iniciarse el reinado de Alfonso XII y la «restauración borbónica». Este nombre se mantuvo desde 1876 hasta 1931.

Plaza de la Constitución a principios del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

Plaza de la República de 1931 a 1939.

La Plaza de la República. Colección Javier Sánchez Portas.
La Plaza de la República en 1931.

Plaza de España en 1939. Y Plaza del Generalísimo Franco desde 1940 hasta la llegada de la Democracia en que quedó fijado el de Plaza Nueva.

Plaza del Generalísimo. Ediciones Artísticas. 11 de julio de 1955. © Colección Jesús R. Tejuelo.
Plaza del Generalísimo. Postal fotográfica. © Colección Jesús R. Tejuelo.

Plaza Nueva 8. Epílogo.

A pesar de tanto nombre, los oriolanos a través del tiempo la han seguido llamando Plaza Nueva; y así ha quedado rotulada definitivamente.

Los tradicionalistas oriolanos, contrarios a la Constitución, reflejaron este hecho en algunos artículos publicados a finales del XIX. Sirvan como final a este capítulo.

La Margarita. Semanario tradicionalista. 17 de agosto 1893: … La Plaza de la Constitución sin embargo de la grande lápida negra en que se lee su nombre, casi ningún oriolano lo usa; todos la entienden por Plaza Nueva, y con extrañeza se la apellida de la Constitución.

El cambio del indicado nombre no se ha podido infiltrar en el pueblo de Orihuela sin embargo de contar ya diez y siete años…

Pero aun cuando tal lápida existe, en la citada plaza y tal nombre se dé en el plano y padrón oficial, para el pueblo de Orihuela la plaza de la Constitución siempre ha sido, es y será la Plaza Nueva.

Plaza del Generalísimo. Postal fotográfica. © Colección Jesús R. Tejuelo.

La Margarita. Semanario tradicionalista. 24 de agosto 1893: Dice El Independiente: «La Margarita poco menos que propone en su número anterior variar el nombre de la plaza de la Constitución…

Vamos a ver, como dijimos en el número anterior, casi nadie en Orihuela apellida a dicha plaza, de la Constitución; todo el mundo la llama Plaza Nueva. Luego desde el momento que queremos lo que el pueblo quiere, pedimos lo que él pide.

Plaza del Generalísimo. Ediciones Arribas. Zaragoza. 18 de septiembre de 1960. Colección Jesús R. Tejuelo.

Antonio José Mazón Albarracín. (Ajomalba).

Apuntes biográficos: Juan Maura y Gelabert.

Juan Maura Gelabert

Juan Maura y Gelabert.

Nacido en la ciudad de Palma de Mallorca el 12 de mayo de 1841, era hijo de Gabriel Maura Gelabert y Catalina Gelabert Samsol.

Huérfano en edad muy temprana, sus tíos Bartolomé Maura Gelabert y Margarita Montaner, padres de diez hijos, se encargaron de su educación.

Bartolomé regentaba una fábrica de curtidos heredada de su padre, Gabriel Maura Sancho, el abuelo de nuestro biografiado.

En los bajos del edificio tenía los obradores donde se curtían y trabajaban las pieles; y en el piso superior vivía con su numerosa familia.

Juan se crio entre sus primos; en un ambiente de amor por las letras y la cultura en general.

Los cinco varones de la familia Maura Montaner destacaron en diversas facetas: Gabriel, escritor y poeta; Miguel, Rector del Seminario de San Pedro de Palma de Mallorca; Bartolomé, pintor, grabador y medallista; Antonio, famoso político presidente del Gobierno; y Francisco, pintor y dibujante.

Retrato autógrafo de Juan Maura y Gelabert, Madrid, 1887. Grabado realizado por su primo Bartolomé Maura.

Como su primo Miguel, nuestro biografiado optó por la religión ingresando en el Seminario de San Pedro de Mallorca.

En calidad de alumno externo cursó los estudios de Humanidades, Filosofía, Teología y Derecho Canónico.

Ordenado presbítero el 10 de junio de 1865, su primer destino fue la humilde parroquia de Biniamar, una aldea del municipio mallorquín de Selva.

Licenciado en Sagrada Teología en el Seminario Central de Valencia, alternó sus ocupaciones con la predicación en Palma, dándose a conocer como destacado orador de verbo florido y rico lenguaje.

En 1868, por acuerdo de la Diputación Provincial de Baleares, fue nombrado director del Hospital Civil de la Provincia y prior de la iglesia de dicho establecimiento.

Durante la Revolución de 1868 conocida como «La Gloriosa» fue castigado por las autoridades al negarse a jurar la Constitución de 1869.

La Crónica. Junio de 1886: Notas Biográficas: Fue nombrado por la Excma. Diputación Provincial, Director del Hospital civil de las Baleares; pero el que había sabido conquistarse el cariño de los sencillos habitantes de Biniamar, que aun hoy le llaman su Vicario, no supo conquistarse la buena voluntad de los ilustrados patricios que por aquellos días gobernaban la cosa pública.

El Sr. Maura fue una víctima de la intransigencia revolucionaria; se le puso en la alternativa de jurar la Constitución del 69 o de perder el cargo que era su único medio de subsistencia; el sabio sacerdote optó por la miseria y no juró: de nada le valieron los servicios prestados, ni los méritos que le adornaban, ni las protestas de la opinión pública: la Diputación Provincial le declaró cesante.

Justa reparación de esta arbitraria medida, tan justa como aplaudida, fue su nombramiento para regentar la cátedra de Teología Moral en el Seminario conciliar de S. Pedro …

En 1871 pasó a ocupar una cátedra de Teología Moral y en 1876 obtuvo la canonjía lectoral de la Iglesia de Mallorca, simultaneando su anterior cátedra con la de Instituciones Bíblicas hasta que fue designado profesor de Teología Dogmática.

Destacado orador y escritor, antes de entrar en el cabildo, se encargó de la predicación cuaresmal obteniendo mucho éxito; por lo que sus discursos fueron publicados.

La Crónica. Junio de 1886: Notas Biográficas: Bastan para inmortalizar su nombre las Conferencias predicadas en la Santa Iglesia Catedral de Palma durante la cuaresma de 1874, que son un acabado, modelo de buen decir y de elocuencia cristiana.

Y el opúsculo titulado «Santa Teresa de Jesús y la crítica racionalista», obra premiada en el certamen celebrado en Salamanca el 15 de octubre de 1882 con motivo del tercer centenario de la muerte de la Seráfica Doctora, y que ha valido a su autor los sinceros plácemes de ingenios tan sobresalientes como el P. Miguel Mir S. J., y el insigne Menéndez Pelayo, orgullo de la ciencia española.

Santa Teresa de Jesús y la crítica racionalista. 1883. Maura y Gelabert, Juan. Obra premiada en el Certamen celebrado en Salamanca en 15 de octubre de 1882 con motivo del Tercer Centenario de la muerte de la Santa.

La Crónica. Junio de 1886: Notas Biográficas: Los mismos incrédulos y racionalistas que no dejan de acudir siempre y en gran número a los sermones del Sr. Maura, al oír rebatir desde el pulpito, con frase limpia y correcta, con poderosa y contundente lógica, los errores del filosofismo moderno, han tenido que confesarse vencidos por la irresistible fuerza de la argumentación que en manos del sabio y elocuente orador sagrado, destruye, y pulveriza los aparatosos sofismas de la impiedad, y no le deja ni siquiera un débil reducto en que guarecerse.

Y no ha sido el pulpito el único campo de los triunfos del Sr. Maura; la prensa católica lo cuenta como uno de sus más entendidos y valientes campeones.

Propagandista católico y autor de una gran obra intelectual colaboró también en algunas revistas como «La Unidad Católica».

Más filósofo que teólogo y dotado de una amplia cultura, en sus escritos trató de armonizar Ciencia y Religión.

En 1882 recibió el doctorado en Sagrada Teología y la licenciatura en Derecho Canónico en el Seminario Central de Toledo.

Fallecido el Obispo de Mallorca, en febrero de 1886 fue elegido Vicario Capitular de la Diócesis en Sede Vacante.

Tres meses después se rumoreaba su presentación para la sede de oriolana.

El Oriolano. 18 de mayo 1886: Ayer mañana marchó a Roma el señor Obispo de la Diócesis acompañado del señor secretario de Cámara del Obispado y del Ilmo. señor Marqués de Lacy.

La noticia de su traslado al arzobispado de Santiago, si bien no confirmada todavía de un modo oficial, se acentúa cada día más, indicándose para sucederle el señor Maura, canónigo lectoral de Palma de Mallorca (Baleares).

Las noticias particulares que se tienen de este señor convienen en que es persona de mucha ilustración autor de algunas obras filosóficas y de grandes dotes y merecimientos para el gobierno de una diócesis.

El Oriolano. 29 de mayo 1886: La Gaceta ha publicado el día 26 el nombramiento del señor D. Juan Maura Gilabert, canónigo lectoral de Palma de Mallorca (Baleares), para la silla episcopal de Orihuela.

El nuevo prelado es muy digno por sus virtudes y talentos de la alta dignidad de que ha sido investido, será preconizado tal vez en el próximo mes de junio y hasta el siguiente es probable que no se posesione de su diócesis.

El Oriolano. 1 de junio 1886: El nuevo prelado de Orihuela, señor don Juan Maura, ha dirigido un telegrama a los directores de los periódicos locales agradeciéndoles con expresivas frases la cariñosa felicitación de que fue objeto por parte de la prensa local.

La Crónica. 3 de junio 1886: El nuevo Obispo. Los periódicos de Madrid recibidos aquí el viernes último, nos dieron la noticia del nombramiento del señor D. Juan Maura Gelaber, canónigo lectoral de la Catedral de Mallorca, para ocupar la silla episcopal de esta Diócesis; nombramiento que será probablemente confirmado por Su Santidad en el próximo consistorio.

El Sr. Alcalde en nombre del excelentísimo ayuntamiento, dirigió un telegrama de felicitación al electo Obispo de Orihuela; y otro tanto hicieron los directores de los periódicos locales, recibiendo todos cumplida e inmediata contestación en los términos más afectuosos y corteses.

Preconizado en junio de 1886, fue consagrado en Madrid el 21 de septiembre.

El Oriolano. 11 de septiembre 1886: Ha salido de Mallorca con dirección a Madrid donde ha de ser consagrado del 15 al 20 del actual el señor Maura Gelabert, Obispo de esta diócesis. El señor Maura hará su entrada solemne en Orihuela a mediados de octubre próximo.

En el tren correo de hoy llega a Madrid el Obispo de esta diócesis señor Maura, a quien esperará en la estación el diputado por este distrito señor Capdepón.

La Crónica. 23 de septiembre 1886: Anteanoche se recibió aquí por telégrafo la noticia de haber sido consagrado el Obispo de esta Diócesis D. Juan Maura Gelabert, y ayer por la mañana se anunció al vecindario tan grata nueva con un repique general de campanas.

La Crónica. 30 de septiembre 1886: Como ya saben nuestros lectores, el martes 2 1 del actual se verificó en Madrid la consagración del limo. Sr. Obispo de Orihuela, D. Juan Maura y Gelabert.

La ceremonia se celebró en la iglesia de la Presentación con la solemnidad acostumbrada y con gran esplendidez y magnificencia ante una numerosa y escogida concurrencia, compuesta en su mayor parte de mallorquines y oriolanos.

Los puestos de distinción estaban ocupados por el Excmo. señor Ministro de Ultramar, padrino del señor Obispo; el Excmo. señor Subsecretario de Gracia y Justicia, Excmo. señor D. Antonio Maura, vicepresidente del Congreso, el señor Diputado a Cortes por Palma y los comisionados que de aquí fueron en representación del limo. Cabildo Catedral y del Excmo. Ayuntamiento.

Fue prelado consagrante el Nuncio de S.S. y asistentes los señores Obispos de Madrid y de Sigüenza.

Tomó posesión del obispado el 2 de octubre, en la persona del Deán de la catedral de Orihuela, Antonio Begué y Diego, haciendo su entrada en la diócesis el 17 de octubre.

El Diario de Orihuela. 18 de octubre 1886: Para hacer una pintura fiel y exacta del recibimiento dispensado ayer por Orihuela al Ilmo. Sr. D. Juan Maura y Gelabert, nuevo y dignísimo obispo de la diócesis, preciso fuera tomar tintas a la aurora, matices a las flores, luces al día y como claro oscuro del imposible cuadro, transformar en psíquicas condensaciones de apropiados colores los afectos del corazón y las emociones del alma.

Es más que las estruendosas aclamaciones de un pueblo y los vítores de la muchedumbre; algo más que el agitar del pañuelo de la linajuda dama y el sencillo saludo del rudo campesino que descubre la honrada cabeza, y algo más aún que las aparatosas fórmulas de las demostraciones del júbilo oficial y el bullicio de la populosa ciudad que se atavía y se engalana en sus grandes festivales.

En el apeadero. El público ansiaba ver a nuestro dignísimo Prelado y una hora antes que el tren especial llegara, ya una nube de gente bullía en los alrededores, en cuyo sitio por primera vez el Obispo de Orihuela iba a pisar el suelo de la Diócesis.

Una comisión de Callosa, compuesta por el Ayuntamiento y el Sr. Cura, otra de Redován también con el Ayuntamiento y Ecónomo, y dos individuos en nombre del ayuntamiento de Orihuela esperaban la llegada de S. I. A las 11 y 20 minutos llegó el tren especial que conducía a nuestro Ilmo.

Prelado y demás personas que le acompañaban; al apearse del coche, la muchedumbre prorrumpió en vítores y aclamaciones que se iban aumentando al paso qué el coche que lo conducía a la Mallorquina hallaba más nutridas y numerosas muchedumbres.

Orihuela, 17 de octubre de 1886. La calle de los Hostales engalanada para recibir al obispo Maura. Colección Antonio Luis Galiano Pérez.

En la Mallorquina. Galantemente invitados por el señor García Cubero, pudimos ver la belleza y gusto con que estaba adornada la deliciosa quinta que posee dicho señor, pues allí era el sitio designado donde debía ser recibido por el Ayuntamiento de Orihuela y demás corporaciones y comisiones, el dignó Prelado.

Además de los señores de la casa, tuvimos el gusto de ver a las señoras y señoritas de Javaloy, Germán, señora de Moreno (D. José) e hijas, Turón (D. Antonio) e hija, señora de D. Matías García y primas, señora y sobrina de D. Vicente López, señoritas de Lafuente, señora de D. Federico Torres, señoritas de Garriga, (D. José) y otras muchas que involuntariamente omitimos por no recordar.

A las once y media por el movimiento de la concurrencia y los acordes de la música se comprendía que la comitiva se acercaba, los vivas y las aclamaciones hasta el delirio, hasta el momento de aparecer el Sr. Obispo.

Después de dar a besar el anillo a las comisiones, subió a la tribuna en donde escuchó el discurso del Sr. Javaloy, síndico del ayuntamiento, el cual no lo podemos reproducir por no disponer de espacio suficiente; a dicho discurso contestó S. I. con elocuente y fácil palabra, pero altamente emocionado demostrando lo agradecido que estaba al pueblo orcelitano, del recibimiento que se le hacía, y que procuraría correspondemos con cariñosa gratitud.

Terminado dicho discurso, se dieron innumerables vivas al Obispo de Orihuela, y al señor Capdepón, y en aquel momento la comitiva se puso en marcha para la ermita de San Antón, donde debía comer y esperar el momento de la entrada el Prelado.

En el coche de S. I. tomaron también asiento el diputado á cortes por este distrito, señor Capdepón, el gobernador de Murcia y el señor Ballesteros, detrás seguían multitud de coches donde iban los concejales y comisiones, y un sin número de particulares; alrededor del coche en donde iba el señor Obispo le seguían unos cien jinetes aproximadamente; durante el trayecto a San Antón, hubo multitud de vivas y aclamaciones.

Orihuela, 17 de octubre de 1886. El Paseo y la calle del Colegio preparados preparado para recibir al obispo Maura.
Colección Antonio Luis Galiano Pérez.

En San Antón. Esperaban al señor Obispo una comisión del Cabildo Eclesiástico, la banda municipal, y un gentío inmenso; llegó la comitiva y una vez que se hubo apeado del coche el Prelado, entraron a la Ermita, y luego a la habitación del señor de San Antón saliendo al balcón a dar la bendición al pueblo, donde fue recibido con grandes muestras de júbilo y alegría; acto seguido el alcalde señor Ballesteros, presentó a los individuos del Ayuntamiento y demás comisiones, retirándose después estas, quedando solo las comisiones del Ayuntamiento y del Cabildo, invitadas a comer con el Sr. Obispo.

La entrada. Era imposible dar un paso por las calles de la carrera; cuanto dijéramos sobre la inmensa multitud que en revuelta confusión se extendía desde la Puerta del Colegio hasta la Catedral seria pálido; jamás Orihuela presenció festival tan grandioso, júbilo tan inmenso, entusiasmo tan indescriptible.

Terrados, ventanas, improvisados tablados árboles, verjas, todo estaba cubierto de gente; la guardia civil difícilmente abría paso echando los caballos sobre la muchedumbre.

De cuando en cuando, la multitud se inquietaba simulando en sus movimientos impetuosas oleadas a las que seguían gritos de angustia y la alegre algazara producida por los dichos picarescos de los chuscos.

A las tres y cuarenta y cinco, apareció la cabalgata concejil en busca del Prelado, regresando de San Antón a las cuatro y quince en el orden siguiente: guardia civil, guardia municipal vestida al uso de la época de Carlos IV, maceros del ayuntamiento, el Prelado en una bien enjaezada mula conducida del diestro por el pertiguero vestido con los usuales hábitos y el Alcalde y demás individuos de la corporación municipal.

Al presentarle la mula a S. I. en San Antón, manifestó que no era buen jinete pero que procuraría sostenerse.

Todas las casas desde la ermita y el camino hasta llegar al molino del Sr. Belda estaban llenas de gente; en la carretera los muchachos encaramados en los árboles y subidos sobre las almenas del fuerte, aclamaban a S. I. sin cesar agitando al aire las gorras y los sombreros.

Conforme iba caminándola comitiva seguíanle los que atrás quedaban, formando un mar de humanos seres de donde surgían sin interrupción entusiastas vivas.

El júbilo iba aumentando por momentos, siendo ya imposible a nuestra pluma trazar el cuadro que nos proponíamos, desde el momento de entrar en la calle del Colegio.

Orihuela, 17 de octubre de 1886. El obispo Maura haciendo su entrada por la calle del Colegio. Colección Antonio Luis Galiano Pérez.

Desde esta calle el rumor producido por las aclamaciones aumenta progresivamente; no hay ya un alma que no esté agitada de férvido entusiasmo, una lengua que permanezca en calma, una mano que asiendo el vario sombrero o el blanco pañuelo, no se agite al aire saludando al nuevo Pastor.

Al mediar la calle se abre una caprichosa y áurea granada y da libertad a innumerables pájaros y palomas. En el arco final seis niñas primorosamente engalanadas arrojan á S. I. flores y poesías. Ya en el paseo resuena un viva y millares de almas lo repiten llenas de júbilo.

Se apea el Sr. Obispo y los concejales, siendo recibidos primeramente por el Sr. Capdepón, Gobernador civil de Murcia, Presidente y Fiscal de la Audiencia de dicha ciudad y por el Sr. Esquer, Presidente de la de Cartagena.

En el paseo se eleva un magnífico altar; todas las corporaciones están allí representadas; comunidades de religiosos, superiores y alumnos del Colegio de Santo Domingo y Seminario, clero catedral y parroquial, espera a S. I. quién vivamente emocionado por las pruebas de amor del pueblo oriolano se declara vencido ante el gozo inefable que inunda su paternal corazón y deja escapar de sus ojos el mal reprimido llanto.

Bendito una y mil veces el que sabiendo llorar vierte ante la faz de un pueblo raudales de agradecidas lágrimas. Imposible nos es continuar la relación emprendida; la emoción ahoga también nuestro espíritu y de nuestros ojos pugnan por escaparlas lágrimas.

Aun haciendo grandes esfuerzos de voluntad para reprimir el júbilo que rebosa en el corazón, apenas si podremos agregar algunos ligeros detalles.

En el arco levantado por La Sociedad Cooperativa, doce niñas lujosamente vestidas, arrojaron poesías, flores, palomas y pájaros, entrando inmediatamente después la comitiva en la Catedral donde se cantó un solemne Tedeum terminando el acto en el Palacio episcopal donde se despidieron del Sr. Obispo de Orihuela, Ilmo. Sr. D. Juan Maura, las comisiones y corporaciones, saliendo después el Prelado al balcón, otorgando su bendición al pueblo que prorrumpió en nuevas aclamaciones.

Lo que anteriormente dejamos trazado, da una idea pálida y deficiente de la brillantísima recepción dispensada por Orihuela al nuevo Obispo.

El 10 de noviembre de ese mismo año dirigió a sus nuevos feligreses la primera Carta Pastoral. Pinchando en la siguiente imagen se accede a una de sus últimas pastorales, publicada en 1909.

Carta pastoral de D. Juan Maura y Gelabert Obispo de Orihuela al clero de su diócesis y alumnos de su seminario sobre el Modernismo. Orihuela, 15 de diciembre de 1909. Enlace a documento.

En la legislatura 1893-1894 fue elegido senador del reino por el Arzobispado de Valencia.

Falleció en Orihuela el 24 de enero de 1910.

El Eco de Orihuela. 27 de enero de 1910: El Entierro del Obispo de Orihuela: Grandiosa e imponente por todos conceptos ha sido la manifestación de duelo que el pueblo de Orihuela ha realizado hoy en sus calles y plazas, ante el cadáver de su ilustre prelado D. Juan Maura y Gelabert.

Desde las nueve de la mañana cerró sus establecimientos todo el comercio de la localidad, ofreciendo nuestra ciudad, a causa del inmenso gentío que transitaba por sus calles, el mismo aspecto de las grandes solemnidades de la Semana Santa.

27 de enero de 1910. Entierro del Obispo Juan Maura. Calle Alfonso XIII. Colección Javier Sánchez Portas.

De Murcia, Alicante y de todos los pueblos de la vega ha acudido hoy un concurse numerosísimo de personas de todas las clases de la sociedad, haciéndose en muchos sitios imposible el tránsito a consecuencia de la aglomeración.

A las diez y media en punto, comenzó al acto del entierro, teniendo lugar el imponente desfile para la conducción del cadáver al sitio de su enterramiento y sufragios por su alma.

Abrían la marcha los niños acogidos en la Casa de Beneficencia, siguiéndoles los ancianos de las Hermanitas de los pobres, llevando cirios encendidos. A continuación, iban los alumnos internos del colegio de Sto. Domingo con el profesorado y los de San José.

Después las comunidades religiosas de PP. Capuchinos y Franciscanos, cleros parroquiales con cruces alzadas. Seminario de San Miguel, señores Beneficiades, comisión del cabildo colegial de Alicante y cabildo Catedral.

El cadáver era llevado en hombros por varios sacerdotes, discípulos del finado; vestidos de dalmáticas violadas, los cuales se iban relevando durante la carrera, que ha sido la misma de la procesión del Corpus. Todos los balcones los ocupaban bellas señoritas y distinguidas damas.

Detrás del féretro iban los obispos de Murcia y Ávila y a continuación el arzobispo de Valencia que oficiaba de pontifical, asistiendo de todo el personal que exigen para estos casos las rúbricas de la Iglesia. Iban presidiendo el duelo, el ex- presidente del Consejo de ministros D. Antonio Maura, su señor hermano D. Francisco, el beneficiado, D. Rómulo Hevia Maura, el diputado a Cortes por este distrito señor Marqués de Rafal y el reverendo padre guardián de Capuchinos, confesor del finado.

A continuación, iba el Ayuntamiento bajo mazas, presidido por el alcalde D. José Ferrer Lafuente. Detrás de la corporación popular, seguía un acompañamiento numerosísimo, en el que iban todas las autoridades civiles, militares y judiciales, representaciones de todas las sociedades y centros de la población, colegio de abogados, procuradores y periodistas, el comercio en masa y todo cuanto de notable encierra y contiene esta ciudad…

27 de enero de 1910. Entierro del Obispo Juan Maura. Calle del Ángel. Archivo ABC.

La Actualidad. Barcelona. 1 de febrero de 1910: La muerte se muestra estos días implacablemente devoradora. Ha fallecido en Orihuela el prelado de aquella diócesis, Ilmo. D. Juan Maura Gelabert, primo hermano del ex presidente del Consejo de Ministros y varón de claro talento y esclarecidas virtudes.

La Actualidad. Barcelona. 1 de febrero de 1910.

Callejeando 35. Arrabal de San Agustín 1.

Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva: 1. Plaza del Puente. 2. Calle de San Agustín. 3. Calle de la Mancebería. 4. Plaza Nueva. 5. Calle del Molino Grande. 6. Calle de San Pascual.  7. Puerta de Magastre. 8. Calle del Bao. 9. Calle de la Acequia. 10. Calle de María de Pau. 11. Plazuela de San Agustín. 12. Convento de San Agustín. 13. Huerto de San Agustín. 14. Rodeo. 15. Alameda. 16. Camino de Hurchillo. 17. Camino de Cartagena desde la Puerta del Burdel. 18. Alameda. 19. Huertos. 20. Puerta del Burdel.

Arrabal de San Agustín, primera parte: introducción, Plaza del Puente, Mancebería y Camino de Beniel.

Por la estrecha franja entre el Monte de San Miguel y el Río Segura circulaba el camino principal entre Valencia y Murcia.

Atravesando el frágil puente de barcas de la Uryula musulmana, sus habitantes se plantaban en un cruce de caminos: al sur el de Cartagena; a Levante el de la Costa; y a Poniente un itinerario alternativo para llegar a Murcia por la otra orilla del río.

Esos tres caminos, una vez urbanizados, se convirtieron en las calles de San Agustín, San Pascual y Mancebería, con nuevas puertas en cada uno de sus extremos: la de San Agustín, la de Magastre y la del Burdel.

El Arrabal de San Agustín, Mayor, del Puente o Cuartel Sur. Introducción.

Lo Raval del Pont 1540-1549. Archivo Municipal de Orihuela.

En el siglo XII, bajo dominio almohade y en el apogeo del famoso «rey lobo» de Murcia, la ciudad fue reforzada con nuevas murallas y torres.

Cercana a la corte y con mucha tierra fértil regada por el Segura, en Uryula se instalaron oligarcas murcianos y multitud de nuevos colonos.

La población del casco amurallado se multiplicó notablemente y propició un primer intento de poblar el otro lado del río; sobre todo a base de pequeñas alquerías con explotaciones agrícolas. Se estaba formado un arrabal al inicio del camino de Cartagena.

Imagen idealizada del arrabal. Acrílico de José Domingo Sarabia Simón.

Pero hubo que esperar hasta la segunda mitad del siglo XIII; cuando expulsados los musulmanes del casco, se instalaron masivamente formando la primera morería de Orihuela.

Y cuando ellos (los cristianos) se la quitaron a los moros (la ciudad) les dejaron poblar en parte del rabal, que antes de que se fundase el convento de San Agustín, se decía mayor.

La cita anterior pertenece a Mosén Pedro Bellot. En sus «Anales de Orihuela» dejó clara la fecha de amurallamiento del arrabal Mayor: en la segunda mitad del siglo XIV, coincidiendo con el inicio de la Guerra de los dos Pedros.

1357. El rabal mayor (se decía a San Agustín y contorno) no tenía muralla ni defensa alguna y estaba a peligro de poder ser saqueado una noche, lo cual refirieron en consejo Martín Rocamora y Juan de Oteo, los cuales encarecieron tanto el peligro, que de continente mandaron hacer muralla y barreras y puertas, y todo fue acabado en diez días.

Montesinos se extendió un poco más hablando de sus orígenes. Os dejo algunos párrafos del primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela».

El segundo arrabal es el que llaman de San Agustín, el que se fundó después de que los Christianos ganaron a los Moros Orihuela; en cuyo sitio mandó después situar el mismo infante Don Alonso a los Moros que quisieron quedarse en Orihuela…

Los moros en este arrabal edificaron muchos jardines, granjas y casas para su habitación; y viéndose maltratados de los Christianos cuando la Sacra Augusta Majestad del Señor Emperador y Rey de España Don Carlos V de Austria y I de Castilla mandó bautizar a todos los Moros de sus españoles dominios, se pasaron a los Lugares de Redován, Cox, Albatera, Catral, Callosa, Abanilla, Fortuna, Almoradí y Crevillente, donde permanecieron hasta el año de 1609…

Después, los Christianos oriolanos, ampliaron y hermosearon este Arrabal, con fundar en él más de 600 casas habitadas por Christianos viejos nada sospechosos y por ricos labradores honrados.

Lo Raval de Sant Agusti. Siglo XVI. Archivo Municipal de Orihuela.

Por último transcribo a Ernesto Gisbert en su «Historia de Orihuela»:

Arrabal del S. o de San Agustín. Según Bellot se llamó en un principio del Puente, después de la Morería desde 1272 hasta 1431.

Más adelante tomó la denominación de Mayor debido únicamente a su mucha extensión comparado con los demás arrabales de la población, y por fin ha quedado con el nombre de San Agustín.

Linda por tres vientos con la huerta, estando por el N. separado de la ciudad por sólo el río.

La morería oriolana se despobló durante la Guerra de los dos Pedros «sujeta al ímpetu del enemigo». Y terminada la contienda, los vecinos cristianos se hicieron con el codiciado terreno.

Aunque intentaron instalar a los musulmanes cerca de la puerta de Callosa, éstos optaron por repartirse entre los lugares de la comarca y vivir más discretamente.

Como ya he dicho, a partir de la segunda mitad del siglo XIV, el arrabal dispuso de su propio muro protector y de un convento cristiano que acabó dándole nombre.

Así lo cita Bellot.

El segundo convento en antigüedad es el de San Agustín. En el año 1400 estaba ya fundado con «malas tapias y peores fundamentos», «a peligro de caer y matar a mucha gente».

Acudieron al Consell en busca de ayuda y éste les dio cincuenta florines y permiso para pedir limosna.

No es disparatado aventurar que, antes del convento de San Agustín, hubiese algún establecimiento religioso para ofrecer asistencia espiritual a los musulmanes.

No voy a extenderme hablando del convento. Pinchando sobre el plano reflejado en la siguiente imagen, se accede a un artículo monográfico sobre los agustinos y Jesús María, colegio que ocupa su lugar en la actualidad.

Convento de San Agustín. Fragmento plano de 1748, obra de Fray Antonio Villanueva. Enlace a artículo.

Volvemos al primer libro del «Compendio histórico geográfico de la fundación de la ciudad de Orihuela»

El Arrabal de Sn. Agustin, llamado antes de Sn. Jayme; y despues de Sn. Agustin, por haber fundado en él su combento dichos Padres, es grande, rico y hermoso; de la Ciudad se pasa a él por dos magníficos Puentes, llamados Viejo y Nuevo, sobre el Rio Segura.

En él estan comprehendidas las Sigtes. Iglesias; y comunidades: Combento de los Padres Agustinos Calzados; Monasterio de Religiosas Agustinas con el titulo de Sn. Sebastian; Combento de Religiosos Franciscos Menores Descalzos de la Regular y mas estrecha Observancia; El Real Contraste de Sedas, Peso de Arina, y Romana de Carbon; el Publico Matadero de la Ciud. q. fuera mejor estuviera bien extra Muros; con las Sigtes. Calles:      

Montesinos cita también las calles que consideraba más importantes a finales del siglo XVIII.

Plaza Nueva que es magnífica, grande y cuadrada, como diré más adelante; Mancebería; de los Gitanos; de Pamies; del Rodeo; de San Agustín; Plazuela del mismo; del Puente Viejo; de San Isidro; de María Pau; de la Acequia; del Bao; del Sol; del Pilar; del Matadero; de Molins; del Puente Nuevo; Barrio Nuevo de la Marquesa; de San Pascual; del Molino; y de los/las Chruces.

En los primeros capítulos vamos a estudiar el núcleo original del arrabal; el terreno que aparece en la siguiente imagen, comprendido entre las tres puertas anteriormente citadas.

Cuartel Sud, del Sur o Arrabal de San Agustín. Plano de Orihuela. Francisco Coello (1859). Atlas de España y sus posesiones de Ultramar. 

Posteriormente trataremos la espectacular ampliación que propició la construcción de la estación del ferrocarril.

La Plaza del Pont Vell.

El amplio y estratégico espacio entre la puerta de la ciudad y el inicio de la morería dio paso a la plasa del Pont Vell; de donde salieron al sur lo Carrer de Sent Augusti, a Levante lo Carrer del moli y la Plasa Nova; y a Poniente lo Carrer del Partit o del Bordell.

Raval de Sent Agosti y plaça del pont vell. Siglo XVII. Archivo Municipal de Orihuela.

Para hablar de la Plaza del Puente, vamos a comenzar con algunos párrafos extraídos de la «Orihuela imaginada, la Ciudad en los Siglos XVI y XVII» de José Ojeda Nieto.

A principios del Quinientos, la Plaza del Puente era el centro neurálgico del arrabal. Su importancia la viene arrastrando desde las centurias anteriores, desde épocas medievales, cuando se formó el barrio.

Es evidente que siendo la Puerta del Puente la más importante de la ciudad, a su vera, extramuros, se adosaran obradores.

El arrabal surgiría (explican los medievalistas) como espacio adonde fueron alojados los mudéjares tras la reconquista de Orihuela en 1264-5, y no parece razonable que se les dejase asentar lindando con la misma muralla.

La Plaza, pues, tiene un origen estratégico (controlar el puente) y una función comercial. Con el tiempo, pasado el peligro, la primera misión se pierde, revalorizándose la segunda, por lo que terminó por convertirse en lugar económico-social del arrabal.

Durante el Cuatrocientos acentuaría esta importancia, manteniéndola y aun fortaleciéndola hasta el último tercio del siglo.

Colección Javier Sánchez Portas.

Considerando las estrecheces que sufrían en el casco, sin posibilidad de poder disfrutar siquiera de una Plaza Mayor en condiciones, el espacio «a la baxada del Pont Vell», frente a la puerta de la ciudad y la Casa Consistorial, tuvo múltiples utilidades: militares, religiosas, civiles, festivas…

Podemos destacar la ceremonia de elección de cargos y dignidades municipales. Que se desplegaba «a la entrada del barrio de San Agustín, frente a la casa de la ciudad».

Los candidatos se presentaban armados y a caballo, vistiendo sus mejores galas. Formaban tres grupos separados, el brazo mayor o militar, los caballeros o brazo menor y los ciudadanos.

El escribano del Consejo, en presencia del Justicia y de los Jurados salientes, introducía en tres sacos, uno para cada clase, los nombres de los candidatos en trozos de pergamino.

Allí se celebraban también las fiestas de la reconquista, desde principios del siglo XV. El día 17 de julio, a la salida del sol, en el plano del puente viejo se conmemoraba la toma de la ciudad con un simulacro de batalla.

Los moros, oriolanos disfrazados al igual que ahora, esperaban la acometida de los cristianos. Y entrando por el portal de San Agustín llevaban a los vencidos hasta la Catedral.

Desarmados y maniatados eran conducidos en procesión hasta la iglesia de Santa Justa. Allí se daban gracias a Dios y a las Santas patronas por la victoria.

La plaza de Cubero en la fiesta de la Reconquista.

En 1492 el rey Fernando escribió a Orihuela anunciando su victoria contra el rey de los moros de Granada. Y entre otros actos festivos, el Consejo oriolano mando celebrarlo con un espectáculo taurino en el arrabal del Puente.

Que el domingo después de comer sean azotados toros en el rabal del Puente, y que nadie tire garrocha a pena de 60 sueldos y de estar tres días preso; y azotados los toros, que todos los hombres de honor que tengan cabalgaduras acompañen a los oficiales a caballo…  

Plaza de Cubero. Puente Poniente. Coronación canónica de la Virgen de Monserrate. Mayo de 1920. Colección Javier Sánchez Portas.

Otro uso menos festivo era el de las ejecuciones públicas. Gracias a un protocolo del escribano José Bruña, redactado en febrero 1732, sabemos que un labrador que vivía en la bajada del puente, junto al Pósito de la ciudad, autorizó a los Mayordomos de la cofradía de Nuestra Señora de los Desamparados a colocar, bien visible, una imagen mariana en su fachada para consolar a los condenados a la pena capital, cuyo suplicio se ejecutaba frente a su casa.

En la Ciudad de Orihuela a cattorze días de el mes de febrero de mil setecientos treinta y dos años. Ante mí el escribano público testigos, pareció Roque García Contival labrador vecino de ella y dixo: es dueño posehedor de una casa de habitación y morada, en la población de esta dicha Ciudad, Raval de San Agustín, en la bajada del Puente viexo, con quien alinda por parte de Tramontana, por la de levante con el Real Pósito de esta dicha Ciudad …

… Y que en la referida su casa de su echo, consentimiento y autoridad propia, havía consentido a los Mayordomos de nuestra señora de los Desamparados, colocar en visible nicho esta Santa imagen para extender esta devoción y consolar a los condenados a pena capital cuyo suplicio se ejecuta a su frente, en la misma bajada de el nominado Puente viejo.

Dos imágenes de la hornacina de la Virgen de los Desamparados en la bajada del puente. Fotografías del primer cuarto del siglo XX. Colección Javier Sánchez Portas.

En marzo de 1869 varios concejales denunciaron a José Tolmos, dueño por aquel entonces de la casa en cuya frontera se hallaba colocada la efigie de Nuestra Señora de los Desamparados. Había reformado sin permiso la puertecita del camarín, haciendo desaparecer un rótulo que declaraba las indulgencias concedidas por Obispos.

El Ayuntamiento le anunció una visita de la comisión de Ornato y le obligó a restituir el rótulo, dejando a la virgen y su camarín en el estado en que los encontró al comprar la casa; ya que dicho camarín era propiedad municipal.

Perdida la situación estratégica y con sus funciones trasladadas a la Plaza Nueva, la edificación de su entorno la fue reduciendo hasta quedar en una «plaseta». Aún así, los concejales oriolanos la catalogaron como plaza de primera clase y se la dedicaron al obispo que gobernaba la diócesis en aquel momento.

En marzo de 1861 la comisión para el arreglo del nomenclátor decidió mostrar su gratitud a Pedro María Cubero y López de Padilla, vigésimo séptimo obispo de Orihuela,

El sitio llamado bajada del Puente viejo, uno de los más concurridos y mejor situados en este arrabal, puede titularse Plaza de Cubero, así el Ayuntamiento tributará un homenaje de respeto, amor y gratitud al actual dignísimo Prelado de esta Diócesis. 1ª Clase.

Fotografía Ajomalba.
El diario de Orihuela. Campaña 1886-1887.

Si os interesa saber más de este obispo, pinchando la siguiente imagen se accede a un artículo.

Pedro María Cubero y López de Padilla, Obispo de Orihuela. Enlace.

La crónica. 1 de abril 1886: El otro día, según costumbre antiquísima de la localidad, vinieron algunos jornaleros y se situaron en la Plaza de Cubero, donde como siempre esperan que los labradores les busquen para ir a trabajar a la huerta, y en aquel día, según se nos dijo, no encontraron quien les diera ocupación y se volvieron, llenos de pena, a sus casas.

Herrería en la Mancebería. Al fondo la Plaza de Cubero y la Calle del Molino. Antonio Ballester Vidal.

La Mancebería.

Contribución Equivalente año 1717. Archivo Municipal de Orihuela. Raval de San Agustín. Manseveria y Rodeo.

La prostitución siempre fue tolerada como un mal necesario; pero llegó un momento en el que las autoridades pasaron a considerarla como un auténtico servicio público que institucionalizaron y fiscalizaron, limitando su actuación a espacios acotados dentro del recinto urbano.

De nuevo recurro a la «Orihuela imaginada, la Ciudad en los Siglos XVI y XVII» de José Ojeda Nieto.

Muy próxima, tan próximo que hacen esquina, se halla la calle del «Bordell», sometida al influjo fabril de los alfareros y al comercial de la Plaza del Puente.

Su nombre, en todo caso, lo debe a la casa de las meretrices. A mediados del siglo XVI, los dueños (o sea, casa y negocio) eran los Rocafull, que la arrendaban a un «pare de les putes».

Dos calles que de por sí generaban ya movimiento: nos referimos, por un lado, a la Cantarería y, por el otro, a la calle «La Nau olim Mancevería o Bordell, Partit o Putería», que con todos estos nombres es conocida documentalmente.

La Mancebería a principios de siglo.

Para evitar escándalos, los burdeles municipales se circunscribían a determinadas calles situadas en las afueras. Estos lugares eran llamados mancebías, burdeles o calles del Partido.

A pesar de la voluntad de relegarlo a una zona alejada del núcleo, con la progresiva expansión del arrabal de San Agustín, acabó muy próximo al nuevo centro de la ciudad.

La mancebía protegía el orden público y evitaba el adulterio, canalizando las bajas pasiones masculinas. Este es el origen del nombre de la calle de la Mancebería.

Patro del mur y sal any 1636. Archivo Municipal de Orihuela. Raval de St. Agostí. Carrer de la nau y Canterería.

Mancebería es un eufemismo de Mancebía. He localizado también: La Nau, del Partit y Mansevía. Pepe Ojeda añade también del Publich; y en referencias documentales del Bordell o Putería.

El nombré caló hasta el punto que la puerta que tenía en su final no era la de Beniel; sino la «Porta del Bordell».

Calle que da salida a la ciudad hacia Beniel y que cuenta con una de las puertas de la ciudad: la «Puerta del Partit o del Bordell».

Archivo Municipal de Orihuela. 1636-1660. Carrer Manceberia y Carrer de la mansevia.

José Rufino Gea Martínez lo describe así en su «Historia de los oriolanos».

El antiguo burdel estaba situado en la antigua calle que se llamó de la Mancebía o Mancebería y hoy de Muñoz, esquina al callejón del Rodeo.

Las pecadoras tenían obligación de usar prendas de vestir que las distinguieran de las mujeres honradas, y no podían concurrir a las iglesias con manto, sino con mantilla precisamente de tres palmos; estaban sujetas a reglamento, y a la que faltaba a sus disposiciones o escandalizaba públicamente, era emplumada en la plaza mayor o se le daba una carrera de azotes.

Las dejaban en pelota, las embadurnaban la piel de engrudo o cola y las echaban a un largo cajón lleno de plumas, en donde las revolcaban para que les cubriesen todo el cuerpo, obligándolas después a recorrer la plaza y calles, con gran regocijo de la multitud que alborotada las seguía

Herrería en la Mancebería. Al Fondo el coche de línea que realizaba el trayecto de Orihuela a Murcia por Beniel y la Calle del Molino. Antonio Ballester Vidal.

En marzo de 1880, se rotuló la Mancebería como «calle de Muñoz» por la generosa contribución en la riada de Santa Teresa de José María Muñoz y Bajo de Mengíbar, nombrado hijo adoptivo de Orihuela en octubre de 1879.  

El Constitucional. 25 de marzo 1880: … Después de la ceremonia, irá la comitiva a la calle de Mancebería, una de las principales y más perjudicadas por la inundación, para descubrir los rótulos de su nuevo nombre, calle de Muñoz, y bendecirla; y estará adornada con colgaduras, como toda la ciudad, con ramos, flores y arcos, iluminación y fuegos artificiales…

No me extiendo mucho. Pinchando la siguiente imagen, se accede a su biografía en esta misma web.

José María Muñoz y Bajo. Colección Javier Sánchez Portas. Enlace a su biografía.

La Correspondencia de España. 31 de marzo 1880: Se ha solemnizado con gran pompa el acto de coronar al Sr. Muñoz, asistiendo el gobernador civil de la provincia, el obispo de la diócesis, las autoridades, corporaciones y un gentío inmenso.

Seguidamente, con entusiasmo indescriptible, descubriose la lápida de la calle de «Muñoz», cuyos vecinos pobres fueron socorridos con dinero contratando la reconstrucción de seis casas, arruinadas por la inundación en dicha calle, nombrando una junta para las obras y dejando fondos para ellas.

Anoche hubo sorprendentes fuegos artificiales y otros festejos en honor del ilustre filántropo Sr. Muñoz, que sale mañana para Murcia siguiendo su cuarta expedición caritativa.

Fotografía Ajomalba.

La penúltima titulación de la Mancebería recayó sobre Luis de Rojas García, nacido en Valencia el 9 de abril de 1903. Segundo hijo del Marques de Algorfa, estudió Derecho en Deusto.

El conquistador. 16 de septiembre 1916: Procedente de Algorfa, hemos tenido el gusto de saludar al Sr. D. Luis de Rojas, hijo de nuestro ilustre correligionario el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa.

En sus estancias en Algorfa, conoció a Mercedes Brotons Fraile, hija de un próspero comerciante oriolano, que veraneaba en Montesinos.

El pueblo. 11 de abril 1927:  Por el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa y para su hijo, D. Luis de Rojas, abogado, ha sido pedida la mano de la bellísima y gentil señorita Mercedes Brotons Fraile, hija de nuestro respetable amigo D. Antonio, jefe de la Subalterna de la Renta de Tabacos en esta ciudad. La boda se ha concertado para muy en breve.

Se casaron en 1927 y tras un corto periodo en Alicante se domiciliaron en Orihuela, donde fue nombrado jefe local de los requetés (milicias carlistas).

El pueblo. 20 de julio 1927: Boda aristocrática. En la tarde del domingo último, se celebró el enlace matrimonial de la bella y gentil Srta. Mercedes Brotons, hija de nuestro respetable y distinguido amigo don Antonio, con el culto abogado don Luis de Rojas, hijo de los Excmos. Marqueses de Algorfa.

La ceremonia tuvo lugar en la mansión de los Sres. de Brotons uno de cuyos salones engalanado con ricos tapices y artísticas plantas, se habilitó para oratorio. (…) Los nuevos esposos, a quienes felicitamos, marcharon a  la hermosa finca del Señorío del Algorfa, desde donde emprenderán un viaje para diversas poblaciones de Francia, Italia y Suiza.

Luis de Rojas. Fotografías facilitadas por su hija.

El matrimonio tuvo dos hijas; una de las cuales tuve el gusto de conocer en un viaje a Campello con Jorge Belmonte.

Actualidad. 17 de mayo 1928: El domingo recibió las regeneradoras aguas del bautismo, de manos del joven sacerdote D. Ramón Garriga, la preciosa niña que recientemente dio a luz doña Mercedes Brotons Fraile, esposa de don Luis de Rojas. Actuaron de padrinos el Excmo. Sr. Marqués de Algorfa y doña María Brotons Guillén, abuelo y tía de la bautizada.

El pueblo. 20 de enero 1930: El pasado día 19 dio a luz con toda felicidad una preciosa niña doña Mercedes Brotons Fraile esposa de don Luis de Rojas. Reciban tan venturosos padres nuestra cordial felicitación.

Residió inicialmente en la Plaza Caturla, trasladándose pronto a la calle Mayor, concretamente al edificio cuyos bajos albergan actualmente la ferretería de Mateo Gil. Aficionado a la historia y la heráldica, apenas ejerció como abogado.

El 30 de agosto de 1936 fue detenido en Alicante por una partida de milicianos en una finca llamada «Jardín del Conde», propiedad de su padre. Secuestrado en un vehículo de la UGT, su cuerpo apareció tiroteado y quemado con gasolina en un paraje situado en la partida del Molar (Elche).

El 15 de octubre de 1940 se acordó llamar a la calle de Muñoz, Luis de Rojas, dentro del paquete de los «caídos por Dios y por España».

Y así se mantuvo oficialmente hasta 2012, fecha en la que la Memoria Histórica recuperó su nombre tradicional: la Mancebería.

Fotografía Ajomalba.

Cantarería o Rodeo.

Patro de els vehins de 1651. Archivo Municipal de Orihuela. Carrer de la Canterería y Carrer del Partit.

La calle Cantarería, paralela y al occidente de la de San Agustín, a espaldas del convento, linda con el muro del arrabal. Su nombre lo debe a que allí se ubica la «cantareria» del Consell, que se arrendaba 1570, no a que todos los alfareros se concentrasen en este lugar, aunque sí la mayoría.

Los hornos, con su enorme consumo de leña, de la que siempre anduvo escasa Orihuela, imponían la concentración. En 1605 la casa de la alfarería del consell se vendió, pero el nombre estaba ya lo suficientemente arraigado.

A partir del XVIII adoptó un curioso nombre nacido del ingenio popular, pues este callejón era la entrada oficiosa utilizada por los que se recataban para acudir al Burdel y llegando hasta la iglesia de San Agustín daban un rodeo por la Cantarería, evitando así ser vistos en tan comprometida situación.

Fotografía Ajomalba.

El 16 de enero de 1727, ante el escribano Bautista Ramón, se firmó la venta de una casa solar en la población de esta Ciudad, Parroquia de Santa Justa, Raval de San Agustín, en la calle nombrada de «la Canterería eo el Rodeo». Lindes por delante con la Plazuela del Rodeo, por poniente con descubierto del convento de San Agustín…

En la prensa local de finales del XIX se anunciaban riñas de gallos en el circo de la calle del Rodeo.

Segundo tramo de la Mancebería.

Francisco Luis Galiano Moreno.

Los últimos metros de la calle a la izquierda fueron vendidos por los agustinos en 1729, al escribano Joseph Bruña para que fabricase ocho casitas con puertas a la «Mansevería».

Cinco años después, ante el incumplimiento del promotor que seguía sin comenzar la construcción, decidieron recuperar su terreno ante el escribano Bautista Alemán. Por curiosidad, voy a transcribir el comienzo de la escritura.

En la Ciudad de Orihuela, a siete días del mes de enero de mil setecientos treinta y quatro años, estando en la Selda prioral del Convento de Religiosos del Muy Grande Señor San Agustín de ésta, lugar acostumbrado para tratar y conferir las cosas tocantes al Beneficio de dicho Convento, convocados a son de campana tañida, como lo han de uso y costumbre los Muy Reverendos Padres (18 nombres de frailes que no he transcrito), confesando ser la mayor parte de sus conventuales, por sí y en nombre de los ausentes y a los que en adelante fueren, por quienes prestaron voz y canción de Rato en forma, de una parte.

Y de otra Joseph Bruña, Escribano del Número de ésta, y dixeron, dicho Joseph Bruña que en el día seis de febrero del año pasado, mil settecientos veinte y nueve, ante Joseph Santa Cruz Escribano de los Reynos, también vecino de la misma, compró de dicha Reverenda Comunidad Setenta palmos de tierra de longitud, parte del huerto de dicho convento, que recae por la parte de Tramontana a la calle de la Mansevería y alinda con ésta, por la parte de Levante con una casilla derruyda y con corrales de otras que caen a dicho huerto, con la de poniente con las tapias del huerto y Camino de Cartagena…  

Y lo vendieron al año siguiente; ya en parcelas escrituradas individualmente para hacer casas, con la condición de que entre todos rehiciesen la pared del huerto (que quedaría detrás); y que sus aguas vertieran hacia la «Manseveria».

Los segregaron de su huerto, terminando de urbanizar la calle de la Mancebería hasta el Camino de Cartagena, hoy calle Ocarasa.

Estas casitas debían ser muy estrechas para caber ocho en poco más de 15 metros lineales, equvalentes a setenta palmos valencianos. Lo cierto es que, herederas de esas casas, en la actualidad la Mancebería termina con un grupo de viviendas de fachadas muy estrechas.  

Colección Javier Sánchez Portas.

Este último tramo cuenta con una hornacina de la Virgen de Monserrate. Colocada el sábado, día 28 de diciembre de 1799, según reza en el Libro 15 de Montesinos.

En esta noche, en punto de las seis, con las licencias necesarias del Sr. D. Luis Exarque, Provisor y Vicario General, se colocó en la Mancebería, al salir de dicha calle hacia la huerta, en la sera izquierda en primoroso camarín, la Imagen de Ntra. Sra. de Monserrate, con grande golpe de música, enramadas y costoso disparo de morteretes, todo a expensas de sus vecinos.

Francisco Luis Galiano Moreno.

Más allá de la Puerta del Burdel.

La Ocarasa en los años sesenta del siglo pasado. Colección Antonio Agulló Mateo.

En 1735 el regidor Antonio Meca quedó comisariado por la Ciudad para buscar el sitio más conveniente y erigir una cruz de término que tenían acordada a la salida de la Mancebería.

El Señor Dn. Antº. Meca expuso a la Ciudad q habiendose informado deel citio quees mas conveniente, para que se erija la Cruz que tiene acordada la Ciudad se hiciera a la salida de la Manceveria, y encargado a su Cuidado dha Obra, es de pareser se forme a la parte de abaxo del Puente de las Piedras camino de Cartagena por ser puesto mas capaz que el de la salida de la Manceveria para dho fin; y la Ciudad Acordó que dho Sr. Meca su Comissario mande formar los Capítulos y Diseño para la fábrica de dha Obra, y quese coloque la expresada Cruz a la parte de abaxo de dho puente en el lugar mas desente y acomodado que hubiere…

No dicen nada de sustituirla; pero tenemos la certeza de una cruz anterior en la puerta del Burdel, como en todas las entradas de Orihuela.

Quizá se arruinó; o por la fecha bien pudieron destrozarla los castellanos en la Guerra de Sucesión y había llegado el momento de reponerla. Lo cierto es que don Antonio expuso la conveniencia de formarla a la parte de abajo del puente llamado «de las piedras» en el Camino de Cartagena, por ser «puesto más capaz» que el de la salida de la Mancebería.

La ciudad aceptó la propuesta del comisario y le facultó para que mandase formar los capítulos y diseño de la obra en el lugar más «desente y acomodado».

Una vez formados los capítulos se dieron «al pregón» por el tiempo acostumbrado, haciéndose el remate de la obra de una «Crus toda de piedra» en presencia de dicho Antonio Meca.

Ese puente de piedra era el que sorteaba la acequia del Chorro; por lo que más o menos coincide con el lugar donde está situada actualmente una moderna cruz, en el inicio del viejo Camino de Cartagena.

Fotografía Ajomalba. Archivo Municipal de Orihuela. A189. Año 1735.

Pepe Ojeda señala el comienzo del siglo XVIII como el inicio de la urbanización más allá de los límites del arrabal de San Agustín; en una nueva calle, la del Sol, por parte del Convento de la Merced, con el establecimiento de otros ocho «sitios de casa».

1703. Establiment de huit sitis de cassa… a Juan Rambal taverner de nacio frances … en lo carrer apelat del Sol que ve a estar al cap del carrer de la manseveria…

En 1730, un matrimonio de labradores vendió ante el escribano Bautista Ramón una de esas casas de habitación y morada bajo el señorío directo del convento de la Merced.

Archivo Histórico de Orihuela. Año 1730.

Estaba en «El Rabal de San Agustín, al cabo de la calle nombrada de la mansevería, junto a la calle del Sol y el camino de Veniel». El comprador de la casa era Juan Montoya, gitano (así figura en la escritura).

En agosto de 1914 los vecinos de la calle de Gitanos presentaron instancia en el Ayuntamiento pidiendo que variasen el nombrecito «en vista de los escándalos que daban los gitanos posesionándose de ella». La corporación accedió a la petición de los vecinos dándole el nombre de Calle de la Huerta. Pero este acuerdo no debió surtir efecto.

En abril de 1936 en uno de sus paquetes de cambios de titulación, el Consistorio republicano incluyó la calle de Gitanos, a la que otorgó el atractivo y cultural nombre de Calle del Libro.

Acabada la Guerra Civil, la Gestora franquista anuló todos los cambios republicanos. Pero, por alguna razón, esta calle mantuvo el nombre de «Calle del Libro», el mismo que ostenta en la actualidad.

Y sigue estando al cabo de la Mancebería, en la calle del Sol, junto al camino de Beniel.

A mediados del siglo XIX, además de Gitanos, se formó la traviesa del Sol y el lugar llamado «el Salitre».

El diario de Orihuela. 17 de junio de 1887: Dos o tres trozos malos de camino hay en el de Beniel; y con poco trabajo y coste quedarían arreglados. Uno de ellos está en las puertas mismas de Orihuela desde la calle de Muñoz hasta las últimas casas del Salitre.

Planos siglos XVIII, XIX, XX. 1 Gitanos. 2 Callejón del Sol. 3 Salitre.

El 18 de julio de 1925, durante la Dictadura de Primo de Rivera, el Ayuntamiento acordó adquirir terrenos para construir una flamante cárcel.

La marquesa de Rubalcava se ofreció a enajenar unas tierras que poseía en la salida de la calle de Muñoz, donde estuvo ubicada una de las dos fábricas de salitre de Orihuela.

El pueblo. 19 de abril 1926: Un nuevo edificio para Prisión Preventiva. El día 15 del corriente se verificó en Madrid, la subasta previo concurso para la construcción de un nuevo local celular en nuestra ciudad. Este será construido en los terrenos antes propiedad de la Excma. señora Marquesa de Rubalcava, y hoy cedidos por nuestro Excmo. Ayuntamiento.

El proyecto del nuevo edificio, fue encomendado al Sr. Arquitecto de la Dirección General D. Vicente Agustí, quien con acertada inspiración ha presentado el 21 del pasado Marzo los planos y memorias descriptivas que fueron aprobados por R. O. del 31 del mismo mes, y cuyas copias hemos tenido el gusto de admirar.

Con objeto de adelantar a nuestros lectores, una ligera idea de lo que será la nueva cárcel, cuyo plazo de construcción según las bases fijadas, es de tres meses; a continuación, reseñamos los principales datos descriptivos de la memoria presentada.

El edificio se emplazará en el solar cedido para este objeto por el Excmo. Ayuntamiento de Orihuela, teniendo su fachada principal a la carretera de Beniel y completamente aislado de toda edificación. La superficie que se ocupará será de forma rectangular de 36 m. por 32 m., lo que supone 1.125 metros cuadrados, de los que se destinan a patios 560 metros, es decir el 50 por ciento, aproximadamente.

Consta el edificio de cuatro celdas y dos departamentos de aglomeración para hombres, y una celda con patio de aglomeración para mujeres, lo que supone una población reclusa de 22 individuos; y en casos especiales puede ampliarse considerablemente.

Nuevo edificio de la cárcel. Años treinta del siglo pasado.

Estará en planta baja, elevado sobre el rasante del terreno para evitar los efectos de la humedad. En el vestíbulo se encuentra el acceso al locutorio del público, a la galería de ingreso, a los despachos del Juez, Jefe de la Prisión y oficinas, a la vivienda de un empleado y, al fondo, el primer rastrillo.

Pasando éste hay un segundo vestíbulo que da entrada al departamento de mujeres y a las celdas para comunicación con el público; al fondo un segundo rastrillo aísla los departamentos de hombres, en tal forma dispuestos que hace imposible toda comunicación con el de mujeres. La dimensión de las celdas es 5’00 x 2’00 x 4’25 =42’50 m2, muy superior a los 30 m2. reglamentarios.

El pavimento será de cemento continuo sobre hormigón, suelos y techos redondeados para evitar depósitos de polvo. El alcantarillado se establecerá perfectamente acometiéndole al río Segura que pasa por la espalda del edificio.

Cuantos entendidos han visto los planos han opinado unánimemente que será una obra de arte moderno. Desde estas columnas, enviamos nuestra felicitación al Sr. arquitecto y muy especialmente a nuestro ilustre paisano, el Jefe de Administración de la Dirección General de Prisiones, Ilustrísimo Sr. D. José Picazo a cuyo celo e interés se debe esta gran mejora, y por la cual ha trabajado incansablemente.

En el año 1944 , entre el camino de Beniel y la Ocarasa, se construyó el campo de «La Mancebería» . Allí jugó un equipo denominado «Orihuela Club de Fútbol». 

Campo de fútbol de la Mancebería en 1944. Colección Cánovas Saavedra.

Antonio José Mazón Albarracín (Ajomalba).